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Alumbramiento

Una vez vaciado el útero, se ponen en marcha unas señales que hacen que la placenta se
desprenda y se expulse. Es un proceso muy delicado porque la placenta recibe muchísima
sangre. Por ello, inmediatamente después de desprenderse la placenta, la madre tiene una
gran contracción uterina continua. El útero se cierra fortísimo, como un puño, y esto evita
el sangrado que aparecería después del desprendimiento de la placenta.
En ocasiones a la placenta le cuesta salir y se considera que es mejor actuar, porque es una
de las causas de hemorragia postparto. Es una de las complicaciones más frecuentes en
entornos en los que no hay profesionales. En la historia ha sido una de las causas más
frecuentes de muerte materna en el parto, y por desgracia todavía lo es en algunas partes
del mundo. En medios con recursos, es una complicación muy importante y que requiere
atención muy urgente y especializada. Pero hoy en día se dispone de muchísimas armas
terapéuticas y la hemorragia postparto se consigue controlar en prácticamente todos los
casos, de forma que la mortalidad materna por esta causa se ha reducido casi a cero.
Es habitual y una recomendación de la OMS que se realice un alumbramiento “dirigido”,
suministrando oxitocina con la salida del feto, dado que se ha demostrado con estudios
científicos que con esta medida se reduce el riesgo de hemorragia postparto.
Conducta, procedimiento:
Si transcurrida media hora tras la expulsión fetal no se ha verificado el alumbramiento, y
se supone que la placenta continúa sin desprenderse, debe intentarse el despegamiento.
Ello supone una serie de pasos sucesivos:
1. Se rectifica la postura del útero, enderezándolo, y se aplica un masaje suave para
con seguir que se contraiga. La laxitud de las paredes abdominales permite a s ir
con facilidad del útero con un a mano y practicar el masaje.
2. Se administra oxitocina por vía endovenosa. Si ya se venía administrando durante
el período expulsivo, ahora se incrementará la dosis hasta alcanzar entre 100 y 500
m U /minuto.
3. Si no se logra el desprendimiento se realizará la maniobra de Credé Esta consiste
en ejercer u n a buena presión sobre el útero, abarcando la totalidad de éste con la
mano, colocando el dedo pulgar sobre la cara anterior y todos los demás dedos
sobre la posterior. Esta maniobra se repite dos o tres veces. H a y que tener en
cuenta que la maniobra de Credè puede provocar a veces desprendimientos
parciales de la placenta, con el consiguiente riesgo de hemorragias (véase más
adelante). Por tanto, es una maniobra que debe ser ejercida por una persona
experta y sólo cuando se han seguido adecuadamente los pasos precedentes. N o
tiene que confundirse la maniobra de Credé con la simple expresión uterina que
se realiza apoyando toda la mano sobre el útero para a y u d a r a la expulsión de
una placenta y a desprendida, n i con las maniobras de masaje antes descritas.
4. Si con todo esto no se logra el desprendimiento y expulsión de la placenta, puede
realizarse la maniobra de Credé bajo anestesia.
5. Por último, puede ser necesario realizar la extracción manual de la placenta. Para
ello, con la enferma anestesiada, se introduce la mano con todos los dedos u n id
o s (mano de comadrón) en el útero, y una vez localizada la placenta se procede a
despegarla cuidadosamente con el borde cubital, mientras que la mano externa
sujeta el útero por encima de las cubiertas abdominales. Solo después de despegada
toda la placenta, y conservando la mano interna el útero, la mano externa abandona
el fondo del útero y tira del cordón para extraer toda la placenta al exterior. La
mano interna comprueba que la cavidad uterina ha quedado vacía.
En algunos casos excepcionales, puede sospecharse la existencia de un engatillamiento o
una incarceración. E n estos casos, como la placenta esta ya desprendida, la situación puede
solventarse con la administración de espasmolíticos. De hecho, en a lg u n a s circunstancias,
puede sorprender que, siguiendo el método seriado antes expuesto, la placenta se
desprenda en el momento de recurrir a la anestesia para efectuar la maniobra de Credé.
Por último, hay que decir que en ocasiones que va a ser precisamente en el momento que
se va a realizar el desprendimiento manual, resulta ser una placenta accreta habrá
imposibilidad de despegar la placenta y se procederá a realizar una histerectomía.
Duración del periodo placentario
— Normal: hasta 10 minutos.
— Prolongado: +10-30 minutos
— Retención placentaria: más de 10 minutos
Tipos de alumbramiento:
1. Espontaneo
2. Dirigido
3. Corregido
4. Manual
5. Activo

Maniobras utilizadas de acuerdo a los tipos de alumbramiento:

1. Espontáneo
Maniobra de Dublín: Una vez que la placenta pasa la vulva, se la sostiene con las manos y
se procede a realizar la maniobra de Dublín, que consiste en imprimir un ligero
movimiento de rotación sobre el eje de la placenta que ocasiona torsión de las membranas
y facilita su despegamiento.
2. Dirigido
Se estimula la dinámica uterina y la retracción uterina con fármacos EV. Oxitocina
3. Corregido
Maniobra de Credé: Compresión manual del hipogastrio para el vaciado de la vejiga en
pacientes con vejiga neurógena. Es especialmente útil en pacientes con vejiga arrefléxica,
con buena complace y con resistencia uretrocervical disminuida. En otras circunstancias
sus resultados son pobres o negativos.
Maniobra de Freund: Masaje suprapúbico para acelerar el desprendimiento, descenso o
expulsión
4. Manual
La placenta no llega a desprenderse. Para evitar que continúe la pérdida de sangre y
favorecer que el útero se contraiga, el ginecólogo introduce la mano en él a través de la
vagina y despega la placenta, extracción digital de la placenta.

 anestesia general
 desprende la placenta y luego se tracciona vía vaginal
 revisión de la cavidad, oxitocina y ATB profilácticos
 Indicación: más de 30 min desde la expulsión del feto o en hemorragia severa

5. Activo
 Verificar que no haya un segundo gemelar
 Aplicar 10 UI de oxitocina IM

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