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RETOS

Después de la guerra: el
individuo, el grupo y la
relación de confianza* Nathalia Aguirre Álvarez**

Fecha de recepción: 30 de febrero de 2014


Fecha de aprobación: 29 de mayo de 2014

* Este artículo es producto de la investigación del


trabajo de tesis Jóvenes excombatientes desvinculados
intentan imaginar sus sobrecogedoras experiencias, para
obtener el título de maestría en Psicología Clínica
Resumen en la Facultad de Piscología de la Pontificia Univer-
sidad Javeriana, Bogotá, Colombia (2010), que fue
El siguiente artículo es una reflexión del realizada bajo la dirección de Cecilia Muñoz Vila.
proceso que llevan a cabo los jóvenes ex- A su vez, las ideas iniciales de este artículo surgen
de las reflexiones posteriores de la tesis por parte de
combatientes al dejar la guerra, a partir de la profesora Cecilia Muñoz Vila, que luego son re-
dos aspectos diferentes: la tensión entre tomadas, amplificadas y transformadas en algunos
aspectos por la autora del artículo.
el funcionamiento psicológico individual
y grupal mientras están en el programa ** Psicóloga, magíster en Psicología Clínica con orien-
tación psicoanalítica de la Pontificia Universidad
“Hogar Tutor” y la importancia de la rela- Javeriana, Bogotá, Colombia. Docente de tiempo
ción confiable en la psicoterapia como una completo en la Fundación Universitaria Luis Ami-
gó, Manizales, Colombia; docente catedrática de la
opción ante el quiebre subjetivo producido Universidad de Manizales, Manizales, Colombia.
después de la guerra. El vínculo confiable Participante-investigadora del Centro de Estudios de
Violencia, Conflicto y Convivencia Social (CEDAT)
hace posible reactivar la capacidad relacio- de la Universidad de Caldas, Manizales, Colombia.
nal, puesta en riesgo en la guerra. Correo electrónico: natiaguirre87@hotmail.com

Palabras clave: guerra, desvinculación, cómo citar: Aguirre Álvarez, N. (2014). Después de la
guerra: el individuo, el grupo y la relación de confianza.
individuo-grupo, relación confiable. Tendencias & Retos, 19(2), 109-121.

Tend. Ret. ISSN 0122-9729. Vol. 19, No. 2, julio-diciembre 2014, pp. 109-121


110 Nathalia Aguirre Álvarez

After the War: The Individual, Depois da guerra: o indivíduo,


the Group, and the o grupo e a relação de
Relationship of Trust confiança
Abstract Resumo
The article reflects on the process that O artigo é uma reflexão do processo re-
young former combatants face after leav- alizado pelos jovens ex-combatentes ao
ing the war, from two different aspects: the deixar a guerra, a partir de dois aspectos
tension between individual and group psy- diferentes: a tensão entre o funcionamento
chological functioning while they are in psicológico individual e grupal enquanto
the “Home Tutor” program, and the impor- estão no programa Hogar Tutor – Lar Tu-
tance of the relationship of trust with psy- tor - e a importância da relação confiável
chotherapy as an option to the subjective na psicoterapia como uma opção perante
breakdown occurred after the war. The re- a ruptura subjetiva produzida depois da
lationship of trust reactivates the relational guerra. O vínculo confiável possibilita a
capacity which was put at risk during the reativação da capacidade relacional, posta
war. em risco na guerra.

Keywords: War, disengagement, indivi- Palavras chave: guerra, desvinculação, in-


dual-group, relationship of trust. divíduo-grupo, relação confiável.

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Introducción de los resultados. Algunos de estos autores


