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I. Preámbulo
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García Hernández, Jorge, Manual de derecho, México, RAE-Ediciones Legales, 2001, p. 1.
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tos necesarios para gozar del derecho a la salud, así como del derecho a la
protección de la salud.
Considerando al derecho como el conjunto de normas jurídicas cuya
finalidad esencial es permitir la convivencia pacífica entre los seres huma-
nos, en donde existen derechos y obligaciones, en cuya relación participa
el Estado como garante, tendremos que concebir al binomio enfermería-
derecho, que nos permite establecer límites para el ejercicio de aquélla en el
marco de éste, es decir que el ejercicio de la enfermería implica su relación
con el derecho, en donde se inscribe la responsabilidad, en virtud que exis-
ten métodos, reglas y protocolos normados para lograr el objetivo previsto
en cada uno de ellos, de modo que no se podría permitir que el profesional
de enfermería actuara de acuerdo con sus propias determinaciones, razón
por la que podemos apreciar al derecho como un instrumento normativo
de las actividades cotidianas realizadas en los centros hospitalarios, en las
clínicas, en los consultorios; en fin, en todos los lugares en que se ejercita la
profesión de enfermería.
Esta relación se materializa en la clasificación tradicional del derecho
que lo divide en privado, público y social. En efecto, con las ramas que in-
tegran el derecho privado, rige las relaciones entre los particulares, lo que
supone una ausencia de la intervención del Estado, ejemplificada en la con-
tratación para ejercer la enfermería, misma que puede realizarse mediante
la celebración de un contrato de prestación de servicios profesionales, que
pertenece al indicado derecho civil y que su contraprestación por ese tra-
bajo, es decir sus honorarios, se pagarán mediante el libramiento de un
cheque, que forma parte de los títulos de crédito pertenecientes al derecho
mercantil, razón por la que la es evidente la relación entre el derecho y la
enfermería.
En cuanto a las ramas que integran el derecho público, cuya caracte-
rística es la intervención del Estado, destaca el derecho penal, en donde se
establecen diversos tipos penales que pueden ser actualizados con motivo
del ejercicio de esta profesión, toda vez que en el ámbito penal se protegen
bienes jurídicos relacionados con la salud, en el derecho penal propiamente
y en leyes especiales, por ejemplo las lesiones y el homicidio, así como en el
tráfico de sangre y de órganos humanos, de manera que ante los incumpli-
mientos de estas normas se actualizan las hipótesis contempladas para ejer-
cer la facultad punitiva del Estado en beneficio de la colectividad.
Por otra parte, la relación de la enfermería con las ramas que integran
el derecho social es palpable al pensar, digamos, en el derecho de la segu-
ridad social, estrechamente vinculados, pues por un lado se origina, en la
mayoría de los casos, por la relación de trabajo que existe entre el patrón y
1. Bases constitucionales
Como paso previo al señalamiento de las bases que rigen el derecho humano
a la salud, es conveniente atender al concepto citado por la Organización
Mundial de la Salud, que lo ha señalado como “un estado de bienestar físico,
síquico y social, tanto del individuo como de la colectividad”, cuestión que
nos permitirá analizarlo a la luz del derecho positivo mexicano.
Desde la óptica de los derechos humanos, es pertinente considerar el
contenido del párrafo tercero del artículo 4o. constitucional que consigna el de-
2. Normas éticas
La ética, señala Pérez Fernández del Castillo, “es parte del conocimiento fi-
losófico pero encaminada a la realización práctica, esto es, la ética se estudia
para aplicarse en la vida cotidiana”.5 Además, es indispensable, en este caso,
pensar en el código de ética que rige el universo de la enfermería, no obstante
que, en primera instancia, se trata de una actividad humanitaria que conlleva
un hacer en beneficio del otro, con límites perfectamente establecidos que, si
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Cossío Díaz, José Ramón, Regular las profesiones, disponible en: http://www.sitios.scjn.gob.
mx/jrcossio/sites/default/files/articulos/prt300413_0.pdf (consultada el 10 julio 2016).
5 Pérez Fernández del Castillo, Bernardo, Deontología jurídica. Ética del abogado y del servidor
público, México, Porrúa, 2007, p. 8.
