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LA ESPERANZA CRISTIANA EN LAS CARTAS DEL APOCALIPSIS QUE

ALIMENTAN EL SER Y EL QUEHACER MISIONERO DE LA IGLESIA (Ap.


2-3)

CAPITULO I

RASGOS GENERALES DE LA ESPERANZA CRISTIANA EN LAS SIETE


CARTAS DEL APOCALIPSIS

Es muy conocido que el remitente de las cartas del Apocalipsis, es llamado Juan. Este
hombre ya se había perfilado para ser siervo de Jesucristo. Como destinatarias de las
cartas se hace mención de siete Iglesias cristianas ubicadas en la provincia romana,
llamada (Asia menor occidental), ya el número de Iglesias hace alusión a un pueblo de
Dios Pleno. Pues el número siete significa plenitud, integridad. Las siete Iglesias del
Asia, son una referencia a la Iglesia fundada por Jesucristo de carácter universal, es
decir que se extenderá por todo el mundo.

Las cartas reflejan una realidad que se daba en las iglesias de aquel momento, a saber:
flojera de algunos integrantes de las comunidades, acierto de otros, equivocaciones de
otros miembros de las iglesias. Pero el mensaje es de mucha esperanza en donde se
resalta a un Dios cercano, fraterno, comunitario. Las comunidades van tomando
conciencia de que solo unidos podrán perseverar y triunfar al final de todo.

Las siete cartas tienen una estructura similar, ese es un detalle que llama la atención
porque, aunque son siete Iglesias con diferentes dificultades, el autor les escribe usando
un mismo esquema, dando a entender que la Iglesia es una y que por lo tanto el mensaje
es uno, de un mismo Señor. Así lo presenta el teólogo Trino Araya:
Cada carta está compuesta de siete partes:
1. Inscripción inicial para la Iglesia a la cual va dirigida
2. Descripción del autor divino.
3. Mensaje de alabanza o censura.
4. Exhortación a la necesidad especial.
5. Una promesa ”al que venciere”
6. Una llamada de atención.
7. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.1

1.1 Hermenéutica de las cartas del Apocalipsis

Al hablar del Apocalipsis es adentrarse en un mundo casi desconocido, por lo tanto, se


requiere de asumir ciertos riesgos. Tales riesgos son, por ejemplo: explayarse mucho en
hacer interpretaciones sobre cada símbolo o imagen que el autor del Apocalipsis utiliza
y no dar una explicación clara a los lectores del libro. Por otra parte, se puede caer en
presentar la obra como un libro de acontecimientos del futuro, es decir hacer del
Apocalipsis una novela futurista en donde se predicen acontecimientos que en lugar de
gustar a los lectores les cause terror y miedo, perdiendo de esta manera toda la riqueza
de contenido que se nos ofrece en esta bella obra. Nos dice muy claro el autor E.
Schick: que el Apocalipsis como profecía neotestamentaria:
“no es en primer lugar y propiamente predicción de hechos futuros con indicación del lugar y del
tiempo, sino notificación de instrucciones divinas en forma de exhortación, amenaza y promesa,
que están relacionadas con determinadas situaciones y experiencias históricas y deben ayudar a
comprenderlas y dominarlas”. 2

1.1.1 Interpretación profética

El Apocalipsis de San Juan, a quien se le atribuye, tiene un carácter profético ya que es


a través de esta forma de mensaje que se le comunica la Buena Noticia a la comunidad
cristiana de aquella región. El mismo autor se presenta como profeta: Ap10,11. Al traer
a colación a los profetas antiguos se puede asegurar que:

“Los profetas de Israel habían sido guías del pueblo elegido, enviados por Dios, que aparecieron en
épocas críticas de su historia, sus instrucciones y advertencias, sus exhortaciones y consolaciones
proporcionaban una y otra vez al pueblo la debida orientación por su camino de la historia de la
Salvación.”3

1
Trino, Araya Borge, Notas sobre el Apocalipsis, 1995, 3ra Ed. San José, 29
2
Eduard, Schick. El Apocalipsis, 1979, 2da Ed. Barcelona, Herder, 22
3
Eduard, Schick. El Apocalipsis, 1979, 7
Así como los profetas del Antiguo Testamento, el Apocalipsis se convierte en un
impulso, un ardor de esperanza para el nuevo pueblo cristiano. El Apocalipsis de Juan:
“tiene por objeto proporcionar a la Iglesia de aquel tiempo - especialmente a las cristiandades existentes
en la provincia romana del Asia (Asia menor)- orientación, fortaleza y consolación en su situación del
momento”.4

Es tan interesante este estilo de anuncio que el autor le llama Bestia al emperador de
turno, a Domiciano, sin que éste se pueda dar cuenta. La palabra Apocalipsis es una
palabra griega que significa Revelación. Es una Revelación hecha por Jesucristo sobre
sí mismo y entregada a Juan para que la envíe a las 7 Iglesias. El primer capítulo y
versículo da la identidad del libro: Ap. 1,1 “Revelación de Jesucristo”. La revelación es
la plenitud de las promesas de salvación. En cada carta se puede desvelar la persona de
Jesús mediante un título que describe un atributo Divino.