se retoman a lo largo del artículo.
Este artículo recoge algunos resultados
de la investigación denominada Jóvenes El proceso de investigación consistió en un
excombatientes intentan imaginar sus sobre- estudio de caso múltiple1 con unidad prin-
cogedoras experiencias, que se orientó a co- cipal, en el marco de la metodología cua-
nocer los estados mentales de tres jóvenes litativa y bajo la modalidad investigación-
excombatientes y su relación con el proce- intervención. El estudio de caso permitió
so de desvinculación, hecho en la modali- que el proceso de elaboración terapéutico
dad hogar tutor (una de las modalidades de se mantuviese en una estrecha relación con
atención), en el cambio de tales estados el proceso investigativo y que las conver-
mentales en el curso de una psicoterapia de saciones terapéuticas fueran construyendo
orientación psicoanalítica y en un trabajo un mapa de la realidad psíquica de los jó-
grupal alrededor del arte y la imaginación. venes, que posibilitó comprender la viven-
En este sentido, los estados mentales se cia de haber estado en la guerra y salido
asumieron como los procesos inconscien- de ella.
tes y su constante relación con el mundo
En el proceso de investigación-interven-
externo, explorados a partir de las expre-
ción participaron siete jóvenes excombatien-
siones transferenciales, fantasías, imágenes,
tes entre los 15 y 18 años pertenecientes al
material onírico y demás expresiones de la
programa hogar tutor del Centro de Estu-
vida anímica que surgieron en la relación
dios y Desarrollo Alternativo sobre Terri-
terapéutica, espacio donde se desarrolló la
torios de conflicto, violencia y convivencia
intervención clínica y el proceso mismo
social (Cedat),2 una de las cinco modali-
de investigación. De estos procesos in-
dades de atención que tiene organizado el
conscientes se hizo hincapié en la confi-
Instituto Colombiano de Bienestar Fami-
guración específica de relaciones objetales,
ansiedades y defensas (Segal, 1984). liar (ICBF) para la atención psicosocial
de los jóvenes que han salido de la gue-
La diferenciación psíquica entre lo cons- rra y el restablecimiento de sus derechos3
ciente e inconsciente es la tesis funda- (ICBF, 2010). Para lograr el acceso a la
mental del psicoanálisis (Freud, 1923) y la información se estableció un acuerdo con
concepción de tal realidad psíquica como
un mundo interno configurado a partir de 1 Fue múltiple en la medida en que se hizo segui-
miento a tres casos individuales y al trabajo tera-
los vínculos significativos y dinamizada péutico grupal, y con una unidad principal, porque
por procesos de introyección, proyección e el objeto de observación y análisis fue el mismo en
todos los casos: los estados mentales predominantes
identificación, la tesis fundamental de Me- en los jóvenes excombatientes participantes y el
lanie Klein (1952), continuadora de los cambio de estos a lo largo del trabajo.
desarrollo teóricos y metodológicos del 2 Centro perteneciente a la Universidad de Caldas,
psicoanálisis. Con base en esta línea teó- Manizales.

rica, más la opinión de otros autores del psi- 3 En un apartado más adelante, se explicarán al lec-
tor las otras modalidades de atención y las áreas de
coanálisis como Bion y Jeammet, se hace el derechos humanos que contempla el proceso de des-
análisis del material clínico y la discusión vinculación y paso a la vida civil.

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el Cedat, que permitió mi participación en el El material artístico como dibujos, narra-


programa por medio de la atención psico- ciones, pinturas y relatos de imaginación
lógica de tres jóvenes excombatientes, en y sueños, que se elaboraron en el trabajo
psicoterapia individual, cuatro jóvenes en grupal, también se utilizaron como mate-
trabajo grupal y la asistencia a los estudios rial de análisis, en la medida en que estos
de caso realizados. De este modo, se con- recursos estéticos permitieron condensar
tactó a los jóvenes y se les informó acerca sentidos y significados de los jóvenes, fren-
del propósito investigativo que también te a sus experiencias vitales. Este material
se seguía mientras se ofrecía la atención permitió profundizar en los sentidos per-
psicológica, a lo cual dieron su consenti- sonales que los jóvenes daban a sus expe-
miento voluntario. Se garantizó intimidad, riencias recientes y pasadas.
anonimato y confidencialidad a través de
nombres ficticios a cada joven. En cuanto a los datos clínicos de los ca-
sos y del grupo, estos se enriquecieron con
De los siete jóvenes, tres asistieron duran- el diálogo permanente con los datos que
te un año a proceso terapéutico (Santiago, ofrecía el programa, a través de sus modos
Mariana y Pedro) una vez a la semana, y de operar, sus preocupaciones y sus aspira-
los cuatro restantes ( Jorge, María, Andrés ciones; de este modo, los datos obtenidos
y Ana) hicieron parte del grupo terapéu- de la institución a través de la narración
tico a través del arte y la imaginación que de los jóvenes y de la observación de la in-
se reunía también una vez a la semana, vestigadora también se analizaron y fueron
dos horas, a lo largo de quince encuentros tomando forma, en categorías comprensi-
grupales, durante ocho meses. El grupo te- vas que ayudaban a elucidar la relaciones y
rapéutico estaba conformado por los cua- tensiones entre los jóvenes y la institución.
tro jóvenes y la terapeuta, y las sesiones se
llevaban a cabo en el consultorio, donde se En el presente artículo me voy a centrar
realizaban también sesiones individuales. en dos de estas categorías: la salida de la
guerra y la llegada a una familia tutora en
Se utilizó como principal instrumento de
el marco de un programa de atención, y la
recolección de información el uso de proto-
relación de confianza como aspecto central
colos, tanto en los casos individuales, como
en la intervención terapéutica.
en el trabajo grupal. El protocolo con-
siste en una trascripción completa y elabo- De la interpretación del material clínico y
rada, una vez finalizada la sesión, de todos la comprensión del proceso completo que
los contenidos verbales y no verbales que hacían los jóvenes, se logró concluir que la
emergieron en las sesiones realizadas, en- salida de la guerra, contrario a lo que po-
tre el paciente y la terapeuta. Así, para el dría juzgarse como un alivio o el momen-
análisis de los datos clínicos se contó con to final de un difícil proceso, significa una
15 protocolos (en otros casos con 16 o 17) discontinuidad en la trayectoria vital de los
por cada caso individual, y 15 protocolos jóvenes desde diferentes puntos de vista y
del trabajo grupal, donde se registraron un quiebre subjetivo (Castro, 2001). Una
detalladamente las sesiones realizadas. Los parte significativa del material emergente
protocolos fueron la unidad de análisis. en el proceso terapéutico con los jóvenes

