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Por ejemplo, la tortuga Galápagos (tortuga más grande que existe), cuenta con un cuello
largo para obtener alimento de arbustos.
Tortugas marinas
En cuanto a las tortugas marinas, prefieren nadar en mares profundo y emigrara a través de
las corrientes marinas.
Se pueden encontrar en casi todos os océanos del mundo, bien sea el pacífico, el
atlántico, el indico y ene le mar Mediterráneo.
Se trata de un proceso bastante brutal y traumático para la hembra, pero por suerte no
necesita practicarlo a menudo. Son capaces de mantener útil el semen de una tortuga macho
durante 3 años. ¡Así que sólo se aparean una vez cada mucho tiempo!
Si la hembra sobrevive a la cópula, la gestación de los huevos d ura unos 2 meses dentro de
ella. Después, los deposita en tierra firme, en zonas arenosas. Una vez cubiertos de arena, las
tortuguitas tardan aproximadamente 3 meses en nacer. ¡Puede poner hasta 20 huevos!
Al nacer, las tortuguitas esperan a que todas sus hermanas salgan del cascarón para
abandonar el nido juntas. Durante la noche, cuando no hay peligro de depredadores, cruzan
en manada la playa para entrar en el mar.
¡Esta no es la única curiosidad sobre estas tortugas! ¿Sabías que la temperatura determina su
sexo? Cuanto más calor reciban los huevos, mayor número de hembras nacen; si les da
mucho calor, incluso pueden ser hembras todas. Además, aunque no siempre ocurre, es
habitual que las tortugas desoven en la misma playa en la que nacieron.
La alimentación de las tortugas
En este artículo intentaremos
responder a una de las consultas
más repetida: ¿Qué comen las
tortugas de tierra?
La mayoría de tortugas terrestres
son vegetarianas aunque
algunas especies son omnívoras
(complementan su dieta con
insectos, moluscos y otros
invertebrados). Es imposible
emular al 100% la dieta natural
de una tortuga pero deberemos
aproximarnos al máximo. Desgraciadamente, la dieta que se
les suele dar a las tortugas terrestres no es la adecuada
(muchas están alimentadas exclusivamente con lechuga y
tomate). Y es muy frecuente que las tortugas caigan enfermas
por desequilibrios nutricionales.
En libertad, las tortugas aprovechan las plantas que les ofrece
su hábitat, como gramíneas, leguminosas, diente de león, chumberas, juncos, etc. Esas
plantas es difícil poderlas ofrecer en cautividad, a no ser que la tortuga viva libre en una
finca. Por lo tanto, deberemos ajustar su dieta, pero siempre siguiendo unos parámetros que
veremos a continuación:
Los alimentos deben tener una alta proporción calcio/fósforo (concretamente una
proporción 2:1)
La gama de alimentos de origen vegetal ofrecido a las tortugas debe ser lo más
amplio posible
La proteína animal no debe formar parte de la dieta habitual de la mayoría de
tortugas terrestres, solo debe ser ofrecida de forma ocasional.
La gama de alimentos ofrecidos siempre dependerá del género al que pertenezca nuestra
tortuga. Así pues:
Testudo/Agrionemys: 70% verduras de hoja verde, 10% de otros tipos de verdura y 20%
de frutas/flores.
Geochelone: 90% verduras de hoja verde fibrosas, 10% de otros tipos de verdura, fruta
(muy escasa) y flores.
Especies omnívoras (como Terrapene): 70% alimentos vegetales (verduras de hoja y
otros tipos de verdura) y 30% alimentos proteicos de origen animal.
Las verduras y las frutas que podemos usar en las dietas de las tortugas terrestres son las
siguientes:
Alimentos bien tolerados y muy recomendables: apio, col, judías verdes, berros,
endibias, melón y sandía, fresas, melocotón (pobre en calcio), tomate (pobre en
calcio), pepino (pobre en calcio)
Alimentos con buena relación calcio/fósforo (la necesidad de las tortugas en
calcio/fosforo es igual o superior a 2:1): brócoli, col rizada, higos chumbos, manzana,
pera, y papaya
Alimentos especialmente ricos en proteína vegetal: chirimoya, aguacate (rico en
grasa), lentejas (hervidas o germinadas), soja (hojas hervidas, también son ricas en
grasa), habas (hervidas), habichuelas (hervidas). Estos alimentos son útiles en caso de
tortugas débiles o en periodo de recuperación de una enfermedad o incorrecta
hibernación.
