Professional Documents
Culture Documents
1. Hombre y mujer
2. El matrimonio
4. Personas solteras
7. Trabajo
8. Sociedad
9. Medios de comunicación
Actividades:
La familia puede muy bien ser considerada, así habría que pensarlo al
menos, como una institución humana fundamental. Todos admitirán
que ha sido la célula principal y la unidad central de casi todas las
sociedades que han existido hasta ahora con la excepción, la verdad
sea dicha, de algunas sociedades como aquella de Lacedemón, que
optó por la «eficiencia» y que, en consecuencia, pereció sin dejar ni
rastro. El cristianismo, por enorme que fuera la revolución que
supuso, no alteró esta cosa sagrada, tan antigua y salvaje; no hizo
nada más que darle la vuelta. No negó la trinidad de padre, madre y
niño. Sencillamente la leyó al revés, haciéndola niño, madre y padre.
Y ésta ya no se llama familia, sino Sagrada Familia, pues muchas
cosas se hacen santas sólo con darles la vuelta. Pero algunos sabios
de nuestra propia decadencia han lanzado un serio ataque a la
familia. La han atacado, y me parece que de manera equivocada; y
sus defensores la han defendido, y lo han hecho de manera
equivocada. La defensa más común de la familia es que, en medio de
las tensiones y cambios de la vida, resulta un sitio pacífico, cómodo y
unido. Pero es posible otra defensa de la familia, y a mí me parece
evidente; consiste en decir que la familia no es ni pacífica ni cómoda
ni unida.
Pero para que la vida sea para nosotros una historia o una historia de
amor, es necesario que una gran parte de ella sea decidida sin
nuestro permiso. Si queremos que nuestra vida sea un sistema, eso
puede ser un fastidio; pero si queremos que sea un drama, es algo
esencial. Puede ocurrir a menudo, sin duda alguna, que un drama sea
escrito por alguien que no es muy de nuestro agrado. Pero nos
gustaría todavía menos que el autor se presentara delante del telón
cada hora más o menos y descargara sobre nosotros toda la
preocupación de inventarnos por nuestra cuenta el acto siguiente. El
ser humano tiene control sobre muchas cosas en su vida; tiene
control sobre un número suficiente de cosas para ser el héroe de una
novela. Pero si tuviera control sobre todas las cosas, habría tanto
héroe que no habría novela. Y la razón por la que las vidas de los
ricos son en el fondo tan sosas y aburridas es sencillamente porque
pueden escoger los acontecimientos. Se aburren porque son
omnipotentes. No pueden tener aventuras porque las fabrican a su
medida. Lo que mantiene a la vida como una aventura romántica y
llena de ardorosas posibilidades es la existencia de estas grandes
limitaciones que nos fuerzan a todos a hacer frente a cosas que no
nos gustan o que no esperamos. En vano hablan los altivos modernos
de estar en ambientes incómodos. Estar metido en una aventura es
estar metido en ambientes incómodos. Haber nacido en esta tierra es
haber nacido en un ambiente incómodo, y por lo tanto, haber nacido
en una aventura. De todas estas grandes limitaciones y estructuras
que modelan y crean la poesía y la variedad de la vida, la familia es
la más definitiva y la más importante. De ahí que sea mal entendida
por los modernos que se imaginan que la aventura podría existir en el
grado más perfecto, en un estado completo de lo que ellos llaman
libertad. Se creen que si un hombre hace un gesto sería algo
sorprendente y asombroso que el sol se cayera del cielo. Pero lo que
es sorprendente y asombroso -la aventura romántica de la misma
existencia del sol- es que no se cae del cielo. Buscan estas gentes
bajo toda forma y figura un mundo donde no haya limitaciones; es
decir, un mundo donde no haya contornos; esto es, un mundo donde
no hay figuras. No hay nada más despreciable y ruin que esa
infinidad. Dicen que desean ser tan fuertes como el universo, pero lo
que realmente desean es que el universo entero sea tan débil como
ellos mismos.
b) Destacar las ideas más importantes del texto "Control de la
natalidad o reforma social" (Selección de textos de Chesterton. Op.
cit; pp.266-275).
La historia real del mundo está llena de casos extraños, de ideas que
han dado una voltereta y se han contradicho a si mismas de forma
completa. El ejemplo más reciente es la noción extraordinaria de que
lo que se llama «control de la natalidad» es una reforma social que
avanza junto a otras reformas sociales favorecidas por gente
progresista.
Es algo así como decir que cortar la cabeza del rey Carlos fue una de
las modas más elegantes en peinado de caballeros. Es como decir
que la decapitación es un avance en la tecnología de los dentistas.
Puede que sea correcto o incorrecto cortar la cabeza del rey; puede
que sea correcto o incorrecto cortarse la cabeza cuando uno tiene un
dolor de muelas. Pero cualquier persona debería ser capaz de ver
que, si en un momento dado simplificamos las cosas por
degollamiento, entonces ya no nos hace falta peinado; que no habrá
necesidad de practicar odontología sobre los muertos o filantropía con
los que no han nacido o con los que no han sido concebidos. Por
tanto, no es una provisión para nuestros descendientes decir que la
destrucción de nuestros descendientes hará innecesario proveerles
con algo. Puede que sea sólo destrucción en el sentido de negación; y
puede que a pocos de nuestros descendientes se les permita
sobrevivir. Pero es evidente que la negación es puro pesimismo,
opuesta ella misma a la idea más optimista de que algo puede
hacerse a favor de toda la familia humana. Para quienes somos
capaces de pensar, tampoco es una sorpresa descubrir que eso es
exactamente lo que ocurrió en realidad.
El conflicto
Por supuesto, hay mucho más que decir sobre esto. He tratado
solamente de un aspecto del control de la natalidad, de su origen
desagradable en extremo. Dije que era puramente capitalista y
reaccionario; me atrevo a decir que he probado que era enteramente
capitalista y reaccionario. Pero hay muchos otros aspectos de este
mal. Es algo sucio a la luz de los instintos; es innatural en relación
con los afectos; es parte de un intento general de manejar al pueblo
ordinario en rutinas de medicina y curanderos y de una ciencia que
apesta; está mezclada con una idea embrollada de que las mujeres
son libres cuando sirven a sus patronos, pero esclavas cuando
ayudan a sus maridos; ignora la existencia misma de hogares
auténticos donde la prudencia viene de la libertad y del mutuo
acuerdo. Tiene todos esos aspectos, y sería extraordinariamente
interesante discutir algunos de ellos. Pero para no ocupar demasiado
espacio no tomaré para mi texto otras palabras que las del título.
Un embuste
La equivocación
1. Críticas a la plutocracia.
a) Plutocracia y familia:
"Cualquier otra cosa podrá ser mala, pero el orgullo de una buena
madre por la belleza de su hija es bueno. Es una de esas ternuras
diamantinas que son la piedra de toque de cada edad y de cada raza.
Si las otras cosas están contra ella, las otras cosas deben caer. Si los
propietarios y las leyes y las ciencias están contra ella, los
propietarios y las leyes y las ciencias deben caer...La chicuela de pelo
rojo (que acabo de ver correteando frente a mi casa) no debe ser
tonsurada ni derrengada ni alterada. Su pelo no debe ser rapado
como el de un convicto...No; todos los reinos de la tierra deben ser
desmenuzados y mutilados para adecuarse a ella. Los vientos del
mundo serán templados para esa oveja trasquilada. Todas las
coronas que no puedan caber en su cabeza serán rotas. Todos los
ropajes y los edificios que no armonicen con su gloria serán
derribados. Su madre podrá atarle el cabello porque eso es autoridad
natural, pero el príncipe de este mundo no podrá cortarlo. Ella es la
imagen sagrada y humana. A su alrededor el mecanismo social caerá
en pedazos y se esfumará, los pilares de la sociedad serán sacudidos
y se desplomarán los siglos, pero ni un solo cabello de su cabeza será
dañado"2.