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Índice
Prólogo 8
Introducción 14
Prólogo
Introducción
política: qué hace un consultor, cómo lo hace, cómo debe ser y qué tipo
de formación y conocimiento debe aplicar. Para cada una de estas
cuestiones se dedica un capítulo en la primera parte del volumen.
Sin trazar una línea de ruptura entre el trabajo de un consultor en una
campaña electoral y las estrategias comunicativas para un gobierno, se
pueden ver las constantes de trabajo del consultor, que hoy vienen
revolucionadas -o simplemente evolucionadas- por la emergencia de los
medios interactivos como nuevo escenario de trabajo para la
comunicación electoral y política.
Así, sea cual sea el territorio, el cliente o el posicionamiento inicial, un
consultor político dedica buena parte de su tiempo a estudiar el
comportamiento político y electoral, a identificar tendencias, detectar
los temas más sensibles para los electores, su intención y estrategias de
voto. También analiza y diseña estrategias que ayudan a ganar las
elecciones o a conseguir cualquier otro objetivo comunicativo, como
presentar, posicionar o redefinir la imagen de un líder. Para aplicar
dichas estrategias y sus tácticas, trabaja con las técnicas más modernas
basadas en la mercadología política, para diseñar mejores mensajes de
campaña, productos comunicativos. A conocer los distintos perfiles
profesionales de lo que entendemos por consultor político dedica
Antonio Sola el primer capítulo del libro.
No obstante para llegar a ejercer como tal, por lo general un consultor
político ha de ser también un emprendedor, es decir, un empresario. En
la mayoría de los casos, el consultor político trabaja de manera externa a
las organizaciones políticas, a los partidos y ni siquiera tiene por qué
ofrecer sus servicios a una misma formación o tendencia ideológica. Es
un empresario autónomo, que tiene su firma, general o especializada,
dedicada al ámbito político o también al corporativo y comercial. Para
trabajar como consultor, una persona tiene que tomar una serie de
decisiones, elaborar su propio plan de negocio y comunicación,
constituirse como consultor, en suma.
Gloria Ostos y Gabriel Cortina tratan en un iniciático capítulo útiles
recomendaciones sobre cuál debe ser el plan que hay que seguir para
abrirse camino como consultor, porque este profesional, especialista en
vender la imagen y el mensaje de sus clientes, también compite en un
animado mercado en el que debe crearse una reputación.
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1 Antonio Sola1
1. Introducción
Consultor, de acuerdo con la definición de la Real Academia Española,
es «una persona experta en una materia sobre la que asesora
profesionalmente» (DRAE, 2001).
La complejidad de su labor estriba en la situación histórica, política,
económica, social y cultural del entorno en donde se desempeña
profesionalmente.
En el caso del consultor político debemos resaltar la coetaneidad
existente entre la aparición de la política y de la comunicación. Ambas
forman parte de la cultura occidental que surgió en la antigua Grecia en
el siglo V antes de Cristo. Los primeros consultores expertos en
comunicación política fueron los presocráticos, maestros en la retórica.
Ya en el siglo XX, los antropólogos han descrito al hombre como un
animal portador de cultura mientras que Marshall McLuhan, teórico de
la comunicación, describió los medios y las manifestaciones de la
cultura como extensiones del hombre. De esta manera, la teoría política
forma parte de esa cultura que el hombre porta o lleva consigo. Una
extensión del hombre que está determinada y condicionada por otras
extensiones, tales como el lenguaje, la escritura, la imprenta y, más
recientemente, la radio y la televisión (Sabine, 1996:19).
George Sabine acierta al señalar el vínculo o la integración en un mismo
todo (el hombre) de las partes que lo componen: cultura, política y
comunicación.
Sabine recoge el enunciado aristotélico que reza el hombre es un animal
político y presiente el descubrimiento del homo videns de Sartori
(1999). El binomio política-comunicación ha ido parejo a lo largo de los
siglos, desde la fundación de las polis griegas hasta nuestros días.
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3. Partidos políticos
El nuevo mercado mediático (televisión, radio, respuestas bajo
demanda, la Red y las redes sociales basadas en ella) pone sobre el
tablero diferentes normas para desarrollar estrategias políticas y
sociales. No todo es fruto de nuestro tiempo, ya que en el siglo XIX se
introdujo un factor clave en este mercado, los partidos políticos. Dentro
de un sistema democrático, los partidos políticos son asociaciones
formales y jerárquicas formadas por individuos que están unidos en la
defensa de unos intereses comunes. Su finalidad es acceder al poder
mediante las elecciones y satisfacer las demandas sociales. Esto es lo
común a todos los partidos con independencia de su ideología.
Lo específico de cada formación son las respuestas ofrecidas a las
demandas sociales de acuerdo con el ideario y la doctrina propia; esta
manera de entender la sociedad es el producto que el consultor debe
vender. El consultor debe conocer el funcionamiento de los partidos y
granjearse su reconocimiento y apoyo y tendrá presente las
preocupaciones, las demandas reales de la ciudadanía hacia sus
representantes. Se debe tener presente que un consultor conocido
aporta credibilidad y refuerza la moral de los equipos de los partidos
políticos (Maarek, 1997).
En la actualidad y con el auge de la teledemocracia y la democracia.net,
los profesionales se han dotado de un mayor número de herramientas y
recursos para explotar de manera favorable el medio y los mensajes.
Esta necesidad de hacer una venta continua es la que ha empujado a la
comunicación política a contagiarse de los métodos utilizados en
diferentes disciplinas, como la mercadología (marketing).
5. El Consultor
5.1 Retos y rasgos del Consultor
Un consultor político y/o electoral es un profesional externo que, tras
un exhaustivo análisis de la organización política o de la situación
encomendada, formula una serie de estrategias políticas y sociales y
supervisa su puesta en práctica para obtener el resultado planteado en
el inicio, ganar o conservar el poder Éste sería el punto más aséptico de
la definición, pero en términos de comunicación política debemos
añadir que es un hombre orquesta capacitado para dar respuesta a los
retos planteados tanto dentro como fuera del período electoral. Dado
que el fin que se persigue en cada uno de los casos no es el mismo, las
técnicas que se utilizarán tampoco deberán ser las mismas. El carácter
de externalidad le supondrá un reto y una ventaja: por un lado, deberá
superar las habituales reticencias de los estamentos internos del partido
y/o de la campaña y tendrá la ventaja de tener una visión más objetiva
de la realidad política a la que se enfrenta.
En el arranque de su trabajo, cuando el consultor desembarca, existe ya
una estructura interna que, en mayor o menor medida y con mayor o
menor acierto, desempeña algunas de las labores por las que va a
recibir, a ojos de sus colegas, una remuneración que no se merece. Es en
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• Publicidad política.
2. Relaciones gubernamentales con los medios.
• Estudios de opinión pública: encuestas, grupos de
discusión, etc.
• Consultoría en general.
3. Actividades relacionas directamente con los medios:
• Explicación de la estrategia de elección del partido o la
campaña a los periodistas.
• Crítica pública de la oposición o campaña de contraste.
• Monitorización de medios.
Robin Brown (2003), teórico de la comunicación de la Universidad
de Leeds, señala que el trabajo de un relaciones públicas debe ser
entendido como un acercamiento sistemático y proactivo de las
relaciones entre los medios y la política en aras de maximizar una
cobertura favorable. Es decir, es un mediador entre los periodistas
y los políticos que busca, a través del control del mensaje y del
canal, influir favorablemente y en muchas ocasiones, mostrar
aspectos negativos de sus oponentes.
Dentro de la vida política británica, hablar de un relaciones
públicas manipulador de opiniones tiene connotaciones negativas
al estar asociado con la propaganda. Se ha producido hacia este
término un trasvase semántico de atributos como la mentira, pero
un verdadero profesional de la comunicación política no faltará a la
verdad nunca. Su credibilidad, y por tanto el éxito de su trabajo,
está fundamentada en la confianza que genera en los compañeros,
por lo que el uso de la mentira como tal está desterrado.
