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ASHRÉ

Empezamos por el Salmo 145, que se repite tres veces en la liturgia diaria (dos por la mañana y
una por la tarde). Según el Talmud (Berajot 7) el que así hace – lo recita tres veces al día – asegura su
lugar en el mundo futuro. En el servicio de oraciones se añaden dos versículos al principio (Sal 84:5 y
144:15) y uno al final (Sal 115:18) que van inseparablemente unidos a su recitación. El conjunto se
conoce con el nombre del Ashré. En la trascripción que sigue se han aumentado de tamaño algunas letras
para señalar los puntos que se comentarán después y para facilitar la kavaná mientras se lee. La
pronunciación castellanizada es sólo aproximada. [Se recuerda que el hebreo se lee de derecha a
izquierda].

Sal 84:5
Sela yehaleluja od beteja yoshve Ashré
Sal 144:15
Eloav She'Adonai aam Ashré lo Shekaja aam Ashré
Sal 145

Vaed leolam shimjá vaavarejá hamélej Elohai Aromimjá LeDavid Tehilá

vaed leolam shimjá vaahalelá avarejeka yom Bejol

jeker en veligdulató meod umeulal Adonai Gadol

yaguidu ugvuroteja maaseja yeshabaj ledor Dor

asija nifleoteja vedibré odeja kevod Adar

asaperena ugdulateja yomeru noroteja Veezuz

yeranenu vetsidkateja yabiu tuveja rav Zéjer

jased ugdol apaim érej Adonai verajúm Janún

maasav kol al verajamav lakol Adonai Tov

yevarjuja vajasideja maaseja kol Adonai Yoduja

yedaberu ugvurateja yomeru maljuteja Kevod


maljutó adar ujvod guevurotav haadam livné Leodiá

vador dor bejol umemshalteja olamim kol maljút Maljuteja

hakefufim lejol vezokef hanofelim lejol Adonai Somej

beitó ojlam et lahem notén veatá yesaberu eleja jol Ené

ratsón jai lejol umasbiá yadeja et Potéaj

maasav bejol vejasid derajav bejol Adonai Tsadik

Beemet yikrauhú asher lejol koreav lejol Adonai Karov

Veyoshiem ishmá shavatám veet yaasé yereav Retsón

yashmid hareshaim kol veet ohavav kol et Adonai Shomer

vaed leolam kodshó shem basar kol vivarej pi yedaber Adonai Teilat
Sal 115:18
Haleluya olam vead meatá Yah nevarej Vaanajnu

Sal 84:5: Felices son los que moran en tu casa. Siempre te alaban. Selá.
Sal 144:15: Feliz es la gente que está en ese caso. Feliz es la gente cuyo Dios es el Eterno.
Sal 145: 1: Alabanza de David. Te exaltaré, Dios mío, el Rey, y bendeciré tu Nombre por siempre y para
siempre.
2: Todos los días te bendeciré y alabaré tu Nombre por siempre y para siempre.
3: Grande es el Eterno, y digno de ser alabado, y su grandeza es inmensa.
4: Las generaciones todas celebrarán tus obras y referirán tu poder.
5: La gloriosa hermosura de tu majestad y tus maravillosas obras he de ponderar.
6: Hablarán de cuan terrible es tu poder y tu grandeza pregonarán.
7: Rememorarán la abundancia de tu benevolencia y tu justicia cantarán.
8: Benigno es el Eterno y compasivo, lento en iras y de gran misericordia.
9: Bueno es el Eterno para con todos y sus benevolencias se extienden sobre todas sus obras.
10: Todas tus obras te alabarán, oh Eterno, y tus piadosos te bendecirán.
11: Hablarán de la gloria de tu reino y anunciarán tu poder.
12: Para hacer conocer a los hijos de los hombre sus poderosas hazañas y la gloria de la majestad de su
reino.
13: Tu reino es un reino para todas las edades y tu domonio perdura por todas las generaciones.
14: Sostiene el Eterno a todos los que caen y levanta a todos los que son derribados.
15: Los ojos de todos te esperan y tu les das su alimento a su debido tiempo.
16: Abres tu mano y satisfaces a todos los vivientes con favor.
17: Justo es el Eterno en todas sus disposiciones y santo en todas sus obras.
18: Cercano está el Eterno de cuantos le invocan, de los que le invocan de verdad.
19: Cumplirá el deseo de los que le temen. Oirá su clamor y los salvará.
20: Guarda el Eterno a todos los que le aman y exterminará a todos los malvados.
21: Mi boca dirá la alabanza del Eterno y bendiga toda carne su Santo Nombre por siempre y para
siempre.
Sal 115:18: Y nosotros bendeciremos a Yah desde ahora y para toda la eternidad. Aleluya.

