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Huayra, Guaira o huayrachina (en quechua: viento) era un horno para fundir minerales de la época prehispánica.
Distribución y registros
Aún no se ha analizado el área específica donde se ocupaba este tipo de horno, pero se sabe que fueron
difundidos por los inca y ampliamente utilizados en gran parte del Tahuantinsuyo. En Argentina se han
encontrado restos de huayras asociadas a un maray en la provincia de Salta, específicamente en el "sitio de
Cobres", también en "La Encrucijada" situada en la misma provincia se descubrieron estructuras de fundición
circulares de 1 metro de diámetro por 1 metro de alto. En Catamarca, en las localidades de Quillay5 y Rincón
Chico se pueden observar restos de estos artefactos juntos a otros de época pre-inca y de la conquista española.
En Chile aún se conservan restos de unas 26 huayras en el complejo metalúrgico de Viña del Cerro. En el mineral
de Potosí en Bolivia la eficacia de este sistema queda evidenciado con la utilización de la huayra hasta después de
la conquista europea de la zona. Numerosos hornos operaban en las ventosas laderas para beneficiar el mineral
de plata.
El ayni es una forma de ayuda mutua originada en los ayllus, una forma de comunidad basada
en la familia extensa, alrededor de una nueva pareja que ha recibido su "topo" o área de tierra
agrícola que consideran suficiente para ellos, a lo largo de los Andes.
Es un edificio concebido principalmente para su uso como vivienda unifamiliar, que comparte terreno en una misma finca con un a superficie sin construir, como un jardín o un
patio adyacente, pero sin patio interior entre las habitaciones.
Los primeros chalets se originaron en Suiza y en otras naciones alpinas; aunque poco después fueron
instauradas también en otras regiones. Se trataba de edificaciones de madera con tejado en pendiente
donde vivían los pastores. Por lo general, tanto ellos como sus familiares se ubicaban en el nivel
intermedio, con el ganado situado en un establo desarrollado en el piso de abajo y un granero o pajar en la
planta más alta. Esta disposición se modificaba con el paso de las estaciones. En el verano, el ganado era
llevado a los pastos alpinos, donde los pastores contaban con algún tipo de choza. Por entonces, el piso
inferior del chalet quedaba libre para otros usos.
Hoy, se consideran chalets aquellas viviendas que se encuentran inspiradas en este diseño alpino, aún
cuando se hallen en la ciudad y no tengan ningún uso vinculado a la ganadería o la agricultura.
En las diferentes regiones las estructuras de estos edificios eran diversas, se tenía en cuenta no sólo los
materiales con los que se contaba sino también la frecuencia de lluvia y demás elementos climáticos que
pudieran afectar la estabilidad de la construcción. Tal es así, que se conocen diferentes tipos de chalets hoy
en día, cada uno derivado de una región particular, algunos de ellos son: Chalets estilo americano,
anglosajón, normando, anglo normando, italiano y germánico, entre otros. Cabe mencionar que en cada
país también se conocen nombres particulares para los mismos de acuerdo a la región donde se hallan
instaurado.
El material con el que se encuentran construido también varía de acuerdo al tipo de chalet, puede ser de
piedra, de mampostería o de madera.
El diseño maximalista, que siendo un estilo y tendencia actual, tiene unos antecedentes lejanos. Estilos como el Gótico
flamígero medieval, el Barroco y Rococó, el Victoriano y el estilo Pop, entre otros, eran también maximalistas. Estilos
que daban, como el maximalismo, importancia a la ornamentación, a la mezcla, a la sofisticación y dejaban muy de
lado la funcionalidad. Pero fue sobre todo el movimiento Posmoderno de los ochenta, el que podemos considerar
como antecedente más cercano. La crítica de este a la excesiva austeridad del racionalismo de la posguerra es
prácticamente la misma que el diseño maximalista de nuestros días da al minimalismo.
Maximalismo que se ha extendido al arte, arquitectura, moda e interiorismo. En la moda con diseñadores como Driess
Van Notten y Vivienne Westwood que parten de formas que tienden al exceso, a la libertad creativa, a la sofisticación.
En arquitectura con Frank Gehry que, aún partiendo del concepto de la deconstrucción, tiende a formas maximalistas.
En el caso del interiorismo, podemos marcar dos tipos de percepciones, de forma de aplicación, del maximalismo. Por
un lado, hay interioristas que entienden el maximalismo como exceso, formas ostentosas y barroquismo. Una forma
de volver a cierto interiorismo de la década de los ochenta del pasado siglo. Los interiores que podíamos ver en series
televisivas de éxito de la época como Dinastía. Otros interioristas entienden el maximalismo como una manera de
eludir las formas funcionales y minimalistas que, para ellos, coartan la libertad creativa. Una forma de realizar
interiores libres, originales y dinámicos.
