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CAPÍTULO l.

LOS SURCOS DEL LENGUAJE

Las palabras son buenas. Las palabras son malas. Las


palabras ofenden. Las palabras piden disculpa. Las palabras
queman. Las palabras acarician. Las palabras son dadas,
cambiadas, ofrecidas, vendidas e inventadas. Las palabras
están ausentes. Algunas palabras nos absorben, no nos
dejan; son como garrapatas, vienen en los periódicos, en los
mensajes publicitarios, en los rótulos de las películas, en las
cartas y en los carteles. Las palabras aconsejan, sugieren,
insinúan, conminan, imponen, segregan, eliminan. Son
melifluas o ácidas. El mundo gira sobre palabras lubrificadas
con aceite de paciencia.

José Saramago

1. Panorama

Muchos puntos vinculan a Freud y a Lacan. Sin embargo, uno de


los menos señalados es el que compete a la cuestión histórica.
Tanto uno como el otro, colocan a la historia en el nudo de los
orígenes; ambos la introducen en sus inicios epistemológicos como
una dimensión fundamental.
Freud irrumpe en el campo de la medicina de su época y propone
una nueva nosografía pero, principalmente, una nueva etiología de
las neurosis. Allí donde los médicos suponían una afección
somática de causas desconocidas o sospechaban la existencia de
taras hereditarias o disfunciones constitutivas en el campo de lo
psíquico, él señala la existencia de ciertos acontecimientos
Manuscrito de Freud de 1885, donde detalla su currículum para nclavados en. la historia del sujeto como causa de las afecciones
presentarse como candidato docente universitario. nerviosas .

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En un primer tiempo, que puede situarse entre 1893 y 1896,


introduce la cuestión del trauma psíquico como causa de la histeria, En el caso de Lacan las cosas son parecidas. Él hace su entradn
la neurosis obsesiva y hasta de la paranoia. En cierto momento al campo psiquiátrico con una tesis sobre la paranoia y su relación
histórico del sujeto, sostenía, éste sufrió algún trauma que marcó su con la personalidad. Su tema eran las psicosis y su modo d
vida, y quedó "olvidado" pero actuante. Este acontecimiento fue abordarlo fue a partir de un caso clínico. El análisis de su tesis vers
vivido en la esfera de lo sexual y socavado a los órdenes de la sobre una mujer que realiza un atentado debido a ciertas
memoria debido a su origen poco honorable y perturbatorio; suposiciones delirantes. Llamó Aimée a esta mujer y paranoia de
además, la excitación dolorosa ligada a ello no pudo ser tramitada autopunición al mal que la aquejaba. Aimée, además de escribir,
por vías convencionales. El método que se proponía era el de la había sufrido dos momentos delirantes. El primero, resultado de un
hipnosis y la abreacción energética. La histeria no era producida por em barazo desafortunado y el segundo, enredado en la certeza de
ninguna disfunción orgánica o lesión cerebral, sino por sucesos que que una conocida mujer de mundo quería asesinar a su hijo. Ante
estigmatizaron la vida del sujeto. Si la causa era histórica, la tan persecutoria situación, ella se adelanta y agrede a aquella que
solución clínica también. Así, el camino de la hipnosis presentaba la le amenazaba. Lo curioso es que, realizado el acto, desapareció el
ventaja de una reordenación temporal del suceso lastimoso, así delirio. De allí parte Lacan: si el delirio se disipa por un suceso
como una liberación de la energía dañina somáticamente convertida histórico, seguramente la psicosis se enclava en la densidad de la
en síntoma. historia. El punto de partida conceptual es Freud, debido a su
En un segundo momento, aquel que da entrada a la evidencia del posición frente al sueño y las producciones delirantes. Para Lacan ,
fantasma en 1897, Freud descubre que el suceso traumático tantas en aquella época el delirio era el texto de la historia del sujeto. En el
veces narrado, no aconteció en la esfera de la realidad fáctica sino delirio se relataban las dimensiones significativas de una histori
en la del deseo. El acontecimiento que dio lugar a la afección, no subjetiva; era el texto de la verdad histórica. La psicosis entonces,
daba cuenta de una agresión sexual nocturna sino de una compleja no se situaba dentro del campo de las afecciones orgánicas o
relación entre el deseo, el tiempo y la sexualidad. Lo sucedido no degenerativas, sino en aquel de las significaciones y el sentido. La
aconteció en la realidad convencional sino en aquélla de las paranoia no se podía concebir como originada por lesiones
pasiones; no se trataba tanto del atentado sexual como del deseo inexistentes o debido a una constitución mórbida sino enmarcada
puesto en escena. La causa seguía siendo histórica, pero cambiaba directamente en el campo de lo histórico. Es por ello que propon
el modo de concebir lo histórico. Si en los tiempos de la hipótesis una psicogénesis de la psicosis y al psicoanálisis como la doctrin a
del trauma como causa el acontecimiento era buscado en una fecha que, ligada al análisis psicológico concreto, podría dar cuenta de los
y un lugar determinado, ahora la geografía era la del deseo y el fenó menos psicóticos y las afecciones paranoicas. Otra vez la
tiempo, el de la significación. No se trataba tanto de una vivencia historia, otra vez en los orígenes.
"realmente sucedida" sino de una experiencia altamente
significativa; lo importante era su significación no su veracidad Pero la relación de la historia con el psicoanálisis no se reduce
empírica. Algo es claro, se tratase de la cuestión del trauma o de la ste momento constitutivo de sus inicios en el espacio de lo
escena fantaseada, la dimensión histórica era el sustento de la plstemológico. Respecto a Freud, es bien conocida su pasión por
explicación y el punto de diferencia con las explicaciones médicas y lo historia y el lugar que le daba dentro de su formación . Pero no
psiquiátricas. n::ida más, ·el creador del psicoanálisis no sólo se abocó al

