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Y MICHAEL KEATING (EDS.)

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ENFOQUES
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de multa y privación de libertad quienes sin la preceptiva autorización
reproduzcan, plagien. distribuyan o comuniquen públicamente. en todo o en parte.
una obra literaria, artística o científica, fijada en cualquier tipo de soporte.
Y METODOLOGÍAS
DE LAS CIENCIAS
SOCIALES
Una perspectiva pluralista
Traducción:
Raquel Vázquez Ramil
Título original
Approaches a11cl Merhoclologies in rhe Social Sciences. A P/11ralisr Pcrspecriv<!

Publicado originalmente por Cambridge Uni, ersity Press. 2008

© Ediciones Akal, S. A., 2013


para lengua española

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28760 Tres Cantos
fadrid - Espai'ia

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Impreso en Cofás. S A.
Móstoles (Madrid) aka!
AKAL UNIVERSITARIA
Serie Ciencia política
Director de la serie:
Ramón Máiz
II

¿CUÁ1 TOS ENFOQUES HAY EN CIENCIAS SOCIALES?


Introducción epistemológica

Donatella della Porta y Michael Keating

Los PARADIGMAS DE LAS CIENCIAS SOCIALES

Los partidarios de las diferentes postura marcan sus posiciones con


pasión e inrensidad, aunque el carácter de lo que los divide no es fácil de
entender. A veces, hay un enfrentamiento entre investigadores «cualita­
tivos», que recurren a los archivos, la etnología, la crítica textual y el análisis
del discurso; e investigadores «cuantitativos», que se decantan por las mate­
máticas, la teoría de los juegos y la estadística. A los primeros se los acusa
de considerar opacos y abstractos los nuevos enfoques hipemuméricos de la
ciencia política, mientras que los segundos desprecian las «antiguas» for­
mas de estudiar la política y las tildan de subjetivas y carentes de rigor. Otras
veces, el cisma nace de las aspiraciones de la disciplina: a un lado se sitúan
los que creen posible una explicación científica de la vida política y que se
puede deducir algo similar a las leyes físicas de la conducta humana; y, a
otro, lo que creen que no ... En ocasiones los rivales se escinden entre los
«teóricos de la elección racional», cuyo trabajo parte de la hipótesis de que
los individuos buscan racionalmente el máximo beneficio (a menudo econó­
mico, aunque no siempre), y los que dan cabida a un mayor espectro de
motivaciones humanas (Shapiro, Smith y Masoud 2004, p. 1 ).

Esta cita de la introducción a un libro reciente, Problemas y métodos


en el esrudio de la polírica, incide en una cuestión metodológica funda­
menta l para las ciencias sociales en general: ¿cuántos enfoques/métodos
se presentan a los estudiosos ele la disciplina? ¿ Y cuáles son las líneas
principales gue los dividen?
En La estrucrura de los revol11cio11es cienríficas, Thomas Kuhn ( 1962)
sostenía que las disciplinas científicas maduras se apoyan en un paradig­
ma que define lo que se estudia (relevancia ele los fenómenos sociales).

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por qué se estudia (fonnulación de hipótesis explicativas) y cómo se estu­ necesaria cierta reflexión sobre la esencia del conocimiento como premi­
dia (con qué métodos). En momentos de nonnalidad la presencia de un sa preliminar antes de abordar cualquier investigación.
paradigma, basado en los avances previos de una disciplina, deja margen Entendemos que se puede abarcar casi todo el campo, no imponiendo
a la acumulación de conocimientos. una verdad única, sino estableciendo una serie de criterios de argumenta­
En épocas de turbulencia, las revoluciones científicas provocan cambios ción y debate al tiempo que se reconoce que existen diferentes enfoques
del paradigma. Un elemento esencial del paradigma es que sea aceptado y tipos de pruebas. Aunque no constituyan forzosamente visiones distin­
por toda la comunidad de científicos de una detenninada disciplina. Según tas del mundo, no siempre son compatibles. Los investigadores deben
Khun, en los años sesenta la existencia de un paradigma en las ciencias tener en cuenta los diversos enfoques. las diferencias entre ellos, y calcu­
sociales era cuestión discutible; en la década del 2000 lo sigue siendo. lar hasta qué punto se pueden combinar.
Algunos sociólogos afirman que solo hay un enfoque (y, por tanto. un Las discusiones sobre enfoques se presentan muchas veces en forma
paradigma) en las ciencias sociales. King. Keohane y Verba ( 1994, p. 6) retórica, partiendo ele una oposición dual entre los dos enfoques principales
sintetizaron el «ideal al que cualquier investigación cuantitativa y cualita­ (generalmente los positivistas contra los humanistas. u los cuantitativos
tiva» debía aspirar en la siguiente definición de «investigación científica»: contra los cualitativos) (Creswell 1994). Otros adoptan una postura más
matizada de ,,e.los más uno». con dos posiciones extremas y la versión
1) La meta es la inferencia. La investigación científica está destinada más rnocleracla de una de ellas (corno Corbetta 2003). En las siguientes
a extraer inferencias descriptivas o explicativas sobre la base de la páginas hemos elaborado tipos ideales y simplificados de enfoques rivales
información empírica acerca del mundo ... para explorar su lógica inherente. Estos instrumernos son ineludibles si que­
2) Los procedimientos son públicos. La investigación científica utili­ remos comprenckr bien los principales temas de debate. aunque en la prác­
za métodos explícitos, codificados y públicos para generar y anali­ tica la investigación sociológica es más compleja. y se !llezclan diferentes
zar datos cuya fiabilidad puede así ser valorada ... enfoques de di\·ersas maneras. No pretendemos que ningún sociólogo siga
3) Las conclusiones son inciertas ... al pie de la letra estas fórmulas. pero !lluchos de los temas analizados a
4) El contexto es el método ... El investigador científico se adhiere a continuación proporcionan pautas relevantes para las opciones metodológi­
un conjunto de normas de inferencias de las que depende la validez cas que hacemos con rrecuencia en nuestra tarea investigadora.
de dicho método.

Sin embargo, no todos los sociólogos comparten estas premisas o ¿.QUÉ P0DEt'-10S SABER Y CÓMO!
creen en una definición común ele la investigación científica. Algunos ONT0I.0GÍAS Y EPISTHIOI.0GÍ.-\S DE LAS CIENCIAS S0Cl.".LES
piensan que la ciencia social es preparadigmática y que aún está en pro­
ceso de buscar un conjunto de principios y normas unificadoras; para Por lo general, los enfoques divergentes en ciencias sociales se compa­
otros, en cambio, es posparadigmática, pues alberga una serie de premisas ran por a) su base unwlúgirn, relacionada co11 la existencia de un mundo
científicas vinculadas a una concepción panicular de la modernidad (en­ real y objetivo: b) su base episre1110lógirn, relacionada con la posibilidad de
foque posmodemo). Y hay otros para los cuales no es paradigmática, ya conocer dicho mundo v las formas que adoptaría ese conocimiento; e) su
que no puede haber un enfoque y un conjunto de normas hegemónicas, base 111etoclolúgica, CJL;e se refiere a los instrumentos técnicos utilizados
sino que el mundo social debe entenderse de múltiples maneras, cada una para adquirir el conocimiento (Corbetta 2003, pp. 12-13).
de las cuales sirve para un propósito concreto; incluso hay quien dice que La cuestión ornológica trata de qué estudiamos, es decir, del objeto ele
la ciencia social es mutiparadigmfüica. con diferentes paradigmas que lu­ investigación. Los debates sobre la existencia de un mundo físico se remon­
chan entre sí o se ignoran. tan a la Antigüedad. No es este el punto que nos interesa. puesto que pocos
A algunos sociólogos les interesa este tema en concreto y se especia­ son los que hoy se molestan en discutir la existencia de los objetos físicos 1 •
lizan en la filosofía de la ciencia social y la teoría del conocimiento. Otros Lo que nos interesa es cómo se ensambla ese mundo y cómo lo interpreta­
dan las cuestiones básicas por sentauas v se concentran en la investiQa­ mos. En las ciencias naturaks sigue discutiéndose la identificación de los
ción empírica. Coincidimos en que no todos los sociólogos tienen que �er fenómenos naturales, por ejemplo si las taxonomías de las especies existen
filósofos y. ciertamente, gran parte de la investigación en ciencias sociales
jamás se habría efectuado si tuviésemos que comenzar resolviendo las 1
Esto se Jebe:- a t.4ul2'.' o bie11 ,.iccpt:in el n11rnUo nw.terial o porque :-,C: lr�Ha de una prc�unra que
cuestiones fundamentales sobre el ser y el conocimiento. No obstante. es no se puede responder y. pPr tanto. el deb:,te es inútil.

