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Instituto Superior del Profesorado

Joaquin V. González
Materia: Seminario de Metodología de la Investigación Histórica
Año: 2016

LA CREACION DE LA CONAE (COMISION


NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES)
1983 - 1991:
UNA HISTORIA DE INTERVENCION
NORTEAMERICANA EN ARGENTINA
Juan Pablo Niemes
2

Prólogo

El presente trabajo se propone analizar el origen de la CONAE (Comisión Nacional de


Actividades Espaciales) entre 1983 y 1991. El trayecto que va desde sus antecedentes hasta
su constitución junto con el contexto político nacional e internacional no deja de ser una
historia interesante para ser analizada, tal como lo planteamos aquí es posible verlo como el
resultado de incidencias políticas del estado norteamericano en territorio argentino en
tensión con iniciativas científicas argentinas de carácter autónomas. El período escogido en
este análisis constituye un momento de la historia mundial y nacional en el cual se destacan
una infinidades de hechos a tener en cuenta, aquí nos vamos a referir a unos pocos y
puntuales procesos a nivel internacional de manera descriptiva, sobre todo para tener en
cuenta, insistimos, el trasfondo político en el cual se desarrolla la historia presentada, lo
cual quizás no dé una respuesta definitiva al tema planteado en el título pero aún así ayuda
a pensar el terreno en el cual se gestó la historia aquí presentada en un área de tecnología
pocas veces tenida en cuenta como parte de la producción de un país caracterizado como
agroexportador. Pero a su vez es necesario también tener en cuenta los procesos internos de
la Argentina de los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, el paso a
través de esos años será testigo de un cambio clave de paradigma del estado argentino, la
economía tomará un giro neoliberal y junto a ella la política, cuestión que afectará
directamente el desarrollo de nuestro tema.

Si tuviéramos que delimitar espacialmente el trabajo lo situaríamos en el ámbito de la


capital de Argentina ya que en ella se procedió a crear la institución, será necesario aclarar
también que para cumplir con el propósito de esta investigación es necesario restringir el
campo ya que nos permite precisar la búsqueda de materiales con los cuales se trabajará.
No obstante es necesaria hacer esta salvedad debido a que el entramado de cuestiones que
desembocan en la creación de la misma ocurre en espacios diferentes de la República (Rio
Cuarto, Bariloche, la provincia de San Luis, etc.) donde se realizaron diferentes pruebas
militares con el misil Cóndor II cuya historia constituye una parte importante del tema que
titula el trabajo, nos vamos a referir sobre a algunos de los puntos de su historia que ayuden
a comprender el tema abordado.
3

En cuanto al período de tiempo hemos decidido delimitar desde 1983 a 1991 ya que fue
posible analizar a nivel mundial una serie de acontecimientos que cambiaron la dirección
de las políticas internacionales, pero más que nada teniendo en cuenta que en el año 1987
los Estados Unidos deciden crear un organismo llamado MTCR (Missile Technology
Control Regime) para lo cual se solicita la colaboración de varios países, entre ellos la
Argentina, esto no deja de ser poco significativo ya que se inscribe en el contexto de
desarme de la URSS frente a EEUU. Recordemos que de los infinitos hechos que se
producen en los años ochenta, como por ejemplo el final de la denominada “Guerra Fría” es
sólo uno de los tópicos más significantes de la política internacional. Para ello también
tomamos parte de la tesis ya clásica de Francis Fukuyama del “fin de la historia” y se lo
pondrá en discusión para señalar la ideología política dominante en los países occidentales
centrales, el contexto intelectual dominante por llamarlo de alguna manera. Es por este
motivo que establecimos como punto de partida el año 1983 para tener en cuenta la razón
por la cual se va a desintegrar en nuestro país la CNIE (Comisión Nacional de
Investigaciones Espaciales) la cual dependía de la Fuerza Aerea y pasar así a la futura
constitución de la CONAE, de carácter civil. Este hecho que estableció el cambio de
objetivo de esta institución de investigaciones espaciales en Argentina y responde al
contexto internacional. Más aún, todo este proceso, como se demostrara en el trabajo aquí
presentado, se desarrolló en un escenario de presiones por parte de los Estados Unidos en
Argentina.

Sin embargo es obvio y necesario complementar el escenario político con los procesos
desarrollados dentro de Argentina a nivel histórico. 1983 no fue sólo un año más en el
calendario de América del Sur, el resurgimiento de la democracia en Argentina constituyó
una oxigenación a la sangrienta dictadura del último gobierno militar argentino (1976-
1983), el período anterior a la democracia de los ochenta dejó patente su política
internacional militar ofensiva. Los conflictos con Chile sobre el canal del Beagle en 1982 y,
durante el mismo año, la guerra de Malvinas fueron hechos que no sólo marcaron el signo
de una época, sino también su final. El gobierno del Dr. Raúl Alfonsín se caracterizó a
grandes rasgos por asumir el compromiso de un nuevo plan que poco tenía que ver con la
incidencia de las Fuerzas Armadas en la sociedad, pero decidió continuar con un particular
proyecto.
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Los últimos años de Alfonsín en el gobierno de Argentina estuvieron marcados por muchos
conflictos a nivel social, es preciso destacar lo que significó el gobierno de Alfonsín para la
restitución de la democracia, hecho que será imborrable en la historia latinoamericana, sin
embargo numerosos problemas harán flaquear su posición y figura en la política nacional,
la economía constituyó un área en la cual la mayor parte de la población quedó marcada a
fuego, la memoria de los saqueos aún resuenan con cierto y anacrónico paralelismo los
hechos acaecidos luego en el 2001, la inestabilidad monetaria jugaría uno de los puntos más
importantes con los cuales el programa Menem-Duhalde jugará su estrategia más audaz, los
ítems de la “revolución productiva” que ambos proponían dejaron en claro la necesidad de
un cambio de paradigma1, la necesidad de abrirse al capitalismo financiero para estar “a
tono” con los países del norte, la nueva dirección (pareció ser el nuevo Telos de la historia
Argentina en los noventa). Es en este campo de batalla política con en el cual el
intervencionismo norteamericano, en este caso en el área de defensa, cobró importancia y
nos dio cuenta de que ciertos resabios de la carrera armamentística de ahora en más pasara
a ser controlado por aquellas naciones que se consideran “prudentes” en estos asuntos. El
intervencionismo norteamericano planteado así no resulta extraño en nuestro territorio
teniendo en cuenta las variables que presentamos.
El objetivo entonces de esta investigación será analizar como el intervencionismo
norteamericano, mediante el espionaje y la presión diplomática condicionó los objetivos
defensivos y militares de la antigua CNIE para que se desmantelara el misil Cóndor II y a
cambio crear otra institución que aporte conocimientos espaciales pero con objetivos
civiles, en este caso la CONAE. Para este propósito se investiga principalmente con el
aporte de la institución CONAE y la información relativa a su historia, pero también se
coteja y se compara complementando con otros estudios del mismo tema o relacionados. Se
eligieron como fuentes por fuera de la CONAE diversos artículos periodísticos de la época,
revistas académicas de relaciones internacionales, decretos de la época, también algunas

1
Casi irónicamente podríamos leer ahora una frase elaborada por el modelo político que se abanderó con las
privatizaciones: “Somos pragmáticos, y respetamos una convicción suprema: la democracia es aquel régimen
que defiende un sólo interés, el del pueblo”. Menem, Carlos y Duhalde, Eduardo. La revolución Productiva.
De la Argentina Especuladora a la Argentina del Trabajo, Buenos Aires, A. Peña Lillo Editores, 1989. P. 85
5

obras que den el panorama nacional y mundial en el plano ideológico de fines de los
ochenta y principios de los noventa a nivel filosófico, político y social.

Como hipótesis de trabajo planteamos lo siguiente ¿Qué cambios o circunstancias


incidieron para que un organismo como la CNIE, dependiente de la fuerza aérea argentina,
concluya de manera definitiva sus actividades y a su vez se construyese otra de carácter
civil denominada CONAE? ¿Hubo continuidades y rupturas en los objetivos de ambas
instituciones? ¿Con qué fundamentos se decide poner fin a una institución estatal? Y por
último aunque no menos importante ¿Qué rol jugo el intervencionismo norteamericano, y
en qué contexto, en Argentina durante el período 1983 - 1991 para que estos proyectos de
investigaciones espaciales tomen un “giro civil”?

Consideramos necesario analizar el caso de la CONAE y su antecedente llamado CNIE


teniendo en cuenta, repetimos, el contexto nacional y mundial. Es pertinente por lo menos
intentar reproducir el mapa de geopolítica del período que estudiamos.
6

Introducción

La historia de la creación de la CONAE en 1991 en Argentina resultó de muchas causas,


quizás lo que parezca más llamativo sea que una de esas causas la constituye un entramado
diplomático entre Argentina y Estados Unidos. Detrás de este entramado diplomático hubo
presiones por parte del país del norte con aires de preocupación en pos de un desarme de
aquellas naciones del tercer mundo que ahora sin la tutela de un bloque opuesto al modelo
occidental de sociedad se tornaban peligrosas.

Es preciso destacar que en este trabajo de investigación nos remitimos a un período


convulsionado a nivel mundial, entre 1983 y 1991 se asiste a un período revelador en
materia política; por ejemplo, el gobierno de Ronald Reagan toma las cartas suficientes
como para convertir a Estados Unidos en un país que controla política y económicamente a
otras naciones, en sincronía el gobierno inglés a cargo de Margaret Tatcher dejaban muy en
claro la dirección política de los países centrales de occidente. También se va producir uno
de los procesos más significativos del siglo XX; la caída del régimen comunista signado
entre otras cosas con la caída del muro de Berlín en 1989, y no menos importante la
denominada “guerra fría” llegaba a su fin. ¿Llegaba el fin de la historia? Precisamos entrar
en dialogo con Francis Fukuyama cuya obra destaca la misma pregunta que nos hacemos,
es en este contexto ideológico con el cual un país como Estados Unidos se adjudicara la
suficiente autoridad como para interferir en las agendas militares y de defensa de Estados
en países como Argentina, esto constituye una parte no menos importante de nuestro
trabajo.

No menos convulsionado resulta el contexto nacional: en cuanto a lo que refiere al final de


la década de 1980 una crisis económica azotaba al gobierno de Ricardo Alfonsín, el
principal lema de gobierno se inscribía en una democracia restauradora de las libertades, en
el plano militar, que es parte del tema de nuestra investigación, se continúa con un proyecto
armamentístico; la construcción del misil Cóndor II, uno de los temas bases de nuestra
investigación ya que su desmantelamiento hizo que las autoridades de seguridad
internacional norteamericanas desautorizaran cualquier intento de construcción de armas
sin su supervisión en cualquier país en vías de desarrollo, la aparición y creación de una
institución como el MTCR (Missile Technology Control Regime –Régimen de Control de la
7

Teconología de Misiles-) en 1987 no fue un hecho casual ya que su objetivo constituyó la


adherencia a un conjunto de normas y reglamentos compartidos por países capitalistas
occidentales los cuales exigían determinados estándares de aprobación por parte de los
mismos. Cabe destacar que este polémico misil Cóndor II fue impulsado luego del episodio
bélico de las Islas Malvinas; uno de los objetivos fue contar con armamento suficiente en
caso de una nueva guerra, más tarde la idea de contar con un misil de mediano alcance
como el Cóndor será la razón principal para abonar la idea de contar con nuestros propios
lanzadores de satélites (objetivo más pacífico que militar).

Ya en 1991, con Carlos Menem en el poder de la presidencia argentina el Estado girará


hacia un paradigma neoliberal dejando así la intromisión de Estados Unidos, potencia
económica ya afianzada para ese momento, en casi todos los sectores de la sociedad,
específicamente en el sector militar el país del norte será quien propone la oferta:
desmantelar el proyecto del misil Cóndor II a cambio de generar con los mismos equipos de
técnicos una institución de carácter civil que sea de más utilidad para la Argentina y
orientada a fines pacíficos, este es trasfondo en el cual nace la CONAE.

Teniendo en cuenta estas variables podremos reconstruir las vicisitudes en la historia de la


ciencia argentina, aquí tomamos un caso específico: la creación de la CONAE, cuya
historia no comienza en el período que abarcamos: 1983-1991, sino que es el resultado de
una historia de la actividad espacial en Argentina, podríamos datar a este proceso desde
mediados del siglo XX y las numerosas investigaciones y experimentos en ese campo.

No menos importante es el hecho de lo que representa hoy en día la CONAE, si tenemos en


cuenta desde el año 1991 hasta la fecha podremos corroborar que sus objetivos son
netamente civiles, como ha señalado en una entrevista su actual presidente Dr. Conrado
Varotto: “Es necesario y mandatorio contar con un plan espacial, en nuestro caso es de
uso civil” esta frase señala que los objetivos de la institución estuvieron y están orientados
a brindar información sobre el territorio nacional a través de los satélites puestos en órbita,
Argentina es un país que de acuerdo a su producción necesita tener información sobre su
territorio, piénsese en actividades agropecuarias y otras áreas a las cuales este tipo de
información es imprescindible.
8

La estructura del trabajo se basa en dos capítulos introductorios al contexto internacional y


nacional, en el capítulo 1 ponemos como telón de fondo la caída de la URSS como real
oponente al capitalismo occidental y además problematizaremos en base a la teoría de
Francis Fukuyama sobre el fin de la historia. En el capítulo 2 nos referiremos al contexto
político y social nacional ya que el período del tema que tratamos está atravesado por dos
presidencias con proyectos totalmente diferentes, una de las cuestiones claves para explicar
el arribo de las políticas norteamericanas en Argentina. En el capítulo 3 consideraremos
necesario hacer un repaso por la institución que precedió a la CONAE, la CNIE, para
poner en cuestión el subtítulo del trabajo; la intervención norteamericana en los proyectos
militares argentinos y como finalmente la diplomacia de los Estados Unidos propusieron
una oferta y alternativa hacia a los objetivos militares argentinos y, en última instancia,
como se suprimió una institución para dar nacimiento a otra, aquí ofrecemos una historia de
una institución en particular. En el inciso 3.1 reconstruiremos el origen de la CONAE
teniendo en cuenta las variables anteriores. Finalmente elaboraremos una conclusión la cual
evitara ser un veredicto final a la historia de esta institución y a cualquier historia narrada
en este trabajo, pero intentaremos tener al fin una cartografía de los hechos históricos que
permita comprender el porqué de muchas de las historias en diacronía y sincronía.
9

“…y ahí lo vi, un misil en mi placard, un


modelo para armar, pero nunca para desarmar…”

Soda Stereo “Un misil en mi placard” (1984)

Antecedentes: la CNIE y su proyección militar

Al igual que los principales países de occidente Argentina creó un organismo de


investigación espacial, recordemos que en el siglo XX los Estados Unidos y en un lugar
más alejado de occidente como la URSS crearon instituciones y empresas destinadas a
inaugurar una competencia de tipo tecnológico espacial, Estados Unidos creó de esta
manera la NASA (National Astronautics and Space Administration –Administración
Nacional de Astronáutica y del Espacio-) en 1958 y ya en 1957 la URSS había desarrollado
su programa espacial con diversas pruebas. La denominada guerra fría cobró protagonismo
en un escenario secular trágico; dos guerras mundiales y genocidios a gran escala en
diferentes puntos del planeta, parafraseando al historiador Eric Hobsbawm el siglo XX fue
un siglo que se pensó comúnmente en términos de “opuestos binarios”2

Más al sur del mundo en 1960 militares y científicos argentinos crearon la CNIE (Comisión
Nacional de Investigaciones Espaciales) en el contexto de la carrera espacial iniciada por
los países centrales (EEUU y URSS), la vanguardia en la ciencia espacial se hizo presente
en nuestro país y fue pionero en América Latina. Tenemos que tener siempre en cuenta la
vinculación de la CNIE a las fuerzas armadas ya que este hecho cambiaron una vez
avanzada la denominada guerra fría en los años 80 del siglo XX, Estados Unidos dará vida
a diferentes instituciones de control de proliferación de tecnología misilística en todo el
planeta, nada debía escapar del control de la potencia occidental, menos aún los organismos
militares. El mundo del siglo pasado vio nacer varias potencias económicas (amparada en

2
Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX. Argentina, Editorial Critica Grijalbo Mondadori, 1998, cita: “El
mundo que se desintegró a finales de los años ochenta era aquel que había cobrado forma bajo el impacto de
la revolución Rusa de 1917. Ese mundo nos ha marcado a todos, por ejemplo, en la medida en que nos
acostumbramos a concebir la economía industrial moderna en función de opuestos binarios, ´capitalismo´ y
´socialismo´, como alternativas mutuamente excluyentes” p. 14
10

impresionantes maquinarias bélicas); Estados Unidos resultó ser el caso más hegemónico y
emblemático.

