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Muro de contención en voladizo

INTRODUCCION
Este tipo de muro resiste el empuje de tierra por medio de la acción en voladizo de una
pantalla vertical empotrada en una losa horizontal (zapata o talón), ambos
adecuadamente reforzados para resistir los momentos y fuerzas cortantes a que están
sujetos.
Estos muros por lo general son económicos para alturas menores de 10 metros, para
alturas mayores, los muros con contrafuertes suelen ser más económicos.
La forma más usual es la llamada T, que logra su estabilidad por el ancho de la zapata,
de tal manera que la tierra colocada en la parte posterior de ella, ayuda a impedir el
volcamiento y lastra el muro aumentando la fricción suelo-muro en la base, mejorando
de esta forma la seguridad del muro al deslizamiento.
Estos muros se diseñan para soportar la presión de tierra, el agua debe eliminarse con
diversos sistemas de drenaje que pueden ser barbacanas colocadas atravesando la
pantalla vertical, o sub-drenajes colocados detrás de la pantalla cerca de la parte
inferior del muro.
Si el terreno no esta drenado adecuadamente, se puede presentar presiones hidrostáticas
no deseables.
La pantalla de concreto en estos muros son por lo general relativamente delgadas, su
espesor oscila alrededor de (1/10) de la altura del muro, y depende de las fuerzas
cortante y momentos flectores originados por el empuje de tierra. El espesor de la
corona debe ser lo suficientemente grande para permitir la colocación del concreto
fresco, generalmente se emplean valores que oscilan entre 20 y 30 cm.
El espesor de la base es función de las fuerzas cortantes y momentos flectores de las
secciones situadas delante y detrás de la pantalla, por lo tanto, el espesor depende
directamente de la posición de la pantalla en la base, si la dimensión de la puntera es
de aproximadamente 1/3 del ancho de la base, el espesor de la base generalmente queda
dentro del intervalo de 1/8 a 1/12 de la altura del muro.
El caso del muro de contención en voladizo es el más desfavorable, ya que la cabeza del mismo
está libre y su funcionamiento estructural es similar al de una viga en ménsula, empotrada en
la cimentación. El caso de los muros de sótano es mucho más favorable, ya que quedan atados
por los forjados y, además reciben carga en coronación, reduciendo enormemente el efecto del
empuje horizontal, que es el más perjudicial. Los muros de sótano muy frecuentemente pueden
resolverse con fábrica de ladrillo, hormigón o termoarcilla, ya que apenas soportan tracciones.

Sin embargo, el muro de contención en voladizo, suele resolverse con hormigón armado, ya
que la tracción en el trasdós suele ser considerable, a no ser que el salto de cotas de nivel a
ambos lados sea escaso.

Para un terreno homogéneo, exento de cohesión, sin agua y con superficie horizontal libre, el
empuje sobre un muro de contención vertical tiene una distribución lineal, que aumenta con la
profundidad. El empuje activo es el que corresponde a muros en voladizo, ya que el punto
considerado se desplaza contra el terreno de manera apreciable.

Para un relleno ordinario de trasdós (terreno granular con ángulo de rozamiento de 30º y
18kN/m3 de densidad) como empuje unitario horizontal activo puede considerarse 6kN/m2/m.
Para una mayor precisión, puede calcularse con las fórmulas descritas en el punto 6.2 del CTE-
DB-SE-C.
Si sobre el terreno a la cota superior existe una carga uniforme, el empuje se incrementa de la
misma manera que si aumentara la altura del terreno contenido en una cantidad igual en peso
al valor de la carga uniforme. Si el terreno tiene pendiente, el empuje se incrementa o se reduce,
según el sentido de la inclinación.

La geometría del muro de contención es muy variable y suele ser la primera cuestión a resolver,
una vez definidas las acciones. La forma más habitual es en “L”, con la zapata hacia el interior
o el exterior del terreno, o en “T invertida”, con el muro centrado, o no, en la zapata. A menudo
son las condiciones de la parcela las que obligan a la forma del muro, por no poder invadir
propiedades colindantes, pero cuando no es así, la forma más recomendable suele ser la de “T
invertida”, de tal forma que parte de la zapata penetra en el terreno (tacón), colaborando en
impedir el vuelco.

