Professional Documents
Culture Documents
2 biomecánica y patomecánica
de la estabilidad del tobillo
Manuel Monteagudo, Pilar Martínez de Albornoz,
Ernesto Maceira y Borja Gutiérrez
Unidad de Cirugía de Pie y Tobillo, Cirugía Ortopédica y Traumatología,
Hospital Universitario Quirón Madrid
Facultad de Medicina, Universidad Europea, Madrid
El complejo funcional del tobillo y del pie es evi- La articulación del tobillo es muy singular y no
dentemente complejo. La importancia del conoci- admite comparación con el resto de articulaciones del
miento de la estructura y la función del tobillo es miembro inferior. Pero, como sucede en la articula-
evidente si pensamos que la urgencia traumatológica ción de la cadera, su estabilidad está ligada estrecha-
hospitalaria más frecuente es la entorsis o esguince de mente a su forma y a su coaptación ósea.
tobillo. Algunos esguinces graves y algunas fracturas
pueden ocasionar o favorecer la pérdida de la estabili-
Los huesos
dad tibioperoneoastragalina.
El control de la estabilidad anatómica del tobillo La parte más craneal del astrágalo (tróclea) se mue-
viene inherentemente condicionado por su estructu- ve dentro de una cámara (mortaja tibioperonea) for-
ra ósea y ligamentosa. Pero las variantes en la posi- mada por los maléolos tibial y peroneo, y solidari-
ción de la pierna —primarias o secundarias— (como zados entre sí por una sindesmosis. Los estudios de
una tibia vara) o en la posición del pie —primarias o Hicks y Barnett revelan que la tróclea astragalina no
secundarias— (como un pie plano secundario a una es cilíndrica, sino que tiene una forma de cono trun-
lesión traumática de Lisfranc no diagnosticada ni tra- cado, alrededor de 4-6 mm más ancha por delante
tada en fase aguda) pueden condicionar una inesta- que por detrás1,2. Las caras laterales del astrágalo no
bilidad secundaria. Para la estabilidad funcional del son iguales. La cara externa es mayor que la inter-
tobillo existe la necesaria coordinación entre un bucle na, y el radio de curvatura que describe también es
cerrado o reflejo, bajo el control de la propiocepción mayor. Esta diferencia condiciona la forma de tronco
regional y los tendones peroneos, y un bucle abierto de cono, con su vértice virtual proyectado hacia la
o preparatorio del posicionamiento del tobillo, bajo el parte interna. Estos detalles anatómicos justifican que
control neurológico superior, incluyendo la influencia cuando realicemos un movimiento de flexión dorsal
visual y vestibular. del tobillo también se objetive un movimiento simul-
En este capítulo de la monografía se van a exponer táneo de abducción en el plano transversal, y cuando
nociones sobre anatomía funcional, biomecánica y exista una flexión plantar también se produzca una
patomecánica de la estabilidad del tobillo. aducción asociada.
7
M. Monteagudo et al
8
Anatomía funcional, biomecánica y patomecánica de la estabilidad del tobillo
9
M. Monteagudo et al
de diámetro, y una longitud de unos 20 mm. El pero- talar. Cualquier alteración en estas otras estructuras
neocalcáneo es el único ligamento que cruza tanto la estabilizadoras puede causar un estrés tisular en los
articulación tibiotalar como la subtalar. La inserción estabilizadores ligamentosos que acaben produciendo
del ligamento y su eje de rotación permiten los movi- una inestabilidad funcional o anatómica. El cerebro es
mientos de flexoextensión de la articulación tibiotalar uno de los principales estabilizadores del tobillo por-
y también los movimientos de la articulación subtalar. que es fundamental el circuito de preposicionamiento
El ligamento peroneocalcáneo se horizontaliza duran- de pierna-tobillo-pie durante la fase de balanceo de la
te la flexión dorsal del tobillo y se verticaliza durante marcha, muy importante para que el contacto inicial
la flexión plantar, manteniéndose en tensión durante del talón en el primer rocker se ejecute en una posi-
todo el arco de movilidad de la articulación tibiotalar. ción que permita la estabilización adecuada por parte
Este ligamento se tensa con los movimientos de varo del resto de los mecanismos comentados.
y se relaja con el valgo del tobillo.
El ligamento peroneoastragalino posterior se origina
BIOMECÁNICA. ¿CÓMO FUNCIONA?
en la fosa maleolar de la superficie medial del maléo-
lo peroneo y discurre casi horizontal hasta insertarse La estabilidad del tobillo depende del control neu-
en la región posterolateral del astrágalo. Con la dor- romuscular, en gran medida reflejo, que ejercen nues-
siflexión del tobillo el ligamento se tensa, y con la tro sistema nervioso y nuestros músculos sobre el pre-
flexión plantar y en posición neutra el ligamento se posicionamiento, el posicionamiento y el apoyo en el
relaja. Tiene un carácter multifascicular y algunas de suelo en la marcha y en el deporte. Durante la deam-
sus fibras contribuyen a formar el túnel para el tendón bulación, funcionan conjuntamente los mecanismos
del flexor hallucis longus. neuromusculares del bucle abierto (preparatorio, pre-
posicionamiento) y del bucle cerrado (reactivo, posi-
cionamiento y contacto), y los mecanismos postura-
Complejo ligamentoso medial
les voluntarios para mantener la correcta alineación y
El ligamento colateral medial o deltoideo es multi- estabilidad en respuesta a las fuerzas de reacción del
fascicular y se compone de 2 capas, una superficial y suelo sobre la articulación del tobillo.
una profunda. Desde su origen en el maléolo tibial se La torsión del tobillo es un tema de interés dentro
inserta en el astrágalo, en el calcáneo y en el navicular. de la biomecánica general del tobillo. Close8 estu-
La región posterior y media del ligamento se encuentra dió el acoplamiento entre la torsión tibial en cade-
cubierta por el tendón tibial posterior. La descripción na cinética cerrada y la transmisión de esta rotación
clásica de este ligamento6,7 diferencia 6 bandas en el por parte del tobillo hacia la articulación subtalar y
ligamento deltoideo: 3 que son constantes (ligamento estimó la rotación vertical entre tibia y astrágalo en
en hamaca o tibiospring, ligamento tibionavicular y unos 5-6º durante la marcha normal. McCullough y
ligamento tibiotalar posterior profundo) y otras 3 que Burge9 centraron su interés en la movilidad rotacio-
son variables (ligamento tibiotalar posterior superfi- nal del astrágalo en el plano transverso y en el papel
cial, ligamento tibiocalcáneo, y ligamento tibiotalar de los ligamentos lateral y medial en la restricción
anterior profundo). de esta rotación. Van Langelaan10 estudió mediante
estereofotogrametría especímenes osteoligamentosos
sometidos a cargas axiales con marcadores de alumi-
Otros estabilizadores
nio introducidos en sus huesos. Uno de los objetivos
Los tendones que cruzan el tobillo tienen una fun- interesantes de su estudio era valorar el movimiento
ción de estabilización activa y pasiva de la articula- absoluto y relativo que experimentan los huesos tar-
ción. La lesión de alguno de estos tendones puede sianos como consecuencia de la rotación externa de
comprometer la estabilidad del tobillo. También la la tibia. El eje helicoidal del movimiento relativo de
articulación subtalar y la mediotarsiana influyen de la tibia y el astrágalo era mucho más agudo en los
manera indirecta o secundaria en la estabilidad tibio- primeros 10º de rotación tibial externa y disminuía
10
Anatomía funcional, biomecánica y patomecánica de la estabilidad del tobillo
durante el resto de la rotación tibial. Posiblemente lo que transforma el tobillo en una articulación tri-
podamos entender que el pie admite un movimien- planar.
to talar limitado sobre un eje vertical de unos 5-10º El tobillo proporciona el segundo de los tres pun-
antes de experimentar una restricción en su excursión tos de giro correlativos necesarios para la marcha. El
dentro de la mortaja, por la actuación de los liga- talón, el tobillo y el antepié son los puntos de referen-
mentos y por el contacto de las superficies articulares. cia de los tres rockers o rodillos de la marcha huma-
Benink11 utilizó el mismo montaje que van Lange- na. El segundo rocker es el del tobillo. La oblicuidad
laan para mostrar que la cinemática tarsiana mostraba del eje del tobillo condiciona que la flexión plantar se
escasa variación en la marcha normal en un mismo acompañe de una aducción, y la flexión dorsal asocie
individuo, pero era muy variable entre individuos, una abducción del pie. Cuando se realiza una flexión
y concluyó que cada pie posee unas características dorsal del tobillo, la asimetría de la tróclea del astrága-
individuales que lo hacen único. Hintermann et al12 lo origina una fuerza de compresión sobre el peroné.
estudiaron el acoplamiento que se produce entre la La sindesmosis permite el acoplamiento elástico de
rotación tibial y la eversión-inversión del pie, en pier- esta compresión, y el peroné experimenta un despla-
nas de cadáver en descarga y en carga. El acoplamien- zamiento en abducción, ascenso y rotación interna
to inverso entre eversión-inversión del pie y rotación alrededor de su eje mayor diafisario. En la flexión
tibial no responde al patrón de una articulación uni- plantar, el peroné realiza un descenso, una aducción y
versal, en la que la reciprocidad debería ser mecáni- una rotación externa que acompañan armónicamente
camente completa. el movimiento de báscula del astrágalo.
Los distintos estudios previos, aun con diferen- Durante la fase de balanceo (pie y tobillo en el
cias entre datos numéricos, muestran que existe una aire), el control neurológico (voluntario e involunta-
relación cinemática evidente entre la rotación tibial rio) es fundamental en el preposicionamiento de los
y la inversión/eversión del pie. El complejo articular diferentes segmentos del miembro inferior para que el
tibioperoneoastragalino es capaz de absorber la ener- tobillo pueda tener un aterrizaje estable y absorber
gía generada por la rotación tibial en energía alre- el impacto de manera segura durante el primer y el
dedor del eje mayor del pie. Esta transformación se segundo rocker.
encuentra bajo la influencia de la cantidad de carga Durante el primer rocker de la marcha, en el
vertical, las posiciones del pie, la integridad ligamen- momento del apoyo inicial del talón, el tobillo se
tosa, la actividad muscular y las variables individuales. encuentra en posición neutra para realizar, poco des-
Durante la marcha, la superposición de las columnas pués, una flexión plantar pasiva. Cuando el antepié
externa e interna del pie permite el inicio del tercer contacta con el suelo, la rotación de avance de la
rocker. La exorrotación del astrágalo transmite la rota- tibia deja de tomar como referencia el talón para cen-
ción externa a la tibia y a la pierna (cadena cinética trarse sobre el astrágalo, experimentando el tobillo
cerrada). un movimiento de flexión dorsal pasiva. El segun-
La movilidad primaria de la articulación del tobillo do rocker, o rocker del tobillo, se corresponde con
se desarrolla fundamentalmente en el plano sagital. el período de apoyo intermedio durante el cual el
El arco o rango de flexoextensión medio es de 43 a pie tiene una disposición plantígrada respecto del
63º, aunque solo 30º de este arco (10º de flexión dor- suelo. Cuando el talón despega se inicia el tercer
sal y 20º de flexión plantar) son necesarios para una rocker, en el que el tobillo realiza una dorsiflexión
marcha estable. La rotación del astrágalo dentro de de unos 10-15º, seguida de una flexión plantar rápi-
la mortaja del tobillo —10º de promedio— también da de unos 10-20º13. El arco de flexoextensión del
debe considerarse importante para la comprensión de tobillo durante la marcha normal se estima en unos
la biomecánica articular. La presencia de esta rotación 30-35º. Este arco de movilidad condiciona numero-
convierte al tobillo en una articulación biplanar. Pero sas alteraciones de la marcha cuando existe una pato-
además, el astrágalo también experimenta movimien- logía que limita la excursión del astrágalo dentro de
tos de varo-valgo dentro de la mortaja tibioperonea, la mortaja. La flexión dorsal del tobillo, con menor
11
M. Monteagudo et al
margen de los grados de movilidad necesarios para la calzado sobre la marcha. Romkes et al16 analizaron
marcha, suele ser el factor limitante para una marcha los cambios en la marcha y en los registros electro-
patológica después de una lesión que afecte a uno o miográficos en personas que utilizaban zapatos MBT.
varios de los componentes de la articulación tibiope- La teoría de partida de este concepto de calzado es
roneoastragalina. la transformación de una superficie dura y plana de
El control muscular del segundo rocker correspon- un calzado convencional en una superficie irregular e
de al sóleo. El sóleo es la única parte del tríceps sural inestable, simulando la marcha descalza de nuestros
que se activa durante la fase de apoyo intermedia, antepasados y estimulando la musculatura del pie y
frenando por su acción excéntrica la progresión por de la pierna. En el estudio que publican se investi-
inercia de la tibia. Cuando se estudia el movimiento garon los cambios provocados por el calzado MBT
de la articulación del tobillo durante la marcha, se en el patrón de marcha y en la activación muscular.
puede caer en el error de infravalorar el desplazamien- Mediante estudios de electromiografía de superficie
to en los planos frontal y transverso. El movimiento y de análisis de la marcha, se intentó comparar la
en estos dos planos comprende la combinación de los marcha de sujetos adultos sanos con calzado conven-
movimientos de las articulaciones del tobillo y subas- cional y con calzado MBT. Los resultados mostraron
tragalina. No sería correcto asumir que la articulación que existía un cambio del patrón de marcha con el
subtalar es la responsable del movimiento en el plano calzado MBT, que se manifestaba en un aumento
frontal y transverso del complejo articular peritalar, y de la actividad muscular de los gastrocnemios y del
que el tobillo lo es del movimiento en el plano sagital. tibial anterior, y con una contracción simultánea que
Los estudios en cadáveres de McCullough y Burge9, podría proporcionar mayor estabilidad al complejo
y los estudios invasivos in vivo de Lundberg et al14 articular del tobillo. En teoría, este tipo de calzado
demostraron la existencia de una movilidad de entre podría utilizarse como entrenamiento muscular de
8 y 10º en el plano transverso. El tobillo no se limita la pierna, pero debe usarse con cautela en pacientes
a transferir un momento de movimiento transverso a con problemas de rodilla (inestabilidad, artrosis) por-
la articulación subastragalina, sino que experimenta que obliga a mantener una moderada flexión de la
un movimiento propio en este plano. De hecho, en rodilla durante la fase de apoyo (sin conseguir llegar
algunos estudios se cuestiona el papel de protagonista a la extensión casi completa de la rodilla durante el
secundario (y no principal) del tobillo en el movi- segundo rocker), con un aumento de actividad con-
miento en el plano transverso15. siderable del vasto medial y del lateral. La actividad
El tobillo también puede experimentar cambios en del recto anterior se reducía durante la transición del
su biomecánica marcados por la utilización de calza- segundo al tercer rocker. En el tobillo, el ángulo de
dos diferentes (tacón, tipo de suela, etc.). La moda dorsiflexión en el momento del contacto inicial (pri-
de los calzados con suela en balancín es una realidad mer rocker) aumentaba con los zapatos MBT, para
en nuestro entorno. La suela en balancín (rocker-bot- pasar a experimentar un movimiento de flexión plan-
tom, rocker barrel) es un recurso conocido desde hace tar continuo. Con los calzados con suela en balan-
mucho tiempo en la ortopedia y entre los zapate- cín, la transición entre el segundo y tercer rocker es
ros tradicionales. El acoplamiento en la suela de uno más fluida y pueden mejorar el dolor y la marcha en
o dos balancines permitía una marcha más fluida y pacientes con limitación de la movilidad en el tobillo
cómoda para los pacientes con problemas de dolor por secuelas traumáticas y/o artrosis.
y disminución de movilidad en un tobillo, favore-
ciendo una transición más rápida y cómoda desde
PATOMECÁNICA. DEL LABORATORIO
el primer rocker al tercer rocker. La popularidad de
A LA CONSULTA Y AL QUIRÓFANO
los calzados con suela en balancín integrada (Masai
Barefoot Technology [MBT], Skechers Shape-Ups, Los diferentes mecanismos de lesión del tobillo
etc.) ha estimulado la realización de estudios biome- conllevan implicaciones patomecánicas diferentes y
cánicos para comprobar los efectos de este tipo de pueden acabar produciendo inestabilidad tibiotalar.
12
Anatomía funcional, biomecánica y patomecánica de la estabilidad del tobillo
13
M. Monteagudo et al
14
Anatomía funcional, biomecánica y patomecánica de la estabilidad del tobillo
Inestabilidades: no todas son iguales ma el inicio del primer rocker puede comprobarse el
Cuando se valora a un paciente con inestabilidad aumento de actividad electromiográfica de los flexores
de tobillo es importante diferenciar entre la variante y extensores del tobillo para preparar el impacto. Los
anatómica (mecánica) y la funcional. En ocasiones pacientes con inestabilidad del tobillo muestran una
ambas coexisten en el mismo paciente. menor activación de la musculatura peronea antes del
La inestabilidad anatómica o mecánica se refiere impacto que las personas con tobillos estables30.
a la laxitud medible (con exploración clínica o con El control de bucle abierto de la estabilidad del tobi-
pruebas de imagen o mecánicas) de la articulación, llo parece más importante que el cerrado. Durante la
que suele acompañarse de cambios degenerativos y fase de balanceo de la marcha (pie/tobillo en el aire)
sinovitis. El tratamiento de la inestabilidad mecánica se desencadena una cascada de acontecimientos neu-
mediante técnicas de cirugía abierta y artroscópica se romusculares que preparan el tobillo frente al impac-
tratará en otro capítulo de esta monografía. to. La actividad muscular que se origina se conoce
La inestabilidad funcional se refiere a la “sensación como preactivación y su modulación anticipada está
de fallo” que el paciente experimenta en circunstan- bajo el control de la coactivación de las motoneuronas
cias no forzadas para el tobillo y que no se acompaña alfa-gamma y su efecto sobre los husos musculares.
de una laxitud mecánica. La inestabilidad funcional Esta modulación está regulada por diferentes estímu-
es mucho más frecuente que la anatómica. En algu- los visuales y vestibulares, y con el patrón cerebral
nos casos podría explicarse por la inhibición muscular integrado del conocimiento de experiencias previas
artrogénica, que se entiende como una inhibición con- similares que preposicionan el tobillo en la configu-
tinuada de la musculatura que rodea una articulación ración más fácil de estabilizar. De la biomecánica y
que se encuentra inflamada o dañada por una lesión la patomecánica del aterrizaje del paso se aprende
previa27. Otra de las explicaciones patomecánicas de la que un aumento de la dorsiflexión del tobillo es un
inestabilidad funcional sería la alteración en los bucles mecanismo protector que permite la configuración
neuromusculares del control sobre el tobillo. más estable de encaje de la mortaja. Este mecanismo
no está mediado por los reflejos periféricos, sino por
los mapas motores preprogramados31. Tal vez por este
Control neuromuscular
motivo, los pacientes con una disminución de la dor-
Los patrones cerebrales y medulares de control siflexión del tobillo tras una lesión traumática o una
postural también parecen influir en la estabilidad del cirugía tengan una mayor incidencia de inestabilidad
tobillo. Aparentemente, los estudios en los tiempos de funcional.
activación de los músculos cuyos tendones atraviesan
el tobillo concluyen que la debilidad muscular no es
CONCLUSIONES
un factor contribuyente mayor en el tobillo con ines-
tabilidad crónica, pero la alteración en el equilibrio Cada paso es una sucesión de acontecimientos bio-
muscular sí parece ser un factor predictivo de lesión mecánicos potencialmente inestables que, afortuna-
en la práctica de deportes28,29. Los tobillos con una damente, en la mayoría de las ocasiones no acaban
mayor potencia en flexión plantar y una disminución produciendo una entorsis de tobillo.
en el cociente dorsiflexión-flexión plantar tienen una La anatomía funcional, la biomecánica y la pato-
mayor incidencia de esguinces por inversión. mecánica del tobillo ayudan a comprender su funcio-
El control de bucle cerrado de la estabilidad del namiento y su lesión. También es importante conocer
tobillo se basa en un arco reflejo iniciado después los mecanismos que influyen en la estabilidad arti-
del envío a la médula espinal de una señal aferente cular, que son una combinación de elementos óseos,
generada tras la activación de los mecanorreceptores ligamentosos, tendinosos, musculares, neurológicos
del tobillo, y que emite una señal eferente hacia los reflejos y voluntarios.
husos de la musculatura correspondiente que se con- La estabilidad del tobillo se inicia en el preposi-
trae para oponerse al estiramiento. Cuando se aproxi- cionamiento de pierna-tobillo-pie, mucho antes del
15
M. Monteagudo et al
impacto del talón con el suelo, y es necesaria hasta el 16. Romkes J, Rudmann C, Brunner R. Changes in gait and
final del despegue del pie. Los episodios de entorsis de EMG when walking with the Masai Barefoot Technique.
Clin Biomech (Bristol, Avon). 2006;21:75-81.
repetición podrían alterar los mecanismos de la esta- 17. Bonnel F, Toullec E, Mabit C, Tourné Y; Sofcot. Chronic
bilidad articular y crear una disfunción neuromuscu- ankle instability: biomechanics and pathomechanics of liga-
lar y ligamentosa artrogénica dolorosa y/o limitante. ments injury and associated lesions. Orthop Traumatol Surg
Los avances en el conocimiento de los tipos de ines- Res. 2010;96:424-32.
tabilidad crónica del tobillo (anatómica y funcional) 18. Leardini A, O’Connor JJ, Catani F, Giannini S. The role of
passive structures in the mobility and stability of the human
permiten prevenir y curar a muchos pacientes con ankle joint: a literature review. Foot Ankle Int. 2000;21:
lesiones articulares tibioperoneoastragalinas. 602-15.
19. Lentell GL, Katzman LL, Walters MR. The relationship
between muscle function and ankle stability. J Orthop Sports
Bibliografía Phys Ther. 1990;11:605-11.
1. Hicks JH. The mechanics of the foot. I. The joints. J Anat. 20. Konradsen L, Ravn JB, Sørensen AI. Proprioception at the
1953;87:345-357. ankle: the effect of anaesthetic blockade of ligament recep-
2. Inman VT. The joints of the ankle. Baltimore: Williams and tors. J Bone Joint Surg Br. 1993;75:433-6.
Wilkins; 1976. 21. Frigg A, Frigg R, Hintermann B, Barg A, Valderrabano V.
3. Fick R. Handbuch der anatomie und mechanik der gelenke: The biomechanical influence of tibio-talar containment on
III. Spezielle Gelenk-und Muskelmechanik. Jena: Verlag stability of the ankle joint. Knee Surg Sports Traumatol
Gustav Fischer; 1911. Arthrosc. 2007;15:1355-62.
4. Sarrafian SK. Anatomy of the foot and ankle. Descriptive, 22. Rasmussen O. Stability of the ankle joint. Analysis of the
topographic, functional. 3rd ed. Philadelphia: Lippincott; function and traumatology of the ankle ligaments. Acta
2011. p. 159-217. Orthop Scand Suppl. 1985;211:1-75.
5. Golanó P, Vega J, De Leeuw PA, Malagelada F, Manzana- 23. Ogilvie-Harris DJ, Reed SC. Disruption of the ankle syn-
res MC, Götzens V, et al. Anatomy of the ankle ligaments: desmosis: diagnosis and treatment by arthroscopic surgery.
a pictorial essay. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. Arthroscopy. 1994;10:561-8.
2010;18:557-69. 24. Boden SD, Labropoulos PA, McCowin P, Lestini WF,
6. Milner CE, Soames RW. Anatomical variations of the ante- Hurwitz SR. Mechanical considerations for the syndesmo-
rior talofibular ligament of the human ankle joint. J Anat. sis screw. A cadaver study. J Bone Joint Surg Am. 1989;71:
1997;191:457-8. 1548-55.
7. Milner CE, Soames RW. Anatomy of the collateral ligaments 25. Xenos JS, Hopkinson WJ, Mulligan ME, Olson EJ, Popovic
of the human ankle joint. Foot Ankle Int. 1998;19:757-60. NA. The tibiofibular syndesmosis. Evaluation of the liga-
8. Close JR. Some applications of the functional anatomy of mentous structures, methods of fixation, and radiographic
the ankle joint. J Bone Joint Surg Am. 1956;38:761-81. assessment. J Bone Joint Surg Am. 1995;77:847-56.
9. McCullough CJ, Burge PD. Rotatory stability of the 26. Slawski DP, West OC. Syndesmotic ankle injuries in
load-bearing ankle. An experimental study. J Bone Joint Surg rodeo bull riders. Am J Orthop (Belle Mead NJ). 1997;26:
Br. 1980;62:460-4. 794-7.
10. Van Langelaan EJ. A kinematical analysis of the tarsal joints. 27. Gutierrez GM, Kaminski TW, Douex AT. Neuromuscular
An X-ray photogrammetric study. Acta Orthop Scand Suppl. control and ankle instability. PM R. 2009;1:359-65.
1983;204:1-269. 28. DeCarlo MS, Talbot RW. Evaluation of ankle joint proprio-
11. Benink RJ. The constraint-mechanism of the human tarsus. ception following injection of the anterior talofibular liga-
A roentgenological experimental study. Acta Orthop Scand ment. J Ortho Sport Phys Ther. 1986;8:70-6.
Suppl. 1985;215:1-135. 29. Konradsen L, Voigt M, Højsgaard C. Ankle inversion inju-
12. Hintermann B, Nigg BM, Sommer C, Cole GK. Transfer of ries. The role of the dynamic defense mechanism. Am J
movement between calcaneus and tibia in vitro. Clin Bio- Sports Med. 1997;25:54-8.
mech (Bristol, Avon). 1994;9:349-55. 30. Caulfield B, Crammond T, O’Sullivan A, Reynolds S, Ward
13. Núñez-Samper M, Llanos Alcázar LF, Viladot R. Biomecáni- T. Altered ankle-muscle activation during jump landing in
ca, medicina y cirugía del pie. Barcelona: Masson; 1997. participants with functional instability of the ankle joint. J
14. Lundberg A, Goldie I, Kalin B, Selvik G. Kinematics of the Sport Rehabil. 2004;13:189-200.
ankle/foot complex: plantarflexion and dorsiflexion. Foot 31. Caulfield BM, Garrett M. Functional instability of the
Ankle. 1989;9:194-200. ankle: differences in patterns of ankle and knee movement
15. Nester CJ, Findlow AF, Bowker P, Bowden P. Transverse plane prior to and post landing in a single leg jump. Int J Sports
motion at the ankle joint. Foot Ankle Int. 2003;24:164-8. Med. 2002;23:64-8.
16