VIRIDIANA MARTINEZ ESPINOSA

EL PROCESO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL INDIVIDUO

"Pablo saca 10 en matemáticas pero no sabe cómo expresarse bien."

"Ana tiene 9 en ciencias naturales pero no puede decir lo que piensa."

“Laura obtiene 9.5 en biología pero aún no sabe cómo decirle a Eric que le gusta".

“Patricia es buenísima en física cuántica pero cuando se enoja no es capaz de

controlar las groserías que dice y suele herir a las personas que están con ella
alrededor".

Estos son casos que representan un ejemplo de que el éxito de una persona, no
solo depende del intelecto o de nuestros estudios, si no, se complementa con el
ámbito social, a la hora de interactuar con otras personas, el expresar sus
sentimientos, el conocer nuestros intereses, interactuar de una manera eficaz y
asertiva cuando tiene que ser.

No estoy hablando de buscar el momento indicado para realizar esas acciones,

porque tal vez el momento adecuado nunca llegué, pero si puedes adaptarte
orientarte, conocerte, identificar tus emociones, lo que sientes, lo que esperas,
controlarte o modificarte. Es una cuestión de práctica en donde sale a flote la
inteligencia emocional porque es lo que te terminará la acción que realizará el sujeto
y la capacidad que tenga para afrontar cada situación a la que no se esté preparado.

¿Locura? Podría ser tomada como una cosa de locos el colocar tan grande
responsabilidad sobre el hombro de la inteligencia emocional, pero reiteró es una
práctica de constante conocimiento de ti mismo, comprende la visión, misión,
valores personales, familiares y profesionales de cada uno de nosotros.
Necesitamos hacer tareas diarias para obtener resultados concretos y todo ello es
posible si hay constancia, flexibilidad, optimismo y emotividad.

Es importante adentrarnos la definición de este concepto y en las características

que lo componen cómo son las habilidades de la inteligencia emocional.

Daniel Goleman define la inteligencia emocional como la capacidad de sentir,

entender, controlar, modificar estados anímicos, propios y ajenos.
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De igual forma algo muy importante que nos menciona es que no es un parámetro
fijado desde el nacimiento, si no se tiene que desarrollar, fomentar y cuidar a lo largo
de toda nuestra vida, pero ¿cómo podremos desarrollar una inteligencia emocional?

¿Qué habilidades requerimos?

La respuesta a esas preguntas están en la potencialización de las habilidades

prácticas que de desprenden de la inteligencia emocional, estas son cinco, pero se
clasifican en dos áreas o tipos de inteligencia:

Esta la Inteligencia Intrapersonal, en donde nos dice que está compuesta por una
serie de competencias que determinan la manera en cómo nos relacionamos con
nosotros mismos. En esta Inteligencia se tienen tres componentes:

A) La autoconciencia o conciencia en uno mismo, esta es una capacidad de

reconocer y entender en uno mismo, lo que esta pasando en nuestro cuerpo
y que estamos sintiendo, aquellas propias fortalezas, cuáles son nuestras
debilidades, que estados de ánimos tenemos bajo tales circunstancias.

Tenemos que identificar primero que circunstancia ocurrió, como me hizo

sentir (triste, enojado, molesto, etc.), que sensaciones género en mi cuerpo
como sudoración, taquicardia, dolores físicos, engloba todas aquellas
sensaciones somáticas y que efectos provocan en uno mismo, en los demás
y sobre nuestras actividades diarias, de esta manera estamos haciéndonos
consiente de que es lo que nos está pasando, los pensamientos que
tenemos, es darnos cuenta de las actitudes que poseemos, aquello que nos
interesa o motiva hacia la satisfacción de las necesidades personales.

B) La autorregulación también llamado control emocional o control de sí mismo,

esta es la habilidad de poder controlar nuestras propias emociones e
impulsos.
Cabe mencionar que la mayoría de gente no distingue entre sentimiento y
emoción, es por ello que recalco la diferencia.
Una emoción es la respuesta afectiva (neuroquímica y hormonal) ante alguna
situación que nos produce inestabilidad y perturbación. Estas pueden
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aparecer de forma abrupta (de forma muy pronunciada o desnivel), así como
reacciones fisiológicas ante un estímulo intenso determinado y son de breve
duración o también pueden permanecer cierto tiempo impidiendo cualquier
otra acción, aun después de que desaparezca lo que la provoco, es más
primitiva.
Y el sentimiento es el pensamiento y la reflexión consiente sobre lo que siente
o sobre las emociones, así como de la experiencia que lo genero, depende
más al símbolo abstracto que se relaciona con la experiencia y la emoción.
El ser conscientes de lo que nos sucede nos puede llevar a ser responsables
de nuestros propios actos, de pensar antes de actuar y evitar los prejuicios.

C) La automotivación, es la habilidad de estar en un estado de continua

búsqueda, persistencia y continuación de los objetivos, enfrentando los
problemas y encontrar soluciones a ellos. Dándose a uno mismo las razones,
el entusiasmo, el interés para realizar algo, pero está determinada con el
medio de satisfacer un necesidad, crea un aumento del impulso para que
continúe realizando cierta acción o en otros caso deje se hacerlo. Esta activa,
dirige y mantiene la conducta.
Es importante tener presente el “para que” estamos haciendo lo que estamos
haciendo y si es lo que de verdad queremos.
Como todo lo anterior mencionada meceré práctica ya que es un
entrenamiento continuo.