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giró en relación con lo que implicaba para grupal que se dinamiza en la institución.
cada uno dejar el grupo armado, llegar a En el tercero se analiza, desde el punto de
una ciudad nueva y establecer una relación vista de la psicoterapia, la importancia
con el Estado a través de las instituciones del capital de confianza, para cualquier
encargadas. horizonte de intervención psicosocial.
Estos dos últimos apartados surgen del
Lo que se encontró, desde el punto de vista
análisis construido del material clínico en
de la vivencia subjetiva de los jóvenes, es
su fase final.
que salir de la guerra significa el alejamien-
to de la vida rural, de las familias de ori- Aunque la experiencia surgió en el ámbito
gen y del lugar donde se nació. La llegada clínico y a partir de la psicoterapia, la re-
a un lugar ajeno y extraño implica asumir flexión que logró emerger es también una
la propia existencia como sujeto, hacerse reflexión social.
cargo de heridas antiguas, aceptar ciertos
duelos o pérdidas que se habían silenciado 1. Proceso de atención a
mientras se estaba en el grupo y dejar atrás jóvenes excombatientes
los compañeros del combate. Siguiendo
a Castro (2001), implica una “fractura de la La atención a estos jóvenes se inscribe en
vida”, de la historia personal, lo que con- un marco de normatividad legal, donde se
lleva un sufrimiento. contempla el derecho internacional hu-
manitario, la declaración de los derechos
Además de lo anterior, se logró concluir del niño, la convención de los derechos del
que en el proceso terapéutico o en cual- niño, la Constitución Política de Colombia
quier forma de intervención psicosocial, la de 1991, el Decreto 128 sobre política de
relación de confianza es el capital funda- reincorporación a la vida civil, entre otros.
mental para reactivar la capacidad relacio- “La ley de más reciente aparición es la ley
nal de los jóvenes y desactivar la violencia. de víctimas —Ley 1448 de 2011—, por la
Igualmente, que el arte y la imaginación cual se dictan medidas de atención, asis-
son herramientas significativas para el tra- tencia y reparación integral de las víctimas
bajo de comprensión, asimilación y elabo- del conflicto armado interno colombiano”
ración de las vivencias de la guerra, lo que (Cifuentes, Aguirre y Lugo, 2011, p. 97).
pone de manifiesto el potencial de ilusión
de cada uno de estos jóvenes. En el artículo 190, la ley establece:
La restitución de los derechos de los ni-
Para abordar estos dos aspectos, en el artícu-
ños, niñas y adolescentes estará a cargo
lo se presentará la reflexión del siguiente del Instituto Colombiano de Bienestar
modo: en el primer apartado se mostrarán Familiar. Una vez los niños, niñas y ado-
de manera sucinta los lineamientos del lescentes cumplan la mayoría de edad,
proceso de atención a los jóvenes excomba- podrán ingresar al proceso de reintegra-
ción social y económica que lidera la Alta
tientes y las modalidades como se hace. En el
Consejería para la Reintegración Social
segundo apartado se presenta el análisis del y Económica de Personas y Grupos Al-
proceso de salir de la guerra desde el pun- zados en Armas, siempre que cuenten
to de vista del funcionamiento individual y con la certificación de desvinculación de

