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Shir
món ic a g on tov n ik

Shir
(Canto en el umbral)
Foto: Andrea Pinto Siabato, 2015.

ternera La cicatriz Y tirada temblando (Canto en el umbral) Mónica Gontovnik


79) en el ojo miraré el relámpago Poesía
agua que se agota
Mónica Gontovnik / Poesía letra a letra / 2016
(1980) (1981)
Barranquilla, 1953.
si no agito su fuente / cada día
como una plegaria usada De padres inmigrantes, procedentes de Ale-
mania y Lituania. Es artista y académica.
para reconocer la palabra
Fundó y actuó con el Grupo Kore Danza-
Teatro, pionero de las artes escénicas en
Mónica Gontovnik Colombia. Desde el año 2005 ejerce como

Shir (Cantos de la otredad)


docente del Departamento de Humanidades
de la Universidad del Norte.
o de deseo Flor de agua Pandora Tiene un pregrado en Danza, una maestría
991) (1992) parrandera en Arte y Psicología y un doctorado en Artes
(2002)
Interdisciplinarias. Su trabajo investigativo

Por
ronda el tema del género y las artes, particu-
larmente en Colombia.
Mercedes Ortega González-Rubio
Es columnista de opinión en El Heraldo. Ha
publicado seis libros de poemas, varios ensa-
isbn 978-958-59446-1-2
yos académicos y tiene una novela inédita.
7
Transfigurar el tiempo
(2008)
9 789585 944612
Poesía letra a letra

Lconstituye
fío que lanza la hablante, obligándonos a emular su
a obra de Mónica Gontovnik (Barranquilla, 1953) actitud beligerante y hacer que nuestros pensamien�
una de las más destacadas y originales de tos y emociones broten en un torrente vivificante.
la poesía del Caribe colombiano contemporáneo. Des�
de hace más de treinta años, su voz poética, siempre Como mujer barranquillera, encontrarme con esta
en construcción, expresa una necesidad de comunica� obra fue para mí, en los años noventa, en mi adoles�
ción, de comunión con el otro. La hablante lírica direc� cencia, una sorpresa que se convirtió en alegr��������
ía������
: des�
ta y franca, al cuestionarse a sí misma e interpelar a su cubrir la ciudad habitada por una escritora que se
entorno, hace que volvamos sobre nosotros mismos, sabía diferente, que hablaba desde la otredad, que no
incomodándonos a veces, haciéndonos sentir a gusto aceptaba las normas heteropatriarcales de este Cari�
a ratos, pero sin dejarnos permanecer indiferentes be poscolonial (aunque en ese momento no pudiera
frente a lo que propone. En el poema “Razones” de su nombrarlo de esa forma). Su libro Objeto de deseo (Ba�
primer libro Ojos de ternera (Bogotá: Ediciones Alcara� rranquilla: Ediciones Koré, 1991), ahora lo sé, desde un
ván, 1979) lo enunciaba así: simbolismo revelador, me ayudó a ir edificando una
subjetividad que se aceptaba múltiple, contradictoria,
(...) enérgica, deseante, pensante. Esa identidad alterna
porque continúa negándoseles a tantas mujeres aún hoy, en
qué sería yo estos años de pequeños avances y grandes retrocesos
sin una palabra comprometida en cuanto a la igualdad de género.
atrapada por otro
por otro La poesía de Mónica Gontovnik tiene el coraje de nom�
por otro ojo:
brar a los culpables y denunciar los atropellos que han
algo más allá de mí que
sufrido los seres humanos por cualquier tipo de régi�
se vuelve
mi canto en tus aguas men opresor (masculinismo, racismo, elitismo u otro)
mi continuación y, al mismo tiempo, nunca asume la posición de vícti�
mi evolución ma inerme; al contrario, es combativa, propone una
la cascada esa de vidas acción, un movimiento positivo y vital.
que nada y cae y desemboca y se
calma y nace y nada y cae y Ello se evidencia, por ejemplo, en “El buzo”, poema que
expone una situación que sigue siendo la regla y no la
En este diálogo que entabla el texto con sus lectoras y excepción:
lectores debemos posicionarnos frente a lo que vamos
Se refleja el mar en tus ojos.
descubriendo, en un proceso fluido y dialéctico que no
(...)
cesa. Surge la “palabra comprometida” como un desa�

