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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO ACADÉMICO MÉRIDA

LA FAMILIA

Autoras:
Escalante Olida CI: 15234805
Gallo Mireya CI: 13761535
Rangel María José C.I: 16444758
Tutora:
Lcda. Yaneth torres

Mérida, febrero de 2019.


La Familia

Desde los inicios de su devenir sobre la faz de la tierra, el ser humano


es una especie cuyos miembros requieren de la conformación de grupos
sociales amplios para poder incrementar sus posibilidades de sobrevivencia.
Los diversos agrupamientos satisfacen necesidades de las personas, tales
como alimentación, cuidados, amor, protección, relación. La vida social
permite al hombre la trascendencia, su desarrollo cultural y espiritual, más
allá de la satisfacción de sus necesidades básicas. El hombre es
esencialmente un ser social. Cada persona en esa convivencia con los
demás, alcanza el pleno desarrollo de sus facultades. Gracias al resto de las
personas con las que convive, consigue lo necesario para su subsistencia y
lo que él haga será necesario a su vez, para otras personas. Estos grupos se
componen por individuos con características particulares, que comparten
conductas y objetivos similares, en los cuales se establecen vínculos por
consanguinidad y por parentesco.
Entre los logros sociales inherentes a la evolución y adaptación del
hombre a las circunstancias que le rodean, está la lengua, posteriormente
transformada en lenguaje, herramienta que permite asignar un concepto,
socialmente aceptado a cada elemento conocido de la realidad del ser
humano, de allí el surgimiento del concepto de familia. Si bien, cada lengua,
cada idioma, asigna un lexema y un fonema especifico y propio para este
concepto, la esencia de la idea se sostiene en diversas culturas, con sus
particulares variantes.
Lo antes señalado permite entonces establecer que la familia es el
primer agente socializador y el grupo primario en el cual el ser humano
adquiere las primeras normas de conducta, los roles, los valores éticos, las
nociones de tiempo, las destrezas físicas y fundamentalmente el lenguaje
que posibilita el proceso de socialización.
Los procesos de transculturización, propios de los procesos de
conquista y expansión de los imperios, permitieron que el concepto de familia
se viese afectado tanto, como cualquier otra idea y creencia. La capacidad
de reproducción dio origen a un concepto de familia matriarcal, en la cual la
mujer dictaba las pautas de la dinámica social y el hombre era quien suplía
las necesidades. Los logros tecnológicos y la aparición de grandes urbes,
relego el papel de la mujer y convirtió al hombre en la figura central del
concepto de familia, idea que a pesar de no ser del todo valida en la
modernidad, aún tiene gran predominio.
La aparición de las ciencias sociales y la formalización de los sistemas
educativos permitieron al hombre definir familia, desde el punto de vista de la
sociología, como el término que refiere a la unidad social constituida por el
padre, la madre y los hijos. Por otra parte, en el Derecho, la familia es un
grupo de personas que está relacionado por el grado de parentesco. Esto
permitió ampliar la idea de familia al considerarse en el ordenamiento
jurídico, tres tipos de parentescos:
i) consanguinidad (personas que descienden del mismo progenitor),
ii) afinidad (entre el cónyuge y los consanguíneos de su cónyuge) y,
iii) civil (adopción).
Los elementos endógenos y exógenos de la sociedad han ido
transformando la idea de familia, la cual posee una estructura y un papel
particular y variado, según la sociedad. En la actualidad se pueden señalar
grosso modo cuatro tipos de familia: La familia nuclear o tipo, conformada
dos adultos con sus hijos y se le considera el estereotipo, casi utópico, de las
sociedades modernas. En un segundo tipo de familias, se tiene a las familias
extensas, en las cuales el núcleo está subordinado a una gran familia con
abuelos y otros familiares. En el tercer tipo se encuentra la familia
monoparental, en la que los hijos viven solo con el padre o con la madre en
situación de soltería, viudez o divorcio. En la perspectiva de género, crecen
las familias monoparentales con jefatura femenina y, ante la precariedad del
empleo, de los ingresos y de la seguridad social, también aumenta de
manera correlativa, la pobreza y la indigencia de gran parte de estos
hogares.
En los países en vías de desarrollo o con bajos niveles de desarrollo
social, esto es propiciado por la ausencia o limitaciones de la responsabilidad
del Estado, que enfatiza la subsidiaridad de las políticas públicas basadas en
la ayuda económica a cambio de unos compromisos por parte de la familia,
generalmente a cargo de la mujer. Y finalmente, la flexibilidad de las normas
sociales y el desmarque de las regulaciones religiosas, ha permitido en la
actualidad la proliferación de un cuarto tipo de familia, las familias
ensambladas, donde los padres conviven con los hijos de la pareja y con los
de matrimonios anteriores.
La familia es un eje consustancial al ser humano y es la más
representativa de las instituciones sociales, presente en todas las
organizaciones y períodos históricos. La antropología, la sociología y la
historia reportan su carácter universal, en tanto es el ámbito del vínculo
primigenio de las interacciones y de las mediaciones en la convivencia
sociocultural. La familia no es potestad de una sola área social y es
transversal a todos los procesos intrínsecos de la humanidad.
Paradójicamente, el tema de familia es quizás el asunto más complejo
y resbaladizo del mundo social. Los soportes de la institucionalización través
de la asignación como ámbito primario de la formación humana, la
preparación para la integración social, la experiencia temprana de la
interacción y la convivencia cotidiana desde una parentalidad impuesta
(consanguinidad) y elegida (afinidad), la demarcación de las posibilidades y
los límites en el ejercicio de la sexualidad y el escenario del encuentro o el
desencuentro entre los géneros, las generaciones, las orientaciones
sexuales y las subjetividades hacen de la familia un ámbito de profundas
policromías, poliformismos y multipolaridades, no obstante la presión del
orden social y cultural para encuadrarla en un único modelo de vida y
organización, como un mundo homogéneo y sagrado.
Es la familia el reducto de la sociedad, en la cual se evidencian
virtudes, fortalezas y falencias del sistema social y de socialización, por tanto
es un elemento heterogéneo, marcado por diversas conductas, habilidades y
caracteres sicológicos propios de cada individuo que se incorpora a un
núcleo familiar y las secuelas que deja la ausencia, relativa o absoluta de sus
miembros, cuando por razones diversas, son excluidos tacita o
implícitamente del núcleo familiar.
Es la familia por tanto no solo producto de la convergencia de
múltiples factores, sino que su estudio, análisis y protección debe abordar el
significado familia con mirada interdisciplinar. Precisamente por ello, no se
puede mirar a la familia única y exclusivamente como si de un objeto se
tratara, la mayor parte de las veces un objeto problemático, sino, como lo
que es, un sujeto social y comunitario con una identidad relacional y
mediadora que contribuye activamente al bien de la sociedad

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