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23/05/00
corr. 24-06-00
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Documento elaborado por el Dr. Carlos Pomareda Benel, por encargo del Proyecto PIIEA, del Ministerio de Agricultura y
Alimentación y el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) del Perú. Se agradece la colaboración de la Ing. Mariel
Sifuentes y la Ing. Mariana Torres para la obtención y procesamiento de información; así como los comentarios del Dr. Fernando
Ezeta, Dra. Josefina Takahashi e Ing. Hugo Fano.
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INDICE
Introducción
PARTE I:
AGRICULTURA Y RECURSOS NATURALES
1. Importancia de la Agricultura
2. Condiciones Estructurales en la Agricultura
3. La Evolución de la Agricultura
4. Agricultura y Recursos Naturales
PARTE II.
POLITICAS E INSTITUCIONES
5. Las Políticas Sectoriales
6. El INIA y la Política Tecnológica
7. El SENASA y los Aspectos Ambientales de la Política de Sanidad
8. El INRENA y la Gestión Ambiental en la Agricultura
9. La Política de Gestión Ambiental: Múltiples Instituciones
PARTE III
PROPUESTA PARA FOMENTAR LA GESTION AMBIENTAL EN LA AGRICULTURA
10. La Gestión Ambiental en la Agricultura
11. Propuesta de Acciones Prioritarias
12. Ampliación de la Capacidad del INRENA
13. El papel del PIIEA
14. Comentario Final
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Introducción
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El propósito del documento es proponer una estrategia para fomentar el desarrollo de la
agricultura en el Perú, internalizando la gestión ambiental con una lógica empresarial.
Es decir, recurrir al criterio de que es un buen negocio hacer una gestión ambiental
positiva en todas y cada una de las actividades en la agricultura y en los predios de todo
tamaño. Aún cuando el énfasis esté en los aspectos tecnológicos, se da atención a un
asunto importante: la gestión bajo los principios de una lógica ambiental positiva, como
elemento fundamental para que la innovación tecnológica genere beneficios
económicos duraderos y aumente la competitividad.
Este trabajo reconoce que hay una relación muy fuerte entre la prosperidad de la
agricultura, el manejo racional de los recursos naturales y el desarrollo rural. Por otro
lado, se reconoce que hay una relación estrecha entre la agricultura primaria (cultivos y
crianzas) la agroindustria y la industria alimentaria, y el conjunto de proveedores de
insumos y servicios, que conforman el conglomerado agroindustrial en las distintas
regiones y valles; y que en todos estos niveles hay necesidad de internalizar la lógica
de la gestión ambiental.
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PARTE I:
AGRICULTURA Y RECURSOS NATURALES
1. Importancia de la Agricultura
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Esta cifra fue obtenida de la estimación del PIB nacional y PIB agropecuario a soles constantes de
1994, diferente a la comúnmente empleada que está expresada en soles constantes de 1979.
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Más allá de las consideraciones económicas, la importancia de la agricultura en el Perú
es también de carácter social. Reconocer un millón setecientas mil unidades
agropecuarias es valorar un segmento muy importante de la sociedad peruana.
Además, si se conoce que el 70.4 por ciento de esas unidades son de menos de cinco
hectáreas; la mayor parte sin riego y por lo menos el 40 por ciento en tierras
erosionadas;, se admite que hay condiciones difíciles que deben afrontarse porque son
parte de la estructura económico-social.
Estas condiciones estructurales también implican que en muchas zonas del país la
pobreza rural no se puede resolver y no se resolverá por la vía de los precios de los
productos primarios y la eficiencia en las actividades agropecuarias a las que esos
pobladores actualmente se dedican; a menos que se logre superar sustancialmente la
calidad de los recursos naturales, la disponibilidad de agua, la infraestructura básica de
protección, y la generación de valor agregado en las propias chacras, etc. Mas aún,
mejorar la calidad y cantidad de los recursos naturales no sólo es requisito para una
agricultura con más capacidad competitiva, sino para desarrollar otras actividades no
agrícolas en la chacras y valles, como el agroturismo por ejemplo, y para hacer al medio
rural más atractivo como espacio de vida.
Por lo tanto, en el Perú deberíamos darle más atención a la agricultura como un sector
estratégico desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y su articulación con el
resto de la economía. Por ello no sólo es importante la orientación exportadora, sino la
mayor capacidad para competir en el mercado interno. No se trata de ninguna forma de
pretender el autoabastecimiento; pero si de tener una estrategia que asegure que
cuando los mercados se hacen más inestables y se padece de desastres naturales, el
abastecimiento y los precios sean razonables.
Se refiere con frecuencia que la Reforma Agraria de los años 70’s en el Perú aniquiló la
capacidad empresarial existente y desincentivó el surgimiento de nuevas iniciativas. El
terrorismo de los años 80’s terminó por ahuyentar no sólo a los empresarios, sino a
cualquier productor que pretendiese ser próspero en la agricultura y dispuesto a
disfrutar de los beneficios. La generación de ingresos por la vía de empresas
agropecuarias no se alentó. Esta visión ha comenzado a cambiar y ello se deduce de
las nuevas inversiones en la agricultura por parte de empresas que han generado
recursos y experiencia en otros sectores.
Aparejado a lo anterior, es usual hacer referencia a la población rural en una cifra global
de siete millones. Una gran parte de esta población es pobre y afectada por problemas
de nutrición; sin embargo, es preciso valorar sus capacidades: su talento innato para
producir, su tolerancia a las inclemencias del clima, a las largas jornadas y al hambre.
Por otro lado, es poco lo que se documenta sobre las aptitudes de quienes se
desempeñan como trabajadores de pala y pico, manejan yuntas y chaquitacllas, pueden
esquilar alpacas con destreza, seleccionan frutas y hortalizas o crían cuyes. Estas
cualidades innatas constituyen un gran recurso sobre el cual construir. También
debemos reconocer que la capacidad de la población ha disminuido porque se ha
envejecido, ya que los más jóvenes han migrado y los que quedaron han sido
agobiados por la desnutrición.