1.2 Teología de las cartas a las siete Iglesias del Apocalipsis

Vamos a ver cómo Juan describe y comprende la misión del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo:

El Padre: “El que era, que es y que viene”. Al principio, el Padre es llamado “El que
era, que es y que viene” (4.8; 4,8). Al fin de la historia, su nombre es ya: “El que era y
es” 5. El Padre es el Dueño de la historia. Es un Dios que está en todo momento con su
pueblo escogido. Se muestra como un Dios cercano que acompaña a sus hijos en todo
momento tanto en los buenos tiempos como en los difíciles. Al revelar su nombre lo
hace como lo hizo antiguamente con Moisés (ex 3,15) Yavé: “¡Yo soy el que soy!”
dejando entrever que el mismo Dios que liberó a Israel de Egipto, liberará a la nueva
comunidad de la persecución romana.

El Hijo: como hijo que es se le elogia, se le dan atributos por toda la obra realizada y
que sigue realizando en su nuevo pueblo: la iglesia. Entre ellos están: “Cristo Jesús,
Testigo fiel, Primogénito de entre los muertos, Rey de reyes”. Cada uno de estos
aspectos con que se le nombra, expresa su vida de entrega total y obediencia al Padre.

4
Eduard, Schick. El Apocalipsis, 1979, 8
5
Carlos, Mester Oc, Cielo nuevo y Tierra nueva Esperanza de un pueblo que sufre El
Apocalipsis de San Juan: Una clave de lectura, 26.
“Testigo fiel: Jesús dio la prueba de que Dios es fiel en el cumplimiento de sus
promesas. Primogénito de entre los muertos: Jesús, nuestro hermano mayor, venció a la
muerte y está vivo (1,18).”6

El Espíritu Santo: se puede destacar la presencia del Espíritu Santo en todo su


esplendor cuando se presenta como: “Los siete espíritus que están delante del trono de
Dios”.7 Esto significa que es la acción invisible de Dios en la vida y en la historia de los
hombres. Hay que tener en cuenta que el número siete representa la plenitud de acción
con la que Dios actúa en el mundo para realizar su plan.

1.3 Cristología en las siete cartas

En las siete cartas se encuentra una referencia a Cristo, a través delos títulos. Cristo es
la fuente de la esperanza que el autor quiere sembrar en la conciencia de las
comunidades cristianas. Entremos a cada carta para ver el título que se le da a Cristo. El
título atribuido al Señor, cumple una función especial para cada comunidad que vive
una situación interna diferente, aunque el denominador común al que se enfrentan es el
culto imperial impuesto por los emperadores que se han auto divinizado y buscan que se
les adore como dioses: “al principio de cada carta Cristo toma un título, ordinariamente
en armonía con el tema del mensaje.” 8
Otro autor agrega: Al comienzo de cada carta
hay un título de Jesucristo, el que mejor conviene a la Iglesia en cuestión, y que hace
referencia a su historia. Son títulos que nos permiten entrar en la Cristología del
Apocalipsis.9

1.3.1 Éfeso

6
Carlos, Mester Oc, Cielo nuevo y Tierra nueva Esperanza de un pueblo que sufre, El Apocalipsis
de San Juan: Una clave de lectura, 27
7
Carlos, Mester Oc, Cielo nuevo y Tierra nueva, Esperanza de un pueblo que sufre, El
Apocalipsis de San Juan: Una clave de lectura, 27
8
José, Bonsir Ven S. J, El Apocalipsis de San Juan, Verbum Salutis, 1961 1ra Ed. Madrid,
Ediciones Paulinas, 110
9
Cf. Pedro, Goenaga Nuñez, ¿Fuertes o Débiles? Las siete Iglesias del Apocalipsis, Ayer y Hoy, 2007 2da
Ed, Bilbao, Desclee de Brouwer, 55
Esta comunidad de Éfeso se dice que es la misma comunidad a la que también Pablo
escribió una de sus cartas. Es una ciudad con un gran auge comercial. El culto que se
antepone a la experiencia religiosa de la comunidad cristiana que allí reside, se rinde a
Artemisa considerada una gran diosa y en torno a ella se encuentran otros templos para
rendir culto al emperador. En esta comunidad el título que se le da a Cristo es: el que
tiene las siete estrellas en su mano derecha, el que camina entre los siete candeleros de
oro, Ap 2,1b. “Cristo se presenta a la Iglesia de Éfeso en su cualidad de Mesías
sacerdotal, que está presente en el conjunto de la Iglesia orante (anda entre los siete
candelabros de oro) y asegura con su energía salvífica la realización de la dimensión
escatológica (tiene las siete estrellas –las iglesias- en su diestra”.10