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un grupo armado organizado al margen diendo a este marco normativo y de linea-


de la ley expedida por el Comité Opera- mientos donde se desarrolla el proceso de
tivo para la Dejación de las Armas. atención a los jóvenes excombatientes. Tal
institución puede quedar representada por
En este marco, el ICBF, en cooperación
cualquier operador, los cuales deben ce-
con organismos nacionales e internaciona-
ñirse a los lineamientos del ICBF, los re-
les, ha diseñado alternativas de atención a
querimientos de calidad y el seguimiento
las niñas, niños y jóvenes que han hecho
que este hace al proceso llevado en cada
parte de grupos armados. A 2011, se pre-
operador.
sentan cinco modalidades de atención es-
pecializada (Cifuentes et al., 2011):
2. De la guerra a la vida
a. Hogar transitorio: modalidad de aten- en la institución: entre
ción institucional para la primera etapa, la individualidad y el
lugar de llegada. funcionamiento grupal
b. Hogar gestor: modalidad de atención
Buena parte de la continuidad emocio-
en la familia de origen o red vincular de
nal que hay entre la vida en la familia y la
apoyo.
guerra está dada, como se presentó en otro
c. Hogar tutor: modalidad de atención en artículo (Muñoz y Aguirre, 2011), por las
una familia que acoge, voluntariamente condiciones psíquicas de los jóvenes que
y de tiempo completo, a un niño, niña o encuentran en el grupo armado un con-
adolescente. tinente posible de recibir las heridas que
d. Centro de Atención Especializada no han podido ser contenidas por la propia
(CAE): etapa de atención institucional, mente. Así, aunque resulte azaroso para un
que pretende el desarrollo de proyectos joven de estos entrar a la guerra y verse me-
de vida. tido en esta, la situación grupal proporciona
alivio a las tensiones que de forma indi-
e. Casa juvenil: modalidad de atención
vidual no se pudieron soportar como aban-
institucional previa al egreso de los pro-
dono o como maltrato. Es tal vez esto lo
gramas de protección (ICBF, 2010).
que más extrañan de la guerrilla los jóvenes
El proceso de atención en cualquiera de cuando están afuera, la vida en grupo.
sus modalidades, según los lineamientos
técnicos del ICBF se lleva a cabo a través Pedro comentaba que en el Centro de
de cuatro fases: a) identificación, diagnós- Atención Especializada (CAE), donde vi-
tico y acogida; b) intervención y proyección; vió con otros jóvenes excombatientes, en
c) preparación para el egreso, y d) segui- una situación grupal similar a la de la gue-
miento para verificar las condiciones de rra, la pasaba mejor que en el hogar tutor:
integración social (Cifuentes et al., 2011 Yo la pasaba muy bueno. Allá nos reunía-
p. 98). mos, hacíamos cosas todos juntos. En
cambio uno acá —en modalidad hogar
En lo que sigue del artículo, cuando se tutor—, uno se mete algo pero se mete
haga referencia a “institución”, se está alu- solo, no es con los demás muchachos,

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eso hace que uno se aburra más rápido. En tal pertenencia, el individuo es capaz de
La pasaba más bueno allá, estábamos en realizar acciones que por sí solo no podría
grupo y hacíamos cosas juntos” (sesión
llevar a cabo, ya sea porque las cuestione, las
individual 13, 2010).
juzgue inadecuadas, o porque no se sienta
La sensación de pertenencia, igualdad y con la potencia suficiente para hacerlas. El
protección que ofrece un grupo, y especí- aumento del valor en el grupo viene del
ficamente un grupo de jóvenes que tam- funcionamiento psicológico especial que
bién han estado en la guerrilla, continúa impone la masa, bajo la cual se sacrifica el
aliviando al yo de la tensión de existir sentimiento de delimitación individual por
y lidiar con la realidad por sí solo. Para la confluencia emocional e instintiva con
comprender esto mejor, Freud en sus tex- otros, la ilusión de ser todos iguales, la eli-
tos Psicología de las masas y análisis del yo minación de las diferencias y compensación
(1921) y En el malestar en la cultura (1929) de cualquier sentimiento de desamparo.
llama la atención sobre la influencia que Es decir, la masa por un lado vivencia una
la vida colectiva tiene sobre el individuo, ya potencia invencible que le hace actuar de
sea porque en ella pierda su personalidad forma brutal, pero por el otro experimen-
consciente, como en la masa, para unirse ta una necesidad de reunión y agrupación
a sus semejantes, o porque sacrifique sus para tolerar el sentimiento de vulnerabi-
impulsos más agresivos y hostiles para al- lidad humana y el sentimiento de ser in-
canzar los ideales de cultura y civilidad que completo, lo que la hace, en cualquiera de
la vida social le impone. los dos sentidos, anular la individualidad.