El empuje horizontal tiende a volcar el muro de contención, pivotando sobre la esquina inferior
opuesta de la zapata, por lo que es necesario contrarrestar ese efecto, con el suficiente margen
de seguridad. Para ello, el momento estabilizador en el punto sobre el que pivota el muro debe
ser, al menos, el doble del momento desestabilizador. Como momento desestabilizador se toma
el causado por el empuje horizontal del terreno, aplicado a un tercio de la altura, restando el
que produce el peso del relleno de trasdós del muro que apoya sobre zapata (de ahí la
importancia de prolongar la zapata hacia el terreno con un tacón). Como momento estabilizador
se considera el producido por el peso del hormigón (de muro y zapata).

El incremento en el tamaño de la zapata y el uso de tacón, colaboran también en contrarrestar


el deslizamiento, que a menudo es más crítico que el vuelco.

Para tanteos iniciales puede partirse de un canto de zapata del 20% de la altura del muro de
contención y un ancho de zapata del 50% del alto del muro, afinando después durante el proceso
de cálculo. En cuanto a las medidas mínimas, el espesor del muro debe ser al menos de 20
centímetros y el canto de la zapata de 40cm (hormigón HA-25 o superior).

Por último, una vez definida la geometría del muro de contención, hay que calcular la armadura,
del mismo modo que se calcularía para una viga en voladizo y teniendo en cuenta un armado
mínimo por ambas caras del muro con redondos del 8, en parrillas de 20x20cm. Es importante
dejar esperas en la zapata que den continuidad a la armadura traccionada (la de trasdós), con la
misma cantidad de redondos y un solape mínimo según indica la EHE-08 (30cm para redondos
del 8). En cuanto a la zapata, su armado se calcula tal como indica la EHE-08 para zapatas
corridas (método de bielas y tirantes).

Este tipo de muro resiste el empuje de tierra por medio de la acción en voladizo de una pantalla
vertical empotrada en una losa horizontal (zapata), ambos adecuadamente reforzados para
resistir los momentos y fuerzas cortantes a que están sujetos.

Son económicos para alturas menores de 10 metros.

La forma más usual es la llamada T, ayuda a impedir el volcamiento y lastra el muro aumentando
la fricción suelo-muro en la base, mejorando de esta forma la seguridad del muro al
deslizamiento.

Si el terreno no está drenado adecuadamente, se puede presentar presiones hidrostáticas no


deseables.

Predimensionamiento
El pre dimensionado de los muros de contención en voladizo se hace en función de la altura H
del muro, pueden ser necesarias varias iteraciones si se pretende lograr la estabilidad y la
optimización de la estructura.

Análisis:
La verificación de la estabilidad es el segundo paso en el diseño. El peso de este tipo
de muros es menor que el de los muros de gravedad por lo que en ocasiones la
condición crítica es el deslizamiento. Para solucionar este problema se incrementa la
longitud de la base para incrementar el peso del relleno y de este modo elevar el aporte
de la fricción. También se suele colocar un diente en la parte inferior de la base, el cual
está sometido al empuje pasivo del suelo como se muestra en figura 4.

Figura 4: Diente en la base del muro de sostenimiento para resistir el deslizamiento.

Esta fuerza resistente colabora con la fricción para equilibrar el empuje activo del suelo
y puede considerarse en el diseño pues el suelo que lo genera no será removido durante
la vida útil de la estructura.
Definidas las dimensiones de la estructura, se diseña la armadura por flexión. Para ello,
la pantalla vertical, y los talones posterior y delantero se consideran como volados,
como se muestra en la figura 5.

Figura 5: Criterios para el diseño del muro en voladizo.

En la figura 6 se muestran las cargas de diseño para la pantalla vertical y los talones
delantero y posterior. Sobre la pantalla vertical, actúan el empuje activo del terreno y
el efecto de la sobrecarga en el relleno, si ésta existe. Las cargas se amplifican y se
determina el refuerzo principal vertical. El refuerzo se debe cortar de acuerdo al
diagrama de momentos flectores.

Figura 6: Cargas que actúan sobre la pantalla y los talones del muro.