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desarrollo de textos históricos como aquél del pintor del siglo XVII, específicamente en el seminario sobre el síntoma. En las lineas qu
sino que en el corazón mismo de su doctrina le da un lugar siguen abordaremos su primera posición en relación con la historia.
fundamental a la cuestión de la historia.
Recuérdese que uno de los pilares del pensamiento analítico es el
del complejo de Edipo. Freud tiene tres versiones del mismo. La
2. Dimensiones epistemológicas
primera es evidentemente de linaje griego y se remite a las
tragedias de Sófocles, específicamente a la de Edipo Rey. La
Uno de los escritos más importantes de Lacan es Función y camp
segunda versión freudiana del Edipo se sustenta en el libro de
de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis. Este texto no sólo
Tótem y tabú y se configura en una posición eminentemente mítica.
representa un documento fundamental para sus posiciones políticas
La tercera y última, se reviste de los trajes de la historia y remite al
sino que actúa como el manifiesto epistemológico y clínico del
estudio que Freud realizara sobre Moisés y la religión monoteísta.
movimiento que él encabezaba en aquel año de 1953. Por esto será
Así, existen las versiones trágica, mítica e histórica del complejo de
tomado aquí como síntoma para merodear las posturas que en
Edipo.
aquel tiempo tenía respecto a la historia. La primera atañe a la
Pero ¿en el caso de Lacan se podría señalar a la historia como
cuestión de la epistemología.
algo importante para su recorrido? Durante mucho tiempo se ha
Muchas son las vertientes que se abren en este escrito, una de
desestimado el lugar que la historia ocupa dentro de su
las más importantes la que concierne, precisamente, al campo de la
pensamiento. Muchas son las razones, tal vez la más evidente sea
ciencia. No sólo se trataba de repensar el campo amplio de la
su estrecha relación con el estructuralismo y la sabida distancia que
cientificidad, sino de ubicar en él al psicoanálisis. Más radical aún :
éste tomaba respecto a las conceptualizaciones históricas. Sin
se intentaba erigirlo como uno de los saberes principales de una
embargo, la cuestión de la historia ocupa un lugar importante dentro
revuelta epistemológica. El punto de anclaje y sobre el que se
de la obra de Lacan. Resaltarla y problematizarla es el interés de
sostenía esta propuesta era su papel rector dentro de una nueva
este texto.
subjetividad. El psicoanálisis participaría de una nueva
Como todo tema que se vincula con una obra, los vericuetos de la
reclasificación científica a partir de reivindicarse como una praxis en
historia son tratados de diversas maneras por Lacan a lo largo de su
el campo de lo simbólico. Ni las aspiraciones médicas ni los
enseñanza. En el intento de acotar los caminos y las
métodos experimentales servían para su legitimación; sólo la puesta
discontinuidades que ésta siguió, propondremos aquí cuatro
en ac.to de las funciones simbólicas. Para lograrlo, debía sostenerse
tiempos de problematización.
en una relación estrecha con otros saberes incluidos en el campo
El primero podría fecharse en 1953 y su texto sería Función y
de la acción simbólica. Estos saberes eran la lingüística, la lógica
campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis; el segundo se
del tiempo y la historia. De las ciencias del lenguaje era necesario
desarrollaría alrededor de la cuestión de la ética y el seminario que
retomar la función del fonema, de los pares opositores y las
sobre el tema dictara Lacan en 1960; el tercer tiempo, y tal vez el
structuras en el campo de las relaciones sociales. Respecto a 1
más novedoso, se estructura en los cuatro discursos construidos en
lógica del tiempo, el uso del símbolo en el espacio de lo matemático
1970 en el seminario de L'Envers de la psychanalyse; el cuarto y
bria perspectivas del cálculo de los tiempos intersubjetivos de 1
último tiempo es cuando Lacan lanzara aquella frase de su horror
cclón humana, insospechadas hasta antes de la teoría de lo
por la historia y su ubicación en el campo de los mitos en 1973,
juegos. Respecto a la historia , la compleja relación de 1
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subjetividad del historiador con la subjetividad de la historización esta grafía. Cuando Lacan pone entre comillas esas frases da
servían como horizonte del suceso clínico psicoanalítico; además, la entender que está citando a Freud. Si se mira el tema del que se
dimensión del tiempo y sus retornos podían ser pensados a partir de trata y el contexto en el que se discute, no puede no pensarse en el
la historicidad fundamental del acontecimiento donde pasado y artículo de Freud titulado Sobre la enseñanza del psicoanálisis en lo
presente no eran dos términos antitéticos sino vinculables. Lacan lo universidad. Si uno se remite al texto, encuentra que la temática es
dice así: "No dará fundamentos científicos a su teoría como a su muy similar: las materias que se debieran incluir en una formación.
técnica sino formalizando de manera adecuada estas dimensiones Sin embargo, similar no significa equivalente. Freud no está
esenciales de su experiencia que son, con la teoría histórica del proponiendo ninguna Facultad de psicoanálisis sino las materias
símbolo: la lógica intersubjetiva y la temporalidad del sujeto" 1 · que debían incluirse en la formación universitaria de los médicos .
Ya desde aquí aparece muy claro cómo la historia fungía para Pero eso no es todo, en el texto aparece una frase muy similar a la
Lacan como uno de los saberes que alimentaban la posibilidad anteriormente citada, sólo que el contexto no es el mismo y existen
científica del psicoanálisis. Pero las cosas iban más lejos. Cuando algunas variaciones interesantes. La frase se ubica en la propuesta
en el mismo escrito se plantea la cuestión de la enseñanza y freudiana de que el psicoanálisis no sólo se aplica a procesos
transmisión, implicada la formación de los analistas, la historia es psicopatológicos sino que también puede ser útil a otros campos del
ubicada dentro del triángulo epistemológico que serviría como saber. Allí es donde dice: " ... suministrando en tal sentido múltiples
método para encauzar la enseñanza tanto de la técnica como de la enfoques nuevos y revelaciones importantes para la historia de la
teoría. literatura, la mitología, la historia de las culturas y la filosofía de las
Un punto más. En el momento en que Lacan discute cuál sería el religiones" 3 · Veamos de cerca el texto. Lacan mantiene del original
cursus prototipo para la formación de los psicoanalistas, dice: "Es cierto orden de las materias y ciertas disciplinas como la literatura,
conocida la lista de disciplinas que Freud designaba como debiendo la mitología y la historia de las culturas. Los cambios se efectúan en
constituir las ciencias anexas de una ideal Facultad de psicoanálisis. relación con la historia de la literatura que él cambia por crítica
Se encuentran en ella, al lado de la psiquiatría y la sexología, <la literaria, a la filosofía de las religiones que él cambia por psicología,
historia de las civilizaciones, la mitología, la psicología de las pero lo que interesa recalcar aquí es que en Freud no hay tal
religiones, la historia y la crítica literaria>"2 Es innegable que Lacan, llamado a la historia. El texto de Freud es un escrito raro pues fue
ai legitimarse en Freud, ubica a la historia, a la general y a aquella publicado originariamente en húngaro en la revista Gyógyászat de
que atañe a la de las civilizaciones, como si debiera formar parte de Budapest en 1919, bajo el título de Kel/e-e az egyetemen a
esta quimérica Facultad. Pero existe un detalle que señalar. Cuando psychoanalysist tanitani? (¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la
Lacan declara lo anterior, entrecomilla una parte del párrafo, universidad?) Lo curioso no es que haya sido publicado en húngaro,
exactamente aquella que se refiere a las materias que Freud recuérdese la cercanía con Ferenzi, .sino que nunca se encontró el
propondría. En general cuando se hace eso, se está citando un original en alemán.
texto a la letra. Si esto es así, debería señalarse la fuente de donde De este modo es difícil pensar que Lacan lo consultase en el
procede la cita, de preferencia mencionando ei autor, la obra, el año original. De cualquier manera, sea que lo hubiese citado de
de edición y la página exacta. Es bien sabido que no era una memoria y ésta le hiciese una argucia o un error en la cita en su
práctica frecuente en él, incluso la desdeñaba como mecanismo arácter textu~I. lo evidente es que Lacan es quien propone a la
infectado de academicismo. Sin embargo, vale la pena detenerse en

