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LA SANTIDAD CONVIENE EN SU CASA

TUS TESTIMONIOS SON MUY FIRMES; LA SANTIDAD CONVIENE A TU CASA,


OH JEHOVÁ, POR LOS SIGLOS Y PARA SIEMPRE. SALMOS 93:5

INTRODUCCIÓN. Santidad es una de las características básicas de nuestro Dios. En referencia a Él, la palabra
santidad significa "ABSOLUTA PERFECCIÓN Y PUREZA". Sólo Dios es Santo en sí mismo, y por sí mismo. Pero
vemos en las escrituras que ésta palabra también se aplica a personas o cosas que han sido apartadas y
dedicadas al servicio del Señor.
La palabra Santidad tiene un significado que con lleva a dos conceptos: uno que es Separación, y otro
que es Dedicación.
En el Antiguo Testamento encontramos que el pueblo de Israel santificaba los objetos o personas a
través de un rito o culto ordenado por Dios. Sólo Dios puede santificar o declarar santo a algo o a alguien.
DIOS ES SANTO Y QUIERE UN PUEBLO SANTO. Levítico 19:2.
En el Nuevo Testamento encontramos como Dios declara Santo a un nuevo pueblo, a través de su
Palabra, su Sangre y su Espíritu; cuando por la Fe nosotros lo aceptamos y obedecemos.

LA SANTIDAD ES ESENCIAL PARA LA SALVACIÓN:

Vivir en Santidad es necesario para ver a Dios: Esto es parte del plan de Salvación. Comparemos las
siguientes escrituras: Jn.3:3-5 y He.12:14.
A través del Nuevo Nacimiento, Dios nos ofrece no solo un cambio de vida sino una ´´Nueva Vida´´. Una
vida separada y dedicada para Dios.
¿Es necesaria la Separación? Sí, es indispensable. El pecado separa al hombre de su Dios, y sólo
separándose del pecado se podrá volver a restaurar esa comunión. Dios nos llama a Separarnos 2ªCo.6:17.
Dios nos ha llamado a santificación 1ªTs.4:7 Separarnos cada día del pecado, renunciar a nuestros propios
deseos carnales (deseos mundanos) consagrarnos al Señor, dedicarle nuestras vidas, y obedecer su palabra
produce como fruto: La Santificación Ro.6:22. La voluntad de Dios es nuestra santificación 1ªTs.4:3. Por esta
razón nos ha bautizado con su Espíritu Santo y nos ha dado su palabra que es verdad.
El Espíritu Santo imparte Santidad en nosotros. En la dispensación de la Gracia, Dios escribe sus leyes
en nuestros corazones (Jer.31:33). Una persona llena del Espíritu Santo, y que se deja guiar por el Espíritu,
cada día va perfeccionando su santidad, pues el mismo Espíritu le va enseñando y dando testimonio de que
Dios se agrada de su manera de vivir (Jn.14:26). La Santidad es enseñada por la Biblia, es también enseñada
por los pastores y maestros Ef.4:11-12.

PARA VIVIR EN SANTIDAD LA PALABRA DE DIOS NOS ACONSEJA:

1. NO OS CONFORMEIS A ESTE SIGLO: en Romanos 12:2, es decir no conformarnos con lo que el mundo
establece. No tenemos que seguir la corriente del mundo.
La pregunta no es ¿qué tan cerca podemos vivir del mundo sin pecar?, sino ¿qué tan cerca podemos
vivir de Dios firmes y seguros de nuestra salvación?

2. ABSTENEOS DE TODA ESPECIE DE MAL: En 1ªTs.5:22, es decir todo lo que tenga un reflejo del mundo y
sus deseos. Todo lo que da una imagen incierta, que dé lugar a confusión o equivocación.
Dios quiere un pueblo celoso de lo bueno y que aborrezca lo malo. Sal.97:10 y Pr.8:13. Dios aborrece
el pecado y nosotros también debemos aborrecer (Claramente se entiende que debemos aborrecer el pecado
más no al pecador al cual hay que darle un tratamiento conforme a la palabra de Dios).
Para obtener victoria en nuestra vida cristiana contra el pecado y vivir en santidad necesitamos
entender estas verdades:

