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Después de la guerra: el
individuo, el grupo y la
relación de confianza* Nathalia Aguirre Álvarez**
Palabras clave: guerra, desvinculación, cómo citar: Aguirre Álvarez, N. (2014). Después de la
guerra: el individuo, el grupo y la relación de confianza.
individuo-grupo, relación confiable. Tendencias & Retos, 19(2), 109-121.
rica, más la opinión de otros autores del psi- 3 En un apartado más adelante, se explicarán al lec-
tor las otras modalidades de atención y las áreas de
coanálisis como Bion y Jeammet, se hace el derechos humanos que contempla el proceso de des-
análisis del material clínico y la discusión vinculación y paso a la vida civil.
giró en relación con lo que implicaba para grupal que se dinamiza en la institución.
cada uno dejar el grupo armado, llegar a En el tercero se analiza, desde el punto de
una ciudad nueva y establecer una relación vista de la psicoterapia, la importancia
con el Estado a través de las instituciones del capital de confianza, para cualquier
encargadas. horizonte de intervención psicosocial.
Estos dos últimos apartados surgen del
Lo que se encontró, desde el punto de vista
análisis construido del material clínico en
de la vivencia subjetiva de los jóvenes, es
su fase final.
que salir de la guerra significa el alejamien-
to de la vida rural, de las familias de ori- Aunque la experiencia surgió en el ámbito
gen y del lugar donde se nació. La llegada clínico y a partir de la psicoterapia, la re-
a un lugar ajeno y extraño implica asumir flexión que logró emerger es también una
la propia existencia como sujeto, hacerse reflexión social.
cargo de heridas antiguas, aceptar ciertos
duelos o pérdidas que se habían silenciado 1. Proceso de atención a
mientras se estaba en el grupo y dejar atrás jóvenes excombatientes
los compañeros del combate. Siguiendo
a Castro (2001), implica una “fractura de la La atención a estos jóvenes se inscribe en
vida”, de la historia personal, lo que con- un marco de normatividad legal, donde se
lleva un sufrimiento. contempla el derecho internacional hu-
manitario, la declaración de los derechos
Además de lo anterior, se logró concluir del niño, la convención de los derechos del
que en el proceso terapéutico o en cual- niño, la Constitución Política de Colombia
quier forma de intervención psicosocial, la de 1991, el Decreto 128 sobre política de
relación de confianza es el capital funda- reincorporación a la vida civil, entre otros.
mental para reactivar la capacidad relacio- “La ley de más reciente aparición es la ley
nal de los jóvenes y desactivar la violencia. de víctimas —Ley 1448 de 2011—, por la
Igualmente, que el arte y la imaginación cual se dictan medidas de atención, asis-
son herramientas significativas para el tra- tencia y reparación integral de las víctimas
bajo de comprensión, asimilación y elabo- del conflicto armado interno colombiano”
ración de las vivencias de la guerra, lo que (Cifuentes, Aguirre y Lugo, 2011, p. 97).
pone de manifiesto el potencial de ilusión
de cada uno de estos jóvenes. En el artículo 190, la ley establece:
La restitución de los derechos de los ni-
Para abordar estos dos aspectos, en el artícu-
ños, niñas y adolescentes estará a cargo
lo se presentará la reflexión del siguiente del Instituto Colombiano de Bienestar
modo: en el primer apartado se mostrarán Familiar. Una vez los niños, niñas y ado-
de manera sucinta los lineamientos del lescentes cumplan la mayoría de edad,
proceso de atención a los jóvenes excomba- podrán ingresar al proceso de reintegra-
ción social y económica que lidera la Alta
tientes y las modalidades como se hace. En el
Consejería para la Reintegración Social
segundo apartado se presenta el análisis del y Económica de Personas y Grupos Al-
proceso de salir de la guerra desde el pun- zados en Armas, siempre que cuenten
to de vista del funcionamiento individual y con la certificación de desvinculación de
eso hace que uno se aburra más rápido. En tal pertenencia, el individuo es capaz de
La pasaba más bueno allá, estábamos en realizar acciones que por sí solo no podría
grupo y hacíamos cosas juntos” (sesión
llevar a cabo, ya sea porque las cuestione, las
individual 13, 2010).
