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1] PRINCIPIO TERRITORIAL
Se formula expresando que la ley penal es aplicable a los delitos cometidos en el territorio del
Estado. Significando que la ley penal de un país determinado rige en el ámbito espacial sobre el
cual ejerce su soberanía dicho Estado; dentro de esos límites tal ley se aplica al autor del hecho
delictuoso, con pres- cindencia de que éste sea nacional o extranjero, domiciliado o transeúnte.
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Este principio territorial se conjuga con una regla general que es necesario tener presente, el de
la "impenetrabilidad del orden jurídico". Principio, que así formulado, significa que la ley penal
de otro Estado no tiene imperio en el territorio del Estado donde se cometió el delito.
Según el cual la ley del país a que el Individuo pertenece es la que debe aplicarse, así un
ecuatoriano, un peruano, cualquiera que sea el lugar donde cometió el delito, debe ser juzgado
por la ley ecuatoriana y peruana, respectivamente. Es decir, que según este principio la ley penal
de cada país sigue al nacional a donde quiera que vaya, es el efecto principal de la teoría de la
dependencia personal de cada súbdito a su Estado.
Este principio, dice Soler, por sus alcances se distingue en activo y pasivo. Activo cuando la ley
penal es aplicable al nacional, sin importar el bien jurídico atacado por éste. Pasivo cuando la
ley se aplica al nacional que delinque en el extranjero, sólo cuando el bien jurídico atacado es
también nacional o cuando su titular es un connacional.
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Se formula al tenor de lo que expresa Fontán Balestra: "Cada Estado, como miembro de la
comunidad internacional, debe proceder a juzgar a todo delincuente que detenga en su
territorio, cualquiera sea su nacionalidad y el lugar de ejecución del delito" Entendemos que la
funda mentación teórica emitida por Sebastián Soler es de mucha claridad, por lo que la
transcribimos textualmente:
"Para fundar teóricamente este principio, se parte de la base de que la naturaleza de la ley penal
hace que ella sea aplicable a acciones de extraordinaria inmoralidad, que afectan por igual la
cultura de todas las naciones de la moderna comunidad internacional y que, en consecuencia,
las artificiales limitaciones que los otros principios determinan no tienen, en definitiva, más
consecuencia que debilitar a todos los Estados en su defensa contra la delincuencia, que para
todos es igualmente peligrosa".
ECUATORIANA
Como se observa es la adopción clara del principio territorial para la aplicación de la ley penal
ecuatoriana y para poder hacer el análisis debemos partir por necesidad lógica del concepto de
territorio.
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El mar territorial;
El archipiélago de Galápagos;
El suelo;
La plataforma submarina;
El subsuelo; y,
Luego, cualquier individuo, nacional o extranjero, domiciliado o transeúnte que cometa delito
dentro de esos límites será juzgado y sancionado de acuerdo a la ley ecuatoriana.
Cuando las infracciones cometidas fuera del territorio ecuatoriano, en los siguientes casos:
c) Cuando la infracción penal es cometida por las o los servidores públicos mientras
desempeñan sus funciones en gestiones oficiales.
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En estos dos últimos numerales se reconoce la validez del Principio de la Universalidad o Justicia
Mundial según el cual, cualquier delito que afecte a la comunidad internacional queda sometido
al imperio de la ley penal ecuatoriana.
El numeral 3 prescribe:
Y a base de esta distinción proponemos las siguientes conclusiones adoptadas por el Tratado de
Montevideo de 1889 (Tratado que no fue suscrito por el Ecuador, más si lo fue el de 1933 en
que se acogen los mismos principios):
Los delitos cometidos a bordo de los buques públicos del Estado son siempre juzgados por la ley
de la nación a que pertenecen, aun cuando el hecho delictuoso se haya cometido en las aguas
jurisdiccionales del otro Estado. (Arts. 8o. y 9o. del Tratado de Montevideo).
En lo que respecta a los delitos cometidos en barcos pertenecientes a los particulares, se sigue
la regla de que la ley ecuatoriana sólo se debe aplicar cuando, al momento de la comisión del
delito, el buque se encontraba fuera de las aguas jurisdiccionales de cualquier Estado -o dentro
de las aguas jurisdiccionales del Ecuador (por el principio territorial). Mas, cuando el delito se
comete a bordo de una nave ecuatoriana de un particular, que está dentro de las aguas
jurisdiccionales de otro Estado, es aplicable la ley de este Estado que ejerce la jurisdicción.
En cuanto a los delitos cometidos en aeronaves ecuatorianas es muy difícil emitir un criterio
rigurosamente admitido por todos los Estados, pero se puede decir que las conclusiones son:
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Cuando el delito se cometa sobre aeronave no militar en vuelo la ley aplicable es la del Estado
subyacente; si la nave no descendiera en ese Estado puede ser de aplicación las normas del lugar
en que se hace el primer aterrizaje;
En los casos en que el delito perpetrado a bordo lesione bienes o intereses jurídicos del Estado
subyacente, el hecho delictuoso queda sometido a la ley de ese Estado, cualquiera que sea la
naturaleza de la aeronave;
Estas son las conclusiones que generalmente se aplican en los casos de delitos cometidos a
bordo de aeronaves aun cuando lo más práctico es que en estos casos se regulen por convenios
directos entre los diversos países.
"Las infracciones cometidas por las o los servidores de las Fuerzas Armadas en el extranjero,
sobre la base del principio de reciprocidad"
El Principio Real o de Defensa también es reconocido por nuestra ley penal y se expone haciendo
constar dos principios: III.
El lugar y el tiempo en que una infracción penal se inicia y se consuma no tiene que ser
necesariamente el mismo. Puede suceder y de hecho, generalmente, sucede, que una infracción
iniciada en determinado ámbito espacial se consuma en otro lugar distinto. Pues bien, cuando
tal cosa sucede, siendo ambos
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1. La doctrina de iniciación del Acto, que tiene como núcleo de solución el lugar donde se
realizó el movimiento corporal. FONTÁN BALESTRA dice: "Sus sostenedores se fundan en que lo
que da lugar a la acción represiva no es el acto prohibido por la ley penal en sí mismo, sino el
hecho de cometerlo, el hecho de obrar de manera contraria al orden establecido por el
legislador". Los partidarios de esta doctrina, cuyo iniciador es Franz VON LISZT, mantienen el
punto de vista de que la ley penal aplicable es la del lugar donde aconteció la manifestación de
voluntad.
El principio de la personalidad tiene como principal efecto el que se determine la Ley aplicable
en base de la nacionalidad del autor. Este principio si bien no es reconocido en toda su
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integridad por ningún pal*» del mundo, turne curta aplicación en algunas legislaciones Hn la
nuestra se lo reconoce en el artículo 15:
"las normas de este Código se apluarán a todas las personas nacionales o extranjeras que
cometan i ni facciones penales"