Professional Documents
Culture Documents
*Este artículo ha sido previamente publicado por Family Process. Vol 26, N4 diciembre, 1987,
pag.405-413, Traducción revisada por Cecile R. Herscovici.
**Co-Director, Centro Milanese di Terapia della Famiglia, Via Leopardi 19, 20123, Milano Italia
1
2
La neutralidad
Aceptando nuestra inhabilidad de actuar en forma neutral y no-política, el
término de “neutralidad” fue originalmente usado para expresar la idea de
evitar activamente la aceptación de cualquier posición dada como siendo mas
correcta de otra. De este modo, la neutralidad fue empleada para ayudar
a orientar al terapeuta hacia una epistemología sistémica. Sin embargo, el
resultado fue que muchos terapeutas consideraron la neutralidad como el
cultivo de una posición de no-involucramiento, de no tener opiniones fuertes,
de no asumir responsabilidades cuando era necesario –o sea, cultivar la
posición fría e indiferente de un relativista.
2
3
3
4
Estética /Patrones
Otra idea central al desarrollo de un estado de curiosidad es el concepto de la
estética. Al describir a los artistas, a los que estaban enseñando en la Escuela
de Bellas Artes de California, Bateson reconoció que “respondían al patrón que
conecta” (2 pág. 8). Una orientación hacia el patrón, opuesta a la orientación
hacia entidades discretas, es más sugestiva del ámbito artístico. Pro otro lado,
la creencia ha sido históricamente caracterizada como enfatizando
comparaciones cuantitativas de entidades discretas.
El desplazamiento hacia la estética en la terapia subraya nuestra sensibilidad
al patrón. “Una base estética.... requiere que tengamos el valor de construir y
encontrar diferencias” (6, pag.198) y proporcionar un “marco contextual para
la acción práctica” (p.8). Esta propuesta está vinculada a la discusión sobre la
curiosidad ya mencionada.
Adoptar una orientación estética hacia el estudio de la interacción, no sólo
traslada nuestro foco hacia el patrón, sino que también enfatiza la
multiplicidad de posibles patrones. Mientras existe una pluralidad de
alternativas, podemos mantener un estado de curiosidad. Esta curiosidad
aumenta merced a la excitación de tener miles de “historias” aplicables para
4
5
5
6
definida como neutral. Cuando nos sentimos curiosos acerca de los patrones o
relaciones entre ideas, gente, eventos y comportamientos, perturbamos (8) el
sistema con el cual estamos interactuando pero en formas diferentes de las
perturbaciones basadas en nuestros intentos de descubrir la
descripción/explicación correcta (o sea conexiones causales).
Específicamente, recurriendo al trabajo de Maturana (8), el tipo de curiosidad
producido por el marco causal incorpora la noción de “interacción instructiva”,
la curiosidad dentro del marco estético no lo hace. La interacción instructiva
puede describirse como actuando “como si algunos individuos “instruyeran” a
otros individuos acerca de qué hacer y cómo hacer lo que hacen” (4, pág. 246).
Si creemos en la interacción instructiva, tratamos de cambiar a la gente
dirigiéndola. Esto se puede lograr solamente cuando tenemos una descripción
“exacta” del problema. Esta es la orientación de la ciencia e ingeniería lineal
tradicional. Por otra parte, una ciencia estética centrada en la curiosidad
“abandona” el intento de dirigir a la gente.
Además, podemos notar que la curiosidad y la preocupación estética por el
patrón, generan respeto, casi del mismo modo que el respeto genera un sentido
de curiosidad y de estética. En la vida diaria, la mayoría de la gente no siente
curiosidad y estética (en el sentido neutral) acerca de la gente, eventos, ideas o
comportamientos para los cuales no siente respeto. Y, recursivamente, es típico
que no sintamos respeto por la gente, eventos, ideas o comportamientos que no
despiertan nuestra curiosidad. Desde luego que podríamos identificarnos como
curiosos respecto del comportamiento de una persona que no respetamos.
Empero, esta curiosidad es de sentido lineal puesto que se orienta a
“descubrir” y, por consiguiente, a “explicar” por qué esa persona se comportó
de tal manera. En estas situaciones estamos interesados, típicamente, en
“descubrir” más y más evidencia de que nuestra falta de respeto es “correcta” y
“bien fundamentada”.
