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Recomendado de 0 a 99 años
En un convento, porompompón,
de San Francisco, porompompón,
hay una negra, porompompón,
y dos negritos, porompompón,
mientras la negra, porompompón,
lava la ropa, porompompón,
los dos negritos, porompompón,
juegan a la oca, porompompom.
Y aquí termina, porompompón,
la vieja historia, porompompón,
de una negra, porompompón
y dos negritos, porompompón.
Cesáreo Martín de Vega 2-10-2017
LA APUESTA
Autora: Laia Jùfresa
Ilustradora: Cristina Sitja Rubio
EDICIONES EKARÉ 2017
Conejo y Guepardo son dos amigos inseparables, hacen una apuesta y Guepardo con
mucha rabia acabará admitiendo que Conejo tenía razón. Se adentran en un poblado,
y ya en el interior de una de sus chozas se dará de frente con la cruda realidad: el
hombre es uno de los seres más letales de la naturaleza.
Maravilloso álbum ilustrado, en el que a modo de fábula Laia Jùfresa nos relata una
historia emocionante llena de realidad.
Destacan en este álbum las fantásticas ilustraciones de Cristina Sitja Rubio, de un gran
carácter narrativo, tonos tiernos y apastelados , formas suaves, predomina el color
amarillo, y todo es muy sugerente.
tu abuela. Una: ya no me dan miedo los elefantes. Y, dos: tenías razón, los humanos
son mucho
Y de folclore vaya esta muestra de lo que el pueblo cantaba por las plazas, plazuelas, y
en algunas escuelas.
Quisiera ser tan alta como la luna,
¡ay! ¡ay!,
como la luna, como la luna,
Para ver los soldados de Cataluña,
¡ay! ¡ay!,
de Cataluña, de Cataluña.
De Cataluña vengo de servir al Rey
¡ay! ¡ay!,
de servir al Rey, de servir al Rey,
Y traigo la licencia de mi Coronel,
¡ay! ¡ay!,
de mi Coronel, de mi Coronel.
Al pasar por el puente de Santa Clara,
¡ay! ¡ay!,
de Santa Clara, de Santa Clara.
Se me cayó el anillo dentro del agua,
¡ay! ¡ay!,
dentro del agua, dentro del agua.
Al sacar el anillo saqué un tesoro,
¡ay! ¡ay!,
saqué un tesoro, saqué un tesoro:
Una Virgen de plata y un Cristo de oro,
¡ay! ¡ay!,
y un Cristo de oro, y un Cristo de oro.
Pedro Fernández Giménez 9-10-2017
Pedro y su roble
Claude Levert
Ilustraciones: Carme Solé Vendrell
Pedro y su roble es un libro lleno de sensibilidad, ideal para contar en cualquier momento,
pero sobretodo en este tiempo que llega, cuando las hojas de los arboles empiezan a cambiar
de color y se desprenden de sus ramas. Un libro que he contado a lo largo de muchos
Canciones de suerte.
En Villena cuando jugábamos en la calle.
Un pajarito
fue a la fuente.
Bebe agua
y vete.
Con el peine roñoso
y el agua de fregar
¿Que quiere usted
para desayunar?.....
galletas, se repite silaba a
-che con ga-lle-tas y al que le toca la última sílaba está salvado.
Tengo un pollo en la cocina
que me dice la mentira.
Tengo un pollo en el corral
que me dice la verdad.
Antonia Rodenas Camarasa 16-10-2017
Roberto Aliaga
OQO
Si la tienes, la buscas;
y si no la tienes,
ni la buscas ni la quieres.
Sube cargada,
Baja sin nada.
Agáchate,
y vuélvete a agachar,
que los agachaditos
no saben bailar.
Hache, i jota, ka
ele, elle, eme, a,
que si tú no me quieres
otro amante me querrá.
Hache, i jota, ka
ele, elle, eme, o,
que si tú no me quieres
otro amante tendré y
todos aquellos atributos que la hacen especial y sin los cuales dejaría de ser ella
Kalandraka
Hoy os quiero recomendar "El árbol generoso" de
Shel Silverstein editado por Kalandraka en 2015.
Este álbum ilustrado fue editado originariamente en
1964.
"El árbol generoso" nos narra la amistad de un niño
con un árbol a lo largo de toda su vida. Una relación
basada en la generosidad desinteresada del árbol
que no es correspondida en la misma medida por la
persona.