Las armas más habituales para trabajar son el lenguaje, las
relaciones públicas, la credibilidad antes señalada y la capacidad de
influir. El factor más tangible es el del lenguaje. Son las palabras las
que ayudarán a dibujar o desdibujar aquellos temas que son menos
favorables a la oposición y servirán para demostrar a la opinión
pública las ventajas de su propuesta.
«Un relaciones públicas es un retórico en la era de la información»
(Brown, 2003:15) y sólo pueden encontrarse dentro de los
regímenes democráticos, puesto que en los estados autoritarios los
lineamientos oficiales dominan los medios. Éstos son constreñidos
por el poder, censurados o sancionados y se produce un uso
corrupto de la retórica.
En un sistema democrático son los medios quienes deciden qué
postura o actor político les persuaden más y a quiénes quieren dar
seguimiento. Es este el campo donde la labor de intermediación de
estos profesionales tiene su razón de ser.
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Muchos supieron del peso de este asesor en los debates que enfrentaron
a Rajoy y a José Luis Rodríguez Zapatero antes de las elecciones de 2008.
Que casi nadie reconozca su rostro es el mejor indicativo de que ejerce a
la perfección la misión de asesor en la sombra, y es la vía perfecta para
que crezca a su alrededor una leyenda que le convierte en un personaje
tan cautivador como difícilmente accesible para los medios de
comunicación.
41
Punto de equilibrio.
12. Publicidad y comunicación. ¿Cómo me doy a conocer?. El éxito
empresarial está muy vinculado a una buena gestión de la
mercadología y de la publicidad, capacidad del emprendedor de
hacer contactos. Dentro del plan de negocio habrá que definir el
tipo de publicidad y eventos que se van a llevar a cabo, y cuánto se
gastará al principio de la actividad en publicidad y promoción de la
empresa. Esta cuestión se abordará detenidamente en la segunda
parte de este capítulo.
2.1 Ayudas y subvenciones
Es aconsejable conocer las subvenciones y ayudas que la empresa
puede solicitar. En este sentido, es importante subrayar los apoyos
especiales de los que pueden gozar mujeres y jóvenes emprendedores.
Con carácter general, la mayoría de los beneficiarios de ayudas y
subvenciones son empresarios individuales, las pequeñas y medianas
empresas, y los organismos intermedios.
A estos efectos se consideran organismos intermedios: por un lado las
organizaciones públicas, semipúblicas, o privadas, cualquiera que sea
su estatuto fundacional, con personalidad jurídica propia, que, sin
ánimo de lucro y con carácter habitual presten servicios de apoyo a las
pymes, mediante la realización de programas comunes de asistencia o
la oferta de servicios, que contribuyan a la promoción o mejora de la
gestión de la PYME; y por otro, las organizaciones que, con ánimo de
lucro y fórmula jurídica de UTE, Consorcios o Asociaciones, estén
constituidas por pymes y cumplan las finalidades del párrafo anterior.
¿Qué proyectos de inversión o acciones se consideran sujetos a
subvenciones?. Si bien es importante que se conozcan las posibles
ayudas y subvenciones que nos prestan las distintas administraciones
públicas, es un error que en la determinación de la constitución de la
empresa o en la planificación de nuevas inversiones, se opte por la
posibilidad de obtener y adecuarnos a los requisitos de una subvención
generosa, porque la subvención nunca es una seguridad, es una
posibilidad.
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por ejemplo una vez al mes, hace que nos veamos obligados a generar
noticias y a que el equipo se movilice para generarlas. También se
puede informar de los artículos o referencias que han aparecido en
prensa. El boletín informativo no puede caer en lo que popularmente se
denomina autocomplacencia, ya que generaría el efecto contrario y
causaría un rechazo lógico. Evitamos ese riesgo si nos limitamos a
informar de nuestra actividad de forma objetiva.
3.9 Nota de prensa
Para informar a la opinión pública y a los medios de comunicación es-
pecializados del sector podemos servirnos del envío de notas de prensa.
Se trata de un documento donde se detallan informaciones relevantes
referentes a la empresa y que son susceptibles del interés de los medios.
Recomendamos enviar aquellas informaciones que realmente sean
relevantes y evitar así el abuso de mandar comunicados con mucha
frecuencia, de tal forma que lo que se logra es el efecto contrario en los
periodistas, es decir, el rechazo de la información que generamos.
Dependiendo de las dimensiones de la agencia y del tema en cuestión,
una o dos notas de prensa al mes bien orientadas pueden estar
justificadas. De su redacción, envío y seguimiento pude hacerse cargo
un ejecutivo de la firma.
El consultor debe dar las indicaciones generales y estar disponible de
cara a los medios, en el caso de que éstos deseen ampliar la
información. Si el titular puede hacer más interesante la información, es
un recurso que no se debe desaprovechar. Adjuntar una fotografía con
la nota de prensa es más eficaz y los medios pueden agradecerlo, de
esta forma el texto se verá acompañado de una imagen. El contenido de
estas notas de prensa luego puede ser utilizado para elaborar los
boletines.
3.10 Participar en conferencias y foros
La participación en conferencias y foros de opinión resulta un escenario
muy adecuado para la promoción de todo consultor político. A lo largo
del año se suceden este tipo de actividades en diferentes ámbitos, ya sea
en universidades, asociaciones e instituciones o medios de
comunicación. Con el tiempo, uno pasa de solicitar la participación
como asistente a ser llamado para ofrecer su opinión y puntos de vista.
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Clientes
Contactos Proveedores
Institucional Universidad
Asociaciones
Social
Profesionales
Sería muy ambicioso pensar que este breve capítulo pueda solucionar
todas las dudas que puede plantearse un buen consultor político para
crear una empresa, pero esperamos que sirva de manual para dar una
visión panorámica sobre la puesta en marcha de una consultora. En
todo caso, quedamos a disposición de los lectores de este manual a
través del correo electrónico para poner en común experiencias.
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3 consultor político
Antoni Biarnés
¿El consultor nace o se hace? No hay duda que, como en todos los
oficios, hay quien nace con unos dones naturales que le hacen ser más
efectivo en su cometido. Pero al final casi todo puede aprenderse en
gran medida. Si uno quiere convertirse en un consultor político y/o
electoral, con esfuerzo e interés puede lograrlo. Otra cosa es la
excelencia: en este campo como en los demás, sólo unos pocos
sobresalen por encima de la media, y no siempre es posible explicar la
razón de su éxito.
En todo caso, tanto los consultores excelentes como los que no lo son
tanto pueden y deben mejorar su rendimiento. Las maneras de hacerlo
son diferentes. Para empezar, podemos aprender mucho del mundo
que nos rodea. Las dinámicas políticas lo impregnan todo: desde el
mundo asociativo hasta los asuntos intra e interempresariales, pasando
por la religión, el arte o la convivencia, todo es política, y la política
puede explicarlo casi todo. Si es así, entonces la mejor escuela para el
consultor político no es otra que el entorno que le rodea.
Pero también puede crecerse como consultor siguiendo un enfoque más
científico, como es el de las competencias. La labor del consultor
político puede describirse como un conjunto de tareas al servicio de una
misión, y para la adecuada realización de esas tareas pueden
identificarse las competencias (conocimientos, habilidades y actitudes)
idóneas.
Finalmente, uno puede preguntarse cómo desarrollar y fortalecer
dichas competencias, tanto a través de la formación como de otros
caminos.
