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DETECCION Y CONTRAVIGILANCIAS

1.- DETECCIÓN:

1.1.- GENERALIDADES.

La primera consideración a tener en cuenta antes de aproximarnos al


objetivo de este tema, es la delimitación que del término AGRESIÓN debemos hacer
para encuadrar la actuación del Servicio de Protección de una personalidad, y a los
mismos efectos podemos deslindarlo como “la actividad física que una persona
o grupo desarrolla sobre una personalidad protegida y que éste no desea
que realicen”.

Con la delimitación propuesta, pretendemos dejar patente la exclusión tanto


de las agresiones que no provengan de personas, como un incendio, etc……, cuya
detección precoz requiere de medios técnicos de seguridad que no son objeto en
este tema, como de aquellas que por no ser físicas, sino de carácter intelectual
(campañas de desprestigio, artículos periodísticos….), no constituyen misiones
propias del Servicio de Protección, sino más bien de Gabinetes de prensa , jurídicos,
servicio de información…… y por último, considerar aquellas actividades, que
procediendo de personas y siendo físicas, sólo pueden quedar excluidas sí la
personalidad desea que se realicen, como las fotografías de periodistas,……, pero
que a los efectos del Servicio constituirán una agresión en tanto que no sean
deseadas o autorizadas por la personalidad a la que dan protección.

Hechas estas precisiones, podemos adentrarnos en el contenido del tema,


desde la premisa de que la realización de cualquier tipo de agresión a una
personalidad requiere en todos los casos que el agresor cuente con una
información previa que le permita llevar a cabo su acción, desde la más
elemental del agresor aislado que planifica su seguridad y huida, hasta la más
compleja y elaborada de una organiz ación, pues en el primer caso es necesario
conocer como mínimo, el momento y lugar donde se encontrará la personalidad y
cómo llegar hasta ella para consumar la agresión eficazmente, y en el segundo,
además, cómo burlar la acción de su servicio de seguridad, por lo que la necesidad
de información aumenta en proporción a la complejidad da la acción a realizar y
llega al máximo en acciones del tipo “secuestro”.

De todas las actividades realizadas antes de llevar a cabo la acción contra la


personalidad, la vigilancia sobre la misma y la proximidad del agresor, son las
únicas que tienen lugar a la vista del Servicio de Protección y por tanto las que se
pueden detectar, pues cuando la información previa ha sido verificada y el agresor
está próximo a realizar sus propósitos, puede ser demasiado tarde para impedir que
los lleve a cabo. Por ello es necesario que los componentes del Servicio estén
imbuidos de la trascendental importancia que tiene la información para desempeñar
su labor eficazmente y poder prevenir en lo posible la comisión de agresión a la
personalidad.

Además de la concienciación, es asimismo necesaria la instrucción en


técnicas de observación, detección y contravigilancia, con una doble finalidad:

• Ser capaces de prevenir en tiempo oportuno la ejecución de una


agresión próxima a cometerse.

• Disuadir al agresor de la realización, pues la capacitación del Servicio


puede, en ocasiones, hacerle buscar un objetivo más fácil e incluso desistir
de sus propósitos.

1.2.- OBSERVAR.

Esta acción consiste en examinar con atención una cosa, y también


advertir o darse cuenta de algo, de modo que mediante la observación
discriminamos en lo que vemos los elementos que no nos interesan. La capacidad
de observación es una cualidad importante que debe reunir todo componente de un
Servicio de Protección, y debe ser instruido en la técnica, de modo que pueda
diferenciar perfectamente los detalles que interesan a su misión, puesto que éstos
serán distintos de los que hasta ahora estaba acostumbrado.

La buena observación permitirá reaccionar en tiempo oportuno al


miembro de un Servicio de protección, facilitándole el cumplimiento eficaz de su
misión, y complementada con una adecuada retentiva, será elemento imprescindible
para completar su labor preventiva en labores posteriores a realizar por otras
Unidades.
1.3.- DETECTAR.

Se de be de entender por DETECCIÓN, aplicando el término al


Servicio de Protección, como poner de manifiesto lo que no puede ser
observado directamente.

