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Y
NUEVA MEDICINA GERMÁNICA
DEDICATORIA
1. PAR BIOMAGNÉTICO
3. C ONCLUSION
PAR BIOMAGNÉTICO Y NUEVA MEDICINA GERMÁNICA
Atendiendo a los postulados del par biomagnético, esta tesis va dirigida a aquellos estudiantes del
par de segundo nivel, allí dónde el paradigma de la bioenergética entra en juego.
L a esencia de esta tesis es demostrar la existencia de factores emocionales como etiología del
desorden del NEN.
2- la segunda, la íntima relación del par con el equilibrio del Sistema nervioso vegetativo y su
relación con los conflictos biológicos establecidos por la nueva medicina germánica.
1 . PAR BIOMAGNÉTICO
Según los principios del par biomagnético, todo lo que genera desorden ácido conlleva un
desorden alcalino que lo soporta e inversamente también[1].
S e define como acidez el exceso de hidrogeniones que provoca un pH por debajo de 7 en la escala
logarítmica. y la alcalinidad el pH por encima de 7.
S egún los postulados del par biomagnético, tendremos una alteración del pH cuando al impactar un
imán norte por encima de 1000 gauss en una zona ácida se produce un acortamiento de la pierna
derecha. La esencia del par está en corregir esta zona ácida con una zona alcalina que la soporta
impactando cargas de polaridad contraria.
T oda zona alcalina es sustrato para que aparezcan bacterias y si se mantiene en el tiempo,
aparecerán parásitos, por otro lado toda zona ácida es sustrato para que aparezcan virus y si se
mantiene en el tiempo, los virus se multiplican y surgirán hongos.
S i impactamos las cargas del imán sobre estas zonas, regulamos el pH de las áreas que están
soportadas entre sí, y consiguiendo la desaparición de los patógenos, “y permite que los
microorganismos y disfunciones glandulares pierdan su polarización patógena natural”.
El objetivo del par es regular al cuerpo y permitir que se “lleven a cabo todos los procesos
metabólicos celulares de los organismos humanos” dentro de una temperatura y un pH determinado.
Este objetivo es el Nivel energético Normal llamado NEN:
La terapia del par biomagnético se basa en rastrear las zonas corporales mediante la aplicación de un
imán norte, allí donde exista acidez tendremos el indicador: la pierna derecha sufre un acortamiento,
buscando con un imán sur la zona que compensa dicha acidez. Al impactar las cargas, se ayuda al
cuerpo para restablecer el equilibrio perdido. Lo sorprendente de la técnica es la facilidad de su uso,
el bajo coste y los resultados clínicos. Debemos otorgar al Dr. Goiz una mención especial, por el
desarrollo de su técnica con las implicaciones de ayuda a la humanidad que esto ha supuesto.
Gracias.
El primer par encontrado con este sistema, fue el par timo-recto, dando resultado a la curación
inmediata del VIH. ¿Sorprendente? desde luego , pues solo se trata de cambiar la visión del
paradigma actual de la medicina y aceptar otros postulados. Las zonas ácidas son caldo de cultivo de
virus, y las alcalinas de bacterias. A medida que el cuerpo en aras de una búsqueda del equilibrio
permite la aparición de una zona ácida, se da permiso a que aparezcan virus, y de igual manera para
las bacterias en zona alcalina. Restableciendo el equilibrio, provocamos la desaparición de
bacterias y virus.
Desde mi experiencia profesional, ambos tienen razón, pero es la eterna lucha entre el ego, la
creencia y la búsqueda del éxito. Los médicos que tienen una visión vitalista de la enfermedad,
tenderán a los postulados de Bernard, todo lo que sea mejorar el terreno va a permitir el fluir de una
energía vital que generará salud. No así como los seguidores de Pasteur, pensando que la bacteria
está en el exterior y encuentra un sitio donde anidarse. Posiblemente tanto uno como otro tengan
razón, pero la eterna discordia entre los médicos vitalistas, hipocráticos y los galenicistas. Esta lucha
lleva más de 2000 años en el planeta. Por lo tanto se hace previsible la dificultad para llegar a un
acuerdo¡¡
Pleomórfico o no, lo importante es que con la terapia del par, al restituir el pH, se recupera la zona y
aparece el equilibrio.
La búsqueda incesante de la salud en el ser humano nos lleva a formular la siguiente pregunta:
Los factores emocionales y ambientales son los que generan esta alteración. En la búsqueda del
mecanismo fisiopatológico la ayuda de la bioenergética es definitiva.
En este apartado, entramos dentro de otra fase de análisis, que surge a partir del momento en el que
el Dr. Goiz llevó a cabo la curación a distancia de una paciente, enferma en Italia y tratada desde
Méjico. El éxito de esta curación llevó al doctor a plantearse nuevas formas de tratamiento así como
de gestión de la información.
Como bien menciona el doctor Goiz en su sem inario del segundo nivel, con su delicadeza habitual:
“señores, pregunten al ADN¡¡¡¡” así de sencillo y de brutal es la bioenergética médica. Solo hay que
saber preguntar al ADN, el ADN de nuestro cuerpo está esperando a contestar todo lo que queramos
saber. Entramos en otra era, la bioenergética médica, los tratamientos a distancia, las preguntas y las
respuestas correctas… la investigación sencilla, rápida, sin interlocutores, el paciente, el terapeuta,
una camilla y dos cerebros.
E sta perspectiva del doctor tan elemental es la que le lleva a decir :”solo el 3 % de los presentes en
el segundo nivel entienden de lo que se ha hablado realmente”. No es para menos.
Desde el ADN aprendemos la realidad del sufrimiento humano. Desde el ADN descubrimos los
mecanismos de enfermar, desde el ADN establecemos una conexión sincera y directa con la realidad
humana.
Todo se basa en saber preguntar. Y para preguntar hay que formarse. Cada uno, desde su perspectiva,
en su orden interno, debe saber encontrar el camino hacia la verdad. El ADN solo es la realidad
total, pero el terapeuta, desde su visión condiciona la realidad, la limita acotando por tanto la
respuesta del paciente.
U no de los objetivos de este trabajo es abrir la puerta para que ampliemos nuestra capacidad de
preguntar y así encontrar mayores respuestas allí donde está el bloqueo… la acidez, la alcalinidad o
cualquier otra circunstancia a la que hagamos frente.