Por otro parte, la curiosidad desde una perspectiva estética (que es la clase de
curiosidad que nos interesa desde el punto de vista sistémico), está basada en
la noción que cada sistema tiene una lógica en su interacción. Esta lógica no
es mi buena ni mala, ni correcta ni incorrecta. Es, simplemente operativa.
Desde esta perspectiva respetamos la integridad del sistema. Y, nuevamente,
6
7
7
8
Síntomas de la no neutralidad
Cuando el / la terapeuta se desplaza de la posición sistémica experimenta
menos curiosidad. Afortunadamente, existen varios síntomas que indican el
deslizamiento desde un marco estético, sistémico y polifónico, hacia un marco
8
9
El Aburrimiento
El aburrimiento ocurre con frecuencia cuando sentimos como si fácilmente
sabemos lo que está ocurriendo. Los casos clínicos se convierten en clisés
más bien que en metáforas estimulantes. En otras palabras, no hay ninguna
nueva información que signifique algo para el terapeuta. Por ejemplo, imagínese
que está jugando a un sencillo juego de naipes con un niño. Siendo adulto,
resulta fácil sentirse aburrido debido a la sencillez del juego, porque ya
conocemos todas las estrategias. Además, los niños, cuando están aprendiendo
a menudo muestran sus cartas a sus oponentes porque todavía no han
aprendido la estrategia del encubrimiento. Así, al adulto no se le ofrece
ninguna información nueva. El juego es interesante sólo cuando el niño trata de
inventar nuevas reglas mientras juega, y sólo entonces nos sentimos menos
aburridos ya que de ese modo se introduce nueva información en el sistema.
En el contexto clínico se encuentra a menudo una situación similar.
Frecuentemente sentimos como si “supiéramos” lo que hacen los miembros
familiares, cómo piensan o cómo llegaron a la situación actual. Llegando a tal
punto, sentimos que cualquier información proporcionada por las historias y
descripciones de los miembros de la familia es redundante. Dejamos de
escuchar,. Nos identificamos como aburridos por la familia y si la familia nos
aburre, es natural sentirnos inútiles en nuestra profesión y, por consiguiente,
en nuestras vidas. A veces la persistente fantasía-síntoma toma la forma de
“qué lindo sería ser plomero” o “qué lindo ser si fuera empleada en una
confitería”.
También podemos definir el aburrimiento como un síntoma de no-neutralidad.
Si el permanecer neutral significa mantener una postura de curiosidad y
deleitarse con la invención y descubrimiento de múltiples patrones, entonces la
falta de neutralidad implica el abandono de nuestra curiosidad creyendo que
hemos descubierto la interpretación correcta, e ignorando los patrones
alternativos por conocer. En este escenario actuamos como “trivializados”
9
10
Síntomas psicosomáticos
La segunda clase de síntomas es aquella de la experiencia psicosomática. Esta
también se encuentra relacionada con la neutralidad. Los dolores de cabeza
son probablemente la expresión más común, a pesar de que la transpiración,
presión alta y dolor de espalda son también quejas frecuentes. Cada terapeuta
debería aprender a reconocer sus respuestas psicosomáticas. Una secuencia
típica puede incluir un conflicto entre le terapeuta y el contexto en el cual
el/ella trabaja. Si los terapeutas trabajan para una institución legalmente
subordinada al mandato de tratar sólo a familias que necesitan control social
(por ejemplo, incesto o drogadicción), es fácil que pierdan su posición
terapéutica y se conviertan en una nulidad en términos de lo que habían sido
entrenados para hacer. Si los/las terapeutas sienten que no pueden ser
terapéuticos probablemente sentirán que no tienen valor alguno. Sin embargo,
al mismo tiempo y en virtud de su profesión, deben defender a la familia contra
la sociedad y, a menudo, contra sí misma.
En tal contexto, la institución está en contradicción directa con la idea de un
marco estético. La curiosidad del terapeuta es fácilmente sofocada.
En estos casos colegas y/o amigos a veces ayudan a regenerar la curiosidad
del terapeuta preguntando simplemente por qué él o ella tiene tan mal
aspecto. Tales preguntas, cuando son sentidas como preocupación, ayudan al
terapeuta a iniciar nuevas preguntas y renovar su curiosidad con el fin de
encontrar nuevos patrones.