juzgue inadecuadas, o porque no se sienta
La sensación de pertenencia, igualdad y con la potencia suficiente para hacerlas. El
protección que ofrece un grupo, y especí- aumento del valor en el grupo viene del
ficamente un grupo de jóvenes que tam- funcionamiento psicológico especial que
bién han estado en la guerrilla, continúa impone la masa, bajo la cual se sacrifica el
aliviando al yo de la tensión de existir sentimiento de delimitación individual por
y lidiar con la realidad por sí solo. Para la confluencia emocional e instintiva con
comprender esto mejor, Freud en sus tex- otros, la ilusión de ser todos iguales, la eli-
tos Psicología de las masas y análisis del yo minación de las diferencias y compensación
(1921) y En el malestar en la cultura (1929) de cualquier sentimiento de desamparo.
llama la atención sobre la influencia que Es decir, la masa por un lado vivencia una
la vida colectiva tiene sobre el individuo, ya potencia invencible que le hace actuar de
sea porque en ella pierda su personalidad forma brutal, pero por el otro experimen-
consciente, como en la masa, para unirse ta una necesidad de reunión y agrupación
a sus semejantes, o porque sacrifique sus para tolerar el sentimiento de vulnerabi-
impulsos más agresivos y hostiles para al- lidad humana y el sentimiento de ser in-
canzar los ideales de cultura y civilidad que completo, lo que la hace, en cualquiera de
la vida social le impone. los dos sentidos, anular la individualidad.
De cualquiera de las dos formas, la parti- Castro (2001), en un análisis que realiza
cipación del sujeto en procesos de masa o del paso a la vida civil de los excomba-
su vinculación a alguna institución hace que tientes, pone de relieve cómo la salida de
el funcionamiento individual cambie y sea la guerra tiene importantes implicaciones
arrasado por un tipo especial de funcio- subjetivas, teniendo en cuenta la salida del
namiento psíquico colectivo, que impone grupo y el sentimiento de ser incompleto
a las tendencias instintivas singulares una que se experimenta. Para la autora, salir de
modificación especial. Con esto Freud la guerra y pasar a la vida civil significa va-
(1921) pone al descubierto algo importan- rias renuncias: a la inmortalidad, sentida
te: que las personas cuando se agrupan o se anteriormente por la vivencia del lugar de
reúnen bajo un mismo objetivo o propósito guerrero valeroso y heroico que reta a la
dejan de ser solo sujetos agregados para muerte, el desvanecimiento de los límites
convertirse en una masa psicológica don- personales y el seguimiento de un mismo
de confluyen las tendencias instintivas, las ideal; al devenir desarmado, lo que implica
emociones y los estratos más primitivos de la pérdida de un semblante de poder que
la humanidad.“La estructura psíquica tan daba antiguamente soporte al sujeto y el
diversamente desarrollada en el individuo consecuente sentimiento de mutilación e
queda destruida, apareciendo desnuda la impotencia que implica dejar el arma que
uniforme base inconsciente común a to- se convierte en una parte del cuerpo, y al
dos” (Freud, 1921, p. 2565). quiebre de los lazos, en el sentido de dejar
damental para reactivar la capacidad rela- ción a la que lo han sometido las atroci-
cional del joven luego de la quiebra de sus dades de la guerra. En palabras del mismo
lazos con el colectivo guerrero. autor, cuando habla de la psicoterapia de
adolescentes violentos, “[…] se sabe ahora,
Freud (1932) ya había dicho que todo lo que este capital de confianza es el primer
que establezca vínculos afectivos entre los factor de resultados positivos de una psi-
hombres debe actuar en contra de la gue- coterapia, cualquiera que sea su referencia
rra, y Klein (1946) en esta misma dirección teórica y técnica. Ésta será el primer obje-
nos recordó que el amor y la comprensión tivo del acercamiento terapéutico” (p. 73).
