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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN

FACULTAD POLITÉCNICA

MATERIA: ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE

TEMA: “BIOGÁS”

INTEGRANTES:
Laine Lezcano
Sol Fariña
Marian Benítez

AÑO: 2018
Introducción
El biogás como fuente de energía renovable, ha despertado un gran interés en los
últimos años, siendo tal vez una de las tecnologías de más fácil implementación, sobre
todo en sectores rurales. Su potencial desarrollo, no solo considerando la producción
de biogás, sino que como ayuda a la obtención de biofertilizante y tratamiento de
problemas sanitarios en algunos casos, hacen que replicabilidad y difusión en los
sectores con abundancia de materia orgánica de desecho sea atractivo.

El proceso de biodigestión presenta un gran beneficio económico y ambiental de


máximo aprovechamiento de herramientas naturales.

En Paraguay, poseemos todos los recursos necesarios para que la producción y


utilización de biogás sea un éxito.
BIOGÁS
La actividad agropecuaria y el manejo adecuado de residuos rurales pueden
contribuir significativamente a la producción y conversión de residuos animales y
vegetales (biomasa) en distintas formas de energía. Durante la digestión anaeróbica
de la biomasa, mediante una serie de reacciones bioquímicas, se genera el biogás, el
cual está constituido principalmente por metano (CH4 ) y dióxido de carbono (CO2 ).
Este biogás puede ser capturado y usado como combustible y/o electricidad. De esta
forma, la digestión anaeróbica, como método de tratamiento de residuos, permite
disminuir la cantidad de materia orgánica contaminante, estabilizándola (bioabonos) y
al mismo tiempo, producir energía gaseosa (biogás).

Además, contiene mínimas cantidades de otros gases, entre ellos ácido


sulfhídrico (H2S), nitrógeno (N2) e hidrógeno. Es un poco más liviano que el aire,
posee una temperatura de inflamación de 700 °C y su llama alcanza una temperatura
de 870 °C

El biogás puede ser utilizado como cualquier otro combustible, tanto para la
cocción de alimentos, en sustitución de la leña, el queroseno, el gas licuado, etc.,
como para el alumbrado mediante lámparas adaptadas al biogás. Mezclas de biogás
con aire en una relación 1:20, forman un gas detonante altamente explosivo, lo cual
permite que también sea empleado como combustibles en motores de combustión
interna adaptados.

El correcto manejo de los residuos orgánicos se logra a través de diferentes


tratamientos que implican un reciclaje de estas materias orgánicas, transformándolas
en productos con valor agregado. El reciclaje de materia orgánica ha recibido un fuerte
impulso con el alto costo de los fertilizantes químicos, con la búsqueda de alternativas
no tradicionales de energía, así como también, la necesidad de vías de
descontaminación y eliminación de residuos. La población microbiana juega un
importante papel en las transformaciones de estos residuos orgánicos especialmente
si se considera que disponen de un amplio rango de respuestas frente a la molécula
de oxígeno, componente universal de las células. Esto permite establecer bioprocesos
en función de la presencia o ausencia de oxígeno, con el objeto de tratar
adecuadamente diversos residuos orgánicos.

Proceso de digestión aeróbica

La digestión aeróbica consiste en procesos realizados por diversos grupos de


microorganismos, principalmente bacterias y protozoos que, en presencia de oxígeno
actúan sobre la materia orgánica disuelta, transformándola en productos finales
inocuos y materia celular. Al comienzo, el proceso de digestión aeróbica tuvo escasa
aceptación, debido a que se desconocían sus principios fundamentales, además de
que encarecían los costos del tratamiento por la cantidad adicional de energía
necesaria para el suministro de aire al proceso.
La digestión aeróbica es un proceso mediante el cual los lodos son sometidos a una
aireación prolongada en un tanque separado y descubierto. El proceso involucra la
oxidación directa de la materia orgánica biodegradable y la auto oxidación de la
materia celular. En las primeras fases del proceso de digestión aeróbica, cuando una
población de microorganismos se pone en contacto con una fuente ilimitada de
sustrato, los microorganismos se reproducen con una tasa de crecimiento poblacional
logarítmico que sólo está limitada por su propia habilidad de reproducirse. La tasa de
consumo de oxígeno aumenta rápidamente debido a la absorción y asimilación de
materia orgánica para la síntesis de nueva masa protoplasmática. A medida que
progresa la oxidación de la materia orgánica disponible, la tasa de crecimiento
bacteriano empieza a disminuir. Las fuentes de carbono orgánico disponibles se hacen
limitantes, y por consiguiente, también se presenta una disminución en la tasa de
consumo de oxígeno. Cuando la cantidad de materia orgánica disponible es apenas
suficiente para garantizar la subsistencia de las distintas especies de
microorganismos, éstos comienzan a auto oxidarse mediante su metabolismo
endógeno.

