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AYUDAR A HACER LA ORACIÓN DESDE LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL

Cuando le pregunté a don Javier sobre la humanidad de cristo y cómo tratarlo en la oración, en
un momento determinado me dijo: Me han contado varias cosas de personas que han empezado a
reaccionar porque ven la alegría, la puntualidad, el esfuerzo, el cariño y la alegría de la gente que
quiere portarse cristianamente bien. Tenemos esa responsabilidad, hijo mío. No quitéis el hombro.
Todo en el mundo depende de ti, de mí y de todos vosotros. Me diréis: pero si no puedo hacer nada
con respecto al mundo. Claro que puedes hacer. Si tienes fe, como ha dicho el Señor en el Evangelio,
removerás las montañas, allanarás los valles y podrás hacer una labor extraordinaria...

Benedicto XVI: "No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el
encuentro con un acontecimiento, con una persona (Jesucristo), que da un nuevo horizonte a la vida
y, con ello, una orientación decisiva". "Quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada -
absolutamente nada- de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren
las puertas de la vida. Solo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la
condición humana".

DIRECCIÓN ESPIRITUAL:

 Nadal: “Yo no jugaría al tenis si no fuera por Toni; a veces me siento que soy lo
suficientemente bueno para hacerlo solo. Pero cada vez que pierdo el ánimo, la ilusión o
sencillamente no juego al nivel que necesito, sé que estará -Toni- ahí. No es que siempre
diga cosas nuevas o me ponga a hacer ejercicios nuevos -llevamos 17 años haciendo casi lo
mismo- (risas). Pero siempre está ahí.”
 Somos instrumentos: estar conscientes de nuestra responsabilidad, porque Dios mismo usa
nuestras manos, y nuestras palabras y toda nuestra persona para hablar con ellos y
transmitirles su voluntad. Es una tarea que nos sobrepasa, pero nuestra seguridad no está
en nuestra capacidad, sino en la confianza de que es Dios quien hace las cosas.
 Un director espiritual no es un comercial de Dios, que vende un producto… De lo que se
trata es de mostrar el rostro de Dios, el corazón de Dios, los sentimientos de Dios. NUESTRA
TAREA ES QUE SE ENAMOREN DE JESÚS
o Es por eso que no lo “llevamos” … Él ya está. Lo que sí hacemos es hacer atractivo
el amor de Dios que vemos en sus vidas. Todo lo demás se deriva de eso.
o Nos jugamos la labor de desp en como cuidamos nosotros nuestra amistad
personal con Xto.
o Nada genera más rechazo a lo jóvenes que la falsedad, la hipocresía y la falta de
autenticidad. Los discursos huecos, prefabricados y con el mismo tinte para todos,
solo logran la cerrazón de las almas.
 Ser auténticos y no superficiales… Todos tenemos algo que aportar.
 No pensar que por que hablamos se nos escucha… AMISTAD.
 Hablar mucho, pero no en su idioma… Suelen sospechar de los mayores,
pero cuando resulta interesante lo escuchan. “Hablar en su idioma es que
perciban que les entendemos”. Hablar en su idioma es saber escuchar y
hacerse escuchar.
 Confianza… (Como el chicharito). Por un lado confianza en que él puede, en
que solo Dios puede cambiarnos si estamos dispuestos a dejarnos cambiar
por Dios, pero también en que son sinceros… ¡Qué triste es descubrir la
insinceridad de los que tratamos… Pero mucho más triste los que pierden
la esperanza, a base de sentirse desconfiados y quedan en la soledad y
amargura! (LA CONFIANZA GENERA ESPERANZA)
 Sólo se puede exigir en un clima de cariño (forjado de metales) … Y esta
tarea exige darnos por completo sin esperar nada a cambio. Esta gratuidad
será lo que confirme nuestra rectitud de intención. No damos para recibir,
damos porque hemos recibido.
 Constancia… El tiempo es necesario para la auténtica amistad (“Yo más te
adoro)