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En segundo lugar, tomar este enfoque nos permite plantear más tarde
un mapa de competencias completo. Y es que el consultor generalista
está condenado a asumir una polivalencia que le obliga a poseer más
competencias y a saber buscar apoyos (cada vez deberá ser más
habitual el trabajo en equipo entre consultores con competencias
diferentes). Así, su realidad tiene poco que ver con el multiespecialista,
aunque todos los especialistas deberían tener algo de generalistas.
Los temas. Cada elección, cada mandato o legislatura, tiene sus temas
clave. Identificarlos, comprenderlos y ponderarlos es básico para hacer
una consultoría eficaz. Sin embargo, debemos ir con cuidado para no
confundir estos temas con los titulares periodísticos o con el debate que
se genera en la calle.
Los actores. Resulta imprescindible tener claro quién es quién en el
territorio: cuáles son los líderes de opinión, qué organizaciones clave
existen (medios, instituciones, empresas...), cómo se posicionan los
diferentes actores, etc.
El entorno. Deben tomarse en cuenta, igualmente, los factores
culturales (idiosincrasia y hábitos de la colectividad en cuestión, cultura
política, etc.) y los indicadores sociodemográficos, económicos, políticos
(por ejemplo, el historial electoral de la circunscripción, los sondeos...) y
de cualquier otro tipo que nos describen el contexto social y cuál es el
estado de situación de la comunidad de referencia y los mapas de
fuerzas que se dan en su interior.
El diagnóstico inicial general deberá complementarse con el
seguimiento y análisis continuado de la actualidad, a fin de, valga la
redundancia, mantenerlo actualizado. Para realizarlo será necesario
utilizar herramientas como las entrevistas, el vaciado de medios, la
interacción en profundidad con el cliente, los bancos de datos, etc.
2.2 Definir: elaborar estrategias
Sobre la base del conocimiento acumulado de la realidad y del
diagnóstico efectuado, y a la luz de los objetivos del cliente, el consultor
elabora y contribuye a elaborar estrategias que permitan alcanzarlos.
Ello implica:
Considerar diferentes caminos posibles para llegar hasta los
objetivos, valorar cada uno de ellos (sus ventajas e inconvenientes,
su factibilidad, anticipar las reacciones y los hechos que se prevén
van a acontecer...), y escoger conjuntamente con el cliente la vía a
seguir.
Actualizar las estrategias y modificarlas o incluso desecharlas y
cambiarlas a medida que la evolución de los acontecimientos lo
haga preciso.
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3. Competencias necesarias
El consultor tiene que ser consciente de sus puntos fuertes y de sus
limitaciones, para construir sobre los primeros y compensar o reducir
las segundas. Y tiene la obligación de desarrollar constantemente sus
competencias, tanto a través de procesos formales desarrollados para la
ocasión o necesidad concreta, como aprendiendo de la experiencia de
cada día.
Hasta aquí es fácil estar de acuerdo. Pero, ¿qué competencias conviene
cultivar? A continuación proponemos una lista no exhaustiva pero sí
amplia de las tres clases de competencias (conocimientos, habilidades y
actitudes) que el buen consultor político debería poseer.
3.1 Conocimientos
a. Normativa y procedimiento electoral. El consultor debe conocer
bien las reglas del juego electoral, a fin de adaptarse a ellas y
sacarles provecho.
b. Sistema político-administrativo. Para manejarse en el complejo
mundo público, debe saber cómo es la arquitectura institucional y
cómo funciona el sistema político-administrativo.
c. Nociones de psicología humana. La política la protagonizan
hombres y mujeres que se comportan obedeciendo a impulsos y
tendencias universales. La psicología nos ayuda a identificarlas y a
gestionarlas.
d. Nociones de ciencia política y de sociología. También a nivel
colectivo, el consultor tiene que conocer las fuerzas que mueven la
sociedad y los grupos humanos, aprendiendo los modelos básicos de
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Ejemplo:
Competencias Competencias
Grado Grado Conclusión
Poseídas Requeridas
A 8 A 8 Correcto
Necesita
D 5 D 9
desarrollarse
G 9 G 7 Correcto
Competencia
I 6 - - irrelevante en este
caso
L 0 L 6 Necesita adquirirse
2. Seguir la televisión
El consultor político debe ser un gran televidente, dado que la
televisión es el medio de comunicación y entretenimiento masivo
por excelencia, aquel que moldea las percepciones y, hasta cierto
punto, los valores de la gente, aquel que establece la agenda y los
referentes comunes.
Ver la televisión y seguir los índices de audiencia de los programas
es, pues, necesario para que el consultor se haga una idea más
precisa de la comunidad televisiva con la que trabaja, y ello incluye
desde los documentales hasta los programas de tele realidad.
3. Participar de alguna asociación profesional
Las asociaciones profesionales de consultores políticos; como la
International Asociation of Political Consultants (iapc.org) o las
asociaciones europea (eapc.com), norteamericana (theaapc.org) o
latinoamericana (alacop.net); proporcionan una oportunidad única
de conocer y debatir campañas electorales, operaciones de
relaciones públicas, episodios de gestión de crisis, de descubrir
nuevas tecnologías de este campo, de integrarse en redes de
consultores con los cuales intercambiar experiencias y opiniones,
etc.
Son, pues, magníficas plataformas para el crecimiento y la eficacia
profesional.
Estas asociaciones acostumbran a organizar un seminario
internacional al año, poseen sus propios boletines electrónicos,
ofrecen proyección a través de sus sitios en la red, y ocasionalmente
realizan otras actividades (publicación de libros, concesión de
premios, etc.).
4. Leer libros especializados
Es fundamental estar al corriente de las novedades bibliográficas
del sector (por ejemplo, subscribiéndose a los sistemas de alertas),
pero también es interesante releer a los clásicos y hojear obras de
campos paralelos (publicidad, psicología social, economía,
filosofía...). Eso sí: la realidad es que, actualmente, la mayor (y a
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5. Epílogo
En este capítulo hemos presentado un mapa de competencias básicas
del consultor político, basado en las funciones que éste desempeña. La
treintena de competencias que hemos destacado (entre conocimientos,
habilidades y actitudes) pueden parecer muchas y, en su conjunto, fue-
ra del alcance de la mayoría. Y es cierto que ésta es una profesión
exigente, para la cual uno debe estar suficientemente preparado. Pero
también es verdad que, tal como indicábamos al principio del capítulo,
el consultor se hace.
Además, acabamos de ver que existen múltiples maneras de formarse y
perfeccionar la cartera personal de competencias. Así, pues, invitamos a
quien sienta la vocación por desarrollar esta apasionante actividad, que
es a la vez un modo de vida, a seguir su llamada interior y aportar su
grano de arena a la profesión.
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La investigación como
4 herramienta clave en la
consultoría política
Doris Capurro y María José Becerra Romero (Investigación)
Por ello, lo que veremos en este capítulo es cómo llegar a elaborar una
buena estrategia. Qué se necesita para no equivocarse. Cuáles son las
herramientas clave.
Christopher Arterton, el decano de The Gradúate School of Political
Management de The George Washington University señala, en uno de
sus últimos trabajos, que «la estrategia consiste en pensar en el nivel
más alto, no en hacer. Al hacer, funcionamos al nivel de la táctica y no
de la estrategia» (2004:96).
Las empresas invierten millones de dólares en profesionales y talentos
para elaborar una estrategia de comunicación de las ventajas
competitivas de sus marcas (productos o servicios). Un anuncio de
televisión de 30 segundos destinado a vender un detergente, un lápiz
de labios o una lata de tomates demanda investigaciones de mercado
minuciosas, análisis de situaciones y preferencias de consumo, estudio
de hábitos y tendencias en los diferentes grupos objetivo y un análisis
técnico profesional de la más eficiente relación entre la inversión en
medios y la llegada a un grupo objetivo determinado.
