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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO.

(UASD)

ASIGNATURA:
Hidrografía General de la Isla, y su Importancia Educativa.

AULA DE POSTGRADO:
(N.º6)
TEMA:
Informe de Lectura (10): Aspectos jurídicos y legales sobre el
uso y la contaminación de las aguas.

FACILITADOR (A):
Dr. Ricardo González Marrero.

MAESTRANTE:
Lic. Angel Luis Pérez Herrera.

FECHA:
18 de Agosto del 2018,
Recinto S.F.M, República Dominicana.
Leyes medioambientales nacionales y provinciales relacionadas
al recurso hídrico.
La actual ley del agua (n.º 5852), admitida en 1962 y reformada por las leyes
281, 238 y 431, instituyó los aspectos primordiales del marco legal para la
conducción y manejos de los recursos hídricos en la RD, comprendidos los
siguientes:

1) El agua como potestad pública (lo que simboliza que la pertenencia del
elemento agua habita con los pequeños propietarios o es gubernamental.
2) El procedimiento de concesiones para el uso del agua.
3) Establecimiento de anterioridades del uso municipal del agua.
4) Proscripción de contaminación del agua.

5) Colaboración de los beneficiarios en la administración de los recursos


hídricos.
La ley del agua relaciona los derechos del agua con la pertenencia privada o los
proveedores de servicio público e impone la restricción a las retribuciones de
propiedad privada del agua de que ésta se produzca en la superficie del
propietario en forma de manantiales o agua de lluvia. Conjuntamente, la ley n. º
6 de 1965 creó el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), la
autoridad nacional del agua, asignándole funciones en tres niveles:
1) Desarrollo y planificación de políticas a nivel constitucional (normativa).

2) Administración de derechos sobre el agua, aplicación de las regulaciones y


servicios hidrológicos a nivel organizativo.
3) El uso del agua para el sistema de riego a nivel operativo.

El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos dominicano (INDRHI), bajo el


Ministerio de Medio Ambiente, es responsable del manejo de los recursos
hídricos y recursos relacionados, así como del diseño, la implementación, la
supervisión y la evaluación de programas, proyectos y actividades destinados a
controlar y regular el uso de aguas superficiales y subterráneas. El INDRHI
colabora con otras instituciones sectoriales como:
1) La Secretaría de Estado de Agricultura y el Instituto Superior de Agricultura
dominicano.

2) El Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), con un


centro de servicios públicos que funciona en pequeños pueblos y zonas rurales
y varios centros de servicios públicos regionales de aguas potables y
alcantarillados en las ciudades de Santo Domingo, Santiago, Moca, Puerto Plata
y Romana.
3) El Ministerio de Salud Pública.
4) La Corporación Dominicana de Electricidad.

El Gobierno de la Republica Dominicana está en el transcurso de la delineación


de un nuevo marco legal e institucional para la conducción de los recursos
hídricos. En concreto, se está determinando que el gobierno elabore el borrador
de una nueva ley general de aguas y una ley de abastecimiento de agua y
saneamiento después de varios intentos anteriores. El perfeccionamiento del
marco legal e institucional para el manejo totalizado de los recursos hídricos
dependerá enormemente de estas leyes.

Según un estudio realizado, de 4,500 acuíferos han sido inventariados en todo


el territorio nacional por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi). Un
porcentaje del agua subterránea es aprovechada para el consumo humano e
irrigación agrícola.

Para despejar dudas, los hidrólogos no hablan ni admiten la existencia de ríos


subterráneos en la República Dominicana. Cuando se refieren a las aguas que
circulan por cavernas, grietas o figuras, simplemente los denominan acuíferos.

Las personas, según los hidrólogos, relacionan las aguas subterráneas a un río
superficial, pero son diferentes. Incluso, ni en los estudios sobre el potencial
hidrogeológico del país ni en los libros de hidrogeología se registra el término
ríos subterráneos. En el país hay registrados alrededor de 4,500 acuíferos
inventariados a nivel nacional, según estudios realizados por el Instituto Nacional
de Recursos Hidráulicos.

La calidad de las aguas subterráneas es muy variada, encontrándose


contaminación bacteriológica en el 87 por ciento de los pozos someros por
carecer de perímetros de protección adecuados.

Normativas de riego y explotación de acuíferos. Reglamentos de zonas


inundables.

Alrededor del 76% de la superficie de la República Dominicana (8.900 km2) está


dedicado a la agricultura, del cual un 17% es para agricultura irrigada. De
acuerdo con la FAO, 270.000 ha están equipadas para el riego. El INDRHI estima
que la superficie apropiada para riego es de hasta 710.000 ha, teniendo en
cuenta la adecuación del suelo y los recursos hídricos disponibles. La mayor
parte de la superficie irrigada se encuentra en los valles entre las cordilleras, con
unas precipitaciones medias a bajas y unas pocas restricciones en su suelo
como pendientes, profundidad del suelo y, en algunos casos, problemas de
salinidad asociados con el riego o la presencia de agua salina subterránea.

