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Grupo: 403010_10
9 de diciembre 2018
INTRODUCCIÓN
En la comunidad las agresiones hacia la mujer son constantes, son familias con un estatus
socio económico bajo, hay disfuncionalidad familiar, carencia de empleo y bajo nivel
educativo, el único proveedor del sustento es el esposo, esta situación conlleva a que la
mujer dependa del su esposo económica mente. Así mismo las actitudes agresivas son
predominantes que se manifiesta de generación en generación, los menores de edad
observan a los adultos llevando a cabo conductas de agresión y violencia hacia la mujer,
paulatinamente internaliza esos comportamientos y los imita o repite, con sus hermanas,
compañeras de clase o amigas. Se observa igualmente comportamientos apáticos de las
personas que evidencias o conocen algún caso, no reportan o solicitan algún tipo de
intervención salubrista-conductual o legal.
Históricamente las mujeres han enfrentado muchas barreras para desarrollarse plenamente
como personas, la violencia en contra de esta es uno de los factores que desconoce y
vulnera ese valor intrínseco de todo ser humano llamado dignidad. La violencia contra las
mujeres designa todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que
causa o es susceptible de causar a las mujeres daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico , e incluye las amenazas de tales actos y la restricción o privación arbitraria de
la libertad, tanto en la vida pública como en la privada.
La violencia contra las mujeres, sería usada por los hombres como recurso de control y
dominación (Walby 1990), la violencia contra la mujer no se ha reducido sino que se está
incrementando, incluso en contextos donde la igualdad de género ha experimentado
notables progresos.
En caso aislado el hecho de denunciar a la policía la agresión que está sufriendo una
mujer no sirve para poner fin a la situación, pero puede evitar heridas más graves e incluso
la muerte de la víctima. Ofrécele tu amistad y tu apoyo ser prosociales, ayudaría a romper
el aislamiento a que está sometida la víctima.
Paso 6. Identificar la información pertinente que sustente el problema con base en las
lecturas sugeridas en esta unidad y en las búsquedas bibliográficas que han realizado
alrededor del problema.
Marco conceptual
Al investigar este tema a lo largo del curso, tenemos la certeza de que la violencia de
género no es un asunto personal y de ninguna manera se trata de un hecho aislado, sino más
bien se trata de cientos de agresiones y asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres;
Esto no es un asunto únicamente de colectivos o del estado, dentro de la bibliografía
sugerida en: Responsabilidad social en la gestión universitaria: una construcción colectiva.
De Cristina Crasto, Freddy Marín, Alexa Senior se nos recuerdan “tal como ha señalado la
UNESCO, las Instituciones de Educación Universitaria (IEU), tienen que cumplir un rol
fundamental en la búsqueda de ese desarrollo, impulsando las transformaciones a través de
los procesos que se generan tanto a nivel interno, con una gestión universitaria responsable,
como a nivel externo, con las alianzas sector universitario – sector comunitario, entre otros
actores sociales”.
A lo largo del curso hicimos evidente la necesidad de que grupos académicos como el
nuestro ponga en práctica principios y valores para superar este flagelo que afecta a la
mujer y como la formación es la piedra angular en este proceso nos permitiéremos realizar
una serie de consideraciones al respecto; Iniciaremos diciendo que a violencia contra las
mujeres es aquella violencia machista ejercida contra las mujeres solo por el hecho de ser
mujeres. Pero no por el hecho de ser mujeres desde una concepción biológica sino de los
papeles y la posición que se asigna a las mujeres desde una concepción socia. La Asamblea
General de Naciones Unidas (1993) adoptó la Declaración sobre la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer, en la que se afirma que “la violencia de género deteriora o anula
el desarrollo de las libertades y pone en peligro los Derechos Humanos fundamentales de
las mujeres, la libertad individual y la integridad física de las mujeres”. Y específica, entre
otras cuestiones, que la violencia 6 contra la mujer significa cualquier acto violento basado
en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño físico,
sexual o psicológico para la mujer que incluye las amenazas de tales actos, la coacción, o
privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la vida
privada
La multicausalidad de la violencia
La definición de violencia actual en Colombia hace referencia al propósito de hacer
daño y a aquellas omisiones que causen daño; así, la violencia trasciende el acto violento.
De igual manera, reconoce que hay distintas maneras de violencia y que, por lo tanto, hay
consecuencias diversas.
Según Alberdi (2005) existen distintas formas de violencia contra la mujer, indicando que
entre ellas se engloban la violencia sexual, el acoso sexual, el acoso laboral, el tráfico de
mujeres, la violencia familiar y la violación como arma de guerra, entre otros.
Violencia física: Son todas las formas de agresión a las mujeres que van desde los
empujones y zamarreos, tirones de pelo, pellizcos, apretones, golpes de puño y patadas
hasta los golpes con objetos. La forma más fuerte de agresión física contra una mujer es el
feminicidio.
El Modelo Ecológico
Aunque la violencia esté anclada en los desequilibrios de poder entre hombres y
mujeres se debe reconocer que existen otros factores que interactúan y ponen a las mujeres
en mayor o menor riesgo de sufrirla. Bronfenbrenner (1979) identificó una serie de
elementos que se pueden traducir en determinantes de la violencia o en factores protectores,
elementos que se ubican en diferentes estadios de la vida social. A este esquema 27
explicativo se le llama Modelo Ecológico. El modelo fue utilizado por primera vez para
explicar la violencia contra las mujeres por parte del esposo o compañero en la
investigación Violence against women. The hidden health burden hecha en 1998 por Lori
Heisen. El uso del Modelo Ecológico para dar cuenta de la violencia contra las mujeres
parte del reconocimiento de que este es un problema complejo, polifacético, de raíces
biográficas, psicológicas, sociales y ambientales, para el que no existe una solución sencilla
o única (OMS, 2005).
