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ISSN: 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia
Andrés Castellanos Melo* Al leerlo, encontrará que no se gías?”, interrogante que lleva a los
trata de un informe de investigación autores a emprender un breve reco-
El lector o la lectora lee despre- convencional; que la expresión rrido (insisto, los postulados, las pre-
venidamente el lomo del libro: Ellos Ellos vienen con el chip incorporado, guntas y dudas que han asumido en
vienen con el chip incorporado. Estu- mencionada por una maestra de se- su reflexión algunas tradiciones del
pendo, se dice, un nuevo título del cundaria durante una entrevista in- pensamiento filosófico reseñadas,
género de ciencia ficción. Acto se- formal, enuncia una situación, una darían para otro libro, quizá con un
guido se pregunta quién es el H.G. condición desde la cual la genera- título menos sugestivo), sobre cómo
Wells 1 colombiano que anda tan ción adulta y en especial los profe- se ha asumido en Occidente esa re-
preocupado por las consecuencias sores perciben y asumen en la lación. Los autores destacan tres tra-
sociales y culturales de la tecnolo- actualidad las tecnologías de la in- diciones filosóficas dentro de ese
gía. Descubrirá que el diseño de formación y la comunicación en la abordaje, quizá a la que más pági-
carátula sugiere misterio y fas- escuela. Al ojear (y también hojear) nas han dedicado es a la reflexión
cinación y que el texto ha sido es- sus páginas, notará que el libro sobre la técnica y la tecnología: la
crito a cuatro manos –con lo que consta de tres capítulos que bien tradición alemana, la española y la
cuesta a veces poner en orden la podrían ser tres libros, no porque norteamericana. Asimismo, los au-
propia mente–. Pero no es una no- carezcan de conexiones, de víncu- tores hacen una mención breve de
vela, se trata de una “aproximación los entre sí, sino porque cada capí- la reflexión filosófica producida en
a la cultura informática escolar”, es tulo aborda asuntos complejos. América Latina y en nuestro país.
decir, de un estudio que nada tiene Rueda y Quintana encuentran que,
de fantástico. Por si le quedase al- El primer capítulo, “En el marco si bien hay desatención por el tema
guna duda, al extremo izquierdo de de una filosofía de la tecnología”, –producto en parte de nuestra sub-
la carátula, en forma vertical, lee- comienza con la pregunta “¿cómo es ordinación a las tendencias eurocén-
rá: “investigaciones”2. nuestra relación con las tecnolo- tricas y norteamericanas–, el examen
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sobre las tecnologías informáticas en Heidegger, o un “sonambulismo tiempo, el computador ha provo-
nuestro país ha permitido a diversos tecnológico”, en palabras de Lang- cado grandes expectativas en cuan-
autores volver a interrogantes aún don Winner, que en la actualidad to a que su sola llegada garantizaría,
no respondidos con suficiencia. nos impide comprender el por qué por fin, una revolucionaria transfor-
Cuestiones, por ejemplo, relaciona- y el para qué de los objetos, cono- mación en los modos de enseñar y
das con el mundo de la vida, con cer su procedencia (en los sentidos de aprender.
nuestras apuestas políticas y en es- social y político) y aplazar la discu-
pecial con el reconocimiento, la sión sobre las transformaciones que Pero el problema, advierten
“visibilización de las culturas que ellos producen en la cultura. Rueda y Quintana, no sólo consis-
han estado al margen, en la perife- te en que ese proceso de incorpo-
ria, resistiendo, en minoría, pero El segundo capítulo, “Una ración carezca de reflexión –si no
también creando y sobreviviendo aproximación a la cultura informá- filosófica, al menos desde la peda-
ante la hegemonía de los discursos tica escolar”, resume los hallazgos gogía–, sino también en que nues-
globalizadores” (pp. 44-45). investigativos del estudio “Ambien- tro afán modernizador, las presiones
tes educativos hipertextuales” y al sociales de que es objeto la institu-
Este capítulo recuerda un libro mismo tiempo se ocupa de ahon- ción escolar y la visión “excesiva-
de Jostein Gaarder, El mundo de dar en la discusión sobre la incor- mente instrumental” de las políticas
Sofía (1991), aunque sin Sofía y sin poración de las tecnologías de la de incorporación de las tecnologías
piel de conejo: recuerda lo difícil información y la comunicación en informáticas, ha impedido ver un
que resulta formularse una pregun- la escuela. Rueda y Quintana acu- poco más allá y asumirlas como una
ta, reflexionar sobre aquello que es den a las voces de docentes y estu- posibilidad de reorientar las prác-
dotado de significado por el ser diantes para tratar de explicar la ticas escolares; que los docentes y
humano. La tecnología no es la ex- brecha existente entre las expresio- los estudiantes reconozcan y com-
cepción. Las tradiciones filosóficas nes consignadas en un test de acti- prendan sus maneras de construir
referidas por Rueda y Quintana tudes, y los miedos, expectativas, conocimiento, de expresarse y de
dejan entrever que la tecnología, usos y experiencias –registrados en relacionarse con los otros, tanto
pero en especial la técnica, son ex- diarios de campo, entrevistas y bio- con los que vienen con el chip incor-
presiones humanas y, por lo tanto, grafías tecnológicas– sobre el uso porado, como con aquellos que ape-
dan cuenta de nuestra condición. del computador en la escuela. nas comienzan a familiarizarse con
En una primera época –me refiero estas expresiones de la tecnología.
al siglo XIX y especialmente Euro- Los autores establecen que la
pa– hubo un sentido optimista so- incorporación del computador al El capítulo de cierre es una in-
bre la construcción del mundo con mundo escolar ha renovado viejos vitación a acompañar nuestras re-
ayuda de los aparatos que produ- cuestionamientos sobre prácticas, flexiones sobre las tecnologías de la
cía la técnica. Posteriormente, ese visiones de mundo y producciones información y la comunicación con
optimismo condujo a una acumu- de lo instituido, éstas últimas rela- una propuesta de uso y producción
lación de aparatos, de objetos que cionadas con dinámicas de control, de carácter hipertextual3. Además
a su vez han producido un “extra- conservadurismo, coacción e ine- de explicar en qué consisten las po-
ñamiento”, al decir de Martin quidad de género. Pero al mismo tencialidades de las tecnologías
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