De esta definición se deducen diferencias fundamentales con la


observación, pues mientras que observando diferenciamos directamente en lo que
vemos los elementos de interés para nuestra misión, la detección trata de ponerlos
de manifiesto cuando estos no son aparentes y es obvio que el que realiza la
vigilancia tratará de que el vigilado no se aperciba de la misma, es decir que para
detectar una vigilancia deberemos de poner en práctica una serie de acciones que
obliguen a los que la realizan a desenmascarar su condición.

El que realiza una vigilancia actúa condicionado por los movimientos e


incidencias que le plantea el objetivo vigilado, y por ello, volviendo por pasiva a
nuestra misión, debemos de tratar de conocer en cualquier momento y situación
cual sería la actuación de los hipotéticos vigilantes, detectando a los que
mantengan esa actitud en una primera fase, y posteriormente comprobando que
persisten en tal actitud, con lo que desecharemos casualidades y coincidencias,
centrándonos en aquellas personas o vehículos que verdaderamente sean
sospechosos de estar vigilándonos, y ello puede materializarse mediante las dos
técnicas que se ven a continuación; la autodetección y la contravigilancia.

2.- LA AUTODETECCIÓN.

2.1.- CONCEPTO:

Consiste en poner de manifiesto lo que no puede ser observado


directamente, mediante acciones desarrolladas para desenmascarar la vigilancia,
realizándolas EXCLUSIVAMENTE el que sospecha ser objeto de las mismas, y sin
recibir ayuda exterior ni ajena a la propia acción que desarrolla.

Así la misma bien referida a la s medidas de seguridad, que la propia


persona debe de disponer, para detectar y en su caso evitar una observación
(vigilancia) del enemigo.
2.2.- FINALIDAD:

Se realizan para poder atender a los factores básicos de seguridad de


uno mismo en el que hacer y vida diaria, siempre y cuando tengamos conciencia de
ese posible peligro para nuestra persona.

Por ello la finalidad de la misma será la de:

• Apercibirse de una posible vigilancia enemiga hacia la persona.

• Verificar en la medida de lo posible dicha vigilancia a la que es


sometida.

• Cesar en la actividad cotidiana, por cambio de los hábitos más


normales, si procede.

2.3.- CARACTERÍSTICAS:

Las características fundamentales de este tipo de detección contra


posibles vigilancias, se extraen de la propia definición de autodetección, y estas son:

• Se trata de una acción individual, de la propia persona.

• No recibe apoyos de otros miembros del Servicio o colaboradores


del mismo.

• No implica que se lleve a cabo por una sola persona, sino que
deben de realizarla, ndividualmente,
i todas las personas que estén
relacionadas con este tipo de situaciones.

2.4.- VENTAJAS E INCONVENIENTES:

Se trata de un sistema de detección que presenta más inconvenientes que


ventajas, siendo las mismas las siguientes:

A) VENTAJAS

Es un sistema de seguridad económico, que no precisa la


colaboración de otras personas.
B) INCONVENIENTES

La detección ofrece una mayor dificultad al no disponer de ayuda


exterior.

Puede disminuir la eficacia de la persona al estar preocupado de su


propia seguridad.

Es más fácil que la vigilancia enemiga se aperciba de que el agente


está tratando de detectarla.

2.5.- FACTORES QUE FAVORECEN LA AUTODETECCIÓN:

A pesar de los graves inconvenientes que presenta esta forma de


detección de vigilancias enemigas hay una gran cantidad de factores que la
favorecen , como son;

• El conocimiento de la zona de actuación de la persona, con la


consiguiente necesidad de posibles reconocimientos previos.

• Planificación de recorridos previos de comprobación.

• Planificación de paradas (justificadas) en puntos donde la permanencia


de la “Vigilancia Enemiga” no pueda pasar inadvertida.

- Al doblar esquinas.

- En escaparates.

- En quioscos de prensa, ciegos…

- En cabinas telefónicas.

- Detención aparentando desconocimiento de la zona.

