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JUAN CALZADILLA
Siempre fui alguien muy autónomo,
“francotirador” para muchas cosas
con las que la gente no estaba de acuerdoTex to: Ar m a n do G agl i a r d i, Na ny Gonca lves y Rebeca Guer ra
Fo togr af í a s: Archivo Ju a n Ca l z a d il l a, CINA P- GA N y Si s tem a Na ci on a l de Museos
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En la historia de los Museos, Juan Calzadilla es reconoci-
do por su trayectoria como dibujante, poeta, promotor de
las artes, curador, crítico e historiador de arte. Ha escrito
obras esenciales para comprender el desarrollo de las artes
plásticas en Venezuela. Fue miembro fundador del grupo
el Techo de la Ballena (1961). En 1996 recibió el Premio
Nacional de Artes Plásticas.
De Barrios a Arroyo
Antes de Miguel Arroyo estuvo como Director del Mu-
seo de Bellas Artes el pintor Armando Barrios, antiguo
disidente que, en materia de estilo, para 1956, volvía a
una figuración geométrica. Barrios introduce cambios im-
portantes, como la modernización del sistema de registro
de obras, el incremento de las exposiciones, la comunica-
ción con los coleccionistas de arte y los artistas y el inte-
rés por el arte nuevo. Dirigía el Museo junto a su esposa
la cantante y poeta Reyna Rivas, encargada de las relacio-
nes públicas y quien propone la creación de la Sociedad
de Amigos, un mecanismo de promoción de las activida-
des del MBA sumamente exitoso, y el cual luego, en los
tiempos de Miguel Arroyo, dirigiría doña Clara Sujo. En
los períodos directivos anteriores la metodología museís-
tica que se aplicaba era muy deficiente y rutinaria, por no tando al expositor, y el listado de obras. La primera vez
decir que elemental. que se hace un catálogo donde se incluye los datos técni-
cos de las obras (año, medida, técnica, lugar de la firma,
El MBA era la única institución del país ocupada entera- etc.) fue en 1955, con la exposición retrospectiva de Ar-
mente de las artes plásticas, nacionales e internacionales. mando Reverón organizada durante el último año de la
La documentación y la investigación para las exposiciones gestión de Carlos Otero.
eran allí precarias, no se aplicaban conceptos de diseño
moderno en las edición de catálogos los cuales normal- En el Museo de Bellas Artes, desde la época de Armando
mente se limitaban a reproducir el texto del amigo presen- Barrios, no pasaban dos domingos sin que se hiciera una
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exposición individual de un que se modernizaba la mu- una sede arquitectónica in- llamaban el “degredo”, un
artista plástico venezolano seografía con la entrada de cómoda y defectuosa. Por pabellón de dos niveles al
y/o extranjero. La exposi- Los Disidentes, que solici- lo cual las autoridades, ante que se destinaban obras que
ción duraba quince días y el taban para ellos espacios el incremento de las activi- habiendo sido aceptadas por
artista plástico se ocupaba públicos exclusivos, como dades, se vieron precisadas el jurado del Salón Oficial,
de todo porque no existían los que ofrecía el proyec- a construir nuevos espacios no eran del gusto de las au-
aún las curadurías. Pero el to de la Ciudad Universita- para albergar las colecciones toridades como para ser ex-
Museo asumía además co- ria de Villanueva; así como que habían entrado a la ins- puestas al lado de las de los
mo función, cosa que no murales en distintas partes titución y, sobre todo el Sa- artistas consagrados.
ocurre hoy, la promoción y de la ciudad. lón Oficial.
colocación para la venta de La estrategia de Barrios fue
las obras, incluso el día de Miguel Arroyo separó la fun- Originalmente el Museo apoyar al arte nacional. Im-
la inauguración de las ex- ción comercial de difundir de Bellas Artes lo que te- plementó las visitas guiadas
posiciones había una perso- las obras de arte de la activi- nía eran cuatro salas. En la y lanzó un boletín sobre
na encargada de mostrar a dad específicamente artística época de Armando Barrios arte. Arroyo continuó la
los interesados el listado de de un museo que se moderni- se hicieron dos más, en la de política de reestructuración
obras y sus precios, listado zaba rápidamente a despecho Arroyo otras tantas, así fue de las funciones del Museo
que luego era colocado en de que seguía conservando aumentando. Había una que e introdujo el cargo de Jefe
la pared. La tónica, a par- de Montaje nombrando pa-
tir de Miguel Arroyo, fue ra ello a Alejandro Otero;
dejar esta función en ma- organizó el departamento
nos de las galerías de ar- de diseño que puso en ma-
te, que poco a poco fueron nos de Gerd Leufert. Dio
creciendo en número hasta mayores poderes a la Junta
adueñarse completamente de Conservación y Fomen-
del mercado. to, reorganizándola. Y me
llamó para dirigir el bole-
Miguel Arroyo entró a la tín Visual, que había fun-
dirección del MBA en mo- dado Francisco Da Antonio
mentos en que surgían nue- en los tiempos de Barrios.