N o es una obviedad decir que el límite está en uno mismo, la bioenergética nos lleva precisamente
al encuentro con uno mismo, con nuestro propio concepto de la realidad puesto que ya no hay límite
en si mismo. Solo es un campo de conciencia donde en función de lo que se quiera emitir se recibe
una respuesta bien precisa. De ahí que sea tan importante hacer un trabajo de comprensión y estudio
de los pares, de su relación con virus, bacterias, hongos y parásitos, de sus relaciones anatómicas,
reológicas, para adquirir conciencia de la herramienta, incorporarla y poco a poco desarrollar otra
magnitud en la curación.
La actitud del terapeuta y su preparación es fundamental para el buen desarrollo de la terapia. Por
ello, para una correcta práctica, nos parece indispensable recordar el ideario del terapeuta
biomagnético, expuesto en el segundo nivel del par:
1. el conocimiento,
2. la confianza,
3. la intencionalidad,
4. la concentración,
5. la humildad,
6. pedir permiso,
7. curar al que lo solicite,
8. iniciar con la mente despejada de cualquier emotividad,
9. paciente concentrado en su enfermedad
10. eliminar el ruido externo
11. tener el objetivo primordial de la búsqueda de problemas orgánicos
12. hacer preguntar correctas y sencillas, con código binario
13. rastrear bilateralmente
P or ello, en los procesos de cáncer, el valor de la lactato deshidrogenasas LDH (enzima que
disuelve el ácido láctico de las pentosas) es un marcador de enfermedad, la célula tumoral en
desorden y multiplicación constante necesita energía, pero el riego sanguíneo es desordenado e
insuficiente y necesita quemar para mantenerse, generando ácido y provocando la clásica caquexia
tumoral y triada constitucional, astenia, anorexia y pérdida de peso.
El mayor mecanismo de la oxigenación es la red vascul ar. Cualquier alteración en el árbol vascular
nos adentra en fallos de combustión mitocondrial. La regulación del árbol vascular es esencial para
mantener el mecanismo vivo. La muerte surge por falta de respiración. De hecho el mayor
intercambio energético del ser humano se produce en los pulmones y no en el tracto digestivo.
Los fenómenos de vasoconstricción y vasodilatación regidos por diferentes mecanismos son los que
regulan el árbol vascular. (el mayor consumo de fármacos a nivel mundial está en regular este árbol
con las estatinas y anti hipertensivos). La regulación de estos fenómenos se produce a nivel del
Sistema nervioso vegetativo, mediante un sistema de glomus esparcidos por todo el árbol vascular
dando señales a nivel central, a nivel hipotalámico, donde se regula y se emite vía sistema nervioso
autónomo el equilibrio entre el simpático y parasimpático.
Cualquier alteración en este mecanismo ejerce efectos nocivos sobre la oxigenación celular y altera
por consiguiente el pH. De ahí la importancia de cualquier proceso que implique relajación en el
sistema ya que conseguirá una mejor oxigenación celular. El par Cervical Lumbar, regulador de este
sistema es fundamental.
La regulación del SNV se produce a nivel central por diferentes neuropéptidos. Invitamos al lector a
su búsqueda bioenergética y los pares correspondientes a estos procesos de regulación.
El SNV tiene su sede central en el tallo cerebral, de donde surgen los diferentes pares craneales para
ordenar toda la función vegetal del organismo. la zona del tallo, tiene una función puramente
vegetal, de respirar, nutrir y reproducir.
Esta zona cerebral, está a su vez controlada por un cerebro más evolucionado, que se produjo en el
salto de la filogénesis, cuand o el pez empezó a ser reptil. Y por tanto necesitó una coraza para
mantener el calor corporal. Surgiendo así el mesodermo cerebeloso, con la función de ejercer de
coraza protectora. El acueducto de Silvio contiene toda esa información filogenética entramos en el
mesencéfalo, donde las reacciones emocionales, no integradas afectan tanto, y tiene como función
ejercer el movimiento.
Aquí reside el circuito de P apez del sistema límbico, reside la amígdala cerebral y los procesos
emocionales más instintivos relativos a reacciones de ataque o huida. De todo esto se deduce la
existencia de un control del SNV (endodérmico) a través de una zona cerebral (límbica) que es
puramente emocional.
En otros de los momentos de gran evolución de la especie, el cereb ro atravesando los agujeros de
Monro se adentró en los ventrículos laterales, surgiendo así el ectodermo, dando como resultado la
aparición de la razón, la lógica, la voluntad, la intuición y el control sobre el resto de sistemas
nerviosos, allí donde reside la función de la territorialidad, sexualidad, identidad Es la parte más
evolucionada del cerebro, la zona ectodérmica. Allí donde pasamos de la corteza amigdalar
instintiva y condicionada por su pasado a través de la corteza fronto orbitaria a la frontal, se mira al
futuro para crear un mundo de ideas y no de ignorancia basada en la subsistencia. Por ello, el dr Goiz
así como la esencia de la sabiduría tibetana refieren que “la enfermedad del ser humano es la
ignorancia”. En la escala filogenética sería el corte de la corteza fronto orbitaria.
Cuando se limita la expectativa de curación de un ser humano, es porque a nivel basal hay una
profunda alteración, es porque a nivel físico existe una enfermedad de base, dónde la medicina
convencional presupone un diagnóstico con un tratam iento específico.
Pero qué derecho tenemos a limitar la conciencia, o la búsqueda de una salida de orden superior,
fuera de esta visión? Cuántas veces tenemos pacientes desahuciados que acuden a las consultas del
par y van recuperando su salud? Porque aparte de la realidad conceptual del par, existe otra realidad
que es la esperanza en una curación superior. Y esa esperanza es la seña de identidad del paciente.
Todos nos tenemos que morir, pero al menos con esperanza, buscando salida y sabiendo que la
realidad impuesta por la enfermedad solo corresponde a una parte del cuerpo, no a su totalidad .
Hipócrates, en sus postulados, menciona en el arte de curar: “atender a lo que es curable”, de esta
manera centramos la actitud terapéutica en lo curable y luego del resto esperar que a que el cuerpo se
vaya curando.