—de la madre— pueden considerarse el
mayor aliado del niño para superar estados Así, la relación terapéutica requiere actuar
de desintegración y angustias de naturale- como novedad en contraste con la calidad
za psicótica. Ambos permiten pensar que y el tipo de relaciones anteriores, es decir,
el mejor mecanismo para actuar en contra una relación que no busque el sometimien-
de la violencia que ha dañado al sujeto en sus to. Sin duda, una actitud normativa y regu-
cimientos narcisistas, por las fallas en las re- ladora posibilita la adaptación, pero sacri-
laciones tempranas y la violencia a secas que fica el vínculo cercano por uno contractual,
se vive en la guerra, es un vínculo afectivo, un vínculo cercano que teja en el tiempo
una nueva relación en la que se puede ir una configuración afectiva que ayude a so-
tejiendo el capital básico de la confianza. portar el desarme al guerrero.
de los símbolos, sirviéndose del modelo de sale esto que dibujé, son como letras o
la relación madre-bebé. La madre, con sus jeroglíficos que representan, como le
digo, lo que para mí significó el grupo,
cuidados y su capacidad emocional, levanta
entendimiento, sí para mí eso fue, enten-
y alivia al niño que sufre de hambre o temor dimiento. No sé explicarle, pero usted
de estar muriendo y por medio de su aten- me entiende. La carta: Aprendí a co-
ción (capacidad de recibirle al bebé sus con- nocernos mejor, desde que llegué sentí
que esta era la psicóloga que necesita-
tenidos) y cuidados transforma estos senti-
ba, sentí cómo fluía lo bueno. Aprendí
mientos de temor y muerte en vitalidad y a comprender más profundo el dolor de
confianza; el niño toma de vuelta los malos otra persona, como Ana, compartiendo
sentimientos que ha proyectado en su ma- muchas experiencias vividas que es casi
dre, pero ahora convertidos en bondad. similar a lo que he vivido. La he pasado
bien con el grupo (sesión individual 15,
Lo que puede representar una relación de 2010).
este tipo se refleja en Jorge y en su carta
Este entendimiento del que Jorge habla no
de despedida en el grupo terapéutico: es un entendimiento cognitivo que él cree
A mí se me ocurrió dibujar esto, es un que la terapeuta pueda hacer, sino de un en-
hombre con la cabeza abierta y de aquí tendimiento emocional, en el sentido de
una mente auxiliar, disponible para él, que Niños, niñas y jóvenes excombatientes:
busca transformar las impresiones en po- revisión del tema. Revista Eleuthera, (5),
93-124.
sibles significados comunicables. El buen
Foucault, M. (1976). Vigilar y castigar: naci-
continente puede convertir la angustia de miento de la prisión. Argentina: Siglo XXI.
muerte en vitalidad y confianza, en este caso Freud, S. (1920-1921). Psicología de las masas
hacer fluir lo bueno, y a la vez le permite y análisis del yo. En Obras completas (pp.
integrar las buenas y difíciles experiencias. 2563-2618). Tomo II. Madrid: Biblioteca
Nueva.
Como conclusión podría decirse que el Freud, S. (1932-1933). El porqué de la guerra.
proceso de salir de la guerra implica un En Obras completas (pp. 3207-3215). Tomo
III. Madrid: Biblioteca Nueva.
despojo, el retorno a la desnudez de reco-
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
nocerse individuo frente al antiguo senti- (2010). Lineamiento técnico para el programa
miento de masa; por ello el joven excom- especializado y modalidades para la atención a
batiente, luego en la ciudad, no sabe qué niños, niñas y adolescentes: modalidades para
hacer consigo mismo. En la medida en que el programa de atención especializada para ni-
ños, niñas y adolescentes que se desvinculan de
la institución obvia esta tensión existencial,
grupos armados organizados al margen de la
busca la adaptación del joven sujetándolo a ley. Bogotá: Autor.
ciertas reglas y cumplimientos que, contra- Jeammet, P. (1989). Cimientos narcisistas de la
rio a ayudarle a resolver esta emergencia de simbolización. Traducción hecha por: Fer-
lo individual, arriesga con anularla. Es im- nández, Mauricio (25 de Octubre de 2005),
a partir de la versión francesa “Les assises
portante que los procesos de atención ten-
narcissiques de la symbolisation”. Revue
gan en cuenta estos aspectos subjetivos y le Française de Psychanalyse, 53, 1763-1774.
den un lugar a la construcción de la relación Klein, M. (1946). Notas sobre algunos meca-
confiable, base fundamental para desacti- nismos esquizoides. En Obras completas 3
var la violencia y para humanizar este paso (pp. 10-33). Buenos Aires: Paidos.
Muñoz, C. y Aguirre, N. (2011). De la infancia
a la vida civil.
a la guerra: una continuidad mental. Eleu-
thera, 5, 81-76.
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