Y por último, en éste mismo ámbito se han dado cambios en las formas de financiar la
agricultura. Es usual asumir que en una agricultura medianamente desarrollada,
aproximadamente el 30 por ciento de los gastos anuales se financian con recursos
externos a las chacras. Si el PIB agrícola del Perú es de 7000 millones de US dólares,
la inyección anual de recursos habría sido de por lo menos 2100 millones de US
dólares. Resulta evidente la necesidad de saber de dónde salen cada año esos
recursos, cómo han cambiado las distintas fuentes de financiamiento a través del
tiempo, cuánto se ha dedicado a la adquisición de insumos y cuánto a la adquisición de
bienes de capital y a infraestructura?. Estas posibles fuentes incluyen el crédito
bancario, de las cajas rurales, los prestamistas, las agroindustrias y las tiendas de
insumos, maquinaria y equipos, además del capital accionario en el caso de las
empresas más grandes.
Otro tipo de condiciones estructurales tienen que ver con las actitudes de las personas
y la medida en que dichas actitudes se modifican o no, por la vía de acciones del
Estado. A partir de 1990 los agricultores en el Perú recibieron el mensaje de que la
responsabilidad del Estado es la de mantener el orden macroeconómico y la seguridad,
y que la población tenía que esforzarse más y esperar menos de las instituciones
públicas. Desaparecería así la intervención directa generalizada en el manejo de la
comercialización de productos e insumos, y el crédito por la vía del Banco Agrario. Sin
embargo, el Estado ha mantenido su intervención directa para apoyar a los agricultores
mas pobres -especialmente en la Sierra-, y es oferente de servicios e insumos gratuitos,
habiéndose reconocido que lamentablemente, los beneficios generados para los más
pobres están acompañados de importantes distorsiones en el mercado; y la
consecuente desmotivación para la participación de los sectores privados proveedores
de servicios.
Es oportuno reconocer también que aún hay una parte importa nte del sector productor
que muestra una renuencia a pagar por los servicios estratégicos (investigación,
extensión, información, laboratorios, etc.), bajo la creencia de que éstos deben ser
gratuitos y ofrecidos por las instituciones públicas. Ello se debe en parte a que no
siempre existe claridad sobre la función del Estado y de la empresa privada que puede
ofrecer servicios a los productores. De hecho, como se refirió antes, el Estado continúa
ofreciendo varios de estos servicios en forma gratuita a través de las instituciones y
proyectos del sector. Clarificar estas relaciones será fundamental para desarrollar el
mercado de servicios de asistencia tecnológica y gerencial, de información, de sanidad,
para desarrollar la capacidad de gestión, etc.
El argumento de que los productores son muy pobres para pagar por los servicios no es
válido, ya que el conocimiento y la información tienen a veces más valor que algunos
insumos y son la base del progreso. De hecho, la propia experiencia, a través del
Proyecto FEAS, demuestra que los productores más pobres, aprecian los servicios y
están dispuestos a pagar por ellos. Se requiere que todos los productores -los que
tienen recursos y los más pobres- cambien su actitud en cuanto a la valoración de los
servicios estratégicos, y que poco a poco el Estado deje de ser un proveedor directo y
juegue más el papel de promotor del mercado de servicios.
3. La Evolución de la Agricultura
La agricultura del Perú ha pasado por un largo proceso de cambio a raíz de los
vaivenes en las medidas de política global y sectorial. En cuanto a los cambios
estructurales, los más significativos se dieron durante los años de 1969 a 1980 durante
la reforma Agraria, cuando se modificó sustancialmente la estructura de la propiedad y
de conducción. En este período se reemplaza la empresa privada por la empresa
asociativa y se crea una dependencia sustantiva del Estado. La inversión privada y la
productividad disminuyen notablemente; pero más importante que eso fue la pérdida de
la capacidad de gestión. Como se puede apreciar en el Cuadro 1, los síntomas más
notables de deterioro se observan en este período.
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Entre 1980 y 1985 se trató de retornar a una economía de mercado; sin embargo, las
reformas no progresaron en forma notable; pues se mantuvieron los monopolios
estatales para la comercialización y el crédito agrario. Estas medidas de apoyo
permitieron una recuperación en la producción de los rubros básicos para la Canasta
Alimentaria para los cuales se ofrecieron crédito y se garantizaban los precios y se
inició un proceso de inversión. Este proceso de recuperación se vio truncado por el
surgimiento de la actividad subversiva.
La situación entra en una nueva fase de retroceso a partir de 1985, cuando el modelo
populista profundiza la participación del Estado en la comercialización; pero
especialmente para hacer importaciones de alimentos, utilizando tasas de cambio
preferenciales. A ello se sumaron los créditos a tasa de interés cero en un período de
alta inflación, lo cual condujo a una situación financiera insostenible del Banco Agrario.
El resultado neto de este conjunto de medidas y del terrorismo en el medio rural, fue el
deterioro significativo de la agricultura.
Los casos exitosos se dan en forma aislada en distintos lugares del país. En todos ellos
el factor determinante del éxito ha sido la capacidad de gestión, las innovaciones
tecnológicas y las alianzas estratégicas con otros actores en la cadena agroalimentaria.
Mas aún, en muchos casos no ha habido una acción directa del Estado, aunque se
reclama que para haberlas hecho extensivas se habría necesitado una mayor
participación del Estado.
Fuente: Elaborado por el autor con datos del OIA, Ministerio de Agricultura.
1.A Hortalizas: Achiote, Ajo, Cebolla, Choclo, Tomate
1.B Espárragos
2.A Frutales perennes: Limón, Mandarina, Mango, Manzana, Olivo, Pecano, Vid, Papayo, Naranjo, Palto
2.B Industriales perennes: Cacao, Palma Aceitora, Café, Cocotero, Piña, Plátano, Té
3.A Básicos Costa: Arroz, Camote y Yuca
3.B Básicos Sierra: Quinua, Olluco, Trigo, Cebada, Maíz Amiláceo
3.C Papa
3.D Menestras: Pallar, Frijol
4. Industriales: Algodón, Caña de Azúcar, Marigold, Maíz Amarillo Duro, Sorgo
5. Alfalfa
Por otro lado, también han aumentado las importaciones de los alimentos,
especialmente los procesados y con alto valor agregado. Las cadenas de
supermercados de Lima muestran la amplia gama de productos al alcance de los
consumidores con mejores ingresos, mientras que en los mercados municipales y
especialmente los de provincias, los productos locales son los más destacados. En el
desarrollo agroindustrial las tareas que requieren más atención son construir alianzas
con los productores nacionales y empresas de la agroindustria transnacional y crear
una red de distribución en la que haya más competencia. Las iniciativas en curso para
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crear dos grandes mercados mayoristas privados en Lima (Grupo Romero y Grupo
Wong) son un paso en la dirección correcta pero se requiere más iniciativas privadas y
evitar los oligopolios y monopolios.