1. LA LEY DEL PECADO: Ro.7:20 Pablo nos dice que la ley del pecado que hay en nosotros es mayor que la ley
de Moisés y que la ley de nuestra mente. En otras palabras Pablo está diciendo que ni la ley, ni nuestra mente
podrán vencer la naturaleza pecaminosa que reside en cada hombre. La ley de pecado, también se llama
naturaleza pecaminosa, la vieja naturaleza, el viejo hombre, el primer Adán y la carne. Pero hay una ley que
es mayor que la ley del pecado, y es la ley del Espíritu (Ro.8:2).
Sólo por medio de esta ley el hombre puede ser libre de la ley del pecado. Cuando la persona recibe el
Espíritu Santo, recibe una nueva naturaleza que no desea pecar, pero que tiene las leyes y los deseos de Dios
implantados en ella.

2. TODO AQUEL QUE ES NACIDO DE DIOS NO PRACTICA EL PECADO: 1ªJn.3:9. En otras palabras todo aquel
que ha nacido de nuevo, no quiere pecar, no le gusta pecar, por lo tanto no práctica el pecado. Pecar y
practicar el pecado son dos cosas distintas.

3. TODO AQUEL QUE HA NACIDO DE NUEVO HA MUERTO AL PECADO: Ro.6:1-6 Nuestro viejo hombre fue
crucificado con Cristo a través del arrepentimiento, para que ya no sirvamos al pecado. Estamos muertos al
pecado por lo tanto somos libres del pecado.
Así que el consejo de la palabra es: ´´No reine el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos
de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros
a Dios como instrumentos de justicia´´ Ro.6:12-13.
Ro.12:1-2 nos da otra perspectiva de lo que es la Santidad. Debemos vivir una vida de tal manera que
sea aceptable a Dios, esto es parte de nuestro culto (adoración) que le debemos tributar a Aquel que nos ha
salvado. Vivir en Santidad es una manera de alabar y adorar a nuestro Dios.

LA SANTIDAD EN SU CORRECTA PERSPECTIVA:

Vivir en Santidad no es una vida de esclavitud a reglas o regulaciones. No se trata solamente de no


hacer lo malo, sino de estar dispuestos y alertas a hacer todo lo que agrada al Señor.

PROPÓSITO DE VIVIR EN SANTIDAD:

1. Agradar a Aquel que nos compró a precio de sangre preciosa y mora en nosotros. 1ªCo.6:19-20.
2. Reflejar o proyectar la imagen de Aquel que habita en nosotros, para que otros sean atraídos a Él. Sal.119:1-
2.
PARA AGRADAR A DIOS CON LO QUE HACEMOS:

Necesitamos la Fe (He.11:6). Todos los aspectos de nuestra relación con Dios tienen que ver con la Fe.
Por Fe venimos a ÉL, en Fe somos salvos y por Fe vivimos. Stg.2:17-18 dice: ´´Así también la Fe, si no tiene
obras es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes Fe y yo tengo obras. Muéstrame tu Fe sin tus obras
y yo te mostraré mi Fe por mis obras´´. La Fe nos guía a la obediencia, así debe ser también en cuanto a
nuestra manera de vivir santamente para Dios. La Santidad es resultado de lo que Dios ha hecho y está
haciendo en nuestras vidas por la Fe que hemos depositado en Él. Vivir en Santidad, es vivir en obediencia y
la obediencia es la mejor y más importante demostración de amor que podemos darle a Aquel que nos ama
(Jn.14:15).

LAS ACTITUDES SON UNA BASE DE SANTIDAD EN NUESTRA VIDA CRISTIANA:

Una Correcta actitud es el fundamento para desarrollar una vida en Santidad. El Salmista pidió a Dios:
´´Crea en mi Oh Dios un Corazón limpio y renueva en Espíritu recto dentro de mí…vuélveme el gozo de tu
salvación y espíritu noble me sustente” (Sal.51:10-12).
La verdadera Santidad comienza en lo interior y se refleja en lo exterior y cubre todos los aspectos de
la vida como lo son la naturaleza, los pensamientos, las actitudes, el comportamiento, la conducta y hasta la
apariencia.
En 1ªP.1:13-16 el apóstol nos hace un ´´Llamamiento a una vida Santa dice...´´ Sed también vosotros
santos en toda vuestra manera de vivir´´. Toda nuestra vida y nuestro ser deben estar santificados por nuestra
obediencia a la Palabra de Dios.
Pudiéramos decir que La Santidad en nuestro corazón, en nuestros pensamientos y en nuestras
actitudes es la ´´Santidad Interna´´, y la santidad en nuestro comportamiento, conducta y apariencia es la
´´Santidad Externa ´´.
No hay verdadera Santidad en la Vida del Cristiano cuando su corazón está lleno de amargura,
resentimiento, rencor, celos, envidia o altivez. Todo o cualquiera de estas cosas producirá una manera de
hablar, de actuar y hasta una apariencia que no refleja a Cristo.
Si examinamos honestamente con la ayuda del Señor miramos en el fondo de nuestro corazón que hay
una actitud negativa, entonces todos nuestros esfuerzos (incluyendo este estudio) serían vanos. Pero si
podemos traer nuestro corazón a una correcta actitud, hasta sentir un deseo sincero y ferviente de agradar
a Dios; entonces el resto de este estudio será solo cuestión de escuchar con los oídos espirituales, para luego
ser hacedores de la palabra, practicantes de las enseñanzas y discípulos del buen Maestro que por amor nos
ha salvado y cada día nos guía en el camino de la vida eterna.
La Santidad externa: es una proyección de la presencia de Dios en nuestras vidas y de nuestro
crecimiento en su conocimiento y en su gracia.
La Santidad en la lengua: nuestra manera de hablar. De la abundancia del corazón habla la boca
Mt.12:34
NO DEBE: DEBE:
1. Jurar Mt.5:34; Stg.5:12 1. Sí, sí, No, no Mt.5:36-37
2. Chismear Pr.16:28;26:20; Tit.3:2; Stg.4:11 2. Restaurar Gá.6:1
3. Sembrar discordias Pr.6:16-19 3. Dar gracias Ef.5:19-20
4. Malas conversaciones Col.3:8; Ef.4:29 4. Hablar para edificar Ef.4:29
5. Maldiciones Ro.12:14; Ef.4:31. 5. Bendecid Ro.12:14; Mt.5:44
La Santidad en nuestros ojos: los ojos son la ventana del alma, la luz del cuerpo. Los ojos son los órganos
sensoriales que más información llevan al cerebro. Toda imagen que el hombre ve queda grabada en el
cerebro. Lo que el hombre ve y oye determina su pensamiento y según su pensamiento tal es él (Pr.23:7).
Lo que el hombre ve tiene una influencia poderosa en su pensamiento. Los psicólogos dicen que el 90%
de nuestros pensamientos son estimulados por la vista. Por esto el Señor dijo que según la condición de
nuestros ojos será la condición de todo nuestro cuerpo (Mt.6:22-23).
Muchas tentaciones se nos presentan a través de los ojos. Ejemplos Eva vio y codició, tomó y pecó.
David vio y codició, tomó y pecó. Acán vio y codició, tomó y pecó.
Satanás sabe que puede alcanzar nuestra mente y nuestra alma fácilmente a través de los ojos. Pero el
Señor promete bendición para el que guarda sus ojos de la tentación (Is.33:15-17).
Ahora bien hay muchas situaciones sobre las cuales no tenemos control, pero si hemos aprendido a
disciplinar los ojos serán tentaciones que pronto serán resistidas. Sin embargo, hay en nuestra sociedad tres
medio sobre los cuales SI tenemos control y son: literatura impresa, cine y televisión.
Literatura: La lectura es un buen hábito de educación para el hombre, pero no todos los libros son
buenos. Hay novelas que se basan en sexo, triángulos de amor, palabras vulgares, pornografía, magazines
con confesiones íntimas o escándalos. Mateo 5:8 dice que los de limpio corazón verán a Dios, pero no se
puede tener un corazón limpio leyendo esta literatura. Hechos 19:19 es un ejemplo de la reacción de nuevo
convertido que ha nacido de nuevo. Una nueva manera de saber que es bueno, es preguntarse qué clase de
pensamientos, o meditación trae a mí esta lectura
Televisión y cine: son las armas más poderosas que Satanás ha estado usando para corromper la
humanidad. Los dos tópicos más enfatizados en ellas son el sexo y la violencia. Ellas representan y crean una
generación que se va depravando cada vez más.
¿Cómo afecta la televisión al cristiano? La persona que se sienta frente a ella es bombardeada por esta
escenas y comportamientos que van de los ojos a la mente. El cristiano comienza resistiendo, pero va
disminuyendo, y la mente es constantemente estimulada a pecar; y de ver constantemente la misma escena
o comportamiento llega a parecerle normal al punto de practicarla.
1. La televisión no construye ni edifica una vida cristiana.
2. Viendo ciertas escenas, subconscientemente se asume que toda la sociedad es así, y esto desarrolla una
actitud permisiva que excusa al pecado ``todo el mundo lo hace´´.
3. Es un medio de escape que te saca de la realidad.
4. Entretiene al hombre carnal y alimenta los deseos de la carne.
5. Le hace perder lo más valioso que el hombre posee ``el tiempo´´ pues se convierte en una adicción. Ef.5:16;
Col.4:5 Son mandatos del Señor.

