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Derechos de los pueblos

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UN PLAN PARA LA ESPERANZA
Lester R. Brown 2

Aun dados los retos extraordinarios que se nos enfrentan, hay muchas razones
por las que tener esperanzas. Primero, casi todas las tendencias hacia la
destrucción medioambiental son creaciones humanas. Todos los problemas que
se nos presentan pueden resolverse con tecnologías ya existentes. Y casi todo lo
necesario para guiar la economía mundial a un camino ecológicamente sostenible
ya se ha probado en un país, o en varios.

Vemos componentes del Plan B —la alternativa al método de siempre— en


tecnologías nuevas que han entrado ya en el mercado. Por ejemplo, en el sector
enérgico, una turbina eólica de diseño avanzado puede producir tanta energía
como un pozo petrolífero. Unos ingenieros japoneses han diseñado un frigorífico
de vacío sellado que sólo usa la octava parte de la electricidad que usaban los que
se vendían hace 10 años. Automóviles híbridos gasoeléctricos, que llegan a 55
millas por galón, gozan de dos veces la eficiencia del coche medio ahora en
función.

Múltiples países están desarrollando modelos para los distintos componentes del
Plan B. Por ejemplo, Dinamarca ya deriva el 20 por ciento de su electricidad del
viento y prevé llegar al 50 por ciento para el 2030. Brasil está en camino de ser
autosuficiente en el abastecimiento de comustibles para su flota automóvil.
Utilizando un etanol supereficiente basado en la caña de azúcar para abastecer el
40 por ciento de su demanda para combustibles de automóviles en 2005, podría
dejar la gasolina dentro de unos años.

En cuanto a los alimentos, India —aprovechando un modelo de producción de


pequeña escala para la lechería que depende casi exclusivamente de los residuos
de cosecha como alimento— ha multiplicado su producción de leche por más de 4
veces desde 1970, superando el nivel de producción de Estados Unidos como
primer productor mundial de leche. El valor de la producción india de lechería en el
2002 superó el de su cosecha de arroz.

En otro frente, China, con los avances en la pescicultura, basándose en una


policultura sofisticada de carpa, se ha convertido en el primer país donde la
producción de la piscicultura excede la pesca oceánica. De hecho, los 29 millones
de toneladas de pescado de cultivo que China produjo en 2003 igualaba más o
menos el 30 por ciento de la pesca oceánica mundial.

1
Este texto es un capítulo abstraído del libro Plan B 2.0, versión actualizada de Salvar el planeta:
Plan B: ecología para un mundo en peligro, de Lester Brown. Originalmente distribuido (en
inglés) en Internet el 24 de enero de 2006, con versión en español que se encuentra en
http://www.casavaria.com/sentido/environment/epi/esp/2006/esp060124-planb-hope.htm.
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Fundador del Earth Policy Institute.

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Derechos de los pueblos

Se puede ver cómo sería un mundo del Plan B en las montañas reforestadas de
Corea del Sur. Antes una tierra yerma, casi sin árboles, el 65 por ciento de Corea
del Sur que ahora tiene cubierta forestal ha frenado las inundaciones y la erosión
terrenal, estableciendo un alto grado de sostenibilidad medioambiental en las
zonas rurales del país.

Estados Unidos —que ha retirado la décima parte de su tierra de cultivo, la mayor


parte erosionable, implementando prácticas de conservación— ha reducido la
erosión terrenal por un 40 por ciento durante los últimos 20 años. Durante el
mismo periodo, los agricultores estadounidenses aumentaron la cosecha cereal
por más del 20 por ciento.

Unos de los ejemplos más innovadores de liderazgo ocurren al nivel urbano.


Amsterdam ha desarrollado un sistema diverso de transporte urbano; actualmente,
el 35 por ciento de todos los viajes dentro de la ciudad usan la bicicleta. Este
sistema que favorece la bicicleta ha reducido por gran cantidad la contaminación
atmosférica y la congestión de tránsito, todo mientras proporciona un ejercicio
diario para los ciudadanos.

No sólo existen nuevas tecnologías, pero algunas de estas tecnologías pueden


juntarse para lograr resultados totalmente nuevos. Añadir una segunda pila de
almacenamiento y una capacidad de recarga por enchufe a los coches híbridos
gasoeléctricos, en combinación con financiación de nuevos campos eólicos para
abastecer la red eléctrica con energía barata, haría que un porcentaje más alto del
tránsito diario de coches se potencie con electricidad, al precio equivalente a $0,50
por galón por gasolina. La energía eólica doméstica puede sustituir al petróleo
importado.

El reto sería construir una economía nueva y hacerlo a la velocidad de un tiempo


de guerra, antes de perder tantas fechas límite naturales que el sistema
económico entre en fracaso. Este capítulo introductorio abre cinco capítulos que
explican los principales retos medioambientales que tendrá que enfrentar nuestra
civilización global. Entonces siguen siete capítulos que elaboran el Plan B,
explicando tanto hacia dónde queremos ir como la hoja de ruta para llegar. 3

Participar en la construcción de esta nueva economía duradera es inspirador. Tal


como lo será la calidad de vida que traerá. Será posible respirar aire limpio.
Nuestras ciudades sufrirán menos congestión, menos ruido y menos
contaminación. La idea de vivir en un mundo de población estable, bosques
crecientes, y emisiones carbónicas reducidas da esperanza.

3
El texto completo del primer capítulo (en inglés) y todo el libro están disponibles en el sitio del
Earth Policy Institute (http://www.earth-policy.org/Books/PB2/pb2ch1.pdf).

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