1.3.2 Esmirna

Ubicada al norte de la ciudad de Éfeso. Es considerada una ciudad muy comercial. Se


destaca la importancia de uno de los más grandes puertos que agilizaba el comercio del
Imperio Romano. Aquí se encuentra ya un templo dedicado a la diosa Roma. El título
que se le da Cristo va en función de su ser: esto dice el Primero y el Último, el que
estuvo muerto y revivió, Ap.2,8b. Así lo explica Ugo Vanni: “Cristo se presenta en la
realidad de su misterio pascual: Muerto y Resucitado. Está al comienzo y al final dela
Historia de la Salvación (es primero y último )”11

1.3.3 Pérgamo

Se ubica al norte de Esmirna. Es considerada la capital del Asia Menor. Se caracteriza


por su auge cultural al estilo pagano. En esta ciudad se encuentra una abundancia de
santuarios para el culto pagano. Sobresale el majestuoso altar de Zeus. El título del
Señor en la Iglesia de Pérgamo es: el que tiene la espada aguda de dos filos. Ap 2,12.
Una explicación a este título es el siguiente: “aunque la Iglesia ha resistido
valientemente a todas las presiones, el paganismo hace sentir su contagio en una serie
de ideologías sincretistas”.12 En otras palabras, ante esta influencia fuerte del paganismo

10
Ugo, Vanni, Apocalipsis, 1982, 1ra Ed., Navarra, Verbo Divino, 42 y 43
11
Ugo, Vanni Apocalipsis, 1982, 43
12
Ugo, Vanni Apocalipsis, 1982, 44-45
la comunidad se presenta dispuesta a luchar con todas sus fuerzas, pero sobre todo
teniendo a Cristo como el guerrero que va al frente del combate.

1.3.4 Tiatira

Es una de las ciudades pequeñas volcada también al comercio y las prácticas corruptas.
Para la comunidad cristiana asediada por esta situación, el único que les da esperanza es
Cristo Resucitado: el Hijo de Dios, Ap 2, 18. “Cristo se presenta a esta Iglesia con
aspecto Solemne: el Hijo de Dios (la única vez que toma este título en el libro), con ojos
y pies de llamas para un juicio inexorable.”13

1.3.5 Sardes

Es una ciudad ubicada al sudeste de Tiatira. El culto pagano se oficiaba en el altar


llamado Cibeles. El titulo para referirse a Cristo lo encontramos en Ap 3,1b: “esto dice
el que tiene los siete espíritus de Dios” lo que se entiende según algunos autores, entre
ellos Vanni “Cristo se presenta como aquel que posee la plenitud (siete) del Espíritu,
visto en sus operaciones completas”.14

1.3.6 Filadelfia

Se encuentra ubicada al sudeste de sardes, sus tierras son muy fértiles a pesar que está
rodeada de volcanes. El título que se le da a Jesús es muy peculiar y único, Ap 3,7 esto
dice el Santo, el Veráz, el que tiene la llave de David. Es decir:
“Cristo se presenta como el santo y como el que resume en sí mismo y lleva a su máximo desarrollo la
historia de la salvación del Antiguo Testamento, centrada en la casa de David. Cristo punto de llegada en
la línea histórica de la salvación representada por David, tiene plenos poderes en el ámbito de esa
salvación, con una fuerza irresistible capaz de derribar todos los obstáculos. 15

1.3.7 Laodicea

13
José, Bonsir Ven S. J, El Apocalipsis de San Juan, Verbum Salutis, 1961, 119
14
Ugo, Vanni Apocalipsis, 1982, 46
15
Ugo, Vanni Apocalipsis, 1982, 47
Se acentúa al sudeste de filadelfia. Se caracteriza por ser el centro bancario mas
importante del momento. Cristo se presenta como el Amén. Así habla el Amén, Ap
3,14. Este título lo explica Vanni al expresar que: “amén significa la fidelidad de Dios a
sus promesas, atestigua su validez, promueve su realización concreta; al mismo tiempo
representa (principio de la creación de Dios)”16

