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Derechos civiles y políticos

Iguales pero diferentes 1

El maratonista Doroteo Guamuch, indio quiché, fue el atleta más


importante de toda la historia de Guatemala. Por ser gloria
nacional, tuvo que cambiarse el nombre maya y pasó a llamarse
Mateo Flores. En homenaje a sus proezas, fue bautizado Mateo
Flores el estadio de fútbol más grande del país, mientras se
ganaba la vida como caddy, cargando palos y recogiendo pelotitas
y propinas en los campos del Mayan Golf Club. 2

3
1. Hacia el aprecio a las diferencias

Todos los animales son iguales, pero algunos


animales son más iguales que otros 4

2.1. ¿Iguales o diferentes?

Por mucho que la Declaración Universal de Derechos Humanos declame en su


primer artículo que ‘todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos’, nos volteamos a nuestro alrededor y nos damos cuenta de que la
realidad es distinta. Vemos que las personas pensamos y actuamos de muchas
maneras diferentes. Nuestros cuerpos, facciones, habilidades, prácticas,
opiniones, conductas, casas, idiomas, etc. son diferentes, porque cada un@ de
nosotr@s es un ser único e irrepetible.

En el transcurso de la historia universal, muchas diferencias reales y legítimas


entre los seres humanos han servido de pretexto para oprimir (o matar) a otros. En
la ciudad griega de Esparta, por ejemplo, l@s niñ@s discapacitad@s eran
eliminad@s al nacer. 5

Este contexto de violencia directa y estructural hacía minorías visibles, mujeres,


indígenas, homosexuales, fracciones políticas, religiosas, filosóficas, etc. parece
recrudecerse en el nuevo siglo, con una peculiar dimensión de tensión entre el
norte rico y l@s pobres del sur. Los mitos del racismo, fascismo y nazismo otra
vez encuentran eco, particularmente entre l@s jóvenes europe@s 6 . Actos de

1
Reproducción de partes del segundo capítulo de Limpens, Frans, Generación M. Manual de
educación en derechos humanos para docentes de secundaria. Querétaro, Educación y
Capacitación en Derechos Humanos, 2003, 183 pp. (http://www.hrea.org)
2
Galeano, Eduardo, Patas arriba. La escuela del mundo al revés. Siglo XXI, México, 1998, p.57
3
El título y algunas partes del texto se refieren al artículo Hacia el aprecio de las diferencias de
Frans Limpens en Instituto de Investigaciones Jurídicas, VI Jornadas Lascasianas. La
problemátivca del racismo en los umbrales del siglo XXI. Unam, México, p. 409-428.
4
Orwell, George, Rebelión en la granja.
5
Montes Sosa, Gabriel & Sabugal Torres,Tania (eds), Manual de Apoyo para la Educación en
Derechos Humanos para secundaria y bachillerato, Comisión Estatal de Derechos Humanos,
Puebla, México, 1998, p.117.
6
En las elecciones del 7 de octubre del 2000, el partido racista ‘Bloque Flamenco’ obtuvo
ganancias en toda la región de Flandes y el 33% de los votos en la ciudad de Amberes.

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xenofobia son proclamados sin muchos ambages como proezas heróicas. ¿Es el
racismo algo innato al ser humano? ¿Somos realmente iguales o hay diferencias
que las y los luchadora/es de derechos humanos prefieren no reconocer?

2.2. El Siglo de la Luz proclama la igualdad como ‘verdad evidente’

Las ideas humanitarias de l@s ‘enciclopedistas’ se forjan en frases inmortales:


‘Sostenemos por evidentes, por sí mismas, estas verdades: que todos los hombres
son creados iguales...’ 7 (Declaración de Independencia de los Estados Unidos de
América, 4 de julio de 1776) y ‘Los hombres nacen y viven libres e iguales en
derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común’ 8
(Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, Paris, 1789, Art. 1).

Esta concepción, además de romper con el feudalismo, establece dos principios


básicos en el orden político y jurídico: la igualdad de tod@s l@s ciudadan@s ante
la ley, y la eliminación de todo privilegio por nacimiento o religión como
requerimiento para poseer propiedades, gozar de cargos u honores políticos e
ingresar a las escuelas públicas. Todavía no llega a las consecuencias que
entendemos hoy (abolición de la servidumbre y de la esclavitud, igualdad de
derechos para ‘gente de color’, emancipación de la mujer), pero son un enorme
paso hacia el disfrute real de la misma 'dignidad y derechos’. 9

Son l@s redactora/es de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de


la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (ambas de
1948), quienes agregan al principio de la igualdad la garantía legal de no
discriminación, consolidada en varios instrumentos internacionales y regionales del
derecho internacional, como por ejemplo: Convención Internacional sobre la
eliminación de todas formas de discriminación racial (1965). Convención relativa a
la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza (1960).
Convención sobre la eliminación de todas formas de discriminación contra la mujer
(1979). Por lo menos en teoría, la igualdad es un sólido principio de derecho, pero
¿qué significa?