• Búsqueda de lugares donde un vestuario inadecuado llame la atención.

• Cambios en el ritmo de marcha, justificándolo. (apurar el paso de un


semáforo aligerando el paso antes de cruzar…)

• Tomar calles que dificulten la vigilancia enemiga.


- De dirección única y sentido opuesto a la circulación
rodada.

- Poco concurridas.

- Con muchas intersecciones.

- Sinuosas.

- Despejadas de tráfico rodado.

- Plazas circulares y rotondas…..

• Intercalando marchas a pie y en vehículo, ya sea propio o público.

• Utilización de forma conveniente de los transportes públicos


procurando;

- Si es AUTOBUS:

+ Largos periodos de espera en paradas.

+ Subir de forma decidida y rápida.

+ Ser el último en subir en la parada.

+ Situarse en la parte trasera del vehículo, para poder


observar al resto de los ocupantes, así como el exterior del
mismo, por si algún coche le sigue.

+ Hacer intención de bajarse y simular una equivocación.

+ Bajar rápidamente, preferiblemente en paradas poco


concurridas.

+ Justificar esa bajada y volver a tomar el mismo transporte


en la misma dirección que se traía.
- Si es en METRO:

+ Utilizar estaciones y horas de poco tránsito.

+ Realizar cambios de línea.

+ Efectuar detenciones imprevistas en túneles de acceso a


andenes, simulando buscar la dirección deseada.

+ Subir al vagón a última hora y bajarse próximo a ponerse


en marcha, situándose junto a la puerta.

+ En las taquillas perder tiempo buscando cambio a bono-


metro, permitiendo ser rebasado por otras personas.

- Si es en TAXI:

+ Estando en predisposición de tomar uno, no precipitarse,


dejar pasar varios o dirigirse a una parada próxima.

+ Marcarle el ritmo al taxista, efectuando alguna parada


imprevista (comprar la prensa, llamar por teléfono…)

+ Aprovechar los cambios de dirección para mirar con


naturalidad hacia detrás.

- Si la hacemos en el propio VEHÍCULO:

+ Circular a velocidad distinta del resto de los vehículos de la


calzada sin llamar la atención.

+ Aparcar de forma súbita y sin avisar de la maniobra.

+ Apurar al máximo los semáforos.

+ Realizar paradas justificadas (prensa, teléfono…)

+ Aprovechar las plazas y rotondas realizando varias vueltas


en la misma.

+ En detenciones de tráfico, situarse en el carril más


concurrido de vehículos.
+ Efectuar paradas en doble fila en calles donde el
aparcamiento sea dificultoso.

+ Utilizar el retrovisor interno del coche nunca los exteriores.

TODO EL QUE RESULTE VISIBLE AL INICIAR UN DESPLAZAMIENTO Y ESTE


PRESENTE AL LLEGAR AL DESTINO TIENE MUCHAS POSIBILIDADES DE ESTAR
REALIZÁNDONOS UNA VIGILANCIA.

TODO VEHÍCULO QUE RESULTE VISIBLE AL INICIAR NUESTRO DESPLAZAMIENTO Y ESTE


PRESENTE AL LLEGAR AL DESTINO TIENE MUCHAS POSIBILIDADES DE ESTAR
REALIZÁNDONOS UNA VIGILANCIA.

PARA UNA BUENA AUTODETECCIÓN ES PRECISO CONOCER LAS TÉCNICAS Y


PROCEDIMIENTOS OPERATIVOS (SEGUIMIENTOS Y VIGILANCIAS) , PUES
DEBEMOS PENSAR, PERMANENTEMENTE, QUE LA VIGILANCIA ENEMIGA
CUMPLIRA SU MISIÓN CON ESAS MISMAS TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS.

3.- CONTRAVIGILANCIA.

3.1.- CONCEPTO Y FINALIDAD:

A diferencia de lo que se ha expuesto hasta el momento, la contravigilancia exige


ayuda EXTERIOR y AJENA a la actividad que el sometido a vigilancia desarrolla, y podemos
decir que consiste “ en poner de manifiesto lo que no puede ser observado
directamente, por medio de personas ajenas al que se siente vigilado ”.