Siempre se puede hacer algo, siempre se puede aliviar algo de sufrimiento al ser humano, pero no se
debe limitar la salud solo por un diagnóstico. Aunque solo sea mejorar la oxigenación celular con
mecanismos de relajación, o rastreando el cuerpo con los pares para mejorar el equilibrio. Ojalá no
perdamos la capacidad de sorprendernos nunca en este arte de curar, y de este modo no limitar al
paciente con nuestras propias limitaciones. El riesgo está en la difícil línea entre la esperanza y la
expectativa. La esperanza se centra en uno mismo, en su propia curación, la expectativa se centra en
el otro. Toda curación se basa en la reversibilidad del tratamiento. Como médico o terapeuta,
debemos afrontar la curación restableciendo el equilibrio del organismo allí donde surge el
desorden, y el paciente atender a sus propios principios para curarse. La acción curativa está
mediada por tantos factores, tantos parámetros como seres humanos hay en el mundo, cada uno debe
encontrar su propio camino de curación para restablecer la conexión con uno mismo. El resto de
profesionales de la salud debemos alentar este encuentro, al nivel que podamos, sin falsas
expectativas, con dedicació n atendiendo a lo curable. La reversibilidad es el intercambio de
confianza mutua.
La alteración de esta regulación afecta directamente a cualquier órgano o zona corporal. Las
circunstancias espacio temporales, las vivencias de cada persona, los sistemas de creenci as, las
alegrías, las tristezas... influyen directamente en el modo de operar del sistema neuronal. Diversos
autores han referido este hecho, de cómo los trastornos emocionales afectan al cuerpo. Los impactos
emocionales afectan al cuerpo, un susto, origina una erección de los folículos pilosos, y a veces
sudoración. Nuestro cuerpo está sometido constantemente a factores externos. la relación entre estos
factores, de cómo el cerebro los ordena y como el cuerpo los padece es estudiada por una multitud
de autores, pero entre ellos, el más llamativo por la manifestación de sus afirmaciones es el Dr.
Hamer. Los postulados de este médico establecen que existe una íntima relación entre el soma
cuerpo, la red neural (cerebro) y los impactos psíquicos.
D emostrar cómo se puede trabajar con los principios de Dr Hamer, la red vascular y el par
biomagnético.
De este modo fortaleceremos al individuo, para que no llegue a enfermar y si enferma generar
esperanza que no expectativa. Cuanta más información se tenga sobre el proceso de la enfermeda d,
sobre la terapia aplicada, más seguridad y confianza del médico o terapeuta en su quehacer
cotidiano y más ayuda a lo curable para restablecer la salud. La energía de la curación basada en la
intención es curativa por sí misma, pero si esta energía está cimentada en postulados sólidos, que se
puedan demostrar en consulta, fácilmente repetibles, entonces el proceso de curación avanza con
mayor velocidad.
2. LEYES Y PRINCIPIOS DE LA NUEVA MEDICINA :
A tendiendo a los postulados del doctor Hamer, en honra a su trabajo y gran disciplina, me limito en
este apartado a enunciar brevemente los conceptos principales de sus estudios, incluyendo en ella la
teoría del par biomagnético en su disciplina bioenergética.
S on 5 leyes que nos describen el proceso psicobiológico, sensato y adaptativo de todo ser humano
en cualquier enfermedad. Realmente es un descubrimiento sorprendente, menospreciado por la
comunidad científica, pero avalado por aquellos que tenemos clínica de pacientes en nuestras
espaldas, y en el día a día podemos comprobar cómo estos postulados no se escapan de la realidad
humana.
C ada ley nos revela la maniobra inteligente y adaptativa del ser humano, que buscando superar un
shock, un stress superior a su quehacer cotidiano, necesita meter todos sus recursos para salir
adelante. al igual que la ley de Frank Starling en la insuficiencia cardiaca, donde el corazón bombea
con una resistencia óptima, si superamos dicha resistencia el corazón empieza a fallar y entra en
insuficiencia por exceso de mecanismo adaptativo, en cualquier situación de stress, el ser humano
puede ir en contra de la propia salud por exceso de adaptación.
1 ley: todo conflicto emocional, vivido en aislamiento, cogido a contrapie, donde existe la creencia
de no salida, genera un shock altamente traumático con una alteración de despolarización
electromagnética visible en un TAC cerebral sin contraste. La alteración electromagnética es la
antesala del desorden celular, se transmite por vía glial y produce una desporalización en la zona
somática correspondiente. Con respecto a la visión del par, este shock es una de las etiologías de la
alteración del pH.
Este Shock, Hamer lo llamó DHS (síndrome de Dick Hamer), en honor a su hijo Dirk, fallecido
traumáticamente por un asesinato, que generó en el propio Hamer un conflicto con somatización en
testículo (por pérdida de un ser querido).
L os conflictos por tanto aparecen señalados en cualquier scanner, porque cualquier ser humano ha
vivido estados conflictuales a lo largo de su vida, lo que ocurre es que a medida que avanza la vida,
la salud, la resistencia a la enfermedad es menor, y la somatización mayor, por ello, consideramos
que cualquier terapia que ayude a mejorar el terreno, el estado de simbiosis bacteriana, colabora a
una menor somatización conflictual.
L as circunstancias conflictuales deben ser bien registradas en la historia biográfica del paciente,
para poder atribuir una relación causa efecto con la enfermedad.
E n aquellos pacientes, donde esta relación quede establecida, el miedo, la desesperación surge de
inmediato, al ver que no pueden controlar la enfermedad ya que dependen de estados emocionales.
Como salida a esta respuesta, este conocimiento altamente traumático en si mismo del propio
mecanismo de enfermar, debemos alertar del proceso fisiológico, y no patológico de la enfermedad,
que solo actúa como mecanismo de somatización.
L a enfermedad es por tanto un proceso adaptativo, con sentido biológico de la naturaleza. Por tanto,
en el fondo no enfermamos, solo somatizamos conflictos. Cuando el paciente toma conciencia de este
proceso, inexorablemente entra en un profundo respeto de las leyes naturales, deja pasar la
somatización y se restablece la salud.
