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no se extingue jams: nunca las eenizas devoran los earbones de ‘ispera>'©. El inno dirigido al dios de Citene desde la tierra de Bato Tehnace el recomtido que traza el Himno homérico a Apolo, pero con- centrdndose en el altar que eonjuga, entre Delos y Delfos, los poderes el Arquitecto y del Fundador. El dios arquegeta habita en el ito que juega a trenzar cuernos de cabra, a echar los cimientos del altar, a olocar a su alrededor una muralla de cuernos. El niio delio es mejor {que el dios del Himno homérico enseiiando a sus futuros ministros los actos del ritual sangriento, el recorrido sacrificial y el acto fundador dle una ciudad: con un misino gesto,ejecuta la forma del altar el ra- ‘ado del sacrficio y la fundaciGn de una ciudad, ‘Al colocar el altar en el centro del clogio de Apolo Arquegeta y Cameo, Calimaco se basa explicitamente en las afinidades cultuales centre econsagrar» y «fundar», entre hidryein y kifein, tan estrechas th s6lo en la homologia de los trazados circulares, sino también en el uso compartido de una marmita (khtra), lena de fuego para la ciu- dda inaugurada'™, o de alimentos cocidos cuando se trata de consa- fear o fundar, sea un altar, sea una estatua. Por sus propios caminos, iis cercanos al sacrificio y el ritual, Calfmaco impone la vision de un ‘Apolo cuya excelencia, enraizada en el santuario déifico, engloba {odo lo que debe ser fundado: santuarios,altaes, sacrifiios, asf como ciudades y comunidades polttcas'*, T= GALnmNce, Hin Apt 88 ‘te Ele Le Macxin, eligion and Colonzation. cl, pp. 1-136 es Chr Auorane, Plt, 198, ef come Eicolion«Arisfincs, La Pac, 92. tae Con parce deforma mc mas explicit, en PLATOn, Replica V, 4276 67 ybeyes, 38 16 FUNDAR-CREAR UNA CIUDAD: LA OBRA POLITICA, Entre el resplandor de Cirene en la costa libia y Ia alegefa de las Cameas en el momento de la epifanfa, el Arquegeta de Delios hace el papel de gufa por excelencia. «Es tras los pasos de Apolo que los huma- nos trazan y disefan las ciudades»!, Ningén fundador humano puede rivalizar con el dios nifio que hace nacer en Delos sus primeras funda- ciones antes de consagrarse asf mismo como Fundador y Arquegeta en su santuario de Delfos. ¥ Bato el Tartamudo menos que nadie, él que ‘conocié, frente a la Pitia, la tepentina explosién de la palabra oracular «que viaja por sus propios caminos®y asignéndole una misién cuyo décil ejecutante debia ser. El fundador involuntario de Cirene parece subyu- -zado por la voz espontnea del dios que le leva hacia su destino. ‘A este Fundador balbuciente*, recordado por Callmaco en su hhimno, la Odisea nos permite oponer la nitidez de un primer creador ‘humano de ciudades, en toda su autonomfa. En la primera mitad del siglo Vi, al mismo tiempo que surgen las nuevas ciudades del conti- nente y de Sicilia, el relato de los vagabundeos de Ulises enuncia las secuencias principales de una forma inédita de organizar el espacio y habitar et mundo*, En la ciudad ideal de los feacios, Nausftoo apare- ¥ CALtMaco, Hin a Apolo, ed. Fe. Williams, 85-56 2 Pinoato, Pas, 1V, 106: autdtos. Ce a propio de automate en el ‘Juramento des Tundadorss as obscrvacions Je H.W. TaRKt, «A Note ot cata- {ein in Connesion with Prophecy, HS 82 (1962, pp. 145-146 "Cin M, GiaNciLuo, «Detormia rice etaizion di fondazion. Bato, miseelo oracolo delicoo, ASNP, Il, vl. XI 1, 1981, pp. 1-24; CL Calan, «Narang the Foundation ofa Ci The Symbalis Bith of Cyrenen on L- Bowron (0), Approacog to Greek Myth, Balimese, 199, pp. 27734 andi rtomador en Myhe et tire dans Ami grecque, Lasana, 196, "Excelent andisis de CL Most, liaque ou a nassane dell, en Archeologie storia anica (Arma del Ista universtaro erent), Népoes, 158, pp. 7-19. 