Para nuestro cometido es preciso destacar también que recolectar material para una
reconstrucción de la historia de la CNIE constituyó una tarea muy difícil ya que se trató de
una institución y por lo tanto en la actualidad ya no existe. No obstante, una investigación
tiene que agotar, en la medida de lo posible, cualquier fuente o documento que dé cuenta
como era su funcionamiento, sus objetivos y su razón de ser. Reconstruimos su historia a
través de diversa bibliografía.

El programa institucional de la CNIE en sus comienzos se limitaba a realizar pruebas


atmosféricas y de tipo climáticas en función a los resultados de lanzamientos de cohetes.
Quizás en una primera lectura nos sorprende que una nación pacífica como Argentina tenga
como objetivo desarrollar este tipo de industria, entonces vale la pena que aclaremos que
los cohetes sirven para impulsar satélites, entre otras cosas, este último fue siempre un
objetivo que anheló la ciencia espacial argentina, pero aun así en el último gobierno militar
de Argentina y, sobre todo, con la guerra de Malvinas el desarrollo de la tecnología militar
intentó ser ante todo un instrumento de defensa y ataque.

Avanzada ya la década de los años 70 y más que nada en los años 80 del pasado siglo XX
hay un hecho que será una bisagra y la constituirá los resultados que sacaron la fuerza
aérea Argentina una vez finalizada la guerra de Malvinas en 1982 frente a las fuerzas aéreas
británicas. Las conclusiones derivaron en su mayoría a la creación de tecnología misilística
capaz de dotar a las Fuerzas Armadas Argentina (sobre todo a la Fuerza Aérea) de un
capital armamentístico, aun así también se barajó la posibilidad de utilizar la tecnología
para fines pacíficos ya que los vectores (también conocidos como misiles) portan una
tecnología dual, es decir, se los puede usar pacíficamente o con fines bélicos. Las pruebas
atmosféricas que se realizaron con cohetes en Argentina con este tipo de tecnología (de uso
civil) data desde fines de los años 50, esto ya sentaría un precedente para el curso que
tomara la presente investigación en relación a los objetivos de la creación de la CONAE
(Comisión Nacional de Actividades Espaciales) de 1991.
11

De esta manera, si bien a afínales de los años setenta del pasado siglo se pensó como
posibilidad, el conflicto bélico del Atlántico sur hizo que las Fuerzas Armadas Argentinas
proyectaron la creación del Cóndor II a través de la CNIE, un misil capaz de recorrer un
trayecto de 1200 km y de transportar hasta una tonelada de carga de todo tipo3.
Situándonos en la atmosfera post guerra de Malvinas los altos jefes en la jerarquía de la
Fuerza Aérea Argentina sortearon la posibilidad de su creación frente a la humillación y los
malos resultados de las demás fuerzas, resaltamos este punto ya que la Fuerza Aérea
argentina demostró maestría frente a los ataques ingleses, es preciso destacar además la
superioridad de la potencia británica y los debutantes aviones Harrier (aun así el mérito de
los pilotos argentinos se ganó el respeto no sólo entre la jerarquía militar argentina sino en
la potencia enemiga). Los altos rangos en la fuerza aérea pensaron la posibilidad siempre
latente de un segundo conflicto con Gran Bretaña, por ello la necesidad de modernizar la
defensa argentina, este constituyó otro argumento de la creación del Cóndor II.

El proyecto de concretar este tipo de misil continuó una vez asumido la presidencia Raúl
Alfonsín en 1983, se inauguraba un nuevo período de democracia en Argentina, los años
anteriores fueron escenarios de conflictos muy agudos en la sociedad, una dictadura nefasta
que llegará a su fin en los primeros años de la década de 1980 (más precisamente en 1983),
pero también muchos conflictos en el interior de las Fuerzas Armadas pervivieron, incluso
estas incongruencias de proyectos militares no dejaban desarrollar en plenitud el proyecto
Cóndor II. No obstante la CNIE continuaba con la creación del mismo, junto a esta
institución hubo otras empresas de otros países que colaboraron como sociedades
empresariales para su consecución.

Sociedades anónimas de tecnología, logística y financiación de Alemania, Italia y Egipto


estuvieron involucradas en la creación del misil, cada una aportando desde diferentes
acciones para la concreción del Cóndor II4.

3
Santoro, Daniel. Operación Cóndor II, La historia secreta del misil que desmantelo Menem. Buenos Aires,
Ediciones Letra Buena. Colección Transiciones. 1992, p 18
4
Los informes de Barcelona, Eduardo y Villalonga, Julio. Relaciones Carnales, la verdadera historia de la
construcción y destrucción del misil Cóndor II. Argentina, Editorial Planeta, 1992 y Santoro, Daniel.
Operación Cóndor II, La historia secreta del misil que desmantelo Menem. Ediciones Letra Buena. Colección
Transiciones. Buenos Aires, 1992, son quizás los análisis más completos para datar esta trama de empresas
entre países.
12

La distribución de aportes de estas sociedades en la década de 1980 en la fabricación del


misil era de la siguiente manera; Alemania, a través de la empresa Dornier y cuyo contacto
con Argentina era el comodoro José García5 se encargaba de realzar las operaciones y
transacciones comerciales para obtener determinados componentes y luego enviarlos para
Argentina, también se ocupó de construir una planta para la fabricación del mismo en Falda
del Carmen, provincia de Córdoba. Italia a través de empresas subsidiarias de FIAT
proveyó de algunos elementos del motor del misil y finalmente Egipto financiaba gran
parte del proyecto.

A través de complejos y tormentosos enredos diplomáticos, organismos de inteligencia de


Gran Bretaña veían el desarrollo de este tipo de armamentos muy peligroso, sobre todo
teniendo en cuenta la posibilidad de que se lance este tipo de misil a un territorio tan
cercano como las Malvinas. Rápidamente recurrieron a Estados Unidos para que brinde
soporte de inteligencia y de esta manera atar los cabos sueltos de los acuerdos y negociados
entre las Fuerzas Armadas de Argentina con los demás participantes del proyecto. El
Estado de Israel también consideró pertinente poner freno al proyecto Cóndor II, pues la
transferencia de este tipo de armamento podría haber desequilibrado el orden geopolítico en
Medio Oriente si se transfería dicha tecnología a países beligerantes (por ejemplo; Irak).
Existen numerosos estudios que vinculan a la Argentina y países de Medio Oriente con
ventas de armas, incluso en la década de 1980, luego con la llegada de Carlos Menem al
poder a final de los ochenta y principios de los noventa las políticas estarán más alineadas
a los países centrales, como por ejemplo Estados Unidos.

Es así como gradualmente, tanto a través de la diplomacia de Estados Unidos y Argentina,


se irá degradando cualquier intento de proseguir con el proyecto Cóndor II. La premisa de
los países como Gran Bretaña y Estados Unidos era que un país como Argentina con una
democracia incipiente no podía permitirse desarrollar este tipo de tecnología, las relaciones
diplomáticas con Gran Bretaña eran aún muy sensibles, en términos diplomáticos este
hecho sería un incidente de alto riesgo.

5
Barcelona, Eduardo y Villalonga, Julio. Relaciones Carnales, la verdadera historia de la construcción y
destrucción del misil Cóndor II. Argentina, Editorial Planeta, 1992, p 20
13

Como se mencionaba anteriormente los Estados Unidos junto a otros países centrales de
occidente decidieron crear un organismo capaz de controlar cualquier intento de
proliferación de tecnología misilística; el MTCR (Régimen de Control de Proliferación
Misilística)6 en 1987. Es preciso aquí tener presente el contexto mundial político que dio
origen a este organismo que formó y forma parte del panóptico estratégico de los
hegemónicos países del norte, a finales de la década de 1980 el bloque comunista soviético
y todos sus países satélites llegaban a un ocaso de poder de propagación, no es coincidencia
que el tablero de ajedrez así como estaba sea aprovechado por un bloque occidental cuyos
jugadores lo constituían las naciones que pregonaban y ejercían el libre mercado; era
necesario tener un panorama global controlado y sin injerencias de ideologías y Estados no
alineados al capitalismo de mercado.

En relación a esto y muchos factores, como por ejemplo la simbólica caída del muro de
Berlín en 1989, el politólogo Francis Fukuyama7 redactará lo que será el decálogo de la
ideología democrática liberal en el ambiente intelectual de la época, el “Fin de la Historia y
el último hombre”. Fukuyama y otros pensadores ven el triunfo de las democracias
liberales y de libre mercado como la única manera posible que el ser humano tiene de
alcanzar la felicidad, o sea, como la única posibilidad real de la realización de la libertad
humana, pues, los hechos lo demostraron.

Si complementamos el análisis de Fukuyama con otro pensador en sintonía al proyecto


demócrata liberal y opuesto a los regímenes totalitarios como Karl Popper8 cuya obra La
sociedad abierta y sus enemigos9, escrita en otro contexto, pertenecen ambas a una
tradición de pensamiento que destacan los beneficios de las sociedades liberales,
occidentales. Para estos pensadores el futuro de las naciones se mide por la posibilidad de
apertura hacia el mercado y la dirección de las políticas de las naciones más poderosas, las

6
El organismo existe en la actualidad y se lo puede localizar en internet en su propia página; www.mtcr.info
7
Fukuyama, Francis (Chicago, Estados Unidos, 1952) su obra más celebre “El fin de la historia y el último
hombre” (1992) cobró mucha importancia en los análisis políticos de occidente luego de la caída del muro de
Berlin en 1989 y las ideas e hipótesis sobre lo que esto significó en la historia.
8
Popper, Karl (Viena, Austria 1902- Reino Unido 1994) fue un epistemólogo cuyos análisis fueron centrales
en el pensamiento científico y social en el siglo XX, la obra que aquí analizamos La sociedad abierta y sus
enemigos (1945 original.) constituyó una importante critica a las sociedades totalitarias, al comunismo del
siglo XX y las teorías de la historia que proponían leyes.
9
Popper, Karl. La sociedad abierta y sus enemigos. Barcelona, Editorial Paidós, 5ta edición, 1992, 693 pp.
(original 1945)
14

cuales determinan las tendencias ideológicas tanto en el mercado como en la política; el


curso de la historia fue y sigue siendo para este pensamiento las experiencias de éxitos en
política y economía que tienen las democracias más experimentadas, en parte este esquema
de razonamiento fue el que operó para el trazado geopolítico mundial del último cuarto del
siglo XX.

Ahora sí; la creación del MTCR y el acatamiento de Argentina frente a un nuevo esquema
de juego diplomático y el clima ideológico nos explican aún mejor las presiones
diplomáticas que se desataron en nuestro territorio en torno a la consecución del proyecto
Cóndor II llevada a cabo por la CNIE.

Por esta y otras razones este organismo ligado a las Fuerzas Armadas tendrá un terreno
movedizo en cuanto a la concreción de sus proyectos armamentísticos, el caso del Cóndor
II es un paradigma y no es otra cosas más que el comienzo del fin de la posibilidad de
poder desarrollar una industria de defensa nacional capaz de competir y dar respuesta a un
abrupto cambio en el mapa geopolítico terrestre de finales de 1980.

La proyección militar de la CNIE como institución dotada con el poder de ejecución de


proyectos de esta magnitud será puesta en jaque por sucesivas presiones que advertirán la
cancelación y la omnipresente incidencia de los países del norte en las políticas regionales
de América Latina. En el caso argentino el embajador Terence Todman10 fue el portavoz
más emblemático de los intereses norteamericanos para lo que consideraron un potencial
incidente internacional con la creación del Cóndor II, las continuas reuniones para negociar
el aborto del programa fueron unas de las tantas caras de las presiones ejercidas a las
cúpulas de las armadas argentinas.

10
Todman, Terence: fue embajador de Estados Unidos en la Argentina desde 1989 a 1993.
15

Capítulo 1: Contexto político y social internacional

El año 1987 es la fecha que aparece en el subtítulo del presente trabajo, resulta pertinente
que realicemos un análisis de la década 1980 -1990 para comprender mejor el contexto a
nivel mundial de los hechos que determinaron la intervención diplomática norteamericana
en Argentina. Si no trazamos un recorrido histórico o un período corremos el riesgo de no
ver las relaciones entre los hechos históricos globales y su correlación en la región y
particularmente en Argentina.

Resulta interesante 1987, el año en que se crea el MTCR, cuyo primer encuentro fue
celebrado en Roma, este organismo oficialmente (es decir, con el aval de las naciones con
ejércitos más poderosos) estableció una veda a todos los países con capacidad de
desarrollar tecnología de misiles, poco a poco será este el comienzo del fin de la CNIE,
institución íntimamente relacionado con la Fuerza Aérea argentina, y dando origen de esta
manera a la CONAE, de carácter civil y controlada por el Estado a través de un programa
público o civil. Un breve repaso de los hechos sociales y políticos más contundente que
tienen lugar y tiempo en el decenio 1980-1990 nos advierten los cambios que se van a ir
dando también en el territorio argentino a nivel social y político, esta dialéctica es preciso
analizarla ya que permite tener un espectro más amplio en el análisis de nuestro tema.

Es en este período en el cual la Argentina tendrá un cambio cualitativo de sus instituciones


políticas, el advenimiento de la democracia fue el punto más fuerte que resaltaremos porque
es en la dinámica de las formas políticas donde se dirimen los conflictos diplomáticos, que
es una de las cuestiones más importante para nuestro trabajo.

Pero también, como se señaló anteriormente, en dicho contexto podemos observar la caída
de los grandes bloques comunistas, el más destacado y el que mejor nos permite abordar el
tema en cuestión es el caso Soviético, luego de haberse establecido una carrera espacial a
mediados del siglo XX con su real oponente; los Estados Unidos, poco a poco los grandes
conflictos socioeconómicos del gobierno de la ex URSS ira erosionándose hasta ir
perdiendo hegemonía en sus áreas de influencia; los países eslavos y Europa del Este
incluida parte de Alemania.
16

Todo parecía indicar el eminente triunfo de las democracias occidentales, a través de los
medios propagandísticos, tv, cine, etc., era evidente que un avasallamiento del socialismo o
el comunismo en occidente desencadenaba la imagen del caos, Cuba sería un caso muy
particular cuidadosamente vigilado por Estados Unidos, la idea de peligro de sublevación
del país comunista por excelencia en el continente americano estuvo siempre latente.

A fin de no desbordarnos en tiempo y espacio haciendo una historia total que, además de no
ser posible, no es el objetivo de este trabajo, elegiremos los diez años transcurridos entre
1980 y 1990, en los cuales hubo muchos cambios a nivel político, social y cultural que
afectaron directa o indirectamente las relaciones diplomáticas en los países occidentales,
por supuesto que Argentina no estará al margen de estos cambios.

