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L.U.: 23.131.229
Es nuestra intención en este trabajo revisar la obra del escritor brasileño Jorge Amado llevada al cine y
las relaciones entre ambas. El cine brasileño cortejó a Amado con la misma intensidad con que el
escritor se dejó seducir por San Salvador de Bahía, tomándola como espejo y carta de presentación de
Brasil. Jorge Amado fue su reflejo más certero, el que indagó en sus contradicciones más profundas, en
sus misterios de candomblé y en sus urgencias tercermundistas, obtuvo así como síntesis literaria las
parábolas culturales e ideológicas que fueron significando la identidad brasileña del siglo XX.
Sus criaturas siempre giraron alrededor de los marginados: obreros, pescadores, campesinos y
prostitutas que corporizaron las sagas épicas de su tierra, dominada, siempre también, por la
sensualidad y la opresión. Las particulares transposiciones al cine de varias de sus novelas intentaron
La adaptación cinematográfica de una novela literaria implica expresar mediante imágenes y sonidos
algo que fue elaborado como propuesta escrita para la lectura individualizada. Esta adaptación
supone no tanto cuestionar los grados de fidelidad en relación con el contenido narrativo previo, sino
abordar los procedimientos pertinentes que en el film resulten acordes con las articulaciones
discursivas del original literario. Se trata, pues, de caracterizar la “traducción”: que consiste, en este
presentes en la novela.
El propio Jorge Amado refiriéndose a las “adaptaciones” cinematográficas de sus novelas declaró: “en
todas las películas sobre mis obras preferí mantenerme al margen, porque una adaptación debe ser una
recreación; puede ser una síntesis, pero necesariamente debe convertirse en una obra diferente de la
versión literaria, con nuevos elementos, y en la que determinados aspectos adquieran mayor o menor
relevancia que en el libro. Nadie debe pretender que el cine repita el texto original: se conserva lo
Ahora bien, el encuentro más apasionado entre el cine y Jorge Amado fue Doña Flor y sus dos
maridos (1976), así coincide la opinión crítica . La película de Bruno Barreto sigue siendo hoy en día
la más famosa y popular del cine brasileño; claro está, en términos de aceptación del gran público y de
repercusión internacional.
El film de Barreto levanta la narración en las coordenadas espacio-temporales a las que la novela se
refiere. Ya en el primer plano del film, antes de los credits, con un plano general de situación de la
plaza principal de San Salvador de Bahía, lugar donde se desarrollarán las acciones de los personajes,
De este modo Barreto respeta el momento y el tiempo histórico como también los lugares geográficos
de las novelas de Amado; creemos que al situar un determinado espacio en un tiempo establecido,
Amado y Barreto adhieren a una toma de partido, en el sentido de que no ahistorizan el relato, lo que
sería una forma de naturalizar las situaciones sociales, culturales y de poder. Por el contrario, al tener
en consideración la variable histórica (en Amado todas sus novelas están ancladas espacial y
y las explotaciones entre los distintos sectores sociales. Es decir, que además de poner en descubierto
las relaciones mencionadas, la variable histórica es lo que permite pensar la posibilidad de cambio
social, lo que entendemos como un colocar frente al espectador una mirada crítica, no conformista,
De esta manera, no es casual que Amado sitúe sus novelas a comienzos del siglo XX, periodo marcado
Con relación al análisis de algunos de los elementos de la puesta en escena, esto es la descripción de la
forma y composición de los elementos que aparecen en el encuadre, creemos que, con respecto a Doña
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Flor y sus dos maridos, la forma en que los personajes hacen aparición en la pantalla son parte
El personaje de Vadinho nos es presentado en el film en una situación de juerga con amigos, al
exterior, en la calle: lugar público, abierto, asociado esto con las caracteristicas del personaje; amante
de la libertad, el juego, las mujeres, despreocupado por cualquier tipo de compromisos familiares, un
hombre de la pequeña burguesía sin dinero. Así, en estado de ebriedad y bailando, feliz, encontrará su
Por otro lado, el personaje de Doña Flor se nos presenta bajo el marco de la puerta de su casa, en
cerrado, el hogar, y sus anhelos personales y sociales, que se pueden traducir en el siguiente sintagma:
misma puerta se puede leer el cartel de su escuela de cocina “Sabor y Arte”, lo cual potencia las
significaciones asociadas a la figura de Doña Flor con el fogón de la cocina como metáfora del calor
del hogar, del espacio familiar y cotidiano, y la comida como transacción erótica, antecedentes de
Cómo agua para chocolate de Laura Esquivel y de Gabriela, clavo y canela del propio Jorge Amado.