Llegó la hora de que, tanto los gobiernos como los políticos, se den
cuenta de que vale la pena, para conseguir una democracia mejor,
comunicar mejor. Esfuerzos semejantes o mayores a los que se hacen
por una marca privada, que es propiedad de algunos pocos accionistas,
vale la pena que se hagan para definir los destinos de un país, donde
los accionistas son millones.
Antes de continuar, es importante señalar también que todos los
profesionales del mundo no pueden reemplazar la visión, la energía y el
compromiso de un líder político. Si el consultor o el equipo profesional es
autor excluyente de una estrategia, algo va a fallar irremediablemente,
tarde o temprano. El político no delega la estrategia: sólo asiste
profesionalmente, para elaborarla, definirla y ejecutarla.
2. La importancia de la investigación
La profesionalización de las campañas políticas es una tendencia en
expansión que se viene observando desde las últimas décadas del siglo
XX y, de forma contundente, en la actualidad. Y, por lo tanto, adquiere
cada vez mayor relevancia la metodología de investigación puesta al
servicio de un diagnóstico estratégico que apunte a objetivos claros
(posicionamiento, victoria electoral, consolidación de posiciones, etc.).
Como señala un colega argentino, Hugo Haime, «es finalmente a través
de una técnica y un saber propio y distintivo, que requiere permanente
investigación, innovación tecnológica e interés por su objeto de estudio,
que el consultor encuentra su espacio como instrumento auxiliar de la
actividad política» (Haime, 1997:17).
Según Gustavo Martínez Pandiani, decano de la Facultad de Ciencias
de la Educación y de la Comunicación Social de la Universidad del
Salvador, de Buenos Aires, «la asimilación que se da entre la
mercadología política y la mercadología comercial surge a raíz de que
ambas disciplinas utilizan técnicas de segmentación para analizar sus
mercados e instrumentos de segmentación de la población para diseñar
los correspondientes mensajes. En las campañas proselitistas, la
investigación de redes motivacionales del voto permite obtener
información que resulta esencial a fin de planificar contenidos y estilos
de comunicación a la medida de cada blanco identificado. La
mercadología política ayuda a candidatos y gobernantes a evaluar
mejor la composición socio-demográfica de sus distritos, identificar más
cabalmente las expectativas y anhelos allí existentes y anticipar los
movimientos tácticos de sus adversarios» (Martínez Pandiani, 2004:65).
Arterton sostiene que «desde la perspectiva de las comunicaciones, las cosas
a tener en cuenta son fundamentalmente dos. La primera es saber quién es
mi audiencia. A quién me debo dirigir. La pregunta en realidad es:
¿cuáles son mis audiencias? Porque, frecuentemente, son diferentes. Y
la segunda es saber cuál es el mensaje» (Arterton, 2004:96).
Al respecto, puede decirse que el verdadero éxito de una campaña
electoral o de comunicación de un gobierno radicará en el grado de
comprensión que exista de las formas de sentir y pensar de los
ciudadanos.
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Esto ha generado interés por parte de los estudiosos del tema, quienes
han considerado pertinente la construcción de un marco teórico y
metodológico que encuadre el concepto de opinión pública, a partir de
la investigación y delimitación de su origen, formación, desarrollo,
evolución y efectos sobre la sociedad.
En un estudio que realizó un profesor de la Universidad de Princeton,
Harwood Childs, éste encontró, en la literatura actual, cincuenta
definiciones distintas de opinión pública.
Según el Diccionario de la Real Academia Española la definición de la
Opinión Pública es «el sentir o estimación en que coincide la
generalidad de las personas acerca de asuntos determinados». Y para la
enciclopedia digital Wikipedia, la opinión pública es «la tendencia o
preferencia, real o estimulada, de una sociedad hacia hechos sociales
que le reporten interés».
4. E1 pulso de la democracia
La opinión pública es un concepto que ha ocupado, desde la
antigüedad, un importante lugar en el debate de los temas de la
sociedad. Se ha instalado en el debate político mismo, como una
cuestión propia de la reflexión filosófica, social y cultural.
En la antigüedad, la opinión pública se remitía simplemente al diálogo
que establecían los notables. Las mujeres y los esclavos (o sea, todos
aquellos que dependían de otros para vivir) no poseían la capacidad de
pensar, observar, opinar y dialogar sobre las cuestiones de la polis.
Consecuentemente, la mayoría estaba marginada del espacio público y
no existía el diálogo sobre asuntos públicos.
Los filósofos griegos fueron los primeros en reflexionar sobre el tema.
Platón, en La República, sostiene que la opinión pública «es un lugar
intermedio entre la ignorancia y el conocimiento, de modo tal que la
opinión pública es un conocimiento parcial de la realidad». Para
Aristóteles es la «opinión de los ciudadanos», el sentido común, la
Doxa.
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8. Conclusiones
Si lo más importante para una buena comunicación política es una
buena estrategia, y si lo que se necesita para una buena estrategia es
buena investigación e información, entonces el verdadero desafío de un
buen consultor debe arrancar allí.
Es importante señalar que la labor de investigación no termina con la
exploración de la opinión pública. Hay que entender bien el escenario
político y social en el que se desarrolla. Esto implica estudiar el mapa
político (partidos, oficialismo, oposición, etc.), la presencia y
repercusión en los medios (tradicionales y nuevos) sobre las propuestas
propias y ajenas, el posicionamiento de cada uno de los partidos o
candidatos del espectro electoral, los intereses propios de los medios y
entidades gremiales y sociales, etc.
La investigación resulta, entonces, necesaria para la elaboración de un
adecuado análisis de situación global: las percepciones de los
individuos frente a los temas de interés público, frente a los candidatos
y gobernantes; las ventajas y desventajas del candidato o gobernante
frente a sus pares u opositores; los escenarios sociales y los climas de
opinión actuales, y las tendencias y el papel de los medios.
Los cambios vertiginosos que imponen la actualidad y las dinámicas
políticas del mundo actual obligan a adecuarse a nuevas lógicas de
información y comunicación, propios de las sociedades contemporáneas.
La revolución digital obliga a innovar y a repensar todo.
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De la campaña electoral a la
5 campaña permanente1
Roberto Izurieta y Yehonatan Abelson
1. Introducción
La campaña debe ser permanente porque el trabajo principal de un
líder es el de comunicar, convocar y persuadir. Para el resto de tareas
siempre encontraremos a alguien con mayor experiencia y preparación
que un Presidente. Comunicar es la función que debe desempeñar el
líder, y lo hará de manera mucho más eficaz que cualquier otro
miembro del equipo.
Esto es así porque la comunicación es central en el papel del liderazgo.
Entonces, así como en una campaña el líder debe ocupar la mayor parte
del tiempo comunicando, en el gobierno el líder no puede abandonar
esta labor en aras de la administración diaria.
Un Presidente no debe convertirse en el gerente del Gobierno (de
nuevo, esta tarea puede ser realizada por otra persona con más
experiencia en gerencia y administración que el mismo Jefe del
Gobierno). Un Presidente es el líder de la Nación, no el gerente de su
gobierno, porque los gobiernos más que gerentes, necesitan líderes. Y
ser un buen líder es más difícil que ser un buen gerente.
Por eso, muchas de las técnicas y tareas propias de la campaña electoral
deben continuar vigentes durante el gobierno: esto es lo que se
denomina campaña permanente.
Para desarrollar este concepto analizaremos la opinión pública, la
estrategia de comunicación, los mensajes, las audiencias, los canales de
comunicación, los medios de comunicación y el plan de comunicación.
149
Hay que recordar que mantener una audiencia cautiva es más barato
que volverla a atraer (Rein, 1987: 306). Por esto, el mensaje debe ser bien
definido y atractivo.