Las necesidades del subsector riego se relacionan con la mejora de la eficiencia,


la productividad y los aspectos organizativos. De acuerdo con la FAO, se deben
buscar soluciones en el uso de mejores tecnologías, el funcionamiento eficiente
de los sistemas de riego y los medios adecuados de ayuda financiera. La falta
de mantenimiento de la infraestructura existente y el uso irracional del agua son
las causas de la baja eficiencia (global) del riego.

La transferencia del manejo del riego a asociaciones civiles de usuarios (ACU),


iniciada oficialmente a mediados de los años 80, es un proceso aún en curso que
está dando resultados positivos con sistemas de riego en 127.749 ha (46% de la
superficie total de regadío nacional) y está manejado por 41.329 usuarios (57%
del total de usuarios). No obstante, el proceso de transferencia y el rendimiento
de las ACU están lejos de ser ideales. Mientras que las ACU muestran un
aumento significativo en la recuperación de costos, especialmente en
comparación con los bajos índices en las zonas con manejo estatal, es necesario
un alto subsidio por parte del gobierno para ayudar a cubrir los costos de
operación y mantenimiento de sus sistemas.

La Republica Dominicana ha alcanzado un sorprendente aumento en el acceso


al abastecimiento de agua y el saneamiento durante las dos últimas décadas.
Sin embargo, la calidad de los servicios de abastecimiento de agua y
saneamiento sigue siendo baja a pesar del alto crecimiento económico del país
durante los 90. La RD tiene una población de 9,8 millones de habitantes, de los
cuales alrededor del 60% vive en zonas urbanas, y cuenta con un alto número
de servicios de agua en las zonas urbanas, con una cobertura del 97% y el 92%
de la población urbana con conexiones en los hogares.
Un 60 % del territorio de República Dominicana es vulnerable a las inundaciones
y de ese porcentaje, entre el 60 y el 70 % está también en situación de riesgo
ante posibles deslizamientos de tierra. En República Dominicana, una de las
zonas de mayor riesgo es la región del Bajo Yuna, que abarca parte de las
provincias de María Trinidad Sánchez, Duarte, Salcedo, Sánchez Ramírez y
Monseñor Nouel, situadas en el centro y el norte del país. “Toda esa zona es
inundable, es la más sensible a inundaciones por lluvias prolongadas”, indicó
Luna Paulino, pero también incluyó entre los lugares más expuestos puntos de
San Pedro de Macorís (este), Monte Cristi (noroeste) y San Cristóbal (al oeste
de Santo Domingo).
Además, cinco barrios de la ciudad de Santiago (norte), la segunda del país,
están calificados como “de vulnerabilidad urbana” debido a las inundaciones que
registran habitualmente a causa de la acumulación de plásticos que obstruyen
los filtrantes y desagües naturales, explicó el también director de la Defensa Civil.
Junto a estas zonas críticas se sitúan también los barrios de la ribera del río
Ozama, en Santo Domingo, donde habitan unas 250.000 personas
acostumbradas a sufrir las crecidas de este cauce por las lluvias.
Casos de estudio particulares en el mundo, en la Republica
Dominicana y en el NOA.
La sobreexplotación de los acuíferos es un problema común en el mundo y en
particular en países del continente Americano, ya que gran parte del agua que
se emplea en el país proviene del subsuelo (37%). Esto ha resultado en que 101
de los 653 acuíferos nacionales muestran los efectos negativos asociados a esta
condición tales como subsidencia (hundimientos) de suelos (ver Figura 1),
desaparición de lagos, humedales y manantiales, reducción del caudal base de
los ríos y deterioro de la calidad del agua subterránea debida a cambios
Hidrogeoquímica. Estos cambios pueden originarse principalmente por intrusión
salina o por la mezcla con aguas superficiales contaminadas o con aguas fósiles.

El cambio climático afectará la cantidad y calidad de un recurso vital para la


humanidad, el agua subterránea, y es necesario no sólo investigar más esta
fuente sino establecer reglas claras para su uso. Está previsto que la variabilidad
climática cause mayores variaciones en precipitaciones. Las fuentes de agua
superficial como reservas y lagos pueden sufrir mayor estrés hídrico en el futuro
por lo que la demanda por fuentes subterráneas aumentará.
El agua subterránea representa la mayor reserva a nivel mundial de agua potable
para el futuro. Es una reserva estratégica para luchar contra los impactos del
cambio climático, afirma: José Luis Martín Bordes, Programa Hidrológico
Internacional, UNESCO.

El agua subterránea representa la mayor reserva a nivel mundial de agua potable


para el futuro. Es una reserva estratégica para luchar contra los impactos del
cambio climático y los problemas de sequía y contaminación del agua superficial.
Estamos hablando de un recurso hídrico subterráneo que es invisible y eso crea
muchos problemas. En el caso de cuencas hídricas fluviales los sistemas son
superficiales y visibles, el agua subterránea en cambio es el agua que está
contenida en la roca".

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