1.4 Interpretación eclesiológica.

Al tratar de encontrar una interpretación eclesiológica en estas cartas, se puede


vislumbrar que cada carta es dirigida a una comunidad. La Eclesiología de las cartas del
Apocalipsis va muy unida a la Cristología. Cada comunidad tiene sus propias
experiencias positivas como negativas en cuanto a su caminar de fe. Lo que les
mantiene como una sola Iglesia es la fe en un mismo Jesucristo. El autor se los presenta
a cada comunidad de manera que cada comunidad comprenda el mensaje que se les
envía. Si las comunidades se reunieran para compartir, se darían cuenta que hay un
punto que las une profundamente y por el cual vale la pena seguir sufriendo y
resistiéndose al imperio con tal de seguir unidas, y es el hombre llamado Jesucristo. “no
tiene por qué sorprendernos que el primer septenario de la obra esté formado por siete
cartas dirigidas a siete Iglesias que, por el número, simbolizan a la Iglesia Universal”.17
La Iglesia vivía una situación muy conflictiva. Pero nunca se dio por vencida, siempre
buscó maneras de salir de las crisis, que eran realmente duras. Entre esas dificultades
están las siguientes:
Relaciones tensas con el judaísmo: los que no aceptaron a Cristo se vieron como
impostores (2,9; 3,9) referencias a la doctrina recibida y conservada intacta (Ap 2,25;
3,3) dificultades internas: alimentos ofrecidos a los ídolos y fornicación (Ap 2,14-15.20-
24) sectas o herejías: falsos apóstoles (2,2), Nicolaítas (2,6.15), “Jezabel” (2,20-23),
“Balaam” (2,14), “profundidades de Satanás” (2,24) conducta que resultaba en
expulsión de la comunidad cristiana (2,2; 21,27; 22,14) los cristianos buenos mantienen
fidelidad en las pruebas (2,10), incluso hasta la muerte, como Antipas (2,13)

16
Ugo, Vanni Apocalipsis, 1982, 47
17
Xavier Alegre, Escritos Joánicos, 226
CAPITULO II

EL CONCEPTO DE ESPERANZA DESDE LA CARTA DE FILADELFIA DEL


APOCALIPSIS

2.1 ¿Qué es la Esperanza cristiana?

La esperanza cristiana tiene su fundamento bíblico, teológico y eclesial. Muchas veces


usamos esta expresión para mantener el ánimo en situaciones difíciles. Es una palabra
bastante usada en la cotidianeidad de vida. Pues el sentido que se le da no está
desfasado, siempre gira en torno a Cristo, fundamento por excelencia de la Esperanza.

2.1.1 La Esperanza en sentido bíblico

La Esperanza en los profetas del Antiguo Testamento gira entorno a la venida del
Mesías. Una vez que se hace realidad la venida de Cristo, la esperanza toma un nuevo
rumbo de más profundidad espiritual.
La esperanza en las cartas de Pablo está vinculada al estar con el Señor en todo
momento y a la resurrección de los muertos: “la atención se concentra en el estar
siempre con el Señor, y la resurrección de los muertos no es más que un acontecimiento
preliminar al encuentro definitivo con él, 1Tes 4,13-18” 18

2.2 La Esperanza en la carta a la Iglesia de Filadelfia

La Esperanza se va centrar y tendrá su fundamento en esta carta presentando a Cristo


como el Santo, el Veraz, que no miente. El descendiente de David, es decir el Rey Real.
Es Cristo el que vino definitivamente. Ahora es él quien mantiene con vida a la Iglesia.

18
Ermanno Anclli, Diccionario de Espiritualidad, T.1, 1983, Barcelona, Herder 721
La Iglesia no se encuentra abandonada porque el Rey verdadero la acompaña. La llena
de esperanza y le asegura el triunfo definitivo. Con el Señor todo cambiará.
Ap 3:7 (…) el que tiene la llave de David”.
En este predicado a Jesús se le acredita como el Mesías; unas palabras de Is 22,22, que
predicen a Eliaquim y la colación del cargo de mayordomo de palacio, se interpreta
aquí en sentido mesiánico, y la casa de David viene constituida en símbolo del Reino
Mesiánico. Sólo Jesús decide quien es admitido en el Reino de Dios del tiempo final y
quien queda excluido de él.19

2.2.1 Matices de la Esperanza Cristiana en la carta a Filadelfia

Al profundizar en ésta carta se puede ir encontrando con unos detalles que


sencillamente expresan esperanza de una manera calmada sin explayarse en
explicaciones. Estas expresiones reciben el nombre de matices de la Esperanza. Estos
matices son el medio por el cual el mensaje llega al corazón de la comunidad y les
fortalece a tal grado que no le temen ni a la misma muerte.

2.2.2 ¡Vengo Pronto!