3. Normas profesionales
Este tipo de normas, que son la esencia del trabajo de enfermería, derivan
de la actividad específica a la que se obligan mediante la suscripción del con-
trato de trabajo respectivo, tratándose de la relación que se establece entre
patrones y trabajadores, así como de la labor que desempeñan de acuerdo
con los contratos colectivos de trabajo —como en el caso del IMSS— o en las
condiciones generales de trabajo o reglamentos interiores de trabajo vigentes
en otras entidades públicas, lo que se ve adicionado, en todos los casos, con la
obligatoriedad que deriva de las normas oficiales mexicanas, entre la que ad-
quiere mayor relevancia la Norma Oficial Mexicana NOM-019-ssa3-2013,
para la práctica de enfermería en el sistema nacional de salud, que establece los
aspectos generales y particulares de la prestación de servicios de enfermería.
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Enfermeria.iztacala.unam.mx/enf_decalogo.php.
4. Normas legales
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Norma Oficial Mexicana NOM-019-SSA3-2013, para la práctica de enfermería en el
sistema nacional de salud.
1. Concepto
Sin importar el origen contractual, pero sin dejar de lado los derechos y
obligaciones respectivas, la práctica de la enfermería atiende a una división
del trabajo, en donde cada una lleva a cabo determinadas funciones y, por
tanto, adquiere responsabilidades específicas, de ahí que debemos referir-
nos a las diferentes categorías.
Es indudable que la labor que realizan las enfermeras tiene un cúmulo
de normas jurídicas que van desde la normativa para su preparación aca-
démica, tanto en escuelas como en facultades, pasando por su autorización
para el ejercicio profesional, lo que se realiza a través de la Dirección Gene-
ral de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, como en su prác-
tica cotidiana que se encuentra regida por las normas laborales y civiles que
derivan de los términos de contratación.
3. Personal profesional
Este tipo de profesional se clasifica por categorías, de acuerdo con los estudios
académicos siguientes:
4. Personal no profesional
Una vez que contamos con los límites de cada categoría, lo pertinente es
referirse a los tipos de responsabilidades que enmarcan su actuación.
lidad penal para los servidores públicos que incurran en delito; C) la responsabi-
lidad administrativa para los que falten a la legalidad, honradez, lealtad, impar-
cialidad y eficiencia en la función pública, y D) la responsabilidad civil para los
servidores públicos que con su actuación ilícita causen daños patrimoniales.
Por lo demás, el sistema descansa en un principio de autonomía, conforme al
cual para cada tipo de responsabilidad se instituyen órganos, procedimientos,
supuestos y sanciones propias, aunque algunas de éstas coincidan desde el
punto de vista material, como ocurre tratándose de las sanciones económicas
aplicables tanto a la responsabilidad política, a la administrativa o penal, así
como la inhabilitación prevista para las dos primeras, de modo que un ser-
vidor público puede ser sujeto de varias responsabilidades y, por lo mismo,
susceptible de ser sancionado en diferentes vías y con distintas sanciones.12
A. Administrativas
B. Penales
Una de las funciones del derecho penal consiste en sancionar las acciones
o las omisiones que se han denominado delitos y que, por tanto, son repro-
chables. Tratándose de las responsabilidades de carácter penal en las que
pueden incurrir las personas dedicadas a la práctica de la enfermería, pueden
originarse desde dos vertientes, a saber: 1) por la actualización de las hipótesis
normativas previstas y sancionadas por el Código Penal federal, esto es, cuan-
do la conducta que llevan a cabo corresponde a la descrita en el tipo penal,
y 2) cuando la conducta realizada o la omisión se adecua a lo establecido en
los ilícitos que establece la ley especial aplicable a las actividades relacionadas
con el ámbito de la salud, mismas que se encuentran plasmadas en la Ley
General de Salud.
