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RECIBIENDO CONSUELO

PARA SER BIENVENTURADOS

Introducción
En este año del Renuevo, es vital y necesario, volvernos al señor para que él pueda restaurar nuestra
vida, llevándonos a experimentar una transformación total que pueda ser de impacto a nuestra
familia y ministerios.

Nuestra vida requiere ser reparada y renovada de aquellos deterioros que hemos recibido por el
pasar del tiempo o por la incidencia de situaciones externas que nos han afectado. Esto, solo se
logra cuando nos sometemos a un proceso de renovación que es lo que permite la restauración
integral, dejando que la mano de Dios toque aquellas áreas nuestras que necesitan renovarse y
comenzar a brotar el fruto total que Dios quiere para nuestra vida

Características de una persona restaurada:

1. Se dispone al tratamiento permanente de Dios en su vida (Jeremías 15:19)


La Presencia de Dios es la que cada día revitaliza nuestra vida y nos lleva a experimentar la sanidad
de las heridas, la restauración de aquellas áreas que son importantes dejarse sanar.

Con el pasar del tiempo, la vida cristiana puede acumular dolor, tristeza, culpas, frustraciones, etc
que necesitan ser renovados cada día, pues solo el agua transformadora del Espíritu Santo nos
puede

2. Trabaja en las mejoras diarias que necesita desarrollar


Las mejoras permanentes en nuestra vida, nos permite tener motivos claros de oración para poder
tratar con nuestro Padre Dios y someter cada una de estas áreas al cuidado de Dios y dejar que el
fruto se deje ver

3. Vuelve a las promesas y al estado inicial de su vida espiritual (Zacarías 9:12)


La renovación tiene que ver con volver a confiar en las promesas que Dios nos ha entregado cuando
llegó a nuestra vida.

Con tristeza, en ocasiones vemos muchos hijos de Dios que han dejado de confiar en las promesas
del Señor, pues con el pasar del tiempo de ha debilitado la fe, se ha generado desesperanza y hemos
vuelto atrás en nuestro compromiso y llamado, etc

4. Recupera lo que ha perdido en el caminar con Dios


Dios nos ha dado múltiples regalos que nunca perderemos y que necesitamos retomar para volver
a disfrutar de la pasión de buscar a Dios y servirle como la razón principal de nuestra vida. Miremos
algunas cosas que necesitamos recuperar en nuestra vida y liderazgo:

- Nuestra pasión por buscar a Dios en oración y ayuno


- Nuestro anhelo de hablar a otros del Señor a través de la evangelización
- La pastoral para edificar la vida de otros
- Nuestra esperanza viva por conquistar nuestras familias para el Señor

5. Intensifica su trabajo en conseguir sus metas


Cuando hemos dejado que nuestra vida espiritual, familiar o ministerial se ha vuelto mecánica y
hemos perdido nuestra meta, es importante que hagamos un alto en el camino y podamos avivar
nuestra vida, animando nuestros objetivos y dispuesto a trabajar con el esfuerzo que necesitamos
para cumplirle a Dios y ver el cumplimiento de sus promesas en nuestra vida. Si no hemos visto fruto
en algún área de nuestra vida es porque no estamos haciendo bien el proceso. Hay que revisar y re
direccionarlo para una vida de fruto total

6. Su renovación interior le hace bienaventurado (a)


Como líderes necesitamos llevar fruto y desafiar a quienes tenemos a nuestro alrededor a servir a
Dios. Esto implica que vivamos para ser testimonios y poder reflejar así, la restauración personal y
el tratamiento interior, en la vida exterior que implica su familia y sus discípulos. Nuestro llamado
es ser agentes de cambio que llevemos transformación total a nuestro entorno

7. Su renovación interior produce fruto en su vida personal, familiar y ministerial (Isaías


43:19)
Dios promete darnos fruto en lo que somos y hacemos. Nuestra vida cambiada, avivada y renovada
debe reflejar fruto en nuestra familia, pues nuestros cambios y transformaciones van a ser de gran
impacto para nuestra familia y para nuestros ministerios. Miremos los aspectos más importantes
que nos llevarán a ver este fruto:

- Cambio en nuestra forma de pensar


- Cambio en nuestras actitudes incorrectas (reacciones que no refleja el carácter de Cristo)
- Cambio en la forma como decidimos, sin consultar a Dios
- Cambios en nuestra forma de amar (familia y discípulos)

Aplicación Teoterapica
Como hijos e hijas de Dios, este año, tenemos un desafío muy grande de vivir la renovación para
poder disfrutar de la restauración integral, siendo así generadores de esperanza y efectivos en el
cumplimiento de la Gran Comisión, llevando la bienaventuranza de Dios a nuestro entorno. Es
tiempo de disponer el corazón, vivir la restauración y ver la Gloria de Dios

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