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Cuerpo jungla, de Raisa Galofre

Bajas al agua fría y profunda mientras blar el subalterno?”, 1985), que no puede transmitir su
sueñas sabor. El poema finaliza con la revelación de la verdad:
que tus pulmones se convierten en agallas. en esta situación de incomunicación finalmente todos
(...) perdemos y solo nos queda la rabia y la frustración.
Los pájaros dentro del agua te hablan
del silencio. Luego de años, de estudios, de viajes, experiencias y fe�
Por eso, cuando yo abro mi boca, minismos, he vuelto a encontrar la obra de Gontovnik.
no ves sino burbujas. La relación que entablo ahora con estos textos es dife�
El musgo ha logrado suavizar mi piel de roca. rente pero de igual manera provechosa y gozosa. Su
Los guantes que usas para protegerte de los poesía suscita cuestionamientos que siguen teniendo
corales también te alejan de mi dulce sabor que ver con el lugar del otro. Esta alteridad representa
sumergido.
al lector, pero, al mismo tiempo, a ella misma. Así que
(...)
surge la pregunta: ¿qué tienen sus escritos que decir�
El resplandor y una brisa cálida, ciega,
te devuelve a una superficie áspera. les a las mujeres y hombres del siglo xxi colombiano y
Allí todos ahogamos los gritos latinoamericano?
que los peces no logran emitir.
La experiencia de vida de la autora la ha llevado a una
particular forma de concebir al ser humano como cor�
La hablante lírica desenmascara al oyente lírico y de� poreizado o incardinado (Rosi Braidotti, Feminismo, di-
nuncia que este la obliga a callar. Se revela la impo� ferencia sexual y subjetividad nómade, 2004). Bailarina
sibilidad de diálogo con ese que no escucha, que no y coreógrafa, fundadora en 1982 del grupo Koré Dan�
quiere probar nada nuevo, pues está a gusto en esa za-Teatro, doctora en Estudios Interdisciplinarios en
zona de comodidad –el mar frío profundo–. En estas Arte de la Universidad de Ohio, su poesía habla siem�
condiciones de desigualdad no hay encuentro viable pre desde un saber que parte del cuerpo y que, por lo
con el otro, el subalterno (Gayatri Spivak, “¿Puede ha� tanto, es cambiante. En su visión de mundo no hay