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historia como una de las materias directrices en la formación, tanto El texto de 1953, dijimos, es un manifiesto. En él aparecen las
de los médicos como de los psicoanalistas. posiciones que marcaron el inicio de la influencia de Lacan en su
La evidencia gráfica puede parecer sólo un detalle, sin embargo, grupo analítico; es allí donde despliega sus propuestas
se trasluce una desmesura. Lacan hace decir a Freud que la historia fundamentales. Dos son los aspectos que desarrolla de manera
es un pilar en la formación de los analistas. Él se transmuta en la más extensa y rigurosa: una postura claramente doctrinal y, ligado a
palabra del fundador para desde ahí subrayar lo que en el texto ello, sus posiciones frente a la clínica psicoanalítica. Ambas
freudiano no se enunció literalmente. Se trata de un curioso artificio: dimensiones se sostienen sobre una exégesis de las funcion es
una exégesis del decir no explicitado. La propuesta de colocar a la simbólicas y sus alcances tanto teóricos como técnicos. Es ahí que
historia como fundamento del currículo ideal produce un nudo entre circunscribe el campo del psicoanálisis al del lenguaje y propone a
el enunciado de Freud y el decir de Lacan. Más claro: Lacan hace la palabra como el elemento nuclear tanto de la cura como de la
decir a .Freud lo que éste no declaró pero no dejó de apuntar. En formación y la enseñanza.
este sentido, no se trata de una inexactitud académica en la citación Una vez señalado el campo y especificados los elementos
de un texto sino de una interpretación textual que hace cita. Así de básicos, el lenguaje se convierte en trinchera y la palabra en el
importante parece ser el estudio de la historia para los arma fundamental. Desde allí y con ella, va a presentarse la
psicoanalistas. confrontación y se establecerán las diferencias. En el debate que
desglosa la experiencia analítica desde su casuística y su crónica,
Lacan opone a la intersubjetividad obsesiva, la histérica; a la
3. Entramados clínicos insistencia sobre la resistencia, la interpretación simbólica y al
análisis de hic et nunc, la importancia de la anamnesis analítica.
En los párrafos anteriores se ha mostrado la importancia que para Es precisamente ahí donde despliega lo más agudo de su crítica
Lacan tenían, en los inicios de su enseñanza, tanto el estudio de la y su posicionamiento. Si se revisa la configuración y el recorrido del
historia como su lugar en la reordenación de las ciencias de lo método freudiano, desde sus inicios en la época de Breuer, hasta su
simbólico. Sin embargo, tal vez no es ahí donde se encuentre lo stablecimiento como procedimiento propiamente analítico con la
picante del asunto. Sí, la inclusión de la historia como materia de asociación libre, la palabra aparece como lo que sostiene la
trabajo y como ciencia anexa es importante, pero de algún modo no presencia del pasado en el presente y encarna la compleja
deja de haber una exterioridad . Ella aparece como uno de los materialidad del tiempo.
pilares epistémicos que sostiene, pero desde afuera, el método de Es bien conocido que en el comienzo, en aquella época de 1
enseñanza y coadyuva, exteriormente, a una nueva trinchera hipnosis y las histéricas ocurrentes, una de ellas bautiza este arto
científica. urativo como talking cure. Sí, precisamente, desde el principio 1
Es por ello que habría que dar un paso más. La historia no es pa labra soporta el peso no sólo del tratamiento sino de los procesos
para Lacan, en esa época, sólo una disciplina amiga sino que, en ubjetivos. La palabra funge no sólo como bálsamo mágico, sino
tanto experiencia, está incluida en las entrañas mismas de la orno puente temporal. Incluso cuando la manera de citar al pasado
práctica psicoanalítica. Ahora bien, ella debe estar ligada, si quiere a través del trance hipnótico, la verbalización actúa como
dar cuerpo a dicha práctica, al campo del lenguaje y a la función de onvocatoria. de otros tiempos . Hacer pasar a las escenas por lél
la palabra. nmraclón y a la temporalidad por el verbo, actualiza los dolores y

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reordena las subjetividades. La palabra transforma el olvido en Pero la historia del sujeto incluye siempre al otro; es la narrativa
leyenda, el pasado sufriente en presente reeditado y la lengua de sus encuentros y enredos con los otros. Sabemos que el deseo
arcaica en epopeya. Hablar implica convocar, traer lo remoto y se gesta en relación con la otredad. No hay deseo que no se
hacerlo cercano, apelar lo antiguo para hacerlo vigente; invocar el encuentre en relación dialéctica con el otro; con otro deseo. De este
cronos marchito para transformarlo en acción fértil. modo, mi historia siempre incluye otras, está tejida con hilos que
Si en la cura hipnótica, como vimos, la palabra es sostén y vienen de lejos, que vienen de otros. Lacan lo dice así: "Es
materialidad del tiempo, en el momento de la evidencia de la ciertamente esta asunción del sujeto de su historia, en cuanto que
fantasía como nudo del descubrimiento freudiano, ésta cobra está constituida por la palabra dirigida al otro, la que forma el fondo
relieves insospechados. Cuando Freud escribe aquella fecunda del nuevo método al que Freud da el nombre de psicoanálisis (en
pero dolorosa carta del 21 de septiembre de 1897 a Fliess, esa en 1895)"4 '
la que confiesa el descrédito de su teoría de la seducción, donde Se hace evidente con esta cita que no -sólo se incluye la historia
dice ya no creer en su neurotica, se afianzan las bases para el en tanto materialidad ·del tiempo del sujeto sino que se anuda con el
descubrimiento del inconsciente y la construcción de una clínica método mismo de la clínica psicoanalítica.
psicoanalítica. Precisamente, en relación con el método freudiano, se puede
Freud afirma ya no creer en su neurotica, no en sus neuróticas. Él vislumbrar cómo su originalidad, según Lacan, reside en haber
desacredita sus construcciones teóricas, no el relato de sus incluido a la palabra como el instrumento en el campo del sentido;
pacientes. El descubrimiento de la inexistencia fáctica de las cómo su espacio es aquel decir del sujeto en relación con los otros,
seducciones confesadas, no negaba la veracidad del y cómo su modo de operación es el de la historia.
acontecimiento sino que lo mostraba en toda su estatura. Las Ahora, historia no es pasado sino presencia de los tiempos.
histéricas no mentían, su relato decía la verdad, pero la verdad no La palabra es tiempo historizado, es decir, reordenación de las
tanto del suceso como del tejido de su pasión. Lo que se relataba discontinuidades en párrafos resignificados. La historia es el tiempo
no era un falso testimonio sino su versión íntima; sí, la verdad de su hecho palabra, es reubicación del pasado en un presente que ya es
deseo. La verdad no aparecía detrás de los velos de la alcoba, sino futuro . Las palabras no rescatan el pretérito, lo reactualizan hacia el
en la presencia de la palabra. El lenguaje es el espacio donde se futuro. La historia del sujeto, en resumen, es la crónica de los
despliega la verdad del sujeto; de su deseo. La palabra funge como ,.contecimientos significativos del deseo. Pero esta crónica está
testimonio de un pasado hecho de apetencias vigentes, de una desordenada, aparece caótica, astillada y rota. La historia del sujeto
realidad psíquica y de una veracidad abierta. s la novela de sus ausencias, de sus roturas, sus engaños, sus
Ahora bien, eso que se presenta en la palabra como verdad del olvidos, sus pérdidas y sus muertes.
deseo, que se convoca como realidad subjetiva y que aparece en el Decir historia y tiempo es puntuar el pasado, el presente y el
relato anudado, no es otra cosa que /a densidad de Ja historia del futuro, y ello implica hospedar la repetición de los modos de vivi r
sujeto. Lo que se cuenta en el decir de la histérica no es otra cosa poro también las maneras de morir. El pasado no es lo que sucedió,
que la historia que habita y que la determina. Historia: amarre del lno lo que no deja de insistir. La muerte historiza la vida en tanto le
deseo en la tesitura de la palabra, documento del tiempo impreso en muestra sus límites, su vencimiento, sus carencias; sus agujeros .
el muro del lenguaje, epístola, folleto, homilía; rótulo de la Todo ello ll ~ va a Laca n a proponer en ese 1953, por primera ve
subjetividad. on su recorrido, dos definiciones del inconsciente. La primera lo