Luego de estos pasos, se puede comenzar a hacer un plan detallado de
cómo trabajar, dónde, cuándo y cuánto cuesta. A diferencia de la
estrategia y el mensaje, que pueden ser documentos muy cortos (menos
de una página), el plan es un documento muy detallado y completo. Un
buen plan de comunicación podría llegar a tener más de mil páginas.
Nos interesa que el plan contenga el presupuesto de comunicación, el
cronograma, el organigrama, los mensajes, los grupos objetivo, los
canales de comunicación, la frecuencia y eso en todo los programas de
comunicación (puerta a puerta, relaciones públicas, la Red, llamadas
telefónicas, correo, servicio y atención a los ciudadanos, etc.).
Existen otros elementos considerados estratégicos y muy necesarios de
analizar para quienes están interesados en la comunicación para
gobiernos: el manejo de crisis (el día a día de un gobierno), y el control
o manejo de la agenda.
El uso de los medios masivos de comunicación, ya sea en publicidades
o apariciones en la prensa, debe ser planteada desde un punto de vista
estratégico. Un aviso publicitario político, por ejemplo, no debe ser
simplemente bonito, debe motivar y producir cambios de actitud en la
gente. Es por esto que en la segunda parte de este trabajo nos
adentraremos en el análisis de los medios de comunicación y en cómo
lidiar con ellos para que esta inevitable interacción entre Gobierno y
medios (líderes y periodistas) nos proporcione los mejores resultados
posibles. Por ello profundizaremos en cómo relacionarnos mejor con los
medios en función de la gestión diaria de un gobierno. En el mundo
moderno, los gobiernos pueden encontrar en los medios a su mejor
aliado o a su peor enemigo, dependiendo de cuan preparados estén.
Como veremos más adelante, hay presidentes que se construyeron a sí
mismos delante de una pantalla de televisión y otros que pierden toda
su reputación por un video subido a YouTube. Por eso, desarrollaremos
las tácticas que nos permitirán optimizar nuestro trato con los medios y
los periodistas, porque una entrevista puede ser una plataforma de
despegue o un precipicio, de nosotros depende. Por último, y
reforzando la utilidad práctica del presente trabajo, resumiremos en
doce recomendaciones la forma más eficiente de relacionarse con los
medios de comunicación.
151
3. La estrategia de la comunicación
3.1 La investigación
La investigación es el primer paso de un efectivo proceso de
comunicación porque en última instancia, «la investigación es una
forma de escuchar» (Wilcox, Ault y Agee, 1998: 121). La investigación
de opinión pública a través de encuestas y estudios focales es la mejor
forma de escuchar. En un mundo tan cerrado como el del poder y la
política, la investigación se vuelve una herramienta vital. El público
debe ser escuchado y cuando éste es numeroso, debe conseguirse a
través de la investigación (Mallinson, 1996: 138-139). «La comunicación
efectiva es el resultado de técnicas de investigación que permiten
escuchar al público» (Spicer, 1997: 222).
El primer paso de una buena campaña es la investigación
(principalmente la encuesta y los estudios focales). ¿Qué es lo que
necesitamos saber en una investigación típica de cualquier proceso
electoral o político? Lo primero que necesitamos saber es lo que
nosotros llamamos el ambiente o el estado de ánimo de los electores /
ciudadanos. ¿Qué es el ambiente? Si vamos a entrar en una reunión
donde le gente ya está reunida antes de nuestra llegada, lo primero que
tenemos que descubrir es qué estado de ánimo se palpa en el ambiente.
¿Están de fiesta? ¿Hay un ambiente enrarecido?. Dependiendo de las
características del auditorio podremos vestir de una determinada
manera, utilizar un determinado lenguaje, etc. Resultará vital conectar
con el estado emocional de las personas allí reunidas.
153
hablando de temas que no son del interés del público, sobre todo
teniendo en cuenta que el primer mensaje o momento del mensaje es
crítico.
Los principales lemas que mueven a la gente, según Wilcox (1997:220),
son: dinero (ganar o ahorrar), tiempo (ahorrar), comodidad, salud,
limpieza, evitar dolor, ganar un premio, ser popular, ser amado o
aceptado, proteger a la familia, satisfacer el apetito y la seguridad, entre
otros.
Para Maslow, igualmente, los cinco niveles de prioridades para la gente
son: las necesidades básicas (comida, agua, y descanso), seguridad
física, pertenencia, autoestima y realización personal (Brody, 1987: 206).
Existe mucha discusión sobre si un mensaje de campaña de gobierno
debe crear una motivación que no existe en la gente. Enfatizamos en
campaña de gobierno, pues definitivamente, no tiene sentido hacerlo en
una campaña electoral. La pregunta es si en una campaña publicitaria
de gobierno se debe o no sensibilizar a la audiencia sobre algo que la
gente no percibe como una necesidad o preocupación. En otras
palabras, si la comunicación o la publicidad deben educar a la gente.
Personalmente, si bien estoy convencido de la importancia y la
necesidad de la educación, ésta debe ser promovida por otra
institución: el Ministerio de Educación. Pero la comunicación política de
gobierno debe basarse en motivaciones ya existentes en el público. «El
mensaje debe proveer información que sea procesada por la existente
capacidad cognoscitiva de la persona en la audiencia» (Kraus, 1990: 76).
Al respecto, existe un libro muy recomendable: La Respuesta Emocional
de Tony Schwartz (2001). El argumento central de este libro nos
muestra que cada persona tiene motivaciones muy poderosas. La
comunicación debe reconocerlas y apelar a ellas para producir el
cambio esperado.
Un mensaje efectivo debe ser apropiado, recordable, entendible, creíble
y tener sentido o significado (Wilcox, Ault y Agee, 1998: 162). Pero,
sobre todo, el mensaje debe ser simple (ibíd.: 195). Esto significa eli-
minar toda información innecesaria, compleja o con lenguaje rebuscado.
No se debe tratar de decir todo en un mensaje. Tenemos muy poco
tiempo para comunicarnos, pero la solución no es hablar más rápido. El
mensaje debe ser directo y contener sólo la idea central (ibíd.: 240).
161
Durante la campaña dicen cosas como: No creo que los ajustes fiscales
deban afectar a los más pobres, o: Antes que nada hay que cobrar los
impuestos a los más ricos, etc. También sucede que, por la dinámica de
la campaña o por la estrategia, los mensajes de campaña no terminan
representando las verdaderas prioridades de la administración. Por
ejemplo, el presidente Bush, en su segundo mandato, puso como
prioridad principal de la agenda doméstica la reforma de la Seguridad
Social, tema que prácticamente no había mencionado durante la
campaña porque no era un tema popular. Esto podría considerarse una
suerte de mentira. Yo creo que no es una mentira en sí. Y es un juego
legitimo (aunque no positivo) de la política. Pero es aceptado dentro del
rango de tolerancia. No se trata, pues, de una mentira en sentido
estricto.
En consecuencia, no mentir no significa que se deba decir toda la
verdad. La importancia de tener una estrategia y un mensaje claros es
que, en la mayoría de los casos, el político debe dar respuestas que sean
acordes a su propia estrategia y mensaje. Si la pregunta que le ha
formulado un periodista no se adapta a su mensaje, ni a su estrategia,
habrá que responderla brevemente y volver pronto al mensaje original.
En definitiva, no mentir es fundamental para el proceso de
comunicación porque la verdad crea confianza, y si se pierde la
confianza, nada de lo que se diga será creíble. La confianza es un fino
cristal que, una vez roto, se deshace en mil pedazos. La confianza es
algo demasiado precioso para permitir que se pierda: construirla lleva
muchos años y enormes esfuerzos.
2. Sea proactivo
Sólo se puede ser proactivo si hay una estrategia y un mensaje que
comunicar. Y el ser proactivos es la herramienta más importante para
que el mensaje llegue. Tenemos que saber lo que decir en cada
momento. Hay que recordar que los periodistas son proactivos. Y si no
somos proactivos, la agenda a discutir en una entrevista no será nuestra
agenda, sino la agenda de los periodistas.