Durante nuestra vida, vivimos procesos difíciles, shock diarios, pero aquellos que llegan a entrar en
la categoría de esta primera ley, solo son aquellos que cumplan los requisitos de;
A ltamente traumático : se define como una dificultad del quehacer cotidiano que afecte en una
manera sustancial al ser humano, y cada ser humano puede vivir un shock de una manera totalmente
difere nte. La muerte de un animal de compañía puede ser normal en un contexto, y altamente
traumática en otro. De ahí la importancia del contacto con el paciente, para que nos ayude a elaborar
su proceso conflictual. La individualidad de cada humano es vital en este proceso de enfermar, el
respeto a su integridad, a su modo de vida, a sus conceptos desde lo más espiritual a lo más terrenal
se ven quebrados por este estado. El respeto por parte del terapeuta o médico es de vital
importancia para entender mejor la vivencia traumática. Y por supuesto, estar atentos a cualquier
sorpresa, porque aunque tengamos las tablas de la relación de las enfermedades con los conflictos,
siempre existen pacientes que nos sorprenden. La búsqueda del clínico, del médico de manos
calientes (como señala Hamer), debe alentar la escucha del ser humano y no desplegar su autarquía
conceptual, impropia de cualquier terapia, pero tan común en nuestra clínica.
V ivido en aislamiento : el proceso del shock, se vive en soledad. Esta es una característica
fundamental en el proceso. El aislamiento, la soledad, son circunstancias muy socorridas cuando hay
un proceso conflictual. Muchos investigadores avalan este aspecto desde un punto de vista
psicológico, donde hay más probabilidad de padecer cáncer en aquellos pacientes que han tenido
sensación de soledad en la vida.
Cogido a contrapié: es decir, u n shock totalmente inesperado. Algo que no tenga ningún tipo de
expectativa de que ocurra. A veces, aunque tengamos la expectativa de que pueda ocurrir algo
traumático, no nos podemos creer que esto haya ocurrido y es igual de sorprendente. En este
apartado, atendemos profundamente a la imaginación simbólica, individual e intransferible de cada
ser humano. La sorpresa depende del lenguaje intrapsíquico adquirido por el humano durante el
desarrollo de su vida, lo que se denomina por sistema de creencias y por ello la sorpresa afecta de
manera desigual. A este respecto, estudios sobre la experiencia temprana del recién nacido nos
alertan que el temperamento (esa cualidad inexplicable de cada humano) es el que genera el exceso o
defecto de llanto frente a una separación con la madre. La cualidad de nuestro sistema de creencias
tiene como base el temperamento y anida en toda la corteza amigdalar. Los reflejos condicionados de
la infancia, atemperados por nuestra propia riqueza personal, nos individualiza y nos enriquece como
humanos, y nos hace vivir la misma situación pero con secuelas distintas. Por ello, no se puede tratar
a dos pacientes igual, cada uno tiene su individualidad, el arte de curar reside en percibir esa
individualidad, alentarla y formar una seguridad plástica psíquica.
D onde crees que no hay salida: de nuevo la riqueza individual se plasma en este proceso de creencia
en la no salida. La situación de DHS se basa en la creencia que no hay salida, que no puedo hacer
na da con lo que me está pasando. Los sistemas de creencias son amplios, pero la situación ejercida
por los médicos en los últimos tiempos fomentan esta creencia de no salida en toda su amplitud.
Existe un cortocircuito basado en la falta de apertura a otras terapias por parte del sistema médico
convencional que acaba rá cayendo por su propio peso. El arte de curar no se puede trasladar a un
conocimiento basado exclusivamente en la bioquímica, sin admitir cualquier otra propuesta. Se
refuerzan en estudios científicos que ratifican su sistema, pero todo sistema tiene unos límites.
El aprendizaje del par, así como sus resultados clínicos demuestran que allí donde no hay salida
desde el punto de vista médico, si existe desde el punto de vista biomagnético. Pero esto no significa
que la propuesta del Dr . Goiz cubra todas las necesidades de curar al ser humano, simplemente
amplían la propuesta médica. Da una salida, que a veces puede ser curativa.
Aún así no hay peor situación desde el punto de vista médico que verse sin armas frent e al conflicto
de un paciente. Desde no puedo hacer nada, hasta no asumir una pérdida afectiva, hasta que un amigo
te traicionó.
D esde el punto de vista conceptual, la mera expresión de no hay salida implica en si mismo el hecho
de que hay salida, porque en caso contrario seríamos incapaces de pensar en salida. Lo importante es
objetivar el pensamiento en salida, luego que sea no o sí, depende del campo informacional de las
creencias.
Como ejemplo dramático de un shock, tenemos el m omento del diagnóstico médico. Cuando un
médico emite un diagnóstico sobre un paciente, sobre todo en el tema del cáncer, el paciente lo suele
vivir traumáticamente, y lo que estaba en proceso de curación (luego entenderemos este principio) se
suma otro shock, que suele ser el miedo a la muerte, con la consiguiente metástasis pulmonar unos
meses más tarde.
E jemplo clínico : Un paciente que acude a la consulta por glioma, de bajo grado, sin alteraciones y
en revisión desde hace 5 años sin ninguna clínica. Se colocan los pares, se habla con el paciente, se
elabora una respuesta y vamos trabajando en ello. En una revisión rutinaria, el paciente que acude
anualmente al centro médico para hacer un TAC cerebral, le emiten el diagnóstico que ha aumentado
el tamaño del tumor. Acude el paciente a mi consulta, alarmado por el cambio producido,
verificamos los datos con el par, aquello estaba igual, y en la misma consulta llaman al paciente para
advertirle que se habían equivocado de TAC cerebral y todo seguía igual. Para mí, como médico, y
basado en el conocimiento de las leyes de Hamer, el mal ya estaba hecho, puesto que el paciente
delegó su confianza en el TAC, y en el médico lector.
S emanas más tarde, el paciente que en estos 5 años no había realizado ninguna crisis epiléptica,
empieza con diferentes crisis, se repite el TAC y todo sigue igual. Pero meses mas tarde el tumor da
señales de cambio y empieza a aumentar. El efecto nocivo del falso diagnóstico reactivó el conflicto
y lo demás era observar el proceso. A pesar de tener el conocimiento, aplicarlo, hablarlo, no estamos
por encima de las leyes naturales y hay que ayudar, concienciar y comprender la realidad humana que
siempre supera la ficción.
Resumiendo en esta primera ley, vemos que todo conflicto altamente traumático vivido en
aislamiento y con la creencia que no hay salida desencadena un shock psíquico, con alteración
electromagnética en el cerebro y repercusiones en el cuerpo o soma. de ahí la ya conocida triada
de Hamer, psique, cerebro soma.
