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análisis

Humboldt y la situación
sociopolítica de la Nueva España
GUADALUPE ÁLVAREZ LLOVERAS*

l final de su viaje por todo Hacia el final del siglo XVIII y cerca de tres millones y medio; las

A el continente americano,
Alejandro de Humboldt
llegó al virreinato de la Nueva
España el 23 de marzo de 1803.
principios del siglo XIX, el virrei-
nato de la Nueva España era un
amplio y desigual territorio. Según
el padrón que ordenó levantar el
castas, poco más de un millón de
personas, un 22%. Los descen-
dientes de negros eran casi diez
mil habitantes (De la Torre,
Lo acompañaron en el viaje el virrey segundo, conde de Revilla- 1995:45).
médico naturalista francés Aimé gigedo, entre 1790 y 1793, la po- Los españoles y criollos con-
Bonpland y Carlos Montúfar, blación oscilaba alrededor de 6 trolaban buena parte de la riqueza
quien posteriormente desempeña- millones 122 mil 354 habitantes. del país y estaban ligados a los in-
ría un papel muy importante en la Esos 6 millones se concentraban tereses de la metrópoli. Se desen-
independencia de Ecuador. en 30 ciudades, 95 villas, 4 mil volvían en el comercio, la agricul-
En el presente año 2008, cuan- 600 ciudades, 4 mil 682 pueblos y tura, la minería, la administración
do se conmemorarán el bicente- 165 misiones. Otros, no contados, civil y religiosa.
nario de la invasión napoleónica a vivían tanto en las llanuras del Los criollos destacaban por su
España y las tentativas de los sín- norte como en las selvas tropica- mejor preparación cultural, apego
dicos del Ayuntamiento de la ciu- les de los litorales del sur. Esa a la tierra donde nacieron y un
dad de México por establecer un población era desigual en todo: sentimiento intenso de nacionali-
gobierno independiente de la me- en su economía, en su organiza- dad. Los mestizos que lograban
trópoli, es conveniente recordar ción social y política, en su cultu- asimilarse a la familia del padre
las condiciones política, económi- ra y su origen. El centro del reino español, podían destacar por su
ca y social que encontró el Barón era lo más poblado, con algunas cultura y fortuna. Si no tenían
de Humboldt en el virreinato. zonas hacia el sur como Oaxaca. esa oportunidad, descendían en
Este artículo analizará las des- Las reformas realizadas por el categoría y se mezclaban con los
igualdades e injusticias que en- rey de España, Carlos III de Bor- descendientes de negros y blan-
contró Humboldt en la sociedad bón, en 1786, dividieron al terri- cos, de indígenas y negros y cons-
novohispana, expuestas en su En- torio en doce intendencias: Méxi- tituían las castas. Las castas repre-
sayo político sobre el reino de la co, Puebla, Veracruz, Mérida, San sentaban el escalón más bajo de la
Nueva España, que le permitieron Luis Potosí, Oaxaca, Valladolid, pirámide social. No tenían posibi-
prever, con varios años de antici- Guanajuato, Guadalajara, Duran- lidades de mejorar y casi no te-
pación, el estallido del movimien- go, Zacatecas y Arizpe. La pobla- nían derechos. Entre ellos se en-
to de independencia. ción se componía de un 18% de contraban los negros esclavos, los
criollos, aproximadamente un mi- cuales cultivaban en el campo y
llón de habitantes. Los españoles en los ingenios. Dependían de las
peninsulares eran cerca de cin- clases dirigentes, y por su carácter
* Licenciada en Historia, Maestría en Me-
todología de la Ciencia, profesora tiempo com- cuenta mil. Los indígenas alcan- osado e indisciplinado, siempre se
pleto en el CECYT “Ricardo Flores Magón”, IPN. zaban un 60% de la población, les consideró como un peligro.