32
en la naturaleza o son meros producto de la clasificación científica. Para tión en las ciencias naturales, pero estas poseen criterios de prueba, argu­
los nominalistas, las categorías existen solo porque las hemos creado arbi­ mentación y lógica compartidos. No ocurre así en las ciencias sociales, en
trariamente. Los rentistas� afirman que las categorías existen antes ele que bs c¡ue algunos sociólogos reclaman pruebas objetivas similares a las de las
las descubramos. Tampoco debemos obsesionamos con este punto. Ciertas ciencias naturales, mientras que otros insisten en que hay otras formas de
categorías son indiscutibles y otras son aceptadas por todos como producto conocimiemo. Por ejemplo, un recurso habitual en la ciencia social posi­
ele la convención. Casi todo el mundo acepta la distinción entre los seres tiva consiste en contrastar el «mito», como creencia ampliamente com­
vivos y los objetos ine11es, y la mayoría distingue entre seres humanos y partida, con la «realidad» revelada por la investigación empírica; la tarea
otros animales. Por otro lado, en el año 2006 se produjo un debate en torno de los sociólogos es denunciar esta falsedad y descartar lo que es compro­
a la definición ele un planeta tras el descubrimiento en el sistema solar ele bable o refutable empíricamente. Sin embargo, muchos antropólogos re­
objetos más pequeños que Plutón. que clurante años se había incluido entre chazan este procedimiento, alegando que los mitos y las creencias son
los planetas. No era un debate sobre hechos (la existencia o el tamaño de la datos tan válidos como cualquier otro y que no tenemos derechos a decir
nueva entidad), sino una discusión meramente nominalista sobre definicio­ a otras personas (sobre tocio, ele diferentes culturas) que su construcción
nes (Kratochwil. cap. V, utiliza el mismo ejemplo). del !llundo es errónea, cuando en realidad solo es distinta. De forma me­
La mayoría de las discusiones entre nominalistas y realistas en cien­ nos radical. muchos sociólogos admiten que los mitos son factores impor­
cias naturales se sitúa en los márgenes, donde las categorías y etiquetas tantes en sí y que su papel en la conducta social no depende de si son
convencionales se pueden rebatir so pretexto de que son confusas o ele que verdaderos o falsos. Naturalmente, a la propia ciencia social se le puede
cosifican lo que deberían considerarse conceptos. más que objetos. En acusar de fundamentarse en mitos, por ejemplo el mito de las institucio­
ciencias sociales hay una diferencia mucho mayor sobre el grado de rea­ nes racionalizadas que, según el análisis neoinstitucional de las organiza­
lidad y objetiviclacl ele! mundo de los fenómenos sociales. con existencia ciones. domina en las socieclacles modernas (Meyer y Rowan 1983, p. 27).
autónoma fuera ele la mente humana e independiente de l� interpretación Como en otros terrenos, este mito moderno es rebatido por teorías que
que le da el sujeto (Corbetta 2003). Según algunos, el único objeto «real» subrayan el carácter posmoclerno de las sociedades contemporáneas.
es la persona individual, y las restantes enticlacles son meros artefactos. Uniendo estas dos dimensiones, identificamos cuatro grandes enfoques
Esta es la base del «individualismo metodológico» y ele la mayoría, aun­ (labia 2.1 ). No deben tomarse como categorías rígidas (o etiquetas inalte­
que no ele tocios, los enfoques ele la elección racional 3. Sin embargo. son rables). sino como poslllras en un espectro que va desde el máximo posi-
-
müs los sociólogos que utilizan categorías mé'ís extensas COlllO la clase. el tivismo al humanismo extremo.
género o la etnia, pro\·ocando disputas a la hora ele cliluciclar si se trata ele El enfoque tradicional del posi1i1·is1110 (representado por las obras ele
distinciones reales y objetivas. ele productos de nuestra propia categoriza­ Comte. Spencer y. según algunos, Durkheim)5 es considerar las ciencias
ción o ele llleros conceptos.¡ . sociales similares en muchos aspectos a otras ciencias (físicas). El mundo
La epistemología aborda ccímo conocernos las cosas. Es una rama ele e.\iste co!llo enticlacl objetiva, al margen de la mente del observador, y en
la Íllosofía que se ocupa del «car:ícter, fuentes y límites del conocimien­ principio se puede conocer en su totalidad. La tarea del investigador consis­
to» (Klein 2005). En este caso se trata ele un conocimiento proposicional, te en describir y analizar esa realidad. Los enfoques positivistas comparten
que se distingue ele la <<creencia» en que exige que demos razones para la premisa ele que, tanto en las ciencias naturales como en las sociales, el
decir que algo es así y poder convencer a otros. De nuevo, surge la cues- investigador se puede separar ele! objeto ele su investigación y, por tanto, es
capaz de observarlo con neutralidad y sin afectar a dicho objeto. Al igual
que en las ciencias naturales, hay normas sistemáticas y regulaciones que
' Este es uno de los términos con lllLÍitipks significados en ciencias sociales. En las rel;icio­
ncs inrernacionales riene un significado llluy di,-rinro al que ofrecernos aquí (1·éase Krarocll \l·il.
�obiernan el objeto ele estudio y que también son susceptibles ele someterse
cap. 5). ; la investigación empírica. En palabras ele Émile Durkheim (1982, p. 159):
-' De liechu. ni siquiera la solución inJi1·idu;ilisra. que reduce la onroloda ;il ser hu,nanu «Puesto que la ley ele la causaliclacl se ha comprobado en otros dominios de
individual. responde a éSla pregunr:, ele forma ddini1iv,1. y por tanro .,e podría- decir que"'' indi-
1·i<1110 r:rcional y consciente de sí mismo es un ancf:,cto de la rnetodoloda de las cienci,1s soci,iles
1�1 naturaleza. extenclienclo progresivamente su autoridad del mundo físico y
) no al� n que ,e prnduc""· c�pnnr{ineamc111e. pueqo que la concliciún o�·iginal di..': lus seres h um,1- c¡uílllico al biológico. y ele este lllunclo al psicológico, se puede admitir en
no., c., el grup,). [sre pull!o se analiza en la obra cl:1sic1 tk la llu,tr:rción ele Adam Fcr!.'-.usnn. justicia que lo lllismo sirve para el lllunclo social».
Ensllyo .•Oh/"/' lo !,is1orio rfr lo _\{)n"ctlllrl cir·i/ ( 17(, 7 ).
' Un ejemplo cl6sicn es el carn del género. Nadie niega la exi,rcncia de las diferencias ,e.
Xlwle�. pero s� diSL'llte l:1 c1tt.·g0ría de género. que incl u ye ,gr:111 m'rmtTO d e �urib u to¡,¡ y papc-k.. !-­ ' Sc"ún V:in L.111,ccnho,c (21)07) l,,s inwsri",1dorés ele finales del siglo XX han presentado
presentado� COJlH) diferencia:-. de �cxo. para ,im¡;lific;¡r a los ;ociólogos clásicos C(.>1110 n�Cts positivisras ele lo c¡ue eran en realidad.

