Professional Documents
Culture Documents
Introducción
1
psiquiatría habría establecido la naturaleza homosexual como un
producto desviado y degenerado en oposición a una normalidad
construida, por supuesto, arbitrariamente.
El problema de este argumento es que sigue poniendo el
énfasis en el aparato institucional como origen de un castigo cuyo
fundamento debiera buscarse, primeramente, en las actitudes
cotidianas, el pecado, la superstición, las creencias en el mal, etc.,
suficientemente enraizadas como para dar forma a nuevas formas de
comportamiento derivadas de ellas.
2
procesamientos se originan, principalmente, en las acusaciones de
quienes, alrededor del lugar de la trasgresión, han sido testigos del
actuar prohibido.
Antonio Espinosa declara, en 1846, que “la causa de mi prision
es por un testimonio que me ha levantado Mercedes, á quien le cobré
cuatro reales”8. Lo mismo sucede con Alejandro Alarcón, Manuel
Concha y Miguel Castro (1904), quienes fueron detenidos “en
petición de Belisario Villalón, quien los acusa de haberlos
sorprendido en el delito de sodomia”9.
En el caso contra Domingo Novas y F. Cabello (1896), fue
Aurelio Morales que “vio por una de las rendijas de la puerta que en
el interior dos individuos cometian actos sodomiticos”. Ello en un
“establecimiento de pensionistas” en Iquique10. En Santiago, Isaac
Cepeda, trabajador del Hotel Europa, motivado por “sospechas”, fue
junto con Juan Baeza a “mirar por el ojo de la llave de la puerta que
cae al pasadizo i por donde se entra a la pieza en que ellos estaban”:
Juan Alcalde, Alberto Leiva y José Pérez, los acusados de cometer el
acto sodomítico denunciados por Cepeda y Baeza que incluso
corroboraron que Juan Alcalde “tenia el miembro ajitado”. Ello ya en
190311.
Un caso en el que se constata la participación de un oficial de
la policía es el de Tomas Johnes (1883). Pues fue un agente que
deambulaba, estando de servicio, quien se encontró con su acto de
violación; el Cabo Diego Antonio Baquedano declaró “antes de ayer
como a las cuatro de la tarde andando de servicio a caballo,
alrededor de la máquina de amalgamación vi a este hombre que esta
aquí presente, que se llama Tomas Jhones; en momentos que estaba
encima de un muchacho como de once años de edad, cometiendo el
delito de sodomía”12. Sin embargo, resulta evidente que el encuentro
con el trasgresor cuando sodomizaba al muchacho fue producto del
azar y no de la persecución específica de este delito.
Los casos arriba presentados permiten desplazar el interés
hacia la mentalidad de quienes se sienten vulnerados por el actuar
de terceros. ¿Por qué a un empleado de hotel le llega a importar lo
que hacen tres individuos en una de las habitaciones? La propuesta
de este trabajo es buscar los elementos que fueron dando forma a
dicha actitud por medio de la construcción de representaciones que,
instaladas y naturalizadas, llevaron a los individuos a indagar y
denunciar un acto que nos los afectaba directamente. Salvo en el
caso último de violación.
8
Archivo Nacional, Fondo Judicial (en adelante ANFJ) Santiago, Leg. 1608. Este
documento nos fue facilitado por don Jorge Retamal Hidalgo.
9
ANFJ Iquique, Leg. 2364.
10
ANFJ Iquique, Leg. 1616.
11
ANFJ Santiago, Le. 1649.
12
ANFJ Iquique, Leg. 1559.
3
La representación de las prácticas sexuales entre hombres
generada en el medio cultural hispano (e instalada en América desde
los tiempos de la conquista), tomó como fuentes primeras para la
constitución del derecho, la ley eclesiástica que, a su vez, derivó no
tan sólo de las escrituras bíblicas, sino también de los escritos de los
padres de la iglesia13, y especialmente de Santo Tomás14. Estas leyes,
con sus variaciones en el tiempo, dieron forma a una representación
donde confluyó el pecado como descriptor principal de una conducta
que atenta contra la ley de Dios15, lo antinatural (o contra natura)
que describe la alteración de un orden establecido y caracterizado
como divino16, el carácter nefando que impone la inmencionabilidad
del acto, y la expiación –por medio del castigo de la falta– que se
constituye como el único camino para evitar que la venganza divina
afecte a todo el entorno territorial y social de los agentes del acto
sexual sodomita17. Más aún, la sola denominación del sexo entre
hombres o sodomía18 hace referencia a las ciudades de Sodoma y
Gomorra que fueron castigadas con lluvia de fuego por la furia divina
como consecuencia de su perversidad sexual entendida como lujuria
contra natura, aunque la mención bíblica a ratos aparezca como
oscura y ambigua19.
“Onde los que yazen con los barones, ó los que lo sufren,
deven seer penados por esta ley en tal manera, que después
13
En san Agustín encontramos las referencias al acto sexual entre hombres en
(397-401) Confesiones. Libro III, Capítulo VIII y (413-426) La Ciudad de Dios. Libro
XIV, Capítulo XIII.
14
En (1265) Summa Theologiae. Cuestión 94, Artículos 1-3.
15
Levítico 18: 24-29.
16
Principalmente en el Nuevo Testamento Romanos 1: 26-27; 1 Corintios 6: 9-11; y
1 Timoteo 1: 10.
17
Tal carácter no debe entenderse como referido con exclusividad al pecado
nefando, sino a toda acción contrario a la voluntad de Dios, ejemplos de ello en la
tradición hispana se pueden encontrar en:
18
Debemos aclarar que la sodomía incluyó no tan sólo el intercambio sexual entre
hombres, sino también la práctica sexual por vía “contra natura” entre hombre y
mujer y otras prácticas que han quedado categorizadas bajo la rúbrica de
bestialidad. Sin embargo, pronto se comenzó a circunscribir el significado del
término y pronto se usó como denominativo de la práctica sexual por vía anal,
especialmente si esta se llevaba a cabo entre hombres. Vid. Sade (1912), pp. 149-
247.
19
En las Siete Partidas, se recoge esta tradición en: Partida VII, Título XXI, Ley I.
4
que el iuez este mal supiere, que los castre luego á ámbos,
é los dé al obispo de la tierra en cuya tierra fizieren el mal.
E que los meta departidamientre en cárceles o fagan
penitencia contra su voluntades lo que pecáron por su
voluntad”20.
5
de las huellas de dicho delito en el cuerpo a fin de poder probar su
comisión y dar curso al procesamiento.
24
Astruc (1791), pp. 273-276. Se ha actualizado la ortografía para hacer más fácil y
cómoda la lectura del texto.
6
pareció a los alcaldes que le viesen y declarasen cirujanos.
A los cuales podía ayudar lo que dijo Josefa Mascardo,
jurisconsulto, que la sodomía se prueba cuando los testigos
depusieren haber visto las sábanas sangrientas, o la camisa
teñida con sangre. Leonardo Botalo, tratando como se
engendran y pegan las bubas, dice que si es por lujuria
nefanda, se inficiona primero el sieso. Amato Lusitano
declara que esta infección o contagio son unas almorranas
como crestas, o ciertas carnosidades a manera de verrugas
con una cisuras, o hendiduras, y que estas se hacen cerca
del sieso a muchas mujeres y muchachos en tierra de Roma,
y que es mal nefando, por hacerse de cosas que pervierten
el orden de naturaleza. Por manera, que cuanto es de parte
de la cirugía: estos son indicios muy sospechosos para
comprobar lo que el derecho pretende”25.
3. La criminalística
25
Fragoso (1627), pp. 564-565. Ortografía actualizada.
26
Vilanova (1827), p. 193.
7
Y más adelante:
Restos coloniales
8
algunas partes los tuvieron en sus templos porque les persuadía el
demonio que sus dioses recibían mucho contento con ellos”32.
La presencia de hombres en los templos con fines sexuales fue
descrita por Cieza de León, que atribuye al demonio la transmisión
de tales instrucciones a través de oráculos y adoratorios en los que
declaraba “que convenía para el servicio suyo que algunos mozos
desde su niñez estuviesen en los templos, para que a tiempos y
cuando se hiciesen los sacrificios y fiestas solemnes, los señores y
otros principales usasen con ellos el maldito pecado de la sodomía”33.
Diego de Rosales relata que en Chile, cerca del pueblo de
Mayoa, sucedió una historia se percibe la influencia del relato bíblico
de la destrucción de Sodoma y Gomorra. Cito el trozo para que lector
lo pueda analizar por sí mismo:
32
Garcilaso de la Vega 1609, Libro Primero, Capítulo XIV.
33
Cieza de León (1553) Op. Cit., Capítulo LXIV
9
oy se ve y a permanecido despues de tantos años que ha
que sucedió tan maravilloso caso…”34
10
se naturaliza aún una forma de ser, y es sólo a partir de la segunda
mitad de la centuria que aparece en Alemania el concepto de
homosexualidad referido a la condición de quienes dirigen sus
afectos y deseos exclusivamente hacia individuos del mismo género.
Esta nueva resignificación, que ya incluirá el neologismo
“homosexual” entre sus herramientas, tardará aún en llegar a Chile.
Aquí, la comisión de dicho acto, la sodomía, era un crimen que
podía ser merecedor de la pena capital, que en el caso de Espinosa,
equivale a ser quemado, es decir, se mantiene el castigo en uso
durante el régimen colonial. Este proceso es lo que llamamos
exclusión-expulsión, por medio del cual el sistema social elimina
aquellas desviaciones – de su normatividad – que no está dispuesto a
aceptar. El caso de Espinosa nos permite vislumbrar dos aspectos de
importancia, uno de ellos, el más evidente, es el de la persecución en
los inicios de la vida republicana, de conductas específicas
consideradas como delitos, que expulsan del cuerpo ciudadano a
quien resulte culpable; y en segundo lugar, es una prueba de que el
proceso de naturalización del comportamiento sexual y la
articulación de un argumento radical es posterior, corriendo aparejo
al proceso global de naturalización de las conductas consideradas
criminales y desviadas de la norma sistémicamente aceptada.
En el juicio de Antonio Espinosa se percibe su actuar criminal
no a partir de una asociación de características propias de quienes
cometen el acto sodomítico, sino a partir de su fama. Esto es lo que
se desprende de la declaración de uno de los testigos, don José
Dolores Ortiz, que declaró que fue invitado por Espinosa,
38
ANFJ Santiago, Leg. 1608
11
es por un testimonio que me ha levantado Mercedes, á quien le cobre
cuatro reales”39.
Mercedes no es sino otro testigo que describe conductas que
incriminan a Espinosa. Su declaración es importante pues sostuvo
que,
39
Ibídem..
40
Ibídem.
41
Ibídem.
42
Ibídem.
43
González (2002).
12
nuestra parte creemos que es posible argumentar que las
estructuras morales de la colonia se mantuvieron en bloque durante
el régimen republicano y se sometieron al ya mencionado proceso de
resemantización donde, en el caso de los preceptos legales, la
codificación consagró como ley los principios que ya se aplicaban en
la colonia.
El error interpretativo que comete González la lleva a un
entendimiento errado de los discursos presentados por los
inculpados que, según esta autora, “dan cuenta de la fuerza del
modelo sexual hegemónico y de la reubicación de los sujetos
transgresores dentro de ese orden. En efecto, los inculpados
terminan por legitimar la obligación heterosexual, identificándose
con ella al negar y arrepentirse de una acción que es percibida como
ajena, errada, transitoria… una verdadera pesadilla etílica” 44. La
razón de la negación de Belisario González que da origen a esta
conclusión se explica de forma mucho más sencilla, pues se emite en
un juicio donde los imputados buscan probar su inocencia no con la
finalidad de negar una forma de actuar sexual y sostener la
hegemónica, sino con la de evitar el castigo que se cierne sobre
ellos.
BIBLIOGRAFÍA
Fuentes
44
La autora cita del expediente del juicio el siguiente trozo para fundamentar la
conclusión citada, uno de los inculpados declaró: “La verdad es que al prestar
declaración lo hice como quien refiere una pesadilla, un mero sueño vagamente
recordado; pero repito que permanecí tan ebrio en la pieza de Cifuentes que de
nada conservo ni ideas exactas y fijas, ni las tengo hoy”. Tanto el trozo citado en el
cuerpo como esta referencia se encuentran en González (2002).
13
MATA, Pedro (1857) Tratado de Medicina y Cirugía Legal Teórica y
Práctica. Tomo Primero. Tercera Edición. Madrid, España. Carlos
Baillo-Bailliere, Librería Estrangera y Nacional Científica y Literaria.
Libros
14
__________ (1997) La arqueología del saber. Decimoctava Edición.
Madrid, España. Siglo XXI Editores.
__________ (1999) Estética, ética y hermenéutica. Barcelona, España.
Editorial Paidós.
__________ (s. f.) Genealogía del racismo. La Plata, Argentina.
Editorial Altamira.
15
Artículos
Tesis
16