Una de las referencias que tomaremos para desarrollar el contexto de este período es un
estudio del politólogo Samuel Huntington11 y su obra El choque de civilizaciones12, la
razón por la cual decidimos utilizar este texto es por el análisis global que hace Huntington
de las relaciones políticas en los diferentes bloques ideológicos, políticos y religiosos del
mundo, pero además debemos recordar su impronta conservadora en sus análisis del mundo
occidental, sus análisis si bien podríamos juzgarlos de acertados o desacertados no dejan de
ser un interesante aporte al campo de las relaciones internacionales, su obra El choque… es
un documento histórico que expone la ideología liberal y las ideas de la intelligentsia de
algunos estudios académicos frente a los grandes cambios que se desataron desde los años
70 a los años 90 del pasado siglo XX. La razón de incluirlo en nuestro análisis es para
lograr una mejor comprensión de la mirada de un amplio sector político y académico
anglosajón hacia el cono sur que reinaba en la década 1980-1990.

Según Huntington en el contexto del ocaso del modelo comunista de sociedad practicada,
entre otros, por Rusia y China en oposición a las democracias occidentales y las batallas
culturales y políticas por prevalecer como única alternativa a una sociedad modelo, analiza:
“El hundimiento del comunismo exacerbo esta discordancia reforzando en Occidente la
opinión de que su ideología, el liberalismo democrático, había triunfado a escala mundial

11
Hungtinton, Samuel (New York 1927- Massachusetts 2008) fue profesor de Ciencias políticas en el Eaton
College y director del Instituto John M. Olin de Estudios Estratégicos.
12
Huntington, Samuel. El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Argentina,
Editorial Paidós, 2015 (original ingles 1996). 423 pp.
17

y, por tanto, era universalmente valida. Occidente, particularmente los Estados Unidos,
que siempre han sido una nación misionera, cree que los pueblos no occidentales deben
comprometerse con los valores occidentales de democracia, mercados libres, gobierno
limitado, derechos humanos, individualismo, imperio de la ley, y deben incorporar dichos
valores en sus instituciones”13

Dos cosas merecen ser explicadas en esta cita, primero si bien la referencia está en función
de una división Oriente-Occidente no deja de ser menos válido que en este ambiente
cultural un país como Argentina que, si bien occidental, entra a formar parte de aquellos
países que deben adoptar las recetas de los organismos creados por los Estados Unidos (el
consenso de Washington en 1989 es un caso más que emblemático), segundo; resulta muy
esclarecedor cuando Huntington se refiere al país del norte como una “nación misionera”,
este calificativo podríamos interpretarlo como el modus operandi de un imperio basado en
la industria bélica y en la intromisión en la vida política de muchas naciones occidentales y
no occidentales, no resulta tan sorprendente entonces que un diplomático norteamericano
en territorio argentino como Terence Todman haya hecho todo lo políticamente posible (y
un poco más) para desactivar la iniciativa del Cóndor II desde 1989 hasta 1993 (período
que duró su estadía en el país).

Resultaría muy desacertado señalar una persona para establecer una práctica política
ejercida con mucha agudeza al comienzo de la guerra fría, pero sí podemos ver que las
presiones políticas constituyeron una constante en la historia de la desaparición de la CNIE
y la proyección del Cóndor II.
Con Terence Todman se inaugura un período de presiones diplomáticas en pos de abortar el
proyecto misilístico antes citado. Para comprender el accionar de este diplomático,
embajador de la potencia norteamericana en nuestro territorio, es necesario hacer este
recorrido en el ambiente internacional que tiene una correlación directa con los
acontecimientos que nos ocupamos en este trabajo.

13
Ibídem, Cap. 8, p 217.
18

Daniel Santoro14 en un trabajo clásico ya sobre la historia del misil Cóndor II nos esclarece
aún mejor el objetivo de la diplomacia norteamericana en Argentina de los años ochenta del
siglo pasado: “Si bien es cierto que las presiones de Estados Unidos son parte de una
política general del Departamento de Estado hacia todos los países en vías de desarrollo
que pretenden desplegar este tipo de programas misilísticos, también es cierto que el
particular estilo de presión del embajador en Buenos Aires, Terence Todman, fue uno de
los detonantes que llevaron a la desactivación del misil en 1991”.15

La presión ejercida por la vía diplomática en el caso argentino no era otra cosa que el
reflejo de lo que pasaba a nivel político global, Estados Unidos trazaba su nuevo esquema
de hegemonía política. Ateniéndonos a nuestro caso es revelador cuando el periodista
Martin Granovsky16 nos muestra un anexo documental de su obra Misión Cumplida en
relación a la presión de Terence Todman por frenar el proyecto Cóndor II, en este
documento observamos el trabajo de inteligencia efectuado por el país del norte dentro de
nuestro territorio por el funcionario Vann Van Diepen17: “Durante mucho tiempo hemos
estado comprometidos en negociaciones con los soviéticos para reducir el riesgo de guerra
e incrementar la estabilidad internacional… Este es un problema que afecta a todo el
mundo. Si naciones responsables como la Argentina o Estados Unidos no actúan juntos
para controlar la dispersión de estas armas peligrosas, continuaremos viendo carreras
misilísticas desarrollándose en todo el planeta”18 Más adelante en referencia a la aparición
de un organismo como el MTCR, una de las causas más precisas para el desarme de este
tipo de armamentos en Argentina, afirma el funcionario Van Diepen: “Sin embargo, las
limitaciones sobre la ayuda en materia de cohetes no significan limitaciones a la ayuda en
actividades espaciales. Los Estados Unidos están muy interesados en cooperar con
programas espaciales pacíficos en todo el mundo, incluyendo cooperación satelital,

14
Santoro, Daniel (Wilde, Buenos Aires, 1955) Es licenciado en comunicación social, actualmente se
desempeña como redactor del diario Clarín.
15
Santoro, Daniel, Op. Cit. P 47
16
Granovsky, Martin (Buenos Aires 1956 -) Periodista, trabajo y dirigió el diario Página 12
17
Actualmente Vann Van Diepen está a cargo de la secretaría de Seguridad Internacional y Anti proliferación
de armamento: www.state.gov/r/pa/ei/biog/bureau/155089.htm
18
Granovsky, Martin. Misión Cumplida, la presión norteamericana sobre la Argentina, de Braden a Todman.
Buenos Aires, Editorial Planeta, colección Espejo de Argentina, 1992, pp. 339-340
19

ciencia espacial o lanzamientos de satélites desde los Estados Unidos o utilizando


vehículos de lanzamiento espacial, por ejemplo”.19

En las artes cinematográficas podemos trazar un paralelo con respecto al perfil militar de
los Estados Unidos en la década de 1980, resulta muy interesante ver las representaciones
culturales de, por ejemplo, Hollywood en películas de acción; en las cuales los enemigos de
cualquier cruzado en nombre de la libertad se enfrenta personajes muchas veces portadores
de turbantes, muchos lugares en donde se desatan contiendas bélicas tienen un lugar en el
planeta, otras veces son ficticios, aunque casi siempre el escenario es muy similar a Medio
Oriente y también América Latina. A grandes rasgos la ideología oculta en estos films es el
“rescate” de las potencias occidentales frente a la “locura” de portación de armas peligrosas
de países no alineados a las políticas de las democracias liberales. El inminente choque de
civilizaciones opuestas pensado por Huntington tuvo y tiene aún su representación en el
cine, aunque de manera más estoica y occidental.

Las democracias liberales al estilo norteamericano necesitaban (y necesitan) el mayor


control posible sobre cualquier interrupción de la formación social que estaba de manera
incipiente en aquellos tiempos, el capitalismo financiero. El escollo que representarían estas
naciones capaces de hacer frente a las potencias occidentales desobedeciendo sus políticas
podría haber impedido el curso necesario que necesitaba este tipo de economía, la cual uno
de sus componentes más destacado es el monopolio de producción de las armas de guerra,
entre otras cosas. La vanguardia armamentística (si tal concepto se nos permitiría) la debía
imponer una sola nación, capaz de desarrollar y vender modelos únicos de cualquier
producto destinado a la guerra a los demás países.

Si miramos en estos años a la región latinoamericana uno de los conceptos históricos


políticos aplicados al caso de la década de 1980; la década perdida, tuvo su resonancia en
el pensamiento desarrollista local. Se denominó así la década abarcada de 1980 a 1990 en
esta región ya que América Latina se endeudó económicamente con las potencias del norte
y se registraron las crisis más agudas a nivel social, es en este punto donde los ítems
elaborados por el denominado Consenso de Washington dejarían su huella imborrable.

19
Ibídem, p. 342
20

Pero fue también en esta década cuando un condicionante fundamental en el desarrollo de


cualquier emprendimiento del estado se vio eclipsado por las presiones de políticas
internacionales; el Consenso formulado por John Williamson que tanto marcó no sólo esa
época sino el advenimiento de las políticas económicas esbozadas en los años noventa.
Todo este ambiente formaba parte de la década en la cual las instituciones democráticas
estatales argentinas debían recuperarse de la devastación de la última dictadura militar,
incluso en cuanto a la difusión de las actividades de investigaciones científicas, y
precisamente este campo fue el que vio trunco sus objetivos no sólo por la falta de
presupuesto sino por la denominada fuga de cerebros que desataron sus políticas. El
neoliberalismo fue estableciéndose poco a poco con el endeudamiento del Estado argentino
y con la inundación de productos importados que minaron el crecimiento industrial. En
todo este ambiente el proyecto de la CNIE con el Cóndor II aún se mantenía firme.

Las reformas planteadas por el Consenso de Washington pretendieron solucionar un largo


período de crisis en los países en vías de desarrollo con determinadas recetas políticas y
económicas, para ello se debía restringir la intervención del estado en el desarrollo de los
mismos. Una agenda neoliberal que daba licencia a las instituciones financieras privadas
para aplicar sus propias estrategias económicas a nivel regional.

Para este tema resulta muy interesante un trabajo de CLACSO (Consejo Latinoamericano
de Ciencias Sociales) que aborda el tema del impacto de esta normativa impuesta desde
Washington a varios países del mundo.20La veda a cualquier iniciativa estatal fue el signo
de este tiempo, si bien el paradigma para el caso latinoamericano como para el caso
específicamente argentino fue intentar desde el Estado lograr el desarrollo de una
democracia que remediara las desigualdades que durante tanto tiempo azotaron a la
sociedad, quedó abierto un interrogante de aquellos tiempos luego de que se llevara a cabo
la implementación de las normativas de Williamson ¿existe una única receta de desarrollo
económico para ser aplicada en diferentes regiones al mismo tiempo?, de ahí la
preocupación del trabajo citado de CLACSO; “En este sentido, una temática relevante
para investigar desde el punto de vista de nuestros estados se refiere a las condiciones bajo

20
Lechini, Gladys (comp.). La globalización y el Consenso de Washington, sus influencias sobre la
democracia y el desarrollo en el sur. Buenos Aires, Clacso Libros. 2008
21

las cuales la tan ansiada democratización podría producir una distribución más justa de
los recursos y promover la disolución de las arraigadas estructuras de dependencia. Otra
cuestión importante con la cual deben lidiar los países del Sur, y que es muy difícil de
sobrellevar, es el desafío planteado por la necesidad de garantizar el proceso de
construcción del Estado en un contexto generalizado, aunque muy desigual, de erosión de
la soberanía”21

Se trató más que nada de un ajuste estructural para las políticas dirigidas desde el Estado en
los países en vías de desarrollo sin tener en cuenta las diferencias en las regiones y que
marcó aquello que, como vimos anteriormente, Francis Fukuyama resaltó en cuanto a la
prevalencia de las democracias occidentales en el curso de la historia, todo el esquema
geopolítico se configuró de esta manera para poner fin a la historia del antagonismo más
característico del siglo XX; la democracia liberal había venido a demostrar cómo el bloque
soviético falló en su propagación. Y significó lo mismo que analizó en otro contexto en su
obra Samuel Huntington con el choque de las civilizaciones, el ajuste tendió a ser un
escudo a la protección de los mercados y las políticas de los países centrales de occidente,
más que nada de Estados Unidos. Pero esta nueva configuración se esgrimió, si lo
pensamos en el caso argentino del tema que analizamos, como un alerta a todo tipo de
desarrollo militar que no tenía la aprobación de un bloque hegemónico, de ahora en más
ningún proyecto de desarrollo militar pudo escapar de la observación de Gran Bretaña y
Estados Unidos, sobre todo de Gran Bretaña porque que en el período analizado logró
establecerse en las Islas Malvinas (Falkland Islands), territorio que tendrá bajo su lupa a
cualquier iniciativa argentina en el intento de su recuperación.

Si sumamos la atmósfera de ideas descritas anteriormente y analizamos que en los


principales países de occidente la dirección política una vez que se estableció en el poder
giró hacia el conservadurismo; una de las razones de este hecho se pudo observar por el
proceso de recuperación de los altos precios del petróleo por la escasez del mismo y su
impacto en las principales economías capitalistas desde mediados de los años 70 hasta final
de la década de 1980.

21
Ibídem. P 11
22

Debido a su preponderancia mundial y el papel que ocupó y ocupa en las relaciones de


poder internacional es necesario desarrollar una breve referencia de la presidencia de
Ronald Reagan en Estados Unidos que tuvo lugar y tiempo en los años 1981 y 1989,
consideramos necesario destacar este período porque en su gobierno, que se caracterizó por
una rigurosa política de control hacia las naciones en vías de desarrollo, se produjeron
cambios claves en las relaciones de fuerzas global. Incluso mucho antes del período que
analizamos y antes de que Reagan estuviese al mando de la Casa Blanca, durante la guerra
fría con la URSS, el gobierno norteamericano era consciente de su supremacía y su táctica
para acrecentar su poder fue buscar la vía de que los países beligerantes no occidentales se
orienten hacia una alianza económica;

“…Un enemigo exterior que amenazase a los Estados Unidos les resultaba práctico a los
gobiernos norteamericanos, que habían llegado a la acertada conclusión de que los
Estados Unidos eran ahora una potencia mundial —en realidad, la mayor potencia
mundial con mucho— y que seguían viendo el «aislacionismo» o un proteccionismo
defensivo como sus mayores obstáculos internos…”22

Los años de Ronald Reagan en el poder (1981-1989) fueron cruciales para América Latina,
el proteccionismo económico norteamericano y sus medidas o recetas únicas para todas las
regiones por igual marcaron el cauce de las crisis económicas en las diferentes regiones.

Si bien la guerra fría nacida en la segunda mitad del siglo XX acechó latentemente con la
posibilidad de guerra entre las grandes potencias (ex URSS y Estados Unidos) a Reagan le
tocó poner el punto final a la carrera espacial y derribar las barreras que separaban el globo
en dos. Las tensiones operaron sobre todo con la propaganda occidental de guerra nuclear
inminente. Con la polémica gestiones presidenciales que lo precedieron con sus errores y
aciertos (Richard Nixon y Jimmy Carter) el gobierno de Reagan se pudo entender según
Eric Hobsbawm“…como el afán de lavar la afrenta de lo que se vivía como una
humillación, demostrando la supremacía y la invulnerabilidad incontestables de los
Estados Unidos con gestos de fuerza militar contra blancos fáciles, como la invasión de la

22
Hobsbawm, Eric. Op. cit. P. 238
23

islita caribeña de Granada (1983), el contundente ataque naval y aéreo contra Libia
(1986) y la todavía más contundente y absurda invasión de Panamá (1989).”23

No obstante, no sólo Estados Unidos había tomado un giro conservador o hacia la derecha,
Margaret Thatcher (1979-1990) fue elegida como Primer Ministro de Inglaterra. Esta
década que abarca los diez años entre 1980 y 1990 fue el escenario para suprimir todo tipo
de intervención estatal en el mundo. El mayor enemigo de estos gobiernos de los países
centrales de occidente no fue tanto una inminente lucha nuclear a escala global, fue más
bien una lucha contra el estado de bienestar, el capitalismo como sistema se reformó hacia
una dimensión financiera durante esta época, por eso fue necesario un viraje hacia la
derecha económica, política y culturalmente.