Para lograr ser proactivo, es bueno saber qué les interesa a los
periodistas e imaginar cuál sería el titular adecuado del artículo que se
elabore sobre la entrevista. Si nos acercamos al mensaje estaremos más
cerca de cumplir nuestro objetivo.
183
5. Conclusión
Harry Truman solía decir: «Ser presidente no es otra cosa que pasarse
todo el tiempo saludando y abrazando a la gente para que hagan lo que
en última instancia deberían estar haciendo». Truman tenía razón.
187
Comunicación de Gobierno.
Al cabo del tiempo, más tiempo del que en principio parece necesario,
la ciudadanía habrá entendido, y posiblemente nuestra historia habrá
sido más convincente que la de la oposición.
Visto así, el público puede ser calificado como racional, al menos en la
medida en que responde de manera agregada a los estímulos que recibe
del entorno, y lo hace de manera sostenida y a lo largo del tiempo, de
manera progresiva e incluso predecible. El público, como nos dijeran ya
hace quince años Page y Shapiro (1992) haciendo uso de datos de
encuesta, y Gamson (1992) utilizando información cualitativa
procedente de grupos de discusión, actúa racionalmente en cuanto a
que decodifica con coherencia colectiva lo que se le explica.
La pregunta es: ¿tengo algo que ganar con esta o aquella intervención?
Sabemos bien que la demanda de los medios de comunicación es
infinita. Ellos quisieran tener al presidente siempre a mano, y
preferirían de hecho ser ellos solos y no su competencia quien lo hiciera.
Apelando a principios supuestamente democráticos -la transparencia, el
periodismo como poder de control- se enfadan si se anuncian
comparecencias sin preguntas, si se les hace esperar para preguntar, si
no se les proporciona la información que ellos reclaman. Pero una
maquinaria informativa gubernamental no es sólo un servicio a la
prensa, sino un servicio político al servicio de los ciudadanos. Y es muy
probable que políticos y periodistas no siempre coincidan en su visión
de cuál es el punto de equilibrio entre el interés público y la obligación
de dar cuentas de los gobernantes.
En muchos países se ha encontrado una solución en una comparecencia
regular del portavoz del Gobierno y quizá otra del propio primer
ministro. En España, como en casi todos los gobiernos del mundo, la
portavoz o el portavoz comparece después del Consejo de Ministros y
responde a cualquier asunto que pudiera suscitarse, incluso aunque no
tuviera nada que ver, cosa que sucede habitualmente, con los asuntos
decididos en la reunión. El presidente del Gobierno, por su parte, ha
fijado el compromiso de comparecer al menos una vez al trimestre para
responder a cualquier cosa que se le pregunte.
De hecho, lo hace más frecuentemente, porque al hilo de cualquier otra
comparecencia, por ejemplo cuando da cuenta de un encuentro con
algún líder extranjero, se admiten tres o cuatro preguntas de carácter
nacional. En Reino U-nido, el país de más larga y profunda tradición
democrática, existe una portavocía mañana y tarde de la Oficina del
Primer Ministro, con comparecencias casi constantes de uno de los
portavoces. El primer ministro, sin embargo, comparece con mucha
menor frecuencia. Algo similar ocurre en la Casa Blanca: el presidente
resguarda la solemnidad inherente al cargo compareciendo de manera
espaciada (ver a este respecto Farnsworth 2003).
En el otro extremo, existen experimentos pintorescos, como las
intervenciones televisadas periódicas de presidentes como Hugo Chávez,
que se guarda semanalmente su Aló, Presidente para responder, con su
204
No, no hay temas sin carácter ni carácter sin temas, ambos son necesarios
como el oxigeno y el hidrógeno lo son para que haya agua.
7 campaña electoral
Rafael Rubio
1. Introducción
Las campañas electorales son consideradas por muchos como el último
reducto de la democracia, el momento en el que los candidatos y sus
estructuras políticas salen a la calle, retomando el contacto con los
ciudadanos, tratando por todos los medios de lograr la confianza del
votante. Respondiendo a este modelo, las campañas electorales desde sus
inicios han construido su comunicación siguiendo un modelo vertical
donde primero el político y luego los consultores, centralizaban y
controlaban el mensaje, y el papel de los electores era completamente
pasivo, reducido a recibir y asimilar esa información, siendo su principal
reacción la emisión del voto, sin ningún otro atisbo de participación.
Este modelo de comunicación jerárquico ha ido transformándose. Lo
ajustado de la competencia ha llevado a unos y otros, siguiendo la
estela de la evolución de los medios de comunicación, a reinventar sus
técnicas, e incluso a sí mismos, para lograr el anhelado triunfo y
alcanzar el poder, adaptándose además a las necesidades y aspiraciones
de los electores.
El desarrollo de las tecnologías ha influido de manera determinante en
ambos factores y ha sido generalmente la variable que ha motivado el
cambio en la forma de comunicar políticamente. De aquí que podamos
decir que las grandes revoluciones tecnológicas son las que explican
esta metamorfosis en la historia de la comunicación política, aportando
un mayor grado de acercamiento entre el político y los ciudadanos.
Sin embargo estamos asistiendo a un cambio esencial en la forma de
hacer campañas electorales. Hoy en día observamos que, como señala
Joe Trippi, se está produciendo el paso de la política de la pasividad a la
220
Pero no estamos hablando sólo de los canales serios y oficiales que tanto
David Cameron como Gordon Brown emplearon de manera tan profusa
como correcta. Al fin y al cabo, la difusión propia de la Red, la viralidad,
tiene más éxito cuando se transmite mediante formas no convencionales.
Si los mensajes que se comparten y reenvían a los amigos son aquellos
que más gracia hacen o son más originales, es lógico que las campañas
traten de recurrir al ataque simpático, en contra del adversario. Entre
estos últimos destacó el sitio creado por el tercer partido en discordia, el
líberaldemócrata de Nick Clegg, a la sazón viceprimer ministro tras los
comicios, que creó Labservative.com, una parodia que mezclaba
laboristas con conservadores en el partido Labservador, con su propio
candidato Gorvid Camerown, con su propio perfil en Twitter y
Facebook. Para un partido llamado a erigirse como alternativa a base de
diferenciarse de la corriente dominante, la vía del humor aparecía así
como la más natural y adecuada a sus objetivos.
La crítica, con un tono desenfadado y divertido, se presentaba a través de
vídeos e imágenes que triunfaron durante la precampaña. Además, para
dar mayor viralidad, permitía que cualquier usuario pueda participar,
creando nuevos lemas, manipulando imágenes e incluso comprando o
descargando productos en la tienda. Un ejemplo típicamente 2.0, que nos
recuerda que la comunicación política no pertenece únicamente al
emisor, para bien y para mal.
El reciclaje creativo de cualquier material es norma en la Red, donde a
golpe de editor de vídeo o de imagen un producto de campaña puede
desencadenar múltiples variantes y réplicas, como demostró también la
web MyDavidCameron.com, mediante la cual se podían reinterpretar los
carteles electorales del partido conservador y subirlos a la Red o a
Facebook (uno de los más celebrados presentaba a David Cameron con
un gatito con la leyenda: «Vota al partido conservador. O mataré a este
gatito»).
La imagen política y su
8 construcción
Jorge Santiago Barnés
¿Sabemos leer las imágenes personales que nos irradian los políticos?
¿Somos conscientes de la importancia creciente de éstas como
transmisoras de información política concreta? ¿El no saber
interpretarlas puede considerarse analfabetismo político-visual?