C. Civiles
En el caso de los servidores públicos, la responsabilidad civil, igual que los dos
tipos de responsabilidad descritos, posee una independencia plena, a pesar
de que su origen sea la misma conducta, y por lo que hace al personal de
enfermería que no labora para el Estado, se actualiza este tipo de respon-
sabilidad, pudiendo coexistir con la de tipo penal y en ambas se requiere la
existencia de un resultado provocado por una acción o una omisión afectada
de negligencia o impericia y, en algunos casos, del dolo, el cual puede ser de
tipo civil o penal.
En el ámbito puramente civil existen relaciones entre personas morales
o personas jurídicas y prestadoras de servicios de enfermería y también,
entre personas físicas. Dentro de las primeras es una cuestión común la re-
lación entre los hospitales y las enfermeras, mientras en el segundo caso se
refiere a la prestación de esos servicios de manera independiente, y en am-
bos casos su origen es el derecho privado, lo cual no los excluye de la apli-
cación de las dos normas oficiales mexicanas invocadas, es decir, la NOM-
019-SSA3-2013, para la práctica de la enfermería en el sistema nacional
de salud y la NOM-168-SSA1-1998, del expediente clínico, plasmando los
derechos y obligaciones en los contratos respectivos.
En efecto, el Código Civil federal consigna el contrato de prestación
de servicios profesionales y lo define en los términos de los artículos 2606 y
2607, que a la letra indican:
Artículo 2606. El que presta y el que recibe los servicios profesionales pueden
fijar, de común acuerdo, retribución debida por ellos.
1. Legales
A. En materia administrativa
estime necesarias para su defensa, las cuales deberán ser admitidas, orde-
nando el desahogo correspondiente.
Medios probatorios. Por la naturaleza de las imputaciones realizadas, las
pruebas idóneas para acreditar su no responsabilidad son de carácter do-
cumental o pericial de acuerdo con la materia específica que corresponda.
No se permite la prueba confesional, aunque por su idoneidad, se aceptan
las testimoniales.
En este contexto son relevantes, para el caso que nos ocupa, las pruebas
documentales consistente en la hoja de enfermería y el expediente clínico,
las cuales obran en poder de la institución de salud.
Cabe mencionar que estos documentos los puede obtener el servidor
público mediante la solicitud de expedición de copias certificadas, pues
constituyen la base de su actividad que permitirá, en su caso, acreditar que
las imputaciones no son responsabilidad de él.
En caso de no obtenerlas antes de la fecha señalada para la audiencia,
deberá ofrecer la petición realizada y ofrecer las copias selladas de recibido,
con la finalidad que el órgano interno de control las requiera de manera
directa.
Resolución administrativa. Una cuestión en la que vale detenerse es en la
doble función que tiene el OIC, pues por un lado imputa a los servidores
públicos presuntas infracciones a la ley de la materia y, por otro, se encarga
de resolverlas, de modo que actúa, en términos coloquiales, como juez y
parte.
Con posterioridad al desahogo de las pruebas ofrecidas, admitidas y
desahogadas, el OIC se encuentra en aptitud de emitir su resolución final,
la que deberá establecer si existe o no responsabilidad del servidor público
y, en su caso, las sanciones a las que se hará acreedor por las infracciones
cometidas, las cuales atenderán a cada caso concreto, en función de las con-
diciones específicas, de conformidad con lo siguiente:
Sanciones. Los servidores públicos que hayan incurrido en responsabili-
dad administrativa, se harán acreedores a alguna o algunas de las siguientes
sanciones: 1) amonestación privada o pública; 2) suspensión del empleo,
cargo o comisión por un periodo no menor de tres días ni mayor a un año;
3) destitución del puesto; 4) sanción económica; 5) inhabilitación tempo-
ral para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público,
además de que en caso de infracciones graves se impondrá la sanción de
destitución.
Reincidencia. Se considerará reincidente al servidor público que habien-
do sido declarado responsable del incumplimiento en alguna de las obliga-
c. El juicio de nulidad
El juicio de nulidad, desde la óptica del servidor público que ha sido infrac-
cionado, tiene como finalidad obtener la nulidad de la resolución adminis-
trativa que le perjudica, mientras que la autoridad enjuiciada, es decir, la
autoridad gubernamental del sector salud, pretende obtener la validez de
esa resolución, con lo que se ratificaría la decisión que perjudica al servidor
público.