En Argentina durante dicho período se pudieron presenciar estos cambios con la estrepitosa
inflación económica durante el gobierno de Raúl Alfonsín, la angustiante situación social y
económica provocaron estragos en la población, esta situación preparó el terreno para el
advenimiento de un gobierno más liberal y acorde con las políticas norteamericanas como
el de Carlos Menem en 1989.

23
Ibídem. P. 251
24

1.2: ¿El fin de la historia?

¿Podemos afirmar junto a la tesis de Francis Fukuyama que la historia llegó a su fin con la
caída del sistema comunista soviético en 1989 en el mundo entero? Y relacionando este
dilema teórico a nuestro tema; ¿de qué manera influye esta concepción de la política
mundial en nuestro país en el contexto que determino la creación de la CONAE?

Traer esta vieja discusión o dilema y relacionarlo con la desaparición de un organismo


militar (CNIE) y el nacimiento de una institución civil (como la CONAE) permite ver el
impacto real de directivas políticas que predominaron en los años ochenta del siglo XX,
pero ningún hecho político surge sino es a través de un clima ideológico intelectual
hegemónico, este es el caso de la tesis de Fukuyama en su obra clásica “El Fin de la
Historia”24, el cual se fundamentó en la lógica de la teoría de la historia hegeliana y
kantiana; ¿tiene la historia una dirección?, analizó Fukuyama: “… Aunque el libro este
influido por recientes acontecimientos mundiales, su tema vuelve a una cuestión muy vieja:
si al final del siglo XX tiene sentido que hablemos de nuevo de una historia direccional,
orientada y coherente, que posiblemente conducirá a la mayor parte de la humanidad
hacia la democracia liberal.”25 , pero yendo aún más allá de este problema filosófico,
Fukuyama se concentró más en la teoría de la historia de Karl Marx la cual establece que el
motor y la dirección de la historia es la lucha de clases, la lucha entre dominador/es y
dominado/s, de esta manera un occidente pretensioso y hegemónico tanto en lo militar
como en lo económico presionó y derribó un obstáculo, en nuestro caso el “mal ejemplo”
de las sociedades comunistas había llegado a su fin. Teniendo en cuenta el fin de este
binomio opuesto de poderes geopolíticos no tendría sentido hablar de la continuidad de la
historia, una vez caído el muro de Berlín como símbolo de la fortaleza occidental podemos
evidenciar el fin de la lucha de dos modelos de mundos posibles. De este contexto
internacional se desprenderán todas las medidas de los organismos ejecutores del occidente
capitalista, Argentina al igual que el resto de América Latina no quedara ajena a las
decisiones económicas y políticas que se pretendieron instaurar desde los países del norte.

24
Fukuyama, Francis. El fin de la historia y el último hombre. Barcelona, Editorial Planeta, 1992
25
Ibídem. P 13
25

Para la década de los años ochenta del siglo XX era necesaria una reestructuración
económica luego de una larga crisis acarreada desde los años setenta (1973 más
precisamente); sobre todo con la crisis del petróleo que tantos estragos hacía en los
mercados de valores de los sistemas económicos en el mundo, como un efecto domino que
incluso se extiende hasta nuestros días, un sensible aumento del hidrocarburo por el que
tanta disputa se establece en el mundo afecta a todas las economías. Así las políticas de los
principales países del norte occidental necesitarán reactivar sus economías con medidas
paliativas, una de ellas será el proteccionismo hacia el exterior, pero con una fuerte importa
liberal hacia el interior. Podríamos inferir que las ideologías imperantes, proteccionismo,
conservadurismo y desregulación de los mercados cobraron vida en un ecosistema que los
habían posibilitados.

Para analizar de manera más precisa el contexto y la correlación más patente de este
ambiente de ideas políticas lo podríamos datar en el período de la presidencia de Ronald
Reagan26 en los Estados Unidos, su ideología conservadora marcó a fuego el final de la
guerra fría, hacia el resto del mundo la mayor potencia económica y militar irradio las ideas
del libre mercado y un régimen de estado mínimo, es decir, reducir al mínimo las funciones
interventoras del Estado, para aplacar cualquier iniciativa de asistencia en la economía y
demás sectores de los países.No obstante para coronar el período Margaret Thatcher en
Inglaterra completaba el círculo de la economía de libre mercado.

Debemos destacar el caso de Estados Unidos e Inglaterra ya que en la década de 1980


fueron los partícipes activos de la guerra de Malvinas en el cono sur, esto formó parte del
ecosistema socio político en el que las instituciones de las Fuerzas Armadas de Argentina y
el Estado pusieron fin a un ambicioso proyecto, el misil cóndor II, desmantelándolo y
dando fin a la CNIE relacionada a la fuerza aérea, la CONAE será un cambio de paradigma
en el desarrollo de programas de desarrollo de tecnología espacial en Argentina.

Pero lo que deberíamos problematizar en este contexto de fin de la historia es si realmente


la democracia liberal pregonada por los países centrales de occidente era un hecho efectivo

26
Ronald Reagan fue el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos en el periodo 1981 1989, su gobierno
se basó principalmente en reducir el papel del Estado al mínimo, siempre a favor de los recortes fiscales y
defensor del liberalismo económico.
26

en su aplicación, entonces teniendo en cuenta esto ¿Por qué se interfiere en el desarrollo de


algunas instituciones como el caso de Argentina? ¿Qué factores hicieron tomar las
decisiones de abortar un proyecto de carácter militar para cambiar de dirección política en
los programas de las instituciones estatales?

Para tratar de responder estas preguntas es preciso tener presente una serie de
modificaciones en el plano político internacional del mundo de los años ochenta del pasado
siglo. El sistema de política exterior de Estados Unidos y los principales países, luego de
una convulsionada mitad del siglo XX, se propuso una serie de cambios en las reglas de
juego de la política internacional para mantener su hegemonía en todos los órdenes de la
vida, pero más que nada sobre lo económico y lo político; un ejemplo de ello es la creación
de un organismo como el FMI (Fondo Monetario Internacional) destinado a regular los
mercados según las reglas arbitrarias de las economías de los países centrales, este
organismo que inicio sus actividades en 1945 con el acuerdo de varios países (incluyendo
en él a los países en vías de desarrollo), esta institución internacional es un derivado del
pacto Bretton Woods de 1944. Podemos observar que en las fechas a las que hacemos
alusión claramente nos da un panorama contextual de la reconstrucción económica mundial
propuesta por los países más poderosos del mundo, a partir de aquellos años el esquema
geopolítico se irá definiendo hacia una dirección: mayor control de los países centrales
sobre el resto del mundo y además tendríamos que sumar los diversos mecanismos que
capitalizan información para llevar a cabo este control.

Respecto de la capitalización de información es algo que se hizo patente en el caso que


desarrollamos, obtener este recurso por la vía diplomática o a través de la infiltración de
diversos mecanismos es la manera en la cual se persiguió el objetivo de ponerle fin a la
historia tal como la comprende Francis Fukuyama. Parafraseando el título de Fukuyama
podemos mencionar varios fines de la historia en nuestro país por los años ochenta, por
ejemplo el fin de la dictadura militar padecida desde los años setenta hasta 1983, el fin de
la CNIE, el fin del Cóndor II entre otros proyectos nacionales, fue necesario suprimir
aquellas iniciativas que escapaban al control de los países centrales.

Pero también fue necesario llevar a cabo una cancelación a través de presiones diplomáticas
e inclusive con espionaje y amenazas al proyecto que ponía en jaque el equilibrio político
27

del continente sur, recordemos que ni bien terminada la guerra de Malvinas las relaciones
con Inglaterra y la Argentina quedaran muy sensibles, el proyecto llevado a cabo por la
fuerza aérea era ambicioso y muy costoso para una Argentina azotada económicamente y
con una democracia incipiente, pero también desde el punto de vista de los países centrales
una amenaza de alto riesgo para la región, fue impensable que un país que no formaba parte
del poder mundial en lo económico pudiera desequilibrar las relaciones de fuerzas.

En aquella década se perfilaba un nuevo panorama en el mundo, las relaciones de poder


entre países se iban cristalizando hacia una economía sin regulaciones por parte de los
Estados, sumado a esto la decadencia de la ex URSS y simbólicamente con la caída del
muro de Berlín en 1989, y sobre todo, la fuerza ejercida por las potencias occidentales
torciendo el curso de la historia de Latinoamérica, en el caso que analizamos se llevaron a
cabo numerosas prácticas de presión para obtener un objetivo: el acatamiento de la agenda
de política exterior tanto de Inglaterra como Estados Unidos y más que nada afianzar la
implementación de una democracia liberal que permita el desarrollo de una economía
capitalista y liberal, la apertura de los países latinoamericanos hacia las reglas del mercado
internacional no es más que uno de los tantos síntomas que caracterizaran la década del
ochenta en la región, síntomas que anticiparan las numerosas crisis que afectaron el curso
de la historia latinoamericana, estas crisis constituyeron el escenario más propicio para el
arribo de medidas que pretendieron unificar la política, la economía y la educación entre
otras esferas.

Otro factor muy importante en este proceso del fin de la historia fue, como analizamos
anteriormente e insistimos, el Consenso de Washington desarrollado por John Williamson y
un comité de economistas en 1989 en la ciudad de Washington, resulta importante destacar
que tanto la inferencia del FMI en las políticas latinoamericanas como la aplicación de las
directivas del Consenso de Washington constituyen dos condicionantes que determinaron la
historia de la década de 1980 de Argentina, y por supuesto en América Latina.
Durante los años 80 el denominado Consenso de Washington incluyó un paquete de
medidas políticas destinadas a contribuir a la recuperación de los países en vías de
desarrollo, entre ellas económicas, educativas y fiscales que se basaron en un ajuste que
dejo a muchos países en crisis, muchas medidas fueron aplicadas en Argentina durante la
28

presidencia de Carlos Menem en los años 90, lo más destacable fueron las privatizaciones
masivas de numerosas empresas estatales. Los ítems del consenso pretendieron alinear
ideológicamente las políticas de los países en crisis con la política económica de Estados
Unidos, equiparar los desarrollos aunque en contextos totalmente diferentes, esta lógica no
contemplo las vicisitudes locales de cada región.

Más allá del carácter económico y social de estas medidas no pueden quedar fuera de
nuestro análisis ya que el contexto político que todas ellas acarrearon influyó directa o
indirectamente en las decisiones de Estado. Entre estas decisiones se consideraron los
presupuestos destinados a proyectos, como por ejemplo el proyecto Cóndor II, teniendo en
cuenta la orientación ideológica que portaban las medidas del FMI como las del contexto de
Washington se pueden comprender mejor las presiones hacia la Argentina. El campo
político internacional se fue transformando en una senda de acción muy estrecha y vigilada
por los países del norte, entre las razones podemos encontrar la protección económica que
necesitaban las economías azotadas por la crisis del petróleo desde los años setenta, la
recuperación económica pasaba por proteger la industria interior de aquellas economías y
de inundar con productos importados los mercados extranjeros sin contemplar los
desarrollos de cada lugar, la lógica a grandes rasgos fue de una política liberal hacia sus
mercados internos y un proteccionismo en relación a las demás economías del globo. De a
poco vemos como los países centrales, Estados Unidos, Inglaterra entre otros, pronto
cobraran un rol de intervencionistas en las políticas mundiales.

Aunque las intervenciones pretendían establecerse en el orden político y económico la


esfera militar no escapaba de la vigilancia y alineamiento del consenso. Con la caída del
bloque soviético el campo para la inferencia en muchas esferas por parte de los países
centrales se volvía cada vez más vulnerable. Tuvo sentido entonces que Francis Fukuyama
llamase fin de la historia a todo este proceso, la unidimensionalidad de las medidas
económicas, políticas y sociales era posible por el fin de un proceso antagónico de dos
grandes bloques que dividieron al planeta en dos durante gran parte del siglo XX.
29

Capítulo 2: Contexto político y social Nacional (1980 – 1990)

Durante los diez años que transcurrieron entre 1980 y 1990 en Argentina podemos observar
un gran cambio en la forma de gobierno, en 1983 se deja atrás una época de persecución
política y torturas con la última dictadura militar argentina ya que con el gobierno de Raúl
Alfonsín se restablece la democracia, el último gobierno de facto realizó su decadente acto
final con la guerra de Malvinas en 1982, su resultado fue su el comienzo de su fin.

La historia de la democracia argentina recorrió hasta los años ochenta un sinuoso camino en
el que se vio interrumpida por, entre otras cosas, violentas dictaduras, el renacimiento de la
democracia que tomó lugar en 1983, pero sobre todos los partidarios de esta democracia, no
fueron ingenuos en cuanto al conocimiento de las violaciones a los derechos humanos,
como afirma el historiador Hugo Quiroga;
“La democracia que renació en 1983 no ha sido ajena a las realidades de su pasado, es
decir, de un pasado que le da origen y la condiciona pero que, a su vez, puede terminar
siendo transformado por ella”27
Frente a este panorama el programa y el proyecto Cóndor II llevado a cabo por la CNIE
pudo haber tenido un final más apresurado, todo el sistema político se reinauguró con la
confianza social que poco a poco se iría consolidando, aun así muchas instituciones
corrieron peligro de entrar en conflicto con un gobierno totalmente opuesto al de los años
setenta, sin embargo Raúl Alfonsín decidió mantener su lealtad hacia las Fuerzas Armadas
y por ende proseguir con el programa, cabe destacar que una vez que se restableció la
democracia en Argentina en 1983 las Fuerzas Armadas quedaron subordinadas al poder y al
control civil, ya no funcionaban como entes autónomos y con la disposición de poderes
atribuidos en otras épocas, este hecho hizo que las decisiones que se tomaron desde 1983 en
cualquier cuerpo de las Fuerzas Armadas en adelante tenían que pasar por la supervisión
del ejecutivo nacional y el debido consenso de un gobierno democrático.

Pero las cuestiones que más afectaban al país eran de carácter social, las presiones se
hicieron sentir en la esfera social; al gobierno alfonsinista le tocó una ardua tarea de
reordenar la economía frente a un progresivo proceso de desigualdades sociales desatada en

Quiroga, Hugo. “La reconstrucción de la democracia”, Dictadura y Democracia (1976-2001), Juan Suriano
27

(Dir.), Buenos Aires, Col. Nueva Historia Argentina Tomo 10, Sudamericana, 2014, p. 92
30

toda Latinoamérica, es así como durante esta década, que abarca 1980-1990,se producirá un
fuerte endeudamiento de las economías de las regiones sudamericanas;
“A partir de entonces una demanda de orden, político y económico, se instaló con
intensidad en una sociedad que deseaba organizar su capacidad de convivencia luego de
tantos años de retroceso y frustraciones”28

El rasgo más común en la región se resumió en el concepto de Crisis en el ámbito de la


economía y su correlación con la sociedad como se ha destacado en otro capítulo, esta crisis
respondió a un contexto más amplio que el ámbito de los propios países, constituyó un
cambio de rumbo en las relaciones, siempre tensas y poco equitativas, Norte-Sur. Lo que
resulta pertinente para nuestro tema es que entre las faltas de inversiones a los sectores
claves de una sociedad en este contexto es el desarrollo de la ciencia y la tecnología que en
la Argentina padeció de una atención casi nula durante casi todos los gobiernos
comprendidos en este trabajo.