SI QUEREMOS QUE SE ENAMOREN DE CRISTO, LA ORACIÓN ES EL CAMINO

 ¿Por qué nP nos decía que si no hacemos de los chavos de sr almas de oración estamos
perdiendo el tiempo? Es escuela de amor (y queremos que se enamoren de Jesucristo):
o Orar es pasar gratuitamente tiempo con Dios, por la alegría de estar juntos. Es amar,
porque dar uno su tiempo es dar su vida. Santa Teresa: “NO se trata de pensar
mucho, sino de amar mucho… Y qué bueno porque no todas las almas están
dotadas para imaginar, pero sí para amar.
o Por eso nuestra labor no se reduce a enseñar métodos que sirvan para rezar, sino
poner en un encuentro personal a las personas con Jesús… ¿Qué buscan al rezar?
o “Necesito prevenirte todavía contra el peligro de la rutina -verdadero sepulcro de
la piedad-, que se presenta frecuentemente disfrazada con ambiciones de realizar
o emprender gestas importantes” … INUTILIDAD DEL AMOR. EL GRAN RETO:
Proponer la oración como un ejercicio de amor a Dios, como una manera práctica
de manifestar a Dios que le queremos y que es lo más importante para nosotros.
o Y eso está muy amenazado hoy en día, porque pensamos en términos de
rentabilidad (como decía ayer Ramón), de eficacia, de performance. El amor
verdadero no puede encerrarse en categoría de lo útil.
 Es camino de libertad: porque descubrimos qué es lo que Dios quiere de nosotros.
o Si hay espíritu de oración brota el sentido de vocación. Cuando nos dejamos
cautivar por la belleza de que Dios tiene algo preparado para mí, nos resulta lógico
y sencillo corresponder a esto.
 Nos hace mejores personas: virtudes teologales (fe, esperanza en que solo Dios nos puede
llenar y amor a Dios, al prójimo y a mi), paciencia, humildad, confianza, autoconocimiento,
etc.…

NECESIDAD DEL SILENCIO

 Tres coas que aprendiste: todas las mujeres eran estériles, ni Chabelo vivía tanto como los
judíos y, TODO LO IMPORTANTE PASA EN EL DESIERTO.
o El desierto es el lugar del hambre, de la sed y la lucha espiritual. Tiene una
importancia vital retirarse al desierto para combatir la dictadura de un mundo
repleto de ídolos y estragado de técnica y bienes materiales; un mundo controlado
y manipulado por los medios; un mundo que huye de Dios refugiándose en el ruido.
Hay que ayudar a este mundo moderno a pasar por la experiencia del desierto. Allí
tomamos distancia respecto a los acontecimientos cotidianos. Podemos huir del
ruido y de la superficialidad. El desierto es el lugar del Absoluto, el lugar de la
libertad. No es fruto del azar que el monoteísmo haya nacido en el desierto. EL
desierto es monoteísta: nos protege de la multiplicidad de ídolos fabricados por los
hombres. EN ese sentido, el desierto es el territorio de la gracia. En él, alejado de sus
preocupaciones, encuentra el hombre a su creador y a su Dios. Las cosas
importantes comienzan en el desierto, en el silencio y en la pobreza y en el
abandono. Fíjese en Moisés, en Elías, en Juan el Bautista y en el propio Jesús. Dios
nos conduce al desierto para hablarnos de corazón a corazón. (fuerza del silencio)
 Solo en el silencio se puede escuchar el mejor vibrar de la mejor cuerda de violín. Quien
habla mucho, quien escribe mucho en su dispositivo móvil, quien está pegado a su Tablet,
tendrá dificultad en llegar a la pasividad necesaria para que las experiencias vibren dentro
de sí y echen raíces.
 Erasmo de Rotterdam, “la verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece
ameno”. EL silencio es ocasión de dialogo intimo entre las personas que se quieren. Basta
estar juntos. Un gesto, una palabra e incluso no hacer nada es ya una conversación llena de
vigor. Saberse amado por Dios y vivir en amistad con ÉL hace del silencio algo ameno.
 Para alcanzar el silencio interior, el recogimiento, “debemos, en primer lugar, evitar todo lo
que hace apelación a nuestro afán de sensacionalismo. Debemos guardarnos de ceder a la
curiosidad y de llenar nuestro espíritu de cosas inútiles”. En una sociedad hipersensible
premia la curiosidad. Es necesario que en la desp esté presente la mortificación de los
sentidos y cuidar el descanso.

