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grecolatina en
la pintura
renacentista
italiana
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La mitología grecolatina en la pintura renacentista italiana
Introducción
También han elaborado listas con los personajes o escenas más representadas.
Por orden de mayor a menor número de representación: Venus, Hércules, Diana,
Cupido, Apolo, Júpiter, Baco, Bacanal, Ninfa, Perseo, Eneas, Europa, Narciso,
Mercurio, Ulises, Minerva, Aquiles, Orfeo, Neptuno, Pan, Ganimedes, Musas, El
Olimpo, Gracias, Leda, Sibilas, Jasón, Céfalo, Galatea, Ceres, Dánae, Flora,
Centauros,... 1. Unos personajes serán más representados en unas épocas que en otra. Se
observa que Venus es la más representada y esto también refleja con las obras
analizadas en este documento.
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Ramón Navarrete Orcera, A.: Revista de estudios clásicos 109, 1996. Pags. 93- 132
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En este trabajo, se analiza la mitología grecolatina (griega y romana) en la
pintura renacentista italiana. Se han estudiado obras de los mejores artistas de todo el
conjunto italiano, de Florencia, Roma y Venecia y para conocer su interpretación de la
temática mitológica.
El Renacimiento
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y pretendían imitar la lengua de Cicerón u Ovidio. Los filósofos también redescubren a
Platón y Aristóteles en este momento. En el arte, se consideraba clásica la idea de
belleza basada en el equilibrio y la armonía de las proporciones (canon) que se
encontraba en los restos del arte grecorromano y que se remontaba a la idealizada
Atenas de Pericles y Fidias (siglo V a. C.) y van a intentar imitarla. Así los pintores
renacentistas ejecutarán obras en las que aparezcan dioses o mitos griegos o latinos,
haciendo reinterpretaciones de los textos humanistas impregnados por la idea del ideal
de belleza y el equilibrio. Así, el Renacimiento revivió ese despliegue de figuras míticas
con peculiar intensidad y que se sirvió de tales símbolos para expresar, con pasión y
brillantez, una concepción del mundo muy diversa de la medieval2.
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GARCÍA GUAL, CARLOS: Introducción a la mitología griega
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(en 1458) según Vasari3. Posteriormente el padre lo mandó al taller de Fray Filippo
Lippi, en Prato (de 1464 a 1467). De este pintor recibe Botticelli sus mayores
influencias: la síntesis entre el nuevo control de formas tridimensionales, la delicadeza
expresiva en los rostros y los gestos, los detalles decorativos (herencia del estilo del
gótico tardío) y un estilo íntimo. Botticelli también se influenció por Masaccio,
volviendo en 1467 a Florencia, donde frecuentará el taller de Andrea del Verrocchio,
donde trabajó al lado de Leonardo da Vinci. En 1470 Sandro ya tenía taller propio y en
1472 entró en el gremio de pintores de la Compañía de San Lucas.
Sandro Botticelli pintó obras religiosas, pero como ya dijimos anteriormente fue
el primero en representar a personajes de la mitología antigua (que son las que interesan
en este trabajo). Su calidad llamó rápidamente la atención de la familia Médici, familia
para la cual, el artista realizaría La Primavera.
La Primavera
La Primavera es una de las mejores obras de este artista. Está realizada al temple
sobre tabla y fue realizada entre 1480 y 1481. Un inventario de 1499 (descubierto en
1975 nos permite conocer que era propiedad de Lorenzo di Pierfrancesco y su hermano
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VASARI, Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos
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Giovanni y permite afirmar que en el siglo XV, La Primavera estaba sobre un
“letuccio” (diván) en una antesala adyacente a las habitaciones de Lorenzo di
Pierfrancesco en la ciudad de Florencia. Posteriormente debió trasladarse a la villa de
los Médici en Castello, donde la sitúa Vasari en 1551, quien decía que representaba a
"Venus, adornada con flores por las Gracias, anuncia la llegada de la primavera".