Un hecho claro de esto lo constituyeron las inversiones para dar comienzo a diferentes
proyectos de ciencia y tecnología en nuestro país, específicamente en el caso del Cóndor II
se vieron involucradas varias naciones, Italia, Egipto, Alemania, entre otros. El estado
nacional fue incapaz de solventar semejante empresa, sin embargo hubo y hay un capital
que siempre perduró, el capital intelectual y científico formado en las universidades
argentinas. En el contexto que rodea a nuestro tema también se dieron una serie de
adelantos científicos en Argentina que vale la pena destacar, estos adelantos fueron
producidos puramente por científicos argentinos, más específicamente de un organismo con
mucha historia en Latinoamérica, institución que estuvo muchos años en la vanguardia de
los descubrimientos científicos; la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica),
durante los primeros destellos de la democracia en la década de los años ochenta del pasado
siglo el entonces presidente de la CNEA Carlos Castro había anunciado en algunos trabajos
académicos que Argentina; “…había logrado dominar el proceso de enriquecimiento de
uranio natural”.29Este tipo de descubrimiento es la antesala para la preparación de
cualquier arma nuclear, aunque la comunidad científica argentina barajó como una de las

28
Ibídem. P. 93
29
Santoro, Daniel. 1992. Op. Cit. P 19
31

tantas posibilidades considerar la construcción de tal potencial armamentístico, se sabe que


la energía nuclear tiene múltiple funciones, conviene recordar aquí que en el país en aquel
momento se encontraban operativas dos centrales nucleoeléctricas; Atucha 1 (en Buenos
Aires) y Embalse (Rio Tercero, Córdoba).

Durante los años de la última dictadura Argentina había sufrido un aislamiento diplomático
de la comunidad internacional por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el
gobierno de facto, esta imagen se agudizó con el conflicto de Malvinas ya que Argentina
pasaba a ser una nación beligerante, sumado a estos hechos los descubrimientos como los
de la CNEA tornaron sensibles las miradas hacia la incipiente democracia de los años
ochenta, el país que vio nacer nuevamente la democracia debió mostrar al mundo una
imagen de nación pacífica, pero sin embargo comenzaron a aumentar las sospechas
internacionales.

En este pantanoso escenario internacional que condicionaba el desarrollo científico


nacional se llevó a cabo el proyecto Cóndor II, pero sin embargo debido a las presiones
internacionales ejercidas en Argentina para abortar varias de sus iniciativas que, según los
organismos que controlaban la proliferación de energía atómica, no se pudo permitir el
desarrollo científico de esos objetivos ya que el país del sur no tenía capacidad política de
manejo de ese tipo de tecnología, sobre todo luego de la reciente guerra de Malvinas.

Con el gobierno de Carlos Menem en 1989 el proyecto del Cóndor II llegó a su fin, al igual
que la CNIE como institución dependiente de la Fuerza Aérea, por ello se dio nacimiento a
una institución de carácter civil como la CONAE que tendrá su origen oficial en 1991.
Durante la el primer gobierno menemista desde 1989 a 1995 (aquí no nos extenderemos
hacia el final de su mandato por razones cronológicas que escapan al trabajo) el principal
objetivo de su gobierno fue alinearse política y económicamente a los países del norte,
sobre todo con el país que más de cerca seguía los avances científicos tecnológicos de
Argentina; Estados Unidos.

Aquí podemos observar claramente un cambio de paradigma con respecto al gobierno


alfonsinista, si bien en los ochentas la distancia con las fuerzas armadas fue necesaria ya
que un gobierno democrático asumió el mando, aun se siguió alentando los adelantos en el
32

campo de la ciencia y la tecnología, aunque ciertas debilidades administrativas y la


ausencia de un programa económico y social solido junto con una serie de boicots y
espionaje hicieron que se produjera la inestabilidad social que permitió al gobierno
justicialista de Carlos Menem tomar el mando antes de que Alfonsín finalizase su gobierno
y aprovechar el pedido de los países del norte de aplicar determinadas recetas que harían
normalizar la situación argentina, el precio que pagó del gobierno menemista fue la
cancelación de numerosos proyectos científicos, entre ellos el Cóndor II, y la alineación
ideológica y económica con la economía de libre mercado reinante en su contexto, con
todas las consecuencias que ella trajo.

Pero lo más interesante que destacamos en este trabajo es el cambio que operó para una
institución cambie sus funciones y su nombre; fue en el contexto de los años de la primera
gobernación de Menem cuando desaparece la CNIE (dependiente de la Fuerza Aérea) y
nace la CONAE (dependiente del poder civil y subordinado al ejecutivo nacional). Fue
durante su gobierno en el cual se cedió a las presiones que años atrás bregaban por el aborto
de los avances científicos, sobre todo los adelantos en el campo militar, pero que no
contemplaron. Un documento que nos ofrece un testimonio de este cambio es el decreto
nacional 995/1991 que da creación a la CONAE y sus objetivos civiles y pacifistas. Se
decretó el 28 de mayo de 1991 y se publicó en el boletín oficial del día 3 de Junio de 1991;

“Que el progreso de la ciencia y tecnología espaciales reviste gran interés para el Estado
Nacional, en razón de las múltiples derivaciones de orden público que sus aplicaciones
prácticas determinan”30

El contexto político de este decreto lo constituye la adopción de políticas pacifistas y en


concordancia a los pedidos de Estados Unidos y varias naciones occidentales que
reconocen un nuevo mapa mundial político ideológico luego de la caída en 1989 del bloque
soviético y en favor de las democracias liberales.

30
Disponible en internet en: http://www.saij.gob.ar/995-nacional-creacion-comision-nacional-actividades-
espaciales-dn19910000995-1991-05-28/123456789-0abc-599-0000-1991soterced
33

2.1: El proyecto Cóndor II

En este capítulo desarrollaremos brevemente como fue concebido el proyecto Cóndor II,
conviene que destaquemos que si bien no es el tema principal de este trabajo si es una parte
importante para explicar la caída de la CNIE, y además es parte constituyente de la razón
del espionaje en Argentina en relación a esta institución y su posterior reemplazo con la
CONAE.

Consideramos pertinente en capítulos anteriores haber destacado el contexto internacional y


nacional de los años en que existió espionaje en el ámbito de las investigaciones
tecnológicas militares en Argentina, un tema como el que desarrollamos en este trabajo
jamás pudo estar aislado de su contexto, la trama compleja de la defunción de la CNIE y el
nacimiento de la CONAE obedece a un universo social y político que sólo en ese tiempo y
en ese lugar se pudo desarrollar, de ahí la particularidad de elegir el tema y desarrollarlo,
por lo tanto hacer un breve esbozo del proyecto Cóndor II resulta crucial.

Como la mayoría de las naciones occidentales Argentina decidió emprender un proyecto


armamentístico frente a un contexto que habilitó esta iniciativa por parte de las fuerzas
armadas. Fue en el contexto de la década de 1980 cuando un proyecto secreto entre los
altos mandos militares, más específicamente en la fuerza aérea, se hipotetizó un posible
segundo conflicto con Gran Bretaña luego de la guerra de Malvinas, como analiza Daniel
Santoro; “¿Qué armas modernas debía poseer la fuerza para un segundo e hipotético
conflicto con Gran Bretaña?”31
Así nació el proyecto Cóndor II a principio de los años ochenta del siglo pasado, un misil
de mediano alcance que se lo denominó con este nombre por haber sido la continuación del
proyecto de investigación meteorológica satelital Cóndor I-A III iniciado en 1978. A
diferencia del Cóndor I-A III el Cóndor II fue pensado con fines belicistas, este hecho,
además de su desarrollo y proyección en secreto, inmediatamente llamó la atención de las
potencias occidentales, sobre todo de los servicios de inteligencia, el obstáculo principal fue

31
Santoro, Daniel. 1992 Óp. Cit. P 14
34

que se había combatido a un miembro de la OTAN (Organización del Atlántico Norte)


como Gran Bretaña en las islas del sur y era menester para su consecución conseguir
tecnología misilística de punta. Luego del conflicto en Malvinas los países centrales de
occidentes aplicaron varias restricciones en materia de transferencia armamentista a la
Argentina, este hecho hizo que tanto Estados Unidos como Gran Bretaña siguieran de
manera sigilosa los proyectos militares emprendidos por Argentina durante esta época.

Hasta la llegada de la democracia en la Argentina, los dos primeros años de la década de


1980 estuvo bajo el mando de un gobierno militar (la última dictadura en Argentina), las
imágenes que quedaron en la memoria del pueblo del entonces presidente Leopoldo
Fortunato Galtieri declarando la guerra en 1982 a los ingleses constituyeron un documento
histórico tanto para el ámbito académico como así también una marca en la memoria de la
sociedad, imborrable y repudiable por avivar un fuego innecesario de contienda belicista en
una nación cuya economía favoreció sólo a los sectores más privilegiados de la sociedad
mientras los sectores más vulnerables siguieron desangrándose con altos índices de
inflación y desocupación.
La cúpula militar argentina pretendió con el misil Cóndor II demostrar que aún tenían las
fuerzas suficientes para derrotar a una nación (respaldada por otros países occidentales muy
avanzados tecnológicamente) cuya historia durante mucho tiempo se basó en guerras. Se
sumó también un conflicto con el país vecino de Chile por la delimitación del canal de
Beagle, lugar fronterizo que desde hacía por lo menos un siglo entro en disputa entre ambos
países, estos hechos marcaron un panorama hostil a principios de la década de 1980 lo cual
hizo que sean dos amenazas de invasión latentes en el cono sur. A diferencia de las Islas
Malvinas el conflicto del Beagle tuvo una solución hacia 1984 con un tratado de paz y
amistad entre ambas naciones.
Por estas razones se decidió desde las Fuerzas Armadas emprender semejante proyecto
armamentista.
Luego de la guerra de Malvinas en 1982 comenzó a crecer la ambición de un proyecto
como el Cóndor II. Frente a este complicado panorama las fuerzas armadas de Argentina
sortearon la posibilidad de un rearme pos guerra de Malvinas.
Como lo reflejo en la introducción de su trabajo la analista Anabella Busso; “…es difícil
pensar en algún proceso de toma de decisiones vinculado a la política exterior en el que
35

simultáneamente se conjugaran las presiones por parte del gobierno norteamericano a


través de la aplicación de una política de vinculación de cuestiones, la disconformidad de
la Fuerza Aérea, acaloradas discusiones interministeriales y opiniones encontradas tanto
en la sociedad política como en la civil.”32
Un sector de oficiales de la fuerza aérea que desató en el conflicto del Atlántico Sur una
destreza notable decidió emprender el proyecto Cóndor II, proyecto que se inscribió en la
modernización de un plan a largo plazo; “El plan 2000 elaborado por aquellos grupos de
oficiales incluía nuevos proyectos y la continuidad de algunos programas que la Fuerza ya
había iniciado; la computarización de los sistemas de armas (Mirage, Dagger, A4B, entre
otros), obtener energía para fabricar un avión propio (AWACS), desarrollar el avión IA-63
Pampa y poder avanzar decididamente en el programa Cóndor”33
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín en 1983 se construyó la planta Falda del Carmen en
la provincia de Córdoba, fue financiada con fondos del Estado en asociación con la
empresa austriaco-alemana Bowas.34
El grupo de oficiales que emprendieron el proyecto Cóndor II se apoyaron en las antiguas
relaciones de la Fuerzas Aérea con técnicos y empresas alemanas; COSEN (Consulting
Engineers), MBB (Messerschmidt-Boelko-Blohm), se convirtieron en los principales
contratistas y aportaron las conexiones necesarias para el financiamiento.
La realización del proyecto implicó la transferencia de tecnología, la mayor parte, por vías
ilegales, en este aspecto conviene recordar la supremacía de Estados Unidos que siguió de
cerca este tipo de iniciativas en casi todos los países. A este hecho se le sumó la emulación
del misil Cóndor II y su homólogo; el misil norteamericano Pershing; revela Anabella
Busso que durante una entrevista a un brigadier éste le confesó sobre cómo se obtuvo un
diseño similar; “…uno de los hechos más significativos fue la sustracción y copia de los
planos del misil norteamericano Pershing que se encontraba en la OTAN y que se
utilizaron como modelo para el Cóndor II”.35
Uno de los países que financió el desarrollo del programa Cóndor II fue Egipto, el aporte de

32
Busso, Anabella. Las relaciones Argentina-Estados Unidos en los noventa. El caso Cóndor II. Rosario,
Cerir (Centro de Estudios En Relaciones Internacionales), 1999, p. 7
33
Ibídem. P. 16
34
Ibídem. P. 17
35
Ibídem. P. 20
36

capitales para construir en Falda del Carmen determinados sectores de la base y el envío de
técnicos para capacitarse en Argentina sobre su funcionamiento tuvo como escenario los
años 1983 y 1984. La empresa argentina Techint36 también estuvo a cargo de gran parte del
diseño de la planta de Falda del Carmen.37
También hubo una compleja trama de empresas subcontratadas para el ensamblaje del
misil.

36
Santoro, Daniel. Op. Cit. P. 20
37
Busso, Anabella. Op. Cit. P. 22
37

2.2 El MTCR (Missile Technolgy Control Regime) en 1987

Estados Unidos y Gran Bretaña siguieron de cerca el desarrollo armamentista en el mundo,


en un contexto en el cual el temor de una devastación nuclear se vio reflejada en casi todos
los medios de comunicación. Como ejemplo de una funcionalización en el arte del comic
podemos observar a un grupo de superhéroes o antihéroes que deben vigilar el desorden de
la carrera nuclear frente a una sociedad cada vez más apocalíptica, el peligro de una guerra
entre Estados Unidos y la Unión Soviética y el reflejo de la desmesura de poder de los
principales líderes políticos occidentales y orientales: los Watchmen38, fueron el signo de
los años ochenta del siglo XX.
La creación de un organismo como el MTCR (Régimen de Control de Tecnología
Misilística)39 respondió más bien a una de las facetas que constituyen a la modernidad
tardía, la necesidad de instaurar en la sociedad global dispositivos panópticos para vigilar
cualquier intento de desequilibrio de poderes en relación a las armas.
En el año 1987 se establece en una convención voluntaria de países cuyo interés común fue
detener la proliferación de misiles, aún sigue vigente y entre sus integrantes se destacan
Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña. En este régimen se
establecieron determinadas pautas comunes para aplicar a un listado de ítems a controlar.
Ya en los años noventa del pasado siglo Argentina junto a otros países se unieron al
MTCR.
Cabe destacar que este régimen surgió en un escenario en el cual los principales países que
detentaron el poder en la carrera nuclear comenzaron a incrementar sus presupuestos en
defensa.
El proyecto Cóndor II constituyó uno de los principales ejemplos para justificar el alerta de
la proliferación misilística de los países en vías de desarrollo. Este hecho se agravo aún más
cuando se descubrió la conexión con Egipto que vinculaba al Cóndor II. Pero también una
investigación del periodista Alan Friedman40 descubrió el aporte de empresas del grupo
FIAT de Italia al proyecto armamentista argentino, en el cual su presidente Gianni Agnelli

38
Los Watchmen fueron creados por el escritor Alan Moore (Inglaterra, 1953) hacia 1986.
39
El organismo tiene una página de internet en idioma ingles en donde se puede ver sus misiones y
encuentros más actuales, hoy en día se unieron alrededor de 35 países a este Régimen, http://mtcr.info/
40
Friedman, Alan. Agnelli, Fiat and the network of Italian power. Harrap, New American Library, Longanesi,
Planeta, 1988.
38

se vio involucrado, a raíz de esta investigación, en un escándalo con querellas judiciales.