Una de las estrategias para manejar este síntoma de no neutralidad es hacer lo
que exige el contexto –o sea actuar como agente de control social- peor,
simultáneamente, evitar asumir la responsabilidad de controlar el problema.
Asumir plena responsabilidad para controlar el problema de la familia significa
suponer que el trabajo del terapeuta es instruir. Hacerse cargo del problema es
limitador oculta la habilidad de sentirse curioso acerca del contexto. Hacerse
cargo y actuar terapéuticamente responsable no es la misma cosa. La
responsabilidad del terapeuta comienza con ver su propia posición en el
10
11
sistema. Muchas veces solo esto significa simplemente reconocer el poco poder
que uno tienen y, al mismo tiempo, conservar el respeto por el sistema.
Nuevamente, la curiosidad ayuda a crear un puente entre estos
reconocimientos distintos.
Una de las estrategias para manejar este síntoma de no-neutralidad, es hacer
lo que exige el contexto –o sea actuar como agente de control social- pero,
simultáneamente, evitar asumir toda la responsabilidad de controlar el
problema. Asumir plena responsabilidad para controlar el problema de la
familia significa suponer que el trabajo del terapeuta es instruir. Hacerse cargo
del problema es limitador oculta la habilidad de sentirse curiosos acerca del
contexto. Hacerse cargo y actuar terapéuticamente responsable no es la
misma cosa. Ka responsabilidad del terapeuta comienza con ver su propia
posición en el sistema. Muchas veces esto significa simplemente reconocer el
poco poder que uno tiene y, al mismo tiempo, conservar el respeto por el
sistema. Nuevamente, la curiosidad ayuda a crear un puente entre estos
reconocimientos distintos.
Consideran la posición de intentar encargarse totalmente del problema. Con
demasiada frecuencia esto acarrea un sentido de indignación moral. Para
tener el derecho de control sobre la gente debemos sentirnos como alguien que
lo sabe todo, reconoce el mal y el bien que puede indicar el camino correcto.
Las familias a menudo esperan de nosotros que actuemos de ese modo (por
ejemplo, las familias que están en tratamiento por incesto, esperan vernos
fruncir el ceño ante la conducta). Sin embargo, al sentirnos moralmente
indignados asumimos la responsabilidad de intervenir para que esa conducta
inmoral no se repita. En lugar de buscar recursos (que es lo que el terapeuta
tradicionalmente trata de hacer) gastamos nuestro tiempo tratando de
controlar a la familia. Dejamos de buscar recursos dentro de la propia familia
porque estamos demasiado ocupados rotulando el patrón correcto o incorrecto.
Aún seguimos confrontando un dilema. Si no disuadimos el comportamiento de
la familia ¿quién lo hará? una forma de manejar el asunto del control social es
empezar por la suposición de que vivimos en un mundo lleno de violencia. Esta
es, obviamente, una posición moralística. Por otra parte, si arrancamos desde la
perspectiva de la curiosidad, llegamos a dos importantes observaciones: a) el
11
12
sistema con que tratamos esta vivo y, por tanto, algo debe funcionar. b) si hay
violencia, en la familia no significa necesariamente que el terapeuta tiene el
derecho de ser a su vez violento con la familia. La violencia puede no ser
estética en y pos sí misma, pero es ciertamente un patrón. No todos los
patrones son estéticamente placenteros.1
El trabajo del terapeuta es ayudar al sistema familiar a desarrollar patrones
más estéticos. Nuestro trabajo como terapeutas incluye ayudar a que los
sistemas parezcan lógicos. En primer lugar esto requiere aceptarlos tal como
son. Esto no significa que no aspiremos al cambio – particularmente en
patrones identificados por nuestra cultura como inmorales o ilegales-. Debemos
recordar que esperar un cambio es una consecuencia inevitable de vivir en
una cultura que creó la profesión de terapeuta. El cambio desde la perspectiva
estética, mas probablemente tenga lugar cuando el sistema no está instruido
directamente, sino más bien cuando se le ofrecen opciones diferentes.
Demostrara la lógica de un sistema, incluyendo el violento, sólo puede ser
logrado a través de una postura de curiosidad y un enfoque estético al observar
una amplia variedad de patrones. La confirmación de la lógica de un sistema,
basada en una postura de neutralidad, es una estrategia que difiere del juicio
rígido y posteriores esfuerzos para corregirlo.