Aplicada al Servicio de Protección y sin que intervengan otras Unidades, la


contravigilancia se desarrollará estableciendo puntos de detección prefijados y en parado ,
tanto para la detección de vigilancias en movimiento como estáticas.
La finalidad de las contravigila ncias vienen dadas para atender igualmente a la
seguridad de nuestro propio servicio y así las podemos emplear para saber si nuestra
personalidad está siendo vigilada o si es nuestro propio despliegue el que es vigilado. Por
ello nos servirá para detectar posibles vigilancias enemigas, verificar las mismas y por
último cesar en la actividad diaria o variar los hábitos de la misma.

La característica fundamental de este tipo de servicio es que se debe de realizar en


equipo y de forma coordinada y sincronizada al espacio donde se va a realizar.

3.2.- VENTAJAS E INCONVENIENTES:

Al tratarse de un sistema de detección, contra las vigilancias de un posible enemigo,


basado en un colectivo que debe de contar con cierto número de medios, la misma
presenta una serie de ventajas e inconvenientes que son los siguientes;

A) VENTAJAS.

El hombre del Servicio o el Equipo propio no necesita estar pendiente de una


posible vigilancia enemiga, por lo que sólo debe estar pendiente del factor
eficacia.

La contravigilancia a la vez refuerza el propio sistema de seguridad del


Servicio.

B) INCONVENIENTES.

Se trata de un sistema caro en cuanto a recursos humanos y técnicos.

Hace aumentar sensiblemente el número de personas que se encuentran en


la zona de actuación, con el riesgo que ello implica.

Se puede quemar el personal para futuros Servicios si esta es detectada.

Requiere forzosamente un enlace entre el Servicio que se está realizando y


la contravigilancia.

3.3.- DETECCIÓN DE VIGILANCIAS ESTÁTICAS:

Comenzaremos por decir que “Vigilancia estática” es la que se realiza desde un


lugar fijo sobre el objetivo que queremos vigilar, sin que ello conlleve desplazamientos, por
lo que la persona será observada únicamente en el interior del campo de visión que
permita el lugar de observación.

Las vigilancias estáticas presentan más dificultades que las móviles para ser
detectadas, sobre todo si los vigilantes disponen de un lugar, base o puesto con capacidad
de observación sobre el domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro que la personalidad
frecuente con habitualidad o al cual deba asistir obligatoriamente y sea conocido con
anterioridad.

Dependiendo del tipo de agresión que la vigilancia se proponga realizar con


posterioridad, la vigilancia estática puede ser autosuficiente, caso de fotógrafos o
francotiradores, pero lo normal es que cuente con el apoyo de una vigilancia móvil que
complete la información sobre itinerarios, horarios y costumbres de la personalidad, con el
fin de determinar cuales sean los momentos y lugares óptimos para ejecutar la agresión y
que simultáneamente ofrezcan las mayores garantías de impunidad, y en este caso la
fracción de vigilancia estática debe ser capaz de activar a la fracción móvil de vigilancia,
con el tiempo suficiente para que estos puedan iniciar el movimiento una vez que la
personalidad se sitúa fuera de su campo de visión, para lo cual es imperativo disponer de
enlace bien vía radio o bien de otra clase, entre ambas fracciones.

En esta primera aproximación, conviene llamar la atención sobre este punto, puesto
que conocida la forma de actuación de los vigilantes podremos posteriormente determinar
y comprender mejor que acciones y factores pueden favorecer su detección.