Este hecho fue uno de los desencadenantes para que el circuito de empresas que
transfirieron tecnología para el proyecto Cóndor II se fuera haciendo cada vez más estrecho
y por ende se presionara a la clausura del mismo.
La gran paradoja que podemos observar es, como afirma Daniel Santoro; la creación de un
club discriminatorio “…que impide la exportación de esta tecnología a países del Tercer
Mundo con el argumento de que de esa manera se evita que estos vehículos, que pueden
transportar armas de destrucción masiva como bombas atómicas o químicas, caigan en
manos de gobiernos no confiables o de países con inestabilidad política”41
El control por parte del MTCR se consideró aplicable y punible a los países no alineados a
esta asociación voluntarias de países en contra de la proliferación de tecnología de misiles.
Podríamos preguntarnos sin embargo ¿Quién controlaba y quien controla los desarrollos de
armamentos en los países centrales?
Si es posible establecer un control en el mundo moderno de los numerosos peligros que
traen los desarrollos de arma de destrucción masiva y tecnología nuclear por parte de los
gobiernos en la época de los años ochenta no existió un organismo superior que controle el
MTCR, quizás convenga destacar aquí también que la creación y la existencia de
organismos de control plantean una gran paradoja porque siempre quedara la incógnita
abierta en cuanto a quien controla al controlador.
Esta fue una de las grandes cuestiones que surgieron en el contexto mundial de nuestro
tema, un nuevo orden mundial se configuró para acomodar las hegemonías que
comenzaban a marcar el curso de la historia occidental.
La implementación y las presiones de los controles para el caso del Cóndor II surgieron a
partir de 1988 cuando el entonces embajador norteamericano Theodore Gildred42 llegaba al
final de sus funciones. Si bien Frank Ortiz (1983-1986) se desempeñó anteriormente en la
misma función como embajador norteamericano aquí analizamos desde la gestión de
Gildred ya que comienza a tomar protagonismo el proyecto Cóndor II en la agenda de
Defensa norteamericana.
Durante el gobierno radical de Raúl Alfonsín (1983-1989) las instituciones de defensa

41
Santoro, Daniel. Op. Cit. p. 31
42
Gildred, Theodore. Fue embajador norteamericano en Argentina desde 1986 a 1989, su antecesor fue Frank
Ortiz de 1983 a 1986. Fuente: https://ar.usembassy.gov/es/nuestra-relacion/embajadores-anteriores/
39

norteamericana comienzan a ejercer las presiones a través del ministro Frank Carlucci 43 que
inmediatamente entró en contacto con su par Horacio Jaunarena, ministro de Defensa del
gobierno de Raúl Alfonsín en los años 1986 a 198944.
El periodista Daniel Santoro plasmó en su obra, aquí citada, un dialogo que en el año 1988
tuvieron Jaunarena y Carlucci:
“Carlucci: Horacio, tengo informes de la CIA según los cuales se estaría desarrollando un
misil de mediano alcance en la Argentina.
Jaunarena: Frank, la Argentina no tiene tradición de desarrollo de tecnologías avanzadas
para usos militares en nada. Pudo desarrollar la bomba atómica y no lo hizo.
Carlucci: Pero según los informes están contribuyendo a desestabilizar el equilibrio
militar de Oriente Medio.
Jaunarena: La política de mi gobierno es no vender armas a zonas conflictivas, y además
estamos dispuestos a firmar un acuerdo de no transferencia de este tipo de tecnologías en
un marco multilateral.
Carlucci: No puedo exigirles a ustedes más que a los chinos, pero sean responsables con el
manejo de esa tecnología”.45

En este dialogo quedó en evidencia que la principal agencia de inteligencia de los Estados
Unidos estuvo detrás del proyecto Cóndor II. Como se sostiene en la hipótesis de este
trabajo, fue a través del método del espionaje con el que poco a poco se fue minando el
proyecto armamentista argentino, un organismo como la CNIE estaba por demás
comprometido con la consecución de ello, y por esta razón Estados Unidos y el grupo
conformado por el MTCR ejercieron presión para darle fin.
Durante la primera presidencia de Carlos Saúl Menem desde el año 1989 se dio un cambio
de paradigma en cuanto las relaciones entre Estados Unidos y Argentina. El entonces
embajador de Estados Unidos en Argentina Terence Todman46comenzó a ejercer una
notable presión por el proyecto que desveló a los organismos de defensa tanto de Estados

43
Carlucci, Frank. (Estados Unidos 1930) fue consejero de seguridad para el gobierno de Ronald Reagan en
los años 1987 y 1989, fuente: https://www.csis.org/people/frank-c-carlucci
44
Fuente, diario Clarín 5 de Marzo de 2001. http://edant.clarin.com/diario/2001/03/05/e-01415.htm
45
Santoro, Daniel. Op. Cit. P. 31
46
Todman, Terence A. (1926- 2014) Fue embajador de Estados Unidos en Argentina desde 1989 a 1993. Fue
en su gestión cuando más presión se ejerció para abortar el proyecto Cóndor II.
40

Unidos como Gran Bretaña.


A continuación se traduce parte de lo que fue un Memorándum de inteligencia de la CIA en
el año 1993 en el cual se analizaron las expectativas de la membrecía de Argentina y su
inclusión en el MTCR, si bien en el documento los nombres tanto de su autor como de la
mayoría de los nombres que presenta el trabajo están tachados (censurados) nos pareció
relevante destacar algunas de sus líneas porque revelan el trabajo que ejerció esta agencia,
entre otras para dar de baja el proyecto a través de presiones diplomáticas ya en el gobierno
de Carlos Menem, en este fragmento de la cuarta hoja en su primer párrafo se revela como
el gobierno menemista desclasificó documentos del Cóndor II para demostrar que su
intención, contraria a la del gobierno radicar de Raúl Alfonsín, fue de cooperar con Estados
Unidos y alinearse así con su política internacional;
“The Menem governement in recent months has succesfully headed off efforts by te
opposition Radical Party to exploit the Cóndor II issue for political gain, most recently in
legislative elections held in October. To strengthen his hand, Menem declassified details of
the Condor II project, arranged a tour of Condor II production facilities for journalists, an
obtained photographs of Argentine and Iraqi missile installations for public release. He
evidently calculated that exposing the Radical Party’s role during the Alfonsin
administration in transfering Condor II missile technology to Egypt an Iraq would dissuade
his opponents from trying to former broader opposition to his dismantlement of the
program. Indeed, shortly after a visit to Argentina in August by United Nation’s officials’
public comment the connection put Radical Party leaders on the defensive and prompted
them to downplay the Condor II issue.”47
“(El gobierno de Menem en los últimos meses ha encabezado un debate acalorado con la
oposición del Partido Radica para explotar la cuestión del Cóndor II con fines políticos, el
más reciente en las elecciones legislativas celebradas en octubre. Para fortalecer su
argumento, Menem desclasificó los detalles del proyecto Cóndor II, organizó un recorrido
por las instalaciones de producción de Cóndor II para periodistas, obtuvo fotografías de
instalaciones de misiles argentinos e iraquíes para así ponerlos en conocimiento público.
Evidentemente calculó que exponer el papel del Partido Radical durante el gobierno de

47
Documento de la CIA, cuya autoría se encuentra censurada. Disponible en internet;
https://www.cia.gov/library/readingroom/docs/DOC_0001175543.pdf
41

Alfonsín en la transferencia de la tecnología de misiles Cóndor II a Egipto e Irak


disuadiría a sus oponentes de intentar una oposición más amplia a su desmantelamiento
del programa. De hecho, poco después de una visita a Argentina en agosto por los
comentarios públicos de las autoridades de las Naciones Unidas, la evidencia de la
conexión puso a los líderes del Partido Radical a la defensiva y les llevó a minimizar la
cuestión del Cóndor II)”.48

48
Traducción: Juan Pablo Niemes.
42

2.2 La política militar de Raúl Alfonsín

Uno de los rasgos más elocuentes y característicos del gobierno de Raúl Alfonsín fue el
juicio a las juntas militares, la fuerza responsable directa de la última dictadura militar,
sentar en el banco de la justicia a una cúpula militar que años antes de 1983 habían gozado
de un poder casi impune fue un hecho que no sólo conmovió a los ciudadanos sino que hizo
que los habitantes del país volvieran a creer en la democracia como el mejor sistema de
gobierno. Su repercusión no sólo se limitó en la historia local, sino que tuvo trascendencia
mundial.
Este hecho representó un importante cambio en el eje cívico militar, pero, aun así se
decidió continuar con el proyecto Cóndor II con el fin de contar con un programa
experimental a largo plazo.
Quizás conviene postular un interrogante ¿Cómo pudo el gobierno Radical continuar con
un proyecto en conjunto a la Fuerza Aérea, sobre todo teniendo en cuenta el resentimiento
que generó el juicio a las juntas en las Fuerzas Armadas?
Durante el conflicto de Malvinas en 1982 la Fuerza Aérea fue de todas las Fuerzas
Armadas la que resulto más victoriosa, presentó menos bajas y pudo acertar en varios
blancos del enemigo. Alfonsín mostró su lealtad hacia esta Fuerza con el gesto de continuar
con el programa Cóndor II.
Las relaciones fluidas entre el poder civil del presidente Alfonsín y la Fuerza Aérea se
potenciaron con el ministro de Defensa José Horacio Jaunarena. Conviene que repasemos
quienes fueron los ministros de Defensa de la nueva democracia; Raúl Borras de 1983 a
1985, Roque Carranza de 1985 a 1986, Germán López en 1986 y José Horacio Jaunarena
de 1986 a 1989.
Los anteriores ministros no tuvieron con el gobierno radical la suficiente afinidad para
llevar a cabo tareas en conjunto y a largo plazo, sobre todo por la cuestión del juicio a las
juntas y la política de Derechos Humanos enarbolada por el gobierno radical.
Desde 1986 con la gestión de Jaunarena se retomó con mayor impulso el proyecto Cóndor
II. El Estado había invertido mucho dinero en el proyecto y si bien Argentina no podía
participar de una carrera espacial como la que ya se había gestado en los años ochenta con
Estados Unidos a la cabeza pudo haberlo hecho a largo plazo.
El misil Cóndor II tenía un uso dual, por un lado constituyó un elemento a temer y
43

preocuparse por parte de Gran Bretaña, ya que si era usado como un arma de las Fuerzas
Armadas y era lanzado desde un punto cercano a las Islas Malvinas podía causar serios
daños, pero también constituyó un avance en cuanto a los lanzadores de satélites en toda la
región, en la astronáutica se utilizan los misiles como vectores de satélites para poner a
estos en el espacio.

Dentro de la bibliografía que utilizamos se destaca la conocida obra de dos periodistas


argentinos; Eduardo Barcelona y Julio Villalonga, en su análisis del misil Cóndor y su
relación con Malvinas los autores exponen en palabras del ministro Jaunarena: “Tener a
mano un desarrollo tecnológico de este tipo, muchas veces permite disminuir el gasto en un
país cuya estrategia de defensa debe ser la disuasión. Lo cierto es que nuestra idea era
emplearlo como un elemento de transporte satelital, pero creo que ofendería la
inteligencia de ustedes si les dijera que eso no se pueda transformar en un arma, y que
nosotros lo teníamos previsto, o lo ignorábamos”.49
Dentro de la política militar de Raúl Alfonsín el Cóndor II fue un elemento fuerte con
respecto a las negociaciones con Gran Bretaña sobre la soberanía de Malvinas. Los
británicos nunca se sintieron cómodos sabiendo que Argentina contaba con esa tecnología,
mucho menos las conexiones de países como Egipto y en último caso Irak (el destinatario
final del diseño del Cóndor II).
Para Jaunarena; “…el conflicto por la posesión de las Islas Malvinas debe resolverse por la
vía de la negociación, pero uno se sentía más cómodo teniendo algunos elementos, como el
Cóndor. Creo que el conflicto por la posesión de las Islas Malvinas nunca podrá ser
resuelto por Argentina bélicamente, pero de lo que se trata es de sentarse con más
elementos a la mesa de negociación”.50
Es preciso destacar la preocupación de Estados Unidos por lo que estaba haciendo el
gobierno radical argentino en materia de defensa. Uno de los primeros contactos
diplomáticos entre Argentina y Estados por este tema se dio en el marco de la gestión del
embajador norteamericano Theodore Gildred en 1987.

49
Barcelona, Eduardo y Villalonga, Julio. Op. Cit. P. 34
50
Ibídem. P. 35
44

El contexto de estos primeros contactos diplomáticos tuvo su correlación con el pacto


firmado por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987 en Washington DC. El pacto
consistió en eliminar los misiles de mediano alcance y destruir gran parte de las armas
nucleares por parte de las dos naciones con tecnología más desarrollada hasta ese momento.
Thedore Gildred publicó al poco tiempo de este pacto un artículo que detallaba esta
iniciativa de Estados Unidos y la URSS. Pero en realidad el artículo que redactó Gildred
fue una advertencia hacia el gobierno argentino, como señala Martin Granovsky; “La sola
publicación suponía un mensaje para el gobierno de Alfonsín: si los Estados Unidos y la
Unión Soviética, en ese entonces las dos superpotencias del mundo, destruían arsenales
propios, países mucho menos poderosos que ellos debían, con más razón, hacer lo
mismo”.51
Podríamos destacar la gestión de Gildred como un mérito para preparar el terreno de lo que
fue la desactivación del misil Cóndor II, su sucesor Terence Todman fue quien finalmente
vio a partir de 1989 la puesta en marcha de la cancelación del proyecto.
Durante el gobierno radical el tema del proyecto Cóndor II constituyó parte de la agenda
política a través del ministerio de Defensa y de Relaciones Exteriores, para ello resulta
pertinente el facsímil del decreto 604 firmado por Raúl Alfonsín en 9 de Abril de 1985 en
el cual se detalla la aprobación de la financiación del proyecto Cóndor II;

“Artículo 2: Apruébense en todas sus partes las contrataciones correspondientes al


PROGRAMA CONDOR 2 celebradas conforme a la autorización otorgada por la
Resolución 951 del Ministerio de Defensa de fecha 13 de diciembre de 1984…”52

Más allá de su política de derechos humanos y su condena a los altos mandos de las fuerzas
militares que participaron como cómplices de la última dictadura militar en Argentina el
presidente Raúl Alfonsín decidió continuar con el proyecto Cóndor II por su lealtad hacia la
Fuerza Aérea y por comprender que un proyecto como aquel hubiese permitido a la
Argentina dar un salto cualitativo en materia de tecnología militar y civil en toda la región.

51
Granovsky, Martin. Op. Cit. P. 192
52
Santoro, Daniel. Op. Cit. P 123
45

2.3: La presidencia de Carlos Menem y su relación con Estados Unidos

Sería imposible detallar en este trabajo la primera presidencia de Carlos Menem en su


totalidad, tampoco es el propósito que nos proponemos, lo que si podemos analizar es el
giro que dio en la forma de hacer política totalmente opuesta a su antecesor, Raúl Alfonsín,
y su relación particular y cercana con Estados Unidos. Consideramos pertinente estos
aspectos de su primera presidencia ya que nos permite ver y analizar en relación al tema
que tratamos en este trabajo.
La primera presidencia de Carlos Menem de 1989 tuvo el rasgo particular de la toma de
poder antes de que Raúl Alfonsín terminara su mandato, la situación económica de
Argentina presentaba una seria crisis que golpeó a los sectores más vulnerables. El voto
popular expresado en las urnas le dio el protagonismo a Menem en la presidencia del país
gracias a los discursos típicamente peronistas durante su campaña, como señalo Hugo
Quiroga: “…el candidato justicialista enarbolo banderas de corte populistas que, una vez
en el gobierno, dejó de lado inmediatamente para aplicar un programa de signo opuesto.
No hubo aquí ningún intento de sostener el discurso de campaña, sino una adecuación al
proceso de globalización. Fue el liberalismo económico el que proporcionó a un gobierno
peronista el contenido de las políticas públicas orientadas a la resolución de la crisis, con
la firme decisión de adaptarse a los cambios de la época.”53

Si bien es cierto que el proceso de globalización, pese a su descripción teórica que siempre
resulta polémica, empezó mucho antes de la época que aquí analizamos, fue a finales de los
años ochenta cuando un nuevo orden mundial exigió un cambio en la manera de hacer
política en todo el mundo, las opciones a grandes rasgos fueron alinearse a los principales
países capitalistas o quedar marginado en un sistema político económico mundial.
Si tomamos en cuenta todo lo señalado en este contexto el proyecto Cóndor II será un tema
importante en la agenda de relaciones exteriores durante la primera presidencia menemista.