Estas preguntas ponen de manifiesto la importancia inequívoca que el
aspecto visual ejerce en los procesos comunicativos políticos de hoy y el
poder irrefutable que desempeña en las campañas electorales. Georges
Balandier analiza la incidencia que la imagen política despliega en la
sociedad contemporánea y argumenta que ésta se ha convertido en un
gran escenario, en una especie de panóptico, en donde todo tiende a
ser visto y todos a convertirse en mirones: «orienta la disposición de los
espacios de la intimidad y gobierna la presentación del uno mismo, un
mostrarse a si cada vez más condicionado por lo externo. La imagen
tiende a convertirse en sustituta del pensamiento» (1994:157).
Atendiendo a su acepción etimológica, la palabra imagen nos indica
que está relacionada con el sustantivo latino imago, término vinculado
al concepto de representación; pero también procede del griego eikon,
palabra que significa icono o retrato. Por lo tanto el significante es el
que representa directamente la cosa significada. La imagen que irradia
intencionalmente el político a los ciudadanos representa, de manera
directa, al propio político.
Aunque parece evidente en un primer momento afirmar que el
concepto de imagen política mantiene una estrecha relación y guarda
una cierta semejanza con la persona que representa al exterior esa
imagen, lo que parece claro es que el denominador común, el cúmulo
de analogías y afinidades conceptuales, no es el único camino que se
puede seguir para lograr entender la repercusión que la propia imagen
del líder ejerce sobre el electorado.
Alejandro Muñoz Alonso defiende la teoría de la palabra imagen desde
el sentido de representación mental colectiva de una persona siempre
que se incluya en la misma, una valoración positiva o negativa de la
propia imagen (1989:60). Decimos que tal político o tal partido tienen
buena o mala imagen cuando la opinión pública tiene un juicio
favorable o desfavorable al líder, la entidad o institución que
representa.
245
Sociabilidad
Un componente habitual de la imagen de los políticos es el proceso de
simbolización que los ciudadanos aplican al modo de actuar de sus
dirigentes. Lo que consigue el simbolismo es facilitar la compresión
ideológica, política y social de los elegibles, así como identificar ciertas
aptitudes y comportamientos individuales. Una de las grandes
dificultades a las que se enfrenta todo representante público es la de
mantener la noción de imagen personal que le ha llevado a obtener y
conseguir una determinada representación social. Maarek habla del
cumplimiento de dos factores indispensables para el mantenimiento de
la imagen del político:
Compatibilidad entre el dirigente y su imagen. Es necesario que la
imagen del dirigente se asemeje a su personalidad, temperamento y
conducta social. Sería un error que a un candidato político se le
diseñe una imagen alejada de sus verdaderas cualidades,
características y singularidades como persona, ya que la
presentación de una imagen incongruente podría traer consigo el
denominado Síndrome de Ottinger: «Richard Ottinger era un
miembro de la Cámara de Representantes, aspirante en 1976 al
cargo de senador por el Estado de Nueva York. Como era más
joven que sus rivales, sus asesores le diseñaron una imagen de
joven ejecutivo agresivo, en mangas de camisa. Pero Ottinger
perdería esta imagen en una sola tarde, en un debate a tres con sus
adversarios, donde apareció soso, inseguro y casi incapaz de tomar
la palabra» (1997:60). Este síndrome y desajuste perceptual puede
evitarse siempre y cuando la imagen personal del político se
corresponda con su forma y manera de actuar.
Imposibilidad de un completo control sobre la evolución de la
imagen. Una de las técnicas más utilizadas para conservar la
idoneidad y adecuación de la imagen de un político es el
mantenimiento de ésta mediante sistemas periódicos de control.
Cada cierto tiempo, los asesores adecúan la imagen del dirigente a
cada momento con el fin de evitar desajustes y anomalías
imprevistas. Una congruencia estudiada y un posicionamiento
idóneo de la imagen son elementos esenciales de los que se sirve
todo representante público para mantener una pertinente y
oportuna relación social con su electorado.
254
Asesoramiento Didáctico
Aunque en la actualidad la asesoría de imagen mide su rendimiento en
función del grado de notoriedad pública que el candidato adquiere con
respecto al tiempo transcurrido y a la inversión realizada, desde sus
comienzos las tareas consultoras han centrado básicamente su trabajo
en labores educativas. Han ayudado a sus clientes, por un lado, a
mejorar diferentes aspectos de su imagen personal, como perfeccionar
su capacidad individual de hablar en público, su manera de sonreír, su
particular modo de saludar y su actitud convincente en momentos de
interacción con el pueblo y han asistido a los candidatos, por otro lado,
en situaciones relacionadas con su actividad profesional auxiliándoles
en temas financieros, aconsejándoles en programas económicos,
asistiéndoles en asuntos administrativos y guiándoles en materias
sociales.
Asesoramiento Psicológico
La asesoría política, antes de poner en marcha todos los mecanismos
necesarios para encumbrar a un candidato hasta lo más alto de la
representación social y hasta el puesto más elevado de la notoriedad
pública, requiere un período previo de asistencia psicológica que
adapte mentalmente al aspirante a la maraña desestructurada de
comentarios y opiniones que muchas veces, de manera falaz e
infundada, va a tener que soportar por parte de críticos y opositores a
sus ideas. Un asesoramiento mental que se hace indispensable en toda
campaña de imagen y al que Massó Tarruella denomina período de
aceptación íntima: «El aspirante a personaje debe saber y aceptar que su
versión pública difiere de la que él mismo ve en su propio interior»
(1991:109).
Asesoramiento Técnico
Es el trabajo que empiezan a desempeñar los consultores políticos una
vez que el candidato haya aceptado su condición de marioneta variable
manejada por los hilos de los profesionales. Esta postura no supone que
el candidato quede al margen de toda decisión política en la manera de
actuar o fuera de todo debate en la forma de afrontar las diferentes
eventualidades que aparezcan en el camino, sino que refleja una posición
donde el político no toma todas las decisiones pero sí las aplica.
268
5. Conclusión
Hablar de una imagen política modélica, ejemplar y paradigma de lo
que debe ser un comportamiento público tipo entre dirigentes y líderes
políticos es hablar de una serie de actitudes y conductas personales que,
tomadas como ejemplo entre los distintos gobernantes, son capaces de
aunar todas las virtudes y facultades posibles que necesita un dirigente
para ser apreciado. Mantener un comportamiento estable, íntegro,
honesto, responsable, inteligente, voluntarioso y creíble, entre otros
muchos calificativos, mejorará la imagen política del gobernante, en
tanto que si practica una manera de proceder corrupta, deshonesta,
engañosa, hostil y agresiva experimentará una sensación de vacío y
abandono social.
270
Anexo
Directorio de los principales asesores y consultores políticos en
España y Latinoamérica
José Ángel Carpió García
6W COMUNICACIÓN
Director general: Daniel Rodríguez
AKSA
Presidente: Alfredo Keller
ANALOGÍAS
Directora: Analía del Franco
ARESCO
Presidente: Julio Francisco Antonio Aurelio
ASESMAP
Presidente: Fernando Herrero-Nieto Von Selma
AUDIPOL
Presidente: Ramón Serna Grajeda
AUTORITAS CONSULTING
Director: César Calderón Avellaneda
BALSERA COMMUNICATIONS
Presidente: Fred Balsera
BORGE Y ASOCIADOS
Presidente: Víctor Guillermo Borge Carvajal
CASTAÑOS Y ASOCIADOS
Presidente: Alberto Castaños
CONCEPTO ESTRATÉGICO
Presidente: Carlos Pineda
CONSULTA MITOSFKY
Presidente: Roy Campos Esquerra
CONSULTORA CAPURRO
Presidenta: Doris Capurro
CONSULTORES 21
Director: Saúl Cabrera Oletta
CONSULTORES CSA
Director: Javier Sierra Rodríguez
DATAMÁTICA CONSULTORA
Director: Julio Pizetti
DATASTRATEGIA
Directora: Carmen Beatriz Fernández
DE ARAGÓN Y ASOCIADOS
Presidente: Alberto de Aragón
DE PABLO CONSULTORES
Presidente: Alfredo de Pablo Miguel
DOG COMUNICACIÓN
Director: Antonio Gallo
DOXA CONSULTORA
Presidente: Jorge Rodríguez
ENTORNO ESTRATEGIA
Director: Guillermo Bertoldi
EQUIPOS MORI
Gerente general: José Luis Gálvez
Dirección:
Av. Alicia Moreau de (usto, 1080. Piso 3, Oficina 8. Buenos Aires
(Argentina). Tel.: (54-11) 4345-5140. (54-11)4334-3317.
fnoguera.com
info@fnoguera.com
Dirección:
Mayor Buwl, 1081. Asunción (Paraguay). Tel: 595-21.0691 / 595-20.8262.
