cercanías del huerto de Edén, de la cual Caín pudo
Una de las preguntas más frecuentes que hacen
cristianos y no cristianos cuando se aborda el
estudio del libro de Génesis es ¿de dónde salió la
esposa de Caín? Esta pregunta está íntimamente
relacionada con otras dos: ¿Cuál era la población
que existía en tiempos de Caín cuando él
construyó su ciudad? (Génesis 4:17), y ¿qué decir
del incesto?
Según ya hemos probado en otras lecciones, Caín
fue el fruto de un acto de fornicación adúltera
entre la Satanás —que desde el principio ha sido
asesino y mentiroso (Juan 8:44)— y Eva, la esposa
de Adán. Demostrando que, efectivamente, “Caín
era del maligno” (1 Juan 3:12), “se levantó contra
su medio hermano Abel, y lo mató” (Génesis
4:8b). Como castigo por su crimen, Dios echó a
Caín de su hogar y de su presencia. El libro
también menciona el temor de Caín de que “otros”
pudieran vengar a Abel matándolo a él (Génesis
4:14), y de que Caín obtuvo una esposa y fundó
una ciudad.
Una teoría que se ha presentado para explicar la
existencia de suficiente gente, está en
contradicción con las mismas Escrituras y supone
una raza ‘preadámica’ que habitaba en las
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haber tomado una esposa. Sin embargo, esta
solución no tiene apoyo, pues las Escrituras
enseñan con claridad que “Adán fue el primer
hombre” (1 Corintios 15:45), y que su esposa, Eva,
fue “la madre de todos los vivientes” (Génesis
3:20).
De los capítulos 3 y 4 de Génesis se puede obtener
la siguiente información:
• Eva llegaría a ser la “madre de todos los vivientes”.
• Para cuando Caín mató a su hermano Abel, es obvio
que había pasado cierta cantidad de tiempo desde su
nacimiento.
• Después de su destierro, Caín se convirtió en un
“errante y extranjero” y temía que alguien lo
encontrara y lo matara.
• La señal que Dios estableció para proteger a Caín
revela que probablemente sus medio hermanos u
otros parientes intentarían asesinarlo, no sólo para
vengar a Abel sino, seguramente, para convertirse
alguno de ellos en el heroico descendiente de Eva
que terminaría de una vez por todas con la
posibilidad de que la descendencia de la Serpiente
se propagara por el mundo.
• Después, en la “tierra de Nod […] conoció Caín a su
mujer, la cual concibió y dio a luz…”
En vista de lo anterior, se puede deducir que la
esposa de Caín fue una descendiente de Eva y Adán,
de la cual se desconoce el tiempo exacto de su
nacimiento. Génesis 5:4 declara que en los
novecientos treinta años que Adán vivió “engendró
hijos e hijas”. Ahora bien, la Biblia no especifica si
Caín se casó con una de sus hermanas
contemporáneas. Es más, el hecho de que primero se
hable del destierro de Caín y luego de su esposa nos
indica que pasó tanto tiempo que él pudo haberse
casado incluso con una nieta de Adán y Eva. De ahí
que el famosos Comentario Bíblico Moody se limite
a señalar que “la esposa de Caín pertenecía a la
familia de Adán y Eva”.
Cabe mencionar en este respecto la opinión de Adam
Clarke, comentarista bíblico del siglo XIX, sobre la
razón por la que Dios estableció una señal para Caín.
Según este autor, Caín temía por su vida porque ya
existían múltiples generaciones de la familia de
Adán, suficientes como para fundar varios pueblos.
Génesis 5:4 nos dice que Adán tuvo hijos e
hijas. Al principio, los hijos y las hijas de
Adán y Eva tuvieron que casarse entre sí para
poblar la tierra. Probablemente Caín tuviera
que casarse con una hermana, una sobrina o la
nieta de un medio hermano suyo.
Por otro lado, si damos por sentada la
precisión del Génesis, y consideramos la
duración de la vida (unos 900 años en
promedio), una población muy extensa pudo
haberse desarrollado muy rápidamente. Si
calculamos por el tamaño de las familias y la
edad promedio, es posible que ya hubiera una
población de varios millones de personas
vivas al morir Caín. Además, las Escrituras en
ninguna parte indican a qué altura de la vida
de Caín asesinó a su hermano, se casó o fundó
la ciudad. Pudieron haber pasado varios siglos
antes de que hubieran ocurrido todas esas
cosas, lo cual daría lugar a la formación de
una población de considerable extensión, con
la que se pudo fundar una ciudad.
Todo eso lleva a la pregunta sobre el incesto.
Si el incesto está prohibido en las Escrituras
según la Ley de Moisés, ¿cómo explicamos
esos matrimonios entre parientes cercanos?
Para algunas sociedades modernas, resulta
inconcebible la idea de que Caín se hubiera
casado con una de sus hermanas o con alguna
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mujer que hubiera nacido de la unión de un
hijo y una hija de Adán. Dicha reacción suele
deberse a las normas sociales establecidas y al
temor de los defectos genéticos. No obstante,
Frank LaGard Smith comenta lo siguiente en
su obra titulada La Biblia cronológica: “Es
muy probable que estos primeros hermanos y
hermanas se hayan casado entre ellos, a pesar
del sentimiento inapropiado que se sentiría si
eso hubiera sucedido en las siguientes
generaciones”. Es digno de mención, además,
que no fue sino hasta 1513 a.C. (año en que
Moisés recibió las leyes para la nación de
Israel) que Dios prohibió específicamente las
relaciones sexuales entre parientes cercanos
(Levítico 18:9, 17, 24). A partir de entonces,
ese tipo de relación sería considerada
incestuosa y, por lo mismo, pecaminosa.
Actualmente nos separan miles de años del
tiempo en que nuestros primeros padres
disfrutaron de completa perfección gloriosa.
Es muy posible que en sus días no existieran
los mismos problemas genéticos y hereditarios
de hoy. Además, estudios recientes, como el
que se publicó en la revista médica Journal of
Genetic Counseling, han demostrado que los
riesgos de que un hijo de primos hermanos
nazca con algún defecto no son tan altos como
mucha gente piensa. Es de suponer, pues, que
tales cuestiones no representaron un verdadero
problema en la época de Adán e incluso antes
de los días de Noé. Por tanto, podemos llegar
a la conclusión de que Caín y su esposa eran
descendientes de los seres humanos: él, de la
Serpiente y Eva; ella, de Adán y Eva.
“Por una fe inteligente…”
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