Proceso de digestión anaeróbica

La digestión anaeróbica es un proceso biológico en el que la materia


orgánica, en ausencia de oxígeno, y mediante la acción de un grupo de bacterias
específicas, se descompone en productos gaseosos o “biogás” (CH4, CO2, H2, H2S,
etc.), y en digestato, que es una mezcla de productos minerales (N, P, K, Ca, etc.) y
compuestos de difícil degradación.

La digestión anaeróbica es llevada a cabo por una serie de microorganismos


que varían dependiendo de los materiales que serán degradados. Algunos de estos
microorganismos, especialmente los metanogénicos (encargados de la última etapa de
digestión anaeróbica para la obtención de metano), son altamente susceptibles a los
cambios dependiendo de las condiciones ambientales, por ello es imprescindible un
sistema adecuado de control y gestión para la producción de biogás eficiente y de
calidad.

Las diversas materias primas que se pueden utilizar en la digestión anaeróbica


pueden ser residuos orgánicos de origen vegetal, animal, agroindustrial, forestal,
doméstico u otros, donde las características bioquímicas de los residuos deben
permitir el desarrollo y la actividad microbiana del sistema anaeróbico.

El proceso microbiológico de esta digestión requiere de gran cantidad de


carbono y nitrógeno ya que estos dos elementos son las principales fuentes de
alimentación de los microorganismos metanogénicos. El carbono constituye la fuente
de energía y el nitrógeno es utilizado para la formación de células nuevas. Estos
microorganismos consumen 30 veces más carbono que nitrógeno, por lo que la
relación óptima de estos dos elementos en el sustrato es de 30:1 hasta 20:1.
Cuando no se tiene un residuo con una relación C/N apropiada se debe realizar
mezclas de materias en las proporciones adecuadas hasta obtener una relación C/N
óptima.

Aparte de la necesaria fuente de carbono y nitrógeno, el proceso de digestión


anaeróbica necesita de un equilibrio entre sales minerales, por ello, a veces se debe
recurrir a la adición de ciertos compuestos para la digestión de desechos industriales
cuando no existe equilibrio entre sales minerales.

Toda materia orgánica está compuesta de agua y una fracción sólida llamada
sólidos totales. El porcentaje de los sólidos totales en una mezcla de sustrato es un
factor importante a considerar para la obtención satisfactoria de biogás ya que la
movilidad de las bacterias metanogénicas se ve limitada a medida que aumenta el
contenido de sólidos en la mezcla. Por tal motivo, cuando una mezcla de sustrato
presenta un exceso de sólidos totales se debe añadir una proporción adecuada de
agua.

Como se había mencionado anteriormente, las bacterias que llevan a cabo la


digestión anaeróbica son dependientes de las condiciones ambientales, un claro
ejemplo es la temperatura. A medida que aumenta la temperatura del digestor,
aumenta la velocidad de crecimiento de los microorganismos y se acelera el proceso
de digestión, dando lugar a mayores producciones de biogás, por lo tanto una
variación brusca de temperatura puede desestabilizar este proceso.

Es importante mencionar que existen tres rangos de temperatura en los que los
microorganismos anaeróbicos pueden trabajar. Así tenemos el rango psicrofílico (para
temperaturas por debajo de los 25º C), el mesofílico (para intervalos de temperatura
entre 25º y 45º C) y el rango termofílico (para temperaturas entre 45º y 65º C)

El rango mesofílico es el más utilizado aunque últimamente el termofílico va


ganando terreno en el uso por acelerar la velocidad del proceso, sin embargo, suele
ser más inestable a cualquier cambio de las condiciones, por lo que una técnica
interesante es la combinación de las dos fases de digestión (termofílica y mesofílica)
para aprovechar las ventajas del sistema termofílico reduciendo los problemas de
inestabilidad.