Los muros de contención son muros no portantes y por lo tanto el acero mínimo que
debe proveérseles es el indicado a continuación.
Refuerzos mínimos en muros:
El código define un refuerzo mínimo en muros para controlar el agrietamiento de la
estructura (ACI-14.3). El refuerzo mínimo vertical en muros es igual a:
 Para varillas menores o iguales que la #5 y fy>4200 kg/cm2 ...Avmín=0.0012bh
 Para cualquier otro tipo de varilla ............................................ Avmín=0.0015bh
 Para mallas electrosoldadas, de alambre liso o corrugado no mayor que W31 y D31
..........................................................................................Avmín=0.0012bh
El refuerzo mínimo horizontal será:
 Para varillas menores o iguales que la #5 y fy>4200 kg/cm2... Ahmín=0.0020bh
 Para cualquier otro tipo de varilla ............................................Ahmín=0.0025bh
 Para mallas electrosoldadas, de alambre liso o corrugado no mayor que W31 y D31
........................................................................................... Ahmín=0.0020bh
El refuerzo horizontal mínimo indicado es válido para muros cuyas juntas están
espaciadas 7m. o menos. Si el espaciamiento es mayor, los mínimos serán los indicados
en la Tabla2:

Tabla2: Refuerzo horizontal mínimo de acuerdo a la distancia entre juntas.

El espaciamiento del refuerzo horizontal y vertical no será mayor que tres veces el
espesor del muro ni mayor que 45 cm. El acero vertical no necesita estribos laterales
si la cuantía del refuerzo, respecto al área bruta del elemento, es menor que 0.01 o si
este refuerzo no trabaja a compresión.
En los muros de espesor mayor que 25 cm., el refuerzo horizontal y vertical debe
distribuirse en dos capas, como se muestra en la figura 7. Esta recomendación no es
válida para los muros de sótano. Aunque en los muros cuyo espesor es menor que 25
cm. no se requiere que el refuerzo se distribuya en dos capas, es conveniente hacerlo,
para controlar el agrietamiento, siempre que el espaciamiento y recubrimiento mínimo
lo permitan.
Figura 7: Distribución del acero en muros.

Si el muro presenta aberturas, se colocará, por lo menos, 2 varillas #5, paralelas a sus
lados. Este acero deberá extenderse lo suficiente para desarrollar su esfuerzo de
fluencia pero no menos de 60 cm. Es una buena práctica colocar también refuerzo
diagonal en las esquinas de la abertura.
Aproximadamente las dos terceras partes del refuerzo horizontal deben distribuirse en
el borde exterior del muro pues ésta es la zona que experimenta las mayores variaciones
de temperatura. En esta cara, el acero vertical debe ser el mínimo suficiente para
sostener las varillas horizontales durante e1 armado. La sección crítica para el corte
está ubicada a d de la zapata del muro. La resistencia del concreto, en este caso es la
misma que en losas.
Diseño de talón:
El talón delantero se diseña para resistir la reacción del suelo. Si existe relleno en esta
zona, es mejor no considerarlo pues este puede ser removido durante la vida útil del
muro. El refuerzo se coloca en la cara inferior. También se verifica el corte a d de la
cara del apoyo.
El talón posterior se diseña de modo similar al talón delantero pero en este caso las
cargas son el peso del terreno, el peso de la zapata y la sobrecarga, que actúan hacia
abajo, y la reacción del suelo que actúa hacia arriba. El refuerzo en este elemento se
ubica en la cara superior. En este caso, la verificación del corte no se efectúa en una
sección crítica ubicada a d de la pantalla vertical, sino en la cara del apoyo, ya que la
reacción sobre el talón es de tracción. Tanto en el talón posterior como en el delantero,
se coloca refuerzo de temperatura perpendicular a la armadura principal similar al
empleado en losas.
En caso que se coloque un diente en la parte inferior de la base, éste se calcula como
un volado sobre el cual actúa el empuje pasivo del suelo. El corte se verifica a d de la
cara.
En la figura 8 se muestran algunos criterios para el detallado final del refuerzo del muro
en voladizo.

Figura 8: Criterios para el detallado del refuerzo en muros en voladizo.

Juntas de contracción y dilatación:


Es necesario construir juntas de contracción y dilatación, cada cierta distancia a lo largo
del muro. Se debe cuidar que el material de relleno no escape por ellas. En la figura 9
se presentan algunos tipos de ellas. La cuantía de acero horizontal depende de la
distancia entre juntas como se indicó en anteriormente.

Figura 9: Tipos de juntas de contracción en muros.

Drenajes

Los muros de contención fallan por una mala condición del suelo de fundación y por un
inadecuado sistema de drenaje.

