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30 Ideas para vencer la procrastinación de

una vez por todas


¿Estás cansado del hábito de postergar? Si es así, vamos a ver ideas para quitarnos el
yugo de la procrastinación.

La procrastinación consiste en dejar a un


lado lo que hay que hacer para sustituirlo por otra cosa más apetecible o sencilla, como ya
sabes.

Y nosotros lo que pretendemos es terminar pronto y lo mejor posible con la obligación para
concentrarnos después en la devoción.

¿Te apuntas? Ahí van las propuestas:

1. ¡A mover el cuerpo!

Cuando estás sentado la mayor parte del día, las energías se te van por el sumidero y el
estado de ánimo, también. Unos estiramientos o bailar un par de canciones bastan para
despertar las endorfinas, aunque lo ideal es hacer algo de ejercicio físico de manera regular.

2. Recordatorios de apoyo

Si te sirve, puedes configurar alertas en tu ordenador o en tu teléfono móvil para que te


recuerden que… ¡tienes que estar trabajando!

3. El compañero de fatigas
Si tienes problemas para hacer lo que tienes que hacer, busca a alguien en una situación
parecida. La motivación a dúo funciona.

4. Compromiso público

Si a alguien le anuncias que vas a realizar un trabajo, esa presión te crea la urgencia de
ponerte manos a la obra. ¿No funciona? Espera, que hay más.

5. La creatividad como impulso

Hacer algo creativo a lo largo del día (tu hobby, por ejemplo) afecta de manera positiva a tu
estado de ánimo y eso ayuda a la hora de empezar con el trabajo duro.

6. Madrugar

La quietud del amanecer es estupenda para concentrarse y avanzar en las tareas más
penosas. Te las quitas pronto de en medio y eso es una alegría.

7. Irse a dormir temprano

Obvio, cuando se madruga. Si eres un ave nocturna, acuéstate cuando te plazca, pero
asegúrate de dormir lo que tu cuerpo necesita.

8. Despejar el paisaje

La limpieza da tranquilidad. Dedicar unos minutos cada día a organizar y eliminar lo que
está estorbando no es una pérdida de tiempo. Después se trabaja mejor.

9. Desenchufar la televisión

Horas para ver la tele, las justas, que hay mucho por vivir.

10. Ponerse… ¡ya!

Ponte con el trabajo de inmediato: sin pensarlo, sin anestesia, sin excusas ni quejas. ¡Ahí
voy!

Una vez trabajando, muchas veces te das cuenta de que no era para tanto.

11. Reservar hueco en la agenda

Si llega una tarea obligatoria, ponle día y hora en tu agenda. Créale una parcela específica
donde no quepa otra cosa. ¡Y a cumplir!

12. Acotar el tiempo


Cuando tienes por delante una tarea más larga que un día sin pan, fracciónala, córtala en
trocitos. Por ejemplo, puedes usar la técnica pomodoro.

13. TU SISTEMA de trabajo

Tú, que te conoces bien, organiza tu horario, tu esquema de trabajo y las herramientas que
utilizarás. Crea tu sistema personalizado.

14. La eficaz lista de tareas

La popular lista de lo que hay que hacer puedes incluirla en tu sistema. Motiva bastante ir
tachando las tareas concluidas.

15. No revisar el correo electrónico

En todo caso, unos minutos al iniciar o al terminar la jornada, a menos que sea vital para tu
trabajo que lo hagas.

16. Desconectarse de las redes sociales

Lo mismo que lo anterior.

17. Monitorear el tiempo

Fíjate bien en qué debilidades te impiden cumplir con tu trabajo para ponerles remedio.
¿Dónde se te está yendo el tiempo?

18. Automatizar

Si existe la posibilidad de programar algo para que se haga por sí solo, hazlo. Esto vale,
sobre todo, para determinadas tareas que se hagan con el ordenador.

19. Delegar

No te eches más trabajo de la cuenta encima. Esto se ve, por ejemplo, en la organización
del hogar. Plantéate un reparto de tareas.

20. Que suene la música

Un recurso sencillo, tanto para ponerte las pilas como para ayudarte con la concentración.

21. Vencer el miedo

A menudo se procrastina por miedo a hacer mal el trabajo. Es demasiado difícil.


Identifica cuál es tu miedo y plántale cara.
22. Huir de la perfección

Libérate de la necesidad de hacer de la tarea una obra de arte. Simplemente, hazla; revisa
después los flecos y punto final.

23. El momento presente

Estar en lo que hay que estar, con todos los sentidos puestos en lo que se está haciendo,
tanto si se trabaja como si se descansa, puede ser complicado, pero se perfecciona cuanto
más se practica.

24. Las metas del día

Cuando comienza tu día, decide qué tareas vas a realizar (que no sean demasiadas) y no
te salgas de ahí, salvo que haya un imprevisto.

25. Trabajar menos

El exceso de trabajo es otra razón por la que se procrastina. Si es necesario, libérate de


unos cuantos compromisos, obligaciones y tareas.

26. Descansar

También se procrastina por cansancio. Ten claro que quien no descansa, no produce. Por
eso, deja de ser un tirano contigo mismo y date tus merecidos respiros.

27. La diversión

Por paradójico que resulte, si no te diviertes y realizas actividades placenteras a diario,


serás propenso a hacerlo cuando estés trabajando. Ya sabes…

28. Desconectar

Desconectar del mundo para conectar contigo. Crea tu búnker antiestrés dedicando unos
minutos diarios a relajarte olvidándote del ruido exterior. ¿Qué tal 15 minutos de
meditación? Es un ejemplo.

29. No a la resignación

Retira frases como: Yo soy así. Soy vago de nacimiento. No puedo cambiar.

Si quieres acabar con la procrastinación, puedes hacerlo. Sólo inténtalo, cuantas veces sea
preciso, y ve probando hasta dar con lo que te funciona.

30. Premiarse por lo bien hecho


Sabe a gloria terminar un trabajo pesado. Ya es un premio por sí solo. Pero, además, podrías
darte una auto-recompensa proporcional al esfuerzo.

Te lo mereces y eso te motivará la próxima vez que sientas la tentación de aplazar el


trabajo.

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