La digestión aeróbica se diferencia de la anaeróbica en que el proceso se


realiza en presencia de oxígeno. En una planta de biogás (digestión anaeróbica) el
biodigestor es un recipiente que está herméticamente cerrado para evitar la presencia
de oxígeno, en cambio, en un proceso aeróbico, el recipiente no debe ser hermético,
pues se debe facilitar la entrada de oxígeno.

Durante este tipo de digestión, bacterias y protozoos actúan sobre la mezcla


orgánica y la transforman en productos finales gracias a la oxidación de la materia
orgánica y la auto-oxidación de la materia celular.

El principal motivo por el que no se emplea este tipo de digestión en las plantas de
biogás es la necesidad constante de oxígeno que demanda la mezcla. Que la
digestión se produzca en presencia de oxígeno, obliga a ventilar y oxigenar
continuamente la mezcla para obtener los productos y, por tanto, esto conlleva un
elevado gasto de producción (no se consigue una buena eficiencia energética). A
pesar de ser procesos más simples, si se compara con la elevada complejidad de la
digestión anaeróbica, su elevado costo de producción hace que no sea viable como
fuente de energía renovable
Aplicaciones del biogás:
Los sistemas de biogás pueden proporcionar energía calórica para actividades
básicas como cocción y calentamiento de agua así como pueden ser fuente de
electricidad.

Para el uso vehicular el biogás debe tener una calidad similar a la del gas
natural que se utilizará para vehículos que se han acondicionado al funcionamiento
con gas natural.

El biogás puede ser utilizado en motores de combustión interna tanto a


gasolina como diesel. El gas obtenido por fermentación tiene un octanaje que oscila
entre 100 y 110 lo cual lo hace adecuado para su uso en motores de alta relación
volumétrica de compresión. Su desventaja es la baja velocidad de encendido que
presenta.

Estructura y funcionamiento de una planta de biogás:

Los biodigestores se los define como recipientes o tanques herméticamente


cerrados que permiten la carga (afluente) de sustratos (biomasa-aguas residuales) y
descarga (efluente) de bioabono-biol. Poseen un sistema de recolección y
almacenamiento de biogás para su aprovechamiento energético. En el biodigestor
ocurre el proceso anaeróbico que produce biogás.

Un biodigestor o la planta de biogás se compone de un tanque de


homogenización el alimento, bombas, el tanque de biodigestión, agitadores, tuberías
de captación de biogás, un depósito para almacenar el biogás (puede estar integrado
en el mismo biodigestor), tanque el agua de descarga, tuberías, válvulas de seguridad,
lechones de secado de lodos, filtro de remoción de H2S, quienes de biogás, equipos
para combustión (calderas, incineradores, etc.) y / o generadores de energía eléctrica

Existen múltiples diseños variedades tal que los modelos se adaptan


prácticamente a todas las necesidades y variantes que se deseen, en cuanto a
volumen, materiales empleados y residuales orgánicos que se deben tratar.

Tradicionalmente, las plantas de biogás sencillas pueden ser clasificadas, por


su diseño, en tres tipos esenciales:

• Plantas de balón.

• Plantas de cúpula fija.

• Plantas de campana flotante.

Según la forma en que se realiza el proceso de carga, o sea, la introducción o


vertido del residual a la planta, se distinguen dos tipos:

• Plantas continuas: Son cargadas y descargadas parcialmente todos los días,


de forma periódica o permanente.

• Plantas Batch (entrada del residual de manera intermitente): Son cargadas de


una vez y descargadas total o parcialmente después de cierto periodo de utilización
del residual introducido para la fermentación.
Las plantas industriales de producción de biogás más difundidas en Europa,
presentan diseños variados aunque comúnmente se repite en todas ellas los
siguientes aspectos comunes a considerar:

La materia prima sólida se introduce desde un depósito con un dosificador y


por medio de un transportador de tornillo sinfín o cinta en grandes contenedores
herméticamente cerrados llamados digestores, donde son calentados hasta alcanzar
una temperatura óptima y se agitan favoreciendo la fermentación con la consiguiente
producción de biogás. El caldo debe tener un 10% de materia seca (este valor es
aproximado y dependerá fundamentalmente de la calidad de la materia prima).