No sólo el MTCR (Régimen de Control de Proliferación de Tecnología Misilística) en 1987


comenzó a ejercer presiones a países en vías de desarrollo en todo el mundo en cuanto al
cese de transferencia armamentista. Fue en el año 1989, mismo año de la presidencia del

53
Quiroga, Hugo. Op. Cit. P. 116
46

republicano George H. W. Bush en Estados Unidos, cuando el embajador en Argentina


Terence Todman se convirtió en el principal actor de la efectiva cancelación del Cóndor II.
Las primeras preocupaciones de Washington sobre el proyecto Cóndor II fueron recibidas
por el entonces Ministro de Relaciones Exteriores Domingo Cavallo54, quien en su etapa
como Ministro de Relaciones Exteriores se mostró a favor de su desarrollo y luego ya como
Ministro de Economía desde 1991 será uno de los principales impulsores para su
desmantelación.
El embajador Terence Todman arribó a Buenos Aires para cumplir con sus obligaciones en
1989, el panorama de esta época en Argentina fue la de los saqueos en los supermercados
debido a la crisis de la inflación en su economía, y por ende una crisis social que hizo
abandonar la presidencia a Raúl Alfonsín seis meses antes de que se cumpla su mandato.
Esto generó un cambio de rumbo en el destino del proyecto Cóndor II.
Como afirma Daniel Santoro; “Después del 8 de Julio de 1989, luego de que Alfonsín
entregara los atributos del mando a su sucesor, Carlos Menem, no sólo cambio de dueño el
sillón de Rivadavia; también cambiaron los interlocutores de Todman”.55
El Ministro de Defensa argentino que cobró mayor protagonismo en todo este proceso y
que mejor describió las nuevas relaciones entre Argentina y Estados Unidos fue Guido Di
Tella, a cargo del Ministerio de Defensa entre 1990 y 1991, su célebre frase cuando definió
que entre ambos países hay “relaciones carnales” fue todo una definición en cuanto a la
predisposición de la Argentina en materia de política exterior hacia el país del norte.
Por su parte el Ministro Cavallo decidió emprender la normalización de las relaciones
diplomáticas con Gran Bretaña, que se encontraron hasta ese momento paralizadas a causa
del conflicto de Malvinas, la condición sine qua non para reanudar estas fue, a pedido de la
cancillería británica, la paralización del proyecto Cóndor II.
No sólo los norteamericanos sabían lo que implicaba este tipo de desarrollo de tecnología
en América Latina sino también los ingleses y, sobre todo, los kelpers (habitantes de las
Malvinas) sabían muy bien el peligro de que el país que había sido derrotado haya podido
producir semejante arma (en el caso de que fuera usado como elemento de defensa o
ataque).

54
Domingo Cavallo antes de ser Ministro de Economía en el periodo 1991-1996 fue Ministro de Relaciones
Exteriores de Argentina entre 1988 y 1991.
55
Santoro, Daniel. Op. Cit. P. 50
47

En realidad lo que le importó a Cavallo fue demostrarle a Menem su capacidad de


negociación, su objetivo en realidad fue lo que más tarde se terminó concretando; ser
Ministro de Economía, como revela Daniel Santoro; “Después de dos encuentros entre
diplomáticos argentinos y británicos que tuvieron lugar en agosto y octubre, en la llamada
reunión de Madrid II del 16 de febrero de 1990, Londres abandonó su política de
normalización paso a paso de las relaciones entre dos países, y reanudó los vínculos
diplomáticos. Cavallo ganó así su apuesta más fuerte hasta el momento”56.
Fue Humberto Romero, el Ministro de Defensa antecesor de Guido Di Tella, quien el 21 de
abril de 1990 anuncio públicamente la paralización del proyecto Cóndor II. No sólo a través
de un organismo como el MTCR que se presentó al mundo como un ente regulador con
asociados voluntarios para la pacificación y control de armas nucleares, sino también la
constancia de Terence Todman y la jugada de Domingo Cavallo lo que dio paso a la
inevitable cancelación del proyecto.
Esta nueva política que se inauguró con Carlos Menem en su primera presidencia respondió
a un contexto mundial. La caída del bloque soviético y la hegemonía de la democracia
liberal de occidente encabezada por Estados Unidos modificaron el sistema geopolítico
internacional. Recordemos que uno de los hechos más simbólicos de esta época lo
constituyó la caída del muro de Berlín en 1989, así el mundo vio claramente que una
formación social como el capitalismo dejo sin chances la expansión del socialismo, a
excepción de un país ubicado en el Caribe; Cuba.
El programa político de Menem fue un reflejo de lo que aconteció en aquellos años, abrir
las puertas a los mercados extranjeros y dejar en manos privadas el control de la mayor
parte de la economía. También, como analizamos en este trabajo, aceptar las reglas de
juego que imponían los países centrales de occidente.
Todo intento de transferencia de tecnología de armas entre países paso por la supervisión de
organismos controlados por Estados Unidos.

56
Santoro, Daniel. Op. Cit. Pp. 54-55
48

Capítulo 3: La CNIE, antecesora de la CONAE

La reconstrucción de la historia de la CNIE (Comisión Nacional de Investigaciones


Espaciales) presentó determinadas dificultades ya que se trató de una institución que no
existe desde 1991, el mismo año en que nació la CONAE, por lo tanto los documentos y
materiales bibliográficos con los que se trabajó para esta investigación ayudaron a poder
dar un conocimiento cabal de su funcionamiento y sus objetivos.
Si bien se intentó contactar personas de la CONAE para que pudieran aportar documentos
para una precisa reconstrucción no pudo llevarse a cabo porque como se expresó
anteriormente la institución se disolvió a través de un documento que aquí se analiza: el
decreto Nº 995/1991 en el cual se da por finalizado el funcionamiento de la CNIE y se
resolvió crear un organismo controlado por el Estado como la CONAE.
En un portal de internet como Wikipedia por ejemplo vemos la escasa información de
sobre la CNIE57, el año de su fundación y el año de su defunción, como así también un
breve texto en el que aparecen sus logros como institución, también figura el logo de la
misma.
Su presidente y fundador fue Teófilo Tabanera, un ingeniero electromecánico oriundo de la
provincia de Mendoza, constituyó una personalidad muy destacada en la astronáutica
argentina.
En un trabajo58 publicado por el prestigioso ingeniero aeroespacial Pablo De León59
podemos tener datos más concretos del funcionamiento de la CNIE, además la ventaja de
este estudio de maestría es el marco contextual a través del cual Pablo de León hace una
historia de la CNIE en relación a los avances científicos en el campo de la astronomía
durante el siglo XX en Argentina.
Fue durante el gobierno de Arturo Frondizi en el año 1960 cuando se creó la institución

57
https://es.wikipedia.org/wiki/Comisi%C3%B3n_Nacional_de_Investigaciones_Espaciales
58
http://repositorio.udesa.edu.ar/jspui/bitstream/10908/10945/1/%5BP%5D%5BW%5D%20T.%20D.%20His.
%20Le%C3%B3n,%20Pablo%20Gabriel%20de.pdf (Trabajo de doctorado en Historia de Pablo de León, fecha:
4 de Marzo de 2015)
59
Pablo de León es ingeniero aeroespacial y nació en 1964 en Buenos Aires y actualmente se encuentra
involucrado en varios proyectos de la principal agencia espacial estadounidense NASA (National Aeronautics
and Space Administration), una breve biografía la podemos encontrar en la enciclopedia de internet
Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Gabriel_de_Le%C3%B3n
49

gracias a los esfuerzos de Teófilo Tabanera y varios científicos interesados en la


investigación. Tabanera fue su presidente.

La CNIE dependía de la secretaria de Aeronáutica60, cabe recordar que en estos años se dio
en Argentina una corriente teórica económica denominada desarrollismo, por esta razón
podemos inferir el interés de la institución con objetivos de desarrollos pacifistas y
orientados a la investigación científica.
Desde los años sesenta y setenta del siglo pasado la CNIE realizaron numerosas pruebas
científicas, incluso luego del derrocamiento de Frondizi.
Es preciso no perder de vista que en estos años también se comenzó a gestar entre Estados
Unidos y la Unión Soviética la denominada carrera espacial. La publicidad de esta carrera
alcanzó notoriedad con el primer objeto en órbita puesto por la Unión Soviética; el Sputnik
1 en 1957, el primer astronauta en órbita: Yuri Gagarin en1961 y luego por parte de los
Estados Unidos con la llegada del hombre a la luna en 1969 (que incluso este último hecho
se destaca por numerosas disputas en cuanto a su veracidad).
La CNIE fue una institución que quedo ligada a la Fuerza Aérea, este hecho peso en el
momento de su defunción cuando en los años ochenta se vio involucrada en el desarrollo
del proyecto Cóndor II, aunque en su origen fue una institución civil.
Como indica Pablo de León: “Si bien la CNIE había sido creada como una agencia civil y
de fines exclusivamente pacíficos, su brazo ejecutor – el Instituto de Investigaciones
Aeronáuticas y Espaciales – era parte de la Fuerza Aérea y está siempre consideró al
espacio como la prolongación natural de su área de responsabilidad”.61
Luego del golpe de Estado a Frondizi en 1962 la Fuerza Aérea se hizo cargo de la CNIE
hasta sus últimos días en 1991.
Fue a partir de 1968 cuando el gobierno de Facto de Juan Carlos Ongania, etapa conocida
como el Onganiato, cuando la CNIE pasó a estar en manos de fuerzas militares, más
específicamente a la Fuerza Aérea, como así también la vinculación de la mayoría de sus
proyectos.
Resulta pertinente destacar este punto ya que si bien por un lado la Fuerza Aérea desde
1968 pasó a tener el control de la CNIE hubo iniciativas de proyectos espaciales pacíficos,

60
De León, Pablo. Op. Cit. P. 37
61
Ibídem. P. 49
50

en estos años y durante los años setenta se barajaron varios proyectos similares al Cóndor
II.

Dentro de la institución operaban científicos civiles, pero como señala Pablo de León:
“Cada civil, por capacitado que fuera, siempre tenía un jefe militar por arriba de él
(usualmente con menos capacitación) pero que regía y disponía libremente sobre el
desarrollo de los proyectos.” 62
Llegada la década de los años ochenta, pero sobre todo, con el resultado de la guerra de
Malvinas, la Fuerza Aérea, que resultó la Fuerza menos golpeada en la guerra, propuso
definitivamente activar un programa como el misil Cóndor II, un vector de alcance medio
que podía llevar una carga de hasta una tonelada de peso, su longitud fe de 16 metros de
largo y 5 toneladas de peso, alcanzaba unos 1200 km (aunque nunca llegó a probarse ya
que antes de que esto sucediera el proyecto se canceló).
En el contexto de los años ochenta que se gestó, pos guerra de Malvinas, Argentina
enfrentó un embargo de armas dispuesto por las potencias occidentales. Además de estas
limitaciones según analiza Daniel Santoro los países de primer mundo impusieron
“también restricciones que estas imponen a todos los países en vías de desarrollo para la
transferencia de tecnologías duales que, además del poder militar, suponen negocios
multimillonarios. Se las llaman duales porque pueden tener tanto un uso militar como
civil.”63

62
De León, Pablo. Op. Cit. P. 53
63
Santoro, Daniel. Op. Cit. P 16
51

3.1 La Creación de la CONAE (1991)

Debido a las presiones de Estados Unidos por vía diplomática, Theodore Gildred desde el
año 1987 y Terence Todman en el año 1989, junto a numerosos informes de la CIA, en este
trabajo analizamos uno en particular cuya fecha data del año 1993, si bien esta por fuera de
la cronología que utilizamos ayuda a comprender mejor el seguimiento que se hizo de la
efectiva cancelación del proyecto Cóndor II. 64
Pero también la creación de un organismo como el MTCR (Missile Technology Control
Regime) que se encargó de supervisar las transferencias de tecnologías en casi todos los
países del tercer mundo, hizo el mérito de presionar a iniciativas como las del proyecto
Cóndor.
Las diferencias de los proyectos políticos que comprendieron el período analizado en este
trabajo que abarca el renacimiento de la democracia en 1983 con el gobierno de Raúl
Alfonsín y los primeros años de la primera presidencia de Carlos Menem hasta 1991
determinaron tano el destino final de la CNIE como el nacimiento de la CONAE, dos
instituciones con diferentes objetivos, el cambio de su nomenclatura en sus respectivos
nombres quizás permitan esclarecer el cambio de rumbo que debieron tomar los avances
espaciales y militares en Argentina. A lo largo de esos años la intervención norteamericana
se hizo patente a través de diversas maneras, presiones diplomáticas, creación de
instituciones que regularon el grado de desarrollo de países con iniciativas de desarrollo
tecnológico militar e incluso mecanismos de espionaje.
Luego de la gestión de Terence Todman, desde 1989, y la aguda crisis económica y social
en la que estaba sumergida la Argentina en el final del período presidencial de Raúl
Alfonsín, Carlos Menem tomó el poder dando un giro de 180 grados de sus discursos con la
denominada “Revolución Productiva”65 en la cual prometió el desarrollo autónomo del país
y un “salariazo” a los trabajadores.
Su política giró en torno a la aplicación de la receta del denominado Consenso de
Washington, en el cual los países en vías de desarrollo de América Latina debieron alinear
sus políticas a las de Washington so pena de ser excluidos en el mercado mundial y quedar

64
http://www.foia.cia.gov/sites/default/files/document_conversions/89801/DOC_0001175543.pdf

65
Menem, Carlos y Duhalde, Eduardo. Op. Cit.
52

marginados con todo tipo de ayuda financiera. Para conseguir este consenso con el país del
norte se debía aplicar la misma receta en todos los países obviando así las idiosincrasias de
desarrollo regional y dinámicas sociales.
Fue este el contexto en el cual se dio de baja una institución como la CNIE, este fue un
organismo de investigación como lo indicaba su nombre, al ser dependiente de la Fuerza
Aérea y a la vista de los países desarrollados de occidente generó siempre la sospecha de
que su autonomismo militar y científico pudo haber desequilibrado las hegemonías de aquel
momento.
En 1990 Menem firmó en secreto un decreto que dejó sin efecto el anterior decreto 604 de
Alfonsín que aprobaba la financiación y puesta en marcha del proyecto Cóndor II en el cual
uno de los pilares de su gestación fue la CNIE66.
Sumado a esto las constantes presiones de la diplomacia norteamericana hizo que la CNIE
llegara a su fin, pues los proyectos como el Cóndor II en un centro de investigación como
los que se gestaban en esta institución podía poner en peligro las relaciones entre Estados
Unidos y Argentina, y sobre todo dejaba a la Argentina con la imagen de un país
beligerante y peligroso luego del reciente conflicto con Gran Bretaña en Malvinas.
Siempre hay que tener en cuenta que cualquier intento de realizar un proyecto autonomista
en el campo de la ciencia en países considerados en vías de desarrollo por parte de las
potencias occidentales será puesto en la lupa de la geopolítica, entendido como un potencial
desequilibrio de fuerzas, teniendo en cuenta el grado de desarrollo que un proyecto pueda
alcanzar, un claro ejemplo de esto fue el Cóndor II.
De esta manera Carlos Menem en su primera presidencia decidió alinearse al contexto
económico de las grandes potencias occidentales. Para ello además de aplicar las políticas
de privatizaciones de las empresas que anteriormente habían sido propiedad estatal en su
mayoría, y obviamente cedió ante los pedidos de Estados Unidos para poner fin al proyecto
Cóndor II arrastrando con ello todos los logros científicos y organismos ligados al mismo.
Pero también la nación que se preocupó por la desactivación y desarticulación de la CNIE
fue Gran Bretaña, debido a un posible ataque que fuera perpetrado desde Argentina con la
tecnología del Cóndor II, y sobre todo, teniendo en cuenta que aún estaban abiertas las
heridas de la guerra de Malvinas.