Las figuras destacan contra el fondo por la claridad de su piel y sus ropajes, de
colores claros e incluso transparentes. Esta palidez en los colores muestra la anatomía
del desnudo, que da más volumen a la representación, esta técnica recuerda a la de los
paños mojados de Fidias. La luz unifica la escena, incluso parece emanar de los propios
cuerpos.
Dos son las fuentes literarias de esta obra. En primer lugar los versos del poeta
Angelo Poliziano, de la corte Médici. En uno canta el jardín de Venus, un lugar donde
reina la paz, lugar donde puede entrar el viento Céfiro (alado) soplando para que surjan
las flores. Pero las intenciones de Céfiro no son pacíficas, va detrás de una ninfa
asustada. Una mujer va soltando pétalos. La segunda fuente, los fastos, las festividades
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de Ovidio. Según Ovidio, la primavera surge de que la ninfa Floris que se metamorfosea
en la diosa Flora, lo que constituye la llegada de la primavera y aparecen las tres gracias
celebrándolo.
Palas y el Centauro
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y el centauro. Su significado sería matrimonial, entendiéndose como la belleza femenina
que doma la fogosidad masculina.
El desnudo paisaje de esta pintura hace que la mirada se centre en las dos
figuras. Un centauro ha sobrepasado los límites, internándose en territorio prohibido.
Lleva aljaba y arco. Este ser lujurioso, mitad caballo y mitad hombre, es controlado por
una ninfa guardiana armada con un escudo que le cuelga del hombro y una alabarda, y
le ha cogido por los cabellos. La mujer ha sido identificada como la diosa Palas Atenea
(equivalente a Minerva, la diosa latina de los artesanos). También se ha visto en ella a la
amazona Camila, heroína de la Eneida de Virgilio. Palas lleva en los brazos, el torso y
la cabeza ramas de olivo.
El nacimiento de Venus
Esta obra es una de las obras cumbres de Sandro Botticelli. Está hecha al óleo
sobre lienzo y sus dimensiones son de 278.48 cm × 172.48 cm. Su realización sería
entre 1482 y 1484.
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No se sabe quién encargó la obra pero si se conoce que Venus fue interpretada
por, Simonetta Cattaneo de Candia, llamada Simonetta Vespucci o simplemente «la
bella Simonetta», una musa Florentina elegida por los Medici. Se sabe que en el 1499,
ambas estaban instaladas en Castello, entonces propiedad de los Médicis.
Según cuenta la leyenda Venus, diosa del amor, nació de los genitales del dios
Urano, cortados por su hijo Saturno y luego arrojados al mar. El título de la obra no es,
por lo tanto, exacto, ya que el cuadro no representa el momento del nacimiento de la
diosa, sino que muestra la llegada de Venus, sobre una concha, a la playa de una de las
islas Cíteres. La diosa es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de
flores. Una Ninfa espera a la diosa en la playa para cubrirla con un manto rojo con
motivos florales. Se trata, específicamente, de Primavera. Lleva un traje floreado: es
blanco y está bordado de acianos. Un cinturón de rosas rodea su cintura y en el cuello
luce una elegante guirnalda de mirto, planta sagrada de Venus y símbolo del amor
eterno. Entre sus pies florece una anémona azul.
Venus y Marte
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La pintura trata un tema amoroso. Una arboleda de mirtos, el árbol de Venus,
forma el telón de fondo para los dos dioses que están tumbados, uno frente a otro, en un
prado.
La diosa del amor está totalmente vestida y peinada, con los pliegues de un
lujoso vestido blanco cayendo blandamente, lo mismo que sus rizos. Vigila atentamente
el sueño del desnudo Marte, que está durmiendo, en una representación escultórica del
desnudo masculino. El dios de la guerra se ha quitado su armadura y yace sobre su capa
de color rojo; todo lo que lleva es un trapo blanco sobre los genitales. Se retrata aquí a
un bello adolescente, encarnando la belleza ideal. Mientras, pequeños sátiros juegan
traviesamente con las armas, el yelmo y la armadura del dios de la guerra. Su pintura es
uno de los primeros ejemplos en la pintura del Renacimiento que representa así a estos
bulliciosos y lujuriosos seres híbridos.