BUENAS EXPERIENCIAS

 De la convivencia taller de oración en santa Mónica: encontrar un libro que te ilusione leer,
que el director te diga de qué trata el libro que te da para huir del anonimato y leerlo
delante del sagrario, saber que es algo sobrenatural por lo que solo te queda pedir la
gracia.
 Templanza (no barnizar el corazón con cosas que le impidan el paso a Dios), detenerse en
la oración introductoria para sintonizar con el momento, constancia (cuando hay ritmo se
antoja más), sinceridad (sino cansa mucho), aprender a mirar (no solo se habla con
palabras), saber esperar (lo más probable es que no te responda en el momento), postura
(el cuerpo como instrumento de oración), distracciones al revés, escribir todo (bárbaro),
explicar una y otra vez la belleza de la oración, motivación de la vocación, “díselo al Señor y
regresa en 5 minutos”, que el sacerdote haga su oración en voz alta.

LA MEJOR DE TODAS: EL EVANGELIO

 “Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que ames a Cristo”. A veces queremos
amarlo sin conocerlo y, para buscarlo y conocerlo, el Evangelio.
 La fe cristiana no es una religión de “libro” sino de la “Palabra” de Dios que es Cristo, que
sigue vivo y vivirá por siempre. Es decir, toda la Escritura habla de Cristo y tiene su
cumplimiento en Cristo. Cristo es la Palabra (el verbo) hecho hombre. Es por eso que es
un LIBRO VIVO y no sufre los cambios de tiempo y espacio. POR LO TANTO, PODEMOS
DECIR QUE ES PARECIDO COMULGAR A LEER LA BIBLIA, PORQUE EN AMBAS RECIBES AL
MISMO CRISTO.
 Como un personaje más: no es lo mismo, podemos entender mejor lo que nos quiere decir…
Joven rico, crucifixión, etc. Nos cambia la perspectiva porque entendemos lo que sintieron
ellos. “El que lee el Evangelio dos minutos al día le cambia la vida” Francisco.
 Una de las mejores cosas que tiene la Biblia es que no solamente Dios se dirige allí a
nosotros, habla a nuestro corazón, sino que además nos da las palabras para responderle.
 Buscar la mirada amable y cariñosa de Jesús. Tan atractiva era su mirada que la gente
“quedaba maravillada” y entendemos cómo los apóstoles después de escuchar el “sígueme”
lo dejaron todo y lo siguieron. De esta forma esta lucha se vuelve auténtica, porque
conocemos a la persona que le da sentido y sabemos cómo nos mira.

PRIMER PÁRRAFO DEL PUNTO 8 DE LA CARTA DEL 14 DE FEBRERO

En primer lugar, se ha considerado la centralidad de la Persona de Jesucristo, a quien deseamos


conocer, tratar y amar. Poner a Jesús en el centro de nuestra vida significa adentrarse más en la
oración contemplativa en medio del mundo, y ayudar a los demás a ir por caminos de
contemplación[8]; redescubrir con luces nuevas el valor antropológico y cristiano de los diferentes
medios ascéticos; llegar a la persona en su integridad: inteligencia, voluntad, corazón, relaciones con
los demás; fomentar la libertad interior, que lleva a hacer las cosas por amor; ayudar a pensar, para
que cada uno descubra lo que Dios le pide y asuma sus decisiones con plena responsabilidad
personal; alimentar la confianza en la gracia de Dios, para salir al paso del voluntarismo y del
sentimentalismo; exponer el ideal de la vida cristiana sin confundirlo con el perfeccionismo,
enseñando a convivir con la debilidad propia y la de los demás; asumir, con todas sus consecuencias,
una actitud cotidiana de abandono esperanzado, basada en la filiación divina.

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