vos enfoques en las artes Entré a trabajar en el Mu-
plásticas, se consolidaba seo en calidad de Guía de
la abstracción geométri- Visitas y allí estuve hasta
ca y surgían brotes liber- 1967 cuando renuncié para
tarios así como numerosas irme a laborar en la Direc-
controversias y disputas en ción de Cultura de la Uni-
los enfoques de realismo y versidad Central, llamado
arte no concreto, a tiempo por José Ramón Medina.
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En el Museo de Bellas Artes
(1959-1967)
En el Museo de Bellas Artes estuve durante 9 años, cum-
pliendo múltiples funciones, con rango de obrero y sin
prerrogativa alguna pues me había creado un régimen par-
ticular que me permitía librarme de toda normativa la-
boral para quedar en libertad de promover, investigar y
participar de múltiples maneras en las actividades del Mu-
seo, al punto de que trabajar en éste con la libertad que me
atribuía representó una fuente de gran aprendizaje que me
permitiría luego ganarme la vida sin tener que cumplir ho-
rarios, en muchas oportunidades de mi vida.
Experimental de Arte de Mérida se más y más apático y donde tenía escasa comunicación
con el mundo académico, casi todo apolítico. Desempeñé
(1967- 1971) también una cátedra de Historia del Arte en el Centro Ex-
perimental de Arte, fundado por José Antonio Dávila y
Para 1967 yo trabajaba en la Dirección de Cultura de la Régulo Pérez y dependiente del Rectorado de la ULA. El
Universidad Central de Venezuela ocupado en unos cursos director era Carlos Contramaestre. Recuerdo que una vez
de extensión sobre conocimientos generales que se efec- Carlos Silva me dijo: -Juan, yo tengo ganas de meterme a
tuaban en poblaciones donde la Universidad contaba con crítico de arte, ¿qué te parece si escribo un ensayo sobre
núcleos. Renuncié y a mediados de 1969 me trasladé a Virgilio Trompiz? Y yo le contesté -Bueno, ¿y por qué no
Maracaibo, invitado por César David Rincón, a la sazón lo haces?-. Carlos Silva se destacó después como crítico,
encargado de la dirección de cultura de LUZ, en momen- publicó gran cantidad de libros y llegó a ser Director del
tos en que el movimiento de renovación universitaria efec- Museo de Bellas Artes.
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El Museo Emilio Boggio
(1973-1974)
Raúl Domínguez, Presidente del seo Boggio e hiciera el catálogo, pero el cargo de Director del Museo Bog-
Consejo Municipal, quería convertir Mateo prefirió llamarme a mí y que- gio, en el que estuve un par de años.
el Palacio Municipal en un Museo. darse con la parte del trabajo que sa- Realizamos varias exposiciones, entre
Así que trasladó las oficinas admi- bía hacer: diseñar y editar un copioso ellas una retrospectiva de Rafael Ra-
nistrativas a otro edificio y se quedó y bien ilustrado catálogo con el cual món González y tres publicaciones de
ocupando la Presidencia en el anti- fue inaugurado en 1973, si mal no re- arte. Lamentablemente el Museo Bog-
guo edificio diseñado por Alejandro cuerdo, el Museo Emilio Boggio, ca- gio fue desmantelado posteriormente
Chataing. Para hacer el museo con- tálogo cuyo diseño estuvo a cargo de por el Presidente del Concejo Munici-
taba con pocas obras de arte, por lo un nieto de Federico Brandt de nom- pal, el Sr. Páez-Pumar, quien, para des-
cual se empeñó en enriquecer el pa- bre Federico Villanueva. Manaure de- montarlo, alegaba que no cabía en su
trimonio del Concejo Municipal ad- legó en mí la investigación y edición mente que pudiera tener museo propio
quiriendo obras de algunos maestros de ese catálogo y terminé aceptando en una edificación histórica del esta-
del Círculo de Bellas Artes y la Es-
cuela de Caracas. En un momento P r i mer Cat á logo del Museo Em i l io Boggio
adilla acional
Juan Calz la Galería de Arte N
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