A la derecha, junto a la cabeza del dios aparecen avispas que pueden ser una
referencia a los clientes que encargaron la pintura. Forman parte del escudo de armas de
la familia Vespucci, cuyo apellido proviene de vespa, avispa en italiano. La familia
Vespucci estaba relacionada con los Médici.
Se cree que trata el tema del poder del amor (Venus-Humanitas), esto es, el
grado más elevado de la evolución humana, derrotando la fuerza del guerrero (Marte,
dios de la guerra y fuerza destructiva). Sería expresión del mensaje neoplatónico de que
el amor, que Platón entendía sobre todo como fuerza espiritual, ha vencido a los
horrores de la guerra y de la violencia. El Amor amansando a la Violencia sería también
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una alegoría del matrimonio. Estas interpretaciones estarían en relación una vez más
con las teorías del humanista neoplatónico de la corte Médici, Marsilio Ficino.
El juicio de Paris
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como una representación de una ciudad antigua pues se localizan diversos edificios de
esta época: de izquierda a derecha, el Arco de Constantino las Termas de Diocleciano,
el Coliseo, la Torre delle Milizie (duplicada) el Panteón y la Columna Trajana. La
ciudad de la derecha, de arquitectura moderna.
Entre los años 1491 y 1498, el gobierno de Florencia se vería influenciado por
Girolamo Savonarola, un religioso dominico que Predicó contra el lujo, el lucro, la
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WIND, E. (1997): Misterios paganos del Renacimiento, Alianza, Madrid
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depravación de los poderosos y la corrupción de la Iglesia Católica, contra la búsqueda
de la gloria y contra la sodomía, que él sospechaba que estaba en toda la sociedad de
Florencia. Apartó a la familia Médici del gobierno de Florencia y se realizaron
numerosas hogueras (hogueras de las vanidades) para quemar todos los libros, obras de
arte y cualquier cosa que permitiera la vanidad o el pecado. Sandro Botticelli no fue un
fiel seguidor de Savonarola pero si se vio influenciado por él, con lo que dejó de realizar
pinturas con temática mitológica.
Leda y el cisne
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Es una obra perdida del autor, pero tenemos una copia posterior (1515-1520).La
obra de Leonardo estaría encuadrada entre 1510-1515, que nos sirve para hacernos una
idea. En 1625 está documentada la Leda de Leonardo en Fontainebleau, pero no ha
llegado hasta nosotros.
El estilo de Leonardo está muy bien reflejado. Parece ser el único desnudo
femenino de sus obras; muestra el interés de Leonardo por la antigüedad grecolatina,
acentuado tras su estancia en Roma entre 1513 y 1516. Mas en su época, esta pintura
fue tratada por sus contemporáneos como un tema muy erótico debido no solo a la
desnudez y lozana gracilidad de la joven representada sino a su pose en sugerente
contrapposto (postura frontal sinuosa) constituido en el esquema (no visible) del esbozo
a partir de una espiral que se eleva desde los pies contorneándole el cuerpo hasta la cima
de la cabeza de delicados y dulces rasgos, reforzado queda el erotismo por la sonrisa
entre candorosa e insinuante de Leda mientras sostiene al largo cuello del cisne (cuello
que se puede interpretar como fálico por sus formas). Aquí se puede observar toda su
técnica sobre la perspectiva aérea de Leonado. En primer plano las líneas de los
contornos son más vivos y a medida que la imagen se va alejando, pierde nitidez,
debido a las imperceptibles partículas de la atmósfera.
La Leda de Leonardo fue tan famosa que se hicieron numerosas copias. De todas
ellas la Leda con el cisne (Leda col cigno) es una de las que más tiempo se atribuyó
directamente a la mano de Leonardo. Hoy se asume que es una copia y no precisamente
del original, sino una recreación a partir del cartón realizada por un discípulo
leonardesco, Cesare da Sesto.