L a relación del par biomagnético con esta primera ley queda establecida en la despolarización
cerebral. Esta pérdida del ritmo vital genera una descarga eléctrica con desorden y lleva la zona
afectada a una simpaticotonía, con pérdida de vascularización por vasoconstricción, isquemia, y
acidez metabólica local.
E l proceso del DHS a nivel cerebral tiene dos fases, una donde el conflicto está activo, y se ve en
el TAC una imagen en anillo, y otra fase de post conflicto, donde ésta zona alterada se rellena de
agua, y se dislumbra un ligero edema que a veces se cicatriza (es lo que se denomina tumor
cerebral) o se reabsorbe totalmente. El carácter bifásico de la enfermedad se enunciará en la
segunda ley de HAMER.
Esta segunda ley nos habla del carácter bifásico de las enfermedades, que representan solución a los
conflictos. Toda enfermedad está mediada por un shock altamente traumático, vivido en aislamiento
y con la creencia que no hay salida. Cuando se establece el shock, aparece en el Tac cerebral un foco
DHS y este shock cursa con dos fases:
La primera de simpaticotonía o fase fría de la enfermedad que acompaña al conflicto activo, cuando
la persona solo está pensando en su conflicto, su vida, su psique, su trauma es de tal envergadura que
no puede desplazarlo de la mente, vive y piensa para el conflicto, encima sin salida, no piensa en
otra cosa, está como un perro hambriento que tiene hambre, solo piensa en comer, o en asumir una
pérdida afectiva etc...
L a clínica de esta fase simpaticotónica produce una alteración en el SNV mediada sobre todo por el
nervio vago, maestro del SNV, con la clínica: “conflicto activo de máximo stress, el paciente piensa
de día y de noche cómo resolverlo, no duerme y si lo hace es solo la primera mitad de la noche,
adelgaza, no tiene apetito, vasoconstricción, manos y pies fríos, alteración de la tensión arterial”.
Durante esta fase, la persona solo está pensando en su conflicto, duerme con dificultad, tiene frío por
la noche, algún temblor inespecífico. En función de la zona embriológica afectada, veremos como es
de vital importancia resolver el conflicto a nivel emocional, hablar de ello. Sobre todo para los
tumores que son de origen endodérmico, ya que durante el conflicto activo producen crecimiento en
las células, pensando que multiplicándose van a superar antes el conflicto. Esto ocurre en los
adenocarcinomas de pulmón, donde el conflicto de miedo a la muerte el cuerpo lo entiende como “me
quedo sin aire” y la orden establece multiplicar los alveolos.. total, cáncer de pulmón.
De todas formas, el cuerpo no suele aguantar esta fase más de 6 meses, y se adentra en la segunda de
manera fisiológica. Si el proceso ha sido grave y se alarga en el tiempo, la resolución conllevará la
muerte, puesto que el cuerpo no ha podido resolver lo que se tuvo que hacer con una conciencia
superior.
A mayor gravedad, mayor síntomas, en el ejemplo del cáncer de pulmón, a la inversa también, a
menor gravedad, menos síntomas. Si el miedo a la muerte se vive sin mucho dramatismo, y además
tenemos un terreno sano, sin patógenos, con un pH regulado, en vez de tener un cáncer de pulmón
tendremos una simple bronquitis.
La mejora de la clínica en un proceso simpaticotónico depende de la gravedad del conflicto así como
del terreno del paciente. En este aspecto es importante subrayar la importancia del concepto del
terreno. Aspecto fundamental en la medicina natural, donde se supone que el cuerpo va pereciendo
salud por intoxicación crónica del cuerpo. La alimentación, la regulación de los ciclos sueño vigilia,
así como la capacidad de expulsar los tóxicos (por las heces, sudor, orina y flemas) son los
elementos a tener en cuenta. El par biomagnético juega un papel fundamental en este aspecto, al ser
una terapia basada en la regulación mejora el funcionamiento del cuerpo y su terreno también. Si
además, eliminamos la proliferación de bacterias relacionadas activamente con los procesos
tumorales (véase Lepra en el fenómeno tumoral) quitamos el factor de malignidad, de este modo en la
fase simpática solo tendremos una simple bronquitis y no un tumor pulmonar.
Desgraciadamente en esta segunda fase de relajación, después del shock, se manifiesta unos síntomas
que los médicos suelen llamar tumor sobre todo si se afecta la zona embriológica mesodérmica y
ectodérmica. Lo dramático es que el proceso de reconstrucción en la zona anteriormente ulcerada por
el conflicto activo, debe rellenarse de tejido, y ese tejido de relleno, ese mesénquima suele ser la
base histo lógica de la génesis tumoral. Por ejemplo, en un carcinoma de vejiga, en la fase simpática
aparece una ulcera, pero en la fase parasimpatica se rellena, y lo llaman carcinoma de vejiga, que se
diagnostica tras un sangrado y hematuria. El paciente acude al médico porque sangra y en vez de
anunciarle su fase de resolución conflictual le alarma con la desdicha de un cáncer, diagnóstico
realizado en función del sistema de valores del médico, en aras de una biopsia podría sostenerse,
pero porqué no ampliar el conocimiento, profundizar en la historia del paciente y atender a su
proceso conflictual, tratarle pero sin alertarle de una enfermedad tan grave, solo de un proceso
biológico sensato de la naturaleza. Se propone ampliar el mecanismo de curación, no solo a medidas
de quimioterapia, cirugía o radioterapia, si no a otros terrenos de la conciencia superior, como el
terreno, uso del par y de otras terapias.
En los conflictos referidos a endodermo, en esta fase se produce necrosis de la zona, y muerte
celular, por ello a veces los procesos endodérmicos se resuelven solos tienen mejor cura a nivel
fisiopatológico.
La fase parasimpática, consta a su vez de tres fases que se detallan a continuación: primera parte,
fase exudativa, se produce una extravasación de líquido, de suero. Al parecer, el interés de rellenar
la zona con líquido es para mejorar la permeabilidad de las membranas y nutrir de elementos vitales
para la vida (oligoelementos, minerales, agua.. etc.) se produce un fenómeno de reconstrucción
mesenquimatosa. Los patrones de organización celular intervienen en este periodo, y si el terreno
está bien abonado la reconstrucción será ordenante. Por ello, todo lo que genere orden, con los pares,
con la alimentación, regular las vitaminas, minerales, permitirá que el campo mesenquimatoso se
recupere más y mejor. En este aspecto intervienen activamente las leyes del caos, donde después de
vivir un profundo desorden en la fase simpática, tendremos una fase parasimpática caótica, pero que
tiende a la reconstrucción.