Analizar la violencia contra las mujeres teniendo como guía el modelo ecológico implica
"descifrar la forma en que las relaciones de género y sus expresiones simbólicas y
culturales y de poder cruzan dinámicas contextuales de lo público y lo privado, donde se
vive y actualiza la violencia social” (Olivares, 2009, p.6).
El modelo propuesto por Heise tiene cuatro ámbitos que dan cuenta tanto de la
existencia de agresores, como de la respuesta de las víctimas y las condiciones de
reproducción social de la violencia. En el primer ámbito estarían las historias personales de
las mujeres víctimas; en el segundo, las relaciones de los integrantes de la familia; en el
tercero, los roles de legitimación social de la violencia ejercida por la escuela, la familia,
los medios de comunicación, los pares, la justicia y los contextos socieconómicos; y
finalmente, estaría la aceptación social de la violencia, las nociones de familia y los roles
socialmente asignados a sus integrantes.
La violencia contra las mujeres desde el ámbito de las historias personales se entiende
como el proceso aprendizaje y normalización de la violencia surgido durante la infancia
con respecto al cual se incorporaron nociones que validan la violencia como un medio
aceptable de interacción con los demás. Se basa, además, en la creencia de que "los golpes
son normales" y así mismo se promueve que la violencia cumple un rol educativo o
formador. En este ámbito también se pueden considerar características tales como la edad,
el sexo, el nivel educativo, el empleo, los ingresos y las condiciones socioeconómicas
(Olivares, 2009, p.14), entre otras.
La perspectiva de género
Este enfoque da cuenta del sistema de relaciones que se establecen entre hombres y
mujeres en una sociedad particular, con base en las características, roles, referentes de valor
y oportunidades que el grupo social asigna a cada uno. En ese sentido, identifica las
relaciones determinadas culturalmente, susceptibles de ser transformadas, y no
particularidades biológicas determinadas por el sexo. El género es por lo tanto una
construcción conceptual que permite aproximarse de una manera particular a la realidad
social. Esta categoría nos ayuda a "entender una multiplicidad de procesos sociales
simbólicos mediante los cuales incorporamos determinados esquemas y formas de
pensamiento; también nos permite ver cómo está organizado el mundo social a partir de una
sistema de diferenciaciones sexuadas (Izquierdo, 2007). Para la perspectiva de género las
diferencias biológicas no son suficientes para explicar las diferencias entre hombres y
mujeres y la asignación de los roles de lo masculino y lo femenino. No obstante, rechazar el
determinismo biológico no implica negar que el género se constituya sobre cuerpos
sexuados. Es decir, el género incide en la construcción social e histórica de los cuerpos.
El enfoque de derechos
"Los Derechos Humanos se entienden como atributos del ser y normas de carácter positivo.
Son atributos porque forman parte de la esencia misma del ser humano y derechos porque
en el curso de su desarrollo se han incorporado al ordenamiento positivo nacional e
internacional y, como tales, constituyen prerrogativas de la persona que el Estado tiene la
obligación de proteger. Por esta razón son exigibles y forman parte del sistema jurídico que
regula las relaciones del Estado con el individuo y de las personas entre sí" (Galvis, 2006).
Por lo tanto, el enfoque de derechos define los objetivos del desarrollo en términos de
realización de los derechos establecidos en los instrumentos nacionales, regionales e
internacionales de derechos humanos, y estructura el trabajo del desarrollo en torno a los
principios de inalienabilidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelación de todo el
conjunto amplio de derechos humanos -civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y
colectivos.
Paso 7 Propuesta de acción psicosocial par la solución del problema, con cada uno de
los ítems anteriormente descritos.
Título de la propuesta
Objetivos de la propuesta
Objetivo general
Desarrollar espacios prosociales interviniendo integralmente a las mujeres víctimas de
maltrato de género, familia y comunidad del barrio del Kennedy en la ciudad de
Buenaventura -Valle del cauca, orientados a la sensibilización y al reforzamiento de la
autoestima y seguridad en sí mismas.
Objetivos específicos.
Procedimiento
Por eso será implementado en 8 secciones diferenciadas que harán posible el aprendizaje
significativo y que se caracterizaran por:
Brindar herramienta de tipo teóricos y prácticas sobre instituciones y
procedimientos para el restablecimiento de sus derechos.
Espacios de interacción con otras mujeres donde por un lado comparten sus
historias de resiliencia y por el otro empoderan a otras mujeres sobre la necesidad
de auto valorarse y denunciar a tiempo.
Estas secciones tendrán lugar una vez a la semana, en un horario cómodo para ellas, de
modo que no interfiriera en sus tareas domésticas y familiares. Se realizarán 8 sesiones, lo
que suponen un total de 16 horas de taller e intervención grupal.
Las últimas 7 y 8 de despedida del taller, tendrá una gran carga emocional, pues se trata
de reflexionar sobre todo lo vivido, evaluar los avances conseguidos, y sentar las bases para
dar continuidad al apoyo social generado entre las participantes una vez finalizado el taller
y compartirlo con otras mujeres.
Beneficiarios
Estos comportamientos los transmite la familia, y en especial la madre, el hecho es, que
dentro de todo lo que aprende el niño desde pequeño también se asimilan modos
de comportamiento que son expresión de una conducta inadecuada de los individuos,
que soporta una disfunción de los roles específicos, llegando al conflicto de la violencia
más adelante.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICAS
Fruzzetti & Levensky, 2000; Iverson, Shenk & Fruzzetti, 2009. Mujeres
víctimas de violencia de género