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escultórica. Siguiendo el camino del arte y con la oposición de su padre, entra como
pintor en el taller de Ghirlandaio. Su obra más importante es escultórica, pero también
se dedicó a la pintura, realizando otra interpretación mitológica de Leda y el cisne.
Leda y el Cisne
Rafael (1483-1520)
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pintó algunos frescos como La escuela de Atenas, considerado una de sus obras cumbre.
Es célebre por la perfección y gracia de sus artes visuales, destacando en trabajos de
pintura y dibujo artístico. Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci forma el trío de
los grandes maestros del período.
Como el resto de artistas del trío también tratará algún tema mitológico, aunque
esta vez no será Leda y el cisne, sino El Triunfo de Galatea.
El Triunfo de Galatea
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Es un fresco pintado por Rafael Sanzio entre 1510 y 1511 en la Villa Farnesina,
en el barrio de Trastévere de Roma. Sus dimensiones son 297 cm × 225 cm.
Al fondo, varios centauros surcan las ondas, unos llevando a las compañeras de
Galatea y otros tocando trompetas y caracolas. En primer término, el Amor vuela hasta
tocar las aguas, sujetando a uno de los delfines como para indicar que todos los
personajes de la composición se hallan sometidos a un avasallador imperio.
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una ninfa amada por el cíclope Polifemo. Ésta rechaza al cíclope en favor de Acis, un
pastor siciliano, y Polifemo, celoso, lo mató arrojándole un canto rodado.
La primera, representa a las tres Gracias. Las gracias eran las diosas del encanto,
la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad. Habitualmente se
consideran tres, de la menor a la mayor: Aglaya (‘Belleza’), Eufrósine (‘Júbilo’) y Talia
(‘Floreciente’) y son hijas de Zeus y Eurínome.
Por un dibujo a pluma hecho por Rafael que se conserva en Venecia, se ve que el
célebre pintor se inspiró en el grupo escultórico de las Tres Gracias de Siena para llevar
a cabo su obra. Si bien utilizando los recursos de su genio, dio a la obra tal sentimiento
de castidad y de gracia al mismo tiempo que el cuadro resulta original y moderno. Las
Gracias aparecen desnudas y agrupadas como en la antigüedad. La de en medio, vista de
espaldas, vuelve la cabeza enseñando un perfil ideal. Las otras dos, de frente, inclinan
graciosamente la cabeza en sentido opuesto y sus brazos se enlazan con los de su
hermana apoyándose las tres mutuamente. Las figuras forman un conjunto encantador
por la elegancia de las actitudes y la pureza de las líneas que se destacan sobre el fondo
de un paisaje accidentado. Se puede afirmar que la fisonomía de las tres doncellas se
halla a la altura de las mejores obras del pintor y representa el prototipo de belleza de la
escuela clásica italiana.
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La otra obra, que formaba un díptico con la explicada anteriormente. Representa
la historia contada por Cicerón sobre la juventud Escipión el Africano (236 - 184 AC),
según la cual Minerva y Venus se le aparecieron en un sueño. La primera le ofreció una
espada y un libro; la segunda, una rama florida. El caballero aparece dormido a los pies
de un laurel entre las dos figuras femeninas, elementos interpretados respectivamente
como la gloria, la virtud y el amor.
Giorgione (1477-1510)
La venus dormida
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Es una obra pintada con la técnica del óleo sobre lienzo. Se trata de una de las
últimas creaciones de Giorgione, realizada hacia 1510. En cuanto a sus dimensiones son
108,5 cm × 175 cm. Su primera locación según Rinaldi fue la Casa Marcello de
Venecia. Posteriormente pasó a la Casa de Este, linaje que gobernaba los ducados de
Ferrara y Módena. En 1746 fue vendida, en un lote de obras maestras de los Este, a la
alemana Casa de Sajonia.
