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Id Cendoj: 37274370012010100376
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Salamanca
Sección: 1
Nº de Recurso: 122/2010
Nº de Resolución: 305/2010
Procedimiento: CIVIL
Ponente: JESUS PEREZ SERNA
Tipo de Resolución: Sentencia

Resumen:
IMPUGNACION ACUERDOS SOCIALES

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 1SALAMANCASENTENCIA: 00305/2010

Sentencia Número: 305/2010

Ilmo. Sr. Presidente

D. ILDEFONSO GARCÍA DEL POZO

Ilmos Sres. Magistrados

D. JESÚS PÉREZ SERNA

D. JOSÉ ANTONIO VEGA BRAVO

En Salamanca, a trece de Julio de dos mil diez.

La Audiencia Provincial de Salamanca, ha visto en grado de apelación el Juicio Ordinario Nº


1371/2008 del Juzgado de Primera Instancia Nº 4 de Salamanca, Rollo de Sala Nº 122/2010, han sido
partes en este recurso: como demandante-apelado DON Marco Antonio representado por el Procurador Don
José Julio Cortés González, bajo la dirección del Letrado Don José Miguel Aguadero Vázquez. Y como
demandada-apelante PÍRIZ MINERA Y DE TRANSPORTE, S.L., representado por la Procuradora Doña
Teresa Fernández de la Mela Muñoz bajo la dirección del Letrado Don José Arostegui Moreno. Habiendo
versado sobre: nulidad de acuerdos sociales.

ANTECEDENTES DE HECHO

1º.- El día tres de Diciembre de dos mil nueve por el Ilmo. Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de 1ª
Instancia Nº 4 de Salamanca se dictó sentencia que contiene el siguiente FALLO: "Que debo estimar y
estimo la demanda interpuesta por Procurador D. JOSE JULIO CORTÉS GONZÁLEZ, en nombre y
representación de D. Marco Antonio , formulada contra la mercantil "PIRIZ MINERA Y DE TRANSPORTE
S.L.", y en consecuencia, debo declarar y declaro la nulidad de la junta general de la mercantil Piriz Minera y
de Transportes S.L, de fecha 30 de Junio de 2008 así como la de los acuerdos adoptados en la misma,
ordenando la cancelación de cuantos asientos registrales se hayan practicado a consecuencia de los
acuerdos impugnados; así mismo condeno a la demandada al pago de las costas causadas por este
procedimiento."

2º.- Contra referida sentencia se interpuso recurso de apelación por la representación jurídica de la
parte demandada haciendo las alegaciones que estimó oportunas en defensa de sus pretensiones, para
terminar suplicando se revoque la sentencia de instancia con expresa imposición de las costas en segunda
instancia en caso de oposición a la misma por temeridad; dado traslado de la interposición del recurso a la
parte contraria, por su legal representación, se presentó escrito de oposición al mismo, haciendo las
alegaciones que estimó oportunas en defensa de sus pretensiones, para terminar suplicando que se dicte
sentencia confirmando la del juzgado de instancia y todo ello con condena en costa a la parte apelante.

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3º.- Recibidos los autos en esta Audiencia se formó el oportuno rollo, señalándose para la votación y
fallo del recurso el día trece de Mayo de dos mil diez y pasando los autos al Ilmo. Sr. Magistrado Ponente
para dictar sentencia.

4º.- Observadas las formalidades legales.

Vistos, siendo Ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. JESÚS PÉREZ SERNA.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS

PRIMERO.- La sentencia dictada en la instancia, ante la pretensión instada en la demanda


interpuesta por Don Marco Antonio contra la mercantil Píriz Minera y de Transporte S.L., acuerda estimar la
solicitud actora, declarando, en consecuencia, la nulidad de la junta general de la entidad demandada de
fecha treinta de Junio de 2008, así como la de los acuerdos adoptados en la misma, ordenando la
cancelación de cuantos asientos registrales se hubieren practicado de resultas de los mismos. Justifica su
decisión el juez "a quo" en lo dispuesto en el artículo 55 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad
Limitada , respecto a la ineficacia de los acuerdos si no constan en acta notarial, cuando hubieren solicitado
su presencia socios que representen, al menos, el cinco por ciento del capital, tal cual es el caso.