66
Santoro, Daniel. Op. Cit. P. 116
53

Así fue como Menem ordenó desmontar en 1991 la planta de Falda del Carmen en
Córdoba donde se realizaban algunas pruebas técnicas del Cóndor II y en la cual tenía la
mayor parte de sus instalaciones la CNIE, de esta manera renovó la jefatura de los futuros
proyectos espaciales nombrando a Jorge Sahade67 como presidente de lo que será la nueva
CONAE (Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales, con orientación civil y
subordinado al poder ejecutivo nacional), de esta manera describe el estado de la cuestión
Daniel Santoro “El 22 de octubre de 1991, la Fuerza Aérea entregó formalmente a Sahade
y los otros directivos de la flamante Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales
(CNIE) las llaves de Falda del Carmen y otras instalaciones de la ex CNIE, en un acto
realizado en Casa de Gobierno”.68
En este contexto nació la CONAE en el año 1991, una comisión de carácter civil, a través
del decreto de Carlos Menem 995/1991 que se detalla a continuación una parte:

BUENOS AIRES, 28 de Mayo de 1991

BOLETIN OFICIAL - 3 de Junio de 1991

VISTO y CONSIDERANDO

Que el progreso de la ciencia y tecnología espaciales reviste gran interés para el Estado Nacional, en razón de
las múltiples derivaciones de orden público que sus aplicaciones prácticas determinan. Que nuestro país
preserva su derecho al desarrollo tecnológico y científico con fines pacíficos. Que es necesario aprovechar la
experiencia alcanzada por nuestro país en el campo espacial. Que la complejidad técnica de las actividades
espaciales hace imprescindible una adecuada organización y coordinación de todas las entidades nacionales,
tanto privadas como públicas, relacionadas con las mismas, evitando dispersión y superposición de esfuerzos.
Que es menester el establecimiento de una autoridad nacional que centralice, organice, administre y ejecute
una política global en materia espacial. Que la REPUBLICA ARGENTINA rechaza toda utilización militar
ofensiva de las actividades espaciales, y reconoce su voluntad de trabajar en este campo con un elevado
sentido de paz, responsabilidad y transparencia. Que resulta conveniente incrementar la participación del
Congreso de la Nación en la programación y contralor de la política espacial nacional.

67
Jorge Sahade (1915-2012) fue astrónomo y el primer presidente designado en la CONAE en 1991. Una
interesante biografía se puede encontrar en Internet en el sitio:
https://historiadelaastronomia.files.wordpress.com/2013/01/jorge-sahade.pdf
68
Santor, Daniel. Op. Cit. P. 118
54

Art. 1.- Créase la COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES (CONAE), con capacidad
para actuar pública y privadamente, en los órdenes científico, técnico, industrial, comercial, administrativo y
financiero, con plena autarquía administrativa y financiera, y con dependencia directa y exclusiva del
Presidente de la Nación.69

Debido a su carácter dependiente de la Fuerza Aérea la CNIE llegó a su fin el mismo año
en que se decidió crear a la CONAE, que además de tener ser una institución civil tuvo
desde sus comienzo un claro objetivo científico.
En su página web podemos encontrar todo su contenido institucional70 tanto en español
como en inglés.
En el año 1991 terminó una era con la CNIE, desde ahora en más las actividades espaciales
con la CONAE quedaron bajo el mando de la Presidencia de la Nación y del Congreso de la
Nación.
Uno de los hechos más importantes que ayudó a dar impulso al surgimiento de la CONAE
fue la negociación junto a Estados Unidos con su Agencia Espacial (NASA) con algunos
proyectos en común y de colaboración, así lo revela Pablo de León: “ Afines de Mayo de
1991…el secretario de Ciencia y Tecnología, Raúl Matera, negoció en Buenos Aires las
bases de una acuerdo con la agencia espacial norteamericana NASA para que cooperara
en poner en órbita un satélite argentino, el SAC-B, que aún no se había construido, dando
cuenta de cómo es utilizada una agencia como la NASA como herramienta de la política
exterior de los Estados Unidos. Pero la puesta en órbita de un satélite argentino era una
pálida recompensa por la cancelación del proyecto Cóndor y de toda la infraestructura y
el personal involucrado.”71
Claramente la creación de la CONAE tuvo un costo grande, el costo de perder la
autodeterminación en materia de aplicaciones científicas avanzadas hechas con recursos
humanos argentinos, y además, el costo de perder un lanzador de satélites argentinos.

69
Disponible en internet en el sitio: http://www2.medioambiente.gov.ar/mlegal/participa/dec995_91.htm
70
http://www.conae.gob.ar/index.php/espanol/
71
De León, Pablo. Op. Cit. P. 220
55

Conclusión

Teniendo en cuenta todo lo detallado en capítulos anteriores, en este capítulo conclusivo es


necesario recordar los interrogantes planteados en nuestra hipótesis de trabajo.
En primer lugar surge la pregunta ¿Qué cambios o circunstancias incidieron para que un
organismo como la CNIE, dependiente de la fuerza aérea argentina, concluya de manera
definitiva sus actividades y a su vez se construyese otra de carácter civil denominada
CONAE? Respecto a esta pregunta es necesario hacer un repaso por los análisis
anteriormente expuestos.
Es necesario tener en cuenta el contexto internacional en el que se desarrolla el tema de este
trabajo, el mundo estuvo, hasta los años setenta del siglo XX, divido en dos formaciones
sociales antagónicas, por un lado el bloque soviético que poco a poco vio desvanecer su
poder debido a una crisis interna de la puesta en práctica de la doctrina comunista y una
fuerte depresión de su crecimiento económico, por otro lado el modelo de la democracia
liberal cuyo mayor exponente fueron los Estados Unidos, el pensador Karl Popper
denominó a este tipo de sociedades como sociedades abiertas, este concepto filosófico y
socio histórico hace referencia a un tipo de sociedades en la cual los actores pueden optar a
través de la votación a sus representantes y en donde la posibilidad de elección queda a
discreción de cada individuo, sin ataduras ideológicas únicas y con libertades de
pensamiento. Podríamos hacer una modesta critica a semejante empresa de Popper,
consistiría en evaluar hasta qué punto las democracias liberales, como el caso de Estados
Unidos, plantean una apertura que permiten la total libertad humana, el caso que
analizamos deja muy claro que en los asuntos exteriores de un país como Estados Unidos,
que se autoproclama en su himno nacional “Land of the Free..:”: la tierra de la libertad,
sin embargo establece límites y arbitrariedades a otras sociedades hasta el punto de
modificar el curso histórico de las mismas.
Es así como ambos bloques emprendieron desde los años cincuenta una carrera
armamentista y espacial, esto llevó a difundir las más variadas propagandas de los
beneficios y desventajas de ambos sistemas de vida.
Pero volviendo a la década de 1980 quedó claro que el poderío soviético había entrado en
decadencia, los Estados Unidos se erigieron como una única potencia capaz de permanecer
56

a través de las mutaciones de un sistema económico basado en la acumulación: el


capitalismo y el libre mercado. El inminente peligro de una devastación nuclear en ambos
lados del planeta le valió el título de guerra fría ya que ambos bandos nunca tomaron
acciones que implicaron un choque directo.
En este contexto global Argentina a comienzos de la década de los ochenta fue participe en
un conflicto bélico con un país que tuvo mucha experiencia en posesiones peninsulares a lo
largo de la historia: Gran Bretaña, la guerra de Malvinas en 1982.
A partir de este conflicto en el Atlántico Sur, la Fuerza Aérea Argentina decidió emprender
un ambicioso proyecto de rearme. El proyecto Cóndor II, un misil capaz de transportar casi
una tonelada de peso y de desplazarse a cientos de miles de kilómetros de distancia. Pero
también este misil podría haber sido aprovechado como vector de lanzamientos de satélites
nacionales, de ahí que la denominación que se suele dar a este tipo de vectores de uso dual,
es decir, tanto militar como pacífico.
Como venimos analizando, la atmósfera de finales de los años ochenta del siglo XX estuvo
signada por la caída del régimen soviético frente a su único oponente real, el capitalismo o
la democracia liberal. A partir de este cuadro mundial utilizamos también la obra del
politólogo Francis Fukuyama El fin de la Historia y el último Hombre, quien estableció a
través de este influyente análisis que la historia de la humanidad, si tomamos en cuenta el
análisis marxista de las sociedades, había llegado a su fin, para Karl Marx las luchas de
clases sociales son el motor de la historia, la lucha entre los dos polos, uno comunista y el
otro capitalista marcaron gran parte de la historia del siglo XX, la caída del muro de Berlín
en 1989 podría haber sido la prueba fehaciente de la tesis de Fukuyama. Dos años más
tarde, en 1991, la historia del país que resulto victorioso en la guerra fría debió buscar un
oponente que permita avalar y justificar el movimiento del tiempo hacia alguna dirección,
así fue como, en parte, la guerra del Golfo Pérsico se gestó en el gobierno de George Bush
(padre). Este hecho probó en parte que la historia no finalizó, podríamos inferir que en
realidad el sistema capitalista se modificó a tal punto que el país (Estados Unidos) que
detentaba el mercado financiero de aquellos años tuvo una hegemonía cultural y económica
tal que se impuso en casi todo el planeta, podríamos extender este análisis más allá de estas
líneas pero escapan del objetivo que se plantea en este trabajo. Lo que resulta pertinente del
análisis de Fukuyama es que la ideología imperante en el ámbito académico conservador (y
57

de muchos políticos influyentes de occidente) de aquellos años fue la de las democracias


capitalistas liberales de occidente, direccionadas a obedecer una voz de mando económica y
política de los países más desarrollados, que parecieron trazar el único curso que tenía la
historia mundial. En la región latinoamericana y, sobre todo, en Argentina este hecho se
intentó avalarlo con la aplicación del Consenso de Washington, y en el caso
específicamente de la proliferación de dispositivos como el Cóndor II se crearon
organismos de control como el MTCR para poner freno a cualquier iniciativa.
Frente a este panorama, una vez establecida la hegemonía de los Estados Unidos como
potencia militar mundial resultó muy difícil que un país en vías de desarrollo como
Argentina pudiese llevar a cabo un programa de independencia militar y satelital como
supuso el proyecto Cóndor II.
De hecho, varias estrategias de los países del norte se sortearon con el fin de dar de baja a
un proyecto que involucró a una institución como la CNIE. Una de ellas y la más certera
fue la intervención norteamericana en la política argentina por vía diplomática, su
efectividad causo el final de la CNIE, una institución que dependió de la Fuerza Aérea (lo
que no implicó que sus proyectos indefectiblemente debieron estar orientados hacia un
objetivo estrictamente militar), y el posterior nacimiento de la CONAE con objetivos
civiles y pacifistas, que paso a estar bajo la tutela del poder ejecutivo nacional, así lo
determino el decreto 995/1991 de Carlos Menem.
La diferencia entre los programas de gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem fue otro
de los factores determinantes para que la CNIE deje de existir. Sin embargo tanto Theodore
Gildred en la presidencia de Alfonsín como Todman en la presidencia de Menem hicieron
todo lo posible para desactivar el proyecto, Todman fué quien finalmente presenció hacia
1993 la desactivación total.
Con la llegada de la democracia al poder en 1983, luego de muchos años bajo el gobierno
de facto militar, Argentina pudo destacarse no sólo como un ejemplo de lucha por los
derechos humanos ante todo el mundo, sino también, ante la capacidad de contar con el
capital humano e intelectual capaz de realizar una hazaña de independencia tecnológica.
Raúl Alfonsín decidió mantener en marcha a través de un organismo como la CNIE el
58

proyecto Cóndor II. El citado decreto 60472 durante su gobierno fue un impulso de lealtad
ante la Fuerza Aérea para llevar a cabo un ambicioso proyecto.
Sin embargo debido al reciente conflicto en el escenario del Atlántico Sur con Gran
Bretaña, en el cual se disputaron la soberanía de las Islas Malvinas, hizo que toda su
presidencia quede bajo la lupa de los principales centros de poderes.
Pero como se demostró en el trabajo no fue sólo una nación como Gran Bretaña la que
estuvo interesada en que Argentina aborte el Cóndor II, fue la hegemonía de una potencia
como Estados Unidos la que dispuso de los mecanismos necesarios para derribar la
iniciativa.
Como también se analizó en este trabajo, entre 1980 y 1990 una serie de cambios se dieron
en el planeta que permitieron que una nación como Estados Unidos se haya tornado
hegemónica, política, militar y sobre todo, económicamente. Este hecho hizo que la historia
de la CNIE haya tenido el destino que tuvo.
No podríamos inferir cual fue la razón por la que Raúl Alfonsín decidió continuar adelante
con un proyecto como el Cóndor II. Lo que quedó claro fue el giro dramático en el destino
del proyecto durante la primera presidencia de Menem desde 1989.
Quizás una interpretación que podríamos hacer es que Carlos Menem desde que asumió el
poder observó este cambio y vio la superioridad del país del norte, fue así como aceptó
alinearse económica e ideológicamente a los Estado Unidos haciendo todo lo necesario para
complacer al país del norte. A esta manera de hacer política muchos analistas la catalogaron
como pragmatismo menemista o pragmatismo de los años noventa, es decir, actuar en
consecuencia de la realidad sin importar los discursos anteriores durante la campaña
presidencial, o sea, pensando en el peronismo (partido político del cual derivaba Menem),
dejando de lado convicciones a favor de los trabajadores.

“Artículo 2: Apruébense en todas sus partes las contrataciones correspondientes al PROGRAMA


72

CONDOR 2 celebradas conforme a la autorización otorgada por la Resolución 951 del Ministerio de
Defensa de fecha 13 de diciembre de 1984…”
59

INDICE

Prólogo…………………………………………………………………………… 2
Introducción………………………………………………………………………6
Antecedentes: la CNIE y su proyección militar…………………………………9
Capítulo 1: Contexto político y social Internacional (1983-1990)…………….15
1.1: ¿El fin de la historia?.....................................................................................24
Capítulo 2: Contexto político y social Nacional (1983 –
1990)………………………………………………………………………………29
2.1: El proyecto Cóndor II ………………………………………….………….33
2.2 El MTCR (MissileTechnolgy Control Regime) en 1987……………….….37
2.2: La política militar de Raúl Alfonsín……………………………………….42
2.3: La presidencia de Carlos Menem y su relación con Estados
Unidos………………………………………………………………………….….45
Capítulo 3: La CNIE, antecesora de la CONAE……………………….………48

3.1 La Creación de la CONAE (1991)………………………………..………….51

Conclusión………………………………………….……………………………..55

Bibliografía……………………………………………………….………………..60
60

Bibliografía

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Cóndor II. Rosario, Cerir (Centro de Estudios En Relaciones Internacionales), 1999, 167 p.

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Santoro, Daniel. Operación Condor II, La historia secreta del misil que desmantelo
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61

Fuentes Primarias:

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Decreto 995/1991. Creación de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. Boletín


Oficial, Buenos Aires, Argentina, 3 de Junio de 1991

Intelligence Memorandum. Office of African and Latin American Analysis, 29


October 1993. “Argentina: expectations of membership in the Missile Technology Control
Regime” (Documento de la CIA), disponible en internet:
https://www.cia.gov/library/readingroom/docs/DOC_0001175543.pdf

Material de Internet:

http://www.foia.cia.gov/sites/default/files/document_conversions/89801/DOC_0001175543
.pdf

https://ar.usembassy.gov/es/nuestra-relacion/embajadores-anteriores/

https://www.csis.org/people/frank-c-carlucci

http://edant.clarin.com/diario/2001/03/05/e-01415.htm

http://repositorio.udesa.edu.ar/jspui/bitstream/10908/10945/1/%5BP%5D%5BW%5D%20
T.%20D.%20His.%20Le%C3%B3n,%20Pablo%20Gabriel%20de.pdf
(Trabajo de doctorado en Historia de Pablo de León, fecha: 4 de Marzo de 2015,
Universidad San Andrés, Buenos Aires)

http://www2.medioambiente.gov.ar/mlegal/participa/dec995_91.htm

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