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ANALISIS DE LAS FORMAS LITERARIAS

Introducción

El análisis de las formas literarias tiene como idea catalogar las estructuras
literarias, en función a su orden y organización, en base al estudio histórico de los
trasfondos literarios dentro de los cuales fueron desarrollados. Surge como apéndice del
método histórico crítico y se desarrollo gracias al análisis de las formas que le dio la
metodología.

El desarrollo del análisis de las formas

Theissen (1991) plantea que este análisis relacionado con el contexto vital, está
relacionado con el surgimiento de la clase media que buscaba en la historia, personajes
que les sirvieran como modelo, tratando de ubicarse en el texto del pasado. Lo cotidiano
de la vida se convirtió en el centro de su estudio, en los textos antiguos. German Gunkel
fue quien dio inicio a esta disciplina al darse cuenta que dentro del Génesis había una
similitud con sus tradiciones folclóricas, en patrones y estructuras. Esta estructura común
de un género literario por comparación nos podía llevar a una etapa preliteraria, lo que le
presentaba dos alternativas de estudio: La clasificación de textos literarios y el contexto
sociológico. La historia de la forma la asoció a distintos contextos sociológicos: Familia,
monarquía, corte, cultos de Israel y otras esferas culturales. Había una conexión entre el
género literario y el contexto social (Sitz im Leben)

G. Heinci con la pregunta sobre si el cristianismo era una sociedad o una


asociación voluntaria del mundo grecolatino retoma el punto sociológico. Engels y
Kausky escribieron libros donde presentaban el cristianismo como una asociación de
clases bajas en lucha contra las clases dominantes, ejemplo de ello es el comentario de
Hegel sobre Apocalipsis. Adolfo Deisman sigue está línea, y es quien descubre las cartas
en griego común, por lo que el Nuevo Testamento, dice, tuvo que ser escrito por clases
subalternas. Deismann además incluye que las cartas del Nuevo Testamento eran leídas
por la no elite, basándose en el griego que acababa de descubrir y no en el género literario.

Karl Lamprecht formuló su crítica contra el modelo historicista de la historia


política y las biografías. El análisis del contexto sociológico requería de otros métodos
que no tenían relación con el género literario. Según Martin J. Buss “la crítica de las
formas no estaba bien dotada para responder a las preguntas de la historia. En cuanto a la
búsqueda de estadios preliterarios del mismo modo nos encontramos ante patrones que
apuntan a una naturaleza estereotipada que sólo plantea el esquema mínimo de un
discurso y las distintas opciones en los textos con sus distintas actuaciones, según el autor.

Seguimos como Martin Dibelius y Rudolf Bultman para quienes el contexto vital
de los sinópticos era la misión de la iglesia primitiva y sus predicadores. En base a los
relatos bíblicos Delibirus clasifico diferentes géneros: Paradigmas, los dichos de Jesús;
Narraciones cortas, a los milagros; Leyendas, ha historias sobre personajes santos; Mitos,
el bautismo de Jesús, tentaciones. Bultmann clasifico los géneros literarios en función a
la relación circular entre la forma literaria y su contexto sociológico. Presento dos
clasificaciones: Dichos y narrativas. Vicent Taylor se valió del trabajo de los dos
anteriores para desarrollar su análisis de las formas, los dividió en dos: Historia del
pronunciamiento, Historias de milagro e Historias de Jesús. Hoy en día los
estudios relacionados con los géneros literarios incluyen los evangelios, las cartas, los
apocalipsis y los documentos híbridos.

Los géneros literarios primarios en el Nuevo testamento

El género literario más importante para clasificar los evangelios en el de la


biografía de la antigüedad. La historia de un personaje notorio de la antigüedad, donde se
presenta la formación y los ideales del personaje narrado. La biografía intentaba afectar
a la conducta y la opinión de los receptores. Para el lector tener una idea el discurso
completo de los evangelios o el libro de los Hechos, permite relacionarlos con la literatura
de su tiempo. El género literario, por lo tanto, tiene el interés de presentarnos a Jesús
como modelo a imitar.

Las cartas son el género literario de mayor cantidad en el Nuevo testamento, son
flexibles y permiten un diálogo entre dos partes, lo que les permite acercarse a lo actual.
La distancia y la naturaleza del discurso nos permiten leer una y otra vez las cartas con
nuevas posibilidades de significado. Aune (158-182) señala que las cartas eran
comunicaciones de tipo oral enviadas por un mensajero y que luego adquirieron el
carácter literario de un sustituto para la comunicación oral. Estas se podrían catalogar de
acuerdo con su contenido. Las cartas de Pablo presentan una tradición retórica, con una
estructura estereotipada igual que las cartas helenísticas pero con lenguaje teológico del
judaísmo. La función de las cartas de Pablo era la de dar instrucciones y persuadir a la
comunidad sobre distintos puntos de vista.
El Apocalipsis es el otro género literario. John Collins lo define como “un género
de literatura revelatoria con una marco narrativo en el cual una revelación es medida por
un ser ultramundano a un receptor humano, mostrando una realidad transcendente que es
tanto temporal en tanto que percibe una salvación escatológica y espacial en tanto y en
cuanto involucra otro mundo sobrenatural”, a lo que añade David Hellhom “dirigido a un
grupo en crisis con el propósito de exhortación o consolación por medio de una autoría
divina”.

Klaus koch alega una serie de detalles comunes que clasifica en: grandes ciclos
narrativos, ciclos secretos celestiales, visiones, disturbios espirituales en el vidente,
discurso parenético vis a vis la visión, el autor se esconde detrás de algún personajes
prestigiosos de la historia de Israel, lenguaje metafórico-mítico y reutilización de
tradiciones bíblicas.

El tema del reino y los exorcismos de Jesús son, según el autor, explicable dentro
de un marco apocalíptico. La premisa de Pablo sobre la realidad de la cruz, la resurrección
y la segunda venida también se incluiría en este marco.

Microgéneros

Hay algunos géneros literarios dentro de los evangelios y en las cartas que son
muy comunes y que aparecen en las lecciones para la predicación y la escuela bíblica, a
saber: Las historias de milagros y las parábolas.

Las historias de milagros son la ilustración de la autoridad que tiene la enseñanza


de Jesús. Las historias de milagros pueden clasificarse en: sanidad, exorcismos, historias
de provisión e historias de milagros sobre la naturaleza.

Las parábolas son historias que tienen un referente al que se puede comparar por
yuxtaposición, son narrativas breves con un sentido doble. Berbard Brandon Scott las ha
dividido en: Parábolas Aforíticas, extendidas y narrativas. Las parábolas se relacionaron
con el reino de Dios a través de imágenes polisémicas.

La tarea pastoral y el análisis de las formas

El género literario se podría convertir en el plano a través del cual leemos e


interpretamos un pasaje, sirviéndonos de las estructuras para hacer énfasis y organizar
nuestros sermones de forma ordenada en relación al texto. Con este género puedo
distinguir la partes de un texto que fácilmente me servirán de bosquejo para abordad los
temas y estructuras dentro del pasaje. El propósito de cada tipo de lectura debe ser abrir
nuevas puertas de utilidad. Con este método podemos trabajar en tres horizontes: El del
pasaje en su contexto literario, en su contexto sociológico y en el contexto de la audiencia
que lo lee.

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