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define ligado al discurso, a la intersubjetividad y a la falta que en él ese papel, ha sido ya en cuanto hechos de historia, es decir, en
acontece como fundamento de la existencia del sujeto. La segunda cuanto reconocidos en cierto sentido o censurados en cierto orden"ª·
(la que aquí nos interesa) pone el acento en las cuestiones que
hemos venido detallando. Dice Lacan a la letra: "El inconsciente es
ese capítulo de mi historia que está marcado por un blanco y 4. Senderos freudianos
ocupado por un embuste: es el capítulo censurado". Y más adelante a) Secreto a voces
continúa: "Pero la verdad puede volverse a encontrar; lo más a ·
menudo ya está escrita en otra parte. A saber: En 1953 Lacan propuso un retorno a Freud a sus textos, a sus
-en los monumentos: y esto es mi cuerpo ... letras. Por lo que se puede recurrir a ellas para puntuar lo que aquí
-en los documentos de archivos también: y son los recuerdos de mi se desarrolla. Tal vez no sea sin importancia acudir al espejo
infancia ... freudiano para mirar allí lo que Lacan dice sobre la historia, la
-en la evolución semántica ... palabra y el tiempo.
-en la tradición también, y aun en las leyendas que bajo una forma El primer libro donde Freud participa con su pluma, sus ideas y su
heroificada vehiculiza mi historia desmesura es Estudios sobre la histeria. Escrito entre 1893 y 1895,
-en los rastros, finalmente, que conservan inevitablemente las comparte galardones e investigaciones con Breuer. En sus páginas
distorsiones, necesitadas para la conexión del capítulo adulterado se encuentran las primeras propuestas teóricas, metodológicas y
con los capítulos que lo enmarcan ... "5 linicas sobre las afecciones histéricas. Tómese pues como un texto
El inconsciente entonces, tiene que ver con lo censurado; sí, no solamente fundante, sino referente de toda reflexión sobre el
Freud es claro en ello, pero también con lo que falta. Ahora, en esta cn mpo del lenguaje y la función de la palabra. Por ello se
definición se utilizan dos elementos tipográficos, aquél de "marcado" prlvilegiará aquí como espacio de especificación.
y "capítulo". Sí, otra vez el lenguaje. Pero no nada más como figuras Lo que en sus capítulos se narra es el lenguaje del dolor de esas
retóricas, pues después Lacan insiste en la dimensión escritura!. El 111ujores llamadas con tan inexacta etiqueta. Pero más que nada es
inconsciente, a partir de lo señalado, es la marca histórica de las 1111 tratado sobre ciertas partituras del silencio; sobre las voces del
ausencias en el texto de la vida; es ausencia que hace trazo, huella, olgilo. Es un texto sobre la manera en la que el cuerpo de esas
escritura, archivo. De este modo puede decirse que el inconsciente mujeres habla del dolor de su historia. Los estudios sobre la histeria
es la escritura de lo que falta en el libro de la historia. clan ciudadanía al silencio por el cual se decía lo que la medicina no
Se hace evidente que la historia no es un mero recurso podía escuchar. En las histéricas el cuerpo se llena de bocas que se
epistémico, ni una afirmación empírica de la experiencia, es donde 111ultiplican por la geografía de sus pasiones. En la histeria el
puede pensarse la definición misma del descubrimiento freudiano. comzón tiene labios: por ellos murmura, por ellos llama. Las
Por si hubiera alguna duda, Lacan equipara al inconsciente con la mndijas alcahuetas proliferan y el cuerpo se llena de voces gitanas.
historia, tanto en el ejercicio clínico como en las declaraciones 1:1silencio del cuerpo no sólo habla por los labios del corazón .
conceptuales: "Lo que enseñamos al sujeto a reconocer como su También los labios de la vagina gritan. No hay monólogos de las
inconsciente es su historia; es decir que le ayudamos a perfeccionar vagínas, ellas llaman, convocan, murmuran para quien pueda
la historización actual de los hechos que determinaron ya en su cuchar. Eso .hizo Freud: prestó oídos a lo que el silencio queria
existencia cierto numero de 'vuelcos' históricos. Pero si han tenido decir. No sólo escucha al corazón espinado o la vagina satanizada,