Los ejemplos brevemente referidos señalan que en la agricultura del Perú se han
producido algunas innovaciones tecnológicas relevantes, pero no extendidas. Sus
beneficios son evidentes para los agricultores que lograron hacer estas innovaciones,
como también resulta claro es que éste no ha sido un proceso generalizado, la mayor
parte de los agricultores aún se desempeñan en la agricultura con tecnologías limitadas
para incrementar en forma razonable los rendimientos, la calidad de los productos y el
valor unitario de los mismos. Por otro lado, una gran parte de los productores
permanece dedicada a los rubros tradicionales genéricos de baja rentabilidad por
hectárea. Al respecto es importante comentar que no solo es necesario aumentar la
productividad y la calidad de los productos primarios para bajar los costos de modo de
aumentar significativamente los ingresos.
Las innovaciones tecnológicas hechas por los agricultores tienen tres orígenes. En unos
casos se trata de iniciativas privadas desarrolladas individualmente en base a
conocimiento adquirido por los actores a título personal y obteniendo bienes y servicios
en el mercado. En otros casos, las innovaciones son el resultado de joint ventures con
empresas, usualmente en la fase industrial y de comercialización, que han aportado la
tecnología, han ofrecido capacitación, compromiso de compra del producto y, en
algunos casos, parte del financiamiento. En otros casos, la innovación es el resultado
de la acción del Estado en cooperación con los Centros Internacionales del CGIAR que
han aportado el material genético, la asistencia técnica y la capacitación, como en el
caso del desarrollo de variedades de papa.
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Figura 1. Corte Transversal de las Zonas
Agroecológicas en el Perú
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La Costa cubre solo el 8.47 por ciento del total del territorio y de ella la mayor parte es
desierto, pero representa el 18.39 por ciento del área cultivada; y es aquí donde se
obtienen la mayor productividad y rentabilidad por hectárea. Los problemas ambientales
en esta zona, están asociados al drenaje, la salinidad y la erosión eólica; la escasez de
agua de riego y los desastres naturales (en la zona norte). La intensidad del uso de
agroquímicos es un factor que contribuye en algunas zonas al deterioro de las aguas
superficiales y subterráneas y la alteración de la biodiversidad. La urbanización y la alta
concentración de población (49.16 por ciento del total nacional) ejercen también presión
sobre el medio ambiente.
En la Sierra se diferencian por lo menos cuatro zonas; de las cuales las laderas
representan la mayor parte; contabilizando el 22.76 por ciento del área total y el 32.09
por ciento del total del área cultivada. El minifundio, la erosión y la escasez de agua
cierran el círculo vicioso de factores que explican en gran parte la pobreza andina y la
dificultad estructural para salir de ella. En esta zona las principales causas del deterioro
ambiental son las sequías y heladas, el sobre pastoreo.
La Selva que cubre la mayor parte del territorio nacional (60.43 por ciento) contribuye
con el 37.04 por ciento de la superficie cultivada, sin incluir las áreas de coca y las
plantaciones forestales. Tampoco se reportan las áreas boscosas en explotación. En
esta región los problemas ambientales mas directamente relacionados a la agricultura
incluyen la deforestación, las tecnologías de tumba y quema y la insuficiente estructura
de drenaje e el inadecuado uso y manejo de los suelos. Desde luego que hay otros
problemas ambientales de impacto agregado.
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país los efectos nocivos de la agricultura misma sobre el medio ambiente son bastante
evidentes y se refieren a continuación; aunque también se encuentran casos muy
valiosos de un buen aprovechamiento de los recursos y de una gestión ambiental
ejemplar.
Si bien aun hay mucho por hacer en el aspecto de manejo de residuos de cosechas, se
considera que en general, en este campo hay efectos positivos importantes, que surgen
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de la incorporación de dichos residuos en los suelos, así como el efecto sinérgico entre
distintos cultivos y crianzas. La creación de suelos en base a residuos orgánicos en los
arenales de la Costa es un esfuerzo muy valioso y que merece un reconocimiento
especial en el campo de la innovación tecnológica y el manejo de los recursos
naturales.
Mataderos de Ganado y Aves. Estas actividades son señaladas entre las más
contaminantes, debido especialmente a su inadecuada ubicación y mal manejo de los
residuos sólidos y aguas de sangrado. Aunque la normativa existe y la posibilidad de su
aplicación no tiene excusa, es incalculable el número de estas instalaciones que operan
sin el mínimo cumplimiento de las normas. La situación se agrava en los casos en que
están ubicadas en centros poblados, en donde su incidencia en los criaderos de
moscas es foco de infecciones y riesgos de transmisión de enfermedades.
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Agroindustrias. Esta referencia se basa en el caso de los molinos de arroz,
desmotadoras de algodón e ingenios de azúcar. Estas actividades cubren una gama
muy amplia de tecnologías, procesos y distintos efectos sobre el ambiente y, en
general, estos efectos son muy variables. Los impactos negativos sobre el ambiente
ocurren en aquellos casos en que se dio la instalación desordenada y donde hay un
manejo inadecuado en aquellas agroindustrias cuyos desechos no se aprovechan y
contaminan suelos, aguas subterráneas, ríos y aire. En general los impactos negativos
son reducidos, pero existe un alto potencial para el mejor aprovechamiento de
subproductos.
Granjas avícolas y porcinas. Estas actividades han sido identificadas con importantes
efectos negativos sobre el ambiente; sin embargo, ese es el caso solamente cuando
hay una inadecuada ubicación y no se recurre a la tecnología disponible para el
manejo de desechos. La generación de malos olores y moscas y la contaminación de
las aguas y aire por mal manejo de los residuos, son los problemas más comunes en el
caso de las granjas de cerdos. La clandestinidad y el uso de basura para su
alimentación afortunadamente ha disminuido; sin embargo, aún requiere atención.