2.3. Hablando de igualdad

Señalar que los seres humanos somos iguales no significa proclamar que seamos
idénticos, ni que haya igualdad de condiciones de vida. Se trata de un principio
ético-ontológico: más allá de cualquier diferencia, tod@s tenemos una misma
naturaleza humana, compartimos las mismas necesidades básicas, la misma
aspìración de ser libres y felices.

La posibilidad de hablar de igualdad es lo que fundamenta el discurso sobre los

7
Citado en Pacheco Gómez, Máximo (comp.), Los derechos humanos. Documentos básicos.
Segunda edición actualizada. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1987, p. 26.
8
Ib. p. 50.
9
Montes Sosa, Gabriel & Sabugal Torres, Tania, o.c., p. 120.

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derechos humanos: 10 la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el


reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos humanos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana (Declaración Universal,
preámbulo). El derecho a la igualdad nos compromete al reconocimiento de toda
persona como tal.

La siguiente anécdota da cuenta del sentido profundo de la igualdad sintetizado en


una frase: Cuando una persona recién llegada a Uruguay preguntó a un criollo por
las ventajas de aquellas tierras, éste le respondió diciendo ‘Mire, aquí naides es
más que naides’. 11 Ninguna persona es más humana que otra. Sin ignorar las
diferencias individuales o de grupo, el principio de igualdad se centra en lo que nos
es común a todas las personas.

El derecho humano a la igualdad comprende la igualdad ante el sistema de justicia


(igualdad legal) más la igualdad social. La primera hace referencia a los derechos
estipulados en las leyes, códigos y demás instrumentos jurídicos tanto nacionales
como internacionales. La segunda significa que todas las personas y grupos
sociales tienen las mismas oportunidades para acceder a bienes culturales,
materiales y espirituales, así como participar en la toma de decisiones y en la
administración de una comunidad.

La igualdad se extiende a todos los ámbitos de nuestra vida y cobra en cada uno
significados concretos 12 : en la familia el derecho de tod@s sus integrantes a ser
atendid@s, alimentad@s, protegid@s, querid@s y educad@s; en la escuela el
derecho de tod@s a ser considerad@s, tomad@s en cuenta, respetad@s en su
dignidad, opiniones y características personales, sociales y culturales; en una
comunidad el derecho de tod@s a participar por igual en las actividades y
funciones que se desarrollan en su interior; a nivel nacional representa entre otros,
el compromiso del Estado para trabajar en contra de todo aquello que afecte y sea
contrario al desarrollo de la personalidad de los individuos y de los distintos grupos
sociales; la eliminación de leyes hostiles, injustas o discriminatorias contra
cualquier tipo de persona; así como el acceso de tod@s a los bienes culturales y a
la participación en la vida pública; a nivel internacional significa el reconocimiento y
respeto del derecho de todos los pueblos del mundo a su cultura y a su
autodeterminación.

2.4. Iguales pero diferentes

A pesar del reconocimiento legal de nuestra igualdad, nuestras formas de actuar,


de pensar y de vivir nos hacen diferentes en la práctica. Se trata de diferencias

10
Carbajal, Patricia, Victoria Vidargas, David Martínez y David Herrerías, Eduquemos para la
paz y los derechos humanos.Manual de apoyo al docente, 6º Grado. Universidad
Iberoamericana, León, 1999, p. 65.
11
Bustamante, Francisco y González, Maria Luisa Derechos Humanos en el Aula. Reflexiones
y experiencias didácticas para la enseñanza media, SERPAJ Uruguay, Montevideo, 1992,
p.151.
12
Montes Sosa, Gabriel & Sabugal Torres, Tania, (eds), o.c. , p. 120-121.

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legítimas y válidas en tanto surgen de particularidades propias de los seres


humanos o del ejercicio libre de su voluntad. Tod@s nacemos en un contexto
geográfico, social, cultural e histórico determinado, pertenecemos a un grupo
étnico particular, hablamos un idioma específico, tenemos costumbres propias de
nuestro lugar de origen y una religión o visión laica que nos ha sido transmitida.
Conforme crecemos vamos desarrollando algunas opiniones políticas,
orientaciones intelectuales, gustos, afianzando y/o eligiendo nuevas creencias e
ideas, comportamientos; construyendo nuestra personalidad. Estas diferencias
son las que conforman nuestra identidad como individuos, y como tales, dan
variedad a la vida humana y a la sociedad, las enriquecen. 13

Al respecto, la Declaración de las Naciones Unidas sobre la raza y los prejuicios


raciales de 1978, señala:
‘todos los pueblos y todos los grupos humanos, sea cual sea su composición y origen
étnico, contribuyen (...) al progreso de las civilizaciones y de las culturas (...) están dotados
de las mismas facultades que les permiten alcanzar la plenitud del desarrollo (...). Las
diferencias entre las realizaciones de los diferentes pueblos se explican enteramente por
factores geográficos, históricos, políticos, económicos, sociales y culturales.’ 14

Se pretende eliminar las diferencias ilegítimas e injustas que conforman una


telaraña de injusticia social y de violencia estructural, impidiendo la existencia
digna y la aplicación justa de un sistema de derecho para tod@s, al servicio de
una elite (normalmente minoritaria) en el poder.