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sino al cuerpo en su canto callado. El silencio habla. Habla de la omplotamente ausentes de la memoria de los enfermos en su
verdad de esas mujeres. Pero no era fácil de escuchar porque la stado psiquico habitual''ª·
verdad que predica no se puede reconocer fácilmente. La verdad Dos planos de verdad aparecen a través de estas declaraciones:
que se enhebra en el silencio del cuerpo atañe a la sexualidad. La primero, la cura se da a través de la palabra y segundo, que los
histérica sabe que padece pero no sabe lo que padece. Su cuerpo lntom as se materializan en el olvido que las habita. En relación con
habla un secreto formulado como enigma; enigma también para In palabra, ya desde aquí, se presenta como el camino de la clínica .
ella. El silencio nace cifrado. Pero ¿qué es lo que no sabe? Que su ran es así que en una llamada de pie de página a esta cita, so
cuerpo habla lo que su ser no puede decir. ¿Y qué es lo que no onvoca a Delboef y Binet en una propuesta que hacen suya:
puede decir? Que la realidad de su inconsciente, la realidad de eso "/\hora se explicaría de qué manera el hipnotizador promueve la
que su cuerpo dice sin que ella lo sepa, es sexual. uración. Vuelve a colocar al sujeto en el estado en que el mal se
Su cuerpo nombra la palabra que falta. La histérica está habitada manifestó, y combate mediante la palabra ese mal, pero en su
de palabras que se dicen por el cuerpo. Su cuerpo es la 1oomergencia" 9 · Más claro ni el agua: el arma terapéutica no es otra
encarnación de un secreto a voces . La histérica muestra que el que la palabra.
cuerpo está habitado de narraciones olvidadas; de historias n relación con la cuestión del síntoma se avanza algo radical:
silenciadas. El que el cuerpo hable de la historia lo aleja de la burda los síntomas recuerdan lo que el sujeto no puede. El síntoma "sabe"
evidencia biológica. Pero el hecho de que esas historias sean de lo que la histérica olvidó. La histeria es la afección donde el dolor, el
amor, de pasiones inconfesas y de besos que queman, lo alejan de tlompo y el olvido hacen nudo en el síntoma. La histérica habita una
los ángeles. Freud no hizo otra cosa que dar ciudadanía a las voces historia que la determina pero que ella no recuerda; que no sabe
del silencio y a un cuerpo poblado de historia; de historias de amor y quo sabe. Lo que ella no sabe su síntoma se lo dice. Sí, pero d
sexo. Una vez acordonado el campo por donde se inician los pasos tnnnera figurada, desdibujada, enigmática. El síntoma recuerda la
freudianos, es preciso volver a la letra; aterrizar en sus estudios lilotoria pero descrita a través de la máscara del lenguaje. Más
sobre la histeria. clnro: el síntoma recuerda la historia pero de manera simbólica. Es
Freud reconoce el silencio que se hablaba en esos cuerpos por ollo que los síntomas convocan a que alguien los escuche, los
signados, y propone junto con Breuer, algo asombroso: si de algo l1 ospede, los analice. Allí, de la escucha de esos olvidos hechos
se enferma en la histeria es de tiempo. Así se puede leer desde sus longuaje en el cuerpo dolido de la histérica y de la implementación
primeras elaboraciones: "... el histérico padece por la mayor parte do la palabra como arma clínica, nace el psicoanálisis. Pero no
de reminiscencias" 7 ¿Qué significa esto? Que de lo que enferma la l>nsta con decirlo, eso se ha escrito mil veces. Vale la pena
histérica es de olvido. Ellos lo dicen así: "... los síntomas histéricos visualizar la relación entre el síntoma y el lenguaje en uno de los
singulares desaparecían enseguida y sin retornar cuando se .•1sos analizados por Freud y desglosar las dimensiones clínicas a
conseguía despertar con plena luminosidad el recuerdo del proceso ollos engarzado respecto a sus propuestas técnicas.
ocasionador, convocando al mismo tiempo el efecto acompañante, y
cuando luego el enfermo describía ese proceso de la manera más 1 primer caso completo que Freud compartiera es el de Elizabeth
detallada posible y expresaba en palabras el afecto". Y más von R. Se trata de una señorita de 24 años aquejada de dolores en
adelante aseguran refiriéndose a las experiencias traumáticas que lns pie rn as y dificultades para caminar. Elizabeth era la menor do
ocasionan los síntomas somáticos: ".. . estas vivencias están tt os herm anas. Durante mucho tiempo, debido a diversas dolencias

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de la madre, se acercó especialmente a su padre con quien Pero los infortunios no pararon allí. Alejada de sus hermanas por
estableció una relación muy estrecha y al que consideraba un una recomendación médica para promover su recuperación, se 1
hombre alegre, sabio y de buen vivir. Durante su infancia disfrutó de avisó, junto con su madre que la había acompañado para su
la convivencia familiar en una finca de Hungría, la cual tratamiento, del agravamiento de su hermana que terminó,
abandonarían para trasladarse a la capital debido a la edad y lamentablemente, con su fallecimiento. Ellas intentaron llegar para
desarrollo de las niñas. En el momento de visitar a Freud, su historia encontrarla todavía con vida, pero al momento de llegar hasta el pie
se había ensombrecido por dolorosas situaciones familiares: su de la cama de la enferma, la muerte ya había sobrevenido.
padre hacía tiempo había fallecido, su madre estaba postrada por
una severa enfermedad de ojos, su hermana mayor enfrentaba El modo de abordar el proceso clínico es muy instructivo. Freud
serias dificultades matrimoniales y su segunda hermana acababa de intenta, de acuerdo con sus concepciones, relacionar los síntomas
morir de un problema cardiaco descubierto en medio de su segundo con situaciones traumáticas o, en el mismo sentido, vincularlos con
embarazo. vivencias o experiencias de la vida de Elizabeth; enlazar los
Los síntomas que presentaba eran harto llamativos: sufría de síntomas con su historia; escuchar esa historia que ella no sabía
dolores al caminar acompañados de una penosa fatiga al que sabía. El camino que toma es indagar por las vías del dolor.
desplazarse o al estar parada. Motivo por el cual caminaba Lo primero que le llama la atención es la singular manifestación
inclinándose hacia delante sin lograr con ello amainar sus dolencias de sus dolencias corporales. La geografía de su dolor se muestra de
y malestares. maneras poco usuales. Las molestias se acentúan en la parte
El comienzo de los síntomas puede remontarse a un suceso Interna del muslo derecho así como en la pierna izquierda. Pero al
especialmente doloroso. El padre, que había ocultado o que momento de tocar en el examen las zonas afectadas, en vez de la
ignoraba un problema cardiaco, fue llevado al hogar inconsciente rnueca de desasosiego y el natural reflejo de evitación, la paciente
por un ataque de edema pulmonar. A ello siguió un año y medio de inostró un extraño gesto más parecido al placer que al dolor. Al
cuidados que Elizabeth asumió con esmerada responsabilidad y lncrepársele sobre el sitio exacto de sus dolencias, en vez de
entrega. Al año del ataque, Elizabeth sufrió por primera vez dolores 1onccionar como se hace ante un innegable dolor físico, es decir,
en la pierna derecha que la obligaron a guardar cama por poco <:on una exuberancia de detalles y una certeza de ubicación, las
tiempo. Pero, en un sentido estricto, fue dos años después de la noticias eran poco claras y llenas de imprecisiones. Freud,
muerte de su padre que ella cayó dolorosamente enferma ntonces, explora el texto del dolor. Intenta escuchar lo que ese
imposibilitada para caminar. clolor tiene que decir a partir de la peculiaridad de su manifestación;
Debido a una operación de los ojos de la madre que le exigía ndaga lo que allí se está recitando.
descanso y tranquilidad, Elizabeth y los matrimonios que habían Los resultados no tardan en llegar, después de la implementación
formado las dos hermanas con sus respectivos maridos, reposaban do un método que no es exactamente el de la hipnosis sino un dejar
con relativa armonía en un ambiente veraniego. En medio de este llnblar libremente a la paciente sobre lo que se le ocurriera, viene a
sosiego, sin motivo aparente, sobrevino, luego de una caminata y In textura del relato lo que estaba cifrado en la materialidad del
en el momento de tomar un baño, la eclosión de los dolores de c11orpo. La parte interna del muslo y que representaba la principal
piernas. nn do dolor. era exactamente el lugar donde cada mañana el
pn<lro descansaba su pierna para que la hija le cambiara la