Explotación del Bosque Natural. La explotación forestal en la Selva es, sin lugar a
dudas, una de las actividades más asociadas al deterioro integral de las condiciones
ambientales con efectos muy negativos en la biodiversidad, y con efectos trascendentes
para otras actividades productivas que se instalan en esas tierras. La colonización
asociada al concepto de tierras vírgenes con potencial productivo es el origen de un
proceso masivo de destrucción y empobrecimiento sistemático. Sin embargo, también
debe admitirse que la extracción de madera sin planes de manejo forestal, con fines
estrictamente extractivos, es tanto o mas dañina. La extracción de madera sin planes de
manejo forestal y las prácticas de destrucción del bosque amazónico traen consigo la
creación de condiciones inapropiadas para otras actividades con potencial muy limitado
en dichas condiciones agrecológicas
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través de los distintos procesos y, en general, estos efectos son entre moderados y
negativos, con pocas excepciones.
Los casos con altos efectos ambientales negativos, son la destrucción del bosque
natural, sin planes de manejo, los mataderos y camales y el uso de agroquímicos en
cultivos. Estos sectores requieren una atención especial. E los otros casos, se trata más
bien de incorporar una visión renovada, con el propósito de generar más ingresos
donde ahora hay desperdicio..
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PARTE II
POLITICAS E INSTITUCIONES
El propósito de esta sección es referirse brevemente a las áreas de política que tienen
mayor influencia en la agricultura peruana dando atención especial a las políticas
actuales y valorarlas en cuanto a su contribución para crear condiciones propicias para
fomentar la innovación tecnológica e inducir la gestión ambiental en la agricultura. Se
considera que ambos elementos son claves para la mayor rentabilidad y la
competitividad duradera.
Se reconoce que además de las políticas sectoriales, muchas otras tienen influencia
directa en las decisiones y desempeño de los agricultores peruanos; sin embargo, en
este caso particular solo se analizan aquellas de carácter ambiental. Para una
referencia a la influencia de las políticas macroeconómicas, comerciales, de fomento de
la inversión y otras, en la agricultura, el lector es referido a otros trabajos (Pomareda,
1999).
La política agrícola en el Perú cubre varios campos, dentro de lo que se conoce como
“la política sectorial”. Dentro de ella las áreas mas importantes son tecnología, sanidad,
manejo de recursos naturales, titulación, comecialización y manejo post cosecha. Estas
políticas se refieren brevemente a continuación. En las próximas secciones se hace
mayor hincapié en las de tecnología y manejo de recursos naturales, para referirse a las
instituciones responsables, el INIA y el INRENA.
La política Tecnológica está a cargo del INIA y cubre los campos de la investigación
para la generación de tecnología y la difusión de la misma. Esta última función se ha
manejado con algún grado de indefinición en cuanto a los limites de injerencia del INIA,
para hacer difusión o para hacer extensión agropecuaria. Sin embargo, debe admitirse
que esta última función la cumplen, en estrecha relación con el INIA, los proyectos
especiales, cuya atención focaliza en los agricultores con menos recursos. En la
próxima sección se aborda con mayor amplitud el caso de la política tecnológica.
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La política de Conservación de los Recursos Naturales la conduce el INRENA. Se
orienta a la conservación y mejor aprovechamiento del sector forestal, los suelos, aguas
y la biodiversidad. También promueve el desarrollo de áreas protegidas. Dentro del
marco de la política de racionalización del uso de los recursos naturales se ejecuta el
Proyecto Subsectorial de Irrigación, que apoya el desarrollo de capacidad en las Juntas
de Regantes, operación y monitoreo de los reservorios, rehabilitación de la
infraestructura de riego y drenaje, y el Proyecto PRONAMACHS, orientado a la
conservación de los recursos naturales y protección de cuencas en áreas de pobreza
asociadas al deterioro ambiental. Por su importancia central para este trabajo el tema
es tratado en la sección subsiguiente.
En cuanto a las políticas sectoriales, su efectividad está dada por la capacidad de las
instituciones responsables. Al respecto, en varios casos se observan mejorías; pero en
general, aún persiste una apreciación extendida entre productores y otros actores
vinculados a la agricultura, de que se requiere hacer una modernización considerable
en las instituciones. Algunas de ellas, como el SENASA por ejemplo, han obtenido
recientemente recursos que les permitirán mejorar el desempeño de sus funciones
normativas y la eficiencia en la prestación de servicios. Otras como la OIA, que ha
incorporado muchos aspectos positivos en su gestión, esta en proceso de preparar un
proyecto para captar recursos externos.
Por su importancia para este trabajo, a continuación se hace referencia explícita a los
casos del INIA, el SENASA y el INRENA y las acciones que desarrollan para
instrumentar las políticas de tecnología, de sanidad agropecuaria y de recursos
naturales. Para cerrar esta sección se incluye un acápite sobre la política ambiental.
Como marco de referencia para las próximas secciones, la Figura 2 muestra las
interacciones y complementariedad requerida entre las referidas tres instituciones, para
fomentar una gestión ambiental positiva en la agricultura del Perú.
INIA
Gestión Ambiental
en la Agricultura
INRENA SENASA
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6. El INIA y la Política Tecnológica
A la luz de una renovación del papel del Estado en cuanto al fomento del mercado de
servicios, se ofrecen dos observaciones: La primera concierne al hecho que se destaca,
de que se fomentará la creación de un mercado de servicios de asistencia técnica. Este
sería un aspecto que requiere mucha atención, precisamente para definir qué
instrumentos de política se usarán para fomentar este mercado de servicios. La
segunda observación se refiere a la interpretación que se haga del servicio de
“extensión”. En tal sentido es deseable interpretar esto con la mayor amplitud, para que
la extensión pueda recurrir a medios como la información, la asistencia técnica y la
capacitación, y para que cubra aspectos temáticos de orden tecnológico, de gestión, de
comercialización, etc.