47 ce como «arquegeta», en el horizonte del reino de Al todavia no ha entrado en él, y mientras duerme, agotado, Atenea toma la delantera, Ilega a la ciudad de los feacios cuya historia, en forma de vilieta, acompaiia su recorrido’. Antiguamente, los feacios habitaban ‘en Hiperia, en insoportable vecindad con los Ciclopes®. Es Nausttoo, ‘csemejante a un dios», quien los leva (dgein) a la isla de Esqueria y establece para ellos una comunidad y una ciudad: pdlis y dsty. ‘Los gestos de Nausftoo descubren de dos en dos ios elementos constitutivos de una «comunidad politica»: rodear la ciudad con una muralla (amphi dé teikhos élasse polei), construir casas (edetmato “ofkous); crear santuarios para los dioses (néois pot@se thedn), repartir Tas tietras (edidssat’ aroiiras)?. Cuando, a su vez, Nausicaa propone a Ulises ensefarle el camino hacia la ciudad®, le anuneia, ms alld de la ‘murallay las puertas, el agord de hetmosas piedras ajustadas y el tem- plo dedicado a Poseidén’. Un recinto que delimita y divide la nueva ‘ciudad, un lugar reservado a las asambleas de los feacios, los santua- Fios previstos para los dioses, el reparto de las tirras, las casas, nada falta en la fundacién cuyo autor es Nausitoo, el oikistés por adelanta- do, El mundo cerrado de los feacios no permite ninguna referencia a Delfos, ni al santuario cuyo umbral,riquezas, por no decir consults, ‘conoce la Odisea tan bien como la Hiada'”. Poseidén, desde su tem plo cercano al agord, reina abiertamente en solitario sobre la isla ut6- pica de Esqueri, listo para enraizar como una toca al fondo del mar! fa ciudad de la que parece ser tanto el dios arquegeta como el inmi- niente destructor. Hechos y gestos del fundador ‘De una forma general, cuando los griegos se representa y se cuen- tan la fundacién, la krsis de una ciudad entre Sicilia y el mar Negro, ppiensan en un actor humano, en un «oikista» mortal como Nausftoo. De un relato a otro cl fundador aparece como un tipo de hombre cuyos gestos esenciales proponen un modelo politico de la fundacién !, * Odlsea, Vi, 13. ida 2 Ibid, 710. * Ibid, 261 ed dhodon hegemonerisa 9 hid, 266-267. 'e hid, Vill Bo: Agamensn en Delfs, franqueando et umbral de piers. para con- sultar« Apolo. Mientras que a Hida 1X, 408, evoca tpl, su mba, sigan, Ya famosas para elenclerizad Aquls. 1 hid, XI, 160-180, 2 Gracia a fas investgaciones de I, MALKIN Religion and Colonization, cit), pode- nos reconlar Steins aos, sin dejar de isis en cts. Conarcs también con a 118 Primer rasgo: todo proyecto de fundacién de una ciudad comienza por Delfos. Ningin «fundador» debe ahorrarse un viaje hacia el san- tuario de Apolo. El futuro «oikista» planteard al dios arquegeta la pre- gunta acostumbrada: «jHacia qué tierra iré como roturador-funda dor?» (es héntina gen ktison fi..). S6lo entonces, y sea cual sea la ambigUedad de la via que «signifique> el oréculo apotineo, el funda dor tiene asegurada la legtimidad de su empresa. Apolo Arquegeta estd con é1; lo acompafa, lo inspira, le da esa autoridad absoluta que determinado decreto define por la cualidad de auokrdtor: que posce plenos poderes, que no rinde cuentas a nadie, que decide de forma soberana sobre todo. Como si en el tiempo intenso de la creacién de una ciudad, el fundador que ha recibido la investidura de Delfos ocu- pase la posiciGn del Intelecto, el Nods, en el pensamiento filos6fico de Anaxégoras. El Nod calificado de autokratés: presente en cada parte de la naturaleza, pero sin mezclarse con nada, puro y separado, siendo «él mismo por sf mismo>'6; al principio, es