32>· 33 (~
Sujeto en el laberinto 1 le-Ir Mrn .ilcr.

vendas. El cuerpo decía por el dolor un fragmento de historia !ofensa produce un dolor físico en vez de uno psíquico. Los dolores
significada ahí. corporales eran una sustitución de los sufrimientos amorosos.
El primer enigma queda esclarecido, pero la pierna izquierda Ahora bien ¿cómo encuentra Freud tales argumentos? ¿Cómo
también dolía. También en este caso se encontró el referente puede desentrañar el texto a las dolencias encarnadas? A partir de
histórico. Si la pierna derecha tenía que ver con la enfermedad del loo r lo que los síntomas decían y relacionarlos con fragmentos
padre, la izquierda hablaba en relación con su hermana y su traumáticos, es decir dolorosos, de la vida del sujeto. Elizabeth
cuñado. La dolencia de la pierna izquierda abrió una dimensión staba de pie cuando trajeron al padre luego de su primer ataque.
escondida tras el silencio: el dolor remitía a la historia, sí, pero a una 1 lla quedó aterrada estando de pie (stehen). Cuando llegó al lecho
historia de amor. Por el dolor hablaba un erotismo amordazado. <londe yacía muerta la hermana, quedó parada (stehen) frente a la
En el espacio del síntoma, el punto enigmático era la cnma. La primera dolencia que la postra en cama sucede después
territorialización del dolor. Se vislumbraba la geografía de la historia, lol paseo con el muchacho, del mismo modo que sus dificultades
pero ¿por qué dolían? Pronto se desentrañó el texto a ello adherido. p:i ra caminar (gehen) vienen después de la caminata con su
A la zona adolorida le correspondía una cierta densidad de la c,uf\ado. Sí, precisamente donde se le impuso el pensamiento
historia de la muchacha pero justo donde se realizaba un encuentro. unoroso. En la expresión lingüística se concentraba la verdad de
Un encuentro que incluía una moción erótica y su respectiva I; 1s pasiones .
defensa. En relación con el muslo derecho, aquel que recordaba las Pero aún hay más. Algún día después de que su hermana y su
dolencias del padre, su balbucear delataba un enfrentamiento ante c,utindo se fueron, ella se levantó (aufstehen) y dirigió sus pasos
la culpa de la muchacha y sus inclinaciones amorosas. La anécdota (11 /11n11fgehen) hacia una colina que visitaba con el matrimonio
es la siguiente. En los días en que el padre yacía enfermo, Elizabeth e 11.mdo estaban allí. Se sentó y se llenó de sentimientos de soledad .

fue invitada a salir con un muchacho que estaba enamorado de ella. 1<ourosando de ese paseo, tomó un baño y los dolores que ya
La velada con el joven resultó llena de calidez y felicidad. Pero al 11i 11>lnn comenzado desde la colina se volvieron insoportables. Una
regresar se encontró con la noticia de que el padre había 111oclnción y una evidencia más, yacer en alemán se dice liegen. La
empeorado. Nunca se perdonó haberse alejado del lecho del rul.ición simbólica es evidente: gehen, stehen, liegen. En el campo
enfermo a pesar de que fue él quien la conminó a salir con el joven dt JI lenguaje se van tejiendo las determinaciones subjetivas . La
pretendiente. El dolor era la manifestación simbólica de la defensa l111un de Freud que consistió en ir recolectando fragmentos
ante ese amor y un modo de resolverlo: mejor que duela la pierna dlncurslvos y elementos narrativos permite leer la verdad de esta
que el alma. La misma lógica se encontró en relación con la otra vldn lnstímada. El gran dolor de Elizabeth no residía en sus muslos,
pierna. La vez de la caminata de la cual surgen los dolores, una de 111 •1lquiera en su caminar; su gran dolor era la expresión de las
las personas que se encontraban en el grupo que la realizó, era •.111u1mciones encarnadas en su cuerpo. Estaba adolorida de
precisamente su cuñado. Ella se sintió muy cercana y deseó poseer 11111rn 1clas. Su cuerpo era el escenario de un eclipse subjetivo: dalla
un hombre como ése. En ocasión de la muerte de su hermana, en el 111 w orpo para que no se desfondara el corazón. La queja de su
momento de estar de pie frente al lecho luctuoso, le invadió y t ttot po ora más radical que la expresión dolorosa de sus piernas. /\

sacudió el pensamiento de que ahora él estaba libre y podría / /l1n l>0 l/1 lo que le dolía era su soledad. No es difícil vislumbrar ol
casarse con ella. Ante el dolor de amar al marido de su hermana, 1111 nt nnclo si .se sabe que en alemán soledad se dice Alleinstehon.
con todo lo que esto implicaba, se produce una mutación y la ::.11 dolur oro la expresión simbólica de su lastimosa soledad . De oso
34~ 35 (~
Sujeto en el laberinto l~k l l Mo1.1lro