En ésta a carta a la Iglesia de Filadelfia, la esperanza se expresa en Apo 3:11 “Vengo


pronto; mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona”. Ésta
convicción de que Cristo viene pronto les mantiene firmes en su fe y su esfuerzo es
mayor porque su recompensa es grande. La corona de la victoria les corresponde
siempre y cuando se mantengan firmes hasta el final.

2.2.3 Mirada fija en el Veraz

Ante la amenaza de otras doctrinas engañosas que van surgiendo, Juan procura que la fe
de la comunidad no se derrumbe. Esta fe solo va a ser solida si tiene como fundamento
al que es Veraz por excelencia: Jesucristo. Hay una gran promesa para los creyentes que
se mantengan firmes, con la mirada puesta en el Veraz, y que no se dejen engañar por
otras doctrinas. Apo 3:12 “Al vencedor le pondré de columna en el Santuario de mi

19
( Eduard Schick, , El Nuevo Testamento y su mensaje. El Apocalipsis, 1979, 65
Dios”. Esta es, si se quiere llamar, una recompensa, no al estilo del poderío humano,
sino de índole divina, al estilo d Dios.
“recibirán gloria pública semejante a la de los generales romanos vencedores, que
tenían sus nombres escritos en columnas (trofeos) que eran colocados dentro de los
templos como memoriales. El nombre de los cristianos vencedores estará siempre vivo
en la memoria de Dios en su Templo.” 20

2.3 El Cordero degollado sostiene la Esperanza de la Comunidad

La gran novedad que se encuentra en estas cartas y en especial, en la carta a Filadelfia,


es la mirada firme en el Veraz. Este Veraz es el mismo Cristo que en Ap 5,12 "Digno es
el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la
gloria y la alabanza." Lo presenta como el Cordero degollado que sigue vivo y de pie.
Este sigue acompañando a la comunidad. El cordero puesto en pie sigue siendo el
modelo a seguir en el camino con esperanza. Así nos lo presenta el Apocalipsis de Juan
“solo el Cordero inmolado es capaz de abrir el libro sellado y de revelar su contenido,
de dar sentido a esta historia que aparentemente parece con frecuencia tan absurda.”21

Para los cristianos de este momento tan difícil, la fe en el Cordero que fue sacrificado, y
que ahora vive con todo su esplendor, les llena de inmensa e inagotable alegría, les da
consuelo, paz y sobre todo confianza que su perseverancia y fidelidad no será en vano.
Pase lo que pase, criticas, calumnias, persecuciones, no podrán contra el dueño de la
vida, el único que tiene la verdad, que no engaña ni en el mínimo gesto. Esta convicción
les hace acrecentar su fe. En definitiva la fe cimentada en el Cordero degollado, es decir
Jesucristo, es quien garantiza la esperanza de los cristianos, pues si él lo ha logrado,
también la comunidad cristiana puede hacerlo imitando su ejemplo de vida.

2.4 La Esperanza según Santo Tomas de Aquino

Santo Tomas de Aquino, nacido en el año 1224, desarrolla ampliamente el tema de la


esperanza y la analiza como una las más valiosas virtudes teologales con las que cuenta
el cristiano. La reflexión en torno a esta virtud es amplia, pero se van a ir tomando

20
Juan Ignacio, Alfaro; ¿una clave para el futuro? preguntas y respuestas sobre el apocalipsis
1995, 1ra Ed. Navarra, Verbo Divino, 63-64
21
Emilio, Aliaga Gibres, 18
aquellos puntos relevantes de la Esperanza. El término esperanza toma diversos
significados. “En las lenguas románicas proceden de los vocablos latinos Spes y
sperare. Estos tienen su correspondiente en la lengua griegas elpys. Elpiso”.22 Son los
términos que en las sagradas Escrituras se usan para “esperanza”.

Siempre es oportuno hablar de la esperanza a pesar de las vicisitudes adversas de la


vida. Hasta afuera del marco de la fe, la esperanza sostiene la vida del ser humano en
busca de algo mejor. Es por eso que se puede hablar de esperanza aplicándola a diversas
situaciones de la vida. Sobre todo, cuando se desea llegar a disfrutar de un bien futuro,
se emplean todos los recursos con una convicción, se tiene la firme esperanza que se
logrará.

