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T = P·du = P · u̇ dt (3.2)
T = P·u (3.3)
∂σ ∂τ
+ + F = 0 (3.5)
∂x ∂y
∂σ ∂τ
+ + F = 0 (3.6)
∂y ∂x
τ σy
X
dx
Y v + ∂ v dy
∂y
u + ∂ u dy
∂y
v v + ∂ v dx
u ∂x
dy
v u + ∂ u dx
∂x
u
X
dx
En la cara x negativa
−σ dy u − τ dy v
En la cara x positiva
∂σ ∂u ∂τ ∂v
+ σ + dx dy u + dx + τ + dx dy v +
dx
∂x ∂x ∂x ∂x
En la cara y negativa
−σ dx v − τ dx u
En la cara y positiva
∂σ ∂v ∂τ ∂u
+ σ + dy dx v + dy + τ + dy dx u +
dy
∂y ∂y ∂y ∂y
∂σ ∂u
dx dy u y σ dx dy
∂x ∂x
Similarmente aparecen los siguientes términos
∂τ ∂v
dx dy v y τ dx dy
∂x ∂x
∂σ ∂v
dx dy v y σ dx dy
∂y ∂x
∂τ ∂u
dx dy u y τ dx dy
∂y ∂y
y finalmente los debidos a las fuerzas másicas que también son de 2do. orden. Agrupemos aquellos
que multiplican a u y a v
∂σ ∂τ
+ + F dx dy u = 0
∂x ∂y
∂σ ∂τ
+ + F dx dy v = 0
∂y ∂x
Debido a que el sólido está en equilibrio los corchetes son nulos, luego nos queda lo siguiente
∂u ∂v ∂u ∂v
+ σ +τ + (3.7)
σ dA
∂x ∂y ∂y ∂x
Por otro lado si ahora integramos este diferencial de energía de deformación desde el comienzo
del proceso de deformación, tendremos la energía interna almacenada
W = dW (σ, u) (3.9)
Para lo cual habría que conocer como es el proceso de deformación del sólido. Por otro lado como
estamos considerando sólidos elásticos, la energía almacenada no depende del camino recorrido sino
exclusivamente del estado tensional final.
Notar por otro lado que en la expresión
∂u ∂v ∂u ∂v
+ σ +τ + (3.10)
σ
∂x ∂y ∂y ∂x
los desplazamientos u y v son infinitesimales, corresponde escribirlos como du y dv (hasta ahora
no lo habíamos hecho para aliviar un poco la notación), por otro cada componente de tensión (σ ,
σ , τ ) está multiplicada por el correspondiente incremento en la deformación asociada, es decir
∂du ∂u
= d = dε (3.11)
∂x ∂x
∂dv ∂v
= d = dε (3.12)
∂y ∂y
∂du ∂dv ∂u ∂v
+ = d + = dγ (3.13)
∂y ∂x ∂y ∂x
luego la expresión del incremento en la energía interna de deformación puede escribirse
Si además de elástico el material es lineal, entonces es posible escribir las tensiones en función
de las deformaciones, lo que permite integrar fácilmente la expresión anterior.
donde ε es la deformación axial del eje baricéntrico (asociado al esfuerzo axial). Luego la energía
específica (por unidad de volumen) de deformación vale
En vigas nos interesa la energía específica por unidad de longitud de la viga, para obtener ésta
es necesario integrar en el área de la sección
dW̄ = E {ε (x) dε (x) + ε (x) dχ (x) y + χ (x) y dε (x) + χ (x) y dχ (x) y} dA
2
Integrando a su vez a lo largo del eje de la viga tendremos la energía interna de deformación
de toda la viga
1
W = W̄ dx = E A ε (x) + I χ (x) dx (3.21)
2
Notemos que la energía asociada al esfuerzo axial está desacoplada de la debida a flexión. Lo
mismo ocurre con la flexión en el otro plano principal de inercia, y con la torsión. Luego la energía
interna de deformación total de un elemento de viga será
1
W = E A ε (x) + I χ (x) + I χ (x) + GρJθ dx (3.22)
2
Esta expresión puede ponerse también en términos de los esfuerzos resultantes, reemplazando
las deformaciones a través de la relaciones constitutivas, en tal caso resulta
1 1 1 1 1 1
W = N (x) + M (x) + M (x) + (3.23)
M dx
2 E A I I GJρ
2
Como se ha hecho notar, la teoría clásica de vigas desprecia las deformaciones de corte, conse-
cuentemente la energía interna de deformación asociada al corte transversal es nula. Sin embargo
si se desea evaluar el valor que tiene esta energía puede calcularse
1 Q
W (Q) = dA (3.25)
2 GA
donde A es el área de corte, definida por
A = kA (3.26)
suponer que la deformación de corte transversal promedio que se ha despreciado puede calcularse
mediante.
Q
γ̄ = (3.27)
GA