2.5. Discriminación

Cuando un grupo de personas comparte algún rasgo físico u opinión, religión,


edad, tipo de personalidad, raza, posición social, etc. solemos referirnos al mismo
generalizando: ‘l@s negr@s’, ‘las mujeres’, ‘l@s protestantes’, ‘l@s ric@s’ etc.
agrupándoles de una forma muy simple; desconociendo las diferencias
individuales para destacar sólo una o unas pocas características del conjunto. En
ello no hay nada negativo, constituye nuestra forma de pensar (clasificar,
generalizar, definir) y nos ayuda a simplificar el habla. Pero, esta simplificación nos
puede llevar a la discriminación.

El término ‘discriminación’ tiene dos significados: un significado neutral o positivo:


diferenciación en favor o en contra de una persona, una cosa o una cualidad, (por
ejemplo ‘es preciso discriminar entre el bien y el mal’) y un significado despectivo o
negativo frecuentemente basado en los prejuicios, ‘una distinción injusta,
irrazonable, injustificada y arbitraria’, 15 ‘toda distinción, exclusión, restricción o
preferencia basada en motivos de raza, color, religión o creencia, descendencia (o
linaje según algunos), origen étnico, idioma o sexo, -edad-, que tiene por objeto o
por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en
13
Ib. p. 113.
14
Pacheco Gómez, Máximo, o.c. , p. 458-459.
15
Lerner, Natán, Minorías y grupos en el Derecho Internacional. Derechos y discriminación,
Comisión Nacional de Derechos Humanos, México, 1991, p. 42-43.

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condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en


las esferas política, económica, social, cultural o en cualquiera otra esfera de la
vida.’ 16

La discriminación resta dignidad humana a personas o grupos como nosotr@s,


cosa difícil de reconocer -personal y públicamente- como acto deliberado. Por eso
se buscan teorías pseudocientíficas que explican por qué estas personas y estos
grupos (esclav@s y sierv@s, mujeres, culturas no europeas) no son ‘como uno’,
admitiendo la ‘natural desigualdad’ entre las personas y justificando las acciones
abusivas, autoritarias y denigrantes contra seres moral, intelectual y hasta
físicamente inferiores.

La discriminación atenta contra la dignidad y los derechos humanos y daña el


autoestima de sus victimas, tiene consecuencias sociales y personales graves y
complejas: la marginación económica de comunidades enteras, la afectación de
menores en su desarrollo emocional, la desprotección social y médica de sectores
enteros-como l@s migrantes mexican@s en Estados Unidos-, la promoción de
actos de violencia individual y social con dimensiones no imaginadas.

La discriminación no es un privilegio de dictaduras militares ni cosa del pasado. Es


un cáncer que carcome todas las sociedades, incluyendo las más ‘desarrolladas’ y
‘civilizadas’. Basta recordar la violencia racial en la Alemania unificada, los abusos
contra las espaldas mojadas en nuestra frontera del norte igual que en la frontera
del sur, los problemas de jóvenes Testig@s de Jehová en escuelas, la entrada
selectiva en restaurantes, clubes y discotecas.

Todas estas discriminaciones son difíciles de superar. ‘A mucha gente le cuesta


entender que ser diferentes en algunas cosas no nos hace diferentes en todas las
demás; especialmente no nos hace diferentes en nuestras necesidades,
sentimientos y aspiraciones como personas. Tod@s queremos vivir
adecuadamente, sentirnos libres y respetad@s, ser felices... ¡Pero es tan
frecuente que una diferencia particular se exagere hasta ocultar lo que nos es
común!” 17

Tipos de discriminación

Las categorías particulares que más frecuentemente son motivo de discriminación


incluyen las siguientes: origen étnico, raza, y color de piel (racismo), cuestión de
género y sexo (sexismo, machismo), orientación sexual (homofobia), nacionalidad
(en sentido sociológico y no jurídico), lengua y cultura (xenofobia), religión
(fundamentalismos exacerbados), opinión política o de otro carácter, origen social,
propiedad, nacimiento, casta, status social, posición socioeconómica (elitismo).
Algunos grupos minoritarios son especialmente vulnerables: refugiad@s,
indígenas, trabajadora/es migratori@s, pres@s y delincuentes, personas no

16
Ib. p.43. Desde aquí utilizamos la palabra ‘discriminación’ en su significado negativo.
17
Montes Sosa, Gabriel & Sabugal Torres, Tania (eds), o.c. , p.123.

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ciudadanas, etc. Afectan también la edad (niñ@s, jóvenes o ancian@s), las ideas
y opiniones políticas, la capacidad física y mental (sordomud@s, cieg@s,
inválid@s, enferm@s mentales), alguna enfermedad (SIDA, epilepsia, lepra)

Para Natan Lerner son tres los grupos humanos más discriminados: 1) grupos
étnicos o raciales, incluidos los grupos basados en el color, la ascendencia o linaje
y los grupos nacionales ; 2) grupos religiosos, difíciles a veces de definir, y 3)
grupos culturales o lingüísticos y define grupos como ‘entidades colectivas que
existen como unidades y no como suma de individuos, (...) es necesario que exista
un sentido de pertenencia conjunta, un sentido de nosotr@s/ell@s, un sentido de
solidaridad con respecto a l@s de afuera, un sentido de herencia común y de
destino común, distintos de la herencia y destino de otr@s”. 18 Sorprende que no
menciona a las mujeres, tal vez porque pocas veces llegan a sentirse ‘grupo’ (ver
capítulo 3).