2.4.1 La esperanza, pasión sensible.

Existe un deseo natural en la persona humana que lo impulsa a ir en busca de aquello


que lo haga sentir bien, pero aún más que lo haga hacer crecer en la vida. En el ejercicio
de prosperar, de ser mejor, de llegar a ser alguien realizado en la vida, sin duda lo hace
lleno de mucha esperanza. Esa esperanza lo sostiene para luchar, esforzarse, dando lo
mejor de sí, con tal de que un día logre su objetivo. Mientras llega ese momento realiza
cada trabajo, cada meta a corto plazo con mucha pasión. Esa pasión (esperanza) no se
agota hasta ver hecho realidad su sueño de toda la vida. Una vez alcanzado ese sueño se
disfruta y se continua con mayor fuerza en la vida.
“Por su mismo significado original, la esperanza implica un deseo ardiente de algún
bien sensible, al cual se dirige la mirada con atención expectante”23
Quien nunca pierde la novedad mantiene siempre viva la esperanza que encontrará
cosas mejores en la vida y se esfuerza por experimentar siempre nuevas cosas que lo
hacen crecer en la vida y hace que otros también crezcan, no se queden estancados.
Siempre hay cosas nuevas, siempre avanza con mucha expectativa.

2.4.2 La Esperanza teologal

22
Tomas de Aquino, Suma Teologica T VII, 2-2 q,1-46, 1959, BAC, Madrid, q 17, 480
23
Tomas de Aquino, Suma Teologica T VII, 481
Cuando los apetitos del ser humano no alcanzan su satisfacción se tiende a caer en
frustración o a experimentar nuevos caminos de búsqueda porque la esperanza
meramente humana se debilitó. Aquí es donde el hombre acude a la esperanza teologal,
pues el único que le otorga plena confianza es Dios: “el movimiento de la esperanza
precisa elevarse a las realidades superiores y anclarse en la creencia en Dios; el hombre
puede ya vivir de la esperanza que termina en Dios”. 24

2.4.3 La Esperanza desde la psicología

El gran teólogo angélico, Tomas de Aquino conociendo a profundidad la psicología del


ser humano quiso hacer un desarrollo de la psicología de la esperanza. Ya que en la
psique humana se encuentran todas las emociones tales como el amor, el odio, la
solidaridad, la bondad, la envidia, el enojo, la solidaridad, la alegría entre otros.
Es oportuno exponer las cuatro notas que permiten hacer una definición la Psicología de
la esperanza tan valiosa y necesaria en la vida de los creyentes y no creyentes ante las
complejidades e incertidumbres que presenta el devenir personal y social del ser
humano. Por consiguiente:
“a) La esperanza siempre es de un bien, por ejemplo, el amor es el apetito general del bien.
b) La esperanza es de un bien futuro ausente o no poseído. La esperanza supone siempre un
deseo, y tiene algo en común con el deseo.
c) La esperanza es de un bien futuro, pero arduo, es decir difícil de conseguir.
d)La esperanza es de un bien futuro y difícil, pero juzgado como posible.” 25

2.4.4 ¿La Esperanza precede a la Fe o la Fe a la Esperanza?

En estas reflexiones teológicas se ha invertido muchísima tinta y aun se sigue


discutiendo sobre la primacía de cada una de esas virtudes. A partir de mucha
experiencia se han ido madurando a tal grado que se ha llegado a decir que las dos son
iguales de importancia: “la esperanza es la puerta de la fe, el principio de la salvación.
Más la salvación es por la fe”. 26 Lo que realmente interesa es saber que ambas virtudes
están muy unidad entre sí. Quien tiene fe tiene esperanza y viceversa. Muchas veces el

24
Tomas de Aquino, Suma Teologica T VII,483
25
Tomas de Aquino, Suma Teologica T VII, 484-485
26
Tomas de Aquino, Suma Teologica T VII, 538
cristiano se preocupa más por anhelar alcanzar algo, con mucha esperanza y lo logra
solo si esa esperanza va acompañada de la fe. Es muy conocido un refrán de sabiduría
popular que reza así: la esperanza es lo último que se pierde. Esto quiere decir que
mientras hay esperanza hay motivos por los cuales luchar. Si hay lucha, deseos de
alcanzar un bien, significa que hay fe. Al perderse la esperanza la fe se disipa por
completo.

2.4.5 La Esperanza cristiana según el papa Benedicto XVI

Ante una situación de conflictos de toda índole en que vive sumergida la sociedad
actual, la esperanza cristiana retoma mucha fuerza al dar nuevas luces por donde
encaminarse a una vida nueva y para siempre. El gran teólogo y papa Benedicto XVI
hizo una invitación fuerte a nunca perder la esperanza. El Papa Benedicto trae a
colación lo que el salmista nos recuerda:
« El Señor es mi pastor, nada me falta... Aunque camine por cañadas oscuras, nada
temo, porque tú vas conmigo... (Sal 23 [22],1-4). El verdadero pastor es Aquel que
conoce también el camino que pasa por el valle de la muerte. » 27