Alimentos con factores antinutricionales (vigilar si se ofrecen ya que pueden
ocasionar problemas de higado): espinacas, zanahoria cruda, uvas y plátano
Alimentos no recomendados: guisante, batata, patata, calabacín, champiñones y otros
tipos de hongo, maíz dulce, bambú, espárragos, remolacha, pimiento, albaricoque,
melocotón, nectarina, kiwi, granada y dátiles
A las especies omnívoras, le podemos ofrecer una fuente de proteína animal en forma de:
moluscos (mejillones, tellinas, caracoles), pescado entero (peces de tamaño adecuado a la
tortuga), insectos comerciales (zozobas, cucarachas, gusanos de la harina, etc.), carne
picada sin aditivos, jamón de york natural, y pienso para perros o gatos de buena calidad
reblandecido.
Los piensos comerciales para tortugas de tierra no son muy específicos y pueden usarse
como complemento. Pero jamás supondrán el 100% de la dieta de una tortuga, solo en
casos puntuales como las vacaciones.
Las tortugas jóvenes siguen la misma dieta que las adultas, pero tal vez sus necesidades de
vitaminas y calcio son mayores y precisan de suplementación. También variará la
presentación, que se deberá adecuar a su tamaño de boca.
Características de las Tortugas
Las tortugas (Testudines) son reptiles
caracterizados por tener un tronco ancho y
corto, protegido por un caparazón formado,
generalmente, por placas óseas revestidas de
placas córneas, y a veces sólo por placas
córneas. Del caparazón salen, por delante, la
cabeza y las patas anteriores, y por detrás, las
patas posteriores y la cola. Hay tortugas que lo
tienen dividido en dos partes, una dorsal o
superior y otra ventral, unidas entre sí.
Es increíble la extrema longevidad de las tortugas. Diversas especies pueden llegar a vivir 150
años o más.
Hay tortugas de hábitat terrestre, acuático, marino y de agua dulce. También existen gran
cantidad de especies con hábitats semi-acuáticos: pasan una parte del tiempo en tierra
firme y otra parte en agua dulce. Las de hábitat terrestre presentan dedos libres, mientras que
las de los hábitats acuáticos tienen las extremidades transformadas en aletas o bien los dedos
unidos por una membrana.
EL ORIGEN DE LAS TORTUGAS
Macroinstantes
¿Cómo adquirieron las tortugas su caparazón? Hay dos teorías principales. Una sostiene que
esta protección se desarrolló en los antepasados de las tortugas a partir de placas dérmicas
osificadas que terminaron fusionándose con el esqueleto interno. Algunos fósiles de tortugas
muy primitivas datados del Triásico, como Chinlechelys, parecen presentar este tipo de
osificaciones dérmicas, lo que apoyaría esta hipótesis del origen dual del caparazón
(esqueleto + placas dérmicas).
Sin embargo, en el año 2008 se encontró en el suroeste de China un fósil datado de hace
220 millones de años de lo que parece ser algún tipo de pre-tortuga. Los científicos lo
bautizaron Odontochelys semitestacea, y presenta algunas características muy notables
que lo convierten en firme candidato a fósil transicional hacia el linaje de las tortugas
modernas. Para empezar posee dientes, de ahí el ’Odonto’ en el género, mientras que
todas las tortugas actuales carecen de ellos. Pero sin duda lo más llamativo es que posee
un plastrón, la mitad ventral del caparazón, pero ¡no tiene la parte de la espalda!.
Presenta, eso sí, las costillas ensanchadas, lo que parece apoyar la otra hipótesis, la de que
el caparazón de las tortugas actuales se desarrolló completamente a partir del
endoesqueleto. Hay que decir aquí, que el desarrollo embrionario de las tortugas actuales
sigue este mismo patrón, recordando la ontogenia a la filogenia como defendía Haeckel, y
apoyando la hipótesis del origen único del caparazón a partir del esqueleto oseo interno.
En cualquier caso, el hallazgo de este fósil deja claro que el linaje de las tortugas es
antiquísimo, y que su armadura es una protección lo suficientemente efectiva como para
haberles permitido llegar hasta nuestros días.