Los actos discriminatorios en contra de estos grupos son por lo general actos
deliberados que obedecen fines e intereses muy concretos, escondidos detrás de
una retórica de superioridad religiosa, técnica, la necesidad de ‘civilizar a l@s
bárbar@s’, de defender la libertad, la limpieza étnica o de proteger la identidad y
existencia del propio pueblo, con un saldo de atropellos y violaciones muy graves.
El etnocidio en Ruanda y las guerras en la ex-Yugoslavia son ejemplos extremos
del mecanismo que ‘se emplea para disfrazar los verdaderos intereses de quienes
gozan de algún privilegio económico, social, político o familiar que se resisten a
perder o compartir.’ 19

2.6. La discriminación de cada día

Existe una discriminación que no es consciente. Involuntariamente aprendimos e


interiorizamos actitudes y conductas en el medio en el que crecimos: la familia, la
escuela y el círculo social. No nos llevan a justificar genocidios o violaciones
extremas pero si generan formas sutiles y disimuladas de discriminación que
brotan en nuestras palabras y acciones como algo ‘natural’ pero no por ello
inofensivo.

2.6.1. Los prejuicios y estereotipos

Heredamos y creamos muchos prejuicios y estereotipos ‘por lo general


sobrecargados de tonos negativos, precisamente en aquello que se opone a
nuestra manera de ser o a lo que creemos nuestra manera de ser” 20

El prejuicio es una opinión emitida previamente, sin conocimiento o información


suficientes para verter un juicio razonado y fundado. Es muchas veces una

18
Lerner, Natán, o.c. , p. 53.
19
Montes Sosa, Gabriel & Sabugal Torres, Tania (eds), o.c. , p.124.
20
Latapí, Pablo; ¿Educación para la Tolerancia?. Equívocos, requisitos y posibilidades” en
Gaceta Nº 100, Comisión Nacional de Derechos Humanos, México, 1998, p. 23.

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repetición irreflexiva de juicios e ideas que hemos escuchado antes y que a fuerza
de repetirse acaban por ser aceptados y tenidos como verdaderos.

Un estereotipo es ‘un conjunto de rasgos que supuestamente caracterizan a un


grupo, en su aspecto físico y mental y en su comportamiento. Este conjunto se
aparta de la realidad restringiéndola, mutilándola y deformándola.’ 21 Se pasa por
un doble proceso, simplificar la realidad (seleccionando uno o más rasgos y
elementos e ignorando el resto) y generalizar (esos rasgos simplificados son
asignados automáticamente a todas las personas que los comparten o conforman
un grupo): ‘las personas negras son violentas’, ‘l@s mexican@s son floj@s’, ‘las
mujeres son débiles y sentimentales’, ‘l@s niñ@s no entienden’, ‘l@s argentin@s
son sangrona/es y creíd@s’. La línea divisoria entre el primer paso y el segundo
es muy frágil y apenas perceptible.

También existen estereotipos afirmativos que resaltan rasgos positivos y


constructivos: ‘l@s costeñ@s son alegres’, ‘l@s yucatec@s son amables’, ‘la
gente mayor es atenta’, ‘los niñ@s pequeñ@s son tiern@s’.

El que un estereotipo sea negativo o afirmativo depende del cristal con el que
miramos el mundo. Si el punto de vista cambia el estereotipo se transforma en su
contrario, utilizando el mismo rasgo o cualidad: por ejemplo si antes consideramos
las empresas japonesas productivas y creativas para relacionarse con su
personal, ahora decidimos que son explotadoras y que se meten con la vida diaria
de sus asalariad@s.

Positivos o negativos, los estereotipos reducen, empobrecen y distorsionan la


realidad. El estereotipo se presenta como una descripción, cuando en realidad
enfrasca a personas o grupos en esquemas rígidos y preconstruidos. Olvida los
matices y las variantes individuales.

2.6.2. Lenguaje

Los prejuicios y los estereotipos son construidos, transmitidos y reforzados de


manera importante a través del lenguaje, de una forma sutil y no consciente.
Aprendemos un sin número de frases y expresiones cotidianas que moldean,
influyen y fortalecen ideas, actitudes y valores.

Lenguaje sexista

Mucha gente dice ‘el hombre’ o ‘los hombres’ cuando se refiere al ser humano, a
la humanidad integrada por mujeres y varones. Ante un público mixto se habla
casi siempre en términos masculinos ‘todos ustedes’ e incluso suele hacerse
cuando todas las personas asistentes son mujeres. Es común que una mujer al
referirse a su propia persona diga ‘como a uno le sucede’.