A través de un texto sencillo y con una estética
minimalista en las ilustraciones, el autor nos plantea
distintas lecturas y temas para reflexionar: la amistad
incondicional y desinteresada que no es correspondida en igual medida, la relación con
nuestro planeta, la contraposición entre lo material y lo intangible para alcanzar la
felicidad, la importancia de la familia...
"Porque la vida tiene hermosos finales tristes" comentó Shel Silverstein refiriéndose a
"El árbol generoso".
Y no se más de ella
Aquí se ha acabao.
Texto de O.Henry
que he
Bueno, y en lo referente a la tradición popular, os dejo una canción que cantábamos con mi
abuela, con la que jugábamos a un juego muy divertido, mis primos y yo, por turnos, nos
poníamos en las rodillas de mi yaya, y dándonos golpecitos en la espalda nos cantaba:
Ahora juego con mis hijos, y se lo pasan bomba. Gracias yaya por estos juegos y por esas tardes
tan divertidas.
Saludos. Carol.
Carolina Morte Egea 10-12-2017
La libreta del dibujante
Ohieddin Ellabbad
Lóguez
En cuanto a la tradición oral, esta vez os dejo uno de mis trabalenguas favoritos:
¿Quieres más?
¡Felices fiestas!
Ana Luisa Ramírez 17-12-2017
Super poderes
Susanna Isern
Rocío Bonilla
Flamboyant
CAMUÑAS
Margarita del Mazo
Charlotte Pardi
OQO Editora.
De nuevo lunes y hoy me estreno en este grupo recomendando uno de los álbumes ilustrados que
más me han calado últimamente.
161/750 es mi copia numerada, en la primera edición, de 'CÓMO METER UNA BALLENA EN
UNA MALETA', ilustrada y escrita por Guridi y publicada por Tres Tigres Tristes.
De este álbum ilustrado, con formato acordeón y una presentación en estuche de cartón impreso
a una tinta, existen tan solo 750 ejemplares.
A mi parecer, es una auténtica obra de arte. Uno de los más bellos álbumes ilustrados que nos ha
dejado el 2017.
Cargada de emotividad, de denuncia social, de pequeños guiños dentro de una situación
desangelada que son capaces de hacer sonreir a quien los lee, 'Cómo meter una ballena en una
maleta' es una propuesta artística que utiliza el autor para transmitirnos su pensar acerca de los
flujos migratorios forzados y para intentar sacudirnos en nuestra zona de confort, como mínimo,
suscitándonos preguntas según leemos el libro narrativa y gráficamente.
No es la primera vez que Guridi utiliza el álbum ilustrado para empatizar con los refugiados y
denunciar las injusticias o situaciones que se ven obligados a vivir. Mientras que en 'Sin agua y
sin pan' (escrito por Luis Amavisca, ilustrado por Guridi y publicado por NubeOcho) la situación
se centra en los campos de refugiados -un espacio posterior al viaje de huida-, en 'Cómo meter
una ballena en una maleta' la situación se centra en un espacio previo a dicho viaje de huida. Sin
embargo, el estilo gráfico de una y otra nada tienen que ver. 'Como meter una ballena en una
maleta' es una obra mucho más personal y alejada de ese trazo lineal negro al que nos tiene
acostumbrados.
El protagonista de esta historia es un pequeño niño, solo, que en su viaje a ninguna parte debe
meter lo que más aprecia en una pequeña maleta: sus recuerdos.
Algo tan vasto como los recuerdos adoptan aquí la forma metafórica de una enorme ballena roja
(¿roja?), una suerte de animal de compañía con quien el pequeño habla, pero cuyo diálogo no
podemos leer en la narración escrita, aunque sí podemos jugar a imaginarlo. La ternura en el
hablar del niño hacia la ballena, al explicarle que deben marchar y meterle en la maleta, es
palpable en todo el texto:
quizás así...
Eso es,
poco a poco, ya verás...
Al voltear el libro desplegado, llega la sorpresa: la ballena roja ilustrada que aparece en la cara
principal extendida del libro acordeón, pasa a convertirse en una sucesión de imágenes
fotográficas de una ballena ilustrada sobre un papel. En este lado del libro, el niño ilustrado
interactúa con las fotografías de su ballena, para doblarla meticulosamente y guardarla en su
pequeña maleta. Pero en esta huida, no estará solo ya: una multitud le acompañará, portando sus
respectivas maletas.