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jerarquías ni privilegios entre la mente y la carne; de canto. Recordemos que la recopilación de cantos más
hecho, no hay escisión alguna entre ellas sino una afir� conocida en nuestra cultura, herencia de la tradición
mación rotunda de que pensamos a través de nuestros judaica, es el Shir Hashirim o “Cantar de los cantares”.
sentidos y sentimos a través de nuestra mente, que no Así, el conjunto de poemas, al ser editados con este
es otra cosa que nuestro espíritu. nombre, adquiere una nueva significación: la poesía
surge como un ejercicio espiritual en el que la hablan�
Mónica Gontovnik reaparece después de quince años te���������������������������������������������������
líric���������������������������������������������
a se comunica con lo sagrado, que paradójica�
en la escena editorial con su séptima publicación, Shir mente a veces puede ser muy terrenal y cotidiano.
(Canto en el umbral). El libro recopila las últimas pro�
ducciones de la autora, algunas de ellas divulgadas Cada poema del libro ha sido bautizado con una pa�
con anterioridad de manera independiente en revis� labra que remite a la tradición judía y que la autora
tas. Su título propone un juego intertextual con la es� explica a pie de página en cada poema. Los lectores de�
critora mexicana Rosario Castellanos (1925-1974) y su cidirán si lo consultan o prefieren una interpretación
poema “Meditación en el umbral”: más libre. Como en toda la poesía de Gontovnik, nos
hallamos frente a textos que permiten una amplia exé�
No, no es la solución gesis. Cada frase insinúa analogías y contradicciones
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi que se suceden dejando el gusto de un entendimien�
ni apurar el arsénico de Madame Bovary to profundo pero fugaz. Estas epifanías pueden llevar
ni aguardar en los páramos de Ávila a quien lee a la anagnórisis, al reconocimiento de su
la visita del ángel con el venablo
propia identidad.
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.
(...) El libro comienza con un poema que traza un vínculo
Debe haber otro modo que no se llame Safo con el principio u origen, pues lleva por título “Ada�
ni Mesalina ni María Egipciaca má”, que significa “tierra” en hebreo, palabra de la que
ni Magdalena ni Clemencia Isaura. deriva “Adán”, el primer hombre, hecho de arcilla, de
polvo. La expresión hace referencia a la oración con
Otro modo de ser humano y libre. la que se bendice la comida, los frutos de la tierra, an�
Otro modo de ser. tes de ser consumidos. El texto juega con las palabras
profeta/poeta y nos recuerda que en el vate –media�
Como vemos, su preocupación por la otredad conti� dor entre lo humano y lo divino– se combina la idea
núa siendo una obsesión. Gontovnik, como artista de la adivinación y el canto. Así que desde la apertu�
de fuste, está desde siempre reescribiendo una y otra ra los versos se presentan como ambiguos, y podría
vez el mismo poema, dándole vueltas al mismo tema, decirse que irónicos. Al comienzo parece que se elo�
acomodando palabras, imágenes e ideas que nunca lo� giara a Moisés al decir que no es un profeta sino un
gran transmitir la complejidad del pensamiento que poeta, alguien que “decide mantenerse en el exilio /
no se detiene, que está en eterno movimiento dancísti� morir en el desierto / quemarse con las palabras (...)
co: esta es la frustración y la dicha de todo poeta. Aho� / saberse elegido”. Pero enseguida hay un cambio: se
ra bien, los creadores nos hablan desde un umbral: lo acusa de ser “confesor tirano maestro interlocutor
podríamos decir que el texto lírico es una llave que / directo / de aquello que no puede ser dicho”. Parece
nos brindan para abrir una puerta, la que requiramos, que la hablante lírica le reprochara a Moisés su silen�
para ahondar en nuestra identidad. El umbral es un cio, su secreteo con la divinidad. Aparece entonces la
lugar intermedio o, si se quiere, un no lugar: se trata figura de Míriam, la “hermana discreta”, la verdadera
de un espacio de posibilidades, de experimentación y profeta-poeta porque ella sí habla a través de su baile
cambio. Al igual que Castellanos, Gontovnik nos invita alegre: no puede ser tirana aquella que danza con los
a entrar, a averiguar qué hay detrás de la puerta, nos pies desnudos tocando el fuego “en la zarza” que nace
convida a intentar ser otras/otros más libres, aquí en del barro de Adán. Finalmente comprendemos que el
este mundo, no en el más allá. poema da gracias por ella, pues constituye el verdade�
ro regalo de la tierra.
El título del libro juega también con las relaciones que
teje con otro tipo de textos o discursos: shir significa Esta obertura deja sentado el tono binario del poe�
en hebreo “oración” o “bendición”; remite a la idea de mario, entre el comentario mordaz y el sensible ho�
rezo o plegaria, que se asocia con las de invocación o menaje, entre la rabiosa denuncia y la paz de la me�

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ditación: nuevamente el umbral, la frontera. sesión de bienes. Finalmente, conectamos asimismo
En “Asurim”, por ejemplo, la hablante lírica se esta imagen con la de cualquier ser humano margina�
mueve en una soledad que desea y odia: está en do en busca de la “tierra prometida”, de un lugar don�
su casa, ordenada y pulcra, que poco a poco se de poder ser libre y desarrollarse en paz.
convierte en prisión. Entonces es necesario lle�
gar hasta esa entrada que es salida y atravesar� El poema “Makom” presenta imágenes de la natura�
la: “Una camina suavemente / por pisos limpios leza y las estaciones que dan lugar a la emoción y a la
/ que exigen orden / y suplica / a los pies descal� reflexión, a la manera de un haikú. Pequeñas acciones
zos / que den un paso / más allá de la puerta”. como ver el atardecer, contar las ardillas o “ayudar a
La decepción llega cuando se da cuenta de que los pájaros a rearmar sus nidos” hacen de la hablante
esa ansiada libertad no es más que un engaño, lírica, más que una observadora, una suerte de diosa
porque del otro lado encontrará otro encierro:
una vida repetitiva, un trabajo quizás sin hori�
zontes.