21
Montes Sosa, Gabriel & Sabugal Torres, Tania (eds), o.c. , p.126.

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El lenguaje

En la época victoriana, no se podían mencionar los pantalones en presencia de


una señorita. Hoy por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la
opinión pública:

el capitalismo luce el nombre artístico de economía de mercado,


el imperialismo se llama globalización,
las víctimas del imperialismo se llaman países en vías de desarrollo, que es como
llamar niñ@s a l@s enan@s,
el oportunismo se llama pragmatismo,
la traición se llama realismo,
l@s pobres se llaman carentes o personas de escasos recursos,
la expulsión de l@s niñ@s pobres por el sistema educativo se conoce bajo el
nombre de deserción escolar,
el derecho del(a) patrón(a) a despedir al(a) obrer@ sin indemnización ni
explicación se llama flexibilización del mercado laboral,
el lenguaje oficial reconoce los derechos de las mujeres, entre los derechos de las
minorías, como si la mitad masculina de la humanidad fuera la mayoría,
cuando l@s ladrona/es son de buena familia, no son ladrona/es, sino
cleptóman@s,
el saqueo de los fondos públicos por l@s polític@s corrupt@s responde al nombre
de enriquecimiento ilícito,
nunca se dice muerte, sino desaparición física,
tampoco son muertos los seres humanos aniquilados en las operaciones militares:
los muertos en batalla son bajas, y l@s civiles que se la ligan sin comerla ni
beberla, son daños colaterales,
en 1995, cuando las explosiones nucleares de Francia en el Pacífico sur, el
embajador francés en Nueva Zelanda declaró: ‘No me gusta esa palabra bomba.
No son bombas. Son artefactos que explotan’,
se llaman Convivir algunas de las bandas que asesinan gente en Colombia, a la
sombra de la protección militar,
Dignidad era el nombre de uno de los campos de concentración de la dictadura
chilena y Libertad la mayor cárcel de la dictadura uruguaya,
se llama Paz y justicia el grupo paramilitar que, en 1997, acribilló por la espalda a
cuarenta y cinco campesin@s, casi tod@s mujeres y niñ@s, mientras rezaban en
una iglesia del pueblo de Acteal, en Chiapas. 22

Desde pequeñ@s aprendemos a eliminar al sexo femenino. Personas adultas se


refieren a l@s menores diciendo los niños. Algún chiquillo o chiquilla tal vez se
preguntara ‘¿y las niñas?’, pero con el paso del tiempo la pregunta va
desapareciendo dando por entendido que el ‘niños’ es ‘niños y niñas’. Además l@s
pequeñ@s van aprendiendo cuando este ‘niños’ incluye a las niñas y cuando no.
22
Galeano, Eduardo, o.c. , p. 42-43.

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En ‘todos los niños deben venir disfrazados’ deben entender que se refiere a
ambos sexos, pero si se invita a los niños a jugar fútbol, van sólo los varones.

Lenguaje racista

El lenguaje discrimina también a las personas negras, indígenas, discapacitadas,


a la infancia y a la vejez. Una lista interminable de expresiones da cuenta de ello:
‘hoy trabajé como negro’, ‘es negra mi suerte’, ‘parece indio’, ‘eres un mongol’ (en
referencia a un deficiente mental), ‘!compórtate¡, no seas niño’, ‘ya estás
chocheando (de chocho -viejo-)’.

Sobre todo los chistes refuerzan estereotipos, prejuicios y desigualdades: chistes


contra l@s negr@s, l@s indígenas, los homosexuales, las mujeres, l@s
alcohólic@s, las prostitutas, l@s español@s, l@s argentin@s, sólo por citar
algunos ejemplos.

El uso frecuente de este tipo de expresiones desde la infancia transforma el


pensamiento. Si queremos equilibrar con hechos la balanza de las relaciones
humanas, debemos empezar por desterrar aquellas frases que refuerzan la
desigualdad, el maltrato y la discriminación.

El poder de la palabra

Frases como ‘haz patria mata a un chilango’ no son del todo inocentes. Dan lugar
a chistes, pintas, calcomanías... pero también pueden originar agresiones físicas.
Nuestras palabras, artículos periodísticos, opiniones divulgadas a través del radio
o la televisión, pueden provocar fuertes reacciones. En México se recuerda cada
año la fuerza simbólica del ‘grito de Dolores’. La lucha de independencia de
Bélgica, en 1830 empezó con una obra de teatro ‘el mudo de Pórtico’. Un discurso
incendiario puede incitar al odio, a actos de linchamiento público, a exclusiones
sociales, intimidaciones y persecuciones. Palabras pueden construir puentes.

El lenguaje es un termómetro que nos permite ver y medir la discriminación como


un fenómeno presente en nuestra vida cotidiana y nuestras sociedades, no
exclusivo del pasado. (casi escribi ‘un pasado negro’).