Frente al pronunciamiento antedicho, se alza, vía recurso de apelación, la representación procesal de


la sociedad demandada, solicitando la revocación de la sentencia dictada en la primera instancia, y el
dictado de otra acorde con sus intereses. Alega, a tal fin, una serie de motivos que explicita en la página
tres de su recurso, tras poner de manifiesto la falta de respuesta, en la sentencia recurrida, a ciertos puntos
o cuestiones litigiosas que fueron planteados por su parte en el momento de la audiencia previa.

Procede, pues, el análisis de cada uno de los motivos de recurso, siguiendo para ello el orden de su
formulación.

SEGUNDO.- Titula el primero de ellos, "Vulneración del artículo 218 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
. Sobre la exhaustividad y congruencia de las sentencias." A través del mismo, se plantea si la presencia del
socio requirente de la presencia notarial, representado por letrado, en la junta impugnada, y en la que no
hizo objeción alguna a la continuación de la misma dada la falta de fedatario, atribuye a dicho socio
legitimación para su impugnación en demanda. Del mismo modo, y también bajo la alegación de
exhaustividad, alude a la calificación o no de acuerdos de los puntos que figuraban en el orden del día de la
Junta de treinta de Junio de 2008, a si procede o no la impugnación de acuerdos sociales de dicha junta
al haber sido dejados sin efecto por otra junta, y a si el hecho de la presencia del actor en la junta,
participando y votando, purifica de cualquier vicio la celebración de la junta impugnada.

A) El tratamiento sistemático de tales puntos, requiere examinar, en primer lugar, el relativo a la


tratabilidad o no de la impugnación de la Junta y de los acuerdos adoptados en la misma, al haber sido
éstos dejados sin efecto por nueva Junta celebrada en Marzo de 2009.

Al respecto, una vez analizadas las circunstancias concurrentes en el caso, así como la actitud
procesal de una y otra parte, no cabe otro pronunciamiento sino el afirmativo, en línea de que sí es posible
la impugnación no obstante el contenido de la junta celebrada en Marzo de 2009. La existencia de la
demanda supone una ruptura; se pasa de una relación jurídica material privada en conflicto, mantenida sólo
entre particulares, al planteamiento de un litigio ante un órgano jurisdiccional; esa ruptura se define con la
palabra litispendencia y se produce la misma, ex. artículo 410 de la Ley de Enjuiciamiento Civil , desde la
interposición de la demanda, si después es admitida. Entre sus efectos esenciales, se encuentra el deber
que surge para el órgano jurisdiccional de continuar el proceso hasta el final y dictar la sentencia de fondo,
si bien ésta condicionada a la concurrencia de los presupuestos procesales; y respecto de las partes, la
litispendencia conlleva la asunción por las mismas de las expectativas, cargas y obligaciones que están
legalmente vinculadas a la existencia del proceso.

En el supuesto contemplado, lo cierto es que se presenta la demanda en diecinueve de Diciembre de


2008 (hubo Diligencias Preliminares en orden a conseguir copia fidedigna del acta de la Junta que se
impugna), y que se admite a trámite la misma, siendo sólo tras el emplazamiento a la demandada cuando
ésta, a través de los administradores, convoca Junta incluyendo en el orden del día un acuerdo de
revocación de los acuerdos adoptados en la Junta de treinta de Junio de 2008; pero ello no es todo, no
obstante lo anterior, la parte demandada solicitó la desestimación de la demanda, por estrictas razones de
fondo, y que se impusieran las costas a la actora, dada la temeridad de ésta, sin aludir para nada a la
terminación del procedimiento por satisfacción extraprocesal, y sin tener en cuenta que la revocación debía

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serlo incondicionada y sin incluir en el acuerdo consideraciones ajenas, que además han sido aducidas en
el procedimiento.

B) En lo que atañe a la calificación de los puntos que figuran en el orden del día de la Junta de treinta
de Junio de 2009, el examen tanto del documento número cuatro como del número siete de los aportados
con la demanda, despeja cualquier duda sobre el particular; no solamente no se alude para nada al carácter
de "informativos" que pretende ahora darle la parte, sino que, por contra, todos, salvo el segundo punto,
fueron sometidos a votación bajo el término "acuerdos". A ello se debe unirse el tenor y significado de los
mismos en cuanto marcan pautas de actuación de futuro.