Una segunda consideración previa es la que ya se apuntó cuando nos hemos


referido a la autodetección a pie, puesto que debemos insistir en que no será frecuente
que las actividades, el carácter de la personalidad o la ponderación de la conveniencia de
no alarmarle con sospechas sin verificar, permitan al Servicio de Protección contar con la
colaboración de la personalidad para utilizar las técnicas de autodetección expuestas para
detectar vigilancias móviles, por lo que en la generalidad de los casos el Servicio se verá
obligado a aprovechar los movimientos que realice la personalidad para tratar de detectar
la presunta vigilancia y las consideraciones hechas mantienen su vigencia en el caso que
consideremos para la detección de vigilancias que cuentan con una fracción de vigilancia
estática y una móvil, en cuanto a la detección de esta última, por lo que nos centraremos a
continuación en los factores que favorecen la detección de la propia vigilancia estática y en
la fracción móvil solamente en cuanto al inicio del movimiento, puesto que una vez
comenzado las acciones que corresponden son las descritas para la autodetección.
3.4.- TÉCNICAS DE CONTRAVIGILANCIAS DE VIGILANCIAS ESTÁTICAS:

En la detección de vigilancias estáticas debemos de partir de la premisa de que sí


los vigilantes pueden observar a la personalidad, ellos pueden ser observados por el
Servicio de Protección, y lógicamente si cuentan con un lugar, base o puesto de
observación, este debe estar ocupado mientras los observadores lo emplean, tanto tiempo
como se precise para establecer la frecuencia usual de desplazamientos de la personalidad
y de forma que permita coordinar y activar el dispositivo móvil de vigilancia, y en base a
esta premisa el Servicio de Protección debe de desarrollar su actividad de detección y
contravigilancia.

No es probable que la base, lugar o puesto de observación se establezcan antes de


que por primera vez la personalidad ocupe su domicilio o lugar de trabajo, y obviamente no
lo serán en los lugares que frecuente con asiduidad, sino que se establecerán porque la
personalidad acude a ellos. La técnica de detección consistirá en realizar un examen
minucioso de la zona, tratando de localizar e interpretar detalles, en apariencia normales,
que se salgan de la rutina habitual de la misma, volviendo nuestra misión por pasiva
tratando de situarse en el lugar desde donde pueda efectuarse la vigilancia y buscando los
lugares más ventajosos para establecer el puesto o base de observación, tales como pisos
altos con ventanas orientadas al domicilio, lugar de trabajo….., vehículos no habituales en
la zona, etc…

Una vez determinados, el Servicio de Protección establecerá una contravigilancia


disimulada sobre los mismos, hasta confirmar la vigilancia. Insistimos que la detección
puede ser larga, tediosa, y que es difícil llegar a confirmar la existencia de una vigilancia si
los que la realizan tienen buena instrucción y llevan a cabo una correcta ejecución, por lo
que la importancia de captar algún detalle e interpretar indicios aparentemente normales
resultará fundamental. No podemos esperar que la vigilancia se muestre aparente y menos
que llame la atención, por el contrario, será normal que pase desapercibida e incluso que
cuente con justificación para encontrarse en el lugar en ese momento.

Tanto si el puesto de observación se encuentra en un edificio, como si se utiliza un


vehículo, llevará consigo su ocupación por personas que deben hacer uso de medios de
visión y enlace, lo que exige alguna modificación en la rutina habitual de la zona, y
debemos estar al tanto de los mismos, por ejemplo, pueden cambiar las personas, sobre
todo si la observación se prolonga, pero siempre habrá personas ocupando ese lugar de
observación; pueden aparecer antenas nuevas, pueden variar los vehículos estacionados en
las proximidades del lugar sometido a vigilancia, e incluso se nos puede dar que en los
lugares de salida y acceso a la zona exista un vehículo en espera ocupado por personas……

En estos casos la verificación de estar sometidos a vigilancia puede el Servicio


establecerla en el momento en que la personalidad abandona el lugar o simulando su
salida, sometiendo a contravigilancia el hipotético puesto de observación, para ver la
actitud de los que lo ocupan, si efectúan alguna llamada, si alguna persona o vehículo
abandona la zona adaptando sus movimientos a nuestro desplazamiento, o cualquier
actitud que denote que se inicia una vigilancia móvil sobre la personalidad. Si no se iniciara
y simplemente se trata de una vigilancia estática, el Servicio puede notar una actitud de
relajamiento o abandono por parte de los que ocupan el puesto de observación, y en
cualquiera de los dos casos obtendrá información acerca de la hipótesis de estar siendo
sometidos a vigilancia, e incluso de las intenciones posteriores de los vigilantes, deduciendo
la acción que se pueda pretender realizar.