El ejemplo del edema que se produce, es parecido a la lesión que padecemos cuando nos damos un
golpe, y acto seguido después del dolor, tenemos calor e inflamación. Es un ejemplo de la fase
caliente parasimpática de las enfermedades. Pero si durante la reconstrucción exudativa existe un
terreno lábil, una presencia de bacterias altamente patógenas, al cuerpo le costará más limpiar y
entrar en la autorregulación. por ello, cuando con el par encontramos un exudado, si además estamos
en fase parasimpática es fundamental regular la zona y ayudar al cuerpo a eliminarlo para pasar a la
2 parte del proceso, la fase cicatricial.
La fase cicatricial: En esta fase el dolor es necesario para que el cuerpo se mantenga en el
aquietamiento, ya que necesita reposo y no moverse. La expresión del dolor es una llamada pero
desafortunadamente, es el dolor el que alerta que algo va mal. Por ende, el paciente acude al médico,
que en aras de buscar la causa del dolor acaba diagnosticando de un cáncer, cuando en el fondo es el
final de un proceso fisiológico sensato y adaptativo de la naturaleza.
Lo más frecuente es el cáncer ductal de mama, tumor de origen ectodérmico, con crecimiento celular
en fase de resolución conflictual, y si además duele la mama, el miedo, el desconocimiento, el terror
se adueña del individuo y entra en una espiral de difícil solución. Este proceso de no retorno, Hamer
lo llamo circulo vicioso, es lo que suele ocurrir cuando se diagnóstica de cáncer.
La palabra en sí misma produce otro conflicto, por ello, la mayoría de los tumores tienen metástasis
en pulmón, donde el conflicto es el de miedo a la muerte. Lo más llamativo del proceso de la
enfermedad, de estas dos fases, es comprender la verdad de la naturaleza y como se rige por
principios de una lógica total. Pero, el desconocimiento nos hace partícipes de la ignorancia,
principal causa de enfermedad humana. Qué bien harían los médicos, si en sus manos tuvieran este
conocimiento, y en vez de diagnosticar tumores, se limitarían a certificar procesos de resolución
conflictual, de ese modo entender mejor la enfermedad, su proceso y su curación.
A veces, es necesario tratar con métodos agresivos, como cirugía o quimioterapia, porque el proceso
conflictual es tan costoso que la vida está en juego, pero si ampliásemos este conocimiento de las
enfermedades bifásicas, sabríamos perfectamente cuando actuar, y no matar hormigas a cañonazos.
Por ello, si alguien entiende la verdad y el sentir de estas palabras, seguro que la humanidad
mejoraría a pasos agigantados, porque dejaríamos de luchar contra enfermedades, para entenderlas
como procesos naturales... que debemos tratar siempre, pero no en forma estadística, si no en forma
individual, comprensiva, acercándonos al sufrimiento humano.
Fase cicatricial : T enemos aquí la reconstrucción del tejido totalmente. Ya hemos vivido la llegada
de sustrato en forma de líquido, y ahora entramos en la regeneración. Habitualmente se debe producir
sin problema, porque el cuerpo tiende a la regulación por si mismo. Suele ocurrir que quede alguna
secuela en forma de cicatriz, o de callo óseo, y durante este proceso se va reduciendo el dolor
aparecido en la fase exudativa parasimpática. Clínicamente, se produce una expulsión de líquidos
mediante sudoración nocturna y mucha orina. El tratamiento con el par en esta fase es fundamental, el
spin de los imanes regula la reconstrucción de los tejidos en forma ordenante, y además evita la
aparición de microorganismos patógenos.
La crisis epileptoide: durante la fase parasimpática, entre la parte exudativa y la cicatricial, tenemos
un riesgo vital llamado crisis epileptoide: es el punto de inversión de la fase edematosa, anuncia el
final del edema.
Se produce la reabsorción de este líquido generando una simpaticotonía aguda en plena fase
parasimpá tica, con sudor frío nocturno. La duración es breve pero intensa, y debemos acompañarla
con métodos terapéuticos, a veces incluso dando cortisona para acelerar aun más su resolución.
E n función de donde se localice el foco DHS tendremos crisis epileptoides distintas, en la zona
cortical serán a modo de convulsiones, si afecta la región insular será infarto de miocardio, si es en
zona endodérmica referente a hígado tendremos inflamación hepática... realmente es una breve fase
de retorno al inicio de la contrarregulación, es una recapitulación acelerada del proceso conflictual,
para que el cuerpo repase de un modo acelerado la vivencia conflictual de nuevo.
S ería lo que los psicólogos denominan inundación, nos inundamos del conflicto para cansarnos de
él. De hecho cuanto más intensamente experimenta esta crisis, mayores sus posibilidades de
sobrevivir, ya que el cuerpo resetea todo el conflicto.
El riesgo de esta crisis, que indica el final de la salida del edema, y paso a fase cicatricial depende
de la duración del proceso conflictual. Si se permanece en estado de shock más de 9 meses, la muerte
es inminente, según los postulados del Dr. Hamer. Por ello, a veces es mejor que no se resuelvan los
conflictos, y mantenerlos en balance, regular el terreno y vivir. Esto se produce cuando tenemos
muchos conflictos activos a la vez, al cuerpo no le da tiempo para ir resolviendo, y los deja en
suspenso. Desde el par biomagnético, se comprueba en la consulta la existencia permanente de este
riesgo, por ello, solo rastrear y acompañar al proceso sin intervenir suele ser la mejor terapia.
Nos adentramos en un breve repaso de la formación de un ser humano. El proceso de creación del
producto (así lo llama nuestro mentor el Dr Goiz) es una pura manifestación ordenante soportada a
campos electromagnéticos.