2.7. La invisibilidad del ‘otro’

Probablemente queda muy poca gente, hoy en día, que cree sinceramente en las
teorías clásicas del racismo europeo, revitalizadas por el fascismo en Italia y el
nazismo en Alemania, que predican que la gente de color (el Untermensch o
infrahumano, en palabras de Nietzsche) compartiría en menor grado la humanidad
alcanzada en pleno por la ‘raza superior blanca’(el Übermensch o suprahumano)
23
. La UNESCO quita cualquier duda sobre el fondo científico de esta clase de

23
La fascinación actual por los partidos racistas en Europa (Haider en Austria, Le Pen en Francia,
33% de los votos en Amberes, Bélgica, en octubre de 2000) se explica más bien por las

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Derechos civiles y políticos

especulaciones. Ya no se puede negar que la raza humana es una sola.

Sin embargo, existe otro tipo de intolerancia y racismo encubiertos que nacen con
el Estado centralista. En el afán de unificar a la nación se empieza a combatir la
existencia de diferencias que cuestionan esta misma empresa. La expulsión de
l@s judí@s de España y de los jesuitas de América Latina, la persecución a l@s
calvinistas y l@s hugonotes en Francia, los pogroms con regularidad del reloj en la
Rusia de los zares son expresiones brutales de esta inspiración nacionalista y
centralista, fortalecida por argumentos económicos.

Los Estados modernos sobreviven, los métodos cambian. El proyecto de la


modernización ha cambiado la horca por la televisión, la guillotina por el mercado
(supuestamente) libre y los mercenarios por un sistema financiero y banquero
internacional. Un solo modelo del ser humano moderno se impone más y más y
amenaza con invisibilizar a todas las minorías que no corresponden al prototipo.
Por primera vez en la historia, una docena de empresas son capaces de moldear
la fantasía e imaginación de toda una generación de niñas y niños de cualquier
rincón del mundo y lo están haciendo con el empleo de recursos sin precedente.
Hoy se oyen las carcajadas idiotas de una versión laica de San Nicolás (Santa
Claus) en Shangai y Dar es Salaam por igual. La increíble movilización de 70
millones de creyentes quienes se bañan en Allahabad, donde se juntan los ríos
Ganges y Yamuna con el río mítico Saraswati, durante el Kumbh Mela, un festival
religiosa de 43 días que se festeja cada doce años, con un climax el 24 enero de
2001 con 25 millones de personas, por ser el momento más sagrado en 144 años,
ocupa menos espacio en los noticieros que el super bowl en Estados Unidos.

Esta homogeneización se refleja, por ejemplo, en una expresión cultural primaria:


el idioma. Según un estudio del Massachussets Institute of Technology (MIT) en la
próxima generación desaparecerá la mitad de los seis mil idiomas que
actualmente se hablan en el planeta. Tres mil lenguas están marcadas para morir,
porque ya ningún(a) niñ@ las habla. Con cada idioma, motor de un pensamiento
típico, se muere un tesoro de conocimientos prácticos y opiniones religiosas,
filosóficas y políticas. 24

El otro no tiene lugar en la sociedad moderna, no aparece en los libros de texto,


no se escucha en los programas de moda en primetime, el horario de mayor
cobertura. No conocemos su historia, no entendemos su idioma, nos
sorprendemos y escandalizamos ante sus costumbres y normalmente no nos
conocemos personalmente. La sociedad digitalizada y masificada busca un
residuo cultural común para sus millones de clientes. Las diferencias incomodan.

soluciones simplistas (y de mano dura) que proponen a problemas como el desempleo y la


criminalidad.
24
Fabig, Heike & Verheyen, Luc, Inheemsen. In de vuurlijn van de ontwikkeling. En De Wereld
Morgen, Maandblad voor Internationale Verstandhouding en Ontwikkelingssamenwerking,
Bruselas, NCOS, 1993 (29), 5, pp. 3-7.

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Derechos civiles y políticos

La invisibilidad se aplica a ‘todo grupo que no pertenece al grupo dominante’ 25


aunque sea mayoría de la población (mujeres, indígenas, discapacitad@s,
homosexuales, musulmana/es, etc.) y se ejerce básicamente a través del
mecanismo de la fragmentación del otro. Para invisibilizar se hace visible lo
negativo, lo ‘raro y extraño’ de aquella persona o grupo y se omite lo positivo, lo
que nos es común como seres humanos, así como su cultura, su historia
personal y sus formas de vivir.

En casos extremos se crea toda una imagen de ‘enemigo’ como no-humano, como
monstruo, para justificar su aniquilación. 26 La despersonalización es el último paso
de la invisibilidad. Los campamientos de concentración tienen a las víctimas
desnudas, con hambre al borde de la muerte, en alojamientos infrahumanos, para
que se parezcan animales. Así es más fácil tratarlas como animales. No es nada
casual que lo primero que se quita es el nombre y todos los objetos personales.
Quedan números y uniformes.

2.8. Tolerancia e intolerancia

‘Tolerar’ significa ‘sufrir, llevar con paciencia, permitir algo que no se tiene por lícito
sin aprobarlo; resistir, soportar’, y ‘tolerancia’ es ‘respeto y consideración a las
opiniones o prácticas de l@s demás aunque repugnen las nuestras’. Pensar en la
tolerancia reducida al hecho de “soportar”, de aguantar a l@s otr@s como una
mera concesión para mantener la tranquilidad, resulta muy mediocre. Hoy
consideramos el aprecio hacia diferencias como una virtud. No siempre fue así.
¿Cuáles son las raíces del concepto moderno de tolerancia?