Las limitaciones para aplicar la política tecnológica para la agricultura no parecen estar
en la naturaleza de los dispositivos legales, sino en la capacidad para su
instrumentación. Esta capacidad requiere valorarse no solamente en el ente rector, sino
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en el funcionamiento del sistema o conglomerado de actores que participan en la
provisión de bienes y servicios, que hacen factible la innovación tecnológica y la
competitividad creciente. Dicho sistema se ha constituido como el SINITTA; sin
embargo, su funcionamiento dista bastante de lo deseable.
Dentro del subsistema privado las empresas y gremios han incursionado tímidamente
como oferentes de servicios agropecuarios, a través de una mezcla de servicios que los
productores necesitan y que no los está ofreciendo el Estado. Para estas empresas
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privadas ofertar una mezcla de servicios o de servicios/insumos/gestión parece haber
sido una forma eficaz de lograr que los agricultores paguen por los servicios. De los
estudios de casos comisionados por el PIIEA entre 18 organizaciones privadas de tipo
gremial y empresas, se concluye que hay algunos casos exitosos de venta de servicios
privados en los que la asistencia técnica es uno de los componentes; pero no hay casos
en que sea el único servicio ofrecido y pagado en su totalidad por los productores.
Respecto a las principales limitantes para la expansión de la oferta de servicios se
señala la falta de incentivos para cubrir los costos administrativos requeridos para llegar
a áreas remotas; las condiciones de riesgo en la producción; la competencia del Estado
quien entrega servicios, semillas y otros insumos regalados o a precios menores que
los del mercado; y la ausencia de una valoración de los servicios por parte de los
productores.
Aún cuando de este análisis, queda claro que el tema de recursos naturales y medio
ambiente, no ha sido central al que hacer de la investigación agrícola del Perú; si debe
reconocerse que dentro del propio INIA y en otros centros de investigación se han
conducido investigaciones muy valiosas que revelan los beneficios potenciales de
innovaciones tecnológicas orientadas por los principios de la conservación y el mejor
manejo de los recursos. Este es el caso de las investigaciones sobre sanidad, drenaje y
recuperación de tierras en la costa; las de aprovechamiento y uso de camellones,
andinos y terrazas en la sierra; las de sistemas silvopastoriles en la Selva, entre otras. A
la luz del peso creciente que adquieren los temas ambientales en la agenda
internacional; apoyar las pocas iniciativas en curso en el Perú, tendrá un alto retorno.
Es importante destacar que las acciones del SENASA cubren un ámbito bastante
amplio en el campo de la Sanidad Agropecuaria. Su responsabilidad no solo está en lo
que concierne a la instrumentación de las políticas a nivel nacional sino también en el
campo internacional. Esto último es particularmente importante en lo que concierne a
plagas como la mosca de la fruta, enfermedades como la Fiebre Aftosa, y a la
participación en la instrumentación del Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias en la OMC. Sin embargo, en esta sección se hace referencia solamente a
las acciones del SENASA mas vinculadas a los aspectos ambientales, respondiendo al
objeto de este documento.
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En su organización, destacan el consejo directivo, la jefatura, y sus cinco direcciones
generales: Aguas y Suelos, Forestal, Areas Naturales Protegidas y Fauna Silvestre,
Estudios y Proyectos de Recursos Naturales y de Medio Ambiente Rural. Para cada una
de ellas se han definido políticas específicas y objetivos concretos. El cumplimiento de
tales objetivos y de metas está limitado por la disponibilidad de recursos.
En esta sección no se trata de hacer una análisis integral del funcionamiento del
INRENA. Mas bien, dado el propósito de este trabajo en cuanto al fomento de la gestión
ambiental en la agricultura, se destaca a continuación el papel actual y potencial de la
Dirección General de Medio Ambiente Rural. En ella se ejerce la evaluación de los
impactos ambientales de los programas y proyectos del sector público agrario, y de
todas aquellas actividades privadas que tienen efecto sobre los recursos naturales
renovables; y se hace un seguimiento y evaluación de las nuevas inversiones.
Los recursos de operación y la estructura regional operativa del INRENA son limitados
(seis unidades regionales) si se comparan con la cobertura de la responsabilidad que se
le ha dado. Es importante por lo tanto que se considere un proyecto de desarrollo
institucional del INRENA en su conjunto. Con esta observación, en la sección final de
este documento se plantea solamente la mejora de la capacidad del INRENA para
cumplir una función mucho mas efectiva en el fomento de la gestión ambiental en la
agricultura.
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En cuanto a la legislación sobre medio ambiente, es oportuno separar dos niveles. En
primer lugar, aquellos dispositivos legales de cobertura amplia y que tienen influencia
directa para la agricultura y para otras actividades productivas. En segundo lugar, los
dispositivos legales del y para el sector agropecuario y forestal. Asimismo, en el campo
institucional muchas instancias tienen competencia en cuanto a la aplicación de las
leyes; pero dos de ellas tienen responsabilidades globales: por un lado el CONAM; y
por otro, el INRENA.
Un campo importante de acción del Estado, pero expuesto a alta polémica concierne a
los dispositivos para certificar que la empresa privada cumple con las normas
establecidas sobre minimización del impacto ambiental. Este es el caso de la
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reglamentación de empresas calificadas para realizar la Evaluación de Impacto
Ambiental (resolución ministerial 0369-94-ag). Aunque definida en otra instancia
pública, la resolución de la Comisión de Reglamentos Técnicos de INDECOPI, emitida
en 1998, es de gran importancia para la certificación de sistemas de gestión de calidad
y ambiental. Este tipo de dispositivos, con un sentido más práctico, irán cobrando
creciente importancia para orientar la actividad privada. Las negociaciones
internacionales, en el campo de los servicios, es de esperarse que el tema de la
certificación ambiental, cobrará creciente importancia y por lo tanto debe ser
cuidadosamente atendido.
Respecto a los mecanismos financieros para apoyar la aplicación de las leyes, éste está
representado básicamente por el FONAM, con aportes del Estado para financiar planes,
programas y proyectos, para la protección del ambiente y el fortalecimiento de la
gestión ambiental. Sin embargo, el énfasis en este caso está en el apoyo a las
inversiones públicas. Por razones diversas el FONAM aun no constituye un programa
significativo de apoyo financiero. Una iniciativa que ha logrado mayor expansión es el
FONAMPE, para apoyar el manejo de áreas protegidas.