C) Los demás aspectos que incluye la recurrente dentro del motivo, como no tratados en la instancia,
-presencia del socio requirente en la junta que ahora se impugna; purificación de cualquier vicio de
celebración de la junta, en función de dicha presencia-, están expresamente supeditados a la consideración
que la forma notarial tiene en las Sociedades de responsabilidad limitada, y por tanto, al mantenimiento o no
de las tesis sentada en la sentencia de instancia acerca de que en tal tipo de sociedad estamos, en el caso
del artículo 55.1 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada , ante un requisito "ad
solemnitatem", cuyo incumplimiento conlleva la nulidad radical de los acuerdos adoptados por la Junta.

En este sentido, y al respecto de si estamos ante una nulidad o una anulabilidad por la ausencia de la
forma notarial solicitada (hecho sobre el que no hay en el caso duda alguna así como sobre el cumplimiento
por el socio de los requisitos para su petición), se diferencian en la doctrina dos posturas diversas, con la
consiguiente variabilidad de las consecuencias de ello derivadas.

Así, y siguiendo a Nicolas , tenemos la que se podría catalogar como postura minoritaria que parte de
la premisa de que el tenor literal del artículo 55.1 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada ,
habla de "ineficacia", y no de "nulidad", se destaca cómo la presencia del notario no puede ser considerada
un requisito ad solemnitatem, sino un mandato que afecta a la prueba de lo acordado, por lo que no
contraviniendo un mandato de fondo (sustantivo), ni afectar a la esencia de los derechos de los accionistas,
que no se ven imposibilitados de acudir a la junta ni de ejercer sus derechos económicos o políticos, debe
entenderse que nos encontramos ante una formalidad exigible, pero que no afecta al orden público, al ser
realizada a instancia de parte, por lo que en cuanto renunciable su ejercicio debe entenderse facultativa su
ineficacia, y por lo tanto, a lo sumo, anulable el acuerdo que indirectamente se viera afectado.
Estrictamente, en el ámbito de las sociedades anónimas, artículo 114 de la Ley de Sociedades Anónimas ,
es doctrina casi unánime la que se inclina por la validez de los acuerdos adoptados en la junta general sin la
intervención notarial. En cambio, para el sector mayoritario de la doctrina, la cuestión es bien distinta: el
sometimiento de los socios a los acuerdos de la junta general y la fuerza vinculante del acta queda
condicionada a que realmente ésta haya sido levantada por Notario requerido a tal efecto por la sociedad.
En esta línea se han pronunciado, entre otros, los profesores Agustín y Casiano , para quienes puede
hablarse de un auténtico salto cualitativo en materia de documentación de acuerdos sociales, pues puede
hablarse de un determinado tipo de acta de la junta, como requisito ad solemnitatem. Esta tesis se ve
apoyada por la doctrina emanada de las Audiencias, y así, como dice la resolución recurrida, la Sentencia
de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valladolid, de veintiocho de Febrero de 2000 , concluye,
en base al artículo 55 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada , que cuando los socios
hubiesen solicitado de los administradores que requieran la presencia del Notario para que levanten acta de
la Junta general, cumpliendo lógicamente las condiciones legalmente previstas (que concurrían en el caso),
los acuerdos sólo serán eficaces si constan en acta notarial; o la resolución de la Audiencia Provincial de
Asturias, Sección Cuarta, de siete de Diciembre de 1999 , que consideró que el artículo 55 de la Ley de
Sociedades de Responsabilidad Limitada , contiene una previsión específica que no se contiene en el
artículo 114 de la Ley de Sociedades Anónimas , que atribuye consecuencias distintas a la falta de
intervención notarial en la Junta. Esta distinción, respecto a lo que sucede en las sociedades anónimas, se
basa en la naturaleza propia de las sociedades de responsabilidad limitada, con marcados caracteres
personalistas y en la protección más eficaz de la minoría, tal y como se recoge en la exposición de motivos
de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada.