Este álbum ilustrado es todo un ejercicio de empatía que nos lleva a proyectarnos en un niño
emigrante -protagonista sin rostro ni nombre-, al plegar y guardar el álbum ilustrado en la maleta
de cartón en que se transforma la caja que lo contiene.
Guridi ha estado sublime en el diseño de este álbum ilustrado tan personal, al conseguir que
quien lo lee se transforme temporalmente en un emigrante, identificándose con el protagonista.
Porque... ¿quién puede asegurar que no será el próximo en tener que emigrar dejándolo todo
atrás?
La inmensa humanidad de Raúl Nieto Guridi (Guridi) le ha llevado a donar la totalidad del
beneficio de la venta de 'CÓMO METER UNA BALLENA EN UNA MALETA' a la ONG
'PROACTIVA OPEN ARMS'; otra razón más ésta para no dejar escapar esta joya ilustrada.
Mi árbol de los secretos
Oliver Ka
Mrtini Perrin
Kokinos
Lewis Carroll
Como muestra de tradición oral, para acompañar esta sencilla reseña, nada mejor que canciones
de corro.
AL CORRO DE LA PATATA Agáchate
Al corro de la patata Y vuélvete a agachar
Comeremos ensalada Que los agachaditos
Como comen los señores No saben bailar
Naranjitas y limones H, I, J, K, L, M, N, A
Achupé, achupé Que si tú no me quieres
Sentadita me quedé. Otro amante me querrá.
Chocolate, molinillo
Corre, corre
RATÓN QUE TE PILLA EL GATO Que te pillo
Ratón que te pilla el gato A estirar, a estirar
Ratón que te va a pillar Que la bruja va a pasar.
Si no te pilla esta noche
Mañana te pillará.
A LA ZAPATILLA POR DETRÁS
A la zapatilla por detrás
AL CORRO MANOLO Tris, tras
Al corro Manolo Ni la ves ni la verás
Mi padre está en los toros Tris, tras
Mi madre más allá Mirad para arriba
Que caen hormigas (o judías)
Mirad para abajo
Que caen escarabajos (o garbanzos)
EL PATIO DE MI CASA
A dormir, a dormir
El patio de mi casa
Que los Reyes van a venir.
Es particular
Cuando llueve se moja Juani Hernández Sánchez.- CEIP Gabriel
Como los demás. Miro 5-03-2018
TRAGASUEÑOS
Texto: Michael Ende
Ilustraciones: Annegert Fuchshuber
Juventud
Hola a todos:
Mi compañera Elena Corbeto, profesora
de inglés en el colegio Gabriel Miró de
Alicante, nos ofrece la recomendación
semanal de un álbum ilustrado y una
muestra de tradición oral.
Cuando todo parece difícil y
complicado, no queda otra. Hay que
cargarse la mochila al hombro y partir en busca de soluciones.
Por mi propia experiencia es un libro que atrapa y seduce a los niños. Después
de compartirlo, fabricábamos nuestro
alguna pesadilla quebrantaba nuestra paz, la traíamos dibujada o escrita y, tras
recitar el poema, le invitábamos a comérsela.
Esta es una canción con la que recuerdo haber jugado en mi niñez, pero
también con mis hijos y nietos. El lobo permanece escondido mientras los
niños danzan cantando dentro de un espacio. Se detienen para preguntarle al
lobo dónde está. Éste responde colocándose cada vez una prenda de ropa
diferente. Cuando sale al final, se lleva a casa al que atrapa. El último en
resistir pasa a ser el nuevo lobo.
"Jugando al escondite"
Jugando al escondite en el bosque anocheció
Jugando al escondite en el bosque anocheció
Y el cuco cantando el miedo nos quitó
Y el cuco cantando el miedo nos quitó
Cu-cu, cu-cu.
- Lobo, ¿estás?
-
Jugando al escondite en el bosque anocheció
Jugando al escondite en el bosque anocheció
Y el cuco cantando el miedo nos quitó
Y el cuco cantando el miedo nos quitó
Cu-cu, cu-cu.
- Lobo, ¿estás?
- ¡Aquí estoy, saldré y os atraparé!
También conservo en la memoria esta otra cancioncilla con la que mi padre
me acunaba. Por aquel entonces entre la Explanada y el Puerto de Alicante
circulaba un tren de mercancías. Desconozco si la cancioncilla tiene otras
raíces o fue mi padre quien la inventó para mí.