Como aportes del Estado, con endeudamiento externo, deben incluirse también los
proyectos como el Sectorial de Irrigación, con un préstamo del BID, el PRONAMACHS
con un préstamo del Banco Mundial y el MARENASS con un préstamo del FIDA. Todos
ellos contribuyen directamente a la conservación de recursos naturales.
La orientación hacia la sanción es una regla general por cuanto las leyes han sido
concebidas con esa filosofía, y no con la de fomentar un proceso de cambio. Esto tiene
dos implicaciones: la primera es que los actores privados identifican la ley como algo
indeseable y entonces las prácticas de evasión, y de intento de soborno se convierten
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en la reacción lógica para evitar el cumplimiento. La segunda es que se pierde la
oportunidad de fomentar una actitud positiva hacia la gestión ambiental, con el propósito
de generar mayores ingresos por valor agregado, bajar costos, ahorrar energía y, en
general, favorecer procesos que tienen efectos positivos sobre el ambiente.
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PARTE III
En el campo de las relaciones sociales, son crecientes las exigencias para minimizar
los conflictos de interés entre actores. Este es el caso de los usuarios de aguas
contaminadas por empresas que tiran sus desechos a los ríos; los centros urbanos
cercanos a las plantas que generan olores desagradables; los agricultores vecinos que
discrepan en el uso de tecnologías por no ser ambientalmente compatibles con los
cultivos que cada uno ha seleccionado; etc. Los conflictos tienden a agudizarse y sería
preferible preverlos y darles temprana solución, antes que se conviertan en casos
judiciales que afectan los costos de las empresas.
Por su parte, las políticas tenderán a ser mas enérgicas en sus exigencias a los
contaminadores y se extenderá el principio “el que contamina, paga”. Esto llevará por
un lado, a la reforma de la política tributaria; y por otro, las políticas encontrarán formas
innovadoras de motivar e inducir al cambio hacia la transformación empresarial
congruente con el interés social de conservar y mejorar las condiciones ambientales.
Como resultado, se afectarán en forma diferenciada los ingresos netos de las empresas
en función de su cumplimiento de las exigencias.
En algunos productos como café, banano, hortalizas y otras frutas hay crecientes
exigencias en el mercado internacional para reducir el uso de agroquímicos. En el
sector cárnico y el avícola hay que producir carne de calidad sin residuos tóxicos y
hormonas; y en el sector avícola y porcino es necesario minimizar olores y procesar los
desechos sólidos. A todas las plantas agroindustriales, mataderos, beneficios de café,
etc. (especialmente los ubicados cerca a los centros poblados), cada vez se les tolera
menos la contaminación de las aguas superficiales y los acuíferos. Es decir, es difícil
que alguna actividad no esté expuesta a la presión del cambio.
Si bien los mercados darán las señales apropiadas, es muy importante definir un
conjunto de medidas de políticas y acciones estratégicas del sector público y de las
organizaciones gremiales del sector privado para inducir el cambio en la dirección más
conveniente. Sin embargo, lo más importante es que a nivel de cada empresa y grupo
de empresas que mantienen relaciones comerciales y contractuales en las cadenas
agroalimentarias, se adquiera el compromiso de “hacerse cada vez más limpias”. Si los
ajustes en los aspectos tecnológicos, gerenciales y en inversión no se dan en forma
rápida, las empresas en forma individual y los grupos de empresas que actúan en
consorcio, entrarían en un proceso irreversible de pérdida de competitividad.
Las normas ambientales tienden a convertirse en reglas universales, que tendrán que
cumplir todas las empresas, especialmente dentro del marco de los acuerdos
multilaterales. Entre tanto, hay numerosas normas con grados variables de tolerancia y
en algunos casos específicas para determinados sectores. A continuación se refieren
algunas de ellas con fines ilustrativos, recordando que las exigencias son variables en
las distintas actividades productivas y en la agroindustria; y los temas que deben ser
objeto de atención, varían según la naturaleza de los procesos. Asimismo, la severidad
de los efectos negativos sobre el ambiente es también muy variable.
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El Banco Mundial maneja algunos estándares ambientales que se exigen para otorgar
préstamos a sectores industriales y agroindustriales en países menos desarrollados.
Hay que destacar que estos estándares son menos rigurosos que los estándares de los
países desarrollados. Puede anticiparse así que, a mediano y largo plazo, una industria
que no cumpla con ellos tendrá problemas para financiar su crecimiento con cualquier
banco, una vez que los bancos hayan incorporado en sus criterios de evaluación de
proyectos estas exigencias del Banco Mundial. Por otro lado, según su grado de
desarrollo relativo y según la importancia que se le otorga a las cuestiones ambientales,
los países definen sus propios estándares. Por ejemplo, en cuanto a la industria láctea,
las exigencias del Banco Mundial y las que han establecido Costa Rica y Guatemala
son variadas. Las del Banco son las más severas, y luego las de Costa Rica. En el caso
de Guatemala las exigencias iniciales son menores; pero se puede apreciar la voluntad
del país de hacer estas normas cada vez menos tolerantes a medida que pase el
tiempo. Esta consideración es muy importante para permitir que las empresas se
adapten gradualmente.
La experiencia en otros países muestra que las presiones para no hacer más estrictos
los estándares son grandes y podrían convertirse en problemas serios de aplicación de
las normas ambientales. Por otro lado, algunas empresas ubicadas en países
desarrollados crean, por medio de sus gobiernos, presión sobre los organismos
multilaterales para que exijan a los países el cumplimiento de estas normas. Se ha
señalado que ello es -en algunos casos- una forma de restar competitividad al corto
plazo, cuando se obliga a las empresas a hacer inversiones.
Las normas pueden convertirse en exigencias que son rechazadas por la empresa
privada, por ello es deseable en muchos casos ofrecer recomendaciones con un
espíritu constructivo, demostrando los beneficios de aplicar determinadas medidas. Lo
importante es reconocer que las buenas prácticas son beneficiosas para las empresas y
que aquellas que no se preocupan por estos estándares de buena práctica ambiental
crean más desechos de lo necesario y despilfarran productos y energía. Como
consecuencia, sus utilidades serán menores que las de sus competidores y al final
tendrán que desaparecer del mercado.