Hipotetizando
La curiosidad nos impulsa a continuar buscando descripciones y explicaciones
diferentes aun cuando no podamos imaginar de inmediato la posibilidad de que
existan otras, en este sentido la hipotetización tiene que ver más con la técnica.
La curiosidad es una postura, mientras la hipotetización es lo que se hace para
tratar de mantener esa postura.
Una manera de generar hipótesis útiles, es el uso de la metáfora del relato de
las historias. Las familias son maravillosas narradoras de historias porque
tienen guiones tan interesantes para describir. Llegan a la terapia con esos
guiones apretadamente escritos.
1. Desde esta perspectiva, la violencia terapéutica es definida como un intento del terapeuta de
instruir a la familia según su propio patrón. Esto es consistente con la definición de Maturana (8) de la
violencia estarían convenciendo de tener una opinión verdadera que la opinión de otro es falsa y debe
cambiar.
12
13
Su problema es que sus guiones no los ayudan a funcionar del modo que ellos
consideran útil. Como clínicos, ofrecemos a la familia nuevos guiones (basados
en nuestras hipótesis) a los cuales la familia responda adaptando su propio
guión, el que, a su vez, nos ayuda a cambiar el nuestro, y así seguido.
Cuando nos sentimos incapaces de desarrollar hipótesis, sabemos que hemos
aceptado el guión de la familia y perdido así nuestro sentido de curiosidad.
Sin embargo, el tratamiento clínico de las familias no es el único contexto en el
cual resulta difícil generar hipótesis. Hemos notado que los estudiantes
frecuentemente encuentran difícil captar la idea de formar hipótesis o de
hipotetizar acerca de un sistema. Esto ocurre probablemente porque hemos
sido educados en un contexto cultural en el cual la creencia común es que los
maestros saben más que los estudiantes. Nos inclinamos a respetar a “aquello
que es”. Resulta difícil desarrollar un estado de curiosidad dentro de este tipo
de contexto. El respeto por la autoridad, al punto de sentirnos incapaces de
influenciar o cuestionar la posición de la autoridad, es una señal de
pensamiento lineal, el cual es, además, marcado por creer en lo que dice la
familia. Es imposible ser curiosos cuando somos “verdaderos creyentes”.
La historia del mundo occidental se caracteriza por nuestra búsqueda de
explicaciones exactas. Con semejante historia, no es sorprendente que a todos
nos resulte difícil de generar hipótesis, lo cual requiere la sus pensión de la
búsqueda de una explicación. En el trabajo del Equipo de Milán de los primeros
pioneros (12), se sugirió que la “tiranía del condicionamiento lingüístico” era
parte de ha herencia. Para ayudarnos a superar explicaciones lineales se
sugirió evitar el uso del verbo autoritario “ser”. Cuando describimos a la gente,
eventos y creencias como “siendo”, tendremos a dejar de buscar hipótesis en
lugar de actuar en horma de diálogo” desafiando constantemente las
historias/hipótesis de las familias y nuestras propias historias/hipótesis
previas.
La circularidad
13
14
14
15
Referencias Bibliográficas
1. Bateson, G. Stops to an ecology of mind. New York; Ballantine Books,
1972.
2. ---, Mind and Nature, A necessary unity, New York; E.P. Dulton, 1979.
3. Cronen, V.E. Johnson, K M & Lannamann, J W. Paradoxes, double
binds, and reflexive loops; An alternative theorical perspective. Family
Process 21:91-112, 1982.
4. Gustalson, J P The complex secret of brief psychotherapy, New York:W W
Norton, 1986.
5. Harre R, Clarke D & De Carlo, N Motives and mechanisms, New York:
Methuen, 1985.
6. Keeney, B P Aesthetics of change, New York: Guilford Press, 1983.
7. ---, & Ross, J M, Mind in Therapy: Constructing systemic family
therapies. New York: Basic Books, 1985.
8. Maturana, H Brining forth of reality, Presentation at Construction of
Therapeutic Realities Conference, Family Therapy Program, University of
Calgary Medical School, April, 1984.
9. Peen, P. Circular questioning. Family Process, 21:267-280, 1982.
15
16
16