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DECORO, PUDOR Y MODESTIA EL TEMA QUE CALLAN LA GRAN MAYORÍA DE

PREDICADORES.
Esas tres palabras describen en la Biblia como la mujer de Dios debe vestir. Esto es un principio divino,
y no es una dogma ni un asunto opcional de si ella quiere o no vestir así, mas bien es una orden
doctrinal apostólica, un mandato directo de Dios hacia toda mujer que profesa la fe cristiana.
¿Pero entonces por qué estamos viendo lo contrario en muchas llamadas iglesias de Cristo, donde
mujeres visten de forma provocativa y erótica sin ningún respeto por la casa de Dios? El problema
ocurre cuando pastores corruptos no enseñan acerca del tema, y para colmo inducen y permiten a sus
ovejas vestir impropiamente. En la Biblia, las palabras decoro, pudor y modestia describen la
vestimenta que Dios desea en la mujer, lo cual se constituye es una norma universal e irrefutable que
debe obedecer toda mujer que profesa la fe cristiana.
En Deuteronomio. 22:5, dice: "No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de
mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace". En el texto, Dios enseña y
hace referencia al uso de la ropa del hombre y la mujer, la cual debía hacer en su pueblo una clara
distinción entre ambos. En otras palabras, la vestimenta debía demostrar el género al cual pertenecían;
la ropa debía distinguir al hombre de la mujer ante la sociedad. Este principio bíblico es de carácter
universal, y hasta el día de hoy muchas civilizaciones lo practican.
En el cristianismo, la forma en que vestimos también nos distingue y refleja quién somos en Cristo, y
es un medio de comunicar a otros el evangelio. La mujer piadosa viste piadosamente; mientras que la
mujer inconversa viste como tal. Aun en nuestra sociedad la vestimenta es importante para reflejar
respeto. Por ejemplo, para una entrevista de trabajo nos vestimos con modestia y cuidado, igual si
vamos a una boda, un funeral o a un tribunal etc... Usted sabe muy bien que en las agencias
gubernamentales o tribunales NO se permiten pantalones cortos, vestidos sin mangas o escotes
provocativos, pues cualquier exposición de las partes íntimas del cuerpo se considera una falta de
respeto a la institución o agencia. Si esto es así en el mundo secular ¿Cuánto más respeto deberá haber
en la iglesia de Cristo a la hora de vestir para Dios?
La Escritura nos dice claramente que el cuerpo de la mujer es asunto suyo, nadie debe ver la vergüenza
de su desnudes, la cual está reservada exclusivamente para el matrimonio (Gén.9:21:25; Lv.18:6-20;
Ez.22:10; Apoc. 3:18; 16:15). Mostrar y exhibir la desnudes no es de mujeres de Dios. Tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento, Dios habla de la santidad interna y externa, y la importancia
que tiene la vestimenta (ropa) como distinción y característica moral del pueblo santo de Dios.
El Señor fue bien claro advirtiendo al varón de no codiciar a la mujer con la mirada, diciendo: "Oísteis
que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer
para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón (Mateo.5:27-28). Jesús aquí no se refiere de
"mirar" a una mujer para conversar con ella, ni de mirarla para apreciar su belleza, sino que
habla de la mirada prolongada y sensual para codiciarla, lo cual significa excitar pasiones para
cometer en el pensamiento el acto de adulterio con ella, es decir, llevar a cabo el acto de adulterio
en su imaginación. Es por eso también, que la Palabra de Dios le exige, le demanda a la mujer cristiana
el vestir piadosamente, de lo contrario, ella sería en parte culpable de hacer caer en adulterio del
corazón a los varones: "Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí,
mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo
profundo del mar (Mateo.8:6).
Tristemente, vemos que hoy día para el pensamiento del mundo es distinto. Las modas y vestimentas
mundanas hoy explotan a las mujeres, donde si una mujer no se pone una mini-falda, un escote o ropa
ajustada al cuerpo no se siente guapa o segura de sí, y donde sus valores y cualidades internas no
cuenta para nada. En otras palabras, la mujer hoy es reducida y encajonada a ser un objeto, en lugar
de persona, y al final esclava de su propio cuerpo y figura. La baja auto estima de cantidad de mujeres
hoy día que exponen las partes intimas y silueta de su cuerpo para ganarse la aceptación del mundo,
pues por desgracia, son esclavas del estereotipo de la sociedad, donde no son valoradas por su
inteligencia y humanidad, sino solo por su cuerpo.
Pero la mujer de Dios que ha sido transformada por Cristo es totalmente diferente a la mujer
inconversa. Las modas sensuales de la sociedad no le pueden decir a la mujer cristiana cómo debe
verse o vestir. Ademas de que la verdadera mujer de Dios no siente la necesidad de ponerse modas
provocativas para tratar de ganarse o gustarle a la sociedad, sino que viste para Dios y su amado. La
Biblia dice: "Asimismo las mujeres se atavíen (vistan) de ropa "decorosa", "con pudor" y "modestia";
no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como
corresponde a mujeres que profesan piedad"... "Vuestro atavió no sea el externo... sino el interno, el
del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu apacible que es de grande estima ante Dios (1
Timoteo. 2:9). Aquí los apóstoles bíblicos señalan que el adorno que Dios estima y el que las mujeres
deben cultivar es el interno, el de las buenas obras. Las mujeres que se preocupan demasiado por el
aspecto externo, tienden a descuidar lo interno, su relación con el Dios santo. La idolatría de su propio
cuerpo tienen a muchas cristianas en la esclavitud de la vanidad, que si no se visten sensual y