De cualquiera de las dos formas, la parti- Castro (2001), en un análisis que realiza
cipación del sujeto en procesos de masa o del paso a la vida civil de los excomba-
su vinculación a alguna institución hace que tientes, pone de relieve cómo la salida de
el funcionamiento individual cambie y sea la guerra tiene importantes implicaciones
arrasado por un tipo especial de funcio- subjetivas, teniendo en cuenta la salida del
namiento psíquico colectivo, que impone grupo y el sentimiento de ser incompleto
a las tendencias instintivas singulares una que se experimenta. Para la autora, salir de
modificación especial. Con esto Freud la guerra y pasar a la vida civil significa va-
(1921) pone al descubierto algo importan- rias renuncias: a la inmortalidad, sentida
te: que las personas cuando se agrupan o se anteriormente por la vivencia del lugar de
reúnen bajo un mismo objetivo o propósito guerrero valeroso y heroico que reta a la
dejan de ser solo sujetos agregados para muerte, el desvanecimiento de los límites
convertirse en una masa psicológica don- personales y el seguimiento de un mismo
de confluyen las tendencias instintivas, las ideal; al devenir desarmado, lo que implica
emociones y los estratos más primitivos de la pérdida de un semblante de poder que
la humanidad.“La estructura psíquica tan daba antiguamente soporte al sujeto y el
diversamente desarrollada en el individuo consecuente sentimiento de mutilación e
queda destruida, apareciendo desnuda la impotencia que implica dejar el arma que
uniforme base inconsciente común a to- se convierte en una parte del cuerpo, y al
dos” (Freud, 1921, p. 2565). quiebre de los lazos, en el sentido de dejar

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la organización armada y la apuesta incon- resurge y se enuncia nuevamente cuando


dicional a ella que comprometía la vida, lo se sale de ella.
que trae el rompimiento de la fraternidad,
Este es entonces un conflicto importante
de las jerarquías y la soledad (Castro, 2001,
en la vida de los jóvenes excombatientes
p. 157). Este quebrantamiento está aso-
después de la guerra, el cambio del fun-
ciado con dejar de pertenecer a esta masa
cionamiento grupal al funcionamiento in-
psicológica, como lo describió Freud, y
dividual. La institución exige y espera que
comenzar a vivenciar la individualidad, la
el joven en poco tiempo se haga cargo
singularidad.
de sí y funcione como suele escucharse
En el grupo entonces se puede ser anó- “con mucho autocontrol” y “mucha res-
nimo (alias), caminar sin dejar huella (la ponsabilidad”. Pero, al mismo tiempo, su
clandestinidad), hacer lazos con los igua- manera de operar a través de largas listas de
les y combatir al enemigo en nombre del instrucciones y tareas, y su forma de tomar
grupo sin una implicación singular. Como las decisiones sobre el destino de algún jo-
decía Pedro, un joven de la investigación: ven, desconociendo profundamente su
manera de pensar, sentir y sus opiniones,
Uno no mataba porque sí, o porque a o el proceso que lleva a cabo en determi-
uno le daba, sino porque se habían meti- nada modalidad, vuelven a borrar lo que
do con el grupo, o nos estaban ‘sapiando’
por ahí […] No matar por uno, o porque
anulaba la guerra, el yo y la individualidad.
uno quería, sino porque era una orden. Aquí aparecen dos riesgos en la tensión
Incluso si uno mataba a alguien así por- individuo-grupo entre la institución y los
que sí, eso se iba hasta secretariado ge- jóvenes excombatientes, o se niega la in-
neral y hasta los mandos de arriba para dividualidad o se exige prematuramente.
hacer consejo de guerra. Incluso si era un
Lo primero se da por medio de las lista de
comandante que le daba por hacerlo, a él
también lo podían mandar a consejo de
deberes y tareas4 que el joven debe cumplir;
guerra (sesión individual 6, 2010).
su nueva circunstancia es la de las rutinas
cotidianas administradas por la institución
Bion (1961) planteó que las reacciones que planea aquello que el joven va a estu-
emocionales y estados mentales de los in-
dividuos los orientan hacia los grupos que 4 La institución pasa a representar los derechos del
alivian sentimientos desagradables o sa- joven ante el Estado y vela por que así sea. Sin em-
bargo, en el proceder cotidiano muchas decisiones
tisfacen necesidades en relación con ellos que se toman con los jóvenes desconocen a estos.
mismos o con “los otros”; por ello en la Así, la institución decide el colegio donde estudia-
rá el joven, elige las opciones de formación técnica
pertenencia al grupo armado pueden que debe seguir, regula las salidas y entradas al hogar
abrirse paso sentimientos de venganza an- tutor, a partir de unas reglas generales, ofrece per-
misos cuando los jóvenes desean visitar a su familia
tiguos, incertidumbre por el futuro y sen- de origen, determina si el joven necesita un cambio de
timientos de desamparo. Así, lo que no se modalidad y hace traslados de ciudad a ciudad, en
ocasiones sin informar al joven. Lo conduce a que
pudo soportar individualmente en la vida estudie en la universidad y haga un proceso acadé-
antes de entrar a la guerra encuentra alivio mico formal, cuando algunos de estos no encuentren
allí su interés, ni el despliegue de sus capacidades,
en la pertenencia al grupo cuando esta in- en la mayoría de las ocasiones capacidades para el
dividualidad deja de existir, pero también trabajo rural y técnico.