La expresión “nada temo” encierra la esperanza en la dificultad. Al no temer a algo es


porque se confía en alguien mucho más fuerte que puede sacar al cristiano hacia el
camino de la luz.
La salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el
sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual
podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se
puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si
esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino. 28

2.4.6 El sufrir es escuela de esperanza

Hoy en día se vie una realidad en donde nadie quiere sufrir, se vive en una zona de
confort. Es una realidad del menor esfuerzo. Si bien es cierto la tecnología ha venido a
darle un giro al bienestar de vida de la persona, es un desafío saberla usar. Cuando la
tecnología se usa sin un manual de instrucciones nos vuelve esclavos, nos crea nuevas

27
Benedicto XVi, papa, Spe Salvi, 2007, Roma, #7
28
Benedicto XVI, Papa, Spe Salvi, # 1
necesidades a las que hay que saber manejar. Esta actitud instala al misionero y hace
que deje de servir a Dios en la adversidad.

Pero el esfuerzo cotidiano por continuar nuestra vida y por el futuro de todos nos cansa
o se convierte en fanatismo, si no está iluminado por la luz de aquella esperanza más
grande que no puede ser destruida ni siquiera por frustraciones en lo pequeño ni por el
fracaso en los acontecimientos de importancia histórica. Si no podemos esperar más de
lo que es efectivamente posible en cada momento y de lo que podemos esperar que las
autoridades políticas y económicas nos ofrezcan, nuestra vida se ve abocada muy pronto
a quedar sin esperanza.29

En la cotidianeidad de cada día, en la Diócesis de San Pedro Sula se ve cómo la gente


vive en medio de grandes dificultades, no solo en lo urbano, si no también en la zona
rural. Lo interesante es que la mayoría de esta población expresa que todo ese
sufrimiento va a terminar, es decir mantienen una esperanza viva y una fe firme. Este
sufrimiento no es sufrir por sufrir (masoquismo) es un sufrir con esperanza de que hay
alguien que se llama Jesús y que también sufrió, incluso la muerte, pero que no se
quedó en la tumba, sino que resucitó vencedor de todos los males. Este es el Cordero
degollado que se mantiene en pie como signo que el siendo el sumo bien ha vencido al
mal de este mundo para dar nueva vida a la humanidad. Con esta misma convicción
cada día las personas se levantan y se ponen en acción para avanzar por la vida
encontrándole sentido a cada tarea realizada, valorando cada hora de tiempo vivida. Por
eso la acción del Misionero, sintiéndose enviado por Cristo es de monumental valor, es
urgente el acompañamiento cercano de todo este pueblo que avanza con pie firme hacia
el encuentro definitivo con su Señor, que es Fiel, Veráz y Santo por los siglos.

29
Benedicto XVI, Papa, Spe Salvi, # 35
CAPITULO III

LA ESPERANZA COMO ALIMENTO AL QUEHACER MISIONERO DE LA


IGLESIA DIOCESANA DE SAN PEDRO SULA.
La iglesia es misionera por naturaleza. Así nos lo dice Bosch al referirse a la misión:
“durante los últimos cincuenta años aproximadamente ha habido un cambio sutil pero
decisivo hacia un entendimiento de la misión como misión de Dios.” queda muy claro
quién es el impulsor de la misión. Dios toma la iniciativa y elige a hombres y mujeres
para que continúen esta obra a través de la Iglesia, su instrumento por Cristo fundado.
David Bosch después de sostener algunas concepciones muy pasadas de moda en
cuanto a la misión se refiere, a un gran teólogo Carl Barth que propuso un nuevo
paradigma teológico misionero:Con Barth “fue donde la idea de Missio Dei Salió a flote
claramente por primera vez. Se entendió la misión como algo derivado de la misma
naturaleza de Dios. esto lo colocó en el contexto de la doctrina de la Trinidad, no de la
Eclesiología o de la Soteriología” 30

Toda esta acción misionera es llena de esperanza. Esperanza en una nueva situación de
vida, en donde todo será mejor. Misión que anuncia a Cristo vivo garante de la
esperanza cristiana. Si el venció, todos serán vencedores con él, si el evangelizó todos
evangelizarán como él, si el murió y resucitó, también todos morirán y un día
resucitarán para estar nuevamente con Él.