Por la naturaleza de este procedimiento, es necesario considerar que la
parte más importante es la elaboración de la demanda, en la que se deben
incluir las pruebas que presentará, aun las que no haya ofrecido en el recur-
so administrativo, teniendo gran relevancia las documentales consistentes
en el dictamen clínico y la prueba pericial, debiendo establecer de manera
precisa los términos en que habrá de desahogarse la citada pericial, pues el
perito no deberá rebasar los límites del cuestionario correspondiente.
Procede contra resoluciones que pongan fin al juicio, dictadas por tri-
bunales administrativos, ya sea que la violación se cometa en ellos, o que
cometida durante el procedimiento, afecte las defensas del quejoso trascen-
diendo al resultado del fallo.
La parte esencial del juicio a estudio se sustenta en la elaboración de los
conceptos de violación, que son expresados mediante el denominado silogis-
mo jurídico o la causa petendi, o causa de pedir y que en ambos casos refieren
las actuaciones indebidas de las autoridades en perjuicio de los quejosos, es
decir, de las enfermeras.
La demanda de amparo deberá presentarse por conducto de la autori-
dad responsable, es decir, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Adminis-
trativa, quien la remitirá a la oficialía de partes común de los Tribunales
Colegiados de Circuito.
Una vez que se le ha asignado el Tribunal que conocerá de la demanda
de amparo, se turnará a una de las tres ponencias existentes, con la finali-
dad de que se avoque al conocimiento del mismo y formule el proyecto de
resolución respectivo, el cual se discutirá en una sesión colegiada junto con
los dos magistrados restantes.
El sentido de la resolución puede ser negando, concediendo o sobrese-
yendo el juicio y dicha resolución puede tomarse por mayoría o por unani-
midad, según el caso. De concederse la protección de la justicia federal, las
cosas tendrán que volver al estado en que se encontraban al momento en
que se dictó el acto vulnerador de los derechos humanos de los servidores
públicos-enfermeras.
B. En materia penal
La de preparación del juicio oral o etapa intermedia, que llevará a cabo el juez
de garantías o de control, en donde se realizará una depuración de las prue-
bas obtenidas en la etapa anterior, así como de las proporcionadas por las
partes, respetando los principios que rigen a este procedimiento: oralidad,
publicidad, inmediación, contradicción, presunción de inocencia, continui-
dad, y de libre valoración de las pruebas que, en este caso, nos resulta de
suma relevancia, porque le otorga al juez la facultad de valorar el acervo
probatorio conforme a las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y
las máximas de la experiencia, así como el de igualdad procesal.
La del tribunal o del juicio oral, que se encuentra a cargo del juez.
b. El recurso de apelación
Este es un medio de impugnación que sirve a la parte que obtuvo una resolu-
ción contraria a sus intereses, para que el asunto sea revisado por un órgano
superior, mediante lo que en derecho se denomina expresión de agravios.
El sentido de esta resolución puede ser: 1) confirmar la sentencia, 2)
modificar la sentencia o, 3) revocar la sentencia.
C. En materia civil
b. El recurso de apelación
2. Médico-legales
1. Importancia
B. Valoración
Para efectos de la valoración, el juzgador cuenta con dos formas para ello: las
pruebas tasadas y la libre valoración. ¿Entonces, cuál es la importancia de la
prueba pericial si consideramos que un juzgador carece de los conocimientos
técnicos en materia de medicina?
Podemos señalar que esta prueba ilustra al juzgador, pero no es deter-
minante para obtener el sentido del fallo, en atención a las siguientes con-
sideraciones:
Colegiados de Circuito, tesis aislada, materia civil, tesis I.3o.C.777 C, t. XXXI, febrero de
2010, p. 2877. Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. Amparo
directo 369/2009. Instituto Mexicano del Seguro Social. 24 de septiembre de 2009. Una-
nimidad de votos. Ponente: Benito Alva Zenteno. Secretario: Ricardo Núñez Ayala.
ciente para estar atentos a la vigilancia del expediente clínico, pues como se
indicó será el elemento de defensa básico para el caso de una controversia
legal.
C. Criterios jurisprudenciales
VII. Conclusiones