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Las castas, junto con los indígenas ordenado por el conde de Revilla- mido por el dogma. Gracias a las
que no se habían mezclado, repre- gigedo, las relaciones topográ- instituciones democráticas, los se-
sentaban el mayor porcentaje ficas, las descripciones de las res humanos adquirieron una li-
de la población, el cual se distri- provincias hechas por los inten- bertad y una noción de su digni-
buía desigualmente en el territo- dentes, las memorias y los infor- dad que no habían conocido
rio. Los indígenas se encontraban mes económicos de todo orden, nunca, salvo, quizá, y en forma re-
por todo el territorio y su situa- elaborados o suministrados por el lativa, en Atenas (Montenegro,
ción en general era penosa (De la Tribunal de Minería, la Real Ha- 1984:79).
Torre, 1995:46-47). cienda o la Casa de Moneda (Mi- En su momento, conoció
En cuanto a la cultura, la Ilus- randa, 1995:67-70). Humboldt la Declaración de los
tración tardó en entrar a la Nueva Durante el siglo XVIII, la filan- Derechos del Hombre y del Ciu-
España. Se sitúa entre 1746 y tropía de la dinastía borbónica se dadano, promulgada en agosto de
1754, momento en que los jesui- hizo patente en una serie de me- 1789. En ella se plasmaron los de-
tas, los ideólogos de la época, didas para proteger a las clases in- rechos individuales de todos los
abandonaron las corrientes tomís- feriores y en la procuración de miembros de la comunidad y el
tico-aristotélicas. En su primera ayuda o auxilio a los desampara- derecho del pueblo como un todo
etapa, la Ilustración progresó len- dos. También con la casa de Bor- orgánico que se gobierna a sí mis-
tamente y se concentró en la filo- bón terminó el hermetismo con el mo (Hale, 1984:54).
sofía. Se sustituyó la filosofía tra- cual la corona española ocultaba En Cosmos Humboldt declara-
dicional o peripatética, por la a los extranjeros sus preciosos do- ba que en el Universo existía un
llamada física experimental, más minios americanos. Esta política equilibrio que concierne por igual
ecléctica y moderada. En su se- comenzó con Carlos III y el princi- al mundo físico, al moral o al polí-
gunda etapa, entre 1755 hasta el pal beneficiado fue Alejandro de tico. Este equilibrio armonioso se
final del siglo, se centró más en la Humboldt, quien fue autorizado manifestaba igualmente en la me-
ciencia que en la filosofía; en ella por Carlos IV para sus expedicio- cánica de las leyes físicas que en
se destacaron los científicos como nes por las posesiones españolas las instituciones políticas, en las
Alzate, Gama, Cervantes, Elhu- en América (Miranda, 1995:78). libertades y en los derechos hu-
yar, etc., y los sociólogos como manos:1 “La naturaleza es el reino
El concepto de la libertad
Posada y Abad y Queipo; imperó de la libertad, y para pintar viva-
en Humboldt
más la orientación práctica o uti- mente las concepciones y los
litaria. No es casual que el mo- Hablar de Alejandro de Hum- goces que su contemplación pro-
mento de más auge de la Ilustra- boldt es hablar de un hombre pro- funda espontáneamente engen-
ción coincida con el gobierno del ducto de la ilustración alemana dra, sería preciso dar al pensa-
virrey Revillagigedo, el más ilus- del siglo XVIII. De esta formación miento una expresión también
trado que tuvo la Nueva España provienen sus conceptos de liber- libre y noble en armonía con la
en el siglo XVIII. Éste no se limitó tad, democracia, en fin, sus ideas grandeza y majestad de la crea-
a facilitar el desarrollo de la Ilus- liberales. También vivió durante ción (Humboldt, 1944: 23).”
tración, fue más allá, la estimuló y el surgimiento del romanticismo, Humboldt coincidía con los
fomentó por todos los medios po- y no fue ajeno a él, por lo que en antiguos en que los acontecimien-
sibles (Miranda, 1995:22-33). sus escritos se aprecia un senti- tos producidos por los seres hu-
Producto de esta época ilustra- mentalismo que a la vez refuerza manos son regidos por las mismas
da fue el acopio de noticias, datos su idealismo. fuerzas que rigen el mundo mate-
y la formación de estadísticas. El liberalismo es la filosofía po- rial, y todas, a su vez, constituyen
Esta necesidad de poseer datos lítica de la libertad del progreso la naturaleza: “Creo que la des-
para satisfacer las exigencias de intelectual y la ruptura de las cripción del Universo y la historia
los ministros ilustrados, produje- cadenas que inmovilizan el pensa- civil se hallan colocadas en el
ron un desarrollo de la estadística. miento. El liberalismo significó mismo grado de empirismo; pero
Todo lo que podía ser representado una actitud de renovación y sometiendo los fenómenos físicos
con cifras se inventarió. Entre avance (Montenegro, 1984:30). y los acontecimientos al trabajo
los trabajos más importantes se El liberalismo determinó la gran pensador, y remontándose por el
cuenta con el censo de población revolución del pensamiento opri- razonamiento a sus causas se con-