Desde la llegada del espermatozoide, que se atrae por polaridad contraria al óvulo (en el tratado de
pribios o enzimas vivientes se resalta este hecho), hasta la nidación del ovocito en el útero, todo
depende de la polaridad. El óvulo débilmente negativo, se atrae al útero, por ello, tratar la polaridad
en esta zona en los casos de infertilidad es realmente útil. El espermatozoide tiene polaridad
contraria al óvulo y se guía hacia él por atracción magnética ( aparte existe segregación de sustancias
por parte del óvulo para guiar el camino)
Cuando se produce la fecundación, la célula pasa a ser diploide, existe una multiplicación celular
creando una mórula que se transformará en el disco germinativo primario, dando origen a las 3
capas embriológicas que se suceden, una superior, más leve, más sensata, más ectodérmica de
polaridad contraria a una capa inferior, más primitiva, endodérmica, y entre ellas, el mesodermo,
que viene a regular las funciones entre ellas dos. Vemos por tanto, como toda la polaridad del cuerpo
se organiza desde el disco embrionario, desde lo más molecular hasta lo orgánico.
Todo el organismo está constituido por estas tres hojas embrionarias, ecto, meso y endodermo. Para
el buen manejo de las leyes de Hamer es fundamental conocer la relación entre estas hojas y los
tejidos que derivan de ellas.
huesos
cartílago
músculos
tendones
suprarrenales
riñón (excepto pelvis y túbulos)
células sanguíneas
vasos sanguíneos
ganglios linfáticos
bazo
testículo, ovario
músculo uterino
Cuando tenemos un conflicto que se hace biológico, aparece un Foco de Hamer, y en función de su
localización tendremos la somatización correspondiente en cada órgano antes descrito.
Lo fundamental de estas tablas y su uso con el par, es la localización exacta de los conflictos, de este
modo cuando impactemos el iman en la zona correspondiente, hay que visualizar exactamente la zona
donde está el conflicto. Habitualmente, se produce un acortamiento de la pierna derecha, y se suele
regular en el órgano afectado. La sensibilidad del manejo del par en este punto es fundamental para
regular el efecto del conflicto biológico.
En este nivel de la terapia, es fundamental el empleo del par biomagnético, porque el orden que
genera el par al regular los sistemas biomagnéticos, y aplicando el par occipital -lumbar, que regula
el Sistema nervioso vegetativo, se obtiene una relajación del paciente y pasa a fase
parasimpaticotónica. Estimulamos así la resolución conflictual mediante los imanes y la actitud del
paciente frente a su situación personal.
El proceso de estas dos hojas produce durante la fase simpática o activa de conflicto una úlcera, y
durante la fase parasimpática una cicatrización de esta, una reconstrucción del tejido, por ello la
mayoría de los tumores de origen ectodérmico se diagnostican en fase parasimpática o curativa,
cuando el cuerpo esté curando mediante la reconstrucción celular que por si misma implica cierto
desorden. (Ya que es cuando aparecen la mayoría de los síntomas, tales como fiebre, cansancio,
insomnio hasta las 3 a.m. pero psíquicamente es cuando mejor se encuentran, porque ha pasado la
tormenta conflictual)
Si ayudamos al terreno con el par para evitar la toxicidad en este proceso, la resolución se hace más
cómoda y sensata, y además tendremos la información exacta de la zona a tratar, tanto neuronalmente
como somáticamente. Toda crisis produce cambios, al igual que cuando tenemos una fractura ósea
existe un callo óseo mesenquimatoso desordenante, la resolución conflictual mesodérmica implica la
formación de este callo, y es el mal llamado cáncer. Solo es un proceso biológico sensato de la
naturaleza de restituir el campo ulcerado por la vivencia conflictual. Los imanes generan un campo
ordenante alrededor de la lesión, induciendo así una mejor reconstrucción del tejido dañado.
L a bionergética, sabiendo perfectamente qué hay que preguntar, ayuda a conocimiento exacto del
proceso clínico, sabiendo si se encuentra ese foco de Hamer en actividad o resolución, y regular la
zona.
En un mismo paciente, pueden existir varios focos activos y en resolución a la vez. En función de la
calidad del terreno, tendremos mayor o menor clínica. El ser humano está continuamente resolviendo
y teniendo conflictos. Lo importante es entender qué está pasando y cómo poder tratarlo. Si existen
varios focos, y la intensidad conflictual es grande, a veces solo se puede ayudar a morir mejor, no
siempre es posible una curación, porque las fases son intensas y a cada uno le llega su hora. El
médico no es Dios, ni el terapeuta biomagnético, solo podemos ayudar, comprender, asesorar, alentar
y sobre todo dar esperanza mejorando la polaridad, el terreno y guiar al paciente en su proceso de
resolución lo mejor posible.
Concepto de lateralidad :
Es interesante la lateralidad en las mujeres, porque durante la época fecunda, desde la primera regla
hasta la menopausia, viven viendo el mundo desde el hemisferio contralateral, pero a partir de la
menopausia, se vuelven homolaterales, viendo el mundo desde el mismo hemisferio de la
dominancia. Por ello, en las parejas que los dos son diestros, a partir de la menopausia suelen surgir
conflictos ya que las mujeres rivalizan por lo mismo que el hombre. Y surgen conflictos que antes
serían imposibles de vivir.
La cuarta ley nos anuncia la relación existente entre los microorganismos y el cuerpo humano. Según
los postulados del Dr. Hamer, en esta ley existe una correlación directa entre hongos, micobacterias,
bacterias, virus y las hojas embrionarias.
Los hongos y micobacterias corresponden al modelo del paleoencéfalo. Durante la fase simpática, se
produce un crecimiento celular y una reproducción de hongos y micobacterias en forma apatógena,
esperando la fase parasimpática, donde se vuelven patógenos y destruyen el crecimiento tumoral,
produciendo caseificación tumoral, (las famosas cavernas que aparecen en los tumores pulmonares).
Estos microorganismos eliminan los tumores directos del tronco, los adenocarcinomas, y los del
cerebelo mesodérmico, carcinomas adenoideos.
Los virus son reconstructores del tejido ectodérmico, donde en fase simpática se ulcera, y luego en
fase parasimpática se reconstruye. Los virus optimizan el proceso restitutivo de las alteraciones
ulcerosas de la piel y de la mucosa. (Todos los conductos del cuerpo tienen tejido ectodérmico que
es epitelio pavimentos epidérmico, en la fase de reparación se produce un intenso edema por parte
de estos virus, y suelen relacionarse con una clínica grave por parte del paciente, en ureter,
interrupción de la diuresis, en colédoco, interrupción de las salida de sales biliares, provocando
ictericia, en coronarias infarto, en conductos braquiales, atelectasia pulmonar...)