él quien lleva a cabo la separacién, «infinita y auténoma”. Si la comparacién pare ce encesiva, es porque quiere subrayar la parte de exceso necesaria en el acto de fundacién', no sin lamar la atencién sobre el aspecto con- ceptual que implica en st. [Los dos gestos siguientes permiten descubrir Ia audacia en la forma abstracta que debe demostrar el fundador, tanto cuando lleva consigo el fuego obtenido en el Hogar comtin de su ciudad de origen, ‘como cuando procede a la divisién y reparto del espacio y del trrto- rio de la nueva ciudad. En el momento de partir hacia la terra que el oréculo le habré «significado» que alcance, el nuevo eoikista» va a tomar el fuego del altar del Pritaneo””. Coge una marmita ena (klstra), como la que levan en las manos los dos atenienses que van locumentasima obra de W. Lescnions, Grinder der Stadt rimerexbozo de ete ‘modelo plitco» en M. DET (ed), Trane de fondation et pp. 301311, que pe ‘eniamos en 1985 en nuestros seminaries de la EPHE. Sobre a Tundacién en tno pénero 1 relato, fe. C, Douce, «Arce Gresk Foundation Posty: Questions of Gere and ‘Occasions, J 114 (199, p. 35-6 "2" Hendoro,V, 42 2- Bs sla pregunta que Doro fioxo porno haber oben Ia sealezaen Esa, se ovida de plantar a oriclo Tal y come Herédoto seals, Deion io mda de lo que se acostambraa x hacer. De bs fatso en Lila, Ck MALKIN, Religion and Colonization. cit, pp. 78-3 Seta del dcetostenionse conceriente al andacién de una colonia en Bre 1G, P46, 12-13. Che R. MoUs y D. Lewis (ds), A Selection of Greek Historica! Inscriptions. ci, 0° 49,1 83. Che. Dera, «Les origins eligiewes del notion d'ntelect. Hermatime et Amsayoren Ree pilsophigue 2 (1981), pp. 67-17, ‘0H, Dis, ie Frogmente der Vosokraie. Belin, 71984, p. 37,18. "Ibid p39, 15. 1 Yolveremos mis adelante, pp. 137-138, Cie MALKIN, Religion nd Colonzatin.. ct p. 1 34 19 4 fundar otra ciudad entre los péjaros, las Aves de Arist6fanes™. Por ora parte, es con este fuego con el que ambos «oikistas, recibidos por el pueblo alado, levan a cabo su primer sacificio, drigiéndose en primer lugar a Hestia, seguida de inmediato por Poscid6n y Apolo La Hestia invocada por el fundador para uno de los primeros sacrifi- clos que se apresurara a realizar no representa el fuego de un simple hogar doméstico. Hestia simboliza el Hogar piblico, tiene su morada ten el Pritaneo, viaja con el «oikista» para autorizarlo no s6lo a insta- tar un primer alla, sino a fundar ora ciudad con su propio Pritaneo*. ‘La marmita de fuego que acompatia al fundador se parece ala que se Mili para «consagrat» (hidrSsthai) una estatua o un altar®, con la Uiferencia de que, en este caso, el recipiente esta Ileno de alimentos; un caldo de legumbres a guisa de primicias ofrecidas al dios consa- grado 0 2 las divinidades implicadas, Marmitas de consagraciGn cuyo Simbolismo en Grecia se orienta quizé hacia el regimen alimenticio de Tos tiempos antiguos*, En el mundo afticano, con Tos mismos fines de fundacin, se enfierra en el suelo una calabaza colmada de semillas, de objetos y de todo lo que representa la totalidad del mundo, a ta manera del mundus de los romanos®. Sin duda, el fundador griego no ‘lvida los valores sacrficales y alimenticios del fuego que teva: Ia Heestia del Pritaneo practica cotidianamente la comensalidad sacrifi- cial, Pero en el hueco de su marmita, el «oikista» lleva con él la es ‘ia de Hestia, a forma fgnea del Hogar piblico, es decir, una concep- ign ideal de ciudad, la que va a legtimar la autoridad de los magis- trados y fundamentar el cardcter pablico del espacio politico™. 