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ticó, desde el punto de vista del


liberalismo decimonónico, al im-
perio español que reprimía a los
habitantes de sus colonias y se va-
nagloriaba de su despotismo.
Encuentro con la sociedad
novohispana
Humboldt señaló el origen de la
sociedad novohispana en el mo-
mento en que los colonos españo-
les se establecieron entre pueblos
indígenas agrícolas que vivieron
bajo gobiernos tan despóticos
como los españoles y se aprove-
charon de las ventajas que les
ofrecían la superioridad de su ci-
vilización, su astucia y la autori-
dad que le daba la Conquista. De
estas condiciones, según Hum-
boldt, nació el carácter típico de
las sociedades hispanoamerica-
nas, donde triunfó la desunión y
la falta de solidaridad (Miranda,
1995:150).
Según Humboldt, la población
del virreinato de la Nueva España
estaba compuesta por cuatro gru-
pos: los blancos, los negros, los
indígenas y los de raza mixta,
mezclados de europeos, africanos,
indígenas y malayos (Humboldt,
1991:51).
Refiere Humboldt las diferen-
cias entre los criollos de las pro-
vincias lejanas con los de la capi-
tal del virreinato. Mientras que
aquellos consideraban que un eu-
“Hablar de Alejandro de Humboldt es hablar de un hombre producto de la
ropeo que no hablara español era
ilustración alemana del siglo XVIII…” un ignorante, ya que creían en la
preponderancia de España sobre
firma más y más la antigua creen- novación periódica en el desen- los demás países de Europa, los de
cia de que las fuerzas inherentes a volvimiento progresivo de las for- la capital preferían a los europeos
la materia y las que rigen al mun- mas, de los fenómenos y de los que no hablaban español y esta-
do moral, ejercen su acción bajo acontecimientos, constituyen la ban convencidos de que en las co-
el imperio de la necesidad primor- naturaleza, que obedece a un pri- lonias españolas existía más des-
dial, y según movimientos que se mer impulso dado” (Humboldt, arrollo del conocimiento que en
renuevan periódicamente o a des- 1944:43). la península. Según su aprecia-
iguales intervalos. Esta necesidad En su obra, Ensayo político so- ción, en el virreinato había inte-
de las cosas, este encadenamiento bre el Reino de la Nueva España, rés por el estudio de las matemáti-
oculto, pero permanente, esta re- Humboldt describió, analizó y cri- cas, la química, la mineralogía y la

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botánica; la juventud sentía incli- cidad del populacho. Esta inmen- racial, la atribuye al gobierno es-
nación y facilidad por estudiar los sa desigualdad de fortunas no sólo pañol, que es de blancos. “En un
principios de las ciencias (Hum- se observa en el grupo de blancos país gobernado por los blancos,
boldt, 1991:78-79). (europeos o criollos), sino que las familias que creen tener menos
Descubre Humboldt con gran igualmente se manifiesta entre los porción de sangre, negra o mula-
entusiasmo los establecimientos indígenas” (Humboldt, 1991:69). ta, son naturalmente más honra-
científicos de la ciudad de Méxi- Se refiere Humboldt a una co- das”. Esto es a imitación de Espa-
co, como la Escuela de Minas, di- munidad indígena en Puebla de ña, donde es una especie de título
rigida por el sabio Elhuyar, el Jar- los Ángeles, donde existían indí- de nobleza el no descender de ju-
dín Botánico y la Academia de genas que bajo la capa de miseria, díos ni de moros. Según Hum-
Pintura y Escultura, conocida con ocultaban riquezas considerables. boldt, en América, la piel más o
el nombre de Academia de las Criticó Humboldt la desigualdad menos blanca decide el rango que
Nobles Artes. Señala que es la
Nueva España el reino donde hay
menos negros y casi puede decirse
que no hay esclavos, en compara-
ción con las otras colonias ante-
riormente visitadas por él.
Agrega que, según las leyes, no
hay indígenas esclavos en las co-
lonias españolas, pero a veces se
encuentra un tipo de hombres
que se asemeja mucho a los escla-
vos africanos. Narra también que
algunos frailes misioneros ha-
cen de cuando en cuando incur-
siones en territorios ocupados por
indígenas pacíficos, atrapan a ni-
ños, mujeres y viejos, separan sin
compasión a los niños de sus ma-
dres para evitar que se organicen
y escapen. El objetivo de estas in-
cursiones es llevarlos a las misio-
nes y hacerlos trabajar como es-
clavos (Humboldt, 1991:87).
En opinión de Humboldt,
“Nueva España es el país de la
desigualdad. En ninguna parte
la hay más espantosa en la distri-
bución de fortunas, civilización,
cultivo de la tierra y población. La
capital y otras muchas ciudades
tienen establecimientos científicos
que se pueden comparar con los
de Europa. La arquitectura de
los edificios públicos y privados, la
finura del ajuar de las mujeres, el
aire de la sociedad; todo anun-
cia un extremo de esmero, que se
contrapone extraordinariamente “La Nueva España es el país de la desigualdad. En ninguna parte la hay más espantosa
a la desnudez, ignorancia y rusti- en la distribución de fortunas, civilización, cultivo de la tierra y población.”