Fax:592-21.0691 first@supernet.com.py
Contacto:
GABRIEL CORTINA
Dirección:
Avenida Talgo, 122 - Io B/ Aravaca 28023 Madrid (España) Tel: (+34)
675 751 733 cortina409@gmail.com
Contacto:
GERELCA
GLORIZA COMUNICACIONES
Presidenta: Gloria Isabel Ramírez
IDEOGRAMA
Presidente: Antoni Gutiérrez-Rubi
IE CONSULTORIA
ieconsultoria.com.ar
info@ieconsultoria .com. ar
IMASEN
Gerente general: Giovanna Peñaflor Guerra
Dirección:
Manuel Bañón, 430. San Isidro, Lima (Perú). Tel.:511-422.0821. Fax:511-
962.7977. imasenl@terra.com.pe
Contacto:
IMMCOP
Presidenta: María Lourdes Bosch Muñoz
INFOMEDIA CONSULTING
Presidente: Roberto Starke
INSTITUT AGORA
Presidente: Antoni Biarnés Mas
IUIOG
Director: Ismael Crespo Martínez
291
JULIO LIGORRÍ A
Presidente: Julio Ligorría
Olga Cuenca y José Antonio Llórente son los creadores de esta firma de
asesoramiento de comunicación del mercado que ofrece un servicio
integral de consultoria estratégica, con servicios de comunicació-nen
línea, política y electoral, asuntos públicos, comunicación de crisis,
mercadología, etc. Cuenta con oficinas en Barcelona, Beijing, Bogotá,
Buenos Aires, Lima, Madrid, México, Panamá, Quito y Río de Janeiro.
MANHANELLIY ASOCIADOS
Presidente: Carlos A. B. Manhanelli
MAS CONSULTING
Group. 8207 Callaghan Rd Suite 200. 78230 San Antonio, Texas (Estados
Unidos). Tel: 1 (210)6144548 MAS Consulting España: C/ Serrano,
81.28006 Madrid (España). Tel: (+34) 91
MAZA COMMUNICATIONS
Presidente: Javier Maza
MJ CONSULTORA
MONFORTE Y ASOCIADOS
Presidente: José Carlos Sanjuán Monforte
NEWLINK RESEARCH
Director general: Eduardo Gamarra
NO-LINE
Presidente: Marcos Magaña Rodríguez
OSTOS Y SOLA
Presidentes: Gloria Ostos y Antonio Sola
298
OVISPO CONSULTORA
Director: Willy Gastón Pérez-Barreto Maturana
PARAMETRÍA
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PASS
Presidente: Juan Verde Suárez
PRAGMA POLÍTICA
Presidente: Gilberto Pérez Castillo
RALPH D. MURPHINE
RENE CASADOS
Contacto: ricardopazb@gmail.com
ROBERTO IZURIETA
SROSSI CONSULTORES
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STL POLITICS
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THEMIAMI GROUP
Presidenta: Millie Herrera
Contacto: rjohanl3@gmail.com
UNIMER RESEARCH
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Dirección: CI Ayala 54 2.
28001 Madrid (España).
Tel: 91 435 40 89
Tel/Fax: 91 435 40 89.
Sitio en la Red: vonselmainternational.com
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YESCOM CONSULTING
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madrid@yescomconsulting.com,
bilbao@yescomconsulting.com,
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ASOCIACIONES PROFESIONALES DE
CONSULTORES
ABCOP
Presidente: Carlos A. B. Manhanelli
Contacto: abcop@abcop.com.br
309
ALACOP
AVASCOP
ADECEC
AECOP
DIRCOM
Presidente: José Manuel Velasco
IPSOS OPINIÓN
METROSCOPIA
Presidente: José Juan Toharia
Q INDICE
SIGMA DOS
Presidente: Carlos Malo de Molina
TNS DEMOSCOPIA
TNS recoge las opiniones de los votantes sobre las campañas, las ini-
ciativas legislativas o los temas de actualidad, averigua la valoración de
los líderes y predice las intenciones de voto en campañas electorales. En
España, multitud de organismos y medios de comunicación trabajan
con TNS Demoscopia para saber lo que la opinión pública piensa o
desea. En España, TNS Demoscopia es una de las empresas con mayor
tradición en estudios políticos y sondeos de opinión, y cuenta con una
potente base de datos histórica sobre las opiniones de los españoles
acerca de multitud de temas durante los últimos 20 años.
Dirección: Carni de Can Calders, 4.
08173 Sant Cugat del Valles. Barcelona (España).
Tel.: 93 581 94 00. Fax 93 581 903 / Julián Camarille 42.
316
Notas
Capítulo 1
1 Agradezco a Laura Gómez Padilla, documentalista y analista política,
el extraordinario esfuerzo y dedicación en estas páginas.
Capítulo 2
1 El tamaño del mercado se entiende como la producción nacional
más importaciones menos exportaciones.negociosgt.com/
main.php?id= 100&show_item= l&id_area= 123.
2 Las gráficas y los datos de referencia se encuentran en PDF (Feaco
Survey 2007 - 2008: Mercado Europeo de la Consultoría).
consultoras.c2csoluciones.com/frontend/aec/descargar.php?
idf=14178.
3 AEC: Asociación Española de Empresas de Consultoria.
consultoras.org/frontend/aec/base. php.
4 Asociación de empresas consultoras en Relaciones Públicas y
Comunicación.
ADECEC es una organización independiente, sin ánimo de lucro,
fundada en enero de 1991 por un grupo de profesionales,
representantes de las principales empresas consultoras de Relaciones
Públicas en España. Las empresas que integran ADECEC que dan
empleo a más de 1.000 personas y con una facturación superior a los
100 millones de euros, desarrollan actividades en el campo de las
Relaciones Públicas y la Comunicación, no sólo en España sino
también en el ámbito internacional. ADECEC, representante del
sector, tiene como misión dignificar la profesión de las personas que
trabajan en él y contribuir al crecimiento de la práctica de las
relaciones públicas en España.
322
Capítulo 7
1 En la campaña del año 2000 con una inversión total de $25.000,
McCain obtuvo seis millones y medio en donaciones, logrando el
primer record de recaudación en línea y consiguiendo recaudar un
millón de dólares en sólo 24 horas. Similar incremento se observó en
la gestión de la participación: con un equipo inicial de 40 personas, se
logró alcanzar 250.000 correos electrónicos y alrededor de 40.000
voluntarios.
2 Merece especial atención el hecho de que 30 millones fueron
conseguidos por pequeños recaudadores individuales, 70.000, a
través de sus propias páginas personales de recaudación de fondos.
3 Además de reclutar, articular y coordinar, la Red permite dar soporte
a todos los miembros de la campaña, incluidos los voluntarios, e
incluso, como demostró la campaña de Obama, facilitarles formación
y entrenamiento.
324
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Capítulo 1
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