2 AntOraNe, Aves, 42 2 fd Bos as es potencis dvinas que residenconjntamente enol mégaron 4s Dao, Sin olvidar a Gea sa etc M, Devine, aiestinmisogye, I ité en son autonomien. Cf. £Eeriare One cit, pp 85-98; 205210. "a vat un Hermes ete la pera: Escolas a Aistsfane, Pas, 922: ARISTOPANES, tao, Lidbry Esco Che G. Hock, Grlechische Wehegebraiche, Diss, Munich, 1905, 8 Sonat Ari Plows, 1097-98; AnisrOraNes, Dunaides, fe 245, ed Edmonds: Marmias lens de alimentos cocks como socede en as Pyanopis yas Forgot CL Catan Thésée ot Uimaginalre thénen, Lausiay 1990, pp, 289-396 costa Hay qu dsinguia ade el sari, Kadi, con el que Zeus tio. el ei Meact s inala ena casa Com sts tea: se Wet en cl recipient corona te blene one mcr laa samivosi, hee de agua pura, de acct y desta aside ore (ole A Com, Zeus. cit 2, 105485). nS CM. Deru, «Qu'estce run sles, en M. Dero (ei), Tacks de fw dation, et, p10, as coo, ee mismo vlumen, M, Caen y D LiBsRsk, «Fondation san ondscur, pp. 12-128, Pee 1 Bohure 'Orpie, ct, pp. 9093, af como M. Deewst, espace de la public», cit pp. 333 120 La audacia del gedmetra Con esta misma audacia, el fundador toma posesi6n del espacio y de las tierras. A 61 le corresponde trazar el plano y dividir el territori. Nausftoo comienza por «rodear de una muralla» la ciudad de los fea- cios. De la misma forma, delimita la posici6n de los santuatios, con: sagra los recintos, al mismo tiempo que, verosfmilmente, reserva el emplazamiento del agord construida con hermosas piedras talladas cuando Nausfcaa esti en edad de casarse”. El «oikista» tiene poder para planificar, y Nausftoo To usa para los feacios con la misma liber- tad con que Lamis llega de la Mégara de Alestoo y taza, a la ora det ‘mar, el plano de la futura Mégara Hyblea’*. Fundada alrededor de 730, la ms antigua colonia de Mégara, perfectamente estudiada por los ‘arquedlogos, revela un plano primitivo «trazado sobre el suelo» sobre un espacio «vacfo», desocupado. El espacio se reparte en lotes, «sepa rados, aquf por un espacio estrecho sobre el que se construird mis ade- Jante un muro mediano, y alld por un espacio ancho donde se dispon- dri, mas adelante, una calle separada a su vez del lote»*®. Desde fines, del siglo vin aparecen segmentos de calle™, mientras que de partida, entre las intersecciones de las tres calles principales (una norte-sur y dos este-oeste), se ha reservado un espacio que servirfa de «lugar de reunidn» antes de convertirse, un siglo mas tarde, en un agordd con sus « que traza el plano de conjunto (dia- ‘grdphein), el fundador une la originalidad del «geénomo»?® que divi- ® Chi; Odie, Vl 266267, Del mismo modo gora de Mea Hye fue babi tala y construe aber sido espacio teservado, esta vez durante un fargo siglo VG vaste, F Vaan y Pe AUBERGON, Le Quartier de Vagoraarcalgue. Megara yblea, Ron, 1976; Vocus, VLaKo yP AUBERSON, Meare blac 3, Gude, Pars 1983: G, Vac, sian des ecerchest Mégara Hyblaea, Arai dela Seuala frchclagica d Aten (= Adel eonvegno buernacioale: Grecia Hala Sicilia nel fi gee 1.C) 60 (1982), pp, 173181 2°G, Vauuer ln de recherches.» i, . 180 Cano none, Gr, Apt ee rece sr cls gre enc "Ci as cbvervaciones de Edouard Witten la eens de Mara Hybea Ze a su sorique, 197, pp. 464-AGS. ‘SG, Vatu, alan ds techerches. ct p. 7B. © La ditinegn ente sgednomos gesinctar se hace en Fa0co, Preparatio ‘Sphinn 1 de Dosen, 37. Pero cl gosmeta eh glamonte el que nies Ton Aoi {agrimensor por lo tanto), mientras que nocatros damos a «pesmsra el sentido noble de {ue piensa como gedmetn sms que como ubanisam, como seals G, VALLE, «ile ct ‘ERéflesions sur lee pemtres nations sreequs en Occiden, en F- Guesy (ed) ede la vile, Pats, 1984, p. 62 ma

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