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ocupa el hombre en la sociedad. “Cuando se hayan quitado las número de negros e indios, detu-
“Un blanco, aunque monte des- trabas que el gobierno ha pues- vieron los efectos del descontento
calzo a caballo, se imagina ser de to hasta el día a varias ramas popular” (Miranda, 1995:163).
la nobleza del país” (Humboldt, de la industria nacional; cuando Humboldt se percató que al
1991:90). la agricultura novohispana no gobierno español, a fuerza de ser
Con estas apreciaciones de la esté atada por un sistema de ad- tan represivo e intolerante, se le
sociedad novohispana en su Ensa- ministración que empobrece las estaba escapando el poder de las
yo Político, se perciben las contra- colonias sin enriquecer la metró- manos, por lo que sugería cambios
dicciones de dicha sociedad, las poli, los viñedos sustituirán poco en la política española. Aunque
que se habían acrecentado, gra- a poco a los plantíos de maguey” el Dr. Mora afirmaba en los pri-
cias a las reformas realizadas por (Humboldt, 1991:282). meros años de la República que
el rey Carlos III, déspota ilustrado En todo el Ensayo Político se “la desigualdad denunciada por
del siglo XVIII, ya que, aunque manifiesta la falta de libertad que Humboldt en la época colonial
en teoría las leyes españolas con- existía en el virreinato, tanto en había desaparecido”, y que des-
cedían los mismos derechos a lo político como en lo económico, pués de la Independencia “no sólo
todos los blancos, se desconfiaba Humboldt habla de despotismo, las leyes habían proscrito cuanto
de los criollos y se le adjudicaban antiprogreso, inmoralidad e incul- se oponía a los enlaces que debían
los empleos más importantes a los tura. hacer cesar estas distinciones in-
naturales de España. Por consi- La publicación del Ensayo Polí- sociales, sino que también los há-
guiente, desde finales del siglo tico llegó al virreinato cuando co- bitos de la sociedad han sido mo-
XVIII aumentaron los celos y odios menzaba la revolución de inde- delados en su totalidad, bajo las
entre peninsulares y criollos. pendencia. El periódico El Mentor bases de la más perfecta igualdad”
Mexicano, en 1811, tergiversó al- (Miranda, 1995: 217-218), el En-
Crítica sobre la administración
gunos de sus planteamientos para sayo Político elaborado por Hum-
española
impugnar las tesis de los insur- boldt tuvo en el siglo XIX, en el XX
Para un hombre ilustrado como gentes. Para escribir su obra His- y tiene en la actualidad una gran
Humboldt, defensor del liberalis- toria de la Revolución de Nueva vigencia, ya que cada día percibi-
mo y la democracia, el hecho de España, Fray Servando Teresa de mos que el desigual reparto de la
encontrar tantas desigualdades Mier utilizó del Ensayo Político sus riqueza en nuestra sociedad está
sociales en las colonias españolas datos estadísticos y resaltó la tác- fomentando el resentimiento, por
le hizo comprender que había tica divisionista seguida en Amé- lo cual, la violencia se deja sentir
graves errores en la administra- rica por la corona española (Mi- cada vez más en nuestras ciuda-
ción imperial y que sería muy randa, 1995: 206-207). des y en el país. <
conveniente que se subsanaran.
Conclusiones
Advertía que “una sabia admi-
nistración podrá restablecer la El panorama que presentó Hum-
armonía, calmar las pasiones y re- boldt en su Ensayo Político es el de
Notas
sentimientos y conservar, acaso una colonia en crisis, donde la po-
1 Juan A. Ortega y Medina, “Estudio preli-
aún por mucho tiempo, la unión blación está dividida y donde los
minar”, en Ensayo Político sobre el Reino de
entre los miembros de una misma odios y diferencias sociales se han la Nueva España, México, Editorial Porrúa,
familia tan grande y esparcida en desarrollado hasta tal punto, que S.A., Colección “Sepan cuántos…”, n. 39,
1991, p. X.
Europa, y en la América desde la en cualquier momento y con cual-
costa de los Patagones hasta el quier pretexto, era lógico que es- Bibliografía
norte de la California”. Lo mismo tallarían en un movimiento como
Hale, Charles A., El liberalismo mexicano en la
abiertas que ocultas, las críticas a el que desencadenó Hidalgo. época de Mora, 1821-1853, México, Siglo
los frenos que imponía el Estado Según Humboldt, los levanta- XXI, 1984.
Humboldt, Alejandro de, Cosmos: ensayo de
español en cuanto a la economía, mientos pudieron haber comenza- una descripción del mundo, Buenos Aires,
atacaban al orden natural del li- do desde 1789, pero agregó, el Editorial Glem, 1944.
beralismo económico, con el cual “odio mutuo de las castas y el te- ———————, Ensayo Político sobre el Reino de
la Nueva España, México, Editorial Po-
Humboldt se identificaba (Hum- mor que inspiraba a los blancos y rrúa, S.A., Colección “Sepan Cuántos…”,
boldt, 1991:76-77). a todos los hombres libres el gran n. 39, 1991.

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