provocativamente se siente menos mujer. Sin duda alguna, esto es una percepción errada que tienen
de si mismas y que adoptaron del estereotipo del mundo. ! Tienen que nacer de nuevo!
LAS TRES PALABRAS ACERCA DE LA VESTIMENTA DE LA MUJER CRISTIANA:
1) Decoro. Significa vestimenta decente, limpia, apropiada y de buena apariencia que demuestra
respeto. La mujer de Dios NO se sujeta a las modas, ni usa ropas provocativas o estilos sensuales como
mini-faldas, vestidos ceñidos o escotados, pues NO corresponde a mujeres que profesan piedad. La
santidad interna se refleja en la conducta, comportamiento, modo de hablar y hasta en el vestir de la
mujer de Dios.
2) Pudor. Significa vestimenta con vergüenza. Las mujeres que aman a Dios y respetan la
Escritura bíblica se distinguen por usar ropa reservada que cubre y no expone el cuerpo, pues
NO desean llamar la atención de los hombres, suscitando miradas viciosas, tampoco espera
piropos obscenos, ni pretende levantar pasiones. La verdadera mujer de Dios NO usa ropas
insinuadoras que inciten el deseo de las personas hacia las partes íntimas de su cuerpo, tampoco
ropas marcadas a la silueta del cuerpo que estimule el erotismo e instintos carnales mediante la
voluptuosidad.
3) Modestia. Significa vestimenta con moderación, con sencillez; no con lujos buscando
vanagloria, provocar envidia en otros o gloria propia con ropas costosas. La motivación al vestir
en la mujer cristiana debe ser el agradar y glorificar a Dios, no el orgullo ni la jactancia. La
verdadera mujer de Dios sólo pide ser respetada y valorada por su inteligencia, sus valores y
cualidades como persona piadosa. Una mujer que no le importa lo que los demás piensen de ella,
ni de su cuerpo, sino que su única inquietud y propósito es agradar a su amado, y a Dios
sometiéndose a su voluntad.
Amados hermanos y amigos. Hoy tenemos un serio problema en muchas iglesias, en especial de
linea liberal. Donde hombres como mujeres usan vestimentas provocativas, ceñidas a la silueta del
cuerpo, exponiendo descaradamente sus parte intimas como atracción sexual al sexo opuesto; así son
piedra de tropiezo a otros en la iglesia haciendo que muchos codicien con la mirada, provocando que
muchos cometan adulterio en su corazones, destruyendo también matrimonios y familias enteras
(Mt.5:28; 13:41; 18:7; Ap.2:20). Esto es tipo de la iglesia de Tiatira, donde una mujer seductora y
sensual (Jezabel) seducía y hacia fornicar a los varones de la congregación, y hasta hacia caer a
hombres casados (Apocalipsis. 2:20). Una conducta que es condenada por el Señor, quien le reprocha
duramente al pastor de Tiatira por tolerar que una mujer seductora hiciera caer en pecado a los demás.
Lo mismo sucede cuando el seductor es el varón.
Hoy se ha introducido en muchas "iglesia" del Señor lo mundano y el libertinaje, sacando fuera de
contexto un famoso texto: "Dios mira el corazón", de (1 Samuel.16.7). Toman medio texto, y para
colmo mal interpretado para hacer una doctrina a conveniencia. Cuando el verdadero contexto de ese
pasaje se refiere al joven David, el cual siendo pastor de las ovejas de su padre y el menor de entre sus
hermanos, fue llamado por Dios y ungido por Rey de Israel, porque el corazón de David era apto para
cumplir esa función -y en ese sentido Dios le dijo al Profeta: "no mires a su parecer ni a su estatura;
porque yo lo desecho". Esta respuesta de Dios se debió a que en Israel existía la mala costumbre de
elegir a sus reyes, basándose solo en características físicas, como por ejemplo, en lo alto de la estatura
y bonito semblante de rostro sin considerar otras areas también importantes como la moral del corazón.
Dios le dijo a Samuel que para eligir a un rey, el mira el corazón: "porque Elohim no mira lo que mira
el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Elohim mira el corazón", es decir,
que para elegir un rey hay que considerar el corazón mas allá de lo físico. Ese es el justo contexto del
pasaje. Aquí en ningún momento dice que Dios descarta o que no le interese el cuerpo o el aspecto
externo y físico de su pueblo como muchos ignorantes piensan hoy. Todo lo contrario, en el Nuevo
Testamento se habla claramente de la importancia de la santidad moral del cuerpo y su vestimenta
como distinción de un pueblo santo (1 Ts.2:9; 1 P.3:2-5; 1 Co.6:9). Si usted está en una iglesia como
estas de doctrina liberal y torcida, salga de ahí corriendo, y busque una iglesia de sana doctrina.
!Escape por su salvación!
Hoy mujeres con espíritus de Jezabel con apariencia de "cristianas", las cuales visten sin vergüenza
alguna, sin ningún tipo de respeto y celo por la santidad de Dios. Anda y viven con el propósito de
seducir con sus miradas llenas de lascivia, labios insinuadores, y un andar y mover de su cuerpo
exagerado, esto para corromper a los demás en la congregación. Y aun por estos medios, vemos como
dichas mujeres publican sus fotos con el mismo fin seductor y carnal. Son las mismas que hacen
adulterar a los hombres en su corazón con la mirada, arrastrándolos muchas veces a la fornicación.
Estas serán juzgadas por Dios.
ESCRITO ESTÁ: "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se
dice profetiza, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar... Y le he dado tiempo para que se arrepienta,
pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí yo la arrojo en cama y en gran tribulación... El
que tenga oído, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias (Apoc.2:20-29).

1 Timoteo 2:9-10
Deuteronomio 22:5
1 Corintios 6:19-20
Proverbios 31:20
1 Pedro 3:3-4
1 Corintios 11:5-7

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