( Nombre ) se va a la Explanada
con su papaíto a pasear.
Allí ve los barquitos, los vapores
Y la mar.
Allí ve pasar el treeen,
que se va muy despaciiito ,
( nombre ) va detraaas,
oyendo tocar el piiito.
Elena Corbeto. C.E.I.P Gabriel Miro 12 de Febrero de 2018
La leyenda de Zum
Texto: Txabi Arnal
Ilustraciones: Roger Olmos
Nube Ocho
Respecto a tradición oral. Adjunto un Romance de Santa Catalina que data del s.XIII
si no me equivoco. Canto, que para sorpresa la mía, le cantaba mi bisabuela a mi
madre a la luz de la lumbre. Rica en versiones... claro
Por la baranda del cielo
se pasea una zagala
vestida de azul y blanco
que Catalina se llama.
Su padre era un perro moro,
su madre una renegada,
todos los días de fiesta su padre la castigaba
porque no quería hacer
lo que su madre mandaba.
Le mandó hacer una rueda
con cuchillos y navajas.
La rueda ya estaba hecha,
Catalina arrodillada.
Y bajó un ángel del cielo
con su corona y su palma.
Sube, sube, Catalina,
que el Rey del Cielo te llama.
Subió Catalina al Cielo
como una buena cristiana.
Saludos
Esta rima me la enseñó mi abuela y cada vez que la leo, evoco su imagen, la calidez de su voz y
las risas que nos echábamos juntas.
RIMA PARA LAS PARTES DEL CUERPO
Dos ladrillos ( se tocan los pies)
Dos palillos (las piernas)
Dos más gordos (los muslos)
Un tambor, ron popompón, popompón (la barriga)
Dos limones ( el pecho)
Una puerta de parador (la boca)
Dos ventanas (la nariz)
Dos luceros (los ojos)
Y la terraza por donde se pasean los caballeros (la cabeza).
Ana María Alcaraz Roca 5-03-2017
EL REGAL:
GABRIELA KESELMAN .
MONTSERRAT.
ED: La Galera
No sé si és una miqueta descabellat parlar- absolutament
Amic, amic,
anem al llit,
fueran telas.
En su recorrido aventurero cortó las riendas de un carro, el periódico de un señor, las trenzas
de una niña, el ramo de
Y hasta se atrevió a meterse en un circo y dejar sin melena al león.
Al final volvió a su casa con el sastre Hipólito, donde cometió su última travesura: ¡cortarle
el bigote al sastre!
Esta tijera es tan sorprendente y tan veloz en sus transgresiones, que el lector cuando acaba
el libro, corriendo lo empieza para disfrutar de nuevo de sus aventuras y volverse a reír
imaginando cada una de las situaciones.
La ilustración acompaña muy bien al texto. Es sencilla, pero agradable y suficiente, me
En mi clase cada vez que detectaba una melancolía o una abierta pena, sacaba este libro de
las tijeras del armario de los libros especiales. También salía a relucir cuando el ambiente
estaba tenso, cuando hablábamos de cosas serias, después de algún conflicto y, por
supuesto, cada vez que teníamos dispuestas las ganas de reír.
Es muy bonito. Lo recomiendo.
Ayer fui a la huerta
de mi tío Antón.
Cogí un pepinillo,
¡qué palos me dio!
Por más que corría
mi tío volaba.
¡Caray con mi tío,
qué palos me daba!
Lagartera (Toledo)
Este poemilla-canción lo utilizábamos, cuando yo era pequeña, para saltar a la comba a
alternando saltos grandes y pequeños.
La primera vez que se saltaba, los saltos más altos eran al final de cada dos versos, o sea, en:
Antón, dio, volaba y daba. Pero la segunda vez había que saltar dos veces en cada verso, por
lo que resultaba realmente agotador.
Sin embargo, a mi me gustaba este duble vertiginoso, y, en muchas ocasiones, hasta me
permitió ganar en los campeonatos que organizábamos en el patio del colegio.
Descubrir que puedes saltar bien alto, aunque seas bajita, fue todo un descubrimien
Mari Carmen Díez Navarro
MARZO, 2018
La cebra Camila
Texto de Marisa Núñez
Ilustraciones de Óscar Villán
Kalandraka
Alfonso Jiménez, jefe de estudios del CEIP AZORÍN de Alicante, nos envía esta reseña de
forma muy poética, que en su nombre público:
CAMILA Y EL VIENTO
Viene el viento y te deja
blanca y sin rayas, frías las orejas.