Cuando parte de la estructura del muro de contención se encuentra bajo el nivel freático, la
presión del agua actúa adicionalmente sobre él. En la zona sumergida la presión es igual a la
suma de la presión hidrostática más la presión del suelo calculada.
Resulta más económico proyectar muros de contención que no soporten empujes hidrostáticos,
colocando drenes que canalicen el agua de la parte interior del muro a la parte exterior.

Estabilidad

La presión que la tierra ejerce sobre el muro que la contiene, si el muro no se mueve se dice que
existe presión de reposo; si el muro se mueve alejándose de la tierra o cede, la presión
disminuye hasta una condición mínima denominada presión activa. Si el muro se desplaza contra
la tierra, la presión sube hasta un máximo denominado presión pasiva.

Estabilidad al volcamiento y deslizamiento.

Para estudiar la estabilidad al volcamiento, los momentos se toman respecto a la arista inferior
de la zapata en el extremo de la puntera. C

Mo Momentos de las fuerzas que tienden a volcar la estructura respecto a C

Mr Momentos de las fuerzas que tienden a resistir el volteo respecto a C

Para el cálculo del momento resistente, un método que es de gran utilidad, es el elaborar una
tabla como se muestra.

El peso del suelo arriba del talón y el peso del concreto también contribuyen al momento
resistente
Componente vertical de Pa

Produce un momento con respecto a C igual a:

FSv

El factor seguridad contra el desplazamiento es:

 Fr: Fuerzas resistentes horizontales.

 Fd: Fuerzas actuantes horizontales.

La resistencia cortante de suelo debajo de la losa de base es:


Pp es una fuerza resistente

Existe una única fuerza actuante que produce deslizamiento.

El factor de seguridad al deslizamiento FSd queda expresado como:

Sin dentellón.

Con dentellón.

La determinación de σ max y σ min, se calcula de la siguiente manera:

El momento neto de estas fuerzas es:

La excentricidad se calcula mediante:

Los esfuerzos en la punta y talón son:


El factor de seguridad contra la falla por capacidad de carga se determina mediante la expresión

Este factor, generalmente, es requerido bajo el valor de 3.

Presiones de contacto

La excentricidad e de la fuerza resultante, medida respecto al centro de la base, no debe exceder


el sexto de ella, en este caso el diagrama de presiones es trapezoidal.

La presión máxima de contacto muro-suelo de fundación, no debe exceder la presión admisible


o capacidad de carga del suelo de fundación.

En zonas donde la temperatura llega a alcanzar valores bajo cero grados centígrados, la
profundidad de fundación debe ser suficiente para evitar los movimientos producidos por la
congelación y el deshielo.

Los sismos aplican cargas dinámicas de corta duración con deformaciones unitarias asociadas a
este tipo de carga que pueden inducir efectos que modifican la resistencia al corte

En arenas sueltas saturadas, el problema de licuación o licuefacción desencadena la siguiente


problemática; cuando se vibra una arena seca o húmeda, ésta se densifica, pero si está saturada,
la tendencia a disminuir el volumen incrementa la presión de poros, si esta se hace igual a la
presión total resulta en esfuerzos efectivos nulos, en consecuencia la resistencia al corte se
pierde completamente, transformándose la arena en un fluido (arena movediza).

Incumplimiento de las condiciones de estabilidad


Colocar un dentellón o diente que se incruste en el suelo, de tal manera que la fricción suelo–
muro cambie en parte por fricción suelo-suelo, generando empuje pasivo frente al dentellón. Se
recomienda colocar el dentellón a una distancia 2D medida desde el extremo de la puntera.

Incumplimiento de las condiciones de estabilidad

Aumentar el tamaño de la base, para de esta manera incrementar el peso del muro y la fricción.

Hacer uso del empuje pasivo Pp, su utilización debe ser objeto de consideración, puesto que
para que éste aparezca deben ocurrir desplazamientos importantes del muro que pueden ser
incompatibles con las condiciones de servicio suelo de fundación–muro.

La fuerza de roce adicional lograda por el uso del dentellón, no puede ser mayor que el empuje
pasivo generado frente él.

Si el muro de contención se apoya sobre un suelo rocoso, el uso del dentellón resulta ser un
medio muy efectivo para generar resistencia adicional al deslizamiento.

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