De esta manera, ya en su secuencia inicial previa a los credits de presentación, Barreto mediante
procedimientos meramente visuales, y sin necesidad de valerse de relatos en off explicativos, nos
El personaje del Dr. Teodoro, es un hombre honesto, pequeño burgués con todos los prejuicios de su
clase. Dueño de una prospera farmacia de San Salvador de Bahía, que resiste el avance de la
industrialización, se nos presenta en el film con un plano medio en contrapicado y a través de los
cristales de una balanza de farmacia por la que lo vemos con su impecable delantal blanco. De esta
manera, a partir de este único plano encontramos elementos significantes de su personalidad; podemos
asociar la balanza de cristal con “lo medido”, “lo justo”, “el equilibrio” que son características también
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del Dr. Teodoro. Al igual que su delantal blanco nos remite a lo aséptico y ordenado que lo
puesta en escena que funciona simbólicamente es el fagot del Dr. Teodoro, con el cual ejecuta su
repertorio de música llamada clásica dirigido a su circulo de allegados de su misma condición social.
En contraposición a la figura del fagot podemos tomar ahora, pero en relación con la figura de
De este modo, Doña Flor y sus dos maridos es además de una historia de amor, una historia moral, que
para comprenderla es necesario intentar entrever los imbricados prejuicios sociales y morales de los
distintos sectores sociales. Este desafió a la moral pequeño burguesa es una constante en todas las
novelas de Jorge Amado, tema dominante sobre el cual hace circular sus historias.
Es así como en la obra de Bruno Barreto se puede rastrear la esencia del maestro bahiano a través,
creemos, de un análisis de la puesta en escena donde sus elementos cobran un sentido simbólico que
recrea la poética de Jorge Amado, que convoca a los cinco sentidos: colores, sonidos, perfumes,
sabores y texturas.
Si hay una marca que caracteriza a la obra de Jorge Amado es la de relativismo cultural. Existe en su
obra un especial énfasis por dar cuenta de las diversidades, diferencias y desigualdades socioculturales,
categorías centrales de la disciplina antropológica. Jorge Amado descarta una mirada globalizadora y
simplificada de sociedad y por el contrario muestra el complejo imbricado de la misma: las diferencias
de clase, étnicas, de sexo, de religión, la relación centro-periferia, las disputas de poder dentro de los
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distintos sectores sociales, en definitiva, todo esto, descripto desde una mirada que rescata la
Fiel a sus convicciones, Amado no adhiere a ninguna doctrina, lo que refleja una actitud reflexiva y no
ortodoxa. Pese a su inicial adhesión al partido comunista, plantea una revisión crítica, ya que, según
sus propias declaraciones para comprender a Brasil y sus consecuencias políticas, no se puede partir de
un punto ideológico estricto, de un análisis marxista o de un análisis equis. Se pueden tomar diversos
Brasil es un país que no responde a las mismas coordenadas que los otros países de América latina, por
su vocación continental, por el idioma, por su conformación étnica, cultural y económica, por su
proceso de colonización y descolonización. Es por eso que Amado declara que “... la literatura
que tiene una connotación colonialista. Y cuando es utilizada por ibéricos, sobre todo por españoles,
tiene una connotación imperialista; y cuando nosotros la aceptamos, nos ubicamos en una situación de
colonizados (...). Tengo poca estima por la ideología, creo que siempre conduce al sectarismo, a una
falsificación de la realidad: se plantea la realidad según los cánones de la ideología, sin analizarla a
SINCRETISMO RELIGIOSO:
Esta marca de relativismo cultural, siempre presente en la vida y la obra del maestro brasileño, la
encontramos en Doña Flor y sus dos maridos cuando doña Flor recurre a los saberes de Dionisia de
Oxóssi para hacer un ebó, una operación mágica del candomblé para deshacerse de la presencia de
Vadinho. Así, Doña Flor, una mujer perteneciente a la pequeña burguesía bahiana recurre a los saberes
populares, internándose en los barrios marginales de una Bahía en la que conviven el progreso y la
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Actualmente hay una especificidad brasileña, una identidad brasileña en el candomblé y en lo que
nace del candomblé. En él, el origen africano se mezcla y adquiere una identidad brasileña. Una
Recordemos que no fue sino hasta después de 1946 que los cultos afro brasileños como el candomblé
fueron autorizados. Amado como diputado de la Asamblea constituyente, lucho para hacer aprobar en
la constitución de 1946 un articulo que garantizaba la libertad religiosa en Brasil, dando así una