La pintura retrata a una joven mujer desnuda, cuyo perfil parece acompañar al
paisaje que le sirve de trasfondo. Giorgione ha puesto mucha atención al pintar ese
paisaje, lo cual se hace notar en los detalles y los sombreados, de este modo la obra
posee una exquisitez y un puro ritmo de línea y contorno. La textura de las figuradas
telas en donde yace tranquilamente la diosa y el armonioso paisaje, que dotan a este
cuadro de un justo equilibrio entre la placidez y la sensualidad. La obra quedó
inconclusa debido al fallecimiento del Giorgione, y el cielo fue posteriormente acabado
por Tiziano.
Las connotaciones eróticas son sutilmente planteadas (la Venus tiene levantado
su brazo derecho mostrando así el hueco de la axila, esto es una metáfora del sexo
femenino, al mismo tiempo su mano izquierda reposa dulcemente sobre la región
pubiana. El paisaje con sus formas curvas refuerza las de la mujer.
Por lo visto hasta el momento los artistas han producido pocas obras de
contenido mitológico, a excepción de Botticelli. La producción de pinturas mitológicas
se ampliaría con Tiziano, que fue la artista más prolífica en obras de esta temática.
Tiziano (1477/1490-1576)
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Según su partida de defunción, que se guarda en la iglesia veneciana de San Canciano, el artista murió
a la "edad de ciento tres años", por lo que el nacimiento se fecharía en 1473. Por otro lado, en la
correspondencia de Tiziano a Felipe II de 1571, el pintor se presenta como "este servidor suyo de
noventa y cinco años de edad"; Sus contemporáneos Ludovico Dolce y Giorgio Vasari estiman que la
fecha estaría comprendida entre 1488 y 1490.
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Tiziano procedía de una familia con elevado status en Cadore sin familiares
artistas. A la edad de 10 años, Tiziano y su hermano mayor, Francesco, acudieron a
Venecia para ingresar como aprendices en el taller de Sebastiano Zuccato, un famoso
mosaiquista. Debido a su incipiente talento, en el transcurso de tres o cuatro años, entró
en el estudio del venerable pintor Giovanni Bellini, que en ese momento era el artista
más reconocido de la ciudad.10 Allí se encontró con un grupo de jóvenes que
conformarían la primera generación de pintores de la Escuela veneciana: Giovanni
Palma da Serinalta, Lorenzo Lotto, Sebastiano Luciani, y Giorgio da Castelfranco,
conocido como Giorgione. En 1516 fue nombrado pintor oficial de la República
Veneciana. Trabajó en las cortes de Mantua y Ferrara, y su buena relación con la
primera hizo que entrara en contacto con el rey español.
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Es un lienzo al óleo de Tiziano, pintado alrededor de 1515. El cuadro fue
encargado por Nicolò Aurelio, secretario del Consejo de los Diez de República de
Venecia, cuyo escudo de armas aparece en la fuente o sarcófago del centro de la
imagen. El encargo coincide con su matrimonio con la joven viuda Laura Bagarotto, por
lo que pudo ser un regalo de bodas.
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PANOFSKY, E. (2003): Tiziano Problemas de iconografía, Akal, Madrid
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La Ofrenda a Venus
La Ofrenda a Venus es una obra de Tiziano pintada entre 1518 y 1520 (óleo
sobre lienzo, 172 x 175 cm) conservada actualmente en el Museo del Prado. Su tema es
mitológico: el antiguo rito romano de culto a Venus que tenía lugar el primer día de
abril de cada año, cuando las mujeres hacían ofrendas a la diosa para limpiar sus
cuerpos.
En la escena destacan dos ninfas, una joven y otra representada como una
matrona romana, se sitúan a la derecha de la ceremonia, ante un templo que contiene
una estatua de Venus. El santuario está rodeado de tablillas votivas. La mujer mayor
tiene un espejo en su mano derecha. En el primer plano del lienzo, hay una multitud de
niños alados (cupidos) divirtiéndose con todo tipo de actitudes (subir a árboles, saltar,
volar, recoger manzanas, besarse, tirarse del pelo, pelearse, lanzar flechas). En el centro,
un prado iluminado por el sol se cierra hacia la izquierda por una ladera sobre la que se
levanta una casa, y bajo ella una fila árboles alineados hacia la lejanía, donde la silueta
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de una ciudad se recorta en el horizonte sobre el que se representa un cielo azul con
nubes.