Algunas empresas han tratado de cumplir con normas de forma voluntaria, para mejorar
su eficiencia, bajar sus costos y para poder tener acceso a nuevos mercados. Una de
estas normas en la industria alimenticia en general, es el Análisis de Riesgos y Control
de Puntos Críticos (HACCP, por su nombre en inglés). Siguiendo los mismos principios
del HACCP es posible cumplir con procedimientos similares, una vez que se han
detectado los riesgos que significan los desechos mal manejados para el ambiente y
la salud.
También son muy conocidas las normas ISO (International Standard Organization). ISO
es una organización no gubernamental para la estandarización establecida en Ginebra.
No es parte de Naciones Unidas o de alguna organización de la comunidad europea;
pero está conformada por representantes del sector privado de cada país miembro. Los
representantes de cada país también pueden ser de organizaciones ligadas a los
gobiernos. La certificación del SGA con la norma ISO14001 para el Sistema de Gestión
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Ambiental se registra en la sede central de ISO en Ginebra. La certificación es para
cualquier tipo de empresa o institución y puede ser auditada.
Los Premios Ambientales se han constituido en estímulo para que las empresas se
esfuercen por realizar una gestión ambiental satisfactoria. Su contribución principal es
orientar el desempeño de la empresa con criterios de conservación ambiental, pero
también les ofrece a las empresas una mejor imagen cuando se hacen acreedoras a un
premio. En Costa Rica se ha establecido el premio de Bandera Ecológica para las
industrias que han reducido su contaminación. A diferencia de ISO14000, este premio
certifica, entre otras cosas, que la empresa cumple con la normativa nacional.
35
Aparte del deseo de cumplir con la legislación, ciertas empresas obtienen ventajas
económicas y financieras directas de sus programas ambientales. Tradicionalmente se
piensa que, para cualquier empresa, las medidas para reducir el impacto ambiental
representan nada más que costos y no traen beneficios. En 1995, el profesor Michael
Porter de Harvard Business School desmintió esta tesis y demostró que existen muchos
beneficios para empresas que implementan un programa ambiental de forma
sistemática. Los beneficios se dan en cuanto al proceso de producción, así como en
cuanto al producto.
Dado el análisis hecho sobre la situación sobre la agricultura y sus relaciones con el
manejo de los recursos naturales; del marco normativo y las instituciones responsables
de su aplicación; y de los desafíos que se confrontan para desarrollar una agricultura
más competitiva que internalice la gestión ambiental como uno de sus principios
básicos, en esta sección se proponen las acciones prioritarias para fomentar y apoyar
un proceso de cambio significativo en la agricultura del Perú.
La propuesta está organizada en varias áreas de acción, las cuales giran alrededor de
tres ideas fuerza: La ampliación del conocimiento, la renovación de actitudes y el logro
de capacidades. Con dicha consideración el énfasis está puesto en las personas y las
organizaciones.
Reconocimiento de Actores
Evidentemente que los clientes últimos son los productores agropecuarios, forestales y
agroindustriales, con responsabilidad en la conducción directa de pequeños, medianos
y grandes negocios en la agricultura. Además de ellos, otros miembros de su familia y
los trabajadores en las diversas unidades de producción, requieren estar enterados y
motivados para participar en una forma diferente en las distintas actividades en la
agricultura.
Acciones Prioritarias
Las áreas identificadas como prioritarias para poner en marcha el programa incluyen la
simplificación legislativa, investigación aplicada, difusión de información y capacitación,
asistencia técnica y para la gestión empresarial, nuevos mecanismos financieros y
reformas en las instituciones responsables. A continuación se discuten las propuestas
en cada una de estas seis áreas:
La propuesta en este caso, es que se adopte un compromiso político al más alto nivel
para crear un marco normativo ambiental coherente, que estimule la participación de la
sociedad y de la empresa privada dentro de una economía de mercado, para resolver
problemas ambientales y crear condiciones de ganar-ganar. La realización de este
trabajo con participación del CONAM e INRENA debe asegurar la participación de
distintos representantes de la sociedad y de la empresa privada, y un equipo técnico
multidisciplinario. Además, requiere definir un plan de trabajo con tiempos y calendarios
explícitos. Su responsabilidad será, no sólo la de simplificar el marco legislativo, sino
resolver los aspectos técnicos de dispositivos legales que han quedado pendientes
como la ley de aguas y la ley forestal.
37
Investigación aplicada. El análisis ha revelado que las acciones de generación de
tecnología, incluyendo nuevos conocimientos, material genético, equipos, etc. no ha
valorado en una forma adecuada los aspectos pertinentes a la conservación de los
recursos naturales. Por otro lado, algunas investigaciones orientadas desde la visión de
los recursos naturales no han generado propuestas de solución atractivas para los
actores privados que recurren a las actividades productivas con fines de generación de
ingresos.
La propuesta en este caso, es la de crear redes para diversos temas, reconociendo los
niveles técnicos y gerenciales de los posibles participantes, y que a partir de estas
redes se alimenten otros medios de difusión como mensajes radiales, televisivos y
material impreso. En estas redes pueden participar actores institucionales como los
entes públicos, universidades, gremios, empresas privadas y profesionales
independientes. Es oportuno advertir que el nivel de conocimiento y capacidades de los
distintos clientes es muy variado, así como lo son sus áreas de interés. Por ello la
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recomendación es que estas redes y otros medios de difusión valoren adecuadamente
estos aspectos.
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Por lo menos tres instancias del sector público requeriría importantes modificaciones en
su organización, preparación del personal y ampliación de los recursos para participar
en forma efectiva en esta iniciativa: el INRENA, el INIA y el Ministerio de Agricultura. Se
trata de tres instituciones importantes en la estructura del sector público agrario, y en
las cuales las modificaciones y capacidades tienen que construirse, tanto a nivel central
como en sus agencias regionales y locales en todo el país.
