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3. CORTE SUPREMA.

RECHAZA RECURSOS DE CASACIÓN EN LA FORMA Y


EN EL FONDO: LA PÉRDIDA DE UN SENTIDO SE ENCUENTRA COMPRENDIDA POR
LA HIPÓTESIS DE IMPEDIMENTO DE UN MIEMBRO IMPORTANTE (397 N° 1 CP). 13
DE JUNIO DE 2006, ROL 4459-2003

SÍNTESIS. Corte Suprema rechaza recursos de casación en la forma y en el fondo. La


Corte considera que la pérdida de un sentido es subsumible en la hipóteisis de
impedimento de un miembro importante del art. 397 N° 1 CP.
CONSIDERANDOS RELEVANTES. “Que, sobre el particular es dable considerar, de una
parte, que la ley penal no contempla una denominación especial de las lesiones
tratándose de aquéllas contempladas en el artículo 397 Nº 1 y 2 del Código Penal, sino
que ha sido la doctrina la que se ha encargado de denominar gravísimas a las
sancionadas en el primer numeral, y graves a las del segundo. De otra, cabe tener en
consideración que, según se advierte tanto del fallo de primer grado cuanto del de
segunda instancia, la subsunción de los hechos no cuestionados por el recurrente- se hizo
al tipo del artículo 397 Nº1 del código punitivo toda vez que los sentenciadores estimaron
que la situación fáctica quedaba encuadrada en éste al haber producido las lesiones de
que se trata la pérdida de un órgano importante. Cierto es que la ley no habla de la
pérdida de un sentido, pero no lo es menos que ésta se produce como consecuencia de la
afectación de un órgano, concepto éste comprendido en el de miembro a que se refiere el
legislador en esta mate ria y que precisamente atiende a la consecuencia de no poder
valerse por sí mismo o de desempeñar la función natural que antes ejecutaba, lo que se
estimó que aconteció en este caso” (considerando 7°).
TEXTO COMPLETO
Santiago, trece de junio de dos mil seis.
VISTOS: En estos autos Ingreso Corte Nº4459-03, seguidos ante Octavo Juzgado del
Crimen de esta ciudad con el rol Nº 71.392-4, por sentencia de primera instancia, de
dieciocho de marzo de dos mil, que se lee a fojas 69, se condenó a CHRISTIAN SOTO
GONZALEZ, a la pena de tres años de presidio menor en su grado medio, más
accesorias, como autor del delito de lesiones graves inferidas a Francisco González Vidal,
ocurrido el 16 de noviembre de 1995. Elevada en consulta, la Corte de Apelaciones de
Santiago, por resolución de veintitrés de septiembre de dos mil tres, que está escrita a
fojas 78, la aprobó con declaración que elevó a cinco años y un día de presidio mayor en
su grado mínimo la pena impuesta al sentenciado Soto González, como autor del delito de
lesiones gravísimas antes referido, condenándolo, además, a las accesorias
correspondientes. Contra esta última decisión, la defensa del encausado dedujo sendos
recurso de casación, en la forma y en el fondo, para cuyo conocimiento se ordenó traer
estos autos en relación, según consta de fojas 97.
CONSIDERANDO:
I.-En cuanto al recurso de casación en la forma:
PRIMERO: Que el recurrente aduce que la sentencia no ha sido extendida en la forma
dispuesta por la ley al no contener las consideraciones en cuya virtud se dan por
probados los hechos atribuidos al procesado, o los que ése ha alegado en su descargo,
ya para eximirse de responsabilidad o para atenuar ésta; como tampoco explicita las
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razones legales y doctrinales que sirvieron para calificar el delito y sus circunstancias,
tanto agravantes como atenuantes, todo lo cual la hace incurrir en la causal de nulida d
estatuida en el numeral noveno del artículo 5 41 del Código de Procedimiento Penal, en
relación con el artículo 500 Nº 4 y 5 del mismo cuerpo legal;
SEGUNDO: Que, explicando el recurso, se sostiene en primer lugar, que el fallo
impugnado no razona acerca de la concurrencia de la eximente de responsabilidad
alegada, legítima defensa, omisión en la que también habría incurrido la sentencia de
primer grado. Bastaría para rechazar el recurso, en este primer capítulo, la sola
circunstancia que el mismo no se encuentra preparado, supuesto que el vicio se hubiere
cometido en la decisión de primera instancia, la cual no fue impugnada de nulidad por
este motivo; no obstante lo anterior, es dable señalar que los fundamentos que sustentan
la causal no son efectivos. En efecto, el Tribunal de Alzada, al aprobar lo resuelto por el a
quo, mantuvo el fundamento sexto, por el cual se concluye que en la especie no se
configura la eximente alegada desde que no se probó la existencia de agresión ilegítima
inminente de parte del ofendido como tampoco la racionalidad del medio empleado para
repelerla;
TERCERO: Que, en un segundo aspecto, se alega la falta de razones legales o
doctrinales para recalificar el delito de lesiones graves a gravísimas lo que ha significado
la imposición de una pena mayor al sentenciado. Baste considerar, para rechazar
igualmente este capítulo de casación, que el vicio denunciado carece de influencia en lo
dispositivo del fallo desde que el juez de primer grado calificó los hechos como
constitutivos del delito contemplado en el artículo 397 Nº1 del Código Penal, adecuación