34 35
Tabla 2.1. ¿ Cuántas ontologías y epistemologías hay en las ciencias reinterpretaciones 6. Existen mecanismos que gobiernan los asuntos hu­
sociales? manos que no se pueden observar y, de hecho, no se observan, pero no
por ello hay que ignorarlos. Esto también sirve para las ciencias natura­
Positi\;ista Pospositivista Interpretativa Humanística
les, donde las teorías se han formulado y aplicado a menudo antes de
que se explicasen los mecanismos causales subyacentes.
Cuestiones ontológicas Hay ideas similares en el construcciunismo (social) (llamado tam ­
¿Existe la Objetiva; Objetiva, Objetiva y Subje1iva: bién constructivismo7). Este enfoque no afirma, como se cree a veces,
realidad realismo realismo subje1iva ciencia del que el mundo físico es producto de la imaginación ele los investigaclorc:s
social? crítico intrínseca- espíritu sociales, sino que son estos quienes lo ordenan. Como explica Hacking
mente ( l 999, p. 33): «Los construccionistas sociales tienden a decir que las
asociadas clasificaciones no reflejan cómo es el mundo, sino que son formas con­
venientes de representarlo». Las teorías no son descripciones c¡ue se
¿Se puede Sí. y es fácil Sí, pero no En cierto No: impera la evalúan según su correspondencia literal con una realidad susceptible
conocer la de captar es fácil de modo. pero subjetividad de ser descubierta, sino modos parciales de entender el mundo, que de­
realidad? captar depende ele la humana ben ser comparados entre sí para ponderar su capacidad explicativa
�u bjetiviciad (Kratochwil, cap. V). El mundo no solo se descubre mediante la inves­
humana tigación empírica. sino que el conocimiento se filtra a través ele la teoría
que adopta el investigador.
Cuestiones epistemológicas
Estas ontologías y epistemologías se funden en el enfoque inrerpre­
Relación Dualismo: El Aspira a No es tativo. En él los significados objetivos y subjetivos se conectan estre­
entre el investigador investigador entender el posible el chamente. Asimismo, este enfoque subraya los límites de las leyes mc:­
investigador y objeto son influye en el conocimiento conocimiento cánicas y da mayor importancia a la volición humana. Puesto que los
y el objeto de cosas conocimiento: subjeti\·o ob_jeti\·o seres humanos son agentes «significativos». el fin ele los investigadores
investigación separadas: procedimien- debe ser descubrir los signi ficaclos c¡ue motivan sus acciones, en vez de
procedimien- tos deductivos conformarse con leves universales ajenas a los agentes. En la esencia
tos inductivos de este conocimient-o se halla el significado
� subjetirn.
. Por tanto. es im-
posible entender los hechos históricüs o los fenómenos sociales sin con-
Formas ele Leyes Ley de Conocimiento Conocimiento siderar las percepciones que los individuos tienen del mundo exterior.
conocimiento naturales probabiLidades contexlllal empálico La interpretación. en diferentes formas. caracterizó durante mucho tiem­
(causal) po el estudio de la historia como un mundo de actores con conocimien­
tos y motivos imperfectos, asentados en complejas inAuencias sociales
En el neopositivismo y el pospositivismo estos principios se relajan. y culturales, pero conservando cierto grado de libre albedrío y capaci­
La realidad se considera algo objetivo (externo a la mente humana). dad ele juicio 8.
pero solo se puede conocer de modo imperfecto. La confianza positivis­
ta en el conocimiento causal se ve alterada por la idea de que algunos 6
E! realismo crítico se ha clefini<lu corno "un punto de '-·ista filosófico <le la ciencia y/u b
fenómenos no se rigen por leyes causales, sino como mucho por leyes teolo!úa ser.ún el cual nuestro conocimiento del mundo ve b form;_i-real-de-ser-dt:'-las-co�a..;.
de probabilidades. Esto no supone un corte drástico con las ciencias pero :1e U11- 111 odo parcial que ha <le revisarse a rne<li<la que dicho cunocimientu evuluciona».
naturales, sino que se hace eco de modernos descubrimientos científicos Christupher Soutilgate, www.mcta-library.net/.
7 Véase un debate sobre la diferencia en Hacking ( 1999. pp. 47-49 ). que rcco111ienda dc:jar
(Delanty 1999). Si el positivismo se parece mucho al método científico el término «constructi,·is1no» a los m�1tem.:ítii:os.
tradicional (o a la física newtoniana) en su búsqueda de regularidades. 8 Esto conecta con una profunda di,·isiún clenlr() <.k l:t filosofía entre lus ck1cnnini,1as ,. In,
el pospositivismo se aproxima a enfoques científicos modernos, que acep­ défensores del libre albedrío. Para san A�u,tín \' Juan Cd,·inu el dctenuinis1no era cues1iún de:
selecció n divina, pero para los soc.:iólog;� mod�rnos se debe �1 la prt)gramacil,n genética. a 1,,�
tan cierto grado de incertidumbre. La epistemología realista y crítica cunclicionamienlOs sociales o a una re,1cc·i611 predecible �11le los estímulos i11s1i1ui:ion:1lcs. LPs
sostiene que hay un mundo material real, pero que nuestro conocimien­ defensores del libre :1lbedrío no pueden ,aller. por de nición. cúnw se compor1:1r,i una ]lt'r.,llll:t.
to del mismo se ve muchas veces condicionado y sometido a desafíos y al mar�en de los límites qut: se impun�:111.