Santidad en nuestra manera de vestir

Nuestra apariencia externa no es la base de nuestra santidad pero no deja de ser un elemento muy
importante en nuestra vida cristiana, pues es un reflejo de lo interno. Nuestra manera de lucir incluye el
vestido, el peinado y los adornos. El vestido refleja ``la moral y el buen sentido´´. 1ªTi.2:9-10... Así mismo que
las mujeres se atavíen de ropa decorosa... con pudor y modestia. El pudor refleja la moral y significa decencia
y castidad.
Es una virtud que casi no se haya hoy en nuestro mundo es un valor que se ha perdido. Es una vergüenza
natural o innata que debe tener la mujer de enseñar su cuerpo. En otras palabras el consejo del apóstol Pabló
a las mujeres en este pasaje es que se vistan con ropa que cubran bien el cuerpo.
Que tengan vergüenza ``Pudor´´ al vestirse. Una vestimenta descubierta indica la presencia de un
espíritu sensual, un deseo de llamar la atención sobre el sexo opuesto y hace una invitación al pecado.
Vistamos de una manera tal que no quedemos expuestos a miradas de codicia, y aun a una segunda mirada
con la cual ya peca no sólo el que miró sino también el cuerpo que provoca la lascivia. Mateo 18:7 Da un ¡ay!
A los hombres que son de tropiezo, en este versículo la palabra “hombres” incluye también a las mujeres.
Mateo 13:40 y 18:6 también habla de los que hacen tropezar.
La ropa decorosa tiene que ser bien examinada. Fíjese en los cuellos, las mangas, que no sean muy
escotadas, el largo del traje que no muestre las piernas, las aberturas de las faldas, estilos apretados o telas
transparentes q traslucen la figura y la forma del cuerpo.
La modestia es señal de buen sentido y sabiduría: significa ser moderada justa, considerada. La
modestia es una buena representante de la humildad. Dios aborrece el orgullo, la vanagloria y la altivez. Él
no aprueba ninguna apariencia pretenciosa y ostentosa. Estilos diseñados para satisfacer el ego no son
agradables delante de Dios y no nos conviene a nosotros. El lujo y el costo están asociados con la vanidad. La
obra de Dios sufre cuando tienen necesidades financieras y sus santos están gastando su dinero sin
moderación.
En cuanto al vestido Dios también ha establecido una distinción entre los sexos. Entre el hombre y la
mujer hay diferencias no solo biológicas, si no también mentales y emocionales. Dios ha establecido ciertos
métodos sociales para mantener esta distinción. Esto es importante para Dios pues él ha diseñado diferentes
papeles para el hombre y la mujer. Esto ha sido violado por medio del vestuario UNISEX.
Deuteronomio 22:5 se aplica también para hoy pues, es parte de la ley moral y Dios especifico que es
una abominación a Él. Dios no acepta los afeminados (1ªCo.6:9) y en esto vemos que ÉL quiere que
guardemos la diferencia. Es claro que en nuestra cultura el pantalón está asociado con el vestir del hombre y
las faldas o vestidos con el vestir de la mujer.
No hace muchos años atrás era incorrecto que la mujer usara pantalones. Fue hasta después de la
segunda guerra mundial cuando la mujer salió de su posición de ama de casa para trabajar en las fábricas por
la ausencia de su esposo. En este tiempo comenzó la nueva era para la mujer la cual ha promovido
negativamente al movimiento ``liberación femenina´´ una liberación que no es otra cosa que una rebeldía y
protesta al plan de Dios para ellas. El pantalón en el cuerpo de la mujer delinea su figura, marcando de una
manera vulgar sus partes íntimas y dando lugar a la codicia por parte de los hombres lo cual es tropiezo.
