You are on page 1of 7

Dario Llumiquinga

EL PENSAMIENTO CIENTIFICO Y LA IDEOLOGIA DE LA DERECHA

Resumen: La ideología que desde un inicio mantuvo firme a la derecha genero una serie
de avances dentro del pensamiento científico, desde la segunda guerra mundial se dieron
grandes descubrimientos que fueron la base para el desarrollo de nuevos segmentos de
producción, cabe recalcar que esto genero el desarrollo de nuevas industrias más
especializadas y veloces cuyo fin específico fue el de abastecer la demanda social, sin que
se satisfaga la demanda social específica, es decir la de los grupos que no poseen poder
para adquirir estos productos del desarrollo, mediante esta ideología el pensamiento
científico fue condicionado y se lo utilizo como fuente de sometimiento ya que se
restringió su libre exploración con políticas explicitas.

Palabras clave: Derecha, Avance, pensamiento científico, ideología.

Introducción
La evolución del ser humano en su principio se dio mediante el uso de
herramientas construidas para realizar acciones que no eran fáciles de hacer mediante el
uso de las manos, parte de estas herramientas fueron ayudando al hombre a formar su
pensamiento y desarrollarlo, es así que el conocimiento en sus principios se dio de forma
experimental, lo que bien llamamos conocimiento se dio mediante la socialización de las
ideas acumuladas llamadas también información, el pensamiento científico representa la
capacidad que tiene el cerebro humano para generar ideas especificas o imprecisas, estas
ideas luego podrán ser trasladadas a otras estructuras pensantes a través de la información,
es de esta forma y desde su misma razón de ser como ha ido influenciando la ideología
de la derecha en este pensamiento, ahora bien ¿qué es la ideología de derecha?, esta
pregunta podrá ser contestada de igual forma basándonos en su concepto específico.
Quizphe (2018) refiere que la ideología de derecha es el conjunto de posturas, ideas y
actitudes políticas que tienen que ver con la preferencia en el sentido del deber, la defensa
de la tradición y el mantenimiento de las jerarquías, es decir que quienes se ubican en este
espectro han fijado su pensamiento en el hemisferio occidental del cerebro ya que buscan
aspiraciones de desigualdad, la satisfacción de deseos individuales, la pugna de clases, la
propiedad privada, la partición del poder, la división del trabajo, la injusticia, la
Dario Llumiquinga

separación de la naturaleza y la cultura, la educación privada, el derecho a la herencia, es


decir se caracterizan por la exageración a lo opuesto a la racionalidad, esto se resume en
una sola palabra capitalismo

A comienzos de siglo desde que se dio la segunda Guerra Mundial, la ciencia fue
manifestada con más vigor como uno de los elementos que podrían determinar el futuro
de las siguientes generaciones, mientras que el progreso científico era esencialmente el
resultado de aportaciones que se realizaban individualmente, esto generalmente se
realizaba por científicos que se beneficiaban con pensiones por realizar sus
investigaciones, también realizaban investigaciones aficionados hacia el descubrimiento
de una explicación por los fenómenos que desconocían, es así como nacen los sistemas
de enseñanza planteados fundamentalmente en las creaciones del hombre con los
nombres de ciencia y tecnología, ahora la ciencia estuvo inmersa en nuestra sociedad
como nunca antes lo había estado, conservando su papel creador de formas de
pensamiento científico y asociada cada día más con fuentes de progreso tecnológico.

Por su rápido avance el florecimiento de la ciencia no deja de suscitar aciertas


aprensiones a veces justificadas, el tecnicismo creciente de las teorías y de los
descubrimientos y la especialización cada vez más estrecha que se dio en la mayoría de
investigadores, hay cosas que no se han hecho especialmente en el momento de la
elaboración intelectual del pensamiento, afrontar la situación sin presupuestos previos
inamovibles, afrontar el análisis y la crítica de la evolución de la derecha a nivel global
como afrontamos un problema cuando realizamos una investigación científica, al intentar
saber lo que pasa y obtener hechos confiables y teorías que de manera potente expliquen
y no aceptando nada como definitivo hasta que no tenemos

pruebas contundentes de que vamos por buen camino.

Quienes se dedican a realizar el trabajo intelectual, los mismo que son guiados por
los intereses particulares hacia la demanda capitalista de quienes conforman la derecha,
hace tiempo, por lo menos desde la caída del muro de Berlín, deberían haber asumido, de
una forma decidida, la gran necesidad de pensar que se estaba haciendo, pues se debió
concebir la posibilidad de que se estaba haciendo mal, pero no solamente por lo que hizo
determinado partido político, sino que a lo mejor es que el proyecto mismo tradicional de
la derecha fue enfocado hacia ese rumbo.
Dario Llumiquinga

La ciencia y la tecnología hoy en día se ha convertido en una política muy


especializada e importante, en varias partes del mundo se habla de la sociedad del
conocimiento, pero realmente en esta sociedad la ciencia, la tecnología, la investigación,
el desarrollo y la innovación son factores realmente fundamentales para el bienestar de
las personas, esto genera una consecuencia que implica responsabilidad de los gobiernos
en facilitar un buen sistema de ciencia y tecnología que sea capaz de encajar con las
necesidades crecientes de la sociedad.