De esta forma, para el caso de las sociedades de responsabilidad limitada, el citado artículo 55.1 ,
condiciona la eficacia de los acuerdos a su constancia, en acta notarial, teniendo, por tanto, la misma,
carácter ad solemnitatem, y conllevando su incumplimiento la nulidad radical de los acuerdos adoptados por
la Junta.

Si ello es así, -nulidad implica a estos efectos inexistencia-, la presencia del socio requirente de
Notario, en la junta, ni le resta legitimación a la hora de impugnar la misma, ni produce consecuencias
sanatorias algunas.

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Consecuentemente, procede mantener la tesis de la sentencia de instancia, en orden a la nulidad de


la junta y de los acuerdos adoptados en la misma, lo que, a su vez, supone desestimar los aspectos
aludidos antes, en cuanto motivos del recurso dirigidos a obtener la convalidación de la junta.

Y con ello deviene improsperable el motivo en su conjunto; ni existe falta de exhaustividad en la


resolución de instancia, desde el momento en que concluye en torno a la nulidad radical de la junta por falta
de notario que levantara acta, ni tampoco incongruencia de la sentencia, entendida ésta como sobrepasar
los límites que vienen marcados por las peticiones y alegaciones de las partes.

TERCERO.- El segundo motivo de recurso, lo sustenta en la "Vulneración del artículo 55 de la Ley de


Sociedades de Responsabilidad Limitada en relación al artículo 115 de la Ley de Sociedades Anónimas ", y
bajo dicho epígrafe alude al entendimiento del término ineficacia y a su no asimilación a nulidad.

En realidad, se están planteando cuestiones ya tratadas en el fundamento anterior; se concluyó, al


hablar de la litispendencia y de los antecedentes del caso, sobre la tratabilidad del caso en el presente
procedimiento; y se concluyó que la ineficacia, en el supuesto del artículo 55.1 de la Ley de Sociedades de
Responsabilidad Limitada , punto final, conllevaba la nulidad radical de los acuerdos adoptados en la junta
impugnada.

Ciertamente la ineficacia es una figura genérica donde se comprenden diversos grados, en función de
las consecuencias que se derivan de aquélla; así se habla de inexistencia, de nulidad absoluta, de
anulabilidad o de rescisión. Pero ya se ha dicho que el artículo 55 de la Ley de Sociedades de
Responsabilidad Limitada introduce una excepción al régimen general de la Ley de Sociedades Anónimas,
que se justifica por el objetivo, también señalado, de dotar a la minoría, en atención a los caracteres de
dicho tipo de sociedad, de una protección eficaz. Dicha excepción supone o consiste en concretar la
ineficacia en el grado de nulidad, dado el carácter ad solemnitatem de la forma notarial, para este tipo de
sociedades.

En consecuencia, se desestima el motivo de recurso examinado.

CUARTO.- El siguiente motivo de recurso incide en la "Vulneración del artículo 55 de la Ley de


Seguros de Responsabilidad Limitada en relación con los artículos 6 y 1313 del Código Civil ", para poner
de manifiesto que los acuerdos impugnados fueron objeto de eliminación en la Junta de treinta de Marzo de
2009, y que, en todo caso, a través de tal junta se produjo una mitigación del efecto de nulidad que impone
la sentencia de instancia.

Sin embargo, el recurso no puede prosperar; es claro que el tratamiento del caso no puede ser el
mismo si la sociedad demandada hubiese actuado en la forma que dice -Junta de treinta de Marzo de
2009-, con antelación a la diligencia de emplazamiento para contestar en el presente procedimiento
(máxime la interposición previa de Diligencias Preliminares, número 814/2008), que habiéndolo hecho
después, y además, sin limitarse a dejar los acuerdos sin efecto, dado que introdujo, como ya se ha dicho,
matizaciones sobre el particular. En este apartado, es de destacar, la sentencia de instancia también lo
hace, lo que se hace constar en el acta de la junta impugnada por los administradores, y que es sintomático
de la voluntada de una y otra parte; se dice en el acta: "Por otro lado como la validez de los acuerdos no
depende del modo en que se encuentren documentados, y la presencia o no del notario no es un requisito
de validez de la continuación de la Junta; por ello se continúa con el orden del día."