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diar, los cursos complementarios que va formadores y del equipo de profesionales.


hacer y las posibles actividades a las que “El desmoronamiento del colectivo guerri-
podría asistir. Aunque el joven participa llero y la abrupta emergencia de lo indivi-
en el momento de elegir qué estudiar, qué dual pone de manifiesto ‘un sujeto que no
curso realizar, esta condición exige de él sabe qué hacer con su ser’” (Castro, 2001.
una individualidad no existente antes en p. 159).
el grupo donde otros decidían por él, de
allí que decidir no sea una tarea sencilla. De esta manera, la institución funciona
como un representante de la sociedad, que
Ana expresa este malestar por la lista de busca a través de las normas y los deberes
tareas y el desasosiego que implica elegir: que impone a los sujetos regular la vida en
comunidad, específicamente la inserción
Como le parece que me metieron en un
curso, se acuerda el curso al que no quería
de los jóvenes excombatientes a la vida
ir, lo que pasa es que me da malgenio. civil sin que la sociedad se vea afectada.
A veces me meten en cosas y como yo Desde esta visión, es probable que la insti-
no quiero ir, falto o cosas así, pero son tución perciba a estos jóvenes como poten-
cursos que yo ni siquiera sé bien de qué cialmente peligrosos y se defienda de ellos a
son. Y ahora último me dijeron que fuera
a otro curso en el Sena, y a este que sí
través de la disciplina rígida que busca ha-
fui, porque me gustaba, no me dejaron cer dócil el cuerpo del guerrero (Foucault,
entrar que porque no estaba en la lista. 1976).
Entonces quién los entiende. Ellos ya me
habían dicho que faltando tanto ya no me Pedro hace evidente esta función de la ins-
iban a volver a inscribir en nada. Claro que titución cuando hace un comentario acerca
es que a mí como que no me gusta nada. del hogar transitorio donde son recibidos
Yo no sé, como que nada me anima (se-
una vez salen del grupo armado, mientras se
sión individual 8, 2010).
toma la decisión de su modalidad de aten-
Así se da paso al segundo riesgo: exigir ción:
prematuramente la individualidad, es decir, Ese es el sitio donde nos reciben luego de
esperar que los jóvenes puedan resolver su que salimos del grupo y supuestamente
proyecto de vida u ocupacional en las mis- es un sitio para que nos aprendamos a
mas condiciones que se les exige a los jóve- controlar para luego pasar al CAE, allá
nos explican todo el proceso, nos prepa-
nes de la ciudad, nunca antes combatientes
ran y nos dicen cómo va a ser todo, nos
de guerra. Rethmann (2009) encuentra cuentan que en el otro CAE no nos van a
en los jóvenes esta sensación, pues narran dejar salir, nos van a poner horarios, que te-
que en el proceso de reinserción solo se les nemos que pedir permiso. En esos CAE
exige pensar en el futuro, en los proyectos el psicólogo y los otros profesores se la
pasaban regañando y alegando, que pe-
de vida, en lo que quieren estudiar, cuan- reza, y nosotros no nos íbamos a dejar de
do anteriormente, mientras estaban en la nadie, qué va (sesión individual 11, 2010).
guerrilla, solo pensaban en finalizar el día y
comenzar el siguiente. Esto los desorien- Estas condiciones hacen surgir en la ins-
ta y les despierta un cierto desdén frente titución y en los jóvenes sentimientos en-
al discurso que se repite por parte de los contrados; la institución teme a las reaccio-

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nes emocionales de los jóvenes y a través violencias: el silencio, la indiferencia y la