Desde hace mucho tiempo la derecha, refiriéndome a la derecha clásica se ha visto


en la tarea de generar nuevas formas de condicionar los grandes conglomerados
mediáticos, los mismos que están en manos del poder económico, político y cultural, pues
este pronto se percató de que son excelentes herramientas para manejar la opinión pública
y, por tanto, la acción o inacción individual y social, muchos de estos grupos de derecha
y personajes son accionistas y propietarios de los grandes medios de comunicación,
laboratorios y demás medios de poder, entonces es necesario para ellos dominar y patentar
sus inversiones en avances tecnológicos, de esta forma es evidente la ideología de la
derecha en cuanto al avance del pensamiento científico, producir generar más ingresos y
fortalecer el mercado global del cual ellos son los más grandes beneficiarios.

Al revisar estos antecedentes se nos platea la siguiente pregunta cuanto influyo en el


pensamiento científico la ideología de la derecha, si bien esto es cierto y tuvo gran
influencia, se revisará bibliografías de grandes pensadores que nos proporcionaran una
perspectiva a nivel general acerca de diversos acontecimientos que dieron forma a este
pensamiento.

Desarrollo

A partir de la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo en las dos últimas
décadas, se ha desarrollado un intenso esfuerzo internacional para incrementar la
capacidad científica y tecnológica de los países subdesarrollados, la mayor parte de esta
acción ha sido instrumentada por organismos internacionales de tipo político o financiero
las Naciones Unidas con sus diversos programas y organizaciones, la Organización de
Estados Americanos y el Banco Interamericano de Desarrollo para el caso particular de
América Latina, pero también han tenido una participación activa organismos oficiales y
privados de las grandes potencias industrializadas, a través de misiones de asistencia
técnica, intercambio de investigadores planes de becas para graduados (Herrera, 2013).
Dario Llumiquinga

Paralelamente a esta ayuda que se ha prestado también se ha llevado a cabo dentro


de los organismos internacionales en dentro de las sociedades más adelantadas, en las
grandes potencias la planificaci6n científica nace debido a la necesidad de controlar y
orientar un sistema de investigaci6n científica y tecnológica ya existente, y cuya eficacia
había sido ampliamente demostrada, se podría decir entonces que en las últimas décadas
el desarrollo del pensamiento científico estuvo condicionado por un elaborado aparato
conceptual para la conducción científica, que era casi totalmente desconocido para los
países que entraron en la Revolución Científica y Tecnol6gica a fines del siglo pasado o,
como en el caso de la Unión Soviética, a comienzos del actual. Si a todo esto se agrega el
hecho de que la ciencia, a través de sus éxitos espectaculares en todos los terrenos de la
actividad social, se ha convertido en uno de los elementos más importantes de prestigio
nacional, se puede afirmar que pocas veces en la historia reciente se han dado
circunstancias aparentemente tan favorables para que el desarrollo de la ciencia pueda no
estar condicionada del dominio de un instrumento básico para el progreso de una sociedad
moderna basada en la primacía del capital (Herrera, 2013).

Hay científicos cuya sensibilidad política los lleva a rechazar el sistema social
reinante no aceptan el papel que el sistema les asigna, de ciegos proveedores de
instrumentos para uso de cualquiera que pueda pagarlos, y hasta sospechan de la pureza
y neutralidad y apoliticismo de las élites científicas internacionales al imponer temas,
métodos y criterios de evaluación, es notable el liderazgo del hemisferio Norte: los
Estados Unidos, Europa, la URSS cabe recalcar que en su mayoría son países de derecha
y extremos capitalistas. Allí es donde se decide o mejor dicho se sanciona, porque no hay
decisiones muy explícitas cuáles son los temas de mayor interés, los métodos más
prometedores, las orientaciones generales más convenientes para cada ciencia, y allí se
evalúa en última instancia la obra de cada científico, culminando con premios Nobel y
otros reconocimientos menos aparatosos, pero igualmente efectivos para otorgar el tan
aclamado ‘status’ (Jiménez, 2006). Allí está la élite de poder del grupo. Este liderazgo es
aceptado por dos motivos contundentes: allí se creó y desarrolló la ciencia más exitosa, y
el grupo no constituye una casta cerrada ya que cualquier estudiante puede aspirar a fama
científica. La ciencia del Norte es la que creó las precondiciones tecnológicas para una
sociedad opulenta, la que obligó a los militares a pedir ayuda y tiene a la religión a la
defensiva, y, por si fuera poco, es la que generó las ideas, conceptos y teorías que son
obras cumbres de la humanidad, capaces de producir emociones tan profundas como la
Dario Llumiquinga

revelación mística, el goce estético o el uso del poder, para decirlo de la manera más
modesta posible (Varsavsky, 1969).