El peinado o arreglo sencillo del pelo para dar gracia a la mujer: La Palabra nos recomienda ``no
peinados ostentosos´´ 1ªTi.2:9; 1ªP.3:3. Lo contrario de peinados ostentosos son peinados sencillos. La mujer
debe peinarse bien, haciéndose peinados sencillos porque su pelo es su gloria. Dios nos manda a dejarnos
crecer el cabello porque esto es honroso, es decir la mujer que se deja crecer el cabello es honrada. Es
honrada por Dios, por los Ángeles, por los justos y temerosos de Dios, porque por medio de su obediencia se
está sometiendo a Dios y a su esposo. La mujer no debe orar (presentarse a Dios) con la cabeza descubierta.
Pero Dios le ha dado su cabello en lugar de velo. 1ªCo.11:13-16. El propósito de nuestro pelo es ´´Gloria´´ no
´´Vanagloria´´; no debemos lucirlo con otros propósitos como por ejemplo vanidad, provocar o atraer. El pelo
largo bien recogido, bien arreglado da gracia y gloria a la mujer. Usted podrá estar bien vestida, pero si no
está bien peinada no dará la misma impresión que cuando está bien vestida y bien peinada.
También el arreglo de nuestro pelo refleja otras cosas como actitudes y estado de ánimo. ´´No debemos
quejarnos de nuestro pelo´´
La historia también nos dice que la práctica de cortarse el pelo por encima de los hombros entró en
nuestra sociedad durante la Segunda Guerra Mundial.
Los adornos de perlas, oro o plata; es decir, la joyas no son adornos para la mujer cristiana. Las joyas
son adornos que alimentan la vanidad. Las Escrituras nos enseñan por todas partes sobre la humildad y la
moderación y nos exhortan acerca de la vanidad y la soberbia. La vanidad de adornarse con joyas esta descrita
en Isaías 3:16-26.
El pueblo de Israel se había envanecido y el Señor dijo que les quitaría todos sus adornos para
despojarlos del orgullo. Cuando Jacob subió a Betel, aconsejo a su familia a despojarse de los dioses falsos y
de los aretes Gn.35:2-4. El oro es un elemento mineral que representa atributos divinos. Por esto se usó el
tabernáculo. Cuando Dios saco a Israel de Egipto, los egipcios les dieron muchas de sus riquezas. Pero el
propósito de Dios era que se usaran después en la construcción del tabernáculo.
El pueblo hizo con ellas un becerro y eso trajo juicio de destrucción. Así que el oro, plata, perlas
preciosas y otros elementos de esta naturaleza se han de usar para la Gloria de Dios, no para la gloria del
hombre.
El maquillaje "otra forma de adornar". El maquillaje acentúa la sensualidad para atraer al sexo
opuesto. En la Palabra de Dios y también históricamente la pintura está asociada con la seducción y la
prostitución. La práctica de pintar las pestañas fue introducida en Egipto en el año 3000 A.C. Por esto el sabio
Salomón dando consejo a sus hijos para no caer en manos de la mujer extraña decía: Pr.6:25 ´´No codicies su
hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos´´; fijémonos como Jezabel usó la pintura con el
propósito de seducir al profeta 2°Reyes 9:30. Pero las mujeres de Dios hacen todo lo contrario como Esther
Est.2:13-15. Cuando el pueblo de Dios ´´su amada´´ lo dejó por otros dioses, Dios lo comparó con una
prostituta que usa maquillaje para atraer a sus amantes. Ez.23:36-44. En Jer.3:3 dice el Señor: Te has
mostrado como una prostituta, y no has querido avergonzarte. De estos 2 versículos podemos desprender
que para el Señor el maquillaje en una mujer se relaciona con prácticas de prostitución. Según la enciclopedia
Británica, fue después de la Segunda Guerra Mundial ésta práctica venció la oposición y gradualmente fue
aceptada por la sociedad. Antes de esto estaba relacionada con la prostitución.