del control disciplinario busca defenderse, ausencia de respeto por los deseos perso-
y el joven, un excombatiente y conocedor nales, las aspiraciones y las opiniones.
de la vida militar, percibe con hostilidad
El joven entonces hace sentir su límite
este nuevo dominio y responde resistién-
personal con su resistencia ante algunas
dose.
decisiones de la institución, una resistencia
¿Qué percibe como amenaza la institu- silenciosa, que tarde o temprano la insti-
ción? La institución teme al guerrero, al jo- tución debe oír. Tal vez esto ayuda a com-
ven combatiente que alguna vez estuvo ar- prender las quejas constantes que provie-
mado y se sirvió de la fuerza del grupo para nen de los jóvenes hacia el programa que,
sentirse poderoso e inmortal, y se defiende cuando se incrementan, se pueden conver-
de este acudiendo al discurso de niño o víc- tir en insatisfacción y malestar. Lo ante-
tima que termina por demonizar la parti- rior, negar el límite personal que el joven
cipación del joven en la guerra o generar, pone, puede llegar a producir lo que dice
una estigmatización frente al hecho de ser Jeammet (1989): una acción violenta sin
o haber sido guerrillero. Esto es lo que con- agresión. “Algunas proposiciones amorosas
cluye Rethmann (2009) en su estudio con pueden ser sentidas como una violencia en
jóvenes desvinculados, luego de analizar la medida en que no es tenido en cuenta
las implicaciones del discurso de víctima el deseo propio del sujeto, que además es
y de niño que se teje alrededor de los jó- considerado como un objeto en el sentido
venes menores de 18 años en los procesos material del término que no tiene ningún
de desvinculación y reinserción. El autor interés aparte de estar al servicio del deseo
propone que la intención de solo pensar del otro” (p. 63).
en el futuro, un futuro principalmente la- Como dice Foucault (1976), el paso del
boral, y la necesidad de silenciar el pasado castigo del cuerpo a la disciplina no tiene
de estos jóvenes generan una reintegración otro fin que sofisticar el modelo de castigo
marcada por esta demonización del pasado y, por medio de lo correctivo, hacer dócil el
guerrero, tratando un conflicto de manera cuerpo y la mente de quien se castiga.
individual, a pesar de sus profundas raíces
sociales. 3. La construcción de una
La institución regula y controla con la dis- relación confiable
ciplina el castigo y lo punible ante cual- Luego de delinear una de las tensiones im-
quier mínima falta, y el joven se enfrenta portantes que sucede en el marco institu-
contra este ataque con rebeldía y oposición, cional, en el que deben iniciar la reparación
y contra esas normas que buscan corregir los jóvenes excombatientes, surge la pre-
su conducta. En estas condiciones, la vida gunta por las opciones de la psicoterapia
institucional se convierte en el nuevo cam- y la intervención psicosocial. Aquí se sitúa
po de batalla, que no ayuda a desintoxicar un elemento fundamental del proceso te-
la mente atiborrada de imágenes violentas, rapéutico o psicosocial: la construcción de
sino que vuelve y la aprisiona con nuevas una relación confiable, como capital fun-

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damental para reactivar la capacidad rela- ción a la que lo han sometido las atroci-
cional del joven luego de la quiebra de sus dades de la guerra. En palabras del mismo
lazos con el colectivo guerrero. autor, cuando habla de la psicoterapia de
adolescentes violentos, “[…] se sabe ahora,
Freud (1932) ya había dicho que todo lo que este capital de confianza es el primer
que establezca vínculos afectivos entre los factor de resultados positivos de una psi-
hombres debe actuar en contra de la gue- coterapia, cualquiera que sea su referencia
rra, y Klein (1946) en esta misma dirección teórica y técnica. Ésta será el primer obje-
nos recordó que el amor y la comprensión tivo del acercamiento terapéutico” (p. 73).
—de la madre— pueden considerarse el
mayor aliado del niño para superar estados Así, la relación terapéutica requiere actuar
de desintegración y angustias de naturale- como novedad en contraste con la calidad
za psicótica. Ambos permiten pensar que y el tipo de relaciones anteriores, es decir,
el mejor mecanismo para actuar en contra una relación que no busque el sometimien-
de la violencia que ha dañado al sujeto en sus to. Sin duda, una actitud normativa y regu-
cimientos narcisistas, por las fallas en las re- ladora posibilita la adaptación, pero sacri-
laciones tempranas y la violencia a secas que fica el vínculo cercano por uno contractual,
se vive en la guerra, es un vínculo afectivo, un vínculo cercano que teja en el tiempo
una nueva relación en la que se puede ir una configuración afectiva que ayude a so-
tejiendo el capital básico de la confianza. portar el desarme al guerrero.

Tal relación de confianza no es exclusiva Centrar la reflexión en la relación, más allá


de la psicoterapia, pero representa el tipo de de los dispositivos y herramientas de tra-
relación que hace posible cualquier acom- bajo, es pensar en la dimensión ética del
pañamiento psicosocial. La posibilidad de ejercicio profesional y en las implicaciones
llevarse a cabo depende de la comprensión que tiene el trabajo humano y comparti-
del sentido que tiene reconocer al otro y las do. La pregunta por la ética humaniza el
voces diferentes que hay en él. ejercicio en la medida en que pone de ma-
nifiesto al otro como sujeto, no como ob-
Si parte de lo que ha marcado a estos jó- jeto de investigación. Torres (2013) llama
venes ha sido la existencia de relaciones con- la atención sobre este compromiso ético
tractuales en la guerra, no aseguradoras en en su propuesta de intervención de fami-
la infancia o bastante formales en las insti- lias víctimas del conflicto armado: “es vital
tuciones, parece imprescindible que dentro vislumbrar una actuación profesional res-
de la psicoterapia el joven renueve su ca- ponsable […] un manejo altamente respe-
pacidad para relacionarse por medio de un tuoso del profesional planteando claramente
nuevo vínculo que, como lo dice Jeammet desde la institución y los demás sistemas
(1989), genere como resultado una activa- familiares las intencionalidades y finalida-
ción de la necesidad relacional que aún sub- des propuestas para este proceso” (p. 45).
siste en la persona y el placer de funcionar
en un intercambio. En otras palabras, que el Desde otro punto de vista, Bion (1962) ha-
joven pueda volver a entrar en el terreno bla del tipo de relación que hace posible la
de lo humano y salir de la deshumaniza- formación del pensamiento y la formación