Shills es enfático al argumentar que lo que él llama “industria científica” es decir


los libros y artículos acerca de la ciencia, historia de la ciencia, filosofía de la ciencia,
ética de la ciencia, aplicación de la ciencia en la medicina y en la tecnología agrícola,
industrial y militar y el valor moral de estas aplicaciones no crea conocimiento científico,
aunque reconoce logros científicos e intelectuales, Los modelos institucionales de política
científica y tecnológica diseñados en los diferentes países han presentado características
tales que permiten señalar tendencias comunes. En ellos ha dominado un cierto
paralelismo entre el marco institucional estatal de política científica y tecnológica y los
organismos de política económica y social. La fuerza de los hechos está induciendo, desde
hace varios años, a una integración entre los dos esquemas institucionales. En efecto,
ciencia y tecnología no son entelequias con vida propia e independiente de los procesos
económicos y sociales de una comunidad nacional. Por lo mismo, la política de ciencia y
tecnología que pretenda alguna repercusión sobre la sociedad deberá ir de la mano con la
política económica y mercado que se encuentra ligado al consumismo y hacia la
producción y la adquisición de mejores avances que nos permitan generar más
rentabilidad (Marí, 1985).

El conocimiento puede ser codificado, este no es automáticamente transferible ni


factible de ser incorporado en la tecnología. El conocimiento es ante todo tácito y
circunstancial y son estas dos características los elementos que orientan las diferentes
trayectorias de un desarrollo tecnológico. Así, por ejemplo, dos procesos de producción
en las mismas circunstancias pueden utilizar idénticos insumos en conjunción con igual
información; sin embargo, ellos pueden implementar dos técnicas diferentes debido a una
diferente comprensión de los elementos tácitos de la tecnología. A su vez, las técnicas
existentes no necesariamente agotan los beneficios potenciales de la tecnología. Aun
suponiendo que ellos representan soluciones óptimas en las circunstancias en que es
usada, no se puede concluir que estas soluciones sean óptimas con respecto a diferentes
circunstancias en donde no han sido aún aplicadas (lander, 1992). Los conceptos de
“aprendizaje en la práctica” (learning-by-doing; Arrow, 1962) o de “aprendizaje en el
uso” (learning-by-using; Rosenberg, 1982) capturan la esencia del carácter tácito y
circunstancial del conocimiento y enfatizan que cualquier actividad que implica el uso de
un bien (o servicio) genera aprendizaje y, por consiguiente, conocimiento. En este
Dario Llumiquinga

sentido, la producción de conocimiento no es un objetivo en sí mismo, sino un efecto


colateral de la actividad económica (Villavicencio, 2014).

Conclusión

El pensamiento científico se desarrolló a través de la historia con ayuda de la ideología


de la derecha como ya se pudo observar anteriormente todo llevo un proceso que en sus
inicios fueron netamente por subsistencia, para con el avance de los tiempos este mismo
proceso se enfocó en base a la creciente necesidad de las comunidades que luego se
convertiría en la demanda a satisfacer, fue así que nació la industria y esta necesitaba
cubrir con los requerimientos sociales, pero con el pasar de los tiempos se puede ver cómo
estas perspectivas fueron restringiendo el pensamiento científico englobándolo en
reglamentos que se generalizaron y se transfirieron en nombre del desarrollo
condicionando de esta manera el pensamiento patentándolo y haciéndolo de pocos o más
bien de quien puede pagar por hacer que este se produzca.

Bibliografía
Herrera, A. O. (2013). LOS DETERMINANTES SOCIALES DE LA POLITICA CIENTIFICA EN AMERICA
LATINA . Bariloche: Instituto de Desarrollo Económico y Social.

Jiménez, C. M. (2006). El Club Bilderberg o la articulación del poder real en la sombra: notas
para pensar las raices de la infoxicación. sevilla: Universidad de Sevilla.

lander, E. (1992). La ciencia y la tecnologia como asusntos politicos. Caracas: Editorial Nueva
Sociedad.

Marí, M. (1985). Perspectivas de los modelos de política científica y tecnológica en América


Latina . Bogotá: Departamento de Asuntos Científicos y Tecnológicos OEA.

Quizhpe, L. A. (2018). Ideología política de derecha. Loja: Funiber.

Rodriguez, J. O. (2006). El pensamiento cientifico en la sociedad actual. Madrid: Solana e Hijos


S.A.

Varsavsky, O. (1969). Ciencia, política y cientificismo. Buenos Aires: Centro Editor de América
Latina.

Villavicencio, A. (2014). Universidad, conocimiento y economía . Quito: Universidad Andina


Simón Bolívar.
Dario Llumiquinga

You might also like