QUINTO.- Alega, seguidamente, la parte recurrente que en el caso se ha producido "Vulneración del
artículo 48 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada sobre la celebración de Junta Universal
en régimen de limitadas." El principio de conservación de los actos jurídicos obligaría a considerar, en este
supuesto, que la junta se celebró si no como ordinaria, sí como universal, pues se celebró con la totalidad
del capital social y con participación del socio actor.

El artículo 48 de la Ley de Sociedades de Responsabilidad Limitada , afirma, ciertamente, que la


Junta General quedará válidamente constituida para tratar cualquier asunto, sin necesidad de previa
convocatoria, siempre que esté presente, o representada, la totalidad del capital social y los concurrentes
acepten por unanimidad la celebración de la reunión y el orden del día de la misma. Pero también es cierto
que tal forma de Junta se sustenta en la unanimidad de la voluntad social o en el consenso de todos los
socios; es decir, si los asistentes aceptan la celebración de Junta universal, ésta quedará válidamente
constituida para tratar de cualquier asunto.

Evidentemente, tal unanimidad o consenso no se puede predicar en el caso considerado; no siendo

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necesario recurrir para concluir en sentido contrario al propuesto por el recurrente, a criterio interpretativo
alguno, pues la situación admitida por las partes así lo corrobora, y de hecho, existiendo acta de la Junta,
nada en tal sentido se constató.

SEXTO.- Del motivo que se aduce como "Vulneración del artículo 117 de la Ley de Sociedades
Anónimas , que es de aplicación por la remisión que al mismo se realiza por el artículo 56 de la Ley de
Sociedades de Responsabilidad Limitada en sede de impugnación de acuerdos sociales.", -que sustenta
en el hecho de que el letrado del actor acudiera a la junta, participara y no reservara su voto, no haciendo
objeciones sobre la validez de la junta por ausencia de Notario-, y del que reza como "Vulneración del
artículo 7 del Código Civil , en cuanto transgresión del principio de buena fe y de la interdicción del abuso
del derecho, por parte del socio que reclamando la presencia del Notario y estando dispuestos a impugnar
los acuerdos sociales, como lo hace, se queda en la Junta, participa en la misma y vota." -que justifica,
igualmente, en la participación del socio reclamante de notario, en la Junta que posteriormente ha
impugnado-, sólo cabe remitirse para dar lugar a su desestimación, a lo ya dicho anteriormente en esta
resolución, sobre dicha presencia y el valor que haya de darse a la misma. Los hechos y los tiempos ya han
sido constatados, de tal modo que no es posible en el presente caso, ni hablar de infracción del artículo 117
de la Ley de Sociedades Anónimas , ni tampoco atribuir abuso de derecho a la parte. La oposición del socio
actor ya quedó de manifiesto al citar el texto consignado en el acta de la Junta, sobre la no presencia de
Notario.

SÉPTIMO.- De conformidad con lo dispuesto en el artículo 398.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ,


las costas de la apelación de imponen a la parte apelante al desestimarse sus pretensiones; en esta alzada
se revisa la aplicación y apreciación de las pruebas, realizada en la primera instancia y se parte, en
consecuencia, de la previa existencia de una resolución, con razonamientos y argumentos concretos y
justificadores de la decisión adoptada, que han sido plenamente adverados por esta Sala, no obstante los
motivos de recurso opuestos por la recurrente. Ello conlleva, asimismo, el mantenimiento sobre la
imposición de costas de la instancia, pues no concurre el necesario requisito de la existencia de dudas de
hecho -no se han cuestionado los esenciales-, ni tampoco de derecho, para el juez "a quo", como es de ver
en su resolución.

En atención a lo expuesto en nombre del Rey y en virtud de los poderes conferidos por la
Constitución

FALLAMOS

Desestimando el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de la entidad "Píriz


Minera y de Transportes S.L.", contra la sentencia dictada en fecha tres de Diciembre de 2009, por el
Juzgado de Primera Instancia número Cuatro de esta ciudad, confirmamos en su integridad referida
resolución, con imposición de las costas procesales de esta alzada a la parte apelante, y con pérdida por la
misma del depósito constituido para recurrir, al cual se dará el destino legal.

Notifíquese la presente a las partes en legal forma y remítase testimonio de la misma, junto con los
autos de su razón al Juzgado de procedencia para su cumplimiento.

Así por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

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