murmuraban sus dolores, eso decía su cuerpo. Su cuerpo hablaba había dicho todo y la instaba a continuar la confesión hasta que el
de su desdichada soledad, pero también de la dolorosa sensación dolor fuera removido por la palabra" 12·
de desasosiego, de no poder seguir en pie, de no tener apoyo. Como se puede ver, la palabra removía el dolor y el método
Freud lo dice con todas sus letras: "no cesaba de repetir que lo utilizado no era exactamente el de la hipnosis. Esto evidencia que
doliente era ahí el sentimiento de desvalimiento, la sensación de no no importaba la manera de convocar a la palabra sino,
1
avanzar un paso" º· Más adelante asegura: "me vi llevado a suponer precisamente, apalabrar el tiempo y el dolor insistente.
que ella directamente buscaba una expresión simbólica para sus En el último punto de Estudios sobre la histeria y que él escribe
pensamientos de tinte dolido, y lo había hallado en el refuerzo de su en primera persona, Freud problematiza la cuestión del método y de
padecer. Ya en nuestra comunicación preliminar sostuvimos que la técnica. La histeria, lo había venido trabajando, se presenta como
mediante una simbolización así pueden generarse síntomas un nudo histórico generado por un trauma psíquico que no podía ser
somáticos de la histeria". Y concluye con una propuesta de recordado ni abreaccionado. El método implementado para la
diagnóstico: "De acuerdo a ello, esta abasia, en el estado de liberación de la energía enervada y el recuerdo de la escena
desarrollo que yo la encontré, no era equiparable sólo a una traumática había sido el utilizado por Breuer, sí, aquél de la
parálisis funcional asociativa psíquica, sino también a una parálisis hipnosis. Sin embargo, éste no aparece como la única técnica
funcional simbólica" 11 · posible para el tratamiento de tales afecciones. De hecho Freud se
rfeclara muy poco hábil en su implementación. El problema no es
tampoco solamente de habilidad, el médico reconoce que había
b) Atril técnico personas que no se dejaban hipnotizar fácilmente y había otras para
quienes ese proceder resultaba del todo ineficaz:. Freud comienza a
El camino que elige Freud es preguntar al dolor; escudriñar el texto lttllizar otra técnica que consiste, no tanto en dormir a los pacientes
que el dolor decía sin hablar. Convocar palabras para que diga; ~orno, a partir de una presión primero de la manos sobre la cabeza
prestarle oído a su discurso. De hecho, no se trata de una metáfora, y su liberación después, conminar a hablar al sujeto de todo cuanto
cuando el médico vienés trabaja con Elizabeth, su método clínico lo visitara y le pasara por la mente. Freud señala que el cambio de
consiste, precisamente, en hacer decir al dolor y encontrar el .nica se debió no tanto a su torpeza de hipnotizador como al
vínculo entre la palabra, el sufrimiento y lo cifrado en el cuerpo. llocho de que algo se resistía a la hipnosis y, principalmente, al
Cuando él llegaba al inicio de las sesiones, la paciente se urgimiento de recuerdos u ocurrencias. La necesidad de impulsar
encontraba en general sin dolores. Pero no bien comenzaba a In superación de una resistencia ante la hipnosis, le lleva a la
hablar de su historia, el dolor aparecía y se agudizaba mientras más 11tollgencia de la resistencia como mecanismo paralelo de la
se acercaba a la vivencia y más se aproximaba a una dilucidación lortn ación de la enfermedad. La misma fuerza que se resiste al
del mismo. Las piernas respondían, mitsprechen dice Freud trntomiento es la que se opone a que el recuerdo aflore ya que ella
literalmente. Una vez trasliterado en palabras, el recuerdo, que tanto nn In encargada de mantenerle fuera de la órbita de la conciencia.
había agudizado el dolor, desaparecía. Comparte Freud: "Poco a l.as representaciones que son impedidas acusan una misma
poco aprendí a utilizar como brújula ese dolor despertado; cuando rmt11raleza penosa, digna de no querer ser recordada. Así se abre la
ella enmudecía, pero todavía acusaba dolores, yo sabio quo 110 1Hllllbllld ad de pensar en una defensa. Ante la vivencia penosa, el yo
11to11to mantener fu era de la posibilidad de conciencia la

36~ 37 (Y:
Sujeto en el la be rínto 1 ~ 1 (' 1 1 M111.ilr11

representación irreconciliable, para ello se hace necesaria una ncuentra una gran variedad de material mnémico. Tres
defensa contra su surgimiento. Dice Freud: "Cuando yo me ordenamientos son requeridos para su elaboración. El primero
empeñaba en dirigir la atención hacia ella, sentía como resistencia ll:imado lineal cronológico que se presenta como una serie de
la misma fuerza que en la génesis del síntoma se había mostrado fnsciculos sometidos a una enumeración ordenada, es como
como repulsión. Y la cadena parecía cerrada siempre que yo xhumar, afirma Freud, un archivo perfectamente catalogado. Este
pudiera volver verosímil que la representación se había vuelto modo de organización se aglomera alrededor de temas que
patógena a consecuencia de su expulsión y represión" 13· La tarea onvocan recuerdos diversos pero graduados linealmente. Existe un
terapéutica aparece clara ante este panorama: se trata de superar gundo ordenamiento nominado de estratificación concéntrica. En
la resistencia para permitir a la representación aflorar con la verdad osto estado mientras más cerca se esté del núcleo, más fuertes
a ella enlazada. rán las resistencias de los recuerdos. Se trata de estratos de
El descubrimiento de la resistencia le lleva a encontrar la función lstencia ordenados de acuerdo a su proximidad concéntrica al
de la represión y con ello se aclara el camino técnico. Ahora bien, nód ulo. Los recuerdos más fácilmente rememorables se encuentran
quien se resiste es el yo y Freud, asombrado, llega a adjudicarle al on la superficie mientras aquellos que más se aproximan al núcleo
paciente el ejercicio de la resistencia. Sin embargo, esta resistencia .urán sometidos a una altísima dificultad de reconocimiento
que él ubica del lado del yo y de una acción volitiva, no parece ser <,onsciente. El tercer ordenamiento y el más esencial a decir del
la única a la que se somete la representación irreconciliable. Existe <A oador del psicoanálisis, es aquel que se establece de acuerdo al

otra que habría que ubicar en otro espacio, en el espacio de lo que 1:011tonido de pensamiento. Esta codificación funciona a partir de
se dice. Que habría que ubicar en otro registro, en el registro del llllos lógicos de concatenación destinados a múltiples conexiones y
lenguaje. Freud, una vez más: "Hasta ahora he tratado las rn111ca a una linealidad en relación con el núcleo. Se trata de un
dificultades y la técnica del método catártico. Volveremos a hablar, lutoma complejo de líneas ramificadas y convergentes. Se
pues, de técnica, pero ahora nos referiremos a las dificultades de 1,011 stituye también, señala Freud, de diversos puntos nodales
contenido por las cuales no se puede responsabilizar a los donde desembocan y se relacionan distintas ramificaciones y
enfermos" 14 · Así queda claro: existe una resistencia del lado del 11 ochos colaterales y coexistentes. Además pueden existir más de
paciente, es decir, del yo del enfermo, y otra que tiene que ver con 1111 núcleo patógeno debido a distintas temporalidades traumáticas
el contenido, a saber, con las palabras. Digámoslo de una vez: la u11 la instalación de una afección histérica, lo que diversifica aún
resistencia se ubica en dos distintos registros, el de lo imaginario tnr'ls la red de elementos conectados. El síntoma aparece, desde
surgida del yo del paciente y el de lo simbólico enclavado en la un to perspectiva, como constituido de "determinismo múltiple, de
espesura del lenguaje. La primera resistencia aparece en el campo comando múltiple".
de lo preconsciente, pero la que atañe a lo simbólico, concierne a la /\nte esta compleja situación el analista no puede trabajar
densidad del inconsciente. 111,ontando llegar de forma directa al núcleo conflictivo, sería
Veámoslo en la letra freudiana. Improcedente e inútil; la técnica que se desprende de la instalación
Para Freud el material de las histerias se presenta como un do lo red de fragmentos psíquicos exige adueñarse de un tramo de
producto multidimensional estratificado en tres niveles. Existe, llllo lógico e ir avanzando a partir de relaciones conexas,
primero que nada, lo que él llama el núcleo de recuerdos que 1,orworgentes o colaterales. Cualquier parecido con la propuesta
representa la plasmación ideopática más pura. Alrededor de él se

38 • . 39 (~·
Suj e to e n e l la b e rínto 1 ¡... 11 M111 .d.

