You are on page 1of 1

Llegamos a este mundo por la motivación de nuestros padres, y sin en-

tender muy bien las razones por las que estamos aquí. Vamos creciendo
y avanzando cada día, en nuestras vidas y en la construcción de un pro-
pósito.

No hay uno de nosotros que no se haya equivocado, muchos nos hemos


sentido perdidos, sin saber cuál ruta tomar. Esa sensación de vacío, esa
aflicción que te causa el no saber cuál es tu lugar, qué se espera de ti,
qué es lo mejor que puedes realizar con tu vida, quizás te resulten sen-
saciones familiares.

Vivimos en una sociedad saturada de estímulos externos (las modas,


los estereotipos, las tecnologías, las ideologías, etc.) a los que respon-
demos automáticamente. Sin embargo, debemos detenernos, buscar un poco de silencio para permitir escuchar nuestra propia voz inte-
rior, en lugar de estar respondiendo constantemente a las expectativas y llamados del exterior.

Te has planteado alguna vez: ¿qué le da sentido a tu vida?, ¿cuál es tu propósito fundamental? Si no es así, aún estás a tiempo de hacerlo.
No es de extrañar que muchas personas no se cuestionen el sentido de sus vidas. Convivimos en un mundo en el que a menudo nos
centramos más en lo que hacemos y tenemos, que en lo que somos.

Reflexiona sobre esto: cuando conocemos a alguien no le preguntamos ¿quién eres?, sino ¿qué haces? Probablemente esta sea una de
las raíces de la confusión: identificamos el valor de los demás con lo que hacen y lo que tienen, pero el sentido de la vida no mora en lo
que hacemos ni en lo que tenemos, sino más bien en quiénes somos. Es por esa razón que es fundamental fomentar un sentido de
trascendencia personal, de identidad propia y sentida desde lo más profundo.

El sentido de nuestras vidas está en encontrar el equilibrio interno, esa paz interior que se traduce en bienestar y armonía, que no
significa que siempre nos sintamos felices, pero sí siempre involucra la coherencia entre lo que queremos que sea nuestra vida y lo que
hacemos cada día para que así sea. Cuando encuentres aquello que te permita estar en concordia con la realidad, sentimientos y acciones,
entonces habrás encontrado lo que da propósito a tu existencia.

El sentido de la vida es una revelación muy personal, lo que sí sabemos es que pasa siempre por la ruta del AMOR. Intuimos que todo lo
que tiene sentido está hecho con amor. Conocemos que el amor tiene como ingrediente ese misterio con el que incluso lo más insignifi-
cante cobra sentido. Una vida con propósito y significado es aquella que se vive en primer lugar desde el amor propio, que no es
egolatría, es el reconocimiento de que cada uno de nosotros es un ser único, digno de amar y de ser amado. Para dar amor, primero,
tenemos que albergar amor dentro de nuestros corazones. No podemos dar aquello que no tenemos.

Desde ese amor a nosotros mismos, será posible percatarnos de nuestros talentos, virtudes, sentimientos y de las razones que nos esti-
mulan a levantarnos cada mañana; para emplear todos esos dones que hemos recibido de la vida, en el servicio a los demás. Dándole así
una dimensión trascendente a ese verbo que todos conocemos, pero que pocos le damos su máximo potencial: vivir. Interiormente el ser
humano posee un auténtico y genuino deseo de vivir una vida lo más significativa posible.

Es nuestra intención invitarte a reflexionar sobre tu propósito, sobre tu norte, lo que te mueve cada día, superando la inercia de los
compromisos. Queremos que te conozcas lo más posible y así tengas claridad sobre tus metas y sueños. Nosotros estaremos ahí para
ayudarte a conseguirlos.

You might also like