La segunda área es la Inteligencia interpersonal, aquí se encuentran la forma de ser

con los otros y se recalcan dos habilidades:

A) Empatía, esta es una habilidad que se desarrolla al entender qué están

sintiendo otras personas, se trata de comprender las diferentes perspectivas,
sus pensamientos, deseos y creencias ajenos. Se trata de estar cociente de
todo lo que otros no perciben.
En general, se considera que la empatía tiene fundamentalmente dos
aspectos: uno cognitivo (compresión de otra persona real o fantasía, en
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donde te identificas con los personajes) y otro emocional (simpatía, en donde

sincronizamos con los sentimientos o preocupaciones de la otra persona).
Goleman nos dice que la empatía tiene dos elementos, la conciencia social
que se refiere a lo que sentimos sobre los demás.

También señala que la empatía forma parte de la Inteligencia Social y que

tiene dos elementos: la conciencia social (lo que sentimos sobre los demás).
Dentro de esta, se encuentra:

 La Empatía primordial: sentir lo que sienten los demás (señales no

verbales).
 La Sintonía: escucha activa para conectar con el otro.
 La Exactitud empática: comprender los pensamientos, sentimientos e
intenciones de los demás.
 La Cognición social: entender el funcionamiento social, es decir, leer
y comprender adecuadamente las situaciones sociales para saber
cómo actuar.
Y la aptitud social (lo que hacemos con esa conciencia social):
 La Sincronía: relacionarse fácilmente a nivel no-verbal.
 La Presentación de uno mismo: saber presentarse a los demás.
 La Influencia: dar forma adecuada a las interacciones sociales.
 El Interés por los demás; interesarse por las necesidades de los
demás y actuar en razón a eso.
B) Las habilidades sociales son todas aquellas conductas aprendidas de forma
natural que se manifiestan en situaciones interpersonales, como la
asertividad.
La asertividad es una forma de comunicación, puede ser mediante el
lenguaje verbal (utilizar un tono de voz adecuado, controlar el ritmo del
mensaje, ni rápido ni lento, usar el lenguaje apropiado, ser educados en
nuestra forma de hablar, respetar los turnos de la palabra, y dar tiempo para
que nos contesten.
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Dentro del lenguaje no verbal esta mantener contacto visual con quien nos
hable, una posición erguida del cuerpo, una distancia apropiada, utilizar
gestos y expresiones del rostro para dar énfasis en las palabras y aprender
a respetar los silencios.
El fin de ser asertivos es expresar nuestras ideas y sentimientos o defender
nuestro punto de vista, sin la intención de herir o perjudicar al otro.

Posteriormente sigue la respiración y la relajación, es parte del

autoconocimiento, sabe hacerlo para mantener un equilibrio, y escuchar lo
que nuestro cuerpo nos dice, mantenernos calmados y de igual forma es
cuestión de práctica para llegar al punto de concentración.

Muchas veces respiramos con movimiento de arriba y abajo de los hombros,

más no con el diafragma y el estómago, porque es ahí en donde entra
completamente el aire a los pulmones, promueve la oxigenación de la sangre
a todas las partes de nuestro cuerpo, libera la ansiedad y estimula el
movimiento del corazón.
Es importarte hacerla puesto es una ayuda cuando nos encontramos en
circunstancias de tensiones, cuando nuestro estado de ánimo se ve
manipulado por algún factor como el estrés, la preocupación, cuando
podemos enojarnos pero queremos ser asertivos, incluso puede ayudar al
manejo corporal para no realizar una determinada acción como golpear a
alguien.
Por ultimo esta la relajación, esta es una de las primeras formas de tomar
contactos con nuestro yo interior, con nuestro cuerpo, con nuestras
sensaciones y emociones.
Nos permite que desarrollemos la autoconciencia, además ayuda a la gestión
de las emociones. Se pueden utilizar diferentes técnicas para relajarte, como
es el caso de la meditación, el yoga, la imaginación guiada, etc.

En conclusión la inteligencia emocional requiere de una constante práctica, de saber

controlar los impulsos y saber cómo obtener un bien de ellos, no influye las distintas
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formas de ser de alguien en su capacidad emocional, más bien lo importante es

saber dónde aplicar esa inteligencia emocional con forme a la circunstancia, hasta
que esta se haga parte de nuestra vida cotidiana.
No es fácil generar una autoconciencia, escucharse y sentir lo que nos pasa; pero
al hacerlo esas preocupaciones que surgen desaparecen.
Existen muchas técnicas para establecer la inteligencia emocional.
Debemos relacionar la emoción con el comportamiento , el pensamiento y sobre
todo percibir el modo en que nuestros sentimientos afectan en la vida personal,
escolar, social y laboral, ser conscientes de los valores y objetivos, para hacerlos
realidad, y poder guiarnos por eso. Solo es cuestión de empezar a prestar atención
a lo que nos pasa en nuestros pensamientos y físicamente, como si tuviéramos un
“tercer ojo” diciéndonos que hacer y adonde ir, ese tercer ojo que se llama
conciencia.
Por último y no menos importante dejo estas dos frases que dijo Goleman:
“No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencie tu voz interior. Y,
lo que es más importante, ten el coraje de hacerlo. De algún modo, ya sabes
aquello en lo que realmente quieres convertirte”.
“Tal vez no haya habilidad psicológica más esencial que la de resistir al
impulso”.

Dando énfasis a que no siempre es fácil poseer el correcto autoconocimiento. Sin

embargo es clave para el desarrollo personal y la regulación emocional es necesaria
para poder convivir con los demás.