Rodea tu cuerpo, camino de plata
de la pezuña a la pata.
Teje la araña en tu cabello,
para tus lágrimas,
tupido velo.
Cordón de botín, cuerda de violín
contenta resoplas con anilla al crin.
No estés triste por el viento y
vuelve a casa en un momento.
Te espera tu madre, te da consuelo,
te pone el vestido que compró nuevo.
Sal con el viento, rodea la luna,
abraza tormenta, suspira la nube,
bebe la lluvia.
Camina desnuda,
camina Camila,
Camila camina.
Este es el cuento de un verano y aquí se
DE TRADICIÓN ORAL, ESTOS acaba el año.
CUENTOS BREVES EN PAREADOS Este es el cuento de un bacalao aquí se ha
Éste es el cuento del gallo "pelao", y ya se acabao.
ha "acabao". Y AHORA PARA TERMINAR UN
Éste es el cuento de la banasta, CUENTO DE NUNCA ACABAR.
y con eso basta Érase una hormiguita
Éste es el cuento del candado, apenas, lo que salió de un hormiguero,
empiezo, ya se ha terminado se metió en un granero
y se comió un granito.
Este es el cuento de la botella y no se más
de ella Y salió otra hormiguita
del hormiguero,
Este es el cuento de la payasa ¡mira que se metió en el granero
guasa! y se comió otro granito.
Este es el cuento de un león que se comió Y salió otra hormiguita
un colchón. del hormiguero.................................
ALFONSO JIMÉNEZ 9 DE Abril de 2018
Doctor de Soto
Dentista de animales
Willian Steig
Blackie Books
ARRORRÓ MI NENE
Arrorró, mi sol,
duérmete, pedazo
de mi corazón.
Este lindo niño
no quiere dormir
porque no le traen
la flor del jardín.
Duérmete, mi niño,
duérmete, mi alma,
duérmete, mi amor.
Al arrurú, duérmete mi sol,
al arrurú, duérmete mi amor,
que si no duerme,
vendrá el ratón.
Al arrurraca, ya parió la vaca,
cinco terneritos y una garrapata.
Este niño pícaro se ríe de mí,
cierra los ojitos y los vuelve a abrir.
Basta de jugar, basta de reír,
cierra los ojitos, que ya es hora de dormir.
gran idea: robarle segundos a los minutos, para hacer que el tiempo corra más rápido.
Como no siente que sea suficiente, la señora T también le quita minutos a las horas y,
finalmente, le acaba quitando horas a los días.
Almacena todo ese tiempo capturado en bolsitas de diferentes colores, hasta que un
día se ofrece a darle una parte a una vecina a la que le hace falta. Tras correrse la voz,
más vecinos acuden a la señora T en busca de ayuda, hasta el punto de que se ve
obligada a robarle más tiempo a sus relojes.
Finalmente, la protagonista descubre un día que anhela todos esos segundos, minutos
por la playa, deleitarse con el hermoso azul del cielo y sentir la fresca brisa en su rostro
ada, la señora T cierra los ojos... y duerme.
La historia trabaja con gran acierto, de forma metafórica, un concepto aparentemente
sencillo pero de gran complejidad: el paso del tiempo, que aunque constante a
nosotros se nos antoja irregular. Siempre demasiado rápido o demasiado lento, pocas
veces al ritmo que deseamos. Ese paso del tiempo no es otro en verdad que el
discurrir de nuestra vida, que ocupamos con mil historias y mil asuntos que
consideramos importantes pero que nos separan de lo que verdaderamente es
relevante, disponer de tiempo para nosotros mismos, para satisfacer nuestros deseos
o, simplemente, para disfrutar de esas pequeñas cosas que la vida nos ofrece y que
muchas veces pasamos por alto. A esta conclusión llega la señora T cuando se da
cuenta de que su tiempo se ha acabado, y de que no lo ha dedicado a lo que debería
haberlo hecho.