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120 Nathalia Aguirre Álvarez

de los símbolos, sirviéndose del modelo de sale esto que dibujé, son como letras o
la relación madre-bebé. La madre, con sus jeroglíficos que representan, como le
digo, lo que para mí significó el grupo,
cuidados y su capacidad emocional, levanta
entendimiento, sí para mí eso fue, enten-
y alivia al niño que sufre de hambre o temor dimiento. No sé explicarle, pero usted
de estar muriendo y por medio de su aten- me entiende. La carta: Aprendí a co-
ción (capacidad de recibirle al bebé sus con- nocernos mejor, desde que llegué sentí
que esta era la psicóloga que necesita-
tenidos) y cuidados transforma estos senti-
ba, sentí cómo fluía lo bueno. Aprendí
mientos de temor y muerte en vitalidad y a comprender más profundo el dolor de
confianza; el niño toma de vuelta los malos otra persona, como Ana, compartiendo
sentimientos que ha proyectado en su ma- muchas experiencias vividas que es casi
dre, pero ahora convertidos en bondad. similar a lo que he vivido. La he pasado
bien con el grupo (sesión individual 15,
Lo que puede representar una relación de 2010).
este tipo se refleja en Jorge y en su carta
Este entendimiento del que Jorge habla no
de despedida en el grupo terapéutico: es un entendimiento cognitivo que él cree
A mí se me ocurrió dibujar esto, es un que la terapeuta pueda hacer, sino de un en-
hombre con la cabeza abierta y de aquí tendimiento emocional, en el sentido de

Figura 1. Dibujo de despedida del grupo terapéutico de Jorge

Fuente: reproducción de Jorge.

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una mente auxiliar, disponible para él, que Niños, niñas y jóvenes excombatientes:
busca transformar las impresiones en po- revisión del tema. Revista Eleuthera, (5),
93-124.
sibles significados comunicables. El buen
Foucault, M. (1976). Vigilar y castigar: naci-
continente puede convertir la angustia de miento de la prisión. Argentina: Siglo XXI.
muerte en vitalidad y confianza, en este caso Freud, S. (1920-1921). Psicología de las masas
hacer fluir lo bueno, y a la vez le permite y análisis del yo. En Obras completas (pp.
integrar las buenas y difíciles experiencias. 2563-2618). Tomo II. Madrid: Biblioteca
Nueva.
Como conclusión podría decirse que el Freud, S. (1932-1933). El porqué de la guerra.
proceso de salir de la guerra implica un En Obras completas (pp. 3207-3215). Tomo
III. Madrid: Biblioteca Nueva.
despojo, el retorno a la desnudez de reco-
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
nocerse individuo frente al antiguo senti- (2010). Lineamiento técnico para el programa
miento de masa; por ello el joven excom- especializado y modalidades para la atención a
batiente, luego en la ciudad, no sabe qué niños, niñas y adolescentes: modalidades para
hacer consigo mismo. En la medida en que el programa de atención especializada para ni-
ños, niñas y adolescentes que se desvinculan de
la institución obvia esta tensión existencial,
grupos armados organizados al margen de la
busca la adaptación del joven sujetándolo a ley. Bogotá: Autor.
ciertas reglas y cumplimientos que, contra- Jeammet, P. (1989). Cimientos narcisistas de la
rio a ayudarle a resolver esta emergencia de simbolización. Traducción hecha por: Fer-
lo individual, arriesga con anularla. Es im- nández, Mauricio (25 de Octubre de 2005),
a partir de la versión francesa “Les assises
portante que los procesos de atención ten-
narcissiques de la symbolisation”. Revue
gan en cuenta estos aspectos subjetivos y le Française de Psychanalyse, 53, 1763-1774.
den un lugar a la construcción de la relación Klein, M. (1946). Notas sobre algunos meca-
confiable, base fundamental para desacti- nismos esquizoides. En Obras completas 3
var la violencia y para humanizar este paso (pp. 10-33). Buenos Aires: Paidos.
Muñoz, C. y Aguirre, N. (2011). De la infancia
a la vida civil.
a la guerra: una continuidad mental. Eleu-
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