En términos generales, un interior maximalista se caracterizará por los elementos siguientes. Se tenderá a utilizar
formas onduladas, curvadas y muy ornamentadas. Materiales y acabados buscarán la sofisticación. Se utilizará una
amplia paleta de color. En el mobiliario se partirá de la mezcla de estilos, pudiendo por ejemplo coexistir muebles
vintage con mobiliario industrial. En la iluminación se buscarán efectos dramáticos. El eclecticismo, la mezcla, y la
ornamentación serán elementos básicos para la tendencia.
Historia
No se tiene claro exactamente en qué año se haya iniciado la construcción de la obra, pero se especula que estaba desde el período de los Ayamaras.
En el año 1438, al asumir el poder el noveno Inca, Pachacuteq, sufre una remodelación incluyendo la ciudad entera, para luego pasar a llamarse Qorikancha. En ese sentido, los
investigadores no llegan a un consenso, debido a que Brian Bauer señala a través de una cita, que aproximadamente pudo haberse terminado en el gobierno de Túpac Yupanqui
(Cusco, Chinchero 1441-1493). Aunque investigadores como John Rowe, afirma que finalizó en la época del gobierno de Pachacuteq.
Según la concepción Inca, el Qorikancha fue el centro religioso, geográfico y político del Cusco, tanto así, que cronistas como Garcilaso de Vega y Cieza de León, lo describen
como el templo “laminado en oro”: Sus pisos y paredes, incluyendo el jardín, tenían animales y plantas a tamaño real, también de oro.
Menciona Brian S. Bauer que la ciudad del Cusco era un centro sagrado para los Incas y, como tal, los templos que en ellas se levantaron, debieron responder a ese concepto.
El templo poseía muchas divinidades al interior, pero en diferentes nichos, y como principal, el Dios del Sol (Inti), representado por una figura masculina llamado
Punchaocanchiq, en tamaño real hecho de oro, y en otros como la diosa Luna, por una figura femenina hecha en plata. Además en el patio central se encontraban vicuñas, aves,
árboles, plantas como el maíz, etc. todo en tamaño real hecho de oro y plata.
Los cronistas mencionan que toda esta riqueza se trasladó a Cajamarca en centenares de llamas para el rescate del Inca Atahualpa.
Posteridad
En 1533, el templo fue saqueado casi por completo, despojado de los metales preciosos que lo decoraban y en la repartición del Cusco, el templo fue asignado a Francisco
Pizarro. Antes de la invasión, los Dominicos construyeron en 1530 el templo de Santo Domingo encima de las cimientes del Qorikancha.
Esta obra Inca en la cual quedan pocos cimientos ha sufrido tres terremotos (1650, 1749 y 1950), sin mayor daño, a diferencia del templo español. Después del suceso de 1950,
en 1956, se inició la reconstrucción del templo de Santo Domingo (bajo la supervisión de la UNESCO) con algunas modificaciones, dando preferencia en exponer los muros
Incas, formando así una cubierta en la mayoría de las partes de los muros de Qorikancha.
El templo, los materiales y la técnica que son muy parecidas al de Sacsaywamán o Machu Picchu, a excepción de que aquí no se
presenta el estilo Megalítico, sino más al estilo imperial con aparejo regular en paralelepípedos; el elemento predominante es la
piedra andesita, también hay granito granulado y calcita, talladas con piedra de río que tienen compuestos de cuarzo y son pulidas
con diversos engranajes.
El refinamiento en la piedra es de estilo imperial y simétrico, casi estandarizado en cada uno de los sillares; como su nombre señala,
inicialmente fue una cancha el principal tipo de construcción Inca para los principales recintos.
El muro ha sobrevivido al tiempo, los embates humanos y sísmicos del cual nos evidencia que fue una de las mejores obras Inca.
Con una adecuada filtración, separando los sólidos más gruesos, el agua pluvial se
puede reutilizar para baldeos y riego de zonas ajardinadas.
Cabe señalar, que excepto las casa con piscina; regar, lavar los autos o
limpiar la vereda representan alrededor del 50% del consumo de agua
en la ciudad. Es decir que con un sistema de recolector de lluvia se
podría reducir la cuenta del agua a la mitad, y también ahorrar en la
cuenta de luz en aquellas casas con sistema de pozo y bomba de
agua.