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Los historiadores reconocen que la interpretación depende muchas ve­ Para la tradición positivista el fin de la investigación es señalar expli­
ces de los valores e intereses del propio historiador. y en la reinterpreta­ caciones causales, partiendo del principio de una relación causa-efecto
ción del pasado (revisionismo) influye la agencia política del presente. A entre variables (véase Héritier, cap. IV). Los investigadores buscan una
estas interpretaciones tradicionales se ha unido una nueva escuela deriva­ explicación estructural y ajena al contexto, que permita ge�eralizaciones
da ele las premisas posmodernas (Bevir y Rhocles 2003). Dicha escuela y el descubrimiento de leyes universales de conducta. Dichas leyes se
pone en eluda las constantes epistemológicas de gran parte ele las ciencias pueden descubrir ele dos maneras. El enfoque inducti�o, vinculado al
sociales, en las que ve una nociva influencia ele presupuestos modernistas pragmatismo o concluctismo (Hay 2002), extrae generalizaciones de �b­
sobre el orden, la causal iclacl y el progreso ( cleri, aclos a su vez ele la cien­ servaciones específicas en gran número de casos. Sin embargo, los pos1t1-
cia natural del siglo XIX). La interpretación funciona en dos niveles. El vistas de la tradición más científica insisten en comenzar por una teoría
mundo se puede entender, no como una realidad objetiva, sino como una que genera hipótesis (un estado de cosas esperado) las cuales, a su vez, se
serie de i nteq)1-etaciones que las personas dan a su posición dentro ele la _
someten a la prueba ele los hechos fríos y .solo se aceptan s1 la superan
sociedad: los investigadores sociales. por su parte, interpretan dichas in­ (véase Héritier, cap. IV)9. Este es el método hipoté1ico-deduc1ivo (clecluc­
terpretaciones. Forzando más la reflexión. las interpretaciones ele los tivo-empírico)1º. en el que el estudio ele la realidad social utiliza el marco
investigadores sociales llegan a la gente a través ele la literatura y los me­ conceptual, las técnicas ele observación y medida, lo� instrumentos _ ele
dios de comunicación. influyendo ele nuevo en lo que Giddens (1976) análisis matemático y los procedimientos de inferencia de las ciencias
denomina la «doble hermenéutica». Por ese motivo, las relaciones que se naturales (Corbetta 2003, p. 13 ). Como en las ciencias sociales casi nunca
mantuvieron en el pasado tal vez no se sostengan en el futuro (Hay 2002). se pueden realizar experimentos, se utilizan amplias series ele elatos Y ami­
Los enfoques hu111anís1icos clan mayor importancia a lo subjetivo. lisis estadísticos para identificar y aislar causas y efectos de forma riguro­
Para ellos. lo que distingue a las ciencias humanas ele las ciencias natura­ sa y llegar a una explicación única. No quiere esto decir que solo los po­
les es que en la conducta humana siempre influyen las visiones subjetivas sitivistas utilicen los inétodos cuantitativos, sino que cuando emplean
de la realidad externa por parte de las personas estudiadas y del propio otros métodos (cualitativos), siguen la misma lógica de inferencia. El ob­
i1n-estigaclor. Por tanto, la ciencia social es según la conocida definición jetivo esencial es «identificar, valorar y eliminar las explicaciones rivales»
de Clifforcl Geertz (1973. p. 5): «No una ciencia experimental que busca (Collier, Brady y Seawrigh 2004a, p. 229).
leyes, sino una ciencia interpretativa que busca significados». Para las En cambio, la investigación interpretativa/cualitativa pretende com­
versiones más radicales de este enfoque la realidad no existe 1;ás allá de prender los hechos desvelando los significados que los seres humanos
las imágenes (relativas y parciales) que los distintos agentes tienen de ella. atribuven a su conducta y al mundo exterior.
Puesto que la realidad es imposible. los in,·estigaclores deben centrarse en La' fundamental no es descubrir leyes sobre las relaciones causales
el significado a través del conocimiento empático. entre variables, sino comprender el carácter humano, incluyendo la diver­
sidad de sociedades y culturas. En concreto, y siguiendo a Weber, este
tipo ele ciencia social busca comprender (versrehen.) las motivaciones que
¿CU.ÁNTAS i\lETODOLOGÍAS HAY EN L.AS CIENCIAS SOCI..\LES ? están detrás ele la conducta humana, cuestión que no se puede reducir a un
elemento preclef-iniclo, sino que debe situarse dentro ele una perspectiva
La cuestión metodológica se refiere a los instrumentos y técnicas cultural, en la que la cultura supone una red ele significados y val_ores
que utili7..amos para adquirir conocimiento. En un sentido, se trata ele un compartidos (véase Della Porta. cap. XI y Keat1ng, cap. VI). La �eona es
tema independiente de las cuestiones ontológicas y epistemológicas que importante. pero no siempre se establece antes ele la 111vest1gae1on como
hemos tratado. puesto que hay mLíltiplcs form:1s de h�1cerse con cada en el enfoque clecluctivo-empírico. En forma ele «teoría fundamentada» se
tipo de conocimiento. En la práctica. suelen estar relacionaclns, yn que ,
puede elaborar en el curso de la investigación, y entonces se poclra utilizar
la ciencia social positiva se presta a los métodos «sólidos» y busca elatos en posteriores investigaciones y el estudio ele otros casos. Estos no se
rotundos, pruebas concretas, normas y regularidades. mientras que los en­
foques más interpretativos recurren a métodos «más su:wes», en los que
tienen cabida la ambigi.ieclacl y la contingencia, y reconocen la interac­ 9
En la prác1ica, los sociólogos oscilan entre enfoques inductivos y los basados en teorías
ción entre el investigador y el objeto im·estigado (véase más adelante). durante el encuadre de sus proyec1os. _ _
10 Esto no debe confundirse con el método deductivo puro. en el que las conclus1ones den­
Tocias estas diferencias tienen que ver con la diversidad del alcance final
'"ª11 de premisas por puro razonamiento. sin necesidad de inves1igación empírica. Héritier (cap.
de la investigación. IV) explica el vínculo entre inducción y deducción en la tradición positivista.

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descomponen en variables, sino que se consideran totalidades interdepen­ dos también se utiliza en los clisefios de investigación «de orientación
dientes; la generalización se alcanza asimilando los casos a clases yacer­ teórica» (Lichterman 2002). Laitin (2003) admite la validez de los enfo­
cándolos a tipos ideales. El contexto tiene mucha importancia, pues la ques narrativos, pero solo como parte de un enfoque tripartito en conjun­
investigación de la actividad humana se considera una interpretación de ción con modelos estadísticos y formales. Para Laitin, las naiTaciones
la propia situación del individuo (Flyvbjerg 2001, p. 47). La predictibili­ proporcionan pruebas ele fiabilidad ele los modelos formales, mecanismos
dacl es imposible, ya que los seres humanos cambian en el tiempo y en el que asocian las variables dependientes con las independientes e ideas para
espacio; según Bourdieu ( 1977. p. l 09), «la práctica tiene una lógica que buscar nuevos requisitos ele variables aún sin definir.
no es la de la lógica». El resultado de la investigación adopta la forma de Por tanto, existe otro significado distinto, más específico, que el que ha­
explicaciones concretas ele casos y también ele conceptos refinados para el bitualmente se cla al ténnino «método cualitativo»: se relaciona con el enfo­
análisis de casos futuros. que interpretativo de1ivado de la etnografía y la antropología y ha calado en
Este tipo ele investigación, como el enfoque positivista, busca explica­ otras áreas ele las ciencias sociales. Segi'.m Denzin y Lincoln (2000. p. 3):
ciones a las consecuencias sociales, pero no espera encontrarlas en las
reglas universales. La explicación surge más bien ele la interpretación de La investigación cualit:llil'a es una acti\·idad localizada yue sitúa al
los motivos que las personas dan a sus acciones. Ferejohn (2004, p. 146) observador en el mundo. Consiste en un conjunto ele prácticas interpreta­
aclara esta distinción, comparando las explicaciones «externalista» e «in­ tirns que hacen que el mundo sea \ isible. Estas prácticas transforman el
temalista»: mundo. Convierten el mundo en una serie de representaciones, que inclu­
yen apuntes de campo. entrevistas. conversaciones, fotografías. grabacio­
Los extemalistas explican la acción según sus causas; los intemalistas nes y notas propias. En este nivel, 1:1 investigación cualitativa contiene un
la explican presentándola como justificada o mejor desde el punto de vis­ enfoque interpretativo y naturalista del mundo. Significa esto que los in­
ta del agente. Las explicaciones c:xternalistas son positivas y predictivas: vestigadores cualitativos estudian las cosas en su ambiente natural, tratan­
las intemalistas son normativas o hermenéuticas. Los externalistas tien­ do de encontrar sentido o de interpretar los fenómenos de acuerdo con el
den a denominarse especialistas en ciencia política; los internalistas, teó­ significado que la gente les otorga.
ricos de la política. Tanto externalistas como iflternalistas coinciden al
menos en una cosa: trabajan en campos distintos. Métodos apropiados para tocio ello son las entrevistas no estructura­
das. los grupos focales, los análisis textuales y los análisis de contenido
A veces esta diferencia se presenta como oposición entre los métodos (véase Bray, cap. XV). lgual que los positivistas utilizan entrevistas, estu­
cuantitativos (positivistas) y cualitativos (interpretativos) (Creswell 1994: dios ele caso e incluso la observación ele los entrevistados: los interpreta­
Corbetta 2003). Se producen así muchas confusiones, pues se combinan ti\·istas emplean a veces técnicas cu:1ntitativas. Existe un sofisticado suji-
ontología y epistemología; por un lacio. con los métodos y la metodología. 1rnrc informático para analizar el contenido del discurso y el texto en
por otro. El método cuantitativo remite a sofisticados análisis de elatos busca ele palabra� clm e, pautas ele símbolos. códigos y referencias. Vemos
basándose en grandes cantidades; en las ciencias sociales hay una co­ así que no se deben confundir las cuestiones de epistemología con las de
niente cuyo enfoque es a la vez positivista y cuantitativo. Brady. Collier metodología o técnicas ele in\estigación.
y Seawright(2004) describen un «método cuantitativo dominante» corno
enfoque basado en el empleo ele análisis de regresión y técnicas relacio­
nadas, cuyo fin es medir la inferencia causal: pero en la tradición positi­ DE LA i' vlETODOLOCiÍA AL i\!ÉTODO
vista también se utiliza material no cuantitativo, como estudios de caso.
comparaciones de pares, grabaciones de entrevistas e incluso enfoques Simplificaríamos e:\cesi\·arnente las cosas si dijésemos que existe una
etnográficos de campo en investigación e interpretación. King. Keohane y diferencia entre los métodos cuantitativos y los cualitativos, que se corres­
Verba(] 994), principales exponentes del enfoque positivista, aceptan que ponde con la que existe entre la epistemología positi\·ista y la interpreta­
los métodos cualitativos se utilicen como complemento ele los cuantitati­ tiva. Los métodos solo son formas ele reunir elatos. Sin embargo, las cues­
vos siempre que sigan la misma lógica. Los capítulos de Bracly y Collier tiones ele método van unidas a la epistemología y la teoría en los debates
(2004) sostienen que los métodos cual itativos pueden abordar cuestiones sobre metodología, que trata del modo en que se utilizan los métodos. En
inasequibles para los métodos cuantitativos, pero se mantienen dentro ele! este punto nos enfrentamos a opciones que sefialan en la dirección de
mismo marco epistemológico positivista. La observación ele los encuesta- enfoques más o menos estructurados formalmente y métodos «más ob_ie-

40 41
ti vos» o «más flexibles» 11. Para estudiarlos, presentamos primero un con­ en la vida social; por ejemplo, cuál es la relación causal entre el creci­
j u nto simplificado de opciones que se han de hacer en el diseño de la inves­ miento económico y la democratización. Esto exige que desarrollen u na
tigación y la selección de métodos (véase también Della Porta, cap. Xl). definición operativa del crecimiento económico y la democratización, y
La primera opción consiste en enc uadrar la cuestión a investigar. Los formas de medir ambas cosas. Y así, estas se convierten en las vanables
positivistas suelen comenzar con una hipótesis de1ivada por deducción ele la ele análisis, con el crecimiento económico corno variable «independiente»
teoría y el conocimiento previo. Este sistema cla por supuesto un estado ele o ca usal y la democratización como variable «dependiente» o causada.
hechos o relación causal esperada y empíricamente refutable. No queremos No suele ciarse la circunstancia de que una variable independiente produz­
decir con ello que sea falso, sino que se especifican las condiciones para su ca siempre y en todas p artes los mismos efectos en la variable dependien­
rechazo. Si no es refutable, se puede aceptar corno cierto, no solo para los te. lo c ual significa que hay que añadir más variables para abarcar todas
casos en cuestión, sino para tocios aquellos con las mismas características. las variaciones. Según Przeworski y Teune ( l 970) el fin último es «elimi­
Los interpret:Hivistas (o investigadores cualitativos en sentido estricto) tra­ nar los nombres propios», es decir, explicar los procesos sociales por re­
bajan de fornia más inductiva, elaboran l a c uestión a investigar en el n;rso ferencia a reglas generales, sin hablar de casos individ uales, puesto que
ele In propia investigación y están dispuestos a moditicar el diseiio d urante tocios están incl u idos en las reglas gener ales (Corbetta 2003). Para estos
la misma. Por tanto. no hay una distinción temporal clara entre el diseño de sociólogos. el contexto se compone ele variables que deben especificarse
investigación y s u ejecución. puesto que se interrelacionan en asociaciones adec uadamente (Laitin 2003).
continuas. Los positivistas procuran hacer funcionar sus conceptos e hipó­ Los enfoques neopositivistas han flexibilizado la p�·emisa de �ue el
tesis en términos cientíticos y generales, mientras que los interpretativistas -
conocimiento está al mareen del contexto y de que la misma relac1011 e n­
dejan que los conceptos su,jan del propio mundo. tre variables se mantiene ;iempre y en todas partes. En lugar ele ello, dan
Otra diferencia alude al número de casos analizados y a los criterios más importancia a lo particular y lo local y a la forma en que se combi­
para elegirlos. Los positivistas eligen un gran número ele casos para alcan­ nan los factores en distintas circ unstancias. Para captar este efecto contex­
zar una mayor generalización y recoger más fuentes ele variación. En oca­ tual, los investi�aclores han recurrido cada vez más a la idea de las institu­
siones eligen un pequeño número de casos, pero los seleccionan rigurosa­ cione s corno su�tentadoras de distintos modelos de incentivos y sanciones,
mente de tal fonna que sus diferencias queden bien claras. En la fonnulación y al modo en q ue las decisiones que se toman e� � in i:nornento concreto
clásica de J. S. Mil] ( l 974), se deben elegir dos casos que solo companan condicionan lo q ue se hará después. Estos factores 111st1tuc1onales se_ p u e­
un arributo o que difieran en un único atributo. En este enfoq u e 110 siempre den expresar en form a ele vari ables. pero es importante el papel que J uega
se utilizan números y a veces hay pocos casos; no obstante. la ló�ica es el el estudio comparativo ele un pequeño número de casos, en los cuales la
acercamiento a un tipo de análisis estadístico interesauo en la rep;escntati­ variación es la estruct ura instit ucional y su evolución histórica (véase
vidacl (estadística), la validez y la fiabilidad. Las técnicas no cuantitativas Steinmo. cap. Vil). Los neopositivistas aspiran a expresar el efecto del
han de seguir la misma estrnctura lógica y las mismas normas de inferencia contexto en forma de estructuras instit ucionales y evnan el concepto ele
científica (l(jng, Keohane y Verba 1994) 12 . Por su parte. los interpretativis­ cultura por la imposibilidad de hacerlo operativo y porque es enemigo de
tas seleccionan los casos según su interés inherente (por ejemplo, casos las teorías generales. Otros, en cambio, prefieren la cultura a las 111st1tu­
paradigmáticos). 110 porq ue sean típicos de una categoría, sino por lo que ciones y si(ven de puente entre el enfoque interpretativo y el positivista
nos dicen sobre los procesos sociales complejos. (véase Keating, cap. VI). . , .
Los positivistas utilizan el leng uaje ele las variables. Es decir, no les Los enfoqu es interpretativos se basan en un planteamiento hol1st1co.
interesan los casos como tales, sino las propiedades que los diferencian. resaltan los casos (que p ueden ser un individuo, una cornumdad u otra
Están muy pendientes de las leyes generales o universales y, por tanto, colectividad social) como entidades complejas (véase Della Porta, cap. Xl)
quieren conocer los factores que producen determinadas consecuencias y subrayan la importancia del contexto. Los conceptos son orientativos Y
s usceptibles de mejorar durante la investigación. Generalmente, los datos
'
1
Estos términos no se utilizan valorativamente para sugerir que uno es mejor que otro. Los se presentan en forma ele narraciones abundantes, con extractos de textos
mé1odos verificados se corresponden con la perspec1iva según la cual las ciencias sociales se (entrevistas, doc umentos y notas etnográficas) q ue sirven de ejemplo. La
asemejan a las ciencias físicas: los métodos no verificados con la idea de yue la realidad social _
aceptación de la influencia mutua entre los múltiples factores en J uego
es m�1s escurridiza.
12 Por ejemplo. los estudios de caso se utilizan para reba1ir una hipótesis (ya que solo se descarta cualq uier empeño de razonar acerca de causas y efectos_ o de
nccesi1ci un caso para desmo111ar una regla) o como base para formular hipó1esis de comproba­ generalizar. Comprender la realidad nos obliga a «_empaparnos de mfor­
_
ción g('nenil. No tienen valor en sí misrnos. mación sobre los agentes en cuestión y, por medio de la ernpat1a y la
42 43
imaginación, a construir relatos creíbles de sus sentimientos de identi­ Tabla 2.2. ¿Cuántas metodologías hay en las ciencias sociales?
dad» (Smith 2004, p. 43). En esta actividad son fundamentales los méto­
dos habitualmente calificados como cuantitativos. como los análisis tex­
tuales, el trabajo etnográfico de campo, los estudios biográficos o la Positivista Pospositivista Interpretativa Humanística
observación de los entrevistados (véase Bray, cap. XV). Interés en
¿Qué Empírica, Esencialmente Interés
Encontramos otra diferencia en la relación del investigador con el ob­ metodología? aspira a empírica, relativo en los valores.
jeto investigado: ¿hasta qué punto se puede participar en la situación es­ conocer la reconociendo significados, significados
tudiada? ¿Debe el investigador ser totalmente ajeno ? ¿Ha de adoptar un realidad el contexto contexto y objetivos
punto de vista afín ante el objeto de su investigación? Los positivistas
establecen una separación radical entre el obsen·ador y lo observado. pro­ ¿.Qué Imitación del Basado en En busca del Interacciones
curando no «contaminar» la investigación al formar parte de ella. Prefie­ método/s? método aproxim;icio- significado . empáticas
ren cuestionarios preestablecidos y entrevistas programadas, encuestas natural nes al método (análisis entre
anónimas, códigos de respuesta rigurosos y. muchas veces, técnicas cuan­ (experimentos, natural textual, investigadores
titativas. Los interpretativistas tienden, por el contrario, a sumergirse en la modelos (expetimentos. análisis del y objeto de la
situación que estudian, a empatizar con la población y a ver las cosas matemáticos. análisis discurso) investigación
desde su propia perspectiva. Los antropólogos pasan largos periodos en aná!jsis estadísticos.
los lugares estudiados para obtener un conocimiento interno de los mis­ estadísticos) entrevistas
mos. La sociología de la intervención (preconizada por Alain Touraine) cuantitativas)
empuja a los investigadores a trabajar con los movimientos sociales y los
activistas que estudian en un escenario común, a fin de interpretar n;ejor
la situación, y de que todos se enriquezcan con el aprendizaje mutuo. En niega incluso la distinción entre hechos y valores. Versiones más modera­
las posturas más radicales todos los postulados sobre el mundo exterior das afirman que la mayoría de los actos del lenguaje y el discurso contie­
tienen elementos tan subjetivos que no existe la observación compartida. nen elementos descriptivos y normativos, que los propios conceptos tienen
El reconocimiento del papel de las interacciones entre los investioadores contenido normativo, y que el investigador ha de tomarlo en considera­
b
y el obJeto de la investigación plantea numerosas cuestiones éticas; entre
.

ción. Recientemente se han hecho grandes esfuerzos por coordinar el tra­


ellas, a quién aceptar corno patrocinador, cuánto se debe contar sobre Ja bajo normativo derivado de la filosofía con la investigación empírica (véa­
investigación a los entrevistados, cómo proteger su intimidad, cómo com­ se Baubock, cap. III). En cierto sentido es algo nuevo, pero representa
pensar su colaboración, cómo mantenerlos informados de los resultados también el regreso a la época clásica del pensamiento social. Flyvbjerg
de la investigación y cómo evitar la manipulación. (2001) indica que, puesto que las ciencias sociales no tienen la capacidad
Otro aspecto importantísimo que diferencia los enfoques atañe al va­ explicativa de las ciencias naturales debido al carácter del mundo, deben
lor-neutralidad. Para los positivistas, el investigador no aporta perspecti­ volver a una etapa anterior y proporcionar análisis reflexivos y debates
vas normativas, ideológicas o políticas a la investigación. Se limita a bus­ sobre valores e intereses orientados a la praxis, es decir, contribuir a la
car la verdad desnuda. Los críticos afirman que tras ello casi siempre se construcción ele una sociedad mejor. Esta postura lla generado respuestas
oculta un conjunto ele normas, puesto que las propias premisas en que críticas (Lairin 2003).
se basa el positivismo reflejan la elección de un valor l3 _ Los positi\ islas se Volviendo a nuestra clasificación en cuatro parles y hechas las oportu­
defienden diciendo que, llegado el caso. dichas tendencias normativas ele­ nas advertencias. resumimos los principales presupuestos metodológicos
ben declararse de antemano. Según esta perspecti\·a, el trabajo normativo (tabla 2.2).
como tal es una actividad independiente que pertenece al campo de la
fi­
losofía ética. Los interpretativistas 110 suelen hacer una distinción tan cla­
ra entre el trabajo empírico y el normativo: este enfoque llevado al extremo ¿CUÁNTAS FORMAS DE CONOCIMIENTO HAY">

13
Eso se ,·e de fonna m:ís clara en el an:ílisi, de la elección racional. que presume
<.le un,1
¿Qué deben excluir nuestras opciones metodológicas? ¿Hemos de dar
base eslrictamente positivista, pero incluye numerosas suposiciones y tiende cabida al anarquismo epistemológico y confiar en los intercambios con
a desembocar en
conclusiones con fuate carga normati,·a.
im·estigadores que trabajan en el otro «paradigma» ? ¿Tal vez alternar am-
44
45
bos? ¿O el conocimiento solo se puede alcanzar dentro de un paradigma? gador y de los tipos ele datos disponibles, entre ellos datos estadísticos
¿La combinación de enfoques/métodos sirve para superar los Iímit�s de fiables o datos ele campo detallados que requieren un profundo trabajo
cada metodología? ¿O corremos el riesgo ele socavar la solidez ele los re­ sobre el terreno.
sultados empíricos ? La elección de un enfoque tiene que ver con otra elección en la investi­
En las ciencias sociales se pueden distinguir tres enfoques de estos temas: gación de las ciencias sociales: si se empieza con una teoría, un método o
un problema. Los que busquen una ciencia social paradigmática empezarán
a) E11foq11e pamdig111ú1ico y C'xc/usivo. Siguiendo la concepción de con una teoría, cotejándola con un punto de vista para probarla, descartarla
Kuh n sobre el papel del paradigma, algunos sociólogos aspiran :1 o modificarla. contribuyendo así al conocimiento universal. Esto suele aso­
una c1enc1a par�1digmática. en la que solo haya un paradigma co­ ciarse a una metodología particular que pennite la reproducción y compa­
rrecto, que combine reo,ía, métodos y pautas. por lo general en una ración ele estudios. Los interesados en un problema concreto buscarán el
mezc�ajnclisoluble (Kuhn 1962, p. 109). Quienes co�sicleran para­ método o enfoque que les ofrezca una mejor comprensión del caso. A los
d1gmat1cas las ciencias sociales subrayan la importancia ele aceptar partidarios del primer enfoque se les acusa ele estudiar los métodos que más
(imponer) una sola forma ele conocimiento. les convienen y ele elegir solo cuestiones que se adaptan a dichos métodos.
b) Enfoc¡11e 011orq11is10 e hiperp/11mlista. En el otro extremo hay una lo cual se resume en el antiguo refrán Je que «si la única henamienta que
postura «rncluyente» que combina el escepticismo ante el «ver­ tienes es un manillo, tocios los problemas te parecen un clavo» (Green y
dadero» conocimiento con el entusiasmo por la experimentación Shapiro 1994; Shapiro 2004). Por el contrario, a los que se centran en los
en diferentes ámbitos del saber. Los que suscriben esta postura en problemas se les acusa de no añadir nada a los trabajos de historiadores y
mayor o menor grado apoyan el anarquismo ele Feyerabend y su periodistas (Shapiro, Smith y Masoud 2004a).
1clea de que: Las formas de combinar el conocimiento se clasifican en: síntesis,
triangulación, perspectivas múltiples y fertilización cruzada. En la sínte­
El mundo que queremos explorar es en gran parte una entidad desco­ sis se funden elementos ele distintos enfoques en un todo único, Jo cual se
nocida. Por tamo, debemos barajar todas las opciones ... Las prescripcio­ puede hacer a diferentes niveles. Sintetizar distintas epistemologías es
nes epistemológicas resultan espléndidas en comparación con otras pres­ prácticamente imposible, puesto que se basan en diferentes perspectivas
_
cnpc1ones ... pero, ¿cómo podemos garantizar que son la mejor manera de ele la realidad social y el conocimiento. Es más fácil sintetizar las metodo­
descubrir. no solo unos cu:rntos «hechos» aislados. sino también cienos logías puesto que, como hemos visto, no siempre están vinculadas a pre­
profundos secre1os de la naturaleza ') (Feyerabend l 975. p. 20). misas epistemológicas concretas. Las técnicas y los métodos se combinan
con mucha mayor facilidad ya que, corno se ha observado, gran parte se
c) La búsqueda del c:011oci111ienro comparable. Entre ambos extremos pueden adaptar a cli,·ersos objetivos ele estudio. Y así, la historia compara­
hay posturas que admiten las diferencias entre las vías del conoci­ tiva y el institucionalismo histórico han adoptado y adaptado técnicas de
miento y niegan la existencia ele una «mejor» que las demás, al la política comparativa, la historia y la sociología para tener una nueva
l!empo que aspiran a hacer compatibles dichas diferencias. visión de los procesos de cambio.
La triangulación utiliza distintos métodos de investigación que se com­
En esta tercera perspectiva. que seguimos mayoritariamente en nues­ plementan entre sí. Es difícil triangular diferentes epistemologías, resulta
tro libro. es importante comparar las ventajas y desventajas de cada méto­ más fácil triangular metodologías y es muy habitual hacerlo con los méto­
do Y metodología, pero asumiendo que no todos son compatibles. Entre dos. Los positivistas incorporan las entrevistas y el análisis textual a sus
los ObJet1vos que n� se pueden alcanzar al mismo tiempo están la búsque­ diseños de investigación, aunque utilizánclolos como elatos verificados y no
;
da ele la comurncac1on precisa frente a la fertilidad en la aplicación de los como lo hacen los interpretativistas. Los estudios de caso se utilizan a me­
conceptos, las explicaciones minuciosas frente a las descripciones toscas. nudo para complementar análisis estadísticos ele gran amplitud corno fonna
Y la generalización frente a la simplicidad (Collier, Brady y Seawrigh; de abrir la «caja negra» de la explicación (véase Héritier, cap. IV). Las en­
2004a, p. 222). A veces es necesario sacrificar una ventaja a otra. Esta cuestas se complementan a veces con estudios etnográficos que exploran la
elección se hará partiendo de la cuestión fundamental que el investigador interpretación de las preguntas y el significado ele las respuestas.
rntenta responder: por ejemplo, si trata de explicar un caso particular. La perspectiva múltiple parte de la base ele que una situación tiene más
adquinr conoc11rnento 11omo1ético (descubrir reglas generales), o buscar de una inteqJretación, según cómo la miremos. De Tocqueville ( 1999)
la forma ele rnejor:ir la sociedad. Depende ele las preferencias ele! investi- afirmó que en su vicia h<1bía conocido a teóricos que creían que los acon-

46 47
tecimientos del mundo se debían a causas generales y a gente práctica Debe mucho a la tradición pragmática estadounidense, con raíces en una
para la cual los sucesos y las acciones diarias eran lo que movía el mundo: ontología «realista», pero se ha extendido y complicado en enfoques más
añadió que ambas perspectivas se equivocaban. El estudio de Allison interpretativos. Mientras, en Estados Unidos la misma ontología realista
( 1971) sobre la crisis de los misiles cubanos examinó los mismos sucesos ha dado lugar :i variantes ele los enfoques ele elección racional, basados
utilizando diferentes marcos para l1egar a explicaciones distintas. supuestamente en los sólidos fundamentos del individuo, pero que en la
Se ha dicho que todos somos aristotélicos o platónicos (Hacking 1999. práctica utilizan un constructo de tipo-ideal y modelos derivados del razo­
p. 84), aunque ya no quedan sociólogos que sean unos empíricos ingenuos namiento deductivo. Los propios enfoques de la opción racional son com­
para los cuales el mundo se representa a sí mismo sin interpretaciones. A la patibles con el determinismo (partiendo de la idea ele que las preferencias
inversa, en la sociología más extendida nadie niega la existencia del mundo son cognoscibles y los resultados predecibles según el máximo beneficio
físico ni afirma que la realidad sea totalmente subjetiva en nuestra m�nte. individual) y con el libre albedrío (en el cual el individuo elige). Gran
Esto fomenta la fertilización cruzada en un amplio campo intem1edi6. parte de las ciencias sociales alternan teoría y casos y utilizan la una para
En las ciencias sociales, los conceptos surgen por diferentes vías y clesaiTollar y profundizar la comprensión ele los otros.
derivan de puntos de partida divergentes que desembocan en lugares pa­ En ocasiones, la fertilización cruzada se reconoce abiertamente. En un
recidos. Por ejemplo, el concepto ele «encuadre», muy utilizado en el aná­ capítulo ele un libro que tiene el significativo título de Repensando la en­
lisis político para indicar las diferentes definiciones y conceptos que las cuesw social. Herramientas distintas. Pauras compartidas, Collier, Sea­
personas elaboran de un tema o problema político, puede derivar de una wright y Munck (2004) subrayan la importancia ele las buenas teorías y
postura antipositivista e interpretativa (Fischer 2003), o de una postura los métodos empíricos, pero también valoran la aportación del trabajo de
positivista. Se utilizó en la investigación de los movimientos sociales mu­ interpretación en la formación de conceptos y descripciones detallados.
cho antes del llamado «giro cultural» por los investigadores interesados Muchas de las obras clásicas de sociología y ciencia política adoptaron la
en la acción estratégica de agentes colectivos (como David Snow), pero forma de estudios ele caso a partir de los cuales se desarrollaron teorías
también por otros centrados en la microdinámica de la cognición (como generales a través del ejemplo, la réplica y la extensión (Van Langenhove
William Gamson). En todos los casos se parte de la idea de que las situa­ 2007). Sirven ele ejemplo La democracia ell América y El wlliguu régi­
ciones se pueden interpretar de diferentes formas y presentarlas de modos men .- la revolución, de Alexis de Tocqueville, ·pero hay una sociología
di!tintos, provocando reacciones diferentes ante la misma serie ele he­ histó;.ica más reciente en la escuela de Barrington Moore Jr. El análisis
chos. Las diferencias se hallan en el peso que se otorga al mundo objetivo cualitativo también se ha utilizado para resaltar los efectos causales al
y el que se da a su interpretación. El concepto ele «cultura», muy utilizado centrarse en casos llamativos, cuyo impacto es más claro, en los que se
por los interpretativistas, es rechazado por los positivistas y los analistas pueden examinar los mecanismos con detalle. Y así, los sociólogos avan­
de la opción racional, pero lo sacan a colación como institucionalismo zan desde la correlación, que asocia las mismas causas con los mismos
normativo o significados y explicaciones coinparticlas que sustentan los efectos, a las explicaciones sobre el porqué y el cómo.
principios de las comunidades (véase Keating, cap. VI). El contexto es Las influencias no proceden solo del interior ele la disciplina, sino tam­
fundamental en los enfoques etnográfico e interpretativo, donde tiene mu­ bién ele otras áreas de la ciencia. La física ncwtoniana, con su búsqueda de
chos matices y riqueza, pero también se utiliza en el análisis neoinstitu­ leyes y constantes, sirvió de inspiración a la ciencia social positivista, mien­
cionalista e incluso en los análisis de regresión más objetivos (donde los tras que sus oponentes centraron la atención en las incertidumbres que
casos difíciles se expresan como variables ficticias). El nuevo institucio­ subyacen en la física moderna v en los numerosísimos presupuestos epis­
nalismo ha entrado en las ciencias sociales por varias puertas: en la cien­ tem-olóQicos entre los cuales t�vieron que elegir los científicos (como la
cia política, donde responde a los enfoques de opción racional descontex­ existen;ia ele un universo o de universos paralelos). La biología evolucionis­
tualizados; en sociología. donde se sirve de la teoría organizativa: y en ta inspira a los institucionalistas histó1icos (véase Steinrno. G1p. VI1) 14. Los
economía, donde remite a la sociología económica. El resultado es un paniclarios ele la elección racional se inspirw·on en los economistas neoclá­
conjunto de conceptos muy similares pero no idénticos, debido a sus di­ sicos. mientras que los economistas institucionales se basaron en ia socio­
ferentes orígenes y vocabulario. logía Durante mucho tiempo. la histo1ia proporcionó el modelo y las herra-
Hay también una profunda fusión en las formas de clesaITollar y utili­
zar la te01ía. Como se ha dicho, !a teoría fundamentada no comienza con '" i--Jo quiere decir ..:stu que la unidad dé l:.1s ,ienci:1, 11:11ur:11és y ,uc·ia!es Sé pueda akanz:1r.
una hipótesis generada deductivamente, sino con la experiencia: no obs­ puesto que son mucho, los que aftrnrnn que lo que dis1ingt1t:'. a es1:1s últilll:!s es t.¡ut> los objetos de
tante, sirve para construir una teoría general de aplicación más extensa. estÜdio posc:en conc:iencia y capacidad de aclllar según su voluntad.

48 49
mientas para el estudio de la política en Gran Bretaiia, pero en muchos como metodología concreta, con su propia ontología (el discurso actúa
países europeos esta se basó en el derecho. Tras un periodo en el que las por sí mismo) y sus propias técnicas; en otra época se aplicó a cualquier
ciencias sociales insistieron en su propia especificidad, muchos investiga­ técnica que utilizase textos y entrevistas. A veces, la culpa ele tanta confu­
t.lores están regresando a la historia, mientras que los progresos ele la erudi­ sión la tienen los i1westigaclores que creen que deben apuntarse al para­
ción legal (in�luyendo el contexto t.lel derecho, la teoría legal crítica y el digma del momento para defender su postura; a menudo se trata de una
constitucionalismo) vuelven la vista a perspectivas ele la ciencia polític.1 y mera cuestión de publicitarios que buscan un eslogan pegadizo.
la sociología. La literatura ha contribuido a inspirar la «imaginación socio­ Naturalmente, no tocio es sano desde el punto ele vista metodológico, y
lógica» al describir situaciones dramáticas que había que explicar y resolver la etiqueta ele eclecticismo no debe usarse para justificar híbridos que vio­
y al llamar la atención sobre los conflictos de mentes individuales. lan. si no reglas, al menos códigos ele conducta ele lo que aquí hemos pre­
Sin embargo, la fertilización cruzada tropieza con el obstáculo ele la sentado como enfoques principales. Aunque la triangulación ele varios mé­
existencia o cierre en banda ele comunidades de investigación, grupos de todos y !lletoclologías dentro del mismo proyecto ele investigación aumenta
estudiosos en contacto asiduo, que definen sus intereses comunes a partir la fiabilidad y mejora la comprensión, las diferentes partes del programa
del tema sustantivo. ele la metodología o ele ambos (Sil 2004). Estos se han ele respetar la coherencia interna. Si bien un «conocimiento ecléctico»
cosifican y perpetúan por medio de procesos que merecen un análisis so­ de las técnicas cualitativas y cuantitativas enriquece el cuITículo del investi­
ciológico, como la existencia de periódicos comprometidos con enfoques gador, los límites humanos y la creciente sofisticación ele la mayoría de di­
determinados, la orientación ele departamentos o secciones concretas, chas técnicas imponen cierta especialización. Los capítulos siguientes ofre­
modelos de dirección ele tesis y ele tutoría, procedimientos ele valoración cen diferentes enfoques sobre ontología, epistemología y metodología, pero
rutinarios, y vías para el desarrollo ele trayectorias académicas. Cuant.lo también resaltan puntos ele convergencia y superposición.
las comunidades investigadoras se definen por el tema sustantivo y el mé­
todo surgen barreras difíciles de franquear y el conocimiento se limita a los
problemas que cada método aborda mejor, apartándose ele los estímulos y
los retos externos. Por otro lado, si las barreras son más fluidas, aparece
el problema de la conmensurabilidad ele las diferentes formas de conoci­
miento, además ele las pautas «borrosas» y mal definidas (Ruggie 1998).
Ello obliga a los investigadores a conocer su campo y a estar en condicio­
nes ele comparar pautas y argumentos con otros investigadores ele comu­
nidades diferentes. Esto es lo que Sil (2004) presenta bajo la etiqueta de
eclecticismo, en el que los problemas de la inconmensurabilidad no son
absolutos, y se pueden establecer comparaciones entre distintos campos.
lo cual beneficia el conocimiento empírico y la innovación teórica.
Otros problemas proceden ele la tendencia de los conceptos o las ex­
presiones a ponerse de moda y extenderse más allá de su significado ori­
ginal y realmente útil. Por ejemplo, en época reciente se ha impuesto el
uso ele la palabra «gobernanza». Para algunos investigadores se trata ele
un fenó!lleno específico, distinto del gobierno y con capacidad ele opera­
cionalización. pero otros lo interca!llbian con el término «gobierno». Otro
grupo lo considera algo distinto al gobierno, una forma específica ele go­
bernar a través de redes junto al gobierno institucional tradicional. Hay
quien lo interpreta corno una categoría más alllplia ele regulación social.
mientras que el gobierno es una subcategoría. También se ve corno una
alternativa al gobierno: avanzarnos ele un mundo de gobierno a otro de
gobernanza. Los términos «construcción» o «construcción social» se am­
plían asimis!llo para abarcarlo todo (Hacking 1999), igual que en otra
época el término «invento». El an,ilisis del discurso se utiliza a veces

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