En este caso se recomienda que para cada una de estas tres instituciones se defina un
Proyecto de Modernización Institucional. En los últimos años se han hecho algunos
avances en las reformas, incluyendo la reducción, transferencia de funciones,
simplificación de procesos, etc.; pero no ha habido un plan de inversión para mejorar la
capacidad de cada institución. En esencia, un proyecto de modernización institucional
es un plan de inversión para mejorar la capacidad, e incluye capacitación de personal,
equipos, mecanismos de remuneración por desempeño, simplificación de procesos etc.,
de acuerdo con las funciones que se le asignan.
Una de las tareas que tendrán las instituciones, o por lo menos el Ministerio y en el
INRENA, es generar proyectos para captar recursos externos y monitorear y evaluar los
avances que se logran en cuanto a los resultados de una gestión ambiental positiva en
la agricultura. El papel potencial del Proyecto PIIEA será muy importante en todos y
cada uno de los seis componentes del Programa, no sólo desde el lado de la
generación de demanda por recursos financieros, sino también informando y
capacitando a los actores en el sistema financiero. Por ello a continuación se hace una
breve referencia al PIIEA y sus componentes. Se puede encontrar mayor información al
respecto en los documentos preparados por dicho proyecto.
Tal como se ha definido el plan de trabajo para la DGMAR, implicaría que se duplique la
disponibilidad de recursos. Dado el avance ya logrado es importante y prioritario que se
discuta las propuestas, que se defina un plan integral y que se dimensiones en forma
consistente con la magnitud del desafío. Al respecto es importante que se considere la
posibilidad de estructurar un proyecto de financiamiento externo. Se anticipa que tal
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proyecto provea recursos en mucho mas cuantía que la ahora definida para el período
2001-2005. El apoyo del PIIEA sería de gran utilidad en este sentido.
Además el PROFOSE del PIIEA ofrecerá apoyo a las entidades referidas para la
generación de proyectos de desarrollo institucional. Se considera que ello es una tarea
fundamental por cuanto las instituciones públicas no pueden desempeñar un papel
renovado y cumplir con eficacia las funciones encomendadas, si no disponen del
personal calificado y adecuadamente remunerado, si no reforman sus procesos
administrativos, y si no disponen de equipos y suficientes recursos de operación. Se
estima que los recursos para esta transformación son cuantiosos y no pueden ser
aportados directamente por el PIIEA como parte de un esfuerzo de mediano plazo. Por
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ello el PIIEA apoyará a las instituciones en la generación y negociación de sus
propuestas de desarrollo institucional.
Dado el potencial del PIIEA, es de esperarse que la acción que reciba atención
prioritaria sea la definición de los proyectos de desarrollo institucional del INRENA y del
INIA. Ambas instituciones requieren renovarse en forma sustantiva para desempeñar un
papel más efectivo en el fomento de la innovación tecnológica y la gestión ambiental en
la agricultura. Por lo tanto, considerando las sugerencias hechas en la sección anterior,
la preparación del proyecto para fortalecer la capacidad de la DGMAR del INRENA
sería un primer paso altamente justificado en tal sentido.
Para hacer estos cambios posibles, lo mas importante es tener una visión de largo
plazo, un marco de políticas adecuadas y las instituciones capaces de instrumentarlas.
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Cuadro 3. Distribución (porcentaje) de Actividades por Zonas Agroecológicas
Subsector Actividad Unidad Costa Sierra Selva
C N C S VI LA P LH SA SB
U Algodón rama ha 32 60 2
l Arroz cáscara ha 40 1 6 1 5 ---
T Cacao ha --- --- 33 15
I Café ha --- 97 2
V Caña de azúcar ha 84 15 1 94 ---
O Espárrago ha 55 42 3
S Maíz amarillo duro ha 26 19 1 6
Papa ha 1 3 2 1 64 12 30 17
A Desmotadoras de algodón unidad 13.6 72.7 09.1 01.5 ---
G Algodón fibra qq 28.7 66.1 02.0 02.09 ---
R Molinos de arroz unidad 53.7 41.0 1.7
O Arroz pilado t 50.8 01.1 10.5 08.4 23.4 05.8
I Ingenios azucareros unidad 67.0 25.0 08.0
N
D
U Azúcar comercial t 80.3 18.6 01.0
S Planta de espárragos unidad 20.6 79.4
T Espárrago procesado t 42.9 56.8 ---
R Planta alimentos balanceados unidad 7.9 76.9 4.4 03.5 07.1
I Alimentos balanceados t 16.8 79.3 01.5 01.5
A
Maíz amarillo duro molido t 14.2 82.0 --- 01.9
G Ganado vacuno cabezas 2.9 3.3 2.1 9.1 2.7 3.3 4.6
A Ganado ovino cabezas 0.4 0.8 1.5 7.3 12.9 1.1 0.3
N Pastos naturales ha 0.8 --- --- 2.9 61.6 2.7 0.7
A Pastos cultivados ha 1.5 1.3 0.2 5.3 19.2 2.8 14.7
D
E
R
I
A
A Trucha TMB 53.4 22.1 4.2
V Camarón TMB 11.3 11.8 19.1 9.1
I Peces tropicales y camarones TMB 47.3 8.9
C Peces tropicales TMB 4.83 58.0
O
L
A
F Reforestación has 2.0 0.0 0.4 8.1 5.0 5
O Extracción (contratos) 80.6
R Extracción (permisos) 32.3
E
S
T
A
L
= Norte P= Páramos
C= Centro LH= Ladera húmeda
S= Sur SA= Selva Alta
VI= Valles interandinos SB= Selva Baja
LA= Laderas
15. Bibliografía
AGREDA, Víctor y GRANDA, Arturo. 1999. Análisis social de los potenciales usuarios
del PIIEA en el Valle de Chincha, Proyecto PIIEA, Lima (Perú), 27 de Mayo de 1999
FANO, Hugo et al. 1999. Informe de los estudios de caso, resultados preliminares -
Documento de trabajo, Proyecto PIIEA, Lima (Perú), 26 de Mayo de 1999
RISI, Juan, Fondo de tecnología agraria - Documento de trabajo, Proyecto PIIEA, Lima
(Perú), 15 de Mayo de 1999
VON HESSE, Milton, Lineamientos básicos para una estrategia de desarrollo rural en el
Perú. - Documento Interno de Trabajo. Lima (Perú), 19 de Diciembre de 1998
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GLOSARIO DE SIGLAS
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