Professional Documents
Culture Documents
Cuando en psicología hablamos de zona de confort nos estamos refiriendo a ese espacio mental,
único para cada uno de nosotros, en el que nos sentimos cómodos y seguros, donde todo nos resulta
conocido, aquél donde se encuentran nuestra rutina, nuestros hábitos y todo nuestro conocimiento.
Es una zona en la que nos desenvolvemos con soltura, de manera casi automática, sabiendo en todo
Quizás estés pensando que no parece tan mal lugar, ¿ porqué salir entonces de ella ?
Porque no todo lo que ocurre en nuestra zona de confort es agradable y positivo, en ella también
tienen lugar esos acontecimientos que nos disgustan, pero que a fuerza de convivir con ellos hemos
acabado por acostumbrarnos a su presencia ( los conflictos con nuestra pareja, con nuestro hijo
adolescente o con nuestros compañeros de trabajo; nuestros miedos, nuestra ira, nuestra tristeza,
nuestra soledad, un trabajo con el que estamos descontentos, … cada persona tendrá su propia
lista ).
Salir de nuestra zona de confort supone realizar un viaje hacia un lugar desconocido, donde no
tenemos experiencia previa y por tanto no tenemos datos suficientes para valorar lo que allí nos va a
ocurrir.
Supone entrar en el reino de la incertidumbre, en el que nos encontraremos con lo inesperado, por lo
que no es difícil que nuestros miedos nos hagan sentir que allí nos estarán acechando el peligro, el
fracaso o la frustración, de manera que acabemos por convencernos a nosotros mismos de que la
Cuando, a pesar de nuestros miedos, hacemos un esfuerzo por dar un paso adelante y salir de
nuestra zona de confort, podemos comprobar que lo que allí nos espera no es más que una gran
ellas seguramente estupendas, otras quizás no tanto, e incluso puede que alguna nos parezca nefasta.
Pero en todo caso, de todas ellas aprenderemos algo y todas ellas contribuirán a que tengamos una
visión más amplia tanto del mundo que nos rodea, como de nosotros mismos y nuestras
capacidades.
Salir de nuestra zona de confort supone estar abiertos a actuar de una manera diferente a la que
las metas que nos proponemos, contribuye a incrementar nuestros niveles de seguridad y
autoestima. Lo que nos permitirá estar cada vez en mejor disposición para salir de nuestra “nueva”
zona de confort.
De todo aquello que hemos experimentado y aprendido al salir de nuestra zona de confort surgirán
nuevas oportunidades que de otro modo nunca nos hubiésemos llegado a plantear.
Cuando nos permitimos tener nuevas experiencias y realizar actividades que, en principio, no
círculo social.
Si nos habituamos a salir una y otra vez de nuestra zona de confort conseguiremos que ese espacio
mental en el que nos encontramos cómodos y seguros sea cada vez mayor, lo que nos permitirá
1.- Comienza por introducir pequeños cambios en tu rutina diaria, intenta ser consciente de aquellas
cosas que sueles hacer de manera automática y proponte hacerlas de una manera diferente.
Es posible, por ejemplo, que tengas un lugar preferido a la hora de sentarte a la mesa o a la hora de
ver la televisión, decídete a probar a sentarte en lugares diferentes. Aprovecha para observar las
sensaciones que esto te produce, quizás inicialmente sientas alguna incomodidad, pero en poco
tiempo comprobarás que no tienes problemas para encontrarte bien allí donde te sientes.
Del mismo modo puedes probar a cambiar otras rutinas, como el trayecto que sigues para ir a
2.- Continua por plantearte objetivos algo más complejos, procurando siempre marcarte metas
asequibles. Piensa en algún proyecto que hayas tenido en mente comenzar, pero que de algún modo
Por ejemplo, aprender un nuevo idioma, practicar algún deporte, aprender a bailar, relacionarte con
nuevas personas… Comienza poco a poco, sin pretender alcanzar grandes objetivos que no hagan
Proponte un objetivo cada vez, si pones varias cosas en práctica al mismo tiempo corres el riesgo de
3.- No te dejes autoengañar pensando que ahora no es un buen momento para comenzar y que será
mejor esperar a que mejoren tus circunstancias. A pesar de estos pensamientos comienza a dar
pequeños pasos en dirección a tu objetivo, podrás comprobar cómo las condiciones necesarias irán
4.- Ten presente que salir de tu zona de confort supone enfrentarte a situaciones que no dominas,
por lo que no es difícil que te asalten todo tipo de miedos ( a lo desconocido, al fracaso, a la
objetivo. No te preocupes por ello, simplemente aprende a reconocer esas señales como indicadores
5.- Mantén firme la intención de llegar a tu meta a pesar de los inconvenientes que puedas encontrar
en el camino. Si te asaltan sensaciones de desánimo, ten presente que son solo eso, sensaciones. No
6.- Relaciónate con personas que comparten tus mismos intereses, apoyarte en ellos te ayudará a
7.- DISFRUTA del camino, en lugar de dejarte abrumar por los obstáculos intenta verlos como
Y finalmente, cuando hayas conseguido tus objetivos y vuelvas a encontrar demasiada comodidad
en tu vida, valora proponerte nuevas metas que te pongan nuevamente en contacto con tu zona de