Archivos y bibliotecas
Bibliotecas y pueblos originarios
‘por Edgardo Civallero'. Especialista en bibliotecas paro comunidades indigenas
‘Las bibiotecas son herramientas que los pueblos nativos pueden usar para comblar sus
condiciones cuando sea deseable y paro mantener y reforzar sus recursos culturales. Las biblio-
tecas tienen el potencial para dar poder a la gente.
Jefe Harry Lafond, pueblo Cree del Lago Muskeg, Canad
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6Archivos y bibliotecas
En 2007, la ONU aprobé e! texto final de la Dectaracién
de los Derechos de los Pueblos Indigenas’, un documento vin-
culante que equivale a una aplicacién particular de la Declara~
cién Universal de los Derechos Humanos orientado hacia las
naciones originarias. Sometidas a siglos de avasallamiento, ex-
polio, exclusin social, presiones cuiturales y discriminacin’,
y enfrentadas a un sinntimero de problematicas en areas como
salud, derechos civilesy territoriales, seguridad, trabajo y educa-
cién, asi como al propésito de supresion de sus particularidades
linguistics, culturales e identitaras, las sociedades originarias
de todo el mundo encontraron en ese texto un apoyo legal &
internacional a sus reclamos por un trato igualitario y por el
reconocimiento de sus derechos.
Varios articulos de la Dectaracién se ocupan de la cultura’,
tno de los ejes mis importantes de los movimientos socio-po-
litcos indigenas en todo el mundo. Los procesos de acultura-
‘iGn a los que estos pueblos se han visto expuestos han logrado,
‘que una parte significativa de su identidad, su conocimiento, sus
‘expresiones y pricticas tradicionales se perdiera, hecho que
‘amenaza tanto su propia supervivencia como sociedad como
la intogridad de la diversidad cultural global. La riqueza lingUis-
tica de estas poblaciones se ve amenazada, sobre todo, por la
“secular tendencia unificadora de la mayoria de los Estados a
reducir la diversidad y a favorecer actitudes adversas a la plu-
ralidad cultural y el pluralismo lingtistico™. Al respecto, todas
las predicciones indican que, durante el siglo XI, el 80% de los
Idiomas del planeta pueden desaparecer ante el embate de las
lenguas dominantes, hallindose las nativas de América Latina
tentre las que corren mayor riesgo”.
EI ndimero actual de individuos que se consideran indigenas
fen el mundo se calcula entre 300 y 370 millones’, aunque la cifra
€s estimativa, no existiendo datos fidedignos que la confirmen.
Segin el FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agricola),
constituyen alrededor del 5% de la poblacién mundial, hablando
mas de cuatro mil idiomas, e integrando unos cinco mil grupos
diferentes que pueblan alrededor de setenta paises de los cinco
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continentes (aunque aproximadamente el 70% viven en Asia)’
De acuerdo a la misma fuente, suman el 15% de las personas
‘mas pobres del planeta, y cerca de un tercio de los 900 millones
dd habicantes rurales extremadamente pobres de! mundo.
En este enmarafado y alarmante contexto étnico, socio
‘econémico, politico y cultural, las bibliotecas y los centros de
documentacién estén llamados a desempefiar un importante
papel en la recuperacién, conservaci6n, difusion y revitalizacién
de conocimiento en (y entre) dos espacios. Por un lado, dentro
del propio grupo indigena, trabajando con el patrimonio intangi-
ble nativo. ¥ por el otro, favoreciendo la adquisicién de nuevo
conocimiento estratégico externo a la sociedad aborigen y fa
simulténea difusién de informacién sobre el grupo nativo en el
seno de la sociedad no-indigena. La labor de la bibliotecologia
y las ciencias de la informacion, en este sentido, adquiere una.
omplejidad insospechada y un alto valor, si se examina la tarea
desde una perspectiva social, La primera deviene del hecho de
tratarse de poblaciones de usuarios con caracteristicas parti-
culares y, en muchos aspectos, tinicas (por ejemplo, los rasgos
culturales y sus canales, medios y formas de transmisin). El
segundo es consecuencia del rol que la informacién (tanto in-
terna como externa) puede jugar en el desarrollo, el bienestar
y la solucion de problemas presentes en el seno de los pueblos
Coriginarios, asi como en la consolidacién de sus identidades y en
la elaboracion de proyectos a futuro.
Si bien te6ricamente los servicios de la biblioteca —espe-
cialmente como entidad piblica— han estado dirigidos a todos
los sectores sociales", resulta evidente que en la préctica las
‘comunidades indigenas han sido excluidas por omisién hasta
tiempos demasiado recientes. Revisando la literatura académica
internacional disponible puede comprobarse que no fue hasta f-
nales de la década de los 80 del siglo pasado cuando se comenzé
2 trabajar en el diseioy laimplementacién de actividades biblio-
tecarias destinadas especificamente a satisfacer las necesidades
informativas. educativas y recreativas de estos pueblos.CCualquier aproximacién a esta cuestién, tanto desde las
Ciencias de la informacién"® como desde cualquier otra discipi-
nna relacionada con la cultura, debe comenzar por un riguroso
analisis de usuarios que obtenga, de boca de la propia sociedad
indigena, datos sobre su realidad, sus problemas y sus necesida-
ddes mis acuciantes. Sélo de esta forma se podrin disefiar, de la
‘mano de los destinatarios finales (desarrollo de base), posibles
‘caminos para responder a sus inquietudes de manera respon-
sable y respetuosa. A partir de esa evaluacién inical, utiizando
herramientas de investigacién social (por ejemplo, la investiga-
cién-accién) y apoySndose en la teoria de las propias ciencias
de la informacién, deben ponerse en marcha las acciones ade-
Frog da un iio Sa, Montana,
EEUU, al Collection of Western Amerana
neha Rare Bock and Mans Ly
vos y bibliotecas
cuadas para generar propuestas bibliotecarias sostenibles, efi-
ciontes y realistas dentro de los diferentes contextos sociales,
‘econémicos y politicos.
Un primer paso es habilitar los espacios fisicos en los cuales
las bibliotecas desarrollarén su actividad en la comunidad, Tales
espacios deben ajustarse a las expectativas de comodidad y usa-
bilidad de los destinatarios, y pueden asumir formas diversas,
que a veces escapan a lo que se entiende por “Biblioteca” en
los Ambitos més ortodoxos, sin por ello dejar de cumplir sus
funciones con éxito.
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