lacaniana de una red de significantes enlazados y relacionados por concatenaciones no son de la misma naturaleza de los recuerdo
cadenas simbólicas, no es mera coincidencia. Las representaciones que en los ordenamientos lineales y
Ahora ¿cómo determinar la punta que habrá que tomarse en la estratificados se alejaban más del núcleo eran las más fáciles de
intrincada multiplicidad de conexiones? Freud es bien claro, casi colegir. Mientras más se acercasen al núcleo organizados, más
decimos bien lacaniano, ya que afirma que deberá tomarse la punta ard uas eran las resistencias. En el caso de la ordenación de
de una ilación allí donde se escuche una falla en la narración, una pe nsamientos si bien se parecen las circunstancias , la naturaleza
laguna en el relato o un salto en la lógica. A la letra: "Ahora bien, si del problema se plantea desde otro lado. Las representaciones más
se escruta con ojo crítico la exposición que se ha recibido del profundas tienen dificultad en ser recordadas por el paciente, pero
enfermo ( ... ) se descubrirán en ella, infaliblemente, lagunas, fallas". otra cosa es la que sucede con las redes de hilos lógicos, no se
Más adelante lo reafirma: "De esta manera, por las pistas que trata de ser recordadas o no, sino que no son reconocidas como
ofrecen unas lagunas en la primera exposición del enfermo, a recuerdos. No estamos ante la dimensión del recuerdo, de lo
menudo encubiertas por 'falsos enlaces', pilla uno cierto tramo del recordable o no, sino de la materialidad multirelacional del
hilo lógico en la periferia y desde ahí, ( ... ) facilita el ulterior pensamiento.
camino" 15· Tales representaciones no es que no se puedan recordar sino
Es menester resaltar aquí algo que hasta el momento no ha sido que no se pueden reconocer por pertenecer a otro registro, al
descrito: el ordenamiento del contenido de pensamientos no se 1og istro del inconsciente. No se puede recordar lo que no ha pasado
establece en ninguna instancia comandada por el yo, se trata de por el mismo registro de la memoria. Freud: " ... cuando el enfermo
una masa de redes simbólicas ordenadas lógicamente a través de 1cGpta él mismo que tuvo que haber pensado esto o aquello, suele
una multiplicidad de conexiones . Esta modalidad de ordenamiento 11urogar: 'Pero no puedo recordar que lo haya pensado' . En tal caso
17
es la que permite plantear un funcionamiento específico del un fáci l entenderse con él: eran pensamientos inconscientes" (Las
inconsciente. El inconsciente, nos atenemos a la letra freudiana, se 1,urslvas son de Freud).
establece en esa relación lógica de elementos interconectados en
distintas vías que se ordenan de acuerdo a una lógica interne al o cuestión es clara, lo que atañe al inconsciente se vincula con
registro donde se desarrollan, estableciéndose además a partir de 1wns conexiones, con esas redes, con aquellos hilos del lenguaje y,
las fallas que se engendran y los saltos en la ilación que señalan las 1clomás, el inconsciente tiene que ver con otra lógica que no es la
conexiones más eficaces de presentación. Freud lo dice así: "... ya elol recuerdo y se presentifica, en el entramado narrativo, por las
hemos anoticiado de la razón de esa apariencia y sabemos lnllns, las lagunas o los saltos en la ilación discursiva. No se
nombrarla como existencia de motivos escondidos inconscientes. nocesita mucha astucia para reconocer que no otra cosa dice
Tenemos derecho, pues, a conjeturar tales motivos secretos 1 .ican, quien reconoce al inconsciente como eso que falta en la
dondequiera que se registre uno de aquellos saltos de la trama, o lllutoria, como aquello que está ocupado por un blanco o por un
que se trasgreda la medida de una motivación justificada uinbuste, es decir, una laguna o un falso enlace. Por ello no
normalmente." 16 01 pronde que Lacan, en su seminario dedicado precisamente a los
Pero no sólo eso. Freud avanza algo que será fundamental en la crltos técnicos de Freud, asegure: "Freud, al final de los Studien
construcción de su doctrina psicoanalítica: las redes de t1/w1 Hysteri~. define al nódulo patógeno como aquello que so
pensamientos interconectadas y relacionadas a partir de múltiples l11111cn, poro que el discurso rechaza, que el discurso huye. La

40 ~· 41 (~
Sujeto en el laberinto 1 !r-11 Mrn "''

resistencia es esa inflexión que adquiere el discurso cuando se !5. /bid., p. 259; VE: 249.
aproxima a este nódulo. Por lo tanto, sólo podremos resolver la G. /bid., p. 260; VE: 250.
cuestión de la resistencia profundizando cuál es el sentido del 7. S. Freud, Studien über Hysterie (1893-95), GW, t. 1; V
discurso. Ya lo hemos dicho, es un discurso histórico" 18 . Ahora cabe 's tudios sobre la Histeria, t. 11, p. 33.
preguntarle, para finalizar este capítulo, qué entiende Lacan por íl. op. cit., p. 32.
historia para ubicar entonces el proceder técnico. Él mismo lo n. ldem.
responde el 13 de enero de 1954: "La historia no es el pasado. La 10. /bid., p. 166.
historia es el pasado historizado en el presente ... "19 Y continúa: "El 11 . /bid., p. 167.
camino de la restitución de la historia del sujeto adquiere la forma 12. /bid., p. 163.
de una búsqueda de la restitución del pasado. Esta restitución debe 13. /bid., p. 276.
considerarse como el blanco hacia el que apuntan las vías de la 14. /bid., p. 163.
técnica•.zo. 1G. /bid., pp. 298-99.
Con esta última cita se puede concentrar lo trabajado aquí, en 10. ldem.
relación con la palabra, la historia y el tiempo. Sí, además de las 11 . /bid., p. 304.
cuestiones técnicas. Digámoslo así: la historia es tiempo, pero IU. J. Lacan, Los escritos técnicos de Freud (1953-54), Ed. Paidós,
tiempo no es pasado, es temporalidad signante. El tiempo no es la 13s. As., 1981 p.64.
medida de la duración sino la densidad del lenguaje hecho escritura. 1\) //)id., p. 27
No otra cosa es la historia del sujeto. Pero ¿dónde se manifiestan !O l<lem.
esas funciones del tiempo en la realización del sujeto? En el campo
del lenguaje, sí, ese campo donde la palabra hace funcionar a una
materialidad de la historia hecho tiempo. Este es el escenario donde
la clínica, a partir de una técnica cuya arma es la palabra, puede
desplegarse.

Notas

1. J. Lacan, "Fonction et camp de la parole et du langage en


psychanalyse" (1953), Ecrits, Seuil, Paris, 1966 p. 289; VE:
"Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis",
Escritos 1, Siglo XXI, México, 1984, p. 278.
2. /bid., p. 288; VE p. 276.
3. S. Freud, ¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la universidad?
(1919), GW, t. 12; VE: Amorrortu ediciones, t. XVII, p.171.
4. J. Lacan, op. cit., p. 257; VE: p. 247.

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