El tinte en el cabello. La palabra de Dios no hace una mención directa sobre ésta forma de maquillaje,
sin embargo, aún podemos determinar si esto es agradable a Dios o no por la misma palabra. Algunas mujeres
en la Iglesia resisten al hecho de dejar que se le vean las canas por cuestiones estéticas según afirman, sin
embargo podemos decir que una persona que se tiñe el cabello está mostrándose o presentándose tal como
NO es, es decir, no es transparente, presenta algo que parece pero en realidad no es... ¿saben a qué se
asemeja algo que parece pero que en realidad no es? Exactamente a una mentira, a una falsedad. Sabemos
que las mujeres cristianas aman la verdad y la practican, son transparentes y consideran que las canas son
honra según lo expresa Lv.19:32. Cómo cristianos conocemos que le ocurrirá a los mentirosos (Ap.21:8).
También teñirse el cabello es una forma de ser de tropiezo para otras muchachas en el camino del
Señor. Hoy en día las muchachas del mundo se pintan el cabello de diversos colores: rojo, morado, azul, verde
y así llegan a la Iglesia... suponga usted que a ella le empieza a agradar el evangelio pero a ella le encanta el
color de cabello morado, ¿con qué autoridad le dirá usted no se tiña el cabello de morado si usted se lo pinta
de negro o amarillo? ¿Hay alguna diferencia establecida por el color escogido? el acto de engañar es el mismo.
El atavío que nos recomienda la palabra. Los esfuerzos de la mujer cristiana deben ser ataviar su
corazón y su espíritu. En otra ocasión la Palabra nos manda ´´Vestíos con amor que es el vínculo perfecto´´
(Col.3:14). Debemos procurar este atavío interno que produce buenas obras y que nos hace actuar y lucir
como ´´Hijos de la Luz´´.
Dios nos promete hermosearnos con su Salvación. No hay otra cosa que dé más belleza al ser humano
que el amor, el gozo y la paz de Dios reflejado en unos ojos bien despiertos y llenos de vida. ``El corazón
alegre hermosea el rostro´´ (Pr.15:13). Esta es la verdadera hermosura la que proviene de un corazón limpio
de amarguras y agradecidos con su Dios. La otra hermosura que proviene de cosas externas es artificial,
superficial, es vana. Pr.31:30 ``Engañosa es la gracia y vana la hermosura la mujer que teme a Jehová esa será
alabada´´ pero La Hermosura de La Santidad es la verdadera hermosura. De ella podemos participar.
El Señor viene a presentarse a sí mismo una Iglesia Gloriosa, que no tiene mancha ni arruga, ni cosa
semejante, sino que es santa y sin mancha de rebeldía y de desobediencia. Una Iglesia que se ha sometido a
ÉL y a su Palabra de Amor. Gloriosa será el anuncio de nuestra entrada al cielo. Ap.19:7-8.

CONCLUSIÓN. La puerta ancha es fácil, muchos entran por ella, El camino ancho es fácil. Muchos, la mayoría
lo escoge. Pero recuerda las palabras del Señor. Su fin es camino de muerte (Pr.14:12). Esforzaos a entrar por
la puerta estrecha (Lc.13:24). Cristo es esa puerta (Jn.10:9). Párate en tu camino y preguntad por la senda
antigua y andad por ella (Jer.6:16). La senda es de santidad. Y será llamado CAMINO de SANTIDAD (Is.35:8).
Recuerda que CIERTAMENTE (De toda verdad), la santidad le conviene a usted. Como hijo de Dios (Jn.1:12);
como templo de Dios (1ªCo.3:16-17); como casa de Dios (2ªCo.5:1-4). La santidad conviene a tu casa oh
jehová; para siempre (incluye nuestra época).
ASÍ QUE AMADOS, PUES TENIENDO TALES PROMESAS, LIMPIÉMONOS DE TODA INMUNDICIA DE CARNE Y DE
ESPÍRITU PERFECCIONANDO LA SANTIDAD EN EL TEMOR DE DIOS (2ªCo.7:1). SEA SANTO, PORQUE DIOS ES
SANTO; (1ªP.1:16)

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