No se puede entender el auge económico y cultural de España bajo Alfonso X, el


Sabio, quien otorga en 1254 su cédula a la universidad de Salamanca donde crea
la primera biblioteca con un bibliotecario pagado por el gobierno, sin el trato
respetuoso a todos los ‘pueblos del libro’ (la Biblia, el Corán y el Talmud) 27 . A
pesar de la persecución de ‘herejías’ cristianas en toda Europa, l@s monarcas
católic@s toleran a l@s judi@s como los banqueros de la Edad Media. 28

Esta incipiente actitud de tolerancia religiosa cambia drásticamente en la época


moderna que inicia con la expulsión de l@s judí@s de España, la imposición del
catolicismo en las tierras conquistadas y la enorme fuerza de la Inquisición desde
25
Magendzo Kolestrein, Abraham, La invisibilidad del otro y la educación en derechos
humanos. en Ensayos para la reconciliación. Derechos Humanos: Fundamento de la
convivencia, Santiago de Chile (copias entregados por el autor), p.14 - 17.
26
Un caso tristemente celebre constituye la división maniqueista del mundo en ‘terroristas’ y
‘luchadores del mundo libre y de la democracia’ que impone George W. Bush desde el 11 de
septiembre del 2001, y que ‘justifica’ un ataque a los talibanes (lee ‘todo el pueblo de
Afganistán’) o a cualquier integrante del ‘eje del mal’ (Irak, Sudan, Corea del Norte, Cuba o
quien se deja o se queja).
27
Fuentes, Carlos, El espejo enterrado. Fondo de Cultura Económica, México, 1992, Colección
Tierra Firme, p. 79.
28
Kamen, Henry, Nacimiento y desarrollo de la tolerancia en la Europa moderna, Madrid, Alianza
Editorial, col. El Libro de Bolsillo, núm. 1247, 253 p.. Extracto en Informateca CD.

57
Derechos civiles y políticos

1492. La intolerancia recrudece con las sangrientas disputas religiosas y políticas


entre protestantes (luteran@s, anglican@s, calvinistas, etc) y católic@s. Hay una
excepción: Holanda, la primera república de las letras en el siglo XVII está a la
cabeza del mundo liberal. Es la única nación europea donde progresan en libertad
la escritura y la publicación y donde dos exiliados elaboran las defensas de la
tolerancia más importantes del siglo: el inglés John Locke y el francés Pierre
Bayle.

La creciente rivalidad comercial entre Inglaterra y Holanda lleva a Cromwell .con


mucho provecho económico- a copiar la política holandesa respecto al pueblo
judío. La expansión del capitalismo comercial, sobre todo en las principales
potencias marítimas de Europa, Holanda e Inglaterra, es sin duda un factor
decisivo para acabar con las restricciones religiosas. El comercio suele ser un
argumento de más peso que la religión.

Mientras sigue la encarnizada persecución de protestantes en Francia (después


de la revocación del tolerante edicto de Nantes en 1685), el filósofo Leibniz, desde
Hanover, promueve la unión de las Iglesias basada en la caridad. Locke tiene más
influencia. En su ‘Carta sobre la tolerancia’ desarrolla dos argumentos contra la
intolerancia: 1) la persecución ha sido siempre ineficaz, ya que nunca ha
conseguido el acuerdo o la unidad; 2) nuestra certidumbre en cuestiones religiosas
es limitada y que nuestro conocimiento de la verdad nunca es lo bastante
completo para autorizarnos a decir que nosotr@s tenemos la razón y l@s demás
están equivocad@s. Reconoce algunas excepciones como por ejemplo: ‘No deben
ser tolerados los que niegan la existencia de Dios’, sin embargo Locke llega a ser
reconocido como el filósofo de la libertad religiosa. 29

Pierre Bayle, calvinista, va más lejos en su lucha por la plena libertad de


pensamiento y religión y sienta las bases para que consideremos la intolerancia
algo erróneo, ética y moralmente. Bayle es escéptico: no es posible alcanzar la
certeza y la verdad absolutas. Si la verdad fuera evidente, todas las personas la
acogerían como tal: pero no es así. No tenemos la obligación de aceptar las
opiniones sin crítica y debemos de considerar a las personas para quienes la
falsedad toma la apariencia de la verdad: ‘La conciencia que está en el error tiene
los mismos derechos que la que no lo está’. Todas las religiones tienen un
"derecho inalienable" a la libertad porque ‘la conciencia es para cada hombre la
voz de la ley de Dios, reconocida y aceptada como tal por el que la posee; de
modo que violarla supone violar la ley de Dios’. Por encima de la conciencia, el
criterio fundamental en favor de la tolerancia es ‘la razón que se expone por medio
de los postulados de la luz natural o de la metafísica’. La razón debe ocupar el
puesto de la religión en la sociedad. 30