Una historia cargada de sensibilidad, que nos llega en lo más hondo de cada uno de
nosotros. Es tierna, dulce, añorada y por qué no... deseada. El título es maravilloso:
Las bolsitas de la señora T... de tiempo. Nos invita a reflexionar sobre el verdadero
valor de las cosas, y que muy a menudo no somos capaces de apreciar un paseo por
la playa, o disfrutar de lo lindo que es contemplar el azul del cielo que se extiende
frente a nuestros ojos: La vida está hecha de segundos, pequeños momentos que
parecen insignificantes, pero que se revelan ser importantes. Cuantas veces no somos
capaces de apreciar las pequeñas cosas que vivimos porque la ansiedad de no tener el
tiempo nos sobrepasa, justamente como acontece a uno de los personajes que
aparecen en este cuento, la señora Agobios.
Las ilustraciones añaden significado al texto haciendo así la labor que le pertenece
cuando de álbum ilustrado se trata: un equilibrio exquisito entre palabra e imagen.
La expresividad de la señora T a lo largo del álbum, lo metafórico de la primera
ilustración en la que carga con su mansión a cuestas....Destacables son también
algunos guiños o referencias que evoca, como los famosos relojes derretidos del
cuadro La persistencia de la memoria de Salvador Dalí. Con un estilo aparentemente
sencillo y una técnica de Ilustración en la que se combinan fondos de pastel, acuarelas
y lápices de colores.
Un cuento que fascinará a pequeños y adultos, ofreciendo varios niveles de lectura,
pudiéndolo siempre relacionar con las experiencias y con la
por cada uno de ellos. Óptimo recurso para la lectura autónoma y para tratar el
concepto abstracto pero a la vez muy concreto que domina la historia: el tiempo....
Y, como aportación con relación a la tradición y cultura popular, evoco un recuerdo
precioso relacionado, como no podía ser de otra manera con mi abuela Celia y la
canción "de falda" Aserrín, aserrán". Recuerdo a mi abuela Celia en la cocina de leña
del pueblo, sentando sobre sus rodillas a los biznietos, jugando con ellos
balanceándoles hacia delante y hacia atrás, mientras cantaba la canción y en los
últimos versos, les zarandeaba más fuerte, consiguiendo que de la risa pasaran a la
carcajada. Y me emociono al recordarlo porque me imagino a mí misma, con la edad
de los biznietos y ella más joven, en sus piernas, mirándola y sonriéndola al son del
"Aserrín, aserrán
los maderos de San Juan.
Los del rey sierran bien
los de la reina, también.
Los del duque,
ruge, duque, ruque, duque, ruqueeeeee"
y ese recuerdo me la devuelve tan nítida como si ahora mismo estuviera a mi lado,
escuchando su voz, sintiendo sus manos agarrándome fuerte para no caerme del
mundo...
GRACIAS, Cesáreo Martín de Vega por dejarme compartir Tiempo con todos vosotros.
Marcos, el protagonista, es un niño de cinco años que todavía no sabe leer, pero
todos los viernes acompaña a su hermano Luis a la biblioteca y hojea libros
contemplando las ilustraciones. Después elige uno en préstamo (o quizá el libro lo
elije a él) y, en esta ocasión, la obra que decide llevarse a casa no es otra que Peter
Pan con unas ilustraciones que el niño observará detenidamente.
Marcos no puede leer el texto, pero sabe volar entre las páginas y, mediante la
imaginación alimentada por las imágenes, conecta directamente con su vida, sus
inquietudes, dudas y deseos, haciendo una particular lectura del libro que tiene entre
manos.
A través de las ilustraciones de Miguel Calatayud, el texto, de la mano del pequeño
Marcos, conduce al lector a claves fundamentales de la obra del propio Barrie como
es la admiración por el género femenino y la complicidad con él.
La mamá, la maestra y la abuela del protagonista entienden de vuelos, libros, pájaros
bió de ser
niño, parece haberlo olvidado.
A las 17 hermosas ilustraciones por las que vuela Marcos -acuarelas con una
depurada técnica que roza lo increíble-, se suman ahora nuevas aportaciones de
Miguel Calatayud: la portada, siete recomendaciones ilustradas para imaginar a
Peter Pan y un auca del país de Nunca Jamás. Cierra el libro un epílogo de Gustavo
Martín Garzo sobre el eterno personaje de James M. Barrie.
Imaginar a Peter Pan es una nueva ventana abierta a Nunca Jamás. Ya saben:
segunda a la derecha y luego todo recto hasta el amanecer.
Sí, basta con cerrar los ojos.
Y del folclore, lo siguiente: