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¿Qué es la clamidia?
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la bacteria
Chlamydia trachomatis. Puede infectar a hombres y mujeres. Las mujeres pueden contraer
clamidia en el cuello del útero, el recto o la garganta. Los hombres pueden contraer clamidia
en la uretra (el interior del pene), el recto o la garganta.
¿Cómo se contrae la clamidia?
Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la
infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto.
Si usted tuvo clamidia y fue tratado en el pasado, puede re-infectarse si tiene relaciones
sexuales sin protección con alguien infectado.
Los bebés nacidos de madres infectadas con clamidia pueden contraer infecciones a los ojos
y neumonía. También puede ser más probable que el bebé nazca antes de tiempo.
Para evitar infectar a su pareja, usted no debe tener relaciones sexuales hasta que la infección
haya terminado. Si recibió una dosis única de antibióticos, debe esperar siete días después de
tomar la medicina para volver a tener relaciones sexuales. Si usted debe tomar medicamentos
por siete días, no debe tener relaciones sexuales hasta haber terminado el tratamiento.
Es común volver a contraer la infección, por lo que debe hacerse la prueba de nuevo unos tres
meses después de finalizar el tratamiento.
El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el riesgo
de contraer y contagiar la clamidia.
Herpes genital
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual causada por el virus del herpes
simple. Puede causar llagas en el área genital o rectal, nalgas y muslos. Puede contagiarse al
tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con alguien que lo tenga. El virus puede
contagiarse aún cuando las llagas no están presentes. Las madres pueden infectar a sus
bebés durante el parto.
A los síntomas se los llaman comúnmente brotes. Las llagas aparecen usualmente cerca del
área donde el virus ingresó al cuerpo. Las llagas son ampollas que se rompen y se vuelven
dolorosas, para luego sanar. A veces, las personas no saben que tienen herpes porque no
presentan síntomas o éstos son muy leves. El virus puede ser más grave en recién nacidos o
en personas con un sistema inmunitario debilitado.
La repetición de los brotes es común, en especial durante el primer año. Con el tiempo los
síntomas aparecen con menor frecuencia y son más leves. El virus permanece en su cuerpo
para siempre.
Existen exámenes que pueden diagnosticar el herpes genital. No existe cura. Sin embargo, las
medicinas pueden ayudar a disminuir los síntomas, reducir los brotes y bajar el riesgo de
contagio a otras personas. El uso correcto de condones de látex puede reducir, pero no
eliminar, el riesgo de contraer o contagiar el herpes. La forma más confiable de evitar la
infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
No existe una cura para el herpes. No obstante, hay medicamentos que pueden prevenir o
disminuir la duración de los brotes. Uno de estos medicamentos puede tomarse todos los días
y reduce la probabilidad de que usted les pase la infección a su pareja o parejas sexuales.
El herpes genital puede causar llagas genitales dolorosas y puede ser grave en personas con
el sistema inmunitario deprimido.
Si se toca las llagas o toca el líquido de estas, puede pasar el herpes a otras partes de su
cuerpo, como a los ojos. No se toque las llagas ni toque el líquido para evitar propagar el
herpes a otra parte del cuerpo. Si se toca las llagas o toca el líquido, lávese bien las manos
inmediatamente para evitar propagar la infección.
Si está embarazada, tanto usted como su bebé en gestación o recién nacido pueden tener
problemas. Vea la información anterior sobre el tema “Estoy embarazada. ¿Cómo podría el
herpes genital afectar a mi bebé?”.
¿Puedo tener relaciones sexuales aunque tenga herpes?
Si tiene herpes, debería decírselo a su pareja o parejas sexuales y hablarles de los riesgos
que tienen. Usar condones puede ayudar a disminuir el riesgo, pero no lo desaparecerá por
completo. Tener llagas u otros síntomas de herpes puede aumentar su riesgo de transmitir la
enfermedad. Incluso si no tiene ningún síntoma, de todos modos puede infectar a sus parejas
sexuales.
Es posible que le preocupe de qué manera el herpes genital afectará su salud en general, su
vida sexual y las relaciones. Es mejor que hable con un proveedor de atención médica acerca
de estas preocupaciones, pero también es importante saber que aunque el herpes no tenga
cura, se puede controlar con medicamentos. El tratamiento inhibidor diario (es decir, el uso
diario de un medicamento antiviral) para el herpes también puede reducir su riesgo de
transmitirle el herpes genital a su pareja sexual. Asegúrese de hablar sobre las opciones de
tratamiento con su proveedor de atención médica. Como el diagnóstico del herpes genital
puede afectar cómo se sienta sobre las relaciones sexuales existentes o futuras, es importante
saber cómo hablar con sus parejas sexuales sobre las ETS.
La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que puede infectar tanto a los
hombres como a las mujeres. Puede causar infecciones en los genitales, el recto y la
garganta. Es una infección muy común, especialmente en las personas jóvenes de 15 a 24
años.
Usted puede contraer gonorrea al tener relaciones sexuales anales, vaginales y orales con
una persona que tenga esta enfermedad.
Una mujer embarazada con gonorrea puede transmitírsela a su bebé durante el parto.
Cualquier persona que tenga relaciones sexuales puede contraer gonorrea mediante las
relaciones sexuales anales, vaginales u orales sin protección.
Es posible que algunos hombres con gonorrea no presenten ningún síntoma. Sin embargo, los
hombres que presentan síntomas pueden tener:
La mayoría de las mujeres con gonorrea no tienen síntomas. Incluso cuando tienen síntomas,
por lo general, son leves y se pueden confundir con los síntomas de una infección vaginal o de
la vejiga. Las mujeres con gonorrea corren el riesgo de tener complicaciones graves por la
infección, aun cuando no presenten ningún síntoma.
Las infecciones del recto pueden no causar síntomas tanto en los hombres como en las
mujeres o pueden causarles los siguientes:
secreciones;
picazón anal;
dolores;
sangrado;
dolor al defecar.
VIH/sida
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es el virus que causa el sida. Cuando una
persona se infecta con VIH, el virus ataca y debilita al sistema inmunitario. A medida que el
sistema inmunitario se debilita, la persona está en riesgo de contraer infecciones y cánceres
que pueden ser mortales. Cuando esto sucede, la enfermedad se llama sida. Una vez que una
persona tiene el virus, este permanece dentro del cuerpo de por vida.
Causas
El virus se propaga (transmite) de una persona a otra a través de ciertos fluidos corporales:
Sangre
Fluidos rectales
Fluidos vaginales
Leche materna
A través del sexo anal o vaginal con alguien que tenga VIH sin usar un condón o que no tome
medicamentos para tratar o prevenir el VIH
Por medio de compartir agujas u otro equipo usado para inyectarse drogas con alguien que
tiene VIH
De la madre al hijo. Una mujer embarazada puede propagar el virus a su feto a través de la
circulación sanguínea compartida o una mamá lactante lo puede pasar a su bebé por medio
de la leche materna. La evaluación y el tratamiento de las madres que son VIH positivas ha
ayudado a disminuir el número de bebés que tienen VIH.
A través de agujas o de otros instrumentos filosos que estén contaminados con VIH
(principalmente trabajadores de la atención médica).
Mosquitos o mascotas
Participación en deportes
Tocar cosas que hayan sido tocadas por una persona infectada con el virus
El VIH no se transmite a una persona que done sangre u órganos. Las personas que donan
órganos nunca entran en contacto directo con las personas que los reciben. De la misma
manera, alguien que dona sangre nunca tiene contacto con el que la recibe. En todos estos
procedimientos se utilizan agujas e instrumentos estériles.
Tener sexo anal o vaginal sin protección. Recibir sexo anal es el más riesgoso. Tener parejas
múltiples también incrementa el riesgo. Usar correctamente un condón nuevo cada vez que
tenga relaciones sexuales ayudará enormemente a disminuir este riesgo.
Tener una pareja sexual con VIH que no esté tomando medicamentos para el VIH.
El VPH es la infección de transmisión sexual (ITS) más común. El VPH es un virus distinto al
del VIH y VHS (herpes). El VPH es tan común que casi todos los hombres y todas las mujeres
sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida. Hay muchos tipos distintos de
VPH. Algunos tipos pueden causar problemas de salud como verrugas genitales y cánceres.
Pero hay una vacuna que puede evitar que estos problemas de salud ocurran.
Usted puede contraer el VPH al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una
persona que tenga el virus. Se transmite con mayor frecuencia durante las relaciones sexuales
vaginales o anales. El VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no
presenta signos ni síntomas.
Toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, incluso si tiene relaciones sexuales
con una sola persona. También es posible que presente los síntomas años después de tener
relaciones sexuales con una persona infectada, lo que dificulta saber cuándo se infectó por
primera vez.
En la mayoría de los casos el VPH desaparece por sí solo y no causa ningún problema de
salud. Pero cuando el VPH no desaparece, puede causar problemas de salud como verrugas
genitales o cáncer.
Generalmente, las verrugas genitales aparecen como pequeños bultos o grupos de bultos en
la zona genital. Las verrugas genitales pueden ser pequeñas o grandes, planas o elevadas, o
tener forma de coliflor. Un proveedor de atención médica puede por lo general diagnosticar las
verrugas al mirar la zona genital.
El cáncer generalmente puede tardar años en aparecer —incluso décadas— después de que
una persona haya contraído el VPH. Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales
no son los mismos que los que pueden causar cáncer.
No hay manera de saber quiénes con el VPH presentarán cáncer u otros problemas de salud.
Es posible que las personas con sistemas inmunitarios débiles (incluidas las personas con el
VIH/SIDA) tengan menor capacidad para combatir el VPH y más probabilidad de presentar
problemas de salud derivados del virus.
¿Cómo puede evitar el VPH y los problemas de salud que puede causar?
Usted puede hacer varias cosas para reducir su probabilidad de contraer el VPH.
Vacúnese. La vacuna contra el VPH es segura y eficaz. Puede proteger a los hombres y a las
mujeres contra las enfermedades causadas por el VPH (incluso el cáncer) cuando se
administra a las edades recomendadas (vea a continuación “¿Quién se debe vacunar?”). Los
CDC recomiendan que los niños de 11 a 12 años de edad reciban dos dosis de la vacuna
contra el VPH para proteger contra los cánceres causados por este virus. Para obtener más
información sobre las recomendaciones,
consulte: https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/65/wr/mm6549a5.htm
Hágase una prueba de detección del cáncer de cuello uterino. Las pruebas de rutina en las
mujeres de 21 a 65 años pueden prevenir el cáncer de cuello uterino.
Si usted es sexualmente activo:
Use un condón de látex en forma correcta cada vez que tenga relaciones sexuales. Esto
puede reducir sus probabilidades de contraer el VPH. Sin embargo, el VPH puede infectar
zonas que el condón no cubre, de modo que los condones pueden no ofrecer una
protección total contra el VPH.
Tenga una relación mutuamente monógama o solo tenga relaciones sexuales con una
persona que solo tenga relaciones sexuales con usted.
¿Me pueden tratar el VPH o los problemas de salud causados por este virus?
No existe tratamiento contra el virus mismo. No obstante, existen tratamientos para los
problemas de salud que puede causar el VPH:
Sífilis
La sífilis es una infección bacteriana que suele transmitirse por contacto sexual. La
enfermedad comienza como una inflamación sin dolor, generalmente en los genitales, el recto
o la boca. La sífilis se transmite de una persona a otra mediante el contacto de la piel o las
membranas mucosas con estas inflamaciones.
Luego de la infección inicial, la bacteria de la sífilis puede permanecer latente en el cuerpo
durante décadas antes de activarse de nuevo. La sífilis temprana se puede curar, en
ocasiones con una sola inyección de penicilina. Sin tratamiento, la sífilis puede dañar de forma
grave el corazón, el cerebro y otros órganos, puede ser potencialmente mortal y puede
transmitirse de la madre al feto.
Síntomas
La sífilis se presenta en etapas y los síntomas varían según la etapa. No obstante, las etapas
pueden coincidir y los síntomas no siempre suceden en el mismo orden. Es posible que
tengas una infección por sífilis y no notes los síntomas durante años.
Sífilis primaria
El primer signo de la sífilis es una pequeña llaga, que se denomina «chancro». La llaga
aparece en el lugar donde la bacteria ingresó al cuerpo. Si bien la mayoría de las personas
infectadas por sífilis tienen solo un chancro, algunas personas presentan varios. El chancro
suele aparecer alrededor de 3 semanas después de la exposición. Muchas de las personas
que tienen sífilis no notan el chancro porque suele ser indoloro y puede estar oculto en la
vagina o el recto. El chancro se curará solo en un período de entre 3 y 6 semanas.
Sífilis secundaria
Luego de unas pocas semanas después de que se cure el chancro, es posible que sientas
una erupción cutánea que comienza en el tronco y, finalmente, cubre todo el cuerpo (incluso
las palmas de las manos y las plantas de los pies). Esta erupción cutánea no suele producir
picazón y puede estar acompañada por llagas que parecen verrugas en la boca y la zona
genital. Algunas personas también padecen caída del cabello, dolores musculares, fiebre,
dolor de garganta e hinchazón de los ganglios linfáticos. Estos signos y síntomas pueden
desaparecer en pocas semanas o pueden aparecer y desaparecer de forma repetida durante
hasta un año.
Sífilis latente
Entre el 15 y el 30 por ciento de las personas infectadas por sífilis que no reciben tratamiento
presentarán complicaciones conocidas como sífilis terciaria (tardía). En la etapa tardía, la
enfermedad puede dañar el cerebro, nervios, ojos, corazón, vasos sanguíneos, hígados,
huesos y articulaciones. Estos problemas pueden ocurrir muchos años después de la infección
original que no se trató.
Sífilis congénita
Los bebés de las mujeres con sífilis pueden infectarse mediante la placenta o durante el parto.
La mayoría de los recién nacidos con sífilis congénita no presentan síntomas, aunque en
algunos casos se puede presentar una erupción cutánea en las palmas de las manos y las
plantas de los pies. Los síntomas posteriores pueden comprender sordera, deformidades en
los dientes y la nariz en silla de montar (cuando colapsa el puente nasal).
Cuándo consultar al médico
La causa de la sífilis es una bacteria llamada Treponema pallidum. La ruta más frecuente de
transmisión es a través del contacto con la llaga de una persona infectada durante la actividad
sexual. La bacteria ingresa a tu cuerpo a través de pequeños cortes o abrasiones en la piel o
las membranas mucosas. La sífilis es contagiosa durante su estadios primario y secundario, y
a veces al principio del período de latencia.
Con menos frecuencia, la sífilis se puede propagar a través de un contacto cercano y directo
sin protección con una lesión activa (como durante un beso) o a través de una madre
infectada a su bebé durante el embarazo o el nacimiento (sífilis congénita).
La sífilis no se puede contagiar utilizando el mismo inodoro, bañera, ropas o utensilios para
comer, o por las perillas de las puertas, piscinas o jacuzzi.
Una vez curada, la sífilis no reaparece por sí sola. Sin embargo, te puedes reinfectar si tienes
contacto con las llagas de sífilis de otra persona.
Factores de riesgo
Complicaciones
Sin tratamiento, la sífilis puede causar daños en todo el cuerpo. La sífilis también aumenta el
riesgo de infección por VIH y, en las mujeres, puede provocar problemas durante el embarazo.
El tratamiento puede ayudar a evitar daños futuros, pero no puede reparar ni revertir los daños
que ya se produjeron.
Pequeños bultos o tumores
Estos bultos se llaman gomas y se pueden presentar en la piel, los huesos, el hígado y en
cualquier otro órgano durante la etapa final de la sífilis. Las gomas suelen desaparecer luego
de un tratamiento con antibióticos.
Tricomoniasis
La tricomoniasis es causada por un parásito unicelular llamado trichomonas vaginalis. A
diferencia de las infecciones por hongos, la tricomoniasis se transmite a través de las
relaciones sexuales, de modo que es una enfermedad de transmisión sexual. En los hombres,
el parásito vive y se multiplica pero raramente causa síntomas. Por lo tanto, las mujeres con
frecuencia son infectadas repetidamente por sus compañeros de relaciones sexuales, ya que
no saben que ellos están infectados. La mujer puede no enterarse de que tiene tricomoniasis
por días o meses debido a que el parásito puede vivir en el cuerpo de la mujer sin causar
ningún síntoma. Pero luego, el parásito se multiplica repentinamente y causa síntomas muy
desagradables. El parásito afecta la vagina, la uretra (el canal que lleva la orina de la vejiga al
exterior del cuerpo) y la vejiga (la bolsa en que se contiene la orina) de la mujer. Como el
parásito vive tanto en el hombre como en la mujer, ambos compañeros de relaciones sexuales
necesitan tratamiento.
Los signos externos de la tricomoniasis pueden incluir una secreción vaginal espumosa
amarilla, gris o verde, maloliente o con olor a pescado. La vagina puede estar enrojecida y con
dolor, ardor y picor. Puede ser doloroso orinar o tener relaciones sexuales. Sin embargo,
algunas mujeres pueden tener tricomoniasis sin tener ningún síntoma.
¿Cómo puede saber con certeza mi proveedor de cuidados de salud que tengo
tricomoniasis?
El proveedor de cuidados de salud usará un palillo algodonado para tomar una muestra de tus
secreciones vaginales y hará algunas pruebas simples con la misma. Tu proveedor de
cuidados de salud puede saber con certeza que tienes tricomoniasis si tu nivel de pH vaginal
es superior a (menos ácido de) 4.5 y si se puede ver el parásito de trichomonas vaginalis bajo
el microscopio. El proveedor de cuidados de salud a veces puede diagnosticar la tricomoniasis
haciendo una prueba de Papanicolau o un cultivo.
Síntomas de la tricomoniasis
Si tienes síntomas de tricomoniasis, estos suelen aparecer entre tres días y un mes después
de haber contraído la infección.
Otros síntomas de la tricomoniasis incluyen dolor y ardor al orinar, ganas constantes de orinar,
secreción de la uretra y picazón e irritación dentro del pene.
Los signos de tricomoniasis son casi imperceptibles o muy dolorosos e irritantes. Con
frecuencia, aparecen y desaparecen, pero eso no significa que la infección se haya ido. La
única forma de acabar con la tricomoniasis es tratándola con medicamentos.
El molluscum contagiosum es causado por un virus que vive en la capa externa de tu piel. Se
puede contraer por el contacto sexual, y también se propaga fácilmente por contacto no sexual
y por compartir ropas y toallas. Tanto niños como adultos pueden contraer el molluscum
contagiosum.
Los niños se contagian el molluscum contagiosum fácilmente al tocar los bultos de otra
persona o al compartir juguetes u otros objetos con ella. Por lo general, a los niños los bultos
les aparecen en el abdomen, los brazos, las piernas o la cara (no en los genitales).
Por lo general, los bultos comienzan a aparecer en algún lugar del cuerpo entre 1 semana y 6
meses después de contraer el virus. Tienden a desaparecer espontáneamente entre los 6
meses y el año, pero pueden durar hasta 4 años.
Los piojos púbicos, también llamados ladillas, son pequeños parásitos que se adhieren a la
piel y al vello del área genital. Las ladillas no son peligrosas y, en general, es fácil eliminarlas.
Cada año, millones de personas se contagian piojos púbicos. Son pequeños insectos que
parecen versiones miniatura de los cangrejos que ves en la playa. Viven en tu piel y en el vello
grueso del área genital y se alimentan de tu sangre. Los piojos púbicos se propagan muy
fácilmente durante el contacto sexual.
Los síntomas de los piojos púbicos incluyen una picazón intensa. No obstante, si bien pueden
ser muy molestos, no afectan gravemente a la salud. Por lo general, son fáciles de eliminar
con medicamentos de venta libre.
Tener piojos púbicos no significa que eres sucio; no tiene que ver ni con la higiene, ni con la
limpieza. Cualquier persona puede contagiarse piojos púbicos si tiene contacto personal
cercano con alguien que los tiene. Aproximadamente tres millones de personas se contagian
piojos púbicos anualmente en los EE. UU.
Generalmente las ladillas se contagian durante el sexo, ya que les gusta vivir en el vello
púbico. Los piojos púbicos pasan fácilmente del vello de una persona a otra cuando sus
genitales están muy cerca o entran en contacto.
La mayoría de las personas se contagian piojos púbicos durante el sexo, pero en algunos
casos también se contagian por otros tipos de contacto personal cercano. También se pueden
contagiar cuando otro tipo de pelo grueso (como pestañas, cejas, vello del pecho o de las
axilas, barba y bigote) entra en contacto con áreas del cuerpo de una persona que tiene
ladillas. En algunos casos, el piojo púbico se propaga por usar ropa, toallas o la cama de una
persona con el parásito.
Las ladillas no se contagian por un contacto rápido casual, como un apretón de manos o un
abrazo. Es muy poco frecuente contagiarse con ladillas por usar el baño, ya que estos
parásitos no viven mucho tiempo fuera del cuerpo humano ni pueden aferrarse a superficies
lisas.
Aunque a las ladillas les gusta el vello púbico, no les agrada el pelo de la cabeza. Los piojos
púbicos son distintos de los piojos de la cabeza; es muy raro tener piojos púbicos en el cuero
cabelludo. Generalmente los piojos de la cabeza tampoco aparecen en el vello púbico.
Síntomas de la pediculosis púbica
Por lo general, los síntomas aparecen cinco días después de contraer el parásito. Algunas
personas nunca tienen síntomas o piensan que estos se deben a otra cosa (como un
sarpullido).
El síntoma más común es una picazón intensa en el área genital, causada por la reacción del
cuerpo a las picaduras de las ladillas.
En general, las ladillas viven en el vello púbico alrededor del área genital; por ello es fácil
contagiarse durante el sexo. No obstante, las ladillas pueden vivir en otro tipo de pelo grueso
como, cejas, pestañas, vello del pecho o de las axilas, barba o bigote. Es realmente muy raro
tener piojos púbicos en el cuero cabelludo.
Sarna
La sarna es una enfermedad de la piel que ocasiona rasquiña, causada por pequeños
parásitos. Se transmite por contacto de piel a piel, usualmente durante el sexo. La sarna no es
peligrosa y se puede curar.
La sarna es causada por los ácaros de la sarna, pequeños parásitos similares a insectos que
infectan la capa más superficial de la piel. La sarna provoca erupciones, irritación y mucha
picazón.Se transmite fácilmente de una persona a otra a través del contacto de piel a piel.
Los ácaros de la sarna excavan túneles en la capa externa de tu piel y ponen huevos. De los
huevos, nacen más ácaros, aunque la mayoría de la gente con sarna solo tiene entre 10 y 15
ácaros en el cuerpo a la misma vez. Los ácaros son muy pequeños por lo que es posible que
no los veas, pero probablemente notes la picazón e irritación que provocan.
La sarna puede ser muy molesta, pero en general no es peligrosa. Se puede curar con
píldoras o cremas medicadas.
La sarna se contagia por el contacto directo de piel a piel. Esto ocurre usualmente durante el
sexo, especialmente cuando los cuerpos están cerca o en contacto durante un tiempo
prolongado (por ejemplo, al dormir juntos).
La mayoría de los adultos se contagian durante las relaciones sexuales, pero también se
puede contagiar por otras vías. La sarna se puede transmitir a otras personas de tu casa y es
común en lugares muy concurridos en los que hay mucho contacto cutáneo directo (como en
asilos para ancianos, prisiones y guarderías para niños). A veces, la sarna se contagia por
compartir ropa, toallas o sábanas con una persona infectada.
Es muy difícil contagiarse por un contacto rápido y casual, como un apretón de manos o un
abrazo. Por lo general, tampoco te contagias la sarna por sentarte en un inodoro. La mayoría
de las veces, se requiere un contacto personal muy cercano con una persona infectada para
que se transmita la enfermedad.
Los síntomas más comunes de la sarna incluyen una picazón intensa que, por lo
general, se agrava durante la noche. También puedes tener una erupción,
protuberancias similares a granos y pequeñas líneas curvas en tu piel.
Síntomas de la sarna
Los síntomas de la sarna no son siempre fáciles de ver o pueden parecer otra cosa (como una
erupción alérgica).
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, pero eso no significa que la infección haya
desaparecido. La única forma de acabar con la sarna es tratándola. Puedes contagiar sarna a
otras personas independientemente de si tienes síntomas o no, de modo que es importante
que consultes a un médico o una enfermera si crees que tienes sarna.
Si nunca tuviste sarna, los síntomas pueden tardar entre 3 y 6 semanas después del contagio
en aparecer. Sin embargo, si ya tuviste sarna y te vuelves a contagiar, los síntomas pueden
aparecer en unos días.
Puedes transmitir la sarna a otras personas apenas te contagias, incluso antes de tener
síntomas.