Lo sorprendente de esta ley, es que Hamer atribuye a los microorganismos una relación directa con el
proceso de enfermar y de curación. Lo mismo que atribuye el doctor Goiz en sus principios. Es
evidente que difieren en la teoría, pero si nos apartamos de teorías, en la esencia enuncian lo mismo:
existe un cuerpo de microorganismos simbióticos que están en íntima relación con enfermedades. Es
un cambio del paradigma de la medicina convencional. En el par, se relaciona la falsa diabetes con
una cantidad ingente de bacterias que afectan al páncreas, duodeno ... así como el mal llamado SIDA,
está en relación con otros virus, y las hepatitis ... en fin, hay una relación directa del simbiotismo y
las enfermedades.
Los estudios del Dr. Chacón, en 1957, relacionan íntimamente los bacilos aerobios esporulados con
la aparición de tumores, y lo demuestra cultivando directamente de la sangre de enfermos de cáncer
estas bacterias.
Existen muchos autores que giran entorno a la misma idea. El drama de la medicina convencional es
no aceptar esta relación, aunque en los protocolos siempre se buscan la existencia de algún
microorganismo, al no aparecer obvian su existencia. No aparecen porque el método de diagnóstico
es erróneo. Al no existir en las pruebas de laboratorio ya no es diagnosticable. Afortunadamente,
existen otros métodos para entrar en el cuerpo por otro camino y demostrar así la existencia de estos
microorganismos.
El proceso de la enfermedad está mediada por la intensidad del shock conflictual, la calidad del
terreno, la regulación del pH. Al tener dos fases de enfermar, la parasimpática y la simpática, el
órgano afectado entrará primero en una acidez por falta de flujo sanguíneo (isquemia) y más tarde en
una alcalinidad parasimpática.
E l sentido biológico consiste en superar la situación externa, superar el shock altamente traumático,
desde las funciones biológicas, para la supervivencia de la especie. En la comprensión de esta ley,
tenemos que salir del individuo y entender a la especie, dentro de nosotros, humanos, tenemos toda la
memoria filogenética instintiva inscrita en las diferentes estructuras cerebrales, y biologicamente así
respondemos frente a los conflictos.
Al igual que una leona, que no se siente apareada por el macho, hace un cancer de ovario, en la
mujer, se produce el mismo efecto. Al igual que el gamo, cuando pierde su liderazgo de la manada,
entra en pérdida de su territorio directo, hace un infarto de miocardio, nosotros los humanos, cuando
sentimos amenaza en nuestro territorio directo, y lo vivimos conflictualmente, hacemos infarto de
miocardio.
Como especie, pertenecemos a un reino animal, m amífero que proviene del agua. No podemos negar
esta realidad, y pasaremos las mismas enfermedades que nuestros seres “inferiores”, es inevitable,
no podemos renunciar a lo que nos toca vivir. Pero si conseguimos verbalizar el conflicto, no entra
en el rango de Shock altamente traumático, y reducimos la intensidad biológica, esta cualidad del
habla, del aspecto simbólico del lenguaje, nos diferencia de otras especies y nos da una luz en estos
procesos. Aunque es un arma de doble filo, porque existen palabras que matan.
En un cáncer de pancreas, el conflicto se produce por la sensación de que “me han quitado algo que
era mío, como una herencia, un trabajo, rechazo lo que ya no me puedo digerir” y el sentido
biológico sensato es producir más enzimas pancreáticas para digerir el shock.
En un carcinoma intraductal de mama, se produce un conflicto de nido “he dejado de ser madre, mi
hijo se ha marchado de casa”, y entonces se ulceran los conductos para dar más espacio y así poder
albergar otro nido, preparar la mama para dejar pasar más leche y estar preparada para la llegada de
otro hijo, y en su reconstrucción aparece el mal llamado tumor.
La intensidad del shock, así como la calidad del terreno (de la salud que tenga en ese momento el
individuo) son los factores determinantes para el modo de enfermar y la gravedad de la situación.
Desgraciadamente, hay veces que son tantos los conflictos abiertos y resueltos, y está tan deteriorada
la situación que poco se puede hacer.
Estos ejemplos nos ilustran la realidad sensata y biológica de todas nuestras “enfermedades”.
El sentido biológico depende de cada capa embrionaria y algunos ejemplos con órganos:
1. Capa endodérmica:
4. Capa ectodérmica:
en hemisferio izquierdo:
tiroides: gran impotencia, en resolución nódulo
laringe: pánico, en resolución afonía
venas coronarias: Frustración sexual, en resolución tromboembolismo
cuello de utero: frustración sexual, en actividad menorragias, en resolución
metrorragias, ca de cerviz
recto: conflicto de identidad
vejiga: ubicación territorial, en resolución hemorragias
piel: pérdida por el contacto, en resolución dermatitis
psoriasis: conflicto de separación
en hemisferio derecho:
arcos branquiales: miedo frontal, en fase activa úlcera, en resolución linfoma de
Docking
arterias coronarias: pérdida del territorio directo, en fase activa angina, en fase de
resolución infarto
estómago y bulbo: luchas por el liderazgo
conducto biliar: rencor, odio
Habría muchos más conflictos que especificar, así como el tema de las constelaciones, cuando se
producen dos o más conflictos a la vez. Simplemente se enumeran aquellos que suelen ser más
frecuentes.
3.CONCLUSIÓN:
Este libro ha tenido como objetivo relacionar diferentes visiones de una misma realidad: la
enfermedad. En el plano que nos movemos, en la tierra, todos estamos enfermos, todos tenemos
siempre alguna alteración, alguna manifestación clínica, desde que estamos en el vientre de la madre,
hasta que nos coman los gusanos. Tenemos que aprender a vivir en este desequilibrio permanente,
aprovechar los momentos de felicidad, vivir con dignidad y con el máximo conocimiento de las
situaciones difíciles. La peculiaridad de los postulados de Hamer, así como lo magnético de la teoría
del doctor Goiz, abren la puerta a una dimensión de mayor conciencia frente al proceso de la
enfermedad.
No puedo más que agradecer todos los días la grandeza de estos conocimientos y espero haber
despertado la inquietud en el lector.