Comentario:

Notemos, en primer lugar, que el número del Salmo, 145, äî÷, es una permutación del Nombre
de Dios í÷ä, uno de los 72 Nombres1. Por su valor numérico, este Nombre tiene el significado general de
Maté HaElohim, íéäìàä äèî, la vara de Dios (Ex 17:9), con la que Moisés realizaba los milagros. 145
es también la suma de los valores de las trece primeras letras, de Alef a Mem, indicativo de la gran
misericordia – las trece midot – que este número y este Salmo canalizan. Por último es la guematria de
Seudá, äãåòñ, comida festiva o banquete, el símbolo de la integración y asimilación gozosa de la
experiencia vital.
En Shabat hay obligación de realizar tres seudot, y eso está relacionado con las tres veces diarias
que se lee este Salmo2, que abre la esfera de Biná y establece la conexión con el mundo espiritual en
general.
En efecto, se trata de un salmo de Tehilá, alabanza. Mientras que la Tefilá, la plegaria, es de
Maljút, la Tehilá corresponde a Biná. En este caso se trata de Tehilá LeDavid, literalmente ‘alabanza para
David’, que es Maljút, lo que indica que su objetivo es unir Biná a Maljút (mediante el Nombre de Dios y
los veintidós canales, como vamos a ver a continuación).

El Salmo 145 es un salmo alfabético. Cada versículo empieza sucesivamente por una letra del
alfabeto, canalizando su energía. De hecho falta la letra Nun (hay 21 versículos), y según el Talmud
(Berajot 4) esto se debe a que esta letra está relacionada con la Caída (Nefilá). Sin embargo, la Nun
aparece incluída en el versículo siguiente: “Soméj HaShem LeJol HaNofelim, Sostiene el Eterno a todos
los caídos” (Ver lo explicado sobre estas dos letras – Nun y Sámej – en el capítulo VI) Además, aparecen
en el Ashré diez Tetragramas, que en nuestro texto se encuentran cada uno con la puntuación vocálica de
su sefirá correspondiente. Estas son las kavanot generales que se aplican a todo el salmo. Establecemos,
por tanto, una conexión completa con el Árbol de la Vida.

Hay también kavanot particulares en algunas palabras o versículos. Por ejemplo, en el versículo
3 (Gadol...) hay oculto uno de los 72 Nombres de Dios: åäå, cuyas letras aparecen en nuestro texto de
mayor tamaño. Este Nombre canaliza la Luz de Jojmá anterior a la Creación, y en concreto va precedido
de Nombre de Dios con la vocalización de esa sefirá.

En el versículo 14 (Somej ...) hay también otro de los 72 Nombres: íîð, también resaltado en
nuestro texto.
Notamos, en primer lugar, que la palabra Somej (letra Sámej) expresa la canalización de Tiféret,
de cuya vocalización va seguida. Su guematria, êîåñ, es 126, que es además el valor total de la
triangulación del Nombre Adonai: à / ãà / ðãà / éðãà.
Por otra parte, si consideramos el Tetragrama, que se lee Adonai, como sintetizado en la letra
Alef (tal como se ha comentado en otros lugares), con las tres primeras palabras de este versículo –
Sámej, Tetragrama/Alef, Lamed – formamos el Nombre de 72: ìàñ, de guematria igual a 91, número que
entre otras cosas representa la conjunción de YHVH (Tiféret) y Adonai (Maljút)
Además, la tercera palabra de este versículo, LeJol, ìëì, de valor 80, equivale numéricamente a
la suma de los Nombres éðãà + äé, “para hacer descender mojín [influencia intelectiva] de Yod He a la
hembra, que es Adonai”, en palabras del Rashash.
Después viene el Nombre Nun Mem Mem. Vemos en conjunto una gran canalización de energía
de Jojmá y Biná a Maljút a través de Tiféret. Nun representa a las 50 puertas (Biná) del universo de la
forma. Las dos letras Mem a los dos mares de sabiduría: superior (Jojmá) e inferior (Maljút), oculta y
manifestada. El Nombre, en conjunto, que suma 130 (í + î + ð), equivale a la triangulación de la
expansión Mah del Tetragrama (Tiféret): àä/åàå/àä/ãåé // åàå/àä/ãåé // àä/ãåé // ãåé. Recordamos el

1
Los 72 Nombres, salvo alguna alusión, no se desarrollan en la presente obra.
2
Y con los tres Ashré incorporados al principio.
significado de la letra Nun, el “pez” que nada en el agua. Queda claro que el objetivo de la encarnación en
la forma es para la obtención de Sabiduría. Esto se consigue no sin lucha. Ahora bien: “Sostiene el Eterno
a todos los que caen y levanta a todos los que son derribados”.

Ya hemos comentado sobre las iniciales de las tres primeras palabras del versículo 16: “Potéaj et
Yadeja, Abres tu mano (tu Yod, ya que mano en hebreo es Yad)”. Hemos visto que estas letras formaban
la combinación éàô, que hemos usado en meditación (V 4c).
Todo lo dicho allí, y sobre la guematria 91 en aquél y en otros lugares, es también de aplicación
ahora. En este punto añadimos que también las tres letras finales de estas palabras, êúç, constituyen otro
código para llevar a tierra toda la energía del sustento material y espiritual que las iniciales generan. Su
valor numérico es 428, al que se añade el 3 de las tres letras, lo que da 431. Esta es la guematria de otro
Nombre: àñåðø÷éã, del que depende la abundancia del sustento material (parnasá)
Además, el propio 428 es el valor de la siguiente palabra en el versículo: Umashbia, òéáùîå, ‘y
sacias’, lo que expresa el sentido de las consideraciones anteriores. La meditación sobre estas letras, êúç,
se realiza entrelazándolas con las del Tetragrama, la fuente de toda bendición: äëåúäçé. Las iniciales de
las tres últimas palabras, LeJol Jai Ratsón, forman la palabra Rajel (Raquel), que en este lugar representa
el Reino (Maljút) que necesita el Shefa (Influencia Divina) que viene de lo alto. Recordamos lo dicho en
el párrafo anterior sobre la palabra LeJol.

Para terminar, un comentario sobre el término Aleluya, äéåììä, que literalmente significa
Alabad a Yah. Vemos que además de este Nombre de Jojmá, Yod He, aparecen las cuatro letras del
Tetragrama (en el orden He Vav He Yod), aparece el Nombre Adonai (en la guematria de He Lamed
Lamed = 65), y aparece el Nombre Elohim en el valor numérico total de 86. Notamos que cada vez que
pronunciamos esta palabra estamos realizando una unificación de estos cuatro aspectos de lo Divino,
correspondientes a los cuatro mundos de manifestación.

No hemos agotado con ello todas las kavanot de este Salmo ya que, como sabemos, todas las
letras y sus combinaciones tienen significado. De hecho, hay escuelas jasídicas que desaconsejaron el uso
durante la plegaria de las kavanot y yejudim del Ari por considerar que eso era limitar el alcance de la
oración al encerrarla en una forma fija. Su recomendación era concentrarse exclusivamente en todas las
letras3, sin activaciones específicas, dejando a éstas, por así decir, establecer su propia dinámica.
No les falta cierta razón, ya que es imposible actualizar todas las posibilidades de un texto tan
multidimensional. Es posible, sin embargo, compaginar ambos puntos de vista si se hace una lectura muy
lenta o si se hacen varias con distintos énfasis en cada una de ellas. Notemos que, si como dice el Talmud,
los antiguos jasidim empleaban una hora completa en la recitación de la Amidá (mas una hora de
preparación mental y otra de asimilación de sus efectos) eso quiere decir que estaban al menos ocho
segundos en cada palabra.

3
Ver más adelante.

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