La idea del afuera como locus terribilis vuelve en


Del poemario Shir
el poema “Bejemlá”. La ciudad es descrita como Por Mónica Gontovknik
violenta, en ella los carros aplastan a las palo�
mas, que simbolizan las preguntas ansiosas Adamá*
hechas por la enunciante. Esa ciudad de “balas
perdidas / entre las gargantas de los pequeños / Se equivocaron al nombrar a Moisés
que jugaban / en los antejardines / de su propia Profeta
infancia” es un ejemplo del país poblado de “se�
res sin vuelo” y de “burlones halcones rapaces”. poeta
Afortunadamente, la hablante tiene su casa, un
refugio que ha armado “a dentelladas”. Ese “es� es quien decide
pacio libre” podría entenderse también como mantenerse en el exilio
un umbral, un pasaje que le permite comuni�
morir en el desierto
carse con los otros, sin perder una identidad
construida difícilmente con cada batalla. quemarse con las palabras
sellar el número cuarenta
Pero también hay textos esperanzadores, como maldecir la inconsciencia
“Lehadlik” o “Makom”. El primero hace refe� saberse elegido
rencia al ritual del Sabbat –séptimo día de la
semana, sagrado para la comunidad judía– de confesor tirano maestro interlocutor directo
encender dos velas 18 minutos antes de la pues� de aquello que no puede ser dicho.
ta del sol. Además de este significado, los versos
hablan de la posibilidad de unión entre los se� Miriam
res humanos, de la solidaridad que se expresa a hermana discreta
través del acto común de prender una luz y “to�
car todas las otras manos”, cantar “al unísono” baila
y perpetuar “el mandato de la conciencia”. Así, conoce por sus pies
Gontovnik extiende el sentido restringido de la alegría
una ceremonia que pertenece a una colectivi� el cercano contacto
dad específica, volviéndolo comprensible para con la tierra
todos y, más que eso, necesario. Cuando el poe�
ma menciona, por ejemplo, a “las tierras que el fuego
nunca nos pertenecen”, comprendemos que se la zarza.
trata de la diáspora judía, pero también lo rela�
cionamos con Colombia, que ostenta uno de los * Se bendicen los frutos de la tierra antes de comerlos: Boré perí ha
más altos índices de desplazamiento forzado a adamá.
causa del conflicto armado y de la injusta po�

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o ninfa que anima el lugar que la circunda. Esta dei� Shir deja pues a sus lectoras y lectores con la tranqui�
dad presagia, sabe, tiene la certeza de que habrá un lidad de saber que el camino ha sido bien recorrido: el
futuro para los seres humanos, que seguirán dejando de Mónica Gontovnik como poeta y el nuestro como
“huellas / sobre la nieve”. Pero de la misma manera, cómplices de esta aventura literaria. Pero la quietud,
sabe que ella, como individuo, ya no estará allí maña� lejos de relacionarse con la inercia, viene acompañada
na, que el paso por el mundo de cada uno de nosotros de una fuerte motivación a la acción continua. Aguar�
es efímero y frágil, como esa “rama [que] se quebrará” daremos expectantes el próximo movimiento que da�
en el invierno. Este pensamiento no deja, sin embargo, remos juntos, acompañados por sus palabras.
miedo ni amargura, sino la serenidad de ser conscien�
te del ciclo de la vida y la muerte.

Lehadlik* Makom*
Espero Esperar al sol para atestiguar que pasa otro día.
prendo Mirar cómo la luz brilla sobre un abrigo negro.
dos velas Contar las ardillas tomando agua.
una sola luz Ayudar a los pájaros a rearmar sus nidos.
luz para mis ojos Presagiar el silencio que viene para la noche.
luz para la noche
luz que recuerde el rito Saber que hay un mañana
que toque todas las otras manos con quizás otra temperatura
todas las otras velas y la certeza de que otros pasos
que cantan al unísono dejarán huellas
invocando el nombre sobre la nieve.
la fuerza
reconociendo Acto seguido
el horizonte siempre vago presentiré
las tierras que nunca nos pertenecen que una rama se quebrará
la oscuridad tranquila
luz que repetimos cada siete días posándose frágil
perpetuando el mandato sobre esta banca
a la conciencia. cuando ya yo no esté.

* El misticismo judío explica que el Shabat es el día que ilumina * Se bendice el lugar donde ocurrió un milagro: Baruj atá Hashem
el mundo. Las velas que se prenden son una metáfora del Eloheinu melej ha olam shehasá li nes ba makom hazé.
alma humana: Baruj atá Hashem Eloheinu melej haolam asher
kideshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner shel shabat.

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