garantía de igualdad y libertad religiosas completas. Anterior a esto la persecución religiosa era
cotidiana y violenta; la policía invadía los terreiros de candomblé, arrestaba a la madre o al padre de
santo y se ejercía la tortura. A partir de los logros de Amado en este terreno se le otorgaron títulos en el
candomblé bahiano, gozando de una estima debida a su lucha contra las persecuciones y contra todas
AMADO Y EL CINE:
Es conocida la pasión de Jorge Amado por el cine, no es casual su inclusión en sus novelas,
recordemos que en Gabriela, clavo y canela, el cine representa el espacio por excelencia donde la
protagonista se libra a sus deseos, hecho que se manifiesta, creemos, al quitarse los zapatos y
despojarse de todas las imposiciones de clase que su marido Don Nacib le quiere imponer. El cine, de
En Doña Flor y sus dos maridos también esta presente el cine, y se podría pensar la figura de Vadinho
en su regreso después de su muerte, como una fantasmagoría, una proyección análoga al doble que
caracteriza Edgar Morin como una de las características inherentes al cine. Así, en el encuentro
alineación y de la mayor necesidad, se halla el doble, imagen-espectro del hombre. Esta imagen es
proyectada, alienada, objetivada hasta tal punto que se manifiesta como ser o espectro autónomo,
extraño, dotado de una realidad absoluta. Esta realidad absoluta es al mismo tiempo una suprarealidad
absoluta: el doble concentra, como si en él se hubieran realizado, todas las necesidades del individuo, y
Encontramos en la obra de Amado un abordaje sociocultural del Brasil análogo al desarrollado por el
antropólogo Clifford Geertz, quien define el concepto de cultura como esencialmente semiótico.
Define al hombre como un animal inserto en tramas de significaciones que él mismo ha tejido,
considera que la cultura es una urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una
ciencia experimental en busca de leyes, sino una disciplina interpretativa en busca de significaciones.
De este modo, lo que se busca es cierta explicación, interpretando para ello expresiones sociales que
Por eso Amado puede ser considerado como un etnógrafo de su propia cultura, por la claridad con que
supo captar y transmitir el ethos del pueblo bahiano, ampliando de esta manera el universo del discurso
humano. Lo que se fija en la escritura de Amado no es el hecho de hablar, sino “lo dicho” en el hablar,
“intención” del hablar. Se trata de la significación del evento del habla, no del hecho como hecho en sí.
Y si bien en el campo cinematográfico brasileño Bruno Barreto fue quien más apasionadamente supo
adaptar su obra, creemos que es de la mano de la obra de Nelson Pereira Dos Santos y de Glauber
Rocha, quienes a través de sus trabajos cinematográficos nos devuelven al Amado más político en
independientes, entre ellas las tercermundistas como África e India. El Cinema Novo representó la
producción.
En palabras del mismo Amado, “...Glauber Rocha es el Brasil, es la personificación del Brasil,
Dos Santos y Glauber Rocha en el campo del cine, una vocación antropológica cuya intención
esencial, al igual que la de una antropología hermenéutica, no es dar respuestas a nuestras preguntas
más profundas, sino darnos acceso a respuestas dadas por otros, y así permitirnos incluirlas en el
Ambos autores conservan la huella de Jorge Amado, de sus ideas y de su pensamiento. El cual nos
Como señala Alice Raillard, los relatos de Jorge Amado son revelaciones de la realidad. Poseen la
complejidad de la realidad. El milagro Jorge Amado está sujeto a este encuentro efervescente y mágico
entre las cosas vistas y lo imaginario. Sus novelas son las de un visionario.
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Bibliografía:
-Amado, J. Conversaciones con Alice Raillard. Ed. Emecé. Buenos Aires, 1992.
-Aumont, J. / Bergala, A. / Marie, M. / Vernet, M. Estética del cine. Ed. Paidós. Barcelona, 1985.
Resumen:
En este trabajo se abordará la transposición de la poética del novelista brasileño Jorge Amado al
Se trabajará sobre dos de sus obras literarias que consagraron definitivamente a Amado como
novelista: Gabriela, clavo y canela (1958) y Doña Flor y sus dos maridos (1966). Estas dos obras
fueron llevadas al cine por Bruno Barreto en 1983 y 1976 respectivamente, y se podrían clasificar
brasileña que Barreto transpone al cine fielmente, sabiendo traducir la poética y el lirismo de Jorge
Amado a través de imágenes integrales de la vida brasileña y reflejando un Brasil mestizo, en el que
pluriétnica, en constante movimiento y de la que tanto Amado como Barreto sabrán dar cuenta del
ethos del pueblo bahiano de la primera mitad del siglo XX; de la conformación de sus identidades,
como así también denunciando las alienaciones y explotaciones de su gente; dotando de esta manera