Paralelamente los residuos líquidos o semilíquidos como son los efluentes


propios de las instalaciones tamberas, son almacenados en cisternas desde donde
son bombeados al mismo tanque fermentador. Esto puede hacerse en forma directa o
previamente mezclándolo con la materia seca, lo cual puede ejecutarse en la misma
línea de transporte de la biomasa seca al tanque digestor o bien a partir de un
pequeño tanque mezclador. Tras el mezclado, el sustrato homogéneo es bombeado al
fermentador pasando previamente por un filtro cortador que elimina impurezas y logra
un material más homogéneo.

El sustrato debe mantenerse a una temperatura entre 35º y 38º centígrados


para garantizar la producción de metano. El calor es proporcionado comúnmente por
un sistema de calefacción en base a la circulación de agua caliente con tuberías
perimetrales que pueden estar insertas dentro de las mismas paredes de cada tanque
fermentador, o bien por un sistema de conducción de agua caliente flotante sujeto
desde las paredes en el interior del tanque.

Un tercer sustrato que se utiliza muchas veces son los residuos líquidos de la
industria alimenticia, que deben ser tratados mediante un sistema de pasteurización
previo a su empleo para garantizar su inocuidad. Este proceso supone calentar la
materia a más de 70º C durante al menos una hora, con la finalidad de eliminar las
bacterias. Para esto se utilizan intercambiadores de calor, y el agua caliente empleada
es obtenida a partir del calor del motor de cogeneración.

Al no ser absolutamente puro, el biogás debe ser purificado de partículas y


trazas de otros gases tales como hidróxido de azufre y vapor de agua para aumentar
el poder calorífico y cumplir los requerimientos de algunas aplicaciones de gas. El
dióxido de carbono también debe ser removido para aplicación como gas combustible
a vehículos de Ciclo Otto (gasolina cuatro tiempos) o Diesel mezclándolo con gasóleo.
Para usos simples como calentadores, motores de combustión interna o sistemas
generadores la remoción del dióxido de carbono no es necesaria.

A continuación el gas se introducido en un compresor para elevar la presión


que permita una adecuada combustión en el generador eléctrico.

Posteriormente para condensar el vapor de agua restante y liberar al biogás de


las sustancias en suspensión y los silicatos, el biogás es sometido a un proceso de
lavado y secado. Se hace pasar el gas por un recinto con niebla de agua fría a casi 0º
Celsius para que el gas se enfríe a una temperatura inferior a 5º Celsius.
Seguidamente el biogás se acumula en burbujas en la superficie del sustrato y
se recoge en un contenedor de biogás. Desde allí el biogás puede ser conducido hacia
un generador eléctrico para la generación de energía eléctrica y calor. También puede
ser purificado para ser introducido a las redes públicas de gas natural.

El sistema también dispone de una antorcha de emergencia de quemado de


gas ante la posibilidad de un exceso en la producción del mismo que se activa cuando
la presión en la cámara de almacenado del biogás del fermentador supera un valor
predeterminado o si elgenerador se encuentra inactivo por reparación. De este modo
se evita que el biogás sea liberado en forma cruda con el alto contenido de metano a
la atmósfera. Antes que el biogás se queme, comúnmente pasa por un filtro de
carbono activo que elimina el sulfuro de hidrógeno que pueda haber quedado tras la
desulfuración. Los residuos de este proceso, conocidos como digestato, se almacenan
en depósitos durante un máximo de 6 meses para poder entonces ser empleados
como fertilizantes líquidos carentes prácticamente de todo olor, ya que han perdido los
aceites orgánicos conservando si su riqueza nutricional.

Son varias las instalaciones similares que se han ido en varios países
Latinoamericanos para el aprovechamiento de residuos orgánicos en biodigestores
para la producción de energías renovables. Este tipo de instalaciones se han
construido en Nicaragua, Brasil, Venezuela, Colombia, Guatemala, El Salvador,
Nicaragua, México, Chile, etc.

Los biodigestores y plantas de biogás son considerados tecnologías amigables


desde el punto de vista ecológico, descontaminantes y apropiadas para los tiempos
actuales. Es una tecnología apropiada porque es ecológica, satisface necesidades de
energía, fertilizantes orgánicos y contribuye al mejoramiento de las condiciones de
vida sin degradar el medio ambiente. Los biodigestores son ideales para descentralizar
el suministro de energía, son fáciles de construir, operar y mantener, por lo que son
útiles en las zonas rurales.