Independientemente de la contravigilancia, el Servicio de protección debe de


obtener y actualizar permanentemente la información sobre las personas que trabajan o
habitan en el entorno de los lugares de residencia, trabajo y frecuente visita de la
personalidad, manteniendo una actitud ofensiva en esta adquisición de información,
aspecto de capital importancia que conviene resaltar aun cuando no sea el objeto
específico del tema que se desarrolla.

3.5.- TÉCNICAS DE CONTRAVIGILANCIA DE VIGILANCIAS MÓVILES:

La contravigilancia sobre una fracción de vigilancia móvil es una técnica compleja


que requiere además de un dominio absoluto de la técnica de vigilancia y seguimiento, el
contar con un equipo debidamente instruido, por lo que no es de aplicación al Servicio de
Protección, que deberá requerir del apoyo de otras Unidades para su realización (SIGC,
UCE, UCO, GAO……)

Sin embargo el Servicio de Protección podrá contar con personal suficiente e


instruido para realizar por sí mismo verificaciones sobre la hipótesis de estar sometido a
vigilancia móvil, siendo la práctica poco costosa, aparte de la instrucción.

Ya he dejado expuesto al desarrollar las técnicas de autodetcción, los factores que


favorecen la detección de vigilancias móviles, que son de plena aplicación en la
contravigilancia, y también ha quedado expuesto que la contravigilancia requiere ayuda
exterior ajena a la actividad que desarrolla el sometido a vigilancia. Si el Servicio de
Protección tiene la capacidad necesaria de personal e instrucción puede establecer
contravigilancias en puntos de detección prefijados, bien aprovechando los movimientos de
la personalidad, bien simulando estos movimientos.

“ La técnica requiere que uno o más de los miembros del Servicio ocupen
con suficiente antelación los puntos estudiados y designados para realizar la
contravigilancia, y en ellos efectuar alguna de las acciones descritas en la
autodetección, observando el espacio detrás de la personalidad para tratar de
determinar la existencia de personas o vehículos en tareas de vigilancia. Este es
el método más fiable para establecer que la personalidad esta siendo sometida a
vigilancia”

Al planificar el itinerario de detección y los lugares de contravigilancia, deben de


tenerse en cuenta aquellos en los que la salida o entrada permitan una fácil observación
por los que efectúan la contravigilancia, y aquellos que les permitan abandonar el lugar
tras la personalidad y acudir al punto de destino siguiente antes de que llegue ésta. Debe
por ello realizarse un ajuste muy minucioso de tiempos y escoger un mínimo de tres (3)
verificaciones, para poder llegar a obtener certeza sobre la vigilancia y desechar las
casualidades, de lo contrario podemos creer erróneamente que la vigilancia existe, cuando
no es así, e incluso involucrar a personas de todo punto ajenas a la misma.

Siempre debe verificarse la salida o llegada al domicilio, trabajo o lugares


frecuentados con asiduidad, precaución que debe de ser constante en el cometido diario,
tratando de detectar en este caso el espacio detrás de la personalidad, puesto que los
movimientos que se produzcan en la zona en los momentos inmediatamente posteriores al
abandono del lugar por la Personalidad pueden indicarnos el inicio de una vigilancia móvil
sobre la misma, y este es el momento más favorable para la detección, puesto que el
equipo de vigilancia requiere de un espacio y un tiempo para organizar su dispositivo al
pasar de una vigilancia estática a una móvil.