3.1. El misionero de la Esperanza que sostiene la fe

Quien anuncia a Cristo, es alguien que cree. Cree en la enseñanza recibida y le cree a
quien se la dio. La fe va muy unida a la esperanza. Quien cree es porque sostiene una
esperanza. La fe ayuda a que el misionero nunca pierda la esperanza. Aunque las
situaciones sociales que se viven en la diócesis de San Pedro Sula hacen que se piense
que ya nada tiene sentido, el misionero está llamado a reflejar una esperanza viva y una
fe firme. “En efecto, « esperanza » es una palabra central de la fe bíblica, hasta el punto

30
David, Bosch, Misión En Transformación, 2000, Libros Desafíos, 476
de que en muchos pasajes las palabras « fe » y « esperanza » parecen intercambiables.
(...) « esperanza » equivale a « fe ». 31

3.2. El misionero portador de esperanza es feliz

Una característica de quien anuncia la Buena Noticia se mantiene lleno de felicidad


porque está convencido de que su fe está puesta en el que venció a la muerte y ahora
vive. En nuestra Iglesia diocesana de San Pedro Sula se viven momentos de mucha
inseguridad, hay mucha violencia en la ciudad y a sus alrededores, los jóvenes en
pandillas controlan la mayor parte de las colonias y barrios de la ciudad y se diputan
territorios para la distribución de la droga ocasionando caos y muertes. Es en este
contexto donde al misionero enviado por la Iglesia a predicar a Cristo vivo, se enfrenta a
grandes desafíos, no solo culturales, políticos, religiosos, sino también de tipo social.
Sin duda que el uso de la creatividad evangelizadora es valioso ante esta situación para
poder llegar a cada casa en una misión puerta a puerta, por ejemplo. Así lo proponen las
constituciones sinodales de la diócesis:

Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y todos los
planes pastorales de la diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos (…)
ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en
los procesos constantes de renovación misionera, y de abandonar las estructuras caducas
que ya no favorezcan la transmisión de la fe.32

La diócesis Sampedrana interesada en brindar herramientas al servicio de la misión a


quienes se deciden ir a arriesgarlo todo a ejemplo de Jesucristo quien no se reservó nada
para sí, ha desarrollado después de un sínodo diocesano, las propuestas que vendrían a
potenciar la misión de la Iglesia Diocesana. Se le ha apostado a la formación de los
misioneros “que evitando toda tentación de funcionarios religiosos, sean ya , desde esta
etapa de discernimiento, testigos entusiastas, generosos y alegres del Evangelio”.33

31 31
Benedicto XVI, Papa, Spe Salvi, # 2

32
Sínodo Diocesano, 2013, San Pedro Sula, # 271
33
Sínodo Diocesano, 2013, San Pedro Sula, #272
La alegría del misionero le viene por su fidelidad a Cristo. Apo 2:10 “Mantente fiel
hasta la muerte y te daré la corona de la vida”. Esta fidelidad hace que su acción
evangelizadora sea viva y eficaz para quienes la reciben.

3.3 El misionero es coherente a ejemplo de Jesús.

Hay una expresión de la sabiduría popular que dice: las palabras convencen, pero el
testimonio arrastra. La expresión se refiere a que de nada, o muy poco sirve hablar con
palabras muy bonitas si no lo traducimos en obras en nuestras vidas, es decir se predica
una enseñanza muy profunda y se hace totalmente lo contrario. Es aquí donde muchas
veces las predicaciones quedan en el aire, sin fundamento. Esto es peligroso porque ante
quienes les conocen y escuchan se pierde la credibilidad.

La diócesis de San Pedro Sula es consciente de que aún hay una gran necesidad
misionera, es decir, hace falta mucho para que el dinamismo de las diócesis sea una
iglesia en estado de misión permanente. Sin embargo son muchos los agentes de
pastoral comprometidos que hacen posible la acción misionera y pastoral de la diócesis,
pero aún faltan muchos mas para que este proyecto evangelizador no se debilite. Por
tanto, se ha hecho la propuesta de la misión permanente desde Aparecida.

“una misión permanente que haga presente en nuestra Diócesis la propuesta de Jesucristo. (…)
Por eso, queremos revisar que la doctrina, las normas, las orientaciones éticas, y toda la
actividad misionera de la Iglesia, deje transparentar esta atractiva oferta de vida más digna, en
Cristo”. 34

3.3.1 El testimonio cristiano suscita la Esperanza

El testimonio del misionero se fundamenta en imitar y reflejar al cordero degollado que


está vivo. Si el cordero que murió no hubiese vencido sus seguidores no tendrían
esperanza de que el bien vencerá el mal de este mundo. Al no sostenerse en el Cordero
vencedor, es decir en el Cristo Resucitado, su testimonio sería débil y ridículo. Además,
este testimonio debe ser tan intachable que reflejo coherencia de vida. La coherencia de
vida hace que el misionero tenga autoridad y criterio en sus posturas doctrinales.

34
Sínodo Diocesano, 2013, San Pedro Sula, #273

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