La producción de biogás es sostenible, renovable, neutral respecto al ciclo del


carbono y reduce la dependencia de importación de combustibles fósiles. En algunos
casos, los productores de biogás son totalmente independientes energéticamente, al
producir toda la electricidad y calor que necesitan en sus instalaciones.

El biogás es una forma de suministro de energía neutro respecto al ciclo del


carbono. Las materias primas procedentes de plantas y animales sólo emiten el
dióxido de carbono que hayan acumulado durante los ciclos vitales y que se emitiría a
la atmósfera igualmente aunque no fuera aprovechada su energía. En conjunto, la
electricidad producida por biogás genera mucho menos dióxido de carbono que otra
energía convencional. Por lo tanto, 1 kW de electricidad producida por biogás previene
la liberación de 7.000 kg de CO2 al año.
Otros beneficios medioambientales del biogás son:

 Se reduce la emisión de metano a la atmósfera, que es también un gas de efecto


invernadero.
 Establece centros descentralizados de producción de energía.
 Provee de fertilizantes de alta calidad.
 Reduce la producción de malos olores de la materia orgánica en descomposición.
 Se crea un valor añadido sobre los residuos.
 Se minimiza la dependencia de recursos energéticos exteriores.
¿Cuáles son los beneficios medioambientales del biogás?

El uso de materias primas para la producción de energía que de otra forma se


considerarían residuos o cuya desaparición y destrucción conllevaría costes
adicionales, es indudablemente una buena idea. Junto a los beneficios
medioambientales, los precios en aumento de las fuentes convencionales de energía y
los crecientes requerimientos para el manejo de los residuos orgánicos son
argumentos adicionales para la producción de biogás.

Pero el uso de estiércol animal y otros residuos orgánicos y biomasa para


producir energía dependerá en gran medida de su disponibilidad. Lo más eficiente es
su producción en ciclos integrados. En el uso de biogás como fuente de energía, el
proceso supone una serie de beneficios medioambientales y agrícolas como:

 Ahorros a los ganaderos y agricultores


 Mejora de la eficiencia en la fertilización
 Menor emisiones de efecto invernadero
 Reciclado de residuos más barato y sostenible
 Reducción de olores e insectos
 Reducción de patógenos en los fertilizantes que se aplican al suelo

Biogás en Paraguay
A través de una alianza firmada en diciembre de 2011 entre el Parque
Tecnológico Itaipu (PTI), la Itaipú Binacional (IB), la Administración Nacional de
Electricidad (ANDE) y la Granja San Bernardo, (distrito de Naranjal, Alto Paraná), se
inició un proyecto que actualmente es un ejemplo a seguir.
El proyecto consistió en el aprovechamiento energético del biogás, así como de otras
fuentes aportadas por la naturaleza. La Granja San Bernardo es considerada como
modelo ya que es una de las mayores empresas con una gran producción de lechones
por año.

En aquel entonces el propietario habilitó de forma voluntaria sus instalaciones


para la promoción de un sistema de reutilización de los residuos provenientes de las
excretas del cerdo, a través de dos biodigestores y su conversión en biogás.

El proyecto tuvo fin en 2013 y es por ello que el Ing. Juan Domaniczky
Coordinador del Centro de Innovación en Tecnologías Energéticas (CITE) del PTI y el
Ing. Carlos Romero, de Energías Renovables de la IB, estudian la viabilidad de
presentar una propuesta de proyecto para el monitoreo de todo el sistema de
generación de energía a partir de biogás instalado en la Granja, con el objeto de
caracterizar la relación costo beneficio para el usuario, así como también para
establecer los parámetros de optimización del sistema.

Según lo explicado y corroborado por el PTI el proyecto benefició al propietario


de la Granja por la generación de una energía alternativa y limpia. Los pobladores de
la zona tampoco actualmente se sienten incómodos cada vez que llueve,
considerando que las aguas servidas y hediondas ya no se expanden, gracias al
moderno sistema de aprovechamiento de las excretas.
Bibliografía

 http://www.fao.org/docrep/019/as400s/as400s.pdf
 https://www.aqualimpia.com/2017/08/09/que-es-un-biodigestor/
 http://www.energiasrenovablesinfo.com/biomasa/biogas/
 Manual Biogás (OLADE)

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