Por último debemos de resaltar la máxima atención que todo componente del
Servicio debe de prestar a sus sectores de responsabilidad e insistir en normalmente una
agresión requiere de una información previa y que es en esta fase cuando el Servicio
puede detectar la existencia y propósitos del agresor, por lo que las técnicas de detección
deben ser preocupación constante en el desarrollo de su misión, prestando cada
componente la máxima atención, como ya digo a sus sectores de responsabilidad.
3.6.- MODALIDADES DE CONTRAVIGILANCIAS:

En muchas ocasiones se puede contar con el propio apoyo de la personalidad, pero


en la mayoría de los casos a la misma no se le puede poner en la tesitura de sí esta siendo
vigilada o no, es por ello que dependiendo del tipo de Servicio que se lleve a cabo, el
personal del Servicio de Protección sepa con antelación el desplazamiento que se va ha
realizar o que por el contrario la personalidad se mueva libremente sin calendario previsto
de actuación. Ante estas dos posibilidades vamos a ver unas nociones de cómo se debe de
montar una contravigilancia.

3.6.1.- Sabiendo la zona de acción.

Si se tratase de un itinerario de comprobación previamente establecido, la


contravigilancia se debe de hacer preferentemente mediante un procedimiento
escalonado. (ver croquis)

Es preferible utilizar itinerarios a pie, pues permitirá que la contravigilancia


adopte posiciones estáticas de observación, aun con todo en recorridos con
vehículos se puede realizar de igual forma, pero la detección se hace más difícil.

Un itinerario de comprobación debe de contar como mínimo, como ya se ha


expuesto, con tres (3) puntos de comprobación, siendo estos los que se detallan en
la figura anterior y que nos servirán para:

• P. Inicial……...Se detecta

• P. Intermedio...Se verifica

• P. de Señal…..Se comunica al Servicio

• P. Final……....Se trata de evadir la vigila ncia y neutralizar.

3.6.2.- Que no sepamos los itinerarios.

La contravigilancia no tiene más remedio y opción que marchar tras el


Servicio, “Contravigilancia a Cola “, siendo esta técnica de difícil ejecución.

Siempre es conveniente que exista enlace entre ambos dispositivos, al objeto


de evitar posibles confusiones entre los propios agentes del Servicio.

La contravigilancia deberá guardar un distancia de seguridad para no


echarse encima de la posible vigilancia móvil enemiga.
La contravigilancia se desarrollará mediante las técnicas de seguimiento a
pie (triángulo, hilera, paralelo..), y si es en vehículo mediante las técnicas de
seguimiento en ciudad o carretera.

Como se ha dicho se utilizarán las transmisiones codificadas, y deberá existir


un perfecto enlace entre los servicios a la postre de verificación y evasión.

4.- EVASIÓN ANTE VIGILANCIAS ENEMIGAS.

La evasión es el arte de eludir con arte y astucia una dificultad prevista, es decir,
desengancharse de una vigilancia enemiga.

Así, una vez detectada y verificada una posible vigilancia enemiga, bien mediante
autodetección o contravigilancia, deben de ponerse en marcha acciones propias de evasión, pero
siempre este extremo en contacto y con conocimiento de la personalidad.

No pueden darse reglas fijas sobre este tema, pues la misma dependerá de muchos
factores:

• Zona de actuación.

• Naturaleza del itinerario, calles…

• Medios disponibles

• Existencia o no de transportes públicos.

• Sea de día o de noche.

• Concurrencia escasa o no de transito peatonal o rodado……..

En todo caso conviene actuar según los siguientes PRINCIPIOS:

1.- la evasión debe de realizarse con naturalidad, lo que no excluye la rapidez de


movimientos.

2.- No debe de comenzar nunca hasta haberse verificado con el mayor número de
detalles y datos la vigilancia enemiga, bien mediante detección, bien mediante enlace con
la contravigilancia.

3.- No se deben de realizar comprobaciones continuas de contravigilancia, sólo


efectuar la verificación final.

4.- Cuando se efectúe un Servicio con COLA (contravigilancia), el momento de


iniciar la evasión debe facilitar la labor de la contravigilancia para que pase a controlar a la
vigilancia enemiga.

5.- Elegir siempre zonas adecuadas y bien conocidas para iniciar la evasión;

+ Evitar zonas poco transitadas o pasar de estas a otras muy


concurridas.

+ Aprovechar zonas de vestuario que pasemos inadvertidos.

+ Aprovechar edificios con varias entradas y salidas.

6.- Cambiar en caso de desplazamientos a pie constantemente de transporte.


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