La Ilustración fortalece estas ideas que llevan a la separación entre el estado y


la(s) iglesias. La Iglesia Católica tarda mucho en aceptar la tolerancia como valor

29
Ib.
30
Citado en Kamen, Henry, o.c.

58
Derechos civiles y políticos

básico. Todavía en 1870 se produce un conflicto profundo entre católicos liberales


(por lo general, ingleses, holandeses y alemanes) y conservadores (generalmente
latinos), con motivo de la proclamación del dogma de la infalibilidad papal. La
encíclica del papa Juan XXIII Pacem in Terris (1963) y las resoluciones del
Concilio Vaticano II constituyen toda una revolución: ‘también está entre los
derechos del hombre el dar culto a Dios, de acuerdo con los legítimos dictados de
su propia conciencia, y el de profesar su religión tanto en privado como en público’
y ‘Este Concilio Vaticano declara que toda persona tiene derecho a la libertad
religiosa... Declara además, que el derecho a la libertad religiosa está
fundamentado en la dignidad misma de la persona humana, tal como se conoce
por la palabra recibida de Dios y de la propia razón.’ 31

Hoy el concepto de tolerancia se considera un pilar ético de la democracia,


profundamente enlazado a la igualdad fundamental de tod@s, al diálogo, a la
disidencia, al pluralismo, a la justicia distributiva y al principio de la libertad de todo
ciudadano y se refiere a una convivencia fundada en el respeto a l@s demás y a
sus derechos.

2.9. Hacia una convivencia solidaria, por un mundo de cercanías

La intolerancia y la resistencia al cambio tienen probablemente raíces similares


que se componen de los llamados miedos básicos: el miedo a la pérdida de las
estructuras existentes a las que estamos acostumbrad@s y el miedo al ataque de
la nueva situación 32 que tienen que ver con la búsqueda de seguridad y la
necesidad de afirmación. El intento de profilar y defender lo propio contra lo ajeno
tiende a absolutizar las propias verdades y negar el valor de lo diferente. Esto
puede llevar al fanatismo u otros extremos, generando un sentido de superioridad
para tapar el miedo y la falta de seguridad y autoestima.

Existe así una tensión entre la legítima y constructiva necesidad de afirmarnos y la


ilegítima y destructiva convicción de la superioridad a l@s demás. Para no cruzar
esta frontera podemos profundizar nuestros propios valores, nuestra propia cultura
con orgullo, con seguridad y afirmación y recibir con gozo la diversidad de
opciones, opiniones y expresiones desde otros puntos de vista.

El dicho ‘igualdad para vivir, diversidad para convivir’, no implica la pérdida de


valores y verdades. La confrontación con otros marcos de referencia nos enseña a
distinguir entre opiniones personales y triviales, valores culturales y valores
fundamentales e irrenunciables y nos obliga a buscar un código ético de conducta
que no se basa en el miedo al castigo y al ‘qué dirán’ (heteronomía), sino en el
valor intrínseca de mis valores (autonomía). En sociedad ya no se trata de
imponer algún credo, sino de buscar una convivencia civilizada que busca respetar
las necesidades básicas (derechos humanos) de cada quien.

31
Citado en Kamen, Henry, o.c.
32
Zarzur Charur, Carlos, Grupos de aprendizaje. México, Nueva Imagen, 1988, p. 88.

59
Derechos civiles y políticos

Pensar en esta convivencia solidaria resulta emocionante pero requiere de pasos


concretos para lograrse.

1) Trabajar el conocimiento de otras personas, diferentes culturas y religiones,


fortalecer el autoestima y la afirmación propia, construir la confianza basada en
reciprocidad y responsabilidad.
2) Descubrir y desmantelar nuestros prejuicios y estereotipos.
3) Enfrentar a lo diferente con la comunicación efectiva y crear las condiciones
mínimas para el diálogo, fortaleciendo mecanismos de escucha y empatía,
trabajando la toma de decisiones democráticas, estimulando la libre expresión
del desacuerdo en términos socialmente aceptables.
4) Intentar construir algo junt@s, disfrutar de los logros y avances que integran
elementos míos y tuyos.
5) Abrirnos a una actitud solidaria con el(la) otr@, lo que implica hacer mías sus
necesidades y colaborar con él o ella en satisfacerlas.
6) La resolución noviolenta de los conflictos que enriquecen el camino.

‘En esta actitud de apertura, el fenómeno de la invisibilidad del otro es un


imposible dado que el otro es un ‘texto’, una obra abierta, que debo interpretar
desde la acción del otro, no desde la mía. El otro es una significación
indeterminada, imprevista, inacabada e inagotable’. 33 Este encuentro es la clave
que nos lleva al reconocimiento y respeto de toda persona.

El camino hacia la casa del amigo que no se recorre con frecuencia se llena de
maleza. Eliminemos las malezas de los prejuicios, de las discriminaciones y
desigualdades, que nos alejan y separan de l@s demás, como una exigencia para
transitar hacia una convivencia solidaria basada en la igualdad y en el aprecio a
las diferencias.

33
Magendzo Kolestrein, Abraham; o c. , p. 20.

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