al t ipo que mantuvo el tribunal de segundo grado, el cual sólo aplicó la pena
correspondiente a dicho ilícito, como quiera que se estableció que se trata de una herida
perforante inferida en el ojo izquierdo del ofendido que importó el vaciamiento parcial de
su contenido y que dejó como secuela la pérdida de un órgano importante (considerandos
2º) y 3º) de la sentencia de primera instancia) e impuso en consecuencia la pena
asignada a dicho ilícito, esto es, cinco años y un día de presidio mayor en su grado míni
mo. Así, no se advierte la necesidad de agregar más razones que justificasen la
calificación que venía decidida y que, en todo caso, determinó la pena finalmente
aplicada;
CUARTO: Que, por último, en lo que hace a la n ulidad formal, alega el recurrente que la
sentencia impugnada, al eliminar una parte del fundamento séptimo del fallo de primer
grado, dejó de pronunciarse sobre una circunstancia atenuante alegada por la defensa,
incumpliendo así el claro mandato legal que impone el artículo 500 nº5 del Código de
Procedimiento Penal. Cabe señalar que este capítulo igualmente debe ser desestimado
como quiera que lo alegado no es efectivo y carece también de influencia. En efect o, por
una parte se tiene que el Tribunal de Alzada, conociendo por la vía de la consulta,
modificó la decisión del a quo sobre este particular y, disintiendo del parecer del ministerio
público judicial, estimó que en la especie sólo concurría una atenuante; y de otra, ninguna
influencia ha podido tener en la pena desde que ésta aparece aplicada dentro de los
límites establecidos en la ley, a lo que cabe agregar que lo dispuesto en el artículo 68 del
Código Penal, tanto en su inciso segundo como en su incis o tercero, es de aplicación
facultativa;
QUINTO: Que, por las razones antes expresadas, el recurso de casación en la forma
debe ser rechazado en todas sus partes;
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II.-En cuanto al recurso de casación en el fondo.-
SEXTO: Que, el recurso en estudio se sustenta en la causal del Nº2 del artículo 546 del
Código de Procedimiento Penal, argumentándose, en síntesis, que se ha efectuado una
equivocada calificación del delito, aplicándose una pena conforme a esa errónea
identificación, porque los hechos que se han dado por establecidos no encuadran en
ninguna de las hipótesis que la norma contempla, ni siquiera la referida a la pérdida de
algún miembro importante,(que incluye la pérdida de un sentido) ya que el ofendido no ha
perdido la visión sino sólo de uno de sus ojos. Este error impidió que los jueces del mérito
aplicaran, debiendo hacerlo, el artículo 397 Nº2 del Código Penal;
SÉPTIMO: Que, sobre el particular es dable considerar, de una parte, que la ley penal no
contempla una denominación especial de las lesiones tratándose de aquéllas
contempladas en el artículo 397 Nº 1 y 2 del Código Penal, sino que ha sido la doctrina la
que se ha encargado de denominar gravísimas a las sancionadas en el primer numeral, y
graves a las del segundo. De otra, cabe tener en consideración que, según se advierte
tanto del fallo de primer grado cuanto del de segunda instancia, la subsunción de los
hechos no cuestionados por el recurrente- se hizo al tipo del artículo 397 Nº1 del código
punitivo toda vez que los sentenciadores estimaron que la situación fáctica quedaba
encuadrada en éste al haber producido las lesiones de que se trata la pérdida de un
órgano importante. Cierto es que la ley no habla de la pérdida de un sentido, pero no lo es
menos que ésta se produce como consecuencia de la afectación de un órgano, concepto
éste comprendido en el de miembro a que se refiere el legislador en esta mate ria y que
precisamente atiende a la consecuencia de no poder valerse por sí mismo o de
desempeñar la función natural que antes ejecutaba, lo que se estimó que aconteció en
este caso;
OCTAVO: Que, en consecuencia, los jueces del grado no incurrieron en el error de
derecho que se denuncia sino, por el contrario, dieron correcta aplicación a la ley penal,
imponiendo la sanción prevista por la norma, todo lo cual conduce al rechazo del recurso
en estudio. Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo dispuesto en los
artículos 500 Nº4 y 5, 535, 541 Nº9, 544, 546 Nº2 y 547, se rechazan los recurso de
casación en la forma y en el fondo deducidos en lo principal y primer otrosí de la
presentación de fojas 83, por la defensa del encausado, en contra de la sentencia de la
Corte de Apelaciones de Santiago de veintitrés de septiembre de dos mil tres, que está
escrita a fojas 78, la que, en consecuencia, no es nula. Regístrese y devuélvanse. Rol Nº
4459-03. Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Alberto
Chaigneau del C., Enrique Cury U., Nibaldo Segura P., Jaime Rodríguez E. y Rubén
Ballesteros C. No firma el Ministro Sr. Cury, no obstante haber estado en la vi sta de la
causa y acuerdo del fallo, por haber cesado en sus funciones. Autoriza el Secretario de
esta Corte Suprema don Carlos Meneses Pizarro.

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