Baco y Ariadna
Según el mito, El rey Teseo necesitaba saber cómo ganar la lucha contra el
Minotauro en la isla de Naxos y utilizó a la princesa, hija del rey de Creta Minos y de
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Pasifae, Ariadna, para tener pistas contra su enemigo. Le promete su amor y su
compañía eterna. No obstante, después de cumplir su objetivo la abandona en la isla de
Naxos mientras su hermosa prometida está durmiendo. Ariadna no tiene ocasión de
lamentar por mucho tiempo el abandono de su amado, porque muy pronto el dios
Dioniso-Baco aparece por el aire conduciendo un carro tirado por panteras y rodeado de
su cortejo de sátiros, ménades y Sileno. El dios queda fascinado por la belleza de
Ariadna y la toma por esposa, llevándosela al Olimpo con él. Como regalo de boda le
entrega una diadema de oro.
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está a punto de vencer. En primer lugar, iconográficamente, tendemos a interpretarlo
como Laocoonte.
Por último también aparecen: un sátiro de piernas peludas que tiene un buey a su
mano derecha. Su cabeza está coronada con hojas de parra. Agarra en su mano derecha
un palo largo entrelazado por grandes hojas de parra, exquisitamente pintadas en
muchos y hermosos tonos verdes. En la distancia se observa a un Sileno ebrio, coronado
de hojas de parra también. Se encuentra dormido en un burro, evitando la caída al suelo
con la ayuda de un asistente mayor de edad. Otra figura masculina en el borde de la
pintura está intentando llevar un barril de vino.
Es un cuadro del pintor italiano Tiziano. Está realizado en óleo sobre lienzo, y
fue pintado hacia 1523-1526 y sus medidas son 175 cm × 193 cm. Esta obra fue un
encargo de Alfonso d'Este, duque de Ferrara, para la decoración del Camerino de
Alabastro, una estancia del castillo ducal. Formaba conjunto con otras dos pinturas del
mismo artista, La ofrenda a Venus y Baco y Ariadna (explicadas anteriormente).
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Se representa aquí un tema mitológico, una bacanal, fiesta del dios del vino,
Baco. Se enmarca en la isla de Ándros, proviniendo la inspiración de la obra de
Filostrato y de Catulo.
Los personajes se agitan por toda la parte inferior de la tela, unas se inclinan
hablando, otras beben vino, otras bailan, con brazos y piernas formando líneas curvas.
Se pasan el vino los unos a los otros. La mujer recostada que ocupa el primer plano del
centro de la tela se dice que es Violante, de quien el pintor estaba enamorado por
entonces; en su escote se halla la firma del pintor. Junto a ella hay una partitura, en la
que se lee: «Quien bebe y no vuelve a beber, no sabe lo que es beber».
Es un óleo sobre lienzo pintado hacia 1553, y enviado para Felipe II.
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Representa el mito de Dánae, quien había sido encerrada por su padre, el rey de
Argos, en el momento de ser tomada por Zeus en forma de lluvia de oro. La figura
central está recostada sobre la cama, con las piernas dobladas. A su derecha hay un
perro pequeño, que se reputa un atributo de la cortesana. En la parte derecha hay una
criada cuya espalda oscura contrasta con la blancura de Dánae; del mismo modo, hay
una oposición clara entre su rostro envejecido y la juventud de la princesa de Argos.
Esta sirvienta está recogiendo con un delantal las pepitas de oro que caen en forma de
lluvia dorada, desde las nubes tormentosas que dominan el centro de la parte superior.
Conclusiones
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SEZNEC, J. (